26 de junio de 2015

Canalización del 24 de Junio de 2015.

Junio 24, 2015
Aleshia (1).
…el sentir en el corazón; el venir; el querer escuchar. Porque eso es -de verdad- ¡parte muy importante! El alimento no tan sólo del corazón, del alma, del Ser. Ese Ser que está tan deseoso de volverse a unir, porque somos -estamos aquí- ocupando un cuerpo, un cuerpo terrenal, pero estamos -amados hermanos- incompletos, incompletos. Y no nos hemos dado cuenta. Cuanto más al empezar a tener conciencia, pero esa conciencia terrenal que -a fuerza de avanzar- tantas cosas que nos presentan en ésta ilusión, nos distraen y nos hacen ¡mucho pensar!, razonar.

Y hablo de distracciones cuando también en ocasiones -en muchas ocasiones- a la gran mayoría de los que estamos aquí reunidos hermanos, han sido vivencias muy fuertes que los han cimbrado, que los han movido, que les ha dolido. ¡Lo sé porque lo he sentido! y porque también -de algunos de ustedes- que me han hecho el favor de confiar lo que he escuchado y digo: “Padre; ¿por qué? ¿Por qué antes de empezar a vivir éste despertar, realmente tendría que ser así? Que viviéramos cosas tan fuertes. Que sentir que en ese instante desfalleces.”

Y sí. Tal vez para ustedes la respuesta que sentí, que me ha unido, porque -amados hermanos- también, ¡también!, muchas cosas he pasado. Muchas cosas he vivido. Pero en esos momentos, en esos momentos es cuando ¡muy dentro de ti!, ¡allá en lo profundo!, hay una voz que te dice: “Mas estás aquí y aunque sientas y pienses que en éste instante, qué solo estás y que desfalleces. Escúchame: ¡Solo no estás!”

¡No hay soledad para aquél que está sintiendo!, que nuevamente aquí, lo que pretende decir que es lo que estás viviendo son solamente experiencias, vivencias; si tú quieres llamarlo “pruebas” hermano, pero son situaciones de acuerdo a tus reacciones, porque -a pesar de todo- aunque tú en ese momento pudieras estar consciente, terrenalmente, diciendo: “¿Por qué me están afectando de ésta manera?” y muchas veces sabes de quién viene, mas -en ti- no permites que empiece a surgir ningún sentimiento, ni deseo de venganza, de rencor; que no haya ningún resentimiento. Amado hermano: ¡Ahí es! ¡Ahí es!, donde el amor de Nuestro Padre que está en ti -y que quiere nuevamente aquí resurgir- te está diciendo que tú eres mucho más que eso. ¡Mucho más de lo que pudieras recibir de aquél que consideras tu hermano!

Y miren; aquí es donde pudiera entender cuando nuestro amado hermano Jesús nos dijo, de esa manera ¡tan profunda!, que para muchos todavía pudiera ser un misterio poder entender: “¡Cómo! ¿Me está diciendo que si me dan una bofetada, ponga la otra mejilla? ¿Cómo puede ser eso? ¡Yo no podría hacerlo!”

Esos son los pensamientos. Mas, cuando empiezas a escuchar todo lo que tienen a bien, tanto él, ¡ese amadísimo Maestro que gran enseñanza nos dejó! y que estamos todavía tratar de ir entendiendo, y los que de alguna manera eso es lo que sientes y permitas que en ti vaya sucediendo, amado hermano; te estás acercando a vivir aquí la gloria que Nuestro Padre, ya lo dijo a cada uno de nosotros: “Lo que Yo te prometí; ahora, ¡ahora es el tiempo!, en el aquí, en el tiempo del no-tiempo”.

Eso también tenemos que entenderlo; ¡el tiempo lineal -como tanto se nos insistió- va a terminar! Tan es así hermanos, que por eso es necesario que ¡todo lo que venías cargando ya lo tengas que soltar! ¡El pasado ya quedó atrás! ¡Ya no existe! El futuro; si tú te abandonas a las manos de Nuestro Padre; si te dejas llevar por ese sentimiento, por ese deseo de lograr esa evolución que ¡tanto nos han estado insistiendo!, ahora, tanto nos hablan diferentes hermanos.

¿Pero saben qué es lo más importante? ¡Lo que siente tu corazón!, que a pesar de lo que pudieras sufrir en éste vivir, siempre deseas el motivo ¡más que una razón! ¡El saber y querer redescubrir quién eres tú! y liberar todo el Ser, que cada vez ser cautivo de todas esas emociones, de todos esos sentimientos. ¡Y entonces!, empezarán a llegar eventos; situaciones. Se darán repetitivamente ocasiones en las cuales -en esa tan llamada “rutina”- empezarás a darte cuenta, que al empezar a abrir los ojos; ¡los ojos del Ser!, todo lo empiezas a ver ¡tan verdadero! Lo que es real, y entonces todo para ti empieza a cambiar; porque lo empiezas a sentir y a vivir desde el interior hacia afuera, amado hermano.

Y eso también; ¡eso también!, al empezar a vivirlo, al empezar a transmutar, ¡a cambiar! todo aquello que creías que era “tu vida” ¡y que para ti era tan real!, entonces, entonces… ¡esto ya lo he platicado con algunos hermanos! Le he dicho: “Es que yo también lo he vivido”. Empezarás  a ver cómo aquellos, que de alguna manera tú veías tan cercanos, algunos empezarán a alejarse. ¿Pero sabes por qué hermano? Porque tú vas a empezar a elevar tu vibración; ¡esa energía!, con la cual ya no estarás -con aquellos que tan contento y tan a gusto te sentías- ¡ya no será lo mismo!, porque todo para ti, ¡dentro de ti!, empiezas el verdadero vivir.

¡Pero que eso no te preocupe!, porque entonces empezarán a llegar aquellos que irán tal cual, esas -pudiera decirse- “nuevas amistades”, pero que son seres que -también como tú- ¡estamos dispuestos a querer ir logrando y poner de manifiesto el amor tan grande que Nuestro Padre eternamente nos ha estado entregando!

¿Y saben lo maravilloso que es? Porque entonces aquí, también podemos entender que lo que nos dice Nuestro Padre; “que solos no estamos”, ¡es verdad! También aquí nos acerca aquellos Ángeles Divinos, con los cuales podemos seguir caminando, porque todos lo necesitamos. Todos nos podemos seguir ayudando y -paso a paso- seguir logrando esa verdad que siempre ha estado, que está y seguirá, porque viene de Él; de Nuestro Padre; de nuestros Maestros; de aquellos maravillosos Seres de Luz, que siempre nos han acompañando, ¡pero que no lo hemos sentido y mucho menos los hemos visto!, porque no nos hemos dado la oportunidad.

¿Cómo quieres -hermano- mirar?, que se te presenten, si tú por dentro, ¡hay tantas cosas que tú no has querido soltar! Que sigues pensando ¡tan fuertemente! y seguirte aferrando a todo lo que es de éste plano terrenal. ¡A todo lo material!, que es una mera ilusión. Que cuando tú vuelvas a Nuestro Padre ¡nada de esto te vas a llevar!, porque aquí se va a quedar. ¡No pertenece a esa energía, a esa esencia divina que El te entregó!

