8 de Abril de 2015.
Aleshia.
Y hoy. ¡Hoy precisamente!,
estamos aquí. No sólo yo -amado hermano- que a través de este templo ¡que para
mí es sagrado!, porque no sólo aquí, no sólo hoy, sino siempre, ¡adonde mi Padre
me ha pedido!, donde he estado, ahí, siempre me ha acompañado.
¡Ahora, esto te digo!,
porque es necesario que tú lo escuches. ¡No
tengas duda! Muy pronto te quedará muy claro todo lo que ya ha empezado, todo
lo que ustedes han escuchado.
El momento ¡y tú te
has estado dando cuenta!, ha llegado. Que ya no sólo palabras, ¡sino en
acciones! En acciones se te estará mostrando. ¡Bendito mi Padre! ¡Bendito
eternamente!, porque hoy aquí y con todos mis Maestros, ¡aquellos que vienen también
directamente de la Fuente!, lo que ya ustedes han venido escuchando ¡no sólo de
mí!, sino mi amado Maestro, que ahora -en esta Nueva Era que ya empezó- y que
se ha abierto con ¡tan grande amor!, quiero decirles, que todo lo que ustedes -con
nosotros- han compartido, ahora ha empezado ya.
Todo lo que ha
surgido, lo que en momentos tan especiales, lo que tú -amado hermano- has
llamado que han sido “cruciales”. Los eventos -que no han sido distracciones-
sino… ¡mira!, para mejorar, para recordar.
A
veces -aunque tú así no lo quisieras- se te ha tenido que retirar, de lo que tú
llamas “tu vida”, a lo que para ti es un trabajo constante; que es solamente una
distracción y que siempre ha sido para cada uno de ustedes ¡tan grande!, porque
no te ha permitido escuchar a tu corazón, a Nuestro Padre, que en el “Yo Soy”
te dice: “Amado hijo; es necesario que me escuches. ¡Importante!, para que
sigas tu evolución”.
Por eso, por eso se
han dado -en cada uno de ustedes- grandes momentos, pero que para nosotros ¡son
sagrados!, porque ahí es donde tú -al estar inmerso- empiezas a escuchar ¡y a
sentir!, de verdad, toda esa energía, todo ese amor que Nuestro Padre -a cada
uno- le da. Así como yo.
¡Ah del tiempo! ¡Todo
lo que me sucedió! Y ahora… ¡estoy aquí!, en esta dimensión, para hablarte -que
no de mí- sino de Él, “¡Aquél que te creó!” y de su inmenso amor, que a todos
nosotros nos envuelve.
Ahora, con estos
cambios que ustedes han vivido, empezarán a mostrarse de aquello que te hemos
hablado. ¿Y quiénes lo empezarán a
vivir? ¡Los que ya han decidido! ¡Los que de verdad!, en toda esa
preparación y cómo la han seguido.
Amados hermanos, ya
lo dijo mi Maestro: “El momento llegó”. Que ahora, después de la entrada
gloriosa de esta Era ¡tan importante!, que “Dorada” se ha dicho que es, pero tú
verás y vivirás: ¡más fuerte será de lo que antes fue!, porque ahora -amado
hermano- ¡no serán unos cuantos!, sino todos aquellos, pero primero -que como
ustedes- se han ido preparando para vivir, para sentir, mostrar y compartir,
todo lo que Nuestro Padre tan amado ¡y lo que nosotros les estamos trayendo! De
lo que les hemos hablado y que ya ¡por
voluntad de Él!, les estaremos entregando -con infinito amor- desde esta
dimensión, a la cual ¡cada vez más!, tú -amado hermano- te estás acercando.
Así como lo dice el
Maestro: “Que mira, que todo lo que está llegando de Alción, es para que en tu
preparación y en muchos de ustedes, así, como lo han escuchado, mas ahora ¡en aquellos!, que de verdad han permanecido
firmes, fuertes, ¡ inamovibles !... La aceleración se dará.
Para eso nosotros
aquí estamos. Para eso -en el nombre de
Nuestro Padre- te hablamos. ