25 de Marzo de 2015
Ángel Ráh.
Por eso te digo; es
el momento y vas a vivirlo.
Todo
lo que ya se ha aniquilado con toda esta vibración que hasta ustedes ha llegado,
aunado a la gran conjunción y que los paralelos -al estar unidos- eso es lo que
en ustedes hará la gran reacción.
Y sí, ¡vivirán!, caminarán en el equilibrio -que no de la
razón, sino en el sentir- escuchando
la voz del corazón; amalgamando.
Porque todo aquél que dentro de sí se
esté centrando, que mira, te voy a decir; algunos en la meditación lo estarán
encontrando. Otros -la gran purificación- por la preparación que van llevando.
¿Sabes que es lo importante? En tu corazón, en gran pureza, ahora nuevamente esté
vibrante.
Que mira, que aquellos
que ustedes llaman “Maestros” en gran intersección -por ustedes- hablando. También
de aquél que ha estado llevando la enseñanza del “Yo Soy”, algunos han estado
dudando, porque de toda la información que han estado buscando, yo te digo -amado
hermano- sólo te pido ¡estar atento!, porque de todo lo que está llegando -en
cada uno de ustedes- la reacción que estará mostrando, es sólo lo que hay en su
corazón y nada más que eso.
Lo que con claridad
para tus hermanos, en ti estarán viendo. Por
eso se les pidió, soltaran y se liberaran de todo aquello que los limitara. Ahora
¡el momento es! Habremos de seguir adelante. Y de todo lo que vivas, lo que sientas y muestres ¡sólo tú -amado
hermano- serás el causante!, porque la luz que Él ha estado enviando y lo
que yo te traigo, para hablarte del Legado, lo estará escuchando ¡solamente aquél que en amor se estuvo preparando!
¡Recuerda que por
eso te dije!, que el lenguaje universal, eso es lo que irían ustedes a
escuchar, pero tan simple, en el código divino. Aquél que ha escuchado y que se
ha preparado, lo que ha despertado dentro de sí, así como la hermana te dijo, es
lo que te va a permitir entender y saber, en el gran llamado ¡que a todos
ustedes se les va a hacer!
Seguirás caminando. ¡Ya
no queremos ir paso a paso! Por eso, si algunos de ustedes lo ha recordado, ¡se les ha ofrecido la aceleración! Eso
-amado hermano- va a de acuerdo a tu preparación. Y tú te habrás de preguntar; ¿cómo,
cuándo y en qué momento y dónde será? Ya
se te ha dicho: ¡basta de tanto preguntar! ¡Déjate llevar! Que cuando tú,
sea tu decisión y deseo, quererte abandonar, sabiendo que en el “Yo Soy”, cada
uno de ustedes lo ha dicho: “lo que quiero es… hasta mi Padre tan amado llegar”.
¿Y para qué estamos nosotros aquí?
Mira, yo te voy a
decir; no solo de ello te quiero hablar. Es mi deseo, porque de Él es su
voluntad. ¡Ya ha llegado el momento y se los voy a mostrar! Porque algunos de ustedes
han pensado: “¡ya basta de tanto parlamento!, quiero ver acción”. Y yo te digo
amado hermano: ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué en ti no se ha visto? Todo eso que tú
has pedido, recuerda también que se te ha dicho: “es lo que tú estarás
mostrando”, porque “Aquél que te creó”,
así como te ha estado guiando -y ahora cada vez más insistentemente te estará
hablando- y te lo digo hermano, porque ya lo ha hecho y seguirá sucediendo.
Aquél que cada vez
esté más cercano y que el juramento que había hecho esté recordando, cada vez
que su intento de alejarse -yo te lo digo- será vano, porque dentro de ti -en
tu corazón- lo que está grabado y lo que has estado recordando -por voluntad de
Él- por eso nosotros aquí estamos. Te
estaremos guiando.
Pero
vuelvo a repetirte; ¡ya no queremos que sea paso a paso! Y ustedes verán quién,
en aceleración ya estará. Lo digo con ¡gran alegría!, porque insisto; ¡ya llegó
ese día! ¡El que tanto estabas esperando! Aquél por el que “El que todo lo
puede” ya se está regocijando. No olvides que ya todo está escrito.
