28 de junio de 2016

Canalización del 8 de Junio de 2016.

Junio 8, 2016

Ketta/Aleshia (1).

…ya el tiempo está llegando, para aquél que con el corazón desea acompañarnos. ¡Claro que sí! Aún es el momento.

No olviden que para Nuestro Padre ¡no hay imposibles! Tan sólo déjate llevar y que en tu corazón sientas verdaderamente ese deseo, esa emoción, de ir al encuentro ¡no solamente de Nuestro Padre!, sino de nuestros Maestros; aquellos que nos han ya confirmado e insistido amorosamente que serán nuestros anfitriones.

¡Claro! ¡Qué decir! Dijo con el corazón y con los ojos del corazón, del Ser, plena y totalmente abiertos, porque lo que vamos a vivir ¡viene de El!, de Nuestro Padre. Lo único que hace tu hermana -que está frente a ti- es compartirles ésta alegría, ¡ésta invitación! que nos hicieron tan directamente y en cada uno de ustedes está la decisión, si así desean acompañar.

No olviden que todo lo que vivan, viene de Nuestro Padre y nuestros Maestros, que ya tienen preparadas cosas tan maravillosas. Ya lo vivirán. Ya lo vivirá todo aquél, toda aquella que vaya con el corazón abierto; con ese deseo infinito de dejarse llevar; ¡de soltar! todo aquello que todavía -a cada uno de nosotros- nos mantiene ¡tan atados! a ésta ilusión; en lo que llamamos “éste mundo terrenal”.

Cuando tú empiezas a sentir y decides: “¡Esto es lo que yo deseo vivir! Esto es lo que para mí -ahora lo entiendo así- es lo más importante”. Y no te equivocarás, hermano, hermana. Tú lo verás, ¡porque entonces permites que se acerque!, que llegue hasta ti; que esa voz que en tu interior tan constantemente insistió, ¡pero que no escuchabas! por seguir en tu rutina; en lo que tú creías que era lo importante, que era ¡tu vida! ¡A lo que tú llamas “vida”!

Mas ahora empezarás a vivir ¡en la verdad!, la vida que Nuestro Padre nos quiso entregar: ¡La vida eterna!, ¡aquí!, en éste mundo terrenal. Y empezarás a darte cuenta que a todo aquello que ¡tanta importancia le querías dar!, es simplemente el amor de Nuestro Padre: lo que te entrega para que sigas adelante.

Pero en el entendido y sabiendo -hermano querido- que todo es temporal, ¡transitorio!, como cuando decidiste aquí venir a caminar. Y entonces ¡empiezas a abrir los ojos! Esos ojos que te muestran la verdad: ¡Los del Ser! El verdadero. Y entonces empiezas a desear -a Nuestro Padre- volver. ¡Así!

Mas si alguno de ustedes -aún al escuchar- no se entrega al sentir, ¡no importa! hermano, hermana. Tal vez no sea tu momento todavía. Pero ya, ya nuevamente -cuando tú lo decidas- ¡esto lo volverás a escuchar! y entonces sentirás que en tu interior ¡todo lo moverá!

Ese es uno de los regalos que Nuestro Padre nos entrega; lo que nos da en esa ¡libertad! -que para muchos todavía mal entendida- permite y te deja que -para volver a Él- seas tú el que lo decida. Mientras tanto, siempre, siempre habrá, siempre estaremos quienes -con el corazón- de la enseñanza del “Yo Soy” te venimos y te queremos hablar.

En ese sentir -amado hermano- empezarás a fluir. ¡Y no te pienses! -aquellos que están escuchando- y que con gran alegría desean ya que llegue ese día en el cual -con nuestros Maestros- nos estaremos reencontrando y Nuestro Padre ¡aquí!, en ésta ilusión, ¡muchas cosas! desea y nos estará mostrando.

Mira hermano; eso sucede cuando tú ya te permites no sólo escuchar, sino también ¡ver! lo que Nuestro Padre -momento a momento- te desea mostrar. Si tú idea tuvieras de que -en tu día con día- te da señal tras señal. ¡Uhm!, pero muchos todavía se entregan a la distracción, pensando y creyendo ¡que todo lo tiene! y la seguridad que aquí lo mantiene está en ésta ilusión. ¡Gran error!

Pero para todos y cada uno, el momento llegará. Es sólo que si ahora tú todo esto escuchando estás, Nuestro Padre te ofrece, ¡es tu oportunidad!, si tú deseas; si sientes y quieres ahora que en el tiempo ¡de todos los tiempos! -porque eso escrito está- que hoy precisamente, ¡hoy!, ¡aquí!, en éste vivir y en el cual tú estás aquí, le pediste tener esa gran oportunidad.

Ésta oportunidad en la cual toda la transición que está viviendo nuestra Madre Tierra ¡y nosotros!, que estamos con infinito amor caminando; ustedes han escuchado que está viviendo su gran momento de su Ascensión, ¡aunque muchos piensen que no es cierto!, porque nada ha sucedido. Hermano: es que todavía caminas dormido.

¡Hay tantas cosas que te están mostrando! Nuestro Padre inclusive en el infinito, ¡uhm!, ¡cuántas cosas!, de vez en vez, ¡no sólo aquí! En todo lo que es y en ésta estrella que cada vez ¡más y más! está brillando. ¿Y sabes por qué? Porque muchos de ustedes, su libertad -en el amor- la están logrando; ¡están entregándose a Nuestro Padre!

Y no porque lo diga yo. ¡Eso se siente! Todo lo que están elevando -tal como lo ha dicho el hermano- el Gran Hermano Metatrón: “¡Están elevando el cuadrante!” y pronto verán y lo sentirán ¡aún aquellos que no desean escuchar! Empezarán a compartir, ¡a atestiguar! muchas cosas que no podrán explicar.

