23 de febrero de 2015

Canalización del 18 de Febrero de 2015

18 de Febrero de 2015

Padre.


Y he de decirles, amados hijos míos ¡que no advertirles!, porque todo el amor que por ustedes he sentido y siento, no es sólo hoy.

Mas, los grandes momentos como el que habrán de vivir, porque aquél que a mí se ha de elegir, enternecido, viendo que entiendes lo que tú siempre has sido, al llegar aquí, mostrarán ¡todo de mí! ¿Y por qué lo digo? Porque el tiempo ¡es hoy!

Ustedes ¡tan amados por mí!, habrán de compartir aquí, con quienes, con quién, a ustedes enviaré y envié.

Que miren, que mi deseo es que al ver ¡el gran empeño!, para que sientan y vean, que al entregarles ¡todo!, se sientan así: ¡totalmente dueños!

Mas, esperando que al estarlo viendo, compartiendo -que no sólo observando- que el gran recuerdo de lo que realmente son, aceleren su evolución, porque aquí -en la eternidad- amado hijo, esperando por ti estoy.

Y esto que vivirán, aquél que se ha preparado, lo sentirá en gran esencia, porque la pureza y en la cristalización, quienes con ustedes caminarán, será para mostrar y enseñarles cómo vivir en unión ¡y en gran conexión! con el “Yo Soy”.



18 de Febrero de 2015

Sananda.


Amados hermanos; con ustedes estamos, con gran alegría.

Que miren, que también tu hermano, que en antaño -cuando se te habló que llegaría- tú ahora has ido entendiendo, que todo de lo que te hemos hablado ¡dentro de ti! en esa esencia divina, al crecer y mostrarse Él, porque al hacerse la conexión con el infinito -en esa vibración desde donde yo te hablo- ustedes hablan -amados- de dimensiones. Ahora, he de decirles, que tan grandes sus confusiones, porque todo se irá aclarando.

Tenemos para ustedes -en esta gran alegría- porque al esperar el día con día, logre como hoy -en el Nuevo Amanecer y el Nuevo Sol- el resurgimiento que ustedes gustan de hablar… de grandes eventos. ¡Y así será!, pero no en tu plano terrenal. Eso, también al momento está ya. Se mostrará lo que Nuestro Padre, ¡mi Padre tan amado!, tiene para ustedes.

Y a lo que nosotros los invitamos es a que -plenamente entregados- sientan, porque verán y compartirán en el verdadero caminar, como lo fue en su momento.

Yo les hablé de que volvería y aquí estoy, en cada uno de ustedes. Y tú hablas de que encarnado querrías. Ahora te digo, en la esencia divina; si tú has de vivir y caminar en la unidad y al volver tu templo y tu Ser todo lo verás. En la vibración cristalina así te convertirás. Ahí sabrás, que somos Uno en realidad. En ti estoy y caminando también aquí, nuevamente voy.

Mas te diré que mi Padre lo dijo: “a ustedes enviaré quienes -al encarnar- eso mostrarán. De todo aquello que habían escuchado, habrán de vivir y compartir, porque manifestaciones habrá y tú haz de lograrlo con claridad”. Verás amado hermano. De ti la elección será. Si deseas seguir adelante en el Nuevo Vivir o seguir atado en lo mundano. Mas yo te invito. Recuerda a cada paso que en la gran enseñanza; Yo soy el camino, la verdad y la vida.

Quienes vienen conmigo he de mostrarte, porque habrán de hablarte desde el corazón, pero el gran corazón de mi Padre, de ¡Nuestro Padre! Y en esa cristalización, porque todo de esto hará una gran explosión. La gran expansión ¡de la que tanto te hemos hablado!

Me regocijo en decirte: ¡el momento ha llegado! La raza raíz ¡la séptima!, que al encarnar y contigo va a vivir, ha empezado. Todo esto para ti, amado hermano. Sentirás más fuertemente en tu caminar, que contigo estamos.

Se te mostrará cómo puedes dejar la dualidad. Ya no serás más ambivalente. Y en esa unión fraternal, mis muy amados, ¡amadísimos! hermanos, con ustedes -en gran círculo amoroso- nosotros estamos.

¡Todo empieza! Se mostrará de mi Padre, la gran realeza.

Y dejo en ustedes el matiz sagrado del gran corazón, hermano en evolución. Que yo soy Sananda, tu hermano y entrego a ustedes -en el nombre de mi Padre- ese gran regalo.

Ustedes pronto verán, ¡pero en el espacio! ¡Gran alegría en este hermoso planeta!

Se dijo que ascendería. El momento ¡tan esperado! lo vivirás hermano.




18 de Febrero de 2015

Saint Germain.


Y en ese ¡gran regocijo! ¡amados!, ¡amados hermanos!, también estoy contigo. ¡Con todos ustedes!

Y a mi hermana le pedimos ¡así!, a ojos cerrados. ¿Por qué? ¡Pronto sabrán!, también ¡para qué!

Ella, también en este cambio que se estará detonando, ya mostrará realmente ¡por qué y para qué!, en el nombre de Nuestro Padre, con ustedes estuvo hablando. ¡Y seguirá! ¡Claro que sí! Pero tú verás el cambio que habrá.

Nosotros -con gran alegría para ti- estuvimos hablando, insistiendo, que llegaría ese gran día. Y muchos se están preguntando: “¿Día de qué? Lo único que estamos aquí -de alguna manera festejando- es el principio, de que a mi amado hermano lo estén recordando”.

Mi amado hermano que ¡miren!, la gran primicia que a ustedes acaba de darles. Todo lo que Nuestro Padre tiene y está ofreciendo ¡a borbotones!, para aquellos amados hermanos, que no sólo en gran preparación han querido estar, sino también  los que han abierto ¡y los que lo harán!, porque ¡eso se pondrá de manifiesto! Y quiero decirles, que en la verdad de la verdad, lo que están recibiendo de mi Padre en realidad.