Por eso, nuevamente
te digo; quien ya está viviendo en la Conciencia Crística, que algunos dicen es
la “Mística”, que todo está moviendo y está resurgiendo y que toda la oscuridad está destruyendo. Sí amado
hermano, lo que está vibrante. Tú lo verás, como saldrá avante, ¡abriéndose
paso!, porque de todo lo que te había
esclavizando ya vivieron el ocaso.
¡La
gran luz!, que está convergiendo, que los ha rodeado, en gran circulo amoroso. Por
eso todos ustedes ahora están vibrando. ¿Quiénes ya lo harán con tal gozo?, porque
entonces tu hermano; que yo soy ¡Ángel
Ráh!, de lo que llaman “Ciencias ocultas” les hablará. Pero que es ¡sólo la
verdad!, tan clara y directa, como ahora “El que todo lo puede” ¡con ustedes lo
está haciendo ya! ¡Pero en infinito amor!, para que sientas su gran protección,
porque nunca, ¡nunca, amado hermano! te ha dejado y ahora es el momento
adecuado, en el que tú sentirás -aquí, en tu plano terrenal- que es verdad; que
contigo está. ¡Vívelo así!, vibrantemente. Y si Él lo está haciendo, ¿por qué
nosotros no?, ¡si venimos en su nombre! Te mostraremos que es así.
¡Y quítate ya ese
pensamiento! Que Él, que es ¡el Todo!, que te ha creado; ¿cómo es posible que
te esté hablando? Amado hermano; ¡siempre ha sido! Y ahora, lo que ha resurgido,
para la guía que siempre te ha ofrecido, la has de vivir. Es por eso que se te
ha dicho: “Y sentirás y vivirás y caminarás
el paraíso. Lo estarás mostrando. Lo estarás viviendo aquí”.
En ustedes. ¡En
ustedes hermanos!, de inicio se estará mostrando. Y aquellos que han empezado, que
ya lo están logrando. ¡Bienvenidos hermanos!
¡Ángel Ráh!, con los brazos abiertos ¡y tan dispuesto!, de la Conciencia
Cósmica les hablará.
Y dejo en ti mi
energía sutil, que en el gran cambio que has empezado a sentir, lleva también -en
esa clave divina- el inicio de lo que conmigo -no lo que se aproxima- sino lo
que ya está; te he de compartir.
Yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre
terrenal!
No olvides, que la
ecuación fue hecha ya. Ahora en tu corazón -al sentirla- a nosotros dará la
señal, amado hermano.
25 de Marzo de 2015
Saint Germain.
¡Ahora amados!,
quiero decirles que después de todo esto, lo
que he de compartirles, será para que cada vez más, cada uno de ustedes se
acerque a lo que llaman “lo perfecto”. En lo que llaman ustedes “la alteración”,
que el ambiente total sufrió.
No olviden, que se
les advirtió que el cambio lo vivirían, lo sentirían. ¡Ya Nuestro Padre lo dijo! ¿Por qué tienen ustedes esa tendencia a
olvidar lo que aquí se les dice?, ¿lo que vienen a escuchar? Y qué decir
que algunos de ustedes, todavía esa tendencia a cambiar.
Pero amados
hermanos, aquellos que con el corazón han escuchado, mucho han logrado. ¡Sí! ¡Es
verdad y tú has dicho! “Pero también Maestro, Padre mío, me he equivocado”. Yo
te digo, que si tú -en el corazón- al haberlo reflexionado y pensar y querer
corregir y todo primero en tu interior cambiar, para que luego en torno, el
exterior se muestre como eres ya.
¡Miren lo que está
sucediendo! (ligera tos en Ketta). Se les había dicho que en el cambio… ¿Recuerdan
ustedes? “¡Y dirán que un gran virus será!” ¡Y mira!, todavía al sentirlo… ¿Y
por qué? ¿Por qué todavía te permites
vivirlo? ¡Por las emociones!, que vibran en sus corazones. Por todos esos
sentimientos y también -en algunos- arrepentimiento. ¡Tú sabes por qué lo
digo!