Lo que Nuestro Padre nos dio ¡es más que ello! Es -por eso se nos ha insistido y nos han dicho- ¡Tú eres eterno! Mas al estar aquí, cada uno de nosotros, para vivir lo que nos falta ¡y seguir con la evolución!, para lograr volver ¡al hogar!, que Nuestro Padre tan amado nos entregó. Lo que nos dio. Entonces, viene diciendo y nos ama tanto y nos dice: “¡Aún aquí, amado hijo!, ¡aún aquí!, Yo estoy  contigo. Lo único que necesito es que quieras escucharme, que no oír; ¡escucharme realmente! Que mi deseo es ¡que sientas y que sepas!, que deseo estarte guiando, acompañando, inspirando, a cada paso que des”.

Y todo esto que nosotros hemos vivido, inclusive lo que llamamos “las enfermedades”; ¡todo lo que hemos sentido! Por eso nos invitan a hacer una gran reflexión: “¿Qué es lo que me ha dolido tanto? ¿Qué es lo que mi corazón guardó?, que no es, no se asemeja, o no tiene ¡nada que ver con el amor! El amor ¡tan grande!, ¡tan fuerte!”

También recuerden que nos han dicho, ¡que el amor es tan importante! ¡Es la llave! ¡Es la clave de todo! “Y amado hijo; cuando tú empieces a entenderlo, ¡a querer vivir éste despertar!, para que escuches mi llamado, ¿cuántas veces?, ¿cuántas veces lo he hecho? ¡y lo volveré a hacer!” Pero… ¿realmente ya es tu deseo? Vivir y el caminar en ésta libertad; en el amor. En el amor que El nos da.

Y amados hermanos; no estoy hablando de religión, porque la religión… un Ser ¡tan terrenal! -como ésta hermana que les habla- las creó. Estoy hablando ¡de lo verdadero! ¡El amor! ¡El amor incondicional! ¡El amor que traspasa cualquier dimensión! ¡El amor que es eterno! ¡Que es inmortal!, así como Nuestro Padre nos creó. Es de ello, que ha prevalecido de tiempo en tiempo, que ¡todo lo que ha sucedido! y lo que seguirá más adelante, siempre, ¡siempre en ti!, sientas y lo que viva sea el amor de Nuestro Padre; lo que El nos ha entregado. ¡Ese Gran Legado!

Y cuando podamos, de verdad entendamos, que ya nos lo dijeron: “Ya no hay misterios”. Aquél que realmente está pudiendo y desea seguir, de acuerdo al Plan Divino de Nuestro Padre; lo que tiene para ti, y para ti; para ti y para todos nosotros, para que ya no pensemos ni digamos: “No sé cuál sea mi destino”. ¡Qué distinto es luego sentirlo desde lo más profundo de tu corazón! y así decirlo: “Me dejo llevar. Me pongo en manos de mi Padre y que sea de mí, de acuerdo a su voluntad; al Plan Divino”.

Porque para cada uno de nosotros -de manera individual- en éste Gran Despertar que empecemos a vivir, tiene -¡de verdad, amados hermanos! y cuando ya empecemos a  vivirlo y a verlo en unidad- reservado algo ¡tan maravilloso!, ¡tan grande! Ese es mi deseo; pedirlo, sentirlo y con ustedes hermanos, con ustedes que han estado dispuestos, deseosos, así como su hermana.

Insisto; que todo esto de lo que les hablo, ¡quizá algunas cosas pudieran sentirlas “repetitivas”!, pero -en la verdad de Nuestro Padre- siempre ha sido, ¡es y será! ¡Es la única! También como El, es ¡eterna! No tiene final. Mas cuando ya estás dispuesto a seguir adelante, así como te han dicho, como nos han dicho, amados hermanos: “Eternos caminantes”. “Hermanos mutantes”. “Grandes Atlantes”.

Porque sí; ¡sí!, ya en algún momento nuestros Maestros nos han comentado, nos han preguntado: ¿Crees en la reencarnación? ¿Qué te dice tu corazón? Amado hermano; cuando no hemos aprendido una gran lección, ¡a eso regresamos! A volver a vivirla, a entenderla, a asimilarla y ya no repetirla. ¡Seguir adelante!, tal como nos han dicho.

Tal vez, algunos hemos elegido ir escalón por escalón. Algunos otros deseamos ya vivirlo, ¡acelerar!, pero todo en amor. Y cuando Nuestro Padre eso lo ve, ¡entonces es cuando tú -amado hermano- es cuando empiezas a vivir lo que muchos llaman “milagros”!

Y luego, esas vivencias -que algunos han tenido y que muchos de ustedes empezarán a  tener- y Nuestro Padre te las está entregando, sabrás que -algunas de ellas- no con cualquiera pudieras compartirlas, porque no lo entenderían y mucho más; ¡no lo creerían! ¡Pero en tu corazón empezarás a vivir y saber que estás rompiendo toda ilusión! ¡Que es verdad que eres ilimitado! ¡Que si sigues adelante, lo que ya has logrado y lo que te tiene tan gozoso y triunfante!  Todavía recibirás mucho más, porque ¡esto es eterno!

Y entonces también vas a comprender, que la grandeza de la que nos han hablado y que Nuestro Padre te dice: “¡Amado hijo! Si tú dices que Yo soy perfecto; ¡eres parte de mí! ¿Por qué aún, todavía cuando me hablas, me dices: “Hay cosas ¡Padre mío! que no entiendo”. Yo sólo te pido que me escuches. Que me sientas. Que te dejes llevar; para que llegue ese gran momento, en el que -cuando todo lo sueltes- empieces a caminar en esa gran libertad. ¡Y entonces!, entonces, cuando nuevamente todo, ¡todo a ti te lo quieras perdonar!, ¡estarás vacío de todo eso!, que no ha venido de mí y que llegará, ¡te entregaré abundantemente! ¡Y lo verás y lo sentirás con infinito amor; con sabiduría y con gran claridad! ¡Porque sé que llegará ese día! en el cual, en el cual -así a mí volverás- ¡tal cual!, como cuando llegaste; con esa pureza ¡y en la verdad! Y recordarás que mi grandeza ¡también es tuya! y la empezarás a utilizar en mi nombre. En el nombre de éste Padre que ¡tanto te ama!”

¡Cuántas cosas más -amados hermanos- quisiera con ustedes hablar! ¡Tanto se ha hablado de “El Legado”! El Legado de mi Padre; mi Padre; ¡Nuestro Padre!, porque todos, todos nosotros somos hermanos y estamos aquí reunidos con ustedes, compartiendo ¡tantas situaciones!, ¡emociones!

Sé que muchas cosas -en estos días- en ustedes han creado y los han sumido en grandes reflexiones. Aún mi templo, que empezó a hablarles de esto. Pero ¿saben lo que está diciendo? Es, cuando tú -que no porque empieces a sentir la duda- sino sabiendo que aquí, todo lo que a ti se acerque, tratarán nuevamente de crear precisamente eso; ¡la duda!, ¡la incertidumbre! El no creer.

Y pensé -hablo de manera individual- porque mi templo, aquí estoy y con ella ¡ya empecé mi caminar!, en esa unión que para ustedes estoy deseando, ¡estoy pidiendo!, que Nuestro Padre -para todo aquél que esto esté escuchando lo empiece a vivir. Sabemos que muchas cosas, porque te gusta mucho -amado hermano- pensar y hablar: “¡Cuánto tiempo ya hemos estado aquí! ¡Cuántas cosas han sucedido! ¡Cuántas de ellas me han hecho cambiar! Mas luego -al volver a pensar- nuevamente, ¡nuevamente!, he empezado a dudar”.