No olviden que también se les… iba a  decir “advirtió”. ¡Puedo aplicar esa palabra!, porque aquél que no lo entendió y no lo reconoció, ¡ahora! -amado hermano- en gran descubierto ha de quedar, ya que en su andar, si no lo ha hecho, con ese acierto de escuchar, entender y sentir -en la enseñanza del “Yo Soy”- porque a fuerza de tanto vivir en lo terrenal y seguir e insistir, abrazando todo lo material y también en el querer tener, cada vez más, ¡sentir el poder! ¡Eso -amado- ya está terminando! ¡Ya no será más! Y eso te lo digo ¡con gran alegría!, porque ¡ha llegado el día!

Ustedes al escuchar, que el proyecto Shirón seguía en su preparación y en su caminar. Algunos -al escucharlo- pensaron: “¡Pero nada he visto! ¡Al contrario!, todo lo que ha sucedido; mira ¡cómo nos estamos sacudiendo!, cómo todo a nuestro alrededor se está cimbrando”. ¡Amados!, cuando se hace una limpieza general y cuando se te tiene que desprender de aquello que te estaba haciendo ¡tanto mal!, ¡obviamente lo tenías que sentir! Y hablamos de resentir, inclusive en tu templo. Muchos de los que están aquí ¡lo han vivido! ¡Amados!

Pero todo esto es, para que ahora ¡en éste cambio divino!, ¡lo vivas!, ¡lo inicies!, reconociendo y sintiendo. Viviendo ¡todas las maravillas! Eso, que tú habías dicho que tanto se te había prometido y que a fuerza de escucharlo, la impaciencia te llevó al retiro, de ya no querer escuchar ¡y al olvido! de lo que -déjame decirte- que en tu corazón está.

¡Aquél que de verdad ha sentido y siente!, el deseo de escuchar dentro de sí al Dios vivo, no importa lo que suceda a su alrededor. No importa lo que intente remover o lo que mueva, si en él -dentro de él- existe y está la firmeza, el deseo y esa vehemencia, de volver a Nuestro Padre y vivir la perfección… Amado hermano, ¡la bienvenida te doy!

¡Aquél, que a fuerza de tanto escuchar!, no permitió que la impaciencia robara de él esa voluntad de entregarse y de a Nuestro Padre decirle: “ese libre albedrio -Padre- te lo entrego. Que sea tu voluntad. ¡Haz lo que quieras conmigo!” Ese hermano, ¡bienvenido! ¡Lo has logrado! Y pronto sabrás por qué lo digo.

Para expresar todo eso y esa gran alegría tenemos muchos motivos. ¡Todas las conjunciones! y a lo que ustedes así quieren seguirles llamando: “casualidades”, “similitudes”, porque son muy dados aún a sacar conclusiones.

Amados, te lo dijo mi hermano: “se terminarán todas las confusiones”, pero para aquél, aquél amado hermano, que de verdad, ha sido consigo mismo leal y con Nuestro Padre -que todo lo puede- entregado. ¡Ese es! el que en éste tiempo, en esta Nueva Era maravillosa, que recuerden, se los dije: ¡Te necesito hermano! Ahora, todo seguirá, pero de la forma como Nuestro Padre -que te ha creado- lo ha dispuesto ¡y siempre lo ha mostrado!

Y te digo, que la entrada de esa Nueva Era ¡la Era de Acuario! ¡Grande! ¡Maravillosa! Nuestro Padre desea ¡y tú lo verás así!, en su vibración, en su energía ¡poderosa!, caminaremos con ustedes unidos. Y todo aquél que lo desea y que así lo quiera -amado hermano, hermana- ¡estoy contigo! Y no sólo yo: ¡Mi amado hermano!, que ya te habló.

Ahora empezaremos a hablar, como ustedes dicen: “¡directo y sin tapujos!” Pero lo haremos con aquél, que -de verdad- ha permanecido firme. Que mira que te preguntas… para ti es una sorpresa, ¡aquél que ha permanecido firme!, ¡amoroso!, ¡entregado! y que está recordando que Nuestro Padre prometió: “aún aquí, antes de a mí volver -amado hijo- ¡aquí!, te llenaré de dones”.

¡Sí!, también les dije: “Fácil no será”. Pero ¿por qué? ¡Por todo lo que tú -amado hermano- has querido cargar! ¡Y si sigues insistiendo!, pues esta forma de lo que tú llamas “vida”, se puede seguir repitiendo. Pero nosotros siempre estaremos, amorosos ¡y te hablaremos!, porque cercanos, siempre hemos estado.

Y quiero decirte ¡que ahora!, con este cambio ¡que es el verdadero!, donde se está descorriendo completamente el velo. Verás, que así ha sido, que todo lo que aquí, Nuestro Padre al ver -y que le ha enternecido- tú, al volverlo a hacer, ¡pero así!, ¡como lo que eres realmente! Dejando que hable y que se muestre tu Ser, comunicando con el templo, que aquí te ha estado cubriendo. Y al seguir caminando -amado- en gran apertura. Y entonces sabrás lo que es vivir en la verdadera cordura.

¡Te lo digo yo!, tu hermano. ¡Tan sencillo es!, mostrar que de esta ilusión nada necesitas ¡y todo lo puedes ver! ¡No!, no te estoy hablando de ciencia ficción, porque entonces entenderás, que eres tú realmente el que está viviendo en una ¡gran ilusión!, que al revertirlo ¡que mira!, recuerda lo que te he dicho, ¡he de advertirlo!, al ver con los ojos de la verdad, la realidad, ¡amado!, por eso se te pidió que insistieras en tu templo y tu corazón preparar, porque, quizá ello ¡gran impacto! en ti hará. Pero te lo digo ¡con infinito amor! ¡Amado!