Pero amado hermano, que en tu corazón ya sólo viva, sientas y
muestras todo el amor. Amor, ¡amor!, siempre amor. ¡Eso lo escucharán incesantemente!,
hasta que quede tan grabado, que no en tu mente, ¡sino en tu corazón! y que sea
lo que a ti te haga vibrar incesantemente: la llama del amor, ¡que es la de la
purificación! El fuego sagrado ¡que destruye pero que no quema! ¡Que se lleva
toda la inarmonía! Todo aquello -amado
hermano- que no te permitía, primero no sólo no escuchar, porque lo que va
a suceder, ¡hemos de llevarlo!
¡Sí!, han de
recordar lo que su hermano que les habla también, no es que haya querido prometer;
es algo que ya está escrito y que tú -amado hermano- lo vas a vivir antes de a
Nuestro Padre volver. Lo que incesantemente te pedimos, lo que tú ¡a fuerza de
tanto escucharlo!, algunos lo han dicho, ¡sí! amado hermano, ¡lo hicimos! -lo
que haya sido- con el corazón.
Y mira lo que en ti
hasta hoy se ha mostrado, pero que no ha sido con la verdadera intención y la
humildad que te pide Nuestro Padre tan amado, con infinito y gran amor. No
olvides: Ahora. Ahora es cuando todo se
va a mostrar. ¿Quién eligió vivir en la verdad? ¿Y quién sigue recorriendo el
camino de la falsedad?
No olvides esto que te
digo, porque si también ¡te he pedido y
te he dicho que te necesito conmigo! Irá
y caminará aquél, aquél que de verdad, de todo lo que ha vivido y sabía que no
era de Nuestro Padre, en amor y transparencia, aquél que de corazón no haya hecho la transmutación; amado hermano, yo
te digo que solamente eres tú mismo el que se engañó, porque a nosotros no, ¡ni
a Nuestro Padre tan amado!
¡Y sí! ¡A todos y
cada uno de ustedes se les ha hecho el llamado! Y con los brazos abiertos los
hemos esperado. Ahora, ¡ahora amados hermanos!, se verá, quienes realmente
acudieron al llamado. ¡Y lo digo con infinito amor! ¡Porque es el gran momento
de la recolección! Y todo el armamento que Nuestro Padre ha entregado, bendito
hermano, aquí, ahora, te va a mostrar cómo lo has estado utilizando ¡y también!
cómo lo vas a utilizar.
Y entonces, tu hermano
que te habla lo habrás de acompañar. ¡Que ya no solamente me vas a escuchar! Me habré de mostrar, ¡porque tú te lo estás
permitiendo! ¡Con gran alegría esto te lo estoy diciendo! ¡Ha llegado el
gran momento!
Y te digo ¡gracias! ¡Gracias!,
porque fue tu decisión acompañar, que no sólo a tu hermano, en ésta gran misión;
el Gran Proyecto que ya está caminado. Y
lo que sigue, lo que viene, lo que habrás de vivir en ésta nueva Era Dorada, será
-amado hermano- aún más de lo que tú habías escuchado.
Todo eso que se te
había dicho, que tu hermano ha compartido en aquél tiempo, con aquellos que tú
te habías preguntado: “¿Por qué solamente ellos? ¿Por qué tan pocos? ¿Por qué? ¿Por
qué no conmigo?” ¡El gran reto que tú te pusiste! Y el amor con el que -al
aceptarlo- ¡mira! ¡Pronto verás y
mostrarás!, cuándo lo venciste, amado hermano.
Esto que te digo, no
solamente palabras son. ¡Y te digo desde lo más profundo de mi corazón!, cuando
tú escuches y veas y sientas, que en esta guía que Nuestro Padre, nosotros queremos
contigo seguir adelante ¡de verdad!, sea tu pensamiento, que es para que tú aceleres tu liberación y con
nosotros ya puedas caminar. Con mi amado hermano que aquí está, que también te
dice: “Llegó el momento, te quiero guiar. Ahora así, directamente”.
Y entonces tú verás.
Nunca, nunca te sientas y pienses que se te ha abandonado a tu suerte. ¿Suerte?
¡Si eres un Ser maravilloso! Perteneces
a la “Gran Estirpe”, que Él -Nuestro Padre- al crearlo, al todo darle,
quiso decirte: “Pero amado hijo, a donde
Yo te pida que estés, ¡habrás de ayudarme!, para que toda la expansión que se
haga, con tu ayuda, se pueda lograr también la evolución”. Ahora aquí, de
la humanidad, luego -mucho de ello- tu hermano que te habla te quiere decir. ¿Lo
habrás de aceptar?