Que yo te pido; ¡no permitas que eso suceda nuevamente contigo! Y no hablo de éste tiempo que estás viviendo. Porque tú -que esto has estado escuchando- lo has hecho de tiempo en tiempo. ¡Mi promesa ante mi Padre fue!, que -al aquí volver- como hoy, que estás escuchando, ¡algunos han estado recordando! ¡Que no suceda lo que antaño! ¡Y no! No confundas el hecho de pensar: “Es que mi hermano, ¡tú estás aquí porque has venido a rescatarlo!” ¡No hermano! Eso es una decisión muy individual. Cada uno de ustedes, cuando sea su deseo ya ¡caminar en libertad!, pero que sea ¡con esa firmeza!, ¡con esa entereza!, ¡con esa fuerza!, que sólo Nuestro Padre -a cada uno- les da. ¡Como a mí me la entregó!, a tu hermana, que ahora hablándote está.

Y te hablan de dimensión. Y algunos intentarán pensar y decir: “¡No es verdad! Eso, tu mente lo creó”. La mente, el pensamiento, que tanto en ti ha estado revirtiendo, ¡que en algunos ha hecho cada vez más -su evolución- tan lenta! Pero ahora, ahora, cuando se haga la gran fusión, que está a punto de suceder; mira hermano, te habla y hemos escuchado, que de la electricidad -como lo ha hecho mi hermano Leutón- él, es su deseo ¡y porque así es de Nuestro Padre su voluntad! hablarte y paso a paso llevarte, de lo que es la verdad. ¡Lo que ha hecho en ti!, pero también cómo aquí la han querido utilizar; la fuerza de atracción. Pero también, también es importante que sepas, que hace rechazo, repulsión.

¡Es muy importante! y eso, algunos de ustedes lo irán entendiendo. Todo lo que dentro de ti ha estado sucediendo ¡y lo que vendrá!, porque hasta ustedes llegará. Por eso les hemos pedido que ¡preparados tienen que estar! ¡La gran avalancha de energía! que llegará. Ya vivirán ese día. Hemos estado insistiendo que paso a paso y cada día será vez más. Ahora es importante que lo escuches, porque -al llegar- una gran reacción, que en todos ustedes creará.

Aquél que está -de verdad- en el proceso y trabajando en su interior, ¡esto es muy importante amado hermano!, por todo lo que en ti hará fusión. ¡No olvides de esto de lo que te estamos hablando! De lo que tu hermana Aleshia ¡que no te está confiando! sino que es la verdad, de lo que mi Padre nos ha pedido y lo que nosotros -con ustedes- queremos hablar.

Lo que en ti -a pesar de todo- ha prevalecido. Lo que siempre has sido. Por eso -al convertirte en silicio- ¡la cristalización!, ¡la transparencia!, eso es lo que provocará lo que ustedes llaman “su evolución”, pero vehículo sagrado, que de ello ha hablado un Gran Maestro, que su intención ha sido prepararlos. Todo esto, para que luego, ¡en ustedes se ponga de manifiesto!

No olviden que lo que es perenne, lo que prevalece, lo que es eterno, viene desde tu interior y va abriendo, ¡hasta que hace esa gran expansión! y luego ¡lo muestras! ¡Y tus hermanos lo ven en el exterior! Eso, a lo que pocos ¡o nadie!, le encuentra explicación; pero que lo emanas, que lo vives y que te pide ¡y sientes esa necesidad, que con los demás te hermanas! y empiezas a sentir ese gran amor; ¡el universal! y que Nuestro Padre nos entregó.

Y hablando precisamente de aquellos hermanos, que su deseo es verlo todo aquí -en lo terrenal- tan vehementemente: Tú ¿qué preferirías hermano? ¿Sentirlo? ¿Empezar a vivirlo y después compartirlo? Y luego ¡todo llegará por añadidura! Así lo ha dicho el Gran Maestro ¡y entonces verdaderamente caminarás en la cordura!, ¡en la verdad!, que sólo Nuestro Padre nos da.

Ahora, se está viviendo ¡esta gran oportunidad!, en que no sólo unos cuantos logren esta libertad; ¡este amor sin igual! El deseo de Nuestro Padre es que sean ¡tantos y tantos! Alguna vez ya lo pregunte; ahora nuevamente, amado hermano: ¿Y qué has escuchado? ¿Qué de los 144,000, de los que tanto han hablado? El tiempo está. ¿Y quién lo vivirá? ¿Quién -realmente es su deseo- quererlo lograr?

¡Pues para que eso lo muestres y lo vivas aquí -en éste plano terrenal! ¡Para eso estamos aquí!, amado hermano. ¡Y no sólo tu hermana Aleshia te va a acompañar! No sólo yo. ¡Bendito mi Padre!, que un gran ejercito de amor está llegando. ¡Más de los que ya llegaron! ¡Muchos más de los que aquí -con ustedes- ya estamos!, porque habrán de elevarse, en compañía de nuestra amada Madre Gaia, ¡que tanto por ti está haciendo! ¡Que tanto y con infinito amor te está abrazando!

Es que, si realmente ¡tú así lo sintieras! ¡Si con los ojos del corazón, de tu Ser infinito lo vieras! Te dijimos que tú serías quién anclaría toda esa energía, esa vibración ¡que de Alción llegaría! Y que del Núcleo Sagrado de nuestra amada Madre Tierra, lo que estaría llegando, en ti, ¡en ti!, tú serías quien lo recibiría, en esa Ley de Atracción, para que haga esa ¡total fusión!

¡Y ustedes verán! ¡No se pregunten: “¿Cuál es la relación?”, porque lo verán! Y en la acción ¡lo sentirán!, ¡lo expresarán! y todo lo inimaginable. No olvides -amado hermano- en éste viaje empezarás a co-crear. Cuando empieces a hacer de todo venal, para resurgir, para entonces verdaderamente vivir en el amor.

Eso te dice tu hermana; tu hermana ¡Aleshia! ¡Aleshia de Shirón! El que en el proyecto que Nuestro Padre ha entregado, es hoy y para ustedes, el gran propósito ¡que se ha logrado! Es para que todos ustedes -amados hermanos- logren llegar a florecer.

Y nosotros, nosotros, estaremos acompañando. Y en éste camino ¡todo lo que irás soltando! ¡Todo lo irás dejando!, será precisamente aquello, ¡aquello que tanto te ha estado afectando! Lo que no te había permitido, el Gran Despertar que ya estás logrando. ¡Porque así será!



Junio 24, 2015
Ángel Ráh.
Y aún así; a pesar de todo esto -que no oír- sino haber escuchado, la tendencia del hermano, a luego salir de este recinto que “Aquél que todo lo puede” a ustedes les ha entregado.

¿Qué es lo que has hecho de tu vida hermano? ¿Qué es lo que insistes en seguir pensando? ¿Por qué permites que la razón -que no el corazón- te siga guiando? Ya aquél que llamas “Maestro” lo ha dicho: “¡Ya no hay marcha atrás!” Todo lo que tu vivirás, de lo que has sentido y lo que verás, porque ¿quién de ustedes habrá de acompañar?