Los hermanos que mi Padre ha enviado, ¡aquellos! que se ha dicho, que no habían encarnado. Ya lo dijo mi hermano: “¡ya todo empezó!” ¡Benditos sean! Sepan, que con ustedes estamos. Nunca. ¡Nunca los abandonamos! Ahora con gran fuerza, porque al anclarse a la divinidad y desde el núcleo sagrado -al elevarse- y tú destacaste el puente. ¡En ti todo va a estar! Esa unión. ¡Esa gran conexión! Por eso, quienes te dirán cómo hacerlo, contigo han caminado. Ahora te digo; ¡ya todo está empezando! Una gran Era de amor. Y contigo amado hermano.

Y te digo: debes estar atento, alerta y dispuestoporque yo te diré -a través de mi amada hermana- ¡a través de éste templo!, cuales son. Y cómo también mi amada amatista, que es lo que tú utilizarás para que en ti ¡todo!, con más rapidez lo empiece a cambiar. ¡No olvides! Se te dijo que ello -lo que tú llamas piedra- amado, ¡te sorprenderás de la gran utilidad! y en esa consagración quedará sólida, ¡eterna!, con “Aquél que te creó”: La total unión.

¿Qué puedo decirles? Ustedes pronto verán, por qué también esta gran alegría. Sólo les digo: ¡preparados!, porque nuevamente ¡todo! estará cambiando. Aquél que prefiere salir de rutina -amados- tú vivirás y sentirás. Espero, que también resistirás este cambio, en amor total.

Que yo soy ¡Saint Germain! Y dejo en ustedes -con infinito amor- ¡mi llama violeta!, que -a partir de hoy- inicia con más fuerza, porque aquí habrá también una gran recepción, de la cual ¡para ustedes amados hermanos!, vendrá una gran atracción, para luego ¡envolverlos! y hacer de ello una gran expansión. ¡Finales divinos!, con infinito amor, que están llegando en el nombre del “Yo Soy”.

Amados, que yo soy su hermano; Saint Germain.

Mas también al decirles, porque hoy a mi hermana hablar -como ha sido para ustedes costumbre- no se le permitió. ¡Ella sabe por qué!

No olviden que también, lo ha dicho y lo ha repetido: “Yo me entrego a mi Padre y en mí sólo su voluntad se hace”. ¡Gran alegría!

Nosotros en gran unión por lo que estará sucediendo -en este día- a partir de hoy. Mañana para ustedes ¡un Nuevo Sol!, indicando el gran llamado, de los que estarán llegando.

¡Yo soy su hermano!, Saint Germain.



18 de Febrero de 2015

Ángel Ráh.


Y lo que en el gran portal empieza; aquellos que vienen, portando dentro de sí ¡en esa gran simiente!, para que su hermano -al verlo- sepa, que pertenece a esa gran realeza.

¡Y ustedes verán que todo lo que les hemos dicho no les hemos mentido! ¡Sus hermanos que les amamos, nunca les mentirán! Porque en el nombre de Él, para hablarte y mostrarte cómo seguir adelante, cómo volver a ese hogar del que te habías separado.

Y he de decirte hermano; aquél que se ha preparado, ahora, en gran nostalgia ha estado. Lo que tú sientes como tristeza, depresión. Piensas que de todo lo que has hecho no encuentras salida. No hay solución. Y dices: “El tiempo se me escapa de las manos. ¿Qué podría hacer?” Te digo ¡oh, humano! ¿Cuándo? ¿Cuándo? El momento ya llegó. ¡Abre los ojos! ¡Deja atrás ya ésta ilusión!

Si tú te sientes tan desfalleciente, es porque en ti, ¡todo! en esa gran energía, en esa vibración que ha estado llegado, que dentro de ti todo lo está limpiando. Para éste cambio ¡era necesario!

¡Tú mismo lo has dicho!: “Mi Padre no me dará más de lo que yo necesito, de lo que puedo soportar”. Pero déjame decirte; tú puedes soportar eso ¡y más! ¡Porque no existe! ¡Porque eres tú el que lo quiso crear!, el así sentirte; impotente, limitado y permitir que todo se te escape de las manos.

¿De las manos? ¡Si eres parte de esa gran esencia! Y mira, ¡ya te dijeron mis hermanos! Ahora -aquí- en este plano terrenal al que tanto te aferras, ya todo se te va a mostrar. ¡O como tú lo dices! El momento llegó. ¡Tú lo verás!, habrá de aterrizar.

Por eso te lo digo con gran alegría ¡también estoy contigo! Y aquél que ha estado en preparación y que la Conciencia Crística, porque al llevar esa evolución, al recibirla, los dones que ¡cada uno de ustedes lleva dentro de sí!, de acuerdo a como Él te ha de necesitar, ¡así los vas a mostrar! Si es que ese es tu deseo, tu decisión; dejarte llevar por su voluntad. Ese infinito amor que te entrega, ¡que Él te da!

Ya lo ha dicho aquí la hermana: ¡Déjate llevar! ¿Por qué te abrazas tanto a la complejidad? Y todavía dices: “¿Para qué? ¿Para qué ir y escuchar? Mejor habrían de dejarme de tanto hablar”.

Yo te digo; si tú aquí -en tu plano terrenal- siempre lo escuchaste y también lo dices, de ello te gusta mucho hablar: “Te has de preparar, porque mientras más conocimientos tengas, vales mas”. ¿Qué sucede con ello? ¡Permites que te hable el ego!, porque el sentir lo verdadero está ¡dentro de ti!, en ese gran corazón, que siempre te ha entregado el “Yo Soy”.

Y ahora ¡tan dispuesto estás! Viendo y sabiendo que en la apertura de ese gran portal, ¡tantos y tantos de ustedes!, su corazón y su vibración han deseado elevar. ¡Te lo digo con alegría! ¡Ya llegó ese día!

¡Qué importa los que escuchando están! Esto, con sólo hablarlo, en esa gran vibración, aquellos que se han preparado lo estarán sintiendo. Mas, como sueles decir; si el plus quieres vivir ¡aquí estamos! ¡Te estamos hablando! 