Amado hermano, no
olvides que ahora -mi Padre tan amado- me ha permitido y yo a ti te pido, me acompañes para lograrlo; la gran transmutación, ¡la
liberación en el amor!, en el perdón que ustedes habrán de vivir y lograr.
¡La
llama de la libertad nuevamente volverá a brillar, desde la eternidad! Y aquí amado hermano,
en tu plano terrenal. Te lo digo yo; tu hermano ¡Saint Germain! Y esa promesa
se cumplirá.
Te entrego la llama
violeta. ¡Siéntela! ¡Vívela! Que no sólo en ti, sino en todos tus hermanos, en
éste Nuevo Vivir, que yo te seguiré
entregando en tus amaneceres, atardeceres gloriosos, llenos de luz; la gran
coloración ¡y la amatista en toda su expresión!
¡Para ti -amado
hermano- para ti! Para todos mis hermanos,
aún para aquellos que esto no lo quieren oír, porque los amo. ¡Los amo
inmensamente! y en la Alquimia Sagrada, que de mí para ti será entregada, en el
nombre del “Yo Soy”, la sentirán ¡en todo su esplendor! Amados. ¡Amadísimos
hermanos!
25 de Marzo de 2015
Aleshia.
Y Nuestro Padre ha
dado entrada. Luego, expresarles por qué la hermana humanidad había sido
llamada.
Ahora -nuevamente-
el oráculo divino hablará. Tan sagrado como siempre ha sido, porque la voluntad
de mi Padre cumplirá. ¿Y cómo será? Tú lo verás, lo escucharás. Que si de tiempo
en tiempo ha guiado y ha expresado, lo que cada uno de sus hermanos habría de
esperar, los que a Él se han entregado, cómo -en gran inspiración- los guiará. Así nuevamente será; paso a paso, para que en tu camino -amado hermano-
ya no vuelvas a errar, acelerando lo que tú llamas “tu destino”. Mas, debo
decirte que ¡todo de ti escrito está!
Eso, se te mostrará
claramente, porque ya tampoco de ello duda te quedará. Y si aun así, insistes o pretendes -en tu camino- algo cambiar, entonces
-amado hermano- lo dice mi Padre; lo que tú llamas “destino” es que has decidido
-para volver a Él- un tiempo más esperar. Mas no has de olvidar que es ¡tanto
su amor!, el que por ti tiene, ha tenido y tendrá, que tu decisión ¡nuevamente!
va a respetar.
Por eso te pido, en
todo esto reflexionar. Que mira, lo que hasta hoy he sentido. ¡Aún esto!, lo
que me estás escuchando hablar, es solamente que… cuando lo he decidido, tan
directo, lo único que sé, es que se ha de expresar, para que tú, amado hermano -porque
es necesario- lo tengas que escuchar.
¡Y así seguirá
siendo!, pero con gran amor, el que por ti siento. Y que cada vez ¡más y más
está creciendo!, porque lo que he vivido, acompañándote en este gran viaje, en
éste que tú llamas “experimento”.
¡Mira! ¡Tantas cosas
comprendo! Pero hay muchas más -para serte sincera- que realmente no entiendo. Porque
cuando -de la Gran Luz de Nuestro Padre- cada uno estamos recibiendo ¡y en ésta
gran apertura! ¡Aún en medio de ella!, cuando más estás vibrando y su voz estás
escuchando; aún en ese gran momento te dice: “Amado hijo, ¡ya es el tiempo!”. ¡Y si aun así, Él ve y escucha en ti la duda!, te dice: “Aunque todo
eso de ti lo siento. No olvides, ¡no olvides! que aquí estoy y ¡cuánto te
quiero! Entonces, que permaneceré hasta que tú tomes la decisión. ¡Siempre!,
desde la eternidad, por ti espero”.
Esto te lo digo -amado
hermano- porque… de la decisión que tú has tomado -con el corazón- quiero que
sientas, que también -porque aquí estoy- ¡te amo! Y si Él -Nuestro Padre- con infinito amor lo está respetando, ¿quién
soy yo para no hacerlo? ¿Quién soy yo? ¿Y qué sería, si por ello te juzgaría?