¡Eso ya está sucediendo! Si tú atento estás a todo lo que aquí, en cada lugar en donde la energía que se está moviendo, Nuestro Padre -a diferentes grupos que se han empezado a reunir- les quiere mostrar. Ya lo dijo: “¡Es el momento! ¡Es el tiempo! en el cual, a aquellos que ya así lo deseen y en la preparación quieran vivir la verdad, los estaré reuniendo”.

¡Y eso es cierto! ¡Ha sucedido de tiempo en tiempo! Si tú te has dado la oportunidad -no sólo de escuchar- sino de leer, ¡cuántos!, aquellos que -en tu entender- han sido “elegidos”, amado hermano. Pero sucedió porque ellos -en ese momento- ¡así lo han querido!

Y nosotros estamos aquí para pedirte que sea también el deseo que mueve, para que entonces empieces a unir tu Ser con el cuerpo físico, que es el que aquí -al manifestarlo- ¿te has preguntado?, ¿qué es lo que lo mueve? La Conciencia aún -de algunos- no se ha despertado. Lo ven tan natural; ¡no entendiendo el Gran Milagro!, cuando Nuestro Padre ¡a cada uno de ustedes! lo quiso crear.

Cuando tú comiences a mirarlo así, a sentirlo así -amado hermano- entonces empezarás a sentir el infinito amor que Nuestro Padre ¡siempre nos está regalando! y momento a momento -a través tuyo y de tu hermano- lo está manifestando. ¡Cuántas cosas pudiera decirte! ¡Y de todo!, hay algo tan importante: ¡El infinito amor de Nuestro Padre!, para todos y cada uno.

Tenlo siempre presente. ¡Aún a pesar! de que en lo que tú vives, en tu rutina, en tus días, ha habido ocasiones en que ¿por qué no decirlo?, ¡a Nuestro Padre le recriminas!: “¿Por qué estoy viviendo esto?” Sin darte cuenta que eres ¡tú y sólo tú! el que con tus pensamientos, tus emociones, tus acciones, ¡todo ello es lo que acercas!

Es por eso que nos insisten: ¡Vive! ¡Siente! ¡Sé congruente! ¡Manifiesta el infinito amor de Nuestro Padre! y siempre, siempre, a través tuyo -El- a tus hermanos ¡y primero a ti!, se hará presente. ¡Está! ¡Nunca te ha dejado! ¡Nunca te soltará!

Somos nosotros; ¡eres tú!, el que en momentos en los cuales piensas, ¡porque el ego te levanta! y dices: “Todo lo que tengo, ¡yo lo he hecho!” ¡El “yo”!, el ego siempre intentando y manifestando, ¡para que tú no empieces ni quieras estar recordando quién eres realmente! Quién eres: Un Ser maravilloso, que fue hecho a imagen y semejanza de Nuestro Padre.

El -a cada uno de ustedes- entregó esa chispa de amor; ¡esa chispa de vida!, que te está pidiendo que ahora al fluir ¡cada vez más y más! en ti esté más viva y la hagas expansión.

Entonces amados hermanos, empezarás a vivir todo lo que crees que solamente tiene acceso aquél, como nuestros amados Maestros. Es por eso que ellos desean, intentan, siempre, ¡no sólo estar cerca de ti!, ¡sino hablarte! ¡Pero que tú lo escuches! Compartirte esa enseñanza ¡tan profunda! en la cual al escucharla, al sentirla, sientes que tu corazón se eleva en una ¡gran alabanza a Nuestro Padre!, que todo lo creó.

¿Qué hay imposible para El? ¡Nada hermano! ¡Nada! Ni lo ha habido, ni lo habrá. Y cuanto más ¡esa Esencia que te mueve!, a Él esté más cercana, ¡tú lo sentirás! ¡Tú lo vivirás! Y entonces sabrás que la perfección, ¡esa!, que en algún momento pensabas que sólo Nuestro Padre, ¡pero El te la entregó!, la empezarás a vivir ¡tan ilimitado!

Y en éste existir cuenta te darás ¡que es verdad!; su promesa nuevamente se cumplirá: “¡Vida eterna! a aquél, a aquél que se entregue totalmente”, nuevamente la manifestará.

Y digo “nuevamente” -amado hermano- porque si tú estás pensando que estoy mintiendo, es porque todavía estás creyendo lo que ésta ilusión te ha estado mostrando: que si algo tienes seguro es que -al nacer- morirías. Pero estás hablando de éste templo, ¡éste cuerpo físico que te abraza!, pero dentro, la Esencia Viva; lo que Nuestro Padre te ha entregado; eso, ¡eso es eterno! y nunca, ¡nunca ha de terminar!

Tú has escuchado que cuando algún hermano, hermana, en la transición lo que soltará. ¡Uhm! ¿Qué es lo que se eleva? ¡La pureza!, la Esencia que Nuestro Padre te da ¡y dejas aquí lo que viniste a ocupar! Mira; ¡date cuenta que ni siquiera eso! -cuando termines aquí- te llevarás. Siéntelo. Vívelo. ¡Reflexiona hermano! Siente desde tu interior, ¡con el corazón!, lo que Nuestro Padre a ti te entregó. Lo que eres realmente.

¡Eso es lo que estamos deseando! ¡Que abras tus alas! y que cada vez más -caminando en el sendero del amor- a Nuestro Padre te estés acercando. Sabemos que tu momento llegará y deseamos que como hoy -al escuchar- esa semilla quede ahí ¡y germinará! ¡Claro que sí!, en el momento en que ¡tú! lo quieres sentir así.

Pero esto no es casual. Estás aquí porque ya tu Ser te está empezando a pedir, mas aquél que aún -al aquí estar- ¿cuántas veces se ha dicho? “Estás presente hermano, pero tu mente está ausente”. ¡Qué importa! Estás recibiendo la energía, la vibración, que Nuestro Padre hace llegar.