Y si tú vas a preguntar: “¿Qué es lo que necesito?”. Tan sólo una cosa hermano; seguir en el verdadero caminar. Sentir desde lo más profundo ¡dentro de ti!, que todo ese Ser, el verdadero, ¡lo que tú eres!, empiece a hablar. ¡Déjate llevar!, porque si en Conciencia Crística empiezas a caminar, sigue adelante ¡que la Cósmica yo te la voy a dar! Promesa que he de cumplir, porque la Nueva Era ya está aquí. ¡Siéntelo dentro de ti!

¡Ha llegado el gran momento hermano! Te lo mostraremos, porque no sólo nosotros contigo caminaremos. Preparado, en gran Conciencia -si tú quieres así llamarla- para que te unas con la maestra, ¡la verdadera!, la de “Aquél que te creó”. Y yo sé por qué te lo digo.

Porque por su voluntad y ¡por el amor que te tenemos! aquí estoy ¡y de ello te vengo a hablar!

Que yo soy ¡Ángel Ráh! El verdadero, en este gran cambio ¿quién lo escuchará?

Dejo en ustedes mi energía sutil, que -a partir de hoy- con más fuerza la van a sentir. Para todos ustedes, en el nombre de “Aquél que te creo”.

¡Ángel Ráh!, todavía para ti.


18 de Febrero de 2015

Aleshia.


Sólo me resta decirles -amados hermanos- que con todos ustedes, así -como algunos tienen unidas sus manos, en esta unión coloquial- más profundamente con ustedes vamos a estar, como yo lo estoy ¡cada vez más!

La gran alegría que mi Padre me da y que me está entregando. ¡Que me fortalecerá!, para aquí seguir caminando. Por todo lo que en mí -en esa confianza amorosa- me está entregando. Que agradezco infinitamente su amor, Él benevolente, tan sagrado. Así, como nosotros también, debemos sentir y vivir a Él entregados, plena y total. No importando ¡lo que la ilusión te pueda mostrar!

Porque si tú al verlo, con esa fe, con ese amor, caminas sabiendo que si no viene de Él ¡no tiene por qué afectar! Así, de esa manera se disolverá. ¡Y sólo en ti estará!, de Él su amor, la fuerza divina de su protección. La verdad. La fortaleza inquebrantable, eternamente en ti va a estar ¡como siempre ha sido! Amados hermanos. ¡Gracias por estar conmigo!

Agradezco -primero a mi Padre- a todos mis maestros, porque de lo que acaban de hablarles, es sólo… ¿cómo puedo decirles?, apenas ni el principio de lo que vivirán en el Nuevo Ciclo. ¡Gracias por seguir firmes! ¡Gracias!, por no sólo mostrar, sino sentir.

Y al insistir en quererse preparar, mi Padre -en ustedes- todo aquello que ya había entregado, en este cambio, ¡va a depositar mucho más! La apertura, en que vivan nuevamente ¡ha de aquél tiempo!, cuando el sol naciente. ¡Esa Era maravillosa!, en la cual tu hermana -al acompañar- se les dijo directo la verdad. Es que tú puedes ser -cuando vivas en lo perfecto- a tu hermano de igual a igual.

En esa unidad -nuevamente- habremos de caminar, en equivalente. Aquello que mi Padre te dijo, nuevamente lo vivirás. ¡Con tus hermanos estarás! En el cambio que estará llegando, ¡entonces ahí todo lo recordarás!, para no sólo hablarles, sino también mostrarles, que el “Yo Soy” eternamente va a hablarles. Porque así es.

Amados hermanos, ¡gran conjunción! El rompimiento de toda la ilusión, ¡para que vivan fuertemente ya, ustedes su evolución! Aquellos que se han entregado realmente, que lo sienten en su corazón, porque mi Padre -Nuestro Padre- eso es lo que habrá de mostrarles.

Y yo -con todo el corazón- con ustedes en el camino. Quien desee acompañarme, ya lo dijo mi amado maestro: ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! Ustedes sabrán muy pronto por qué lo digo.

Lo que tanto amo de ustedes, es poder mostrar esta emoción, cuando viene plena, total y directamente del corazón. ¡Quiero vivirla fuertemente!, porque luego les he de mostrar, cómo es sentir ¡tanto! en amor.

Pero tus hermanos harán y se preguntarán: “¿Acaso tú sientes?”, porque tu semblante será siempre -en la tranquilidad- impasible, sonriente. No por ello quieras pensar que no estés sintiendo. ¡Porque todo este amor que por ustedes siento!, ahora con más fuerza lo estaré compartiendo.

Aquel que ya se eligió, mi Padre ya te entregó. Entonces -al saberlo- te digo amado hermano: ¡Vivirás lo bello!, ¡lo verdadero!, ¡lo eterno! Promesa -que en esta Era que empieza- se estará cumpliendo. ¡Primero aquí!, en tu plano terrenal. ¡Tú lo verás! y vas a mostrar. Su hermana Aleshia para ello aquí está. ¿Acaso no había empezado ya?

Ahora con más fuerza, aquellos hermanos -que esperando están- lo verán. Aquél que fue su deseo quererse preparar, que no sólo se acercó a mi templo, a mí, para decirlo, para que yo lo pudiera escuchar. Recuerden que Nuestro Padre, tu corazón fue el que vio y escuchó. ¡También tu hermana!, que para ello también estoy. Y aquí, en este gran cambio, lo que les he de decir, será para que tu evolución la estés acelerando.

¡Gracias Padre mío, por permitirme decirlo! ¡Que mis hermanos me estén escuchando! Sabes que siempre ¡y eternamente!, sólo tu voluntad habré de cumplir. Y donde me pidas estar, ahí habré de ir. Y con quien me indiques hablar ¡te escucharán!, a través de mí. ¡Te amo! ¡Te amo eternamente!

Y a ustedes hermanos ¡los abrazo! Un abrazo que viene desde la Fuente ¡eterna!, ¡grande! ¡Sientan ese gran regalo!, que mi Padre les estará entregando y que su hermana -con gran amor también- estaba esperando, porque a partir de ello, también me permitirá ya hablarlo. De todo lo que muchos pretendieron esconder. Eso, ya está en libertad.