¡Tanto que me hace
falta!, porque al proseguir en ésta caminata -lo que tú- que has sido ¡mi
maestro! Me has mostrado… ¡y todo lo que viene!
Sólo te digo, que es
mi deseo que hasta Nuestro Padre, hoy aquí -unidos- hasta Él lleguemos.
Amado hermano. ¡Bendito
seas!
De
todos los dones que ha entregado, los que ya se han estado mostrando y los que
en gran apertura -porque es el momento- están despertando. ¡Padre, te pido!,
que al elevarlos sea ¡por ti, para ti y en ti!, mostrando tu grandeza, pero por
la unidad y en la pureza, así, como mis hermanos han empezado a vibrar.
Que así sea. Como en
aquél tiempo, ¡nuevamente aquí será! Mas
nuevamente te pido, que lo que ha de antaño haya sucedido, que ahora aquí, que
ninguno de mis hermanos quiera permitirlo: perderse en el ego, en la duda o en
el miedo.
Que
cuando sientan la vibración, que con su fuerza hace en ellos la reacción, ¡seas
tú, Padre mío!, que en su corazón, en su cuerpo, les hagas sentir con certeza,
que viene de ti y que la clareza haga su función, para que -en ese
instante- emane y haga expansión, el infinito amor que viene de ti. ¡Que viene
del “Yo Soy”!
Entonces, ésta hija
que te habla, sabrá… que de ti, lo que he venido a cumplir, ¡hecho está! Se
pudo lograr.
¡Padre
mío! ¡Eso es lo que te pido!, porque a partir de hoy, ¡ya todo empezó!
¡Tan amado! ¡Eternamente!
Tú, aquí nuevamente, serás mostrado.
¡Bendito seas! ¡Bendito seas!
Y que en estos días
de gran movimiento, tus hermanos que aquí -entre ustedes- ya están caminando,
en algunos harán, porque esa instrucción la tendrá, manifestaciones de su
presencia.
Pero, que les ha de
quedar muy claro, que aquél, que en el sendero y en la enseñanza del “Yo Soy” está
caminando, no hay, ni habrá, ni se
presentará abducción, porque eso no viene por voluntad de Nuestro Padre. ¡No
está en la misión que cada uno de ustedes habrán de realizar!
Aquellos que se habrán
de presentar, son y será, para ti -amado hermano- quererte mostrar lo que es caminar entre la dimensión -que no es
paralela- sino que es el momento presente en la acción. ¡Ahí es donde entra lo
que ustedes suelen llamar “el don de la
ubicuidad”!, que tan simple es. Estar y no estar. Mostrarse donde se te ha de
necesitar. Eso, ustedes lo verán. ¡Ya lo han escuchado! Nuevamente será.
Nuestro
Padre lo dijo: “Y la gravedad está cambiando”. Porque aquél que -tan sutil- en
su preparación lo ha logrado: ¡La purificación!, entonces estará mostrando y
verán cómo estará levitando.
Esto que te digo -amado
hermano- no son sólo palabras. ¡No te estoy engañando! Eso es lo que Nuestro
Padre -en infinito amor- me está dictando. Y lo que viene de Él ¡son promesas
que se están cumpliendo!
¡Ah!, de aquel
hermano que lo estará mostrando. ¡Bendito sea! Porque entonces de Él, todo ya
lo estará logrando. Y más, ¡mucho más!, que vivirá.
¡La
Fuente divina! -en toda su fuerza- ya se estará mostrando.
25 de Marzo de 2015
Padre.
¡Y digo a ustedes,
amados hijos!
que ¡nunca como hoy!
Yo los bendigo.
Porque en el “Yo Soy”,
¡porque “Yo Soy”!
aquél que aún estuvo
cautivo,
la gran libertad que
en el amor
¡aquél que Yo te
doy!, al estar aceptando.
Que mira, que al
seguir caminando,
¡todo lo que de mí
estés escuchando!, será ¡con infinito amor!
Porque
en el plan que para ti ¡tengo y he tenido Yo! ¡Haz de cumplir!
Porque
en el sentir, ¡es mi deseo! que vuelvas a mí.
Que “Yo Soy el que
Yo Soy”.
Esto es lo que tú a
partir, vivirás ¡paso a paso de mí!