Sabemos que se está acercando el momento en que todo eso hará una gran reacción. Estamos viviendo los días en los cuales ¡tanta energía!, ¡tanta vibración! que Nuestro Padre está haciendo llegar, dentro de ti, en gran ebullición, ya llegará el momento en que hará primero implosión, en ti hermano; en ti, porque ese cambio ¡tú lo vas a empezar a sentir!

Y entonces, te prometo que también dejarás de estar buscando, porque todo aquello que con inquietud, con infinito amor ¡y a Nuestro Padre le has estado preguntando!: “¿Dónde está?” Cuenta te darás: ¡Está en ti! ¡Siempre ha estado en ti!, porque El -mi Padre tan amado- ¡a nadie ha querido excluir! ¡Eres tú el que otros caminos has tomado!

Pero como dice Nuestro Padre: “A todos mis hijos en esa libertad los he dejado”, porque -si algo es seguro- que a Él volveremos. ¡Sí amados hermanos! ¡Ahí! -en ese gran momento- con El estaremos.

Ten por seguro que tu hermana te estará acompañando, porque si algo ¡muy claro me ha estado quedando! es que en la misión -esa que El me ha pedido con infinito amor- es acompañarte en el Gran Regreso. ¡Y ahora aquí!, es por eso que está presente el Proyecto Shirón. Aquellos que sigan; aquellos que deseen; aquellos que con el corazón deseen acompañar, lo van a escuchar. ¡Eso y mucho más!

Sabrán exactamente qué es lo que la hermana ¡no lo que tiene en mente!, sino lo que viene a cumplir en la Gran Inspiración; en la guía amorosa que mi Padre ha tenido a bien a tu hermana pedir y a ustedes compartir con infinito amor. Siempre ha sido así. Si tú -al escuchar- lo haces con el corazón, El te dirá. El nunca te engaña y en la verdad te hablará.

Amados hermanos; ahora es el tiempo, ¡el gran momento!, porque la Era Dorada ya empezó. ¡Y la promesa de mi Padre fue! que -aquél que en ella caminara- en la Gran Dispensa que los amados Maestros -por el amor que hacia ustedes han tenido- pidieron, amados hermanos; cuenta se darán, qué es lo que para cada uno de ustedes obtuvieron.

¡Y mira!, aquí está tu hermana, aún todavía en la forma humana; pero pronto -aquellos que sólo han elegido atestiguar- ya escucharán lo que suceda; que no al final, sino en el principio del todo; adonde aquellos que en preparación desean seguir, lo que lograrán y dónde estarán.

¡No olvides que desde un principio los amados Maestros lo dijeron y muy claro quedó!: “De todos los que aquí se encuentran, algunos ¡aquellos que de corazón se estén entregando!, ya mostrarán -en infinito amor- ¡de qué manera estarán vibrando!” ¿Acaso algunos de ustedes no lo están ya atestiguando? Y aún falta hermanos. ¡Aún falta! Mi Padre lo sabe y a tu hermana ya se lo ha estado inspirando.

Es por eso que aquí estoy, e insisto con infinito amor: de cada uno de ustedes depende qué es lo que desean; cuál será su elección.

Que para ello aquí está ¡Aleshia!, ¡Aleshia de Shirón!

¡Y vengo por ti hermano! ¡Vengo por cada uno de ustedes!, para mostrarles el camino, a aquél que volver al Padre ha elegido.

Y así será. ¡Eso lo vivirán!



Junio 8, 2016

Maestro Desconocido.

¿Y por qué no? Algunos pensarán ¡uhm!, quizá habiendo conocido a la hermana en la forma humana; algunas cosas que al observarla, pensaron ¡y dedujeron!; pero mira hermano; ¿de qué manera crees tú que se presentaron los que -de tiempo en tiempo- a compartir con ustedes vinieron?

Ahora, ahora que es tu oportunidad ¡de vivirlo tan de cerca!, pero yo quiero decirte -¡es preciso esto aclarar!- que no es sólo para que al verlo, al pensarlo, ¡comiences a cuestionar!, ¡mucho menos a condicionar! ¡Tenía que ser así -de forma humana- para estar cerca de ti! y darse cuenta ¡qué es! lo que a cada uno de ustedes ha detenido. Por qué -en el proceso y de tiempo en tiempo- no se han permitido sentir tan dentro ¡el “Dios Vivo”!

Y mira, que tan cerca de ustedes estamos. ¡Los escuchamos!, cómo cuando te has sentado a leer, lo que dices que es -de la verdad- el libro y dices: “¿Por qué? ¿Por qué sólo en ese tiempo?”. ¡No! ¡No te equivoques hermana! ¡Eso ha sido siempre!, porque para “El que todo lo creó” y para nosotros, sólo es un momento. ¡No existe el tiempo! y la verdad en el amor de todo lo que El te ha querido entregar ¡es!, ¡ha existido!

Y no estoy hablando en el pasado, porque en el presente, que es lo que a cada uno de ustedes -a aquellos que lo han decidido- los ha movido. Ya no piensan tampoco en el futuro. ¡Es el aquí! ¡Es el ahora! El presente, ¡porque es lo eterno! Ahí es donde aquél que se permite al Padre que todo lo mueve ¡lo siente!