Y tal vez -al insistir en todo esto- podré parecer repetitivo. Mas, si esto te digo, es para que tú te des cuenta que la preparación tiene que seguir así día a día, cada instante, a cada momento, para que no -si ya has logrado liberarte- vuelvas a ser cautivo. Esto ¡es eterno!

Y aquél que es su deseo ya dejar de ser “humano”, todo esto tiene que entender, para que -al seguir adelante- utilice también la sabiduría, el discernimiento, todo ello que “Aquél que te creó” a ti te ha estado entregando. ¡Es tuyo! Por eso insistimos: ¿Por qué? ¿Por qué no has querido utilizarlo? ¿Por qué a cada golpe -de lo que tú llamas “destino”- permites que aquí, nuevamente el sufrimiento te esté cegando? Que el dolor no te permita ver ¡la verdad!

Porque si todo lo vieras con amor, ya hubieses entendido en éste caminar, para ti ¡todo ya hubiese empezado a cambiar! Que para algunos ya ha sucedido y tienes que seguir así hermano, con toda la fuerza, que por eso nosotros aquí estamos. ¡Siente! ¡Resiste y vive! ¡Sigue adelante con esa entereza! que sólo aquél que ha empezado a entender la verdad, que te entregó “Aquél que te quiso crear”.

Empieza a caminar en esa libertad de la que nosotros te hemos venido a hablar: Libertad. ¡Liberarte de todo esto!, que sólo te ha llevado a caminar en la esclavitud; ¡encadenado! a todo lo que no te ha permitido, ni sentir, ¡ni mucho menos vivir!, como realmente te lo pide el Padre. ¡Él!, que te pidió estar aquí y que también ¡fue tu deseo hacerlo!

Mas, aquél que ya está preparado, que ya ha entendido “por qué” y “para qué” aquí has llegado, en ese despertar, para cumplir su misión ¡ya debería haber empezado! ¡Algunos ya lo han hecho!, pero también tienen que entender que es necesario escuchar, de la guía y la inspiración de “Aquél que te quiso crear”, porque ¡es arduo el camino! y siempre habrá la intención de quererte desviar. Mas ¡tú tienes que sentir y tener esa que tú llamas “fe”! La fuerza para seguir y saber que siempre se te mostrará la Luz ¡que también en ti está! Que te guiará. Que te llevará, para que luego tú también, al sentirla, al redescubrirla, llevarla, compartirla con tus hermanos, porque si tú, por El has sido creado, cada uno de ustedes entonces, por eso, habrás de entender que tienes que llamarlo “hermano”, porque todos, ¡todos ustedes!, son Uno en Él. Y eso te lo digo, porque lo podrás ver.

Al hablarles cada vez de todo esto, de lo que ¡pocos han escuchado!, mas esto -amado hermano- en tu corazón has de guardarlo, cuando -porque ya ha iniciado el rompimiento de toda ésta ilusión- empieces a verlo todo, ¡pero realmente con los ojos del amor!, verás ¡mas allá!, de lo que hoy ante tus ojos está. ¡Esa gran profundidad!, que -al estarse mostrando- tú sabrás y verás. Entonces entenderás, cuando se te habla de la multidimensionalidad. ¡Muchos han estado cuestionando! Otros se han estado preguntando; ”realmente ¿dónde empieza? Si realmente están cerca, o sólo es, son palabras y es una banalidad”.

Yo te digo, que -mientras tú sigas adelante- no te preguntes hermano, ¡se constante! y en la preparación, en lo que tu corazón, en ese instante te guíe y te diga; que las respuestas para ti estarán llegando en aluvión y cuando menos esperes; ¡en el momento en que menos lo imaginas!, porque así ha empezado a suceder. Es por eso que se te ha dicho ¡que atento y alerta tienes que estar!, porque cuando la Luz de “Aquél que te creó” se manifiesta, que no te encuentre distraído, porque entonces, ¡entonces te perderás esa gran oportunidad!

¡Y que aquí sigan diciendo lo que quieran! ¡Lo que deseen!, aquellos que aún quieren seguir caminando ¡tan dormidos!, pero que también son tus hermanos y nosotros los amamos. Pero que exponen tantos motivos para posponer el momento ¡de volver!, a lo que es tu hogar. Mas ¡esto es eterno!

Ya lo ha dicho “¡Aquél que todo lo puede!”: “Siempre estaré esperando por aquél; aquél de mis hijos que aún quiere seguir experimentando. Sólo les pido y dense cuenta; que no lo sientan y les imponga un sacrificio”.

Cuando veas que en tu hermano, aquél que ya tiene -con infinito amor- el deseo latente, el Ser despierto, entonces, entonces, no te estés preguntando: “¿Qué es lo que está sucediendo con él?, porque -en apariencia- todo tan fácil es. ¡No lo confundas con la suerte!, porque la fe y el amor y el deseo infinito de compartir con el hermano ¡todo lo mejor!, es lo que atrae ¡en Ley de Correspondencia! para ti. Es cuando “El que todo lo puede” te lo entrega con infinito amor.

¡Y ahí es donde entro yo! Te dije que empezarías a vivir la Conciencia Crística. Que en el proceso y la preparación, cuando empezaras ¡a soltarte!, ¡a liberarte! y a ver a tu hermano con infinito amor; ¡sin juzgarlo!, ¡sin cuestionarlo! ¡y sin dejar de amarlo!, entonces amado hermano, ¡entonces! empiezas a acercar para ti ¡lo verdadero! y empiezas a dejar de ser “humano”.

Y el Cosmos, ¡el Cosmos!, a donde envías toda esa vibración, empieza a acercar -para ti- en Conciencia Cósmica la verdad y es cuando realmente se hace la fusión. ¡Esa!, de la que te hemos venido a hablar. Y no solamente hablar, porque de los que están aquí y los que se han empezado a preparar, solo te pido hermano que sigas así. ¡Ten por seguro que lo vas a lograr!, que por eso escuchando estás. Que todo esto ¡siéntelo así!, es la verdad. ¡No es una ilusión como la que aquí viviendo estás! Al romper ese velo, muchas cosas para ti y en ti sucederán.

Por principio de cuentas; te han dicho aquellos que has llamado “Maestros” que los veras. Y así será. Que no son sólo palabras. Mas, como ellos te han preguntado, ¡que nosotros lo sabemos! ¿Quiénes de ustedes lo van a lograr? Y esto, no sólo es para motivarlos; sino para que sientan y realmente, todo lo que pretenda detener, lo reviertan y sigan adelante, ¡eternamente!

Que todo lo que tú vivas, tú mismo serás el causante. Serás tú y sólo tú -amado hermano. ¡Tan fácil que sería!, tan sencillo para nosotros; que ya estuvieran viviendo ese día. Mas en el respeto infinito de la libertad que El te da, “Aquél que todo lo puede”, por eso te invito, te incito, a que sigas adelante. Porque cuando des ese gran paso, que no sólo yo necesito, sino que tú y todos nosotros que hemos venido -no sólo a hablarte- ¡que ya queremos mostrarte!