Que no será sólo un destello, sino la gran luz que ¡a todos y cada uno de ustedes!, los habrá de iluminar. Benditos hermanos.

Aleshia de Shirón. Proyecto ¡dirección!, cubriendo todo este planeta tan amado.

Sólo quiero decirles -esto es mi Padre quien lo pide- que hoy, en el hogar donde cada uno de ustedes reside, así como han tenido a bien el símbolo sagrado estarlo cargando, con más fuerza, que con ustedes esté cercano. ¡No pregunten por qué! Que tu corazón lo sienta. ¡Hazlo hermano!, que el cambio que se está generando, tú verás lo que en ti -a partir de mañana- estará ocasionando.

Eso es lo que mi Padre a cada uno de ustedes les quiere pedir. Háganlo con infinito amor, en total entrega y devoción.

Que no les digan que lo que sientes en apariencia el caos -al llegar la luz- hay una reacción y la energía, la gran vibración, al hacer de ella la atracción, no sólo en ti, sino en otros, porque otra prefiero dar y estar contigo sentirán y recibirán en esa nueva luz la fuerza del amor, para que sigas en equilibrio divino.

Que eso sólo es el comienzo. Lo que viene después sólo aquél que vino en el nombre de Nuestro Padre lo previno. ¡Nadie más!

En esta Nueva Era se va a mostrar. Benditos sean.

Gracias por acompañar.


18 de Febrero de 2015

Zetha.


Y sólo para finalizar.

Hermanos, les dije que siempre los habría de acompañar.

Que yo soy Zetha y ahora con más fuerza, porque esto que empieza -que no es el final- sino el cambio de lo que ustedes habían llamado “la polaridad”.

Sí, porque ahora se empezará a mostrar lo que es vivir en unidad. ¡Yo guío! ¡Yo llevo! Desde el corazón hermano, también -si es tu deseo- ¡te elevo!

Que con los que han llegado y que aquí estamos, también nos estaremos mostrando. Es la instrucción del Gran Comando.

Con amor. Yo soy ¡Zetha! Con ustedes en unión, en esta gran conjunción; la verdadera rotación, para que la luz que esté llegando, a todos fuertemente los esté iluminando.

Yo soy ¡Zetha! Eternamente con ella y con ustedes -hermanos- para vivir una gran alegría.

Aquí, contigo, ya llegó ese día.

14 de febrero de 2015

Canalización del 11 de Febrero de 2015

11 de Febrero de 2015

Ángel Ráh.

Mas también, he de seguir aquí y cada vez más directamente, porque entonces verás claramente cuál es el verdadero fin. Que será el principio, porque todo lo que viene de la Fuente, en ti, en todos ustedes, se volverá a mostrar. Porque así como se ha hablado, que así como todo tiene un principio, hay un final.

Pero déjame decirte, que al hacer unión de todo ello, lo que queda suspendido en el espacio, en la plenitud, en el gran vacío es donde se encuentra ¡todo! y vuelve a sentirse… y hablan del principio. ¡No hay ni final! Tú pensarás: “es como estar suspendido y no sentir ni el tiempo, ni el olvido”. Estar presente eternamente, como has dado en llamarlo “en el aquí, en el ahora”.

Porque lo que tienes que entender, ¡que no hay futuro y que nunca existió el ayer! Es el aquí. Es el sentir. Es el vivir ¡a plenitud cada momento! En el espacio no existe el tiempo, es un instante sagrado.

Si tú lo entendieras verdaderamente, todo eso que has acumulado, ya desde cuando -amado hermano- lo hubieras desechado. Pero a ello, no puedo decir que estarás aprendiendo, porque estarás recordando y todo lo que estarás viendo ¡y muy importante! lo que estarás sintiendo. Sabrás que eso es eterno. Algunos de ustedes ya lo están entendiendo, por eso lo digo con gran alegría.

Porque date cuenta cómo tu hermana ya se está mostrando ante ti. ¡Ya llegó ese día! Y son ustedes, realmente ustedes, quienes todo eso ya lo están precipitando y de todo lo que nosotros les hemos estado hablando… ¡y lo que viene!

Sabemos que así como se han estando preparado, ya no les estará atemorizando. ¡Eso es muy importante! Tomarlo como esa verdad que “Aquél que te creó” te está entregando. Pero también que a fuerza de vivirlo, de sentirlo y de que te lo estemos mostrando, que el valor que tiene no se lo estés restando, porque -amado hermano- como humano, a ello estás muy acostumbrado.

Primero te sientes deslumbrado y después… eres muy dado a comentar y a decir: “Eso ¡ya me lo había mostrado! ¿Qué mas sigue?, porque, si esto es todo -si no hay más- entonces, ahí es donde cuenta me estoy dando cómo realmente todo está tan limitado. Hasta de aquél que dice que de mi Padre, por Él está aquí y de ello me está hablando”.

¡No te equivoques! Si nosotros insistimos en hablarte en varias ocasiones de lo mismo, es porque tú así lo estás necesitandoEres tú, el que seguir adelante lo estás deteniendo, porque no lo has estado entendiendo o porque te estás distrayendo. Y mientras tú sigas en ello… mira, nosotros para ustedes tenemos ¡todo el tiempo!, que realmente es un instante. Por eso te digo; todo esto es ¡tan importante! Todo redunda en lo mismo. Y detienes el mostrarte y que vivas ya el paraíso.

Y tú te preguntarás: “¿Por qué ahora, así hablando está?”. Mira hermano; ya llegó el momento. ¡Siempre lo hemos hecho!, el hablarte con gran profundidad. Que tú eso no entiendas o que le restes valor, pues eso, mira, la decisión en ti está. Pero todo lo que viene y de lo que yo -que mira que vengo en nombre de Él- de lo que te quiero hablar, la gran importancia que tiene, porque es de la  divinidad. Lo que ¡pocos! han podido escuchar. Lo que algunos de ustedes y espero que sean todos. Bueno, eso nosotros ya lo sabemos, pero ustedes, por cuanto más se quieran preparar, es así como escucharlo se permitirán.