Y mira que te lo digo yo; que no sólo aquí, en ésta estrella ¡que El también creó!, ¡a todo Ser vivo!, que no sólo a ustedes, hermano querido. ¡Uhm! Ya la hermana se los ha -en repetidas ocasiones- insistido; cuando tú ¡todo lo sueltes! ¡Cuando tú te dejes llevar por el infinito amor que El -a todos ustedes- ha querido inspirar!, entonces mira, ¡mira lo que sucede! ¡Aquí estoy! -a través de ella- hablándote de la Gran Enseñanza del “Yo Soy”. ¡Sin ninguna necesidad de que algo tenga que preparar!, porque eso ¡sólo es de ustedes!, hermana humanidad. Ustedes son los que a eso ¡tanta importancia le dan! Y que -si para vivir todo esto- tiene “un programa que preparar”. Pues si -como ella les ha dicho- ¡todo eso viene del Padre! Y mira; tan directo, en el preciso momento.

¡Y te he de decir todo lo que cada uno de ustedes necesita escuchar! No lo que desea. ¡Hay una gran diferencia!, porque el infinito amor de El ¡siempre!, ¡siempre ahí está! y en gran transparencia; pero tú, ¡cada uno!, si ha decidido volver y de verdad ¡en esa pureza!, así como aquí -desde el principio del Todo- empezaste a llegar, para que ¡todo empieces a soltar! ¡Aquello que has venido acumulando! y que solamente es de ésta ilusión ¡que tanto te ha estado engañando!

Pero algunos de ustedes siguen, ¡insisten!, en que -para tener seguridad- en el amor mal interpretado que el Padre les da -eso es lo que algunos piensan: “Tengo que insistir, en un patrimonio también a mi familia dejar”. Hermano, ¡hay tantas cosas! que tú les llamas “secretos”, pero que son en la verdad ¡y tan hermosas!, que mira, cuando lo empiezas a entender, entonces, ¡entonces permitirás que a ti se una tu Ser!, ¡esa parte divina! ¡Tú lo has leído!, que está a cierta altura ¡je!, de tu templo.

Pero hermano querido; cuando tú empiezas a elevar tu vibración en infinito amor ¡y a amarte antes que a nada! ¡y perdonarte!, entonces, entonces permites que se complete -en todos tus cuerpos- aquello, aquello que tanto ha añorado: volver a escuchar ¡y volver al Padre tan amado!

Y entonces, por consecuencia también nosotros, mira, ya lo he dicho muchas veces: aquí estamos; como en éste instante que tu hermano -con infinito amor- ¡de todo esto quiere hablarte! Y ya lo hemos dicho: hoy así, a través de la hermana. ¿Por qué? ¡Porque tú todavía no te has querido permitir! -en el sentir- rasgar el velo de la ilusión, para que cuenta te des que ya está, ¡siempre ha estado aquí! ¡y presente para ti lo verás!: La Multidimensión o como te ha dicho a quien tú llamas “Maestro”: “Aquí, desde la octava en que me encuentro”.

¿Y tú sabes lo que es “una octava”? ¿Has entendido de qué es lo que -a quien llamas “Maestro”- te habla? Porque eres muy dado luego a condicionar y cuestionar de todo lo que aquí has escuchado. ¡A nadie quieras engañar!, porque lo que aquí se escucha y lo que se te comparte, es ¡en Gran Inspiración!, en la Inteligencia Divina, ¡la sabiduría!, que cuando tú ¡permites y te entregas!, mira, ¡llega ese gran día! y no hay nada, ¡nada! oculto para aquél que se entrega y del infinito amor del Padre ¡habla! ¡Y nosotros también!, a través.

Esto -tal cual como ha ido caminando el Proyecto- es lo que estaría sucediendo. ¡Escrito está! y aún más. Ya lo dijo el Padre ¡que todo lo puede!: “¡Todo empezó!” y lo que ustedes seguirán viviendo, lo que muchos estarán atestiguando -amados hermanos- ¡verán!, cuenta se darán cuántos y cuántos, que con el corazón desean estar escuchando; también, también, en la fuerza del amor estarán vibrando.

Mientras tanto, a aquellos que ya, cuando nuevamente se empezaron a reunir, ¡que mira!, que se les ha dicho de los que hemos estado hablando aquí, ¡que no es fácil que nos lleguen a escuchar! ¡Que sólo de tiempo en tiempo! ¡El que ustedes conocen! y cuando se dan los alineamientos en el infinito; porque todo, ¡todo se está moviendo! No tienes idea hermano, ¡aún cuando tú piensas que nada está sucediendo!

Sólo te digo, que en la misericordia de “Aquél que todo lo creó”, si tú -como hoy- ¡no deseas seguir adelante!, ¡no deseas vivir en la verdad! y ¡no quieres hacerte llamar estudiante de la enseñanza del “Yo Soy”!, ¡no importa!, pues precisamente en el amor que El te tiene y en esa misericordia, te dice: “No importa. ¡Sigue caminando con la venda en los ojos!, amado hijo, que Yo te seguiré esperando”.

Aunque tú pienses -aún al escucharlo- que todo esto es un gran montaje -amado hermano- ya los acontecimientos, porque ahora ¡tal cual!, por toda la Luz que está empezando a llegar, ¡moverá a éste planeta! -a la Madre Tierra- ¡hasta sus cimientos! y a aquél, ¡aquél que de verdad le está deseando entregar y quiere volver a lo que bien has querido llamar “¡tu hogar!”, porque es, siempre ha sido ¡y ahí volverás!

Y quien desee que ésta sea ya su oportunidad, ¡miren!, la Gran Panacea, qué es lo que nuestros hermanos vivirán. ¡Y sí!, lo único que cuenta se darán -aquellos que cercanos estarán- dirán: “¡Cómo ha cambiado! ¡Increíble! ¿Qué es lo que ha encontrado?” ¡Lo mismo que tú amado hermano!

Llegado el momento lo estarás viviendo. Es por eso que ahora estás escuchando. ¿Que si falta? Pues por eso, por eso aquí estamos ¡y de ello te hablamos! ¿Que si algunos se piensan que han adelantado y otros sienten que aún están tan retrasados? No son ustedes -amados hermanos- los que eso estarán determinando, porque Nuestro Padre -al ver tu corazón- no olvides que para El ¡nada oculto está! y para nosotros ¡y aún aquellos que han venido a caminar entre ustedes!, lo saben; ¡saben qué es lo que sientes! y si es tu momento para -como ustedes dicen- “evolucionar”.