Mira; cuando dejes la ambivalencia y todo lo que en ti fuertemente creó y está ahí guardado y lo que es tan ilimitada esa creencia, entonces, que ya has acercado mucho hacia ti. Estás ¡que no a un paso! Quiero, quisiera mostrarte realmente, cómo ya tan cercano, que te reciban con ese gran abrazo ¡que tanto te han prometido! Y así, ¡así será!

Al cruzar el firmamento, porque así tú lo llamas: ¿Quién vivirá tan gran evento? El cuadrante que se ha abierto ¡a aquellos que se hacen llamar: “Caminantes” y “Mutantes”!, es necesario la transmutación que en su interior ya se está dando, porque -al empezar a vivir todo con ese amor- la Luz que empieza a emanar, que si quieres llamarlo “electricidad”  que en atracción lo que va a lograr, ¡es acercar!

Mira; cuando “El Omnipotente” empezó a crear y dijo: “¡Hágase la Luz!, porque ahí llevará implícito mi hijo ¡no sólo la divinidad!, sino la esencia ¡que a él quiero entregar!” ¿No te has preguntado de qué realmente estás hecho? ¡Qué es lo que en ti ha creado? Sí; has prestado oídos y has escuchado, que cuando tú empiezas -con gran energía- a emanar y que lo que suceda a tu alrededor hermano, si eso es lo que tú has permitido que te empiece a motivar y -porque no ha sucedido- entonces empiezas a dudar y decir: “No he podido. ¡Eso nunca lo voy a lograr!” Yo te digo; es desde tu interior, ¡porque ahí es donde está la Gran Luz que El te dio!

Y cuando el Gran Llamado -que tan cerca está- ¿qué prefieres? ¿Que también por ti sea escuchado? ¿O aquí -ante tus hermanos- empezar a protagonizar? ¡Que mira!, que la falsedad y la ilusión que muchos están viviendo, ¡esa!, ya se ha dicho; ¡terminará!

Y podrás pensar: “¡Tantas palabras he venido a escuchar y nada ha sucedido!” No te confíes hermano. ¡No te confíes!, porque si de ello te estamos hablando y tú estás acostumbrado a escuchar fechas y días; así no sucederá. Llegará ¡cuando menos lo esperes! ¡Cuando más tu ego -en ti- esté tan grande y cegado!, por ello estés pensando: “Voy a lograrlo”.

No escuches las voces que ¡por tanto tiempo, a tantos de tus hermanos los ha detenido! La verdad, ¡la verdad está en Él!, porque también aquél que te diga: “¡Ven a escucharme! La verdad está conmigo”. Escucha tu corazón. El es el que te dirá: “No te dejes engañar”. Aquél, que realmente en el nombre de Él te esté hablando, tú lo sentirás y siempre te estará insistiendo en que -en el nombre de El- lo que estás viendo, lo que estás sintiendo, es El el que realmente te lo está diciendo.

Porque lo que es eterno, en la verdad y el Gran Legado, tal como El lo ha dicho, que se les va a entregar. Así siempre ha sido y ha sido escuchado de tiempo en tiempo por aquél que -en el proceso- de todo lo terrenal se ha liberado.

Y nosotros lo hemos visto y eso es lo que de ustedes también deseamos, queremos, porque los amamos. Porque ¡es el momento!, el Gran Momento que hasta ustedes nuevamente está llegando. Este día que tan fuertemente a ustedes los estará iluminando y así es como irán caminando.

En las grandes profecías –así, ustedes las están llamando- ¡las verdaderas! Aquellas, a las que no han podido estar desvirtuando, ustedes verán cómo nuevamente aquí, se estarán cumpliendo, paso a paso. ¡Y ustedes hermanos!, ¡ustedes!, son quienes las estarán viviendo, las estarán mostrando; porque es la voluntad de El.

Ahora de esto, no sólo a ustedes les estamos hablando. Y eso se los ha dicho aquél que llaman “Maestro”. En diferentes puntos importantes, de esto nuevamente se los estoy recordando; también se les ha estado preparando. Algunos, lo que ya han estado logrando es de acuerdo a la preparación, que en ustedes también deseamos.

Y dicen: “¡Es de acuerdo a la evolución!” ¡Como tú lo quieras llamar! Pero cuando sea tu deseo todo aquello que te detiene soltar, entonces -amado hermano- porque aún aquí, algunos que ya empezaron, otros, que ya lo han estado mostrando y algunos ¡que estarán empezando! Pero todos, ¡todos!, en el amor de “Aquél” que llaman “Padre”. En su nombre y para El. Es nuestro deseo que ya lo estén mostrando. Pero que sigan en el camino; ¡firmes!, ¡directos!, ¡para ir logrando lo perfecto!

Porque ya se te dijo: ¡Es posible! Así como los que llaman “Maestros”, que lo lograron, que se liberaron y que están -dicen ustedes- en otro plano; ¿en la octava? Y mira; si yo te dijera, porque éste hermano que te habla, en la creación, para que tú logres vivir ¡plenamente en la transmutación!, lo que llaman “evolución”. ¡Es importante que empieces a recordar! ¿quién eres?, ¿por qué aquí estás? y muy importante ya: ¡Lo que harás!

¿O pensabas que solamente era lo que tanto escuchabas? “¿Por qué y para qué” aquí estás? Pues ahora yo te digo: Lo que harás, lo que vas a hacer, cuando ¡te unas a lo que es tuyo; a tu Ser! Cuando -amado hermano- ¡emerjas!, ¡resurjas! ¡y emprendas el vuelo! Y tú dices: ¿Hacia el cielo? ¡Mucho más! El infinito es eterno. Que hasta hoy lo que tú has visto con los ojos del cuerpo físico ¡es nada!, amado hermano. ¡Es nada comparado a lo que vivirás cuando dejes de ser humano!

Y si tú me dices, que ¿por qué de esto tanto te hablo? y hasta ahí llega todo lo demás. ¿Por qué nosotros no hemos empezado a hablarles todavía de esa verdad? ¡Pues eres tú el que no ha permitido! Yo te pregunto: ¿Cuándo? ¿Cuándo permitirás que llegue ese día? Porque todo lo que has estado guardando, que dices: “Ya mucho he estado soltando” ¿Y por qué lo haces en un momento y ¡al siguiente!, lo vuelves a tomar y lo sigues guardando?

Que esto que te digo no es nada mas por hablar. No olvides que nosotros -de ustedes- ¡todo lo sabemos!, ¡todo lo vemos!, así como “Aquél que te creó” -y en el nombre de El- tu hermano Ángel Ráh de esto te habló.

Y ya han empezado a hablar. Ya has escuchado de la Conciencia Cósmica. Pues yo te digo y te repito; que sea éste el motivo para que llegue el instante, el gran momentum, en el cual de esto ¡y mucho más!, tu hermano ¡Ángel Ráh! te hable. Que no olvides que para eso aquí estoy y te lo digo con infinito amor.

Recuerda bien “por qué y para qué” aquí estás y lo que harás. Lo que vas a hacer, ¡en el nombre de Él! Y de esto te hablaré.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! Nombre terrenal y dejo en ustedes mi energía sutil, que viene hasta cada uno y sientan realmente en la preparación, para que luego todos vivan ¡en el amor!

Que vengo del Centro; de ahí donde ¡todo empezó!