Si cuando les hemos hablado con tanta simpleza, con tanta naturalidad -en algunas- dudas ha creado y otros esa gran tendencia en todo tergiversar. Y mira, te lo digo con infinito amor. Sé que están en ese intento, ya no quieren hacerlo más. Por eso hoy -si cuenta se han dado- ya se les habló de un poco más. ¡Y así seguiremos!, porque con ustedes estaremos eternamente. No voy a decirte que hasta el final -porque si eso es lo que ustedes tan acostumbrados están- sí, hasta al final. Si así lo quieres pensar, al final de éste caminar que es transitorio, solamente de ti una etapa más, de todo el aprendizaje, el recordar.

Mira, que se está pidiendo que de toda la energía y la vibración hagas ya ese gran anclaje, porque ¡eso!, en la vibración que estarás viviendo, te ayudará para toda tu evolución.

Tú lo estás viendo, lo que en éste templo está sucediendo. Mira, toda la revolución que en el interior está viviendo, porque al recordar de todo lo que Él -que tanto los ama- les quiso entregar, aún, créanme, al vivirlo, al sentirlo ¡nunca se van a acostumbrar!

¡Es mentira!, que llegue un momento en que digan: “Todo ello, toda esa energía, ya la puedo equilibrar”. ¡No, amado hermano! No tienes idea de la fuerza, el decibel que alcanza. Cuando tú en ello ya estés viviendo, entonces entenderás todo esto que te estoy diciendo.

Recuerda que te he pedido que te tengas que preparar. Que la Conciencia Crística -que ya está aquí y la cual, algunos de ustedes en ella ya viviendo están- es sólo el comienzo. Porque la Cósmica, de la que yo te quiero hablar -que mira que soy ¡Ángel Ráh!- ¡Y quiero agradecerte! todo lo que estás haciendo. En especial ese hermano que en gran estudio de todo lo que les he estado repitiendo. Que mira, pronto te pediré algo muy especial. Por eso te digo: te has de preparar. No todo es casualidad.

Además, agradezco que ustedes -atendiendo la petición que tan amorosamente les he hecho- es que el símbolo sagrado… ¡ya les diré por qué y para qué les ha sido entregado! ¡Sí!, han escuchado, que para que tú te mantengas equilibrado. ¡Eso sólo es el comienzo, hermano! Pronto sabrás y sentirás la gran vibración que de él emanará. ¡Y no!, no quieras decir: “¡qué gran privilegio!”. ¡No amado hermano! Es que como tú estabas acostumbrado a verlo todo tan complejo. Es tan sencillo, tan claro, ¡tan directo! Así es como el Ser “¡Aquél que te ha creado!” y que vengo en su nombre y de Él te estoy hablando. Y lo hago con infinito amor.

Porque hoy, el hoy que es eterno, en el Proyecto “Shirón”, aquellos que se están acercando -que ya lo dijo “Aquél que todo lo puede” y la hermana que te ha estado hablando- el deseo de Él es que más de una decena que a Él estén dispuestos y hayan jurado volver se vea cumplido, porque así está escrito.

Si yo te dijera ¡todo!, todo lo que se está generando, para que todos ustedes sigan evolucionando y en esa aceleración, mira -amado hermano- lo que estás provocando; ¡una gran reacción! Por eso te digo, ¡queda contigo ese gran símbolo!, porque con él y en él, “Aquél que todo lo puede” le estás diciendo la aceptación de tu decisión en volver directamente ¡y en gran purificación!

Porque ya te lo ha dicho la hermana: “Y en ustedes habrá la gran cristalización, porque la energía diamantina, de la que has escuchado hablar, pero que está siendo de lo que está siendo ¡tu vida! De qué manera estás y lograrás evolucionar. ¡Y todo para gloria de Él!”

De verdad ya sólo estoy esperando ese gran momento, porque de lo que te estaré hablando, sabrás que aquí -en tu plano terrenal- no sólo con palabras, sino también donde tú has estado, donde tú has vivido, los lugares que has visitado, han sido -amado hermano- señales muy grandes, de las que “Aquél que todo lo puede” directamente te ha hablado. ¡Y sabrás por qué lo digo!

Que mira, por eso han dicho que cuando empiezas a abrir y a abandonarte, te vuelves mucho más intuitivo. ¡Si esa es la palabra que quieren aplicar!, porque en la esencia de “Aquél que todo te ha entregado”, te darás cuenta que todo lo de aquí no lo habrás de necesitar, ¡ni nunca lo has necesitado! Es por eso, que -amado hermano- en grandes sacudidas te has sentido. ¡Es por la vibración!, por la energía que ha llegado y que está contigo… ¡Y será mucho más!

Ya llegó el momento, el instante. Ya lo dirá éste instrumento, que también a través de él te seguiré hablando. Mas no olvides que te he repetido, que llegará el instante en el cual también directamente lo haré. ¡Estaré contigo!

¡Y gracias nuevamente!, por utilizar el símbolo sagrado que en el nombre de Él te vine a entregar. ¡Eso para mí es una gran alegría! Y todavía les diré mucho más. Ahora con ustedes a quienes -de manera especial- el inicio lo habrían de portar, pero luego, cada vez serán muchos más. Muestra muy importante, que en la Nueva Era que ha iniciado, quien ha empezado a portarlo es el Gran Atlante. Amado hermano.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal! Con ustedes unido estoy y más fuerte -en gran círculo glorioso- estará. El verdadero nombre… ya lo sabrán.

Y dejo en ustedes mi energía sutil, que con gran amor tengo para ti. Para todos ustedes, que habrá de fortalecer en la preparación -amados- por todo lo que van a hacer.


11 de Febrero de 2015

Saint Germain.


Mas también amados, he de decirles ¡tan entregados!, ¡tan dispuestos! De verdad, estamos tan amorosamente admirados.