Todo lo que tú vas a avanzar, verás -amado hermano- cuando con nosotros vuelvas a hablar, qué es lo que escucharemos. Que mira que lo que te pedimos es que desees ¡caminar con nosotros de la mano! ¡Seguir adelante! ¡Y esto también compartir a tu hermano!

No olvides que también se te ha dicho: “¡Primero aprende a amarte!, ¡a perdonarte! ¡Amate!, para que puedas entonces eso entregar a tu hermano y ver -siempre- ante éste y aquél el Rostro Divino del Padre”. Entonces, ¡entonces listo estarás para vivir toda la verdad! y cuenta te darás que limitado no estás.

Y te sorprendes y dices: “¿Cómo es que un hermano, alguna hermana, ha logrado cosas que para ustedes normales no son?” Yo te pregunto: ¿Sabes -que al aquí estar caminando- para qué llegaste? ¿Te lo has preguntado? ¿Qué es lo que has hecho? ¿Qué es lo que has logrado? Y luego aquél que sí; que en repetidas ocasiones se lo ha preguntado; yo lo sé hermano, que para ti el resultado sólo ha sido ¡un gran vacío!

¿Sabes por qué? ¡Porque ya tu Ser te está gritando!, tal cual como lo dijo al que llamas “el Gran Maestro”: “El estar aquí, no es, no es para mí. No es éste el Reino que mi Padre me entregó, porque el que he conocido -en su infinito amor- no tiene ¡nada escondido!, ¡porque todo me lo entregó! y todo lo puedo hacer, en Gran Inspiración, ¡sabiendo que viene de Él! y con Gran Humildad compartirlo, a todo aquél que lo necesite”. ¡Como hoy en éste instante!, toda Esencia que cada cuerpo habite. ¡Ahí está viviendo y deseando fluir y escuchar! y volver, ¡volver al hogar!

¡Éste es un gran tiempo!, para todo aquél que ya con claridad no sólo esté escuchando, sino que lo esté viendo. Y aquí estamos amados hermanos; aquí estamos, con ustedes hablando. ¡Pero permítete sentirlo!, ¡vivirlo!, ¡escucharlo!, que así es como el Padre tan amado a aquél de sus hijos que ya se ha elegido, siempre -para volver a Él- ¡ha de guiarlo!

¿Te das cuenta cómo solo nunca has estado? ¡N¡ lo estarás! ¡Porque aquí estamos! ¡Y muchas señales! que -en el nombre de Él- te hablamos, ¡te damos! ¡Claro que sí! Respuestas a preguntas ¡y quedan manifiestas!

Que luego tú dirás: “¿Y cómo?, si a través inclusive de la hermana, ella ¿qué sabe de mi vida?” Si tú lo piensas de manera terrenal… nada hermano; ¡pero si tomas en cuenta en el nombre de quién hablando contigo está!, ¡eres un libro abierto! y con esa transparencia que el Padre y para nosotros todos ustedes tienen. Mira, ¡je!, ahí es donde tú dirías: “¡Ya tiene clarividencia!” Y no sólo eso. ¡No sólo eso! ¡Mira, te confieso!, que -lo que estará mostrando- ¡del Padre que todo lo creó está llegando!

¡Y en esa manifestación!, lo único que queremos decirte es que para ti ¡es una gran invitación!, para que también lo vivas; así, así como lo hiciste en aquél tiempo. ¡Queremos que vuelva ya ese gran día! En ti está. ¡En ti está -amado hermano- si deseas con nosotros caminar!

Yo -tu hermano- tal cual como el Padre ¡que todo lo puede!, ¡con los brazos abiertos te estoy esperando! Ya escucharás; ¡ya sabrás quién! -de ésta manera- te ha estado hablando; que el Infinito ¡mucho más para ustedes -de la verdad de Él- está acercando!

¡Y todo sigue en movimiento! ¡Ya lo verás! ¡Así lo sentirás!



Junio 8, 2016

Ketta/Aleshia (2).

Por cuanto más se acerca el día, ¡gran alborozo para algunos!, ¡no tanto para otros! Prefieren estar a la expectativa. ¡No importa lo que sea que los motiva!

Yo sólo quiero decirles: Mi Padre no se equivoca y si El permite que vivas esa oportunidad y admite que reunido, reunida, con nosotros puedas estar, ten presente que sólo un instante se necesita, si con el corazón, al escuchar en ese gran momento -de mi Padre- su manifestación, tú alejarás de aquí todo tormento y empezarás a vivir la gloriosa vuelta al hogar.

Sabemos ¡todo lo que puede suceder!, lo que conlleva cuando cada uno de mis hermanos -al escuchar- y tiene duda y dice: “Sí deseo volver; pero escuchando todo esto, ¡sólo palabras! y ¿qué es lo que queda de manifiesto?”

He de recordarte hermano, que -de mi Padre- ya tengo la instrucción; que el momento llegará en que te tendré ¡tan cercano! y de forma coloquial -de Él- al hablarte, recibiré la inspiración. ¡Todas las preguntas tendrán respuesta!, pero sólo será con aquél, con aquélla, que estén así; de corazón.

¿Que como lo sabré? Mi Padre ¡que todo lo ve! -a tu hermana- que se deja llevar ¡y desea seguir así tan entregada!, el momento, el momento lo da. Aquél, aquella que ya lo ha vivido, sabe que no he mentido.