Junio 24, 2015
Aleshia (2).
Y siempre ha habido, en todo lo que aquí -amados hermanos- ha sucedido; muchas, muchas cosas, que a mis hermanos los ha mantenido cautivos. El deseo de sentirse seguro, protegido, ¡pero no encaminado en el amor!, sino que -en ésta existencia- ¿quién puede tener o quién tenga más que yo? ¡Ese ha sido el pensamiento que en muchos ha prevalecido! y en ese afán, de querer todo lograr tener ¡sin compartir!, permitiendo que esa dureza del pensamiento que en ellos -para adelante seguir- ya no les esté permitiendo ni ver la verdad ni sentir.

Se nos ha dicho que ahora es el tiempo del sentir; que no pensar, ¡mucho menos razonar! Que realmente ¡cada uno de ustedes! a Nuestro Padre le desea entregar -ustedes llaman “su vida”-. Yo diría; la decisión de que -en ésta transición- para ¡primero que nada también!, empezar a ver que cuando suceda ¡que no tu partida!, sino el cambio que en ti empezará a suceder, en la transmutación, que con la preparación, se empieza a mostrar ¡desde tu interior! -amado hermano- ¡tal cual!, así como a mí me sucedió.

¡Cómo quisiera mostrarte y poder hacerlo! Mas he de decirte; que podrá verlo aquél que ha querido prepararse, porque ¡podrá entenderlo!, ¡sentirlo!, ¡vivirlo!, para también, luego compartirlo. ¡Y eso lo vivirán todos ustedes! Mas ahora: ¿Quién ha decidido que sea su momento? ¡Su gran momento!, amado hermano.

Si, muchas cosas aún estás pensando, pero que sea -ahora ya- también desde el corazón; desde el corazón.

Después del llamado que fue efectuado, en el ritual sagrado, en el que estuvieron presentes algunos hermanos, ¡mas he de decirles!, que aquellos que estuvieron ausentes físicamente, pero que en el corazón fue su deseo ¡estuvieron presentes en la reunión! Porque Nuestro Padre -que todo lo ve- sabe cuál ha sido la decisión ¡de éste y de aquél! y eso es lo verdaderamente importante.

Por eso, tu hermana sigue aquí, dispuesta a hablarte con el corazón. Ojalá -sé que así es- sea tu deseo ¡también así escuchar!, para ir haciendo de todo esto gran reflexión. ¡Hay muchas cosas! y es importante -amado hermano- que tú, no sólo en ello quieras pensar, sino realmente con el corazón sentir y lo que sabes que no haya y que no esté correcto en ti lo quieras cambiar, porque entonces, así es como ¡más y más!, la Luz de Nuestro Padre hasta a ti vas a acercar. ¡Y más fuerte será!

Y no sólo te empezará a iluminar; también ayudará para lo que en ti está; empiece muy sutilmente primero, suavemente y luego ¡con gran fuerza! de ti empiece a brotar. ¡En muchos ha sucedido ya! Y aquí con ustedes -amados hermanos- en el gran proyecto, eso es lo que está sucediendo. Y recuerden lo que ya les hablé, lo que ya les compartí; mi Padre -es su deseo- que también con otros hermanos lo empieces a hacer.

¡En ustedes estará quedando! lo que con gran amor estuvieron ¡y están escuchando! Mas, el momento ya está. En el tiempo de mi Padre, todo empezará a cambiar. Pero ustedes, lo que han recibido, lo que ya está, desde lo más profundo de mi corazón se los digo: Ya empezará cada uno de ustedes, de esto hablar. A compartir con aquél hermano ¡que está ansioso de vivir también su despertar!

Que inútil no ha sido; que todo lo que han escuchado de su hermana ¡Aleshia! ha llevado un gran motivo; el propósito divino y ustedes, ¡ustedes que se han elegido!, han empezado y empezarán a compartirlo.

Nuestro Padre -con esa sabiduría tan grande y que es eterna- en ustedes se empezará a ver esa Luz. Y yo les digo: ¡Benditos sean! ¡Gracias!, porque es su deseo escuchar. ¡Gracias!, porque al empezar a vivir ¡que no a despertar! sino a sentir y mostrar lo real, la verdad, que nuevamente hoy aquí, en éste tiempo -amado hermano- en ésta Era Dorada, mucho ¡y por ustedes! -de Nuestro Padre- será mostrada. Se los dice su hermana, que vengo en su nombre; en el bendito nombre de “Aquél que es Omnipresente”.

Su hermana Aleshia; que precisamente con ustedes, ¡con ustedes!, tendría que compartir nuevamente. Y para que suceda todo aquello que mi Padre ya ha dispuesto, ustedes saben todo esto; ¡no hay fecha!, pero están ¡y lo estarán viviendo!, porque ¡es aquí!, ¡es hoy!, en el tiempo que es eterno.

Cuando llegue a ti el Gran Recuerdo, ¡porque así será!, pero para esto, ¡preparado y listo tienes que estar, por todo lo que a ti llegará! Amado hermano; algunos de ustedes se sentirán abrumados, porque pasará como algunos lo han pensado; como si fuese una película, con gran rapidez. ¡Muchas cosas se estarán mostrando!, mas aquél que sabe y entiende -para ese instante- quién realmente es, entenderá que eso sucederá, porque al unir su Ser con el cuerpo terrenal, toda -que no la información- sino la vida; ¡no olvides que se te ha dicho que en ti se mostrará el Dios Vivo! y ese es eterno. ¡Y todo lo que tú has vivido! ¡Lo que está en ti! ¡Lo que está contigo y que ha venido de El!, ¡estará ahí presente!, porque es eterno ¡como El!

Por eso, por eso -amado hermano- se te ha insistido: “¡Has de prepararte!, para que -cuando vivas en la verdad- lo que a ti llegue no vaya a impactarte, ¡no vaya a impresionarte!”

¡Tantas cosas!, que también, ten presente que aquél -nuestro Maestro- cuando te entregó y te insiste: “¡Aquí está la Llama Violeta para que todo lo transmutes y vivas en la pureza!, para que entonces ¡el fuego sagrado -que en ti siempre ha estado- sea reavivado! y con toda la fuerza de Nuestro Padre empieces a vivir aquí ¡todo lo sagrado!” No es tan sólo un decir; que mira que tu hermana Aleshia, de ello también -porque es voluntad de mi Padre- hay cosas que te empezaré a compartir; que ya no sólo hablarte; también a mostrarte.

Porque aquél que ya ha empezado a prepararse, a pulirse, empezará a brillar como un diamante. Es por eso que algunos hermanos, que mucho de esto han presenciado, ¡no han sabido explicar! qué es lo que -aquél que se ha liberado- ¡qué es lo que ha irradiado! “Que si es Luz. Que si de qué manera y por quién fue arrebatado. Que si parecía fuego. Que una gran Luz lo envolvió”.

Pero eso sucede cuando -por principio de cuentas- mi hermano todo en él; la inarmonía, lo negativo, ya lo haya transmutado.

Que lo que viene después; para eso, mis amados Maestros y nosotros, mostrarte, que ya no sólo de ello hablarte, aquí estamos y no sólo, solamente palabras.

¡Tú lo vivirás! Tú lo compartirás, amado hermano.



Junio 24, 2015
Saint Germain.
Y nuevamente te digo amado, ¡amado hermano!, tal cual, como en aquél gran momento, en el que a ustedes fue entregado.