¡Todos ustedes!, a pesar de lo que han estado viviendo y debo decirles con su hermano, el que ha prometido y mucho hemos estado hablando, amorosamente, de qué manera mi Padre -a él- lo está necesitando. Y ustedes sabrán, verán cómo no les he mentido; lo escucharán.

¡Recuerden esto que les digo!, porque aquél que en amor ha dicho: “Padre en ti y para ti”. Y con aquellos que ustedes insisten en llamarnos “Maestros”, ¡pero somos sus hermanos! y los amamos, porque a fuerza de tanto escucharnos, ustedes no sólo los ojos terrenales, sino los del corazón, hacia nosotros han acercado.

¡Y miren todo lo que han causado! Muchas cosas, que en ustedes también -al sentirlo y al vivirlo-sabemos que los han cimbrado fuertemente, en sus cuerpos y por eso les pido una disculpa, amados. Pero es en amor, porque lo que están viviendo, lo que de ustedes estamos retirando, todo eso que los estaba sacudiendo y deteniendo, quizá en algunos ha sido un poco fuerte, quizá violento -si así quieren llamarlo. Pero amados, verán que después de ello estarán total y completamente, plenamente purificados.

Ustedes son de los primeros que en esta Nueva Era estarán mostrando, que es verdad que de tiempo en tiempo, así como Nuestro Padre que todo lo puede, los ha estado llamando, Al acudir de él todo, ¡escúchenme bien!, lo estarán mostrando. Y claro que de cada uno de ustedes, lo que más fácilmente lleguen a abrir, pero que al estar unidos estará complementando. Por eso es muy importante unidos seguir caminando. ¡Y así será! Aunque algunos todavía se resistan ¡lo harán!, porque recordarán el juramento que hicieron a Nuestro Padre.

Aunque, déjenme decirles, que hay algunos que ¡cómo lo han dificultado! Pero lo han hecho porque todavía insisten en pensar y en vivir como humanos. Pero lo que es verdaderamente cierto, es que son los hijos tan amados de Nuestro Padre. Y que el juramento que hicieron lo estarán recordando y eso es lo que en ellos, en ustedes, estará reforzando, fortaleciendo y les irá recordando paso a paso, por qué están aquí, a qué llegaron, qué es lo que tienen y van a cumplir, amorosamente.

Porque cuando Nuestro Padre ha dicho: “Los necesito”. Y no es casualidad que estén ustedes unidos. ¡Qué importa si algunos en éste instante estén pensando que otros están rezagados, que se han retirado! Hermanos; están viviendo en su preparación, sus momentos tan grandes de reflexión y que ¡los está sacudiendo!, porque se están dando cuenta, qué es lo que tanto los ha estado deteniendo.

Y aunque aún se nieguen todavía a aceptarlo, ¡créanme amados! Para cada uno de ustedes ya está escrito y ya llegó ese día en el cual ¡abrirán completamente! ¡Por eso escuchando están!, aunque todavía por lo terrenal algunos podrían dudar. ¡Pero solamente son destellos!, que la gran luz que está llegando, todo eso -amado hermano- ya te lo está reflejando.

¡Créeme! Al ir entendiendo verdaderamente y con profundidad lo que es a Nuestro Padre abandonarse y dejarse entregar ¡ya lo ha dicho la hermana!, es fácil decirlo, pero realmente hacerlo y vivirlo, ahí es donde muestras que eres ese hijo tan amado de Nuestro Padre ¡y tan valiente!, que lo está trabajando y lo está logrando.

Por eso también, nosotros contigo estamos y con infinito amor te hablamos y seguiremos, porque eres fiel, firme, valiente, ¡con esa fe!, que no sólo en tu corazón ¡se siente!, sino que lo estás mostrando, sin apego a ninguna religión. Sólo al infinito amor, que te da y recibes del “Yo Soy”. ¡Recuérdalo hermano!, porque esa es la verdad que siempre ha estado y estará desde la eternidad.

Es de ello de lo que nosotros hemos venido y te queremos hablar. Siempre hemos estado, mas ahora, el gran momento de ese día glorioso, que nuevamente hasta a ti ha llegado. Permítete al sentirle y recibirla, mostrarlo amado hermano y compartirla. ¡Eso es lo que de ti necesito!, por eso que me acompañes a seguir adelante, es mi pedimento.

Esto apenas inicia. Mañana, que todo, todo lo que habrás de vivir, esa ¡gran promesa de Nuestro Padre! y que tu hermano también te hace, se habrá de cumplir. Y eso tú lo verás. Pero no pienses en el tiempo. ¡Ese no existe! En el ahora, ¡aquí!, todo eso que estás escuchando y lo que tú estás sintiendo, lo que quieres vivir. Eso, se te estará mostrando. Ya por eso la hermana les dijo: “Con cada uno de ustedes estaré hablando. ¡Y será en su momento!, tal cual como Nuestro Padre lo esté indicando”.

Que mira, para Él no existe la palabra “imposible”. Créeme que cuando menos lo pienses y de quien menos lo esperes, el momento se dará y tu hermana frente a ti estará. Y en ese instante recibirás la conexión total y directa y empezarás a recibir la instrucción, a hablar y todo lo que mi Padre desea que escuches te dirá. ¡Claro que sí!, lo que tú necesites para seguir.

Porque ya lo dijo y también yo te lo repito con gran alegría y con todo este amor: No habremos de permitir, que aquél hermano que se eligió, ¡nada ni nadie nos lo arrebate! ¡Es el momento! Se estará mostrando. Ya entablaste ese gran combate contigo mismo ¡y estás venciendo!

Pues ahora -nosotros- es el momento en que entremos en acción y que te mostremos y veas y sientas, de qué manera puedes acelerar tu evolución. Que mira, que ya lo has escuchado, de qué manera tu hermano puede y ha estado al tanto. Y esa promesa te doy. ¡Lo haré con infinito amor!, ¡en compañía de mi hermano!, que también grandes decretos y peticiones hacia él haz elevado.