Entonces hermano; entonces hermana: ¡Sólo siente! ¡Habla con mi Padre! ¡Sé valiente! ¡Abre tu corazón! El quiere escucharte; ¡que lo hagas con esa devoción!, ¡entregado!, ¡entregada!

Vive tu momento de contrición ¡con El!, ¡sólo con El!, que lo demás, lo demás ya escrito está y sólo se cumplirá Su voluntad.

Ten por seguro, porque tu hermana aquí está sólo para cumplir todo lo que sea su instrucción y lo haré con infinito amor, con cada uno de ustedes.

Sólo tenemos que seguir así: ¡entregados!,  paso a paso, día con día y utilizando esas grandes herramientas que nuestros amados Maestros nos han hablado, para que sigamos y estemos continuamente transmutando lo que ésta ilusión, ¡porque sigue intentando detener tu camino! ¡Ya no lo permitas hermano! Con infinito amor ¡decreta! ¡Pide que sean tus guías!

Nuestro Padre siempre tiene -para cada uno de ustedes- un arma secreta y no permite, ¡ni permitirá!, que a ninguno de ustedes, aquellos que se han empezado a preparar, ¡que a Él desean volver!, ten por seguro, porque lo ha dicho; ¡no te soltará! y todo lo que le indique a tu hermana para acompañarte, para en algunos momentos mostrarte ¡y en otros observarte!, ¡cómo sigues caminando!, ¡cómo sigues en el infinito amor de Nuestro Padre todo -de Él- abrazando!, hasta que llegue ese gran momento, en el que frente a Él estaremos.

Verás que así será, porque así lo haremos. De tiempo en tiempo así ha sucedido.

Ahora, decídelo hermano, es tu momento y por mi Padre ¡tan amado!, por nosotros ¡tan querido!



Junio 8, 2016

Leutón.

Hay una Gran Revuelta. Todo aquél que confronta, no sólo lo que dice que está cerca; lo que hay dentro de sí; que en gran manifestación quiere traducir.

Que no haya confusión, porque en la intersección, de acuerdo a la Gran Vibración que ha estado llegando y se está acercando el día en que ¡tan fuerte como un rayo! -para ustedes- habrá de mover.

Algunos dirán que es ¡todo su Ser! Pero mira hermano; tal cual como lo dije; que al unirse el protón con el electrón, en ustedes el cambio se estaría mostrando.

Entonces, en la manifestación de lo que -de acuerdo a la Rejilla Cristalina- al recibir y enviar hasta ustedes con toda la fuerza, ¡sí, será en estos días! Es importante que lo sepan, porque ya lo dijo “¡El que todo lo puede!”, que tanto les movería.

¡Y aquí está su hermano Leutón!, hablando de ello, tal cual como los Maestros.

Todo lo que El creó empezará a hacer la manifestación en unión. Ya lo dijo la hermana; ¡al activarse esa membrana!

Y ustedes estarán escuchando. Y ustedes estarán atestiguando cómo es posible -tal como al que llamaron “El Gran Maestro”- ¡sí!, que puedes caminar en unión con todo Elemental, porque debido a la Gran Atracción, ya que tú -cada uno de ustedes- en su cuerpo vive y tiene, ¡está hecho de energía pura! y al elevar la vibración, así como algunos han dicho: “He logrado; he mostrado levitación”. Yo te digo: ¡Tan sencillo es!, cuando se une a ti la manifestación de lo que es, en esa unión.

Y te lo dice tu hermano Leutón, porque al llegar y empezar aquí a moverse lo que ustedes llaman “El Rayo Solar”, que sólo estará enviando para que Códigos Sagrados se estén activando; momentos tal cual, como el Gran Día Galáctico que se está viviendo.

En ciertos hermanos se estará mostrando y nosotros ahí estaremos. ¡Esa es la instrucción de “Aquél que todo lo creó”!

En ese movimiento, será un giro fuerte en rotación. Entonces -aquél que se preparó- lo recibirá, lo vivirá.

¡Específico el lugar! Ahí también el hermano con ustedes va a esperar.

Yo soy Leutón.

Se mostrará ¡otra dimensión!



Junio 8, 2016

Sananda.

Porque no sólo cuando tu hermano, tu hermano que hoy también con el corazón te está hablando; yo te diré que muchos de los misterios ¡de los que tanto has estado de ello hablando!, para aquél que el “Dios Vivo” en su corazón permite y desea estar escuchando, eso es lo que mi Padre tan amado ¡a cada uno de ustedes! ha entregado.

¡Te lo dije, amado hermano!, que eso y más ¡tú harías! y que el tiempo llegaría. He aquí que todo empezó y en el “Yo Soy”, ¡Sananda! -tu hermano- contigo también estoy.

Tú vivirás lo que tu hermano -al hablar con mi Padre- a ti te quiso mostrar. Que sea tu deseo, porque de mi Padre también -al ser el camino- estaré contigo. Mucho de ello he de hablarte y el Sendero Divino ¡voy a mostrarte!, amado hermano.

Que la Luz de mi Padre te envuelva.

El infinito amor eternamente en ti te acompañe.



Junio 8, 2016

Saint Germain.

¡Y así es, amados! ¡Amadísimos hermanos! Para concluir éste gran momento ¡con ustedes estamos!

Todos los que aquí ¡y miren!, ¡hoy!, en éste instante los represento, ¡en gran círculo amoroso con ustedes! y yo -en el nombre del “Yo Soy”- con profundo gozo, para decirles amados: ¡Ya todo está preparado!, para ustedes y con ustedes.

¡Qué importa! si de corazón, te repito: ¿Quieres acompañarnos? ¡Ahí estarás! ¡Algo te voy a mostrar! Lo has estado pidiendo y -con infinito amor- cada uno de ustedes, ¡aquellos que están reconociendo! que verdaderamente es un Llamado ¡del Creador!, ¡de todo! la Fuente.