Miren; ahora que empezarán a vivir todo éste cambio; en estos días de gran energía, que es en la preparación y siempre se habla de un gran portal que se ha abierto; otro que ya se abrió. Yo te digo, ¡el paraíso sagrado de mi Padre!, aquél que es su deseo ¡a ustedes! estar entregando y por ello se les ha estado preparando. Pero ustedes también tienen que seguir en esa gran reflexión y llevar a la acción su purificación; ¡la limpieza!

Y hablan también de acudir y estar en lugares en donde ¡claro que sí!, se recibe y lo han sentido, donde -como aquí- que se les ha dicho que lugar sagrado es ¡y no te hemos mentido!, porque la intención y el deseo es -que en la preparación- lo hagan ¡con gran aceleración!

El gran momento para su evolución es ¡hoy! ¡Es el presente! Y aquél que todavía insista y sea su deseo a todo esto estar ausente, créanme hermanos, se le estará y se les está respetando, porque sabemos que finalmente ¡todos ustedes han de volver al Padre! ¡A esa gran vertiente!, porque de ahí -cada uno de ustedes- ¡ahí es donde fue creado!

Y miren; les hemos dicho y es verdad: Son ustedes ¡tan valientes!, porque al estar aquí, en éste plano terrenal, en ésta gran densidad que tanto los ha atrapado, pero esa valentía que tienen, para seguir luchando, adelante. Muchos de ustedes ahora, en ésta Era ¡créanme!, estarán nuevamente ¡no sólo con nosotros!, sino con el Padre y ya será ¡eternamente! ¡Claro que sí!

Que con ustedes después, con Nuestro Padre, le pidan y quieran hacer, ¡pero ya será en infinito amor! En esa gran libertad, entendiendo y viviendo la gran enseñanza del “Yo Soy”. ¡Ahí es!, donde toda respuesta -aquél que la quiera ver- la sentirá, la vivirá y -como nosotros lo estamos haciendo- la compartirá. ¡Porque será tu deseo hermano!, al ver que otros hermanos tuyos están todavía ¡tan dormidos caminando!

Y le dirás al Padre: “¡Es mi deseo compartirles! ¡Permíteme hablarles!, cómo lo que yo viví y cómo logré mi liberación. Ahí, hablarles de la enseñanza, ¡la gran enseñanza del “Yo Soy”!

¿Y qué creen? Aún antes de volver a Él, ¡aquí!, muchos de ustedes, quiero decir; es mi deseo ¡todos ustedes lo harán! ¡antes de volver! Son la gran avanzada, que tiene esa fuerza que sólo por El ha sido entregada, en el amor y la verdad.

Vuelvo a decirlo: ¡Tan valientes son!, que aún sabiendo que -al aquí llegar- el olvido de quiénes son y “por qué y para qué” aquí están, dijeron: “¡Sí! ¡Sí Padre! ¡Ahí quiero estar!, tal cual como la hermana”.

Que miren, que cuando éste gran despertar, por toda aquella alma que todavía se hace llamar “humana”, empiece a lograr, que miren que algunos, ellos viviéndolo ya están.

Ya no serán solamente reflejos, sino al caminar ¡firmemente en lo verdadero!, tal cual, como lo ha dicho mi hermana; con sólo que te escuchen hablar, porque de corazón les estarás diciendo, cómo Nuestro Padre -en ésta gran enseñanza- ¡a ti!, tú -al escucharla- logró ese despertar.

También tu hermano, en esa gran energía, porque mucho les insistió y les dijo: “La ciencia de la palabra hablada; la entenderán, la escucharán, la vivirán un día y algunos… ¿lo digo hermana? Se avorazaron; consiguieron libros que leyeron. Amados hermanos. ¡Sí es verdad! Yo también les he dicho: Les estaré acercando. Les estaré mostrando -en el nombre de mi Padre- también en lo terrenal, nosotros, es nuestro deseo estarlos guiando. Mas ¿qué es lo más importante? Tu corazón. El sentir lo que estás viviendo.

Que mira; que ahora con más fuerza -cuando tú te abandonas al descanso terrenal- tu espíritu, esa esencia que es verdadera, se van al plano etérico, donde nosotros ¡siempre! ahí estamos. Los vamos a esperar ¡y los llevamos!, ¡los guiamos!, ¡les entregamos!, ¡les hablamos! con infinito amor.

Y en esa Conciencia amorosa, que ya Crística muchos están viviendo, han empezado a recordar, cuando aquí siguen su caminar. ¿Por qué crees amado hermano?, que de momento, en algunos instantes, lo que están viviendo, sientes y hablas sin pensarlo. Y lo que tú exclamas, lo que tu boca habla, ¡viene del corazón!, de lo que de nosotros has escuchado, para vivir la Gran Transmutación.

Y si de esto te estoy hablando, es porque -de los que están aquí- ¡muchos ya lo están viviendo! y otros ya lo están empezando. ¡No olvides hermano!, que si tú, nos han aceptado -en el nombre de Nuestro Padre- para que te estemos guiando, pues ¡eso está sucediendo! Y no sólo yo; también mi hermano, ¡el Gran Maestro!, que tanto todos ustedes -la gran mayoría- están recordando; ¡Jesús lo has estado llamando! Pues él y yo, te hemos estado acompañando.

Y en esa gran lección maravillosa, enseñanza gloriosa del “Yo Soy”; la única, la verdadera, para que entiendas y sientas y recuerdes y revivas, que -en el Uno- todos ustedes vuelvan a estar y aún así aquí -en el plano terrenal- lo vivas.

No te voy a decir que eso es lo que sucederá; porque pasando en ti ya está. No por nada, aquí escuchando estás. ¡Claro que sí hermano! ¡Y no tengas duda de ello! No te quieras preguntar: “¿De qué manera? ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Cómo vas a empezar?” ¡Déjalo todo en manos de El!, que también nosotros y tu hermana aquí acompañando está.

Todo estará sucediendo ¡tal cual! como escrito está, porque nosotros -en ustedes- ya lo hemos estado previendo. ¡Y créanme!, cuando hicieron el juramento de entregarse a Nuestro Padre y le pidieron con ese gran amor: “Mas, Padre mío, ¡no vayas a soltarme! te pido y más aún en esos grandes momentos en los cuales esté pensando que -de ti para mí- ya hubo el olvido, ¡me muestres que no es así! y que estás eternamente conmigo.”

Y así será. Así ha estado sucediendo. Así pasará con cada uno de ustedes, amados hermanos. Que lo que hasta hoy han estado viviendo, véanlo todo con infinito amor, porque eso -amado hermano, hermana- la fuerza para resistir los embates, porque un hijo de Nuestro Padre nada le asusta. ¡En él no hay temor!, sino la fortaleza de saber que -pase lo que pase- ¡ya todo lo venció!

Por eso te entrego nuevamente mi Llama Violeta, para que de todo -amado hermano- hagas la Gran Transmutación. Que sea cada instante, cada momento, cada día, lo que en ti guarde y transmute y cambie -en amor- toda inarmonía. Verás cómo así sucederá.

No olvides que tu hermano ¡Saint Germain! contigo está. ¡Ahora más que nunca! En ésta Nueva Era que ya inició, en el cual nuestro amado Padre me concedió y me está permitiendo que con ustedes comparta, para llevarles, entregarles; el gran amor, el perdón, la transmutación y la gran libertad, como a mí me sucedió. Amados, amadísimos hermanos, ¡que ustedes son y serán quienes me irán acompañando!