¡No olvides que unidos estamos! ¡Y no sólo él! Si tú pudieras ver ¡y lo vas a hacer!, cómo cuando ustedes se reúnen, nosotros en ese gran círculo de amor los escuchamos y les enviamos toda nuestra vibración. Por eso, ¡ya te lo ha dicho la hermana! ¡Y es verdad! No te ha mentido. ¡Tú lo has sentido! Cómo, después de ello y también durante el momento, sientes cómo tu cuerpo se está fortaleciendo. Porque todo lo que se entrega, con todo el amor, es para que en ti quede anclado y te ayude en tu evolución. Amado, amadísimo hermano.

¡Un evento muy importante se está acercando y nosotros estamos felices, con gran alegría! De ello te estaremos hablando. Nosotros estamos agradecidos con “Aquél que todo lo puede”, porque cumpliendo está ¡paso a paso!, a cada momento. Claramente lo dijo, en la Nueva Era, ¡ésta que acaba de iniciar! y en la cual me ha dado ese gran privilegio, una amorosa responsabilidad, que yo le pedí que también en compañía de ustedes deseaba cumplir. Y sé que así será. ¡Por eso hablándoles estoy!

Ustedes verán ¡y sabrán de qué se trata! ¡Y lo digo con infinito amor!, todos los que empezarían a llegar. ¿Recuerdan? que lo han leído y se los dije: “La séptima raza raíz que empezaría y que estaría aquí”. ¡Ha empezado, amados hermanos!

Se dijo de un lugar muy especial. Pero déjame decirte que eso es parte de la gran verdad. Podría y voy a decirles, porque también se les dijo que en este cambio glorioso de esta Nueva Era ¡todo lo hermoso!, aquí en mi amada América, se iba a iniciar. ¡Y así será, amados hermanos! Y con ustedes y entre ustedes con gran amor, lo digo: Nuestro Padre los envuelve y los abraza. Y nosotros también estamos aquí y tan cercanos. Verán por qué. ¡Ya están encarnando! ¡Ya todo está empezando!

Y el gran amor, la vibración y la energía que nuestro Padre hacia ustedes está enviando ¡aquí!, en mi amada América y te dijo; ¡todo empezaría en México! y así será.

¡Amados! ¡Ustedes lo verán! Al centro también. De ello les hablaré. Que mira, aquí está tu hermana. A través de ella te estoy hablando y también en ella estás viendo ese gran cambio y eso… es sólo el principio.

Están viviendo, no un nuevo, sino ¡el gran y amoroso ciclo! El que ustedes han aceptado y para ustedes están precipitando toda la verdad y el amor de “Aquél que los creó”, para el que ustedes son tan amados ¡y también por nosotros!

Con ustedes estamos. Y les dejo ¡con todo mi amor! ¡Ahora con más fuerza!, envolviendo no sólo en éste lugar, sino en gran expansión y de verdad de manera ¡total!, mi llama violeta ¡y mi amada amatista!, que trabajando está, en un lugar donde toda la luz de mi Padre está lista para poderse mostrar. ¡Para ustedes!, amados.

Que yo soy ¡Saint Germain!


11 de Febrero de 2015

Aleshia.


Que por hoy, en este momento, mi Padre me pide que todo esto que les estoy diciendo, aquella  hermana, que en esa reunión a la que nos llamó, recibiéndonos, muy atentos estén, porque lo que estará mostrando, sí, ya será lo que Él, Nuestro Padre, de cada una de ellas esté necesitando.

Que ya es el momento en el cual lo estarán haciendo y con infinito amor, porque así como prometieron a Él estarse entregando, no olviden esto, que les estoy diciendo. Después de ello, luego habrá quienes seguirán. Ya mi Padre lo estará indicando, porque así como lo prometió y lo único que pidió es que se estuvieran y que se sigan entregando. Así será.

Esto seguirá, porque al volvernos a reunir y al estar con ustedes aquí y todo esto estarles compartiendo, ya lo dije hace un momento, que sería solamente para aquellos hermanos que se han elegido y que paso a paso la voluntad de Nuestro Padre y su guía amorosa quieren solamente de Él estar siguiendo. Entonces, amados hermanos, no olviden esto.

Ya las hermanas que recibieron, con mucho lo estarán mostrando y quienes seguirán, mi Padre ya el momento lo dará. No tengas duda de ello. Se les estará llamando. Sólo síganse preparando, porque cada vez más el tiempo -y no es que se esté acelerando- sino que, si tú piensas que con gran rapidez está caminando, precisamente, es lo que se te pidió; que a ello te estuvieras acostumbrando.

El tiempo del no tiempo es el que ya está aquí. Es en el cual tú no estarás caminandoamado hermano, en el aquí. Ahora, el tiempo del no tiempo, en el amor, en la virtud, en el perdón, en la libertad  y con plena y total humildad.

Es por eso que va a mostrar, a aquél hermano que a mi Padre tan amoroso se ha querido entregar, para paso a paso volver al hogar. No tengas duda de ello. Por eso tu hermana -al estar aquí- que mira que no sólo de esto te va a hablar, porque lo que te habré de compartir, de Nuestro Padre, de mi Padre tan amado viene y en su momento te lo voy a mostrar y tú lo sentirás.

Mateo de ello habló. En el versículo que utilizó, al leerlo muchos hermanos y aquél que no lo comprendió, su interpretación lo cambió. Mas ahora, al estar aquí, por eso te lo digo a ti. Cuando viene directamente nuestra conexión con Nuestro Padre, al hacerlo -y ya será totalmente- todo lo que en algún momento se pensó, lo que tú logres, al intentar vencerlo, escucharás la verdad de la verdad.

Y créeme amado hermano, así como en antaño, aquél que lo entendió hacia mi Padre se elevó, también tú lo estarás viviendo.

Y no es que pienses que todo se está repitiendo. No olvides que la verdad de la verdad siempre ha sido la misma; única, completa, eterna, antes, ahora y después, porque en el tiempo siempre ha sido el presente y se estará mostrando eternamente.