¡Amados! ¡Amados! ¡De verdad!, el lugar ¡tanto va a inspirar! Ya se los dije: ¡muy especial! ¡También ahí me he mostrado! ¿Y por qué no?, con aquél, con aquélla, ¡que de corazón! quiera estarnos acompañando. ¡De verdad hermanos! ¡De verdad!


¿Por qué insistimos? Ya lo vivirán. La hermana -con infinito amor- de Nuestro Padre ya tiene la instrucción y los guiará. No pregunten. Sólo así, ¡entregados! sigan; caminen.

Que miren, ya se los dije: en el preciso instante en que ustedes -ese día- vayan a nuestro encuentro, ¡todo empezará! ¡Claro que sí! Y será para aquél, aquélla, que -de verdad- entregado quiera estar.

Algunos se han preguntado: “¿Por qué tantos días?” Ya lo verán; ¡porque también se estarán confrontando con aquello que aún no quieren soltar! Amados hermanos; ¡habrán de disculpar!, pero como Nuestro Padre lo ha pedido; como nos ha insistido; que a sus hijos, aquellos que quieren acudir al Llamado, pues tienen que estar purificados. ¡Y eso es lo que con ustedes se hará! Aquél que vaya dispuesto, ¡muchas cosas!, amados hermanos, su hermano ¡Saint Germain! les compartirá.

Con algunos de ustedes he hablado y les preguntaré ¡de aquello que se les pidió!: ¿Qué hizo? ¿Acaso lo cumplió? Nosotros lo sabemos, amados hermanos.

Y aquellos que están escuchando; ¡siéntanlo así!, ¡vívanlo así! ¡Soy su hermano! y si desean seguir escuchando en la enseñanza del “Yo Soy”, muchas cosas para ustedes -amadas hermanas, amados hermanos- les estaré compartiendo.

Amados ¡estudiantes!, aquellos que ya están sintiendo su corazón ¡tan vibrante! y con infinita emoción. Así nosotros también, porque el Gran Principio de la Revolución que se habrá de vivir, ¡primero será en ti!, en cada uno de ustedes, amados hermanos.

Y déjense llevar, porque del infinito amor de Nuestro Padre ¡todo será!, para que ¡de una vez por todas! puedan liberar y -si se desean entregar- aquél, aquélla ¡que tanto ha buscado!, les daremos respuesta de todo lo que han preguntado. ¡La tendrán! Duda no tengan hermanos. ¡Toda pregunta tendrá su respuesta!

Sólo les digo; tal vez -a algunos- ¡no les vaya a gustar!, pero no olviden que será en el infinito amor de Nuestro Padre, para que ¡de una vez por todas!, su corazón, su interior, lo puedan limpiar; ¡todo su altar! Eso es lo que sucederá. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

Entonces, sólo les digo que tal cual como se han estado preparando, lo que ha sucedido, ¡sí!, ¡estoy con ustedes!, acompañando. ¡Y no sólo yo!; también mi hermano. No olviden ¡que somos sus anfitriones! y eso ha sido ¡por eones!, amados hermanos y deseamos que ya vivan y empiecen a caminar por el Sendero de la Maestría, que algunos quieren lograr. ¿Por qué no? si Nuestro Padre ¡a todos nos entregó la perfección!

Y quiero compartirles cómo -su hermano- ¡Saint Germain! lo logró. ¿Desean escucharlo? ¡He de compartirlo! en infinito amor, ¡para que ustedes también puedan lograrlo! Eso es parte ¡muy importante! del Proyecto Shirón.

¡Sí, amados hermanos! ¡Ya no se resistan! ¡Ya fue suficiente! ¡Ya experimentaron! Ya -lo que llaman ustedes- “¡vivieron!” Ahora, ¡ahora permítanos compartirles!, mostrarles lo que es ¡la verdadera vida! ¡La eterna! Y ya lo dije una vez: “La copa para ustedes ¡siempre estará rebosando!”

Saint Germain les compartirá ¡cómo lo estuvo logrando!, ¡en la Alquimia! que Nuestro Padre -en infinito amor- me permitió. De los que aquí se encuentran, ¡todos!, ¡todos, amados hermanos! reciban una gran y amorosa invitación: ¡Háganlo! ¡Siéntanlo! ¡Abracen la enseñanza del “Yo Soy”! Amados estudiantes, no habrán de arrepentirse.

¡Saint Germain habrá de mostrarse! Está tan cercano el momento de que ya no de ésta manera; porque la hermana, la hermana instrucción ya tiene, ¡tal como lo dijo el Padre que todo lo puede!: “Habrán de ver y de vivir lo que no es una quimera”. ¡Prepárense! ¡Siéntanlo así! ¡Aunque no lo creas!, en el verdadero vivir vamos a mostrarte ¡en el nombre del Padre! lo que ¡es!, ha sido ¡y será!, ¡por toda la eternidad!

Y en estos días reciban ¡toda la fuerza de la energía!, que vendrá del Padre tan amado.

Yo les entregaré, en compañía de mi hermano -amados- algo muy importante. Lo estarán necesitando por todo lo que se moverá. Ustedes deciden si lo quieren recibir. ¿Quién lo aceptará?

Ahora te entrego ¡la Llama Violeta!, en infinito amor, para que transmute ¡todo!, todo, amado hermano; no sólo en tu cuerpo, sino en todo tu Ser.

¡En gran preparación!

Que yo soy ¡Saint Germain!



Junio 8, 2016

Ketta/Aleshia (3).

Dice mi Padre que hoy es un día muy especial, porque a quienes ha traído a éste lugar y lo que va a lograr. ¿Quiénes se convertirán? ¿Quiénes empezarán a sentir?, en el infinito amor, lo que de El desean ya volver a vivir.