¡No lo olviden!, porque esto ¡el gran cambio total, de la Ascensión en unidad!, ¡ustedes!, ustedes son los que conmigo, en la avanzada irán. Y esto ¡ya empezó! Verán como así es, ha sido y será.

Se los dice su hermano ¡Saint Germain! y que la Llama Violeta ¡eternamente los envuelva! amados hermanos ¡y la Gran Amatista! desde su interior eleve, ¡eleve!, en gran aceleración, su transmutación. Amados hermanos ¡en ustedes! y en todos sus seres amados; ¡en mis hermanos!, que van caminando en éste gran planeta de amor y evolución.

Su hermano ¡Saint Germain!



Junio 24, 2015
Aleshia (3).
Y dice mi Padre, que -no para finalizar- sino un paréntesis dar, a éste momento en el cual con gran amor, de todo lo que nos quiso hablar y que nuestros Maestros, que tantas cosas -no solamente porque eso es lo que muchos han pensado- que igual, tal cual, de lo que tu hermana has escuchado, que todo lo que se ha hablado, pero poco se ha mostrado.

En gran reflexión entra hermano, porque esos chispazos de Luz que has visto y que has compartido, serán más fuertes y hará a plenitud y será mi Padre, ¡Nuestro Padre! el que estará contigo; el que te hablará; el que te dirá. Mas te pregunta: “Y realmente hijo ¿preparado estás? ¿Realmente lo creerás? ¿Tu corazón te hará sentir que esa es la verdad?”

La respuesta te doy. No olvides, que -cuando nos ha hablado- ha dicho: “Y duda no te quedará”, mas lo importante aquí es -que cuando eso suceda- antes de vivir ese gran momento, en ti duda no haya habido; porque todavía pasarán más eventos, en los cuales la guía, la fuerza y las directrices de aquellos que ha enviado, aunque -mucho de lo que tú dices- porque de eso, cosas y dudas en ti han quedado.

Que tan importante es, que tarde para ti no sea, al verlo y sentir, porque cuando tú estés testimoniando que en muchos de tus hermanos su Ser se esté uniendo y lo esté mostrando, lo que mi Padre quiere es que también en ti, ¡en ti!, eso esté pasando. Que no sea, que no suceda nuevamente lo que ha pasado antaño; que te has quedado a un paso, de que eso -en ti- también sucediera, porque esperando está para fundirse en ese gran abrazo, con esa chispa de amor, que a Él, ¡que a Él le está faltando!

Que cuando en el inicio de todo lo que creó y estuvo soltando, dice: “Que mi hijo escuche ¡cuánta falta me ha hecho! ¡Con cuánto amor lo sigo esperando! Que realmente hoy, que todo esto esté escuchando, venga a él el recuerdo, de que el “Yo Soy” al que llama “su Padre tan amado”, aún anhela que él vuelva a su lado”.

Eso es lo que dice mi Padre para todos nosotros. Y si tenemos la fuerza que El nos entrega; el amor, que es inagotable, nada de lo que aquí se presente, así sea una prueba de las prueba, como así  hemos querido llamarle, nada podrá doblegarte, porque sabrás -amado hermano- que El, Nuestro Padre, siempre ha estado y eternamente va a acompañarte.

Porque así lo he sentido, porque así es como es mi deseo seguir viviendo y deseo seguir compartiendo contigo todo esto, que en El está sucediendo. ¡Porque en ti también quiero verlo! Y aún más -amado hermano- ¡aún más! Porque no estoy aquí para confrontar, ni para pensar, ni mostrar quién puede más. ¡No! Nuestro Padre nos pide caminar en unidad y que cada uno de nosotros empecemos a vivir y compartir lo que aquí ¡hoy!, es su deseo y nos quiere pedir: ¿Qué es lo que necesitamos para poder caminar con nuestro hermano?

¡Sé que podemos! y El -Nuestro Padre- espera que lo hagamos en este gran proyecto, que no es una ilusión; que es la verdad que El nos entregó. ¡Vamos a hacerlo! ¡Yo quiero hacerlo! Es mi deseo -con ustedes- compartirlo. ¡Vamos a vivirlo! amados hermanos, en el nombre de Nuestro Padre. Que no tengan duda que El nos estará guiando, como siempre lo ha hecho, porque todo lo que viene de El, ¡es eterno! Y hemos de recordar y nosotros también lo somos.

Y Nuestro Padre, Nuestro Padre aquí, cuando empecemos a recordar, eso, ¡no tengas duda! lo va a confirmar. ¡Primero a ti te lo va a mostrar! y luego tú, con esa fe tan fuerte, con esa fuerza que recibirás lo harás. Lo haremos, amados hermanos.

¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por escuchar! ¡Gracias por compartir! ¡Gracias por permitirme sentir todo esto! Toda esta inspiración que viene de Nuestro Padre y es para todos nosotros. ¡Gracias!



Junio 24, 2015
Zetah.
Les hablarán de que una evacuación habrá necesidad; pero yo les digo: ¡No es verdad! Eso será sólo por el temor ¡que será infundido en el lugar donde lo intentarán!

Eso ustedes lo escucharán, mas yo insisto: Todo eso es inspirado por la intención de tener al hermano aún cautivo.

En el nombre de “Aquél que todo lo puede”, no olviden que se les ha insistido, que se les estará guiando. Se les estará hablando. Y yo -su hermano Zetah- yo llevo. Yo guío.

No olviden esto, porque será ¡muy sonado! Se estará hablando insistentemente, que por razones de protección, mas ¿para qué estamos nosotros aquí, amado hermano? ¡Para acompañarte! ¡Para no permitir que vuelvan a engañarte!

Recuerda éstas palabras, porque nosotros aquí estamos en el nombre de El y todo lo que se ha pretendido mostrar como principio del caos, nosotros te diremos.

Y esto de lo que escucharás, ¡no es verdad! Tú sigue en la guía y el amor de la Gran Luz que hasta ti llegó.

¡Que yo soy Zetah!, tu hermano como tú has dicho; tu hermano, que pronto ante ti me estaré mostrando.



Junio 24, 2015
Padre.
Y también te diré ¡a ti -amado hijo! que hoy aquí conmigo esté.
Que siempre, ¡eternamente!, así como hoy te hablo, ¡yo te hablaré!
Que en mi corazón ¡a ti!, que entregándote estás con tal devoción,
es mi decisión, que en tu despertar, porque ¡a mí tú regresarás!
Antes de ello ¡aquí te lo voy a repetir! vivirás ¡todo lo bello!

El Gran Sol que te envolverá, porque así ¡tú brillarás!,
mostrando a tu hermano que -dejando de ser humano-
a mí, ¡a mí!, que ¡estoy aquí!, lo que has entregado,
lo volcaré en ti, ¡tan multiplicado!,
que entonces verás, que -de mí- ¡tú eres un Ser ilimitado!

Que “¡Yo Soy el que Yo Soy!”,
el que te ha hablado; ¡que a ti te ha creado!
Y ésta promesa la verás cumplida,
porque ¡tú!, ¡tú!, la estarás mostrando.

Que “Yo Soy el que Yo Soy”.