Me ha pedido que esto lo exprese así, tan directo, contigo -amado hermano- ¡pero sin verte a los ojos!, que sólo estés escuchando, porque todo lo que tú habías pensado, lo que está dentro de ti y todos esos abrojos, ya desde éste instante, desde que empezaste a escuchar a esos Grandes Emisarios, a mis Maestros, ¡a nuestros Maestros!, que te han querido hablar.

Sí tú supieras realmente ¡lo grandes!, ¡lo cercanos que están a Nuestro Padre! y que con sólo hacer sentir aquí su presencia, lo que te entrega, la Gran Energía ¡y lo hacen con tal vehemencia! Ya invadió todo tu cuerpo. Ya se ancló y en tu corazón está reviviendo, para que luego -después de todo esto- esté resurgiendo.

El poder de Nuestro Padre ¡es tan infinito!, ¡es tan grande!, que cuando tú -como su instrumento bendito- por El te empiezas a dejar llevar, ¡mucho!, mucho -amado hermano, amada hermana- vas a mostrar. Ese es su deseo, porque caminaremos en unidad.

Y cuando eso empiece a suceder, entonces, entonces tú verás que tu hermana te acompañará, ¡pero ya no de la forma humana! Así será y de mi Padre es Su voluntad.

Que ese día, en el cual empezará a llegar toda la energía, le regales un momento. Que inclusive en tu inquietud, en tu angustia, Nuestro Padre dice: “Yo tu corazón apaciento” y entonces lo habrá de escuchar, en todo lo que tú desees -en ese instante- a Él preguntar.

Pero, yo te diría -amado hermano- que sólo lo ocupes para agradecer y para querer entregarte a Él, a Nuestro Padre; porque luego -después de ese momento- ¡hay muchas cosas que empezarás a ver!, a sentir y a vivir.

Y dice mi Padre que lo que desees saber -si no te basta con la señal que te dé- te acerques a tu hermana, porque también a través de ella -dice mi Padre- te responderé; porque claro te habrá de quedar, que en el “Yo Soy” -para aquél que desea seguir el camino hacia el hogar- siempre se te guiará.

Génesis lo dijo, en el principio de la creación, que nunca quedaría en entredicho lo que Nuestro Padre -a cada uno de sus hijos- le ofrecería con amor. Que de lo que tú has escuchado, de lo que has visto, ¡es poco realmente! Hay tantas cosas que no se te han mostrado.

Pero he de decirte hermano, ¡que sí!, ¡siempre ha sucedido! A todo aquél que ya lo ha decidido, mi Padre le envía quién camine contigo; quién te hable de Él; quién -como hoy- directamente, sin necesidad de que busques externamente lo que está en tu interior.

Y de ahí precisamente -al hacer ¡eco! con ésta voz- se mueve todo lo que tú llamas “la fibra más íntima”. Algunos dicen que son los Chakras. Como tú les quieras llamar; pero los puntos importantes, los vórtices de energía ¡que en cada uno de ustedes está! -ya lo dijo mi Padre- que se moverían, cuando a sus Emisarios los escucharas hablar.

Abandónate a ello. Siéntelo. Vívelo, que todo lo bello viene de Él. ¡No está hecho aquí!, pero lo verás venir, lo sentirás, ¡lo vivirás!, plena y total. Que sea ya tu gran momento, amado hermano. Pero eso, tú lo decidirás.

Gracias por escuchar todo esto y no olvides que ¡una Gran Energía en estos días -a cada uno de ustedes- envolverá! Claro que los sacudirá. Tendrán ustedes recuerdos ¡de tantas cosas que han hecho! Es para que hagan una Gran Reflexión ¡y quieran equilibrar! y en una reacción amorosa, a Nuestro Padre ¡le ofrezcan y le pidan todo ello liberar! Y así sucederá.

¡Háganlo hermanos! ¡Háganlo!, porque todo eso -de Nuestro Padre- son ¡Sus regalos!, para todos ustedes, para todos nosotros; para que ya dejemos de ser y pensar y comportarnos como humanos, porque somos mucho más: Somos sus hijos ¡tan amados! y El desea que ya abran sus alas, para volver al hogar.

Gracias hermanos. Gracias por estar aquí.



Junio 8, 2016

Padre.

¡Hoy aquí!, es mi deseo hablar ¡con todos mis hijos que reunidos aquí están!

Miren como -con infinito amor- ¡hoy los quise mezclar!: Aquél que entregado está y aquél que dice: “¡No creo en El! ¡De qué manera me va a hablar!”

Pero yo te digo -hijo tan querido- ¡aquí estás! y ¡Yo te abrazo con todo mi amor! y te repito: ¡Qué importa que quieras seguir viviendo en el atraso! ¡Siente que siempre contigo estoy!, en el aquí, en el ahora, en el tiempo ¡que para ustedes voy a unir!, para que -por un instante- me sientas ¡tanto así!

Y mira; ¡he de mostrar que “Yo Soy”, porque “Yo Soy” el que aquí contigo está!

Siempre te he hablado; de tiempo en tiempo ¡así también me he mostrado! ¡Y te diré por qué!: Porque tú siempre has pensado que no mereces a “Aquél que te ha creado” ¡verlo frente a frente!

Pero aquél, aquél que -hoy por hoy- se está preparando, quiero decirte -amado hijo- que por ti ¡y para ti! estoy esperando.

¡He de mostrarte que -en ésta ilusión- todo de mí puedo entregarte! ¡Siéntelo así!, porque lo habrás de vivir.

Que “¡Yo Soy el que Yo Soy!” y hablando contigo -amado hijo- estoy.

Dejo en ti éste sentir; ¡para ti!, que piensas y crees que no soy Yo, en el “Yo Soy”.

¡Mira lo que te muestro -amado hijo- en éste instante! y te doy ¡todo mi amor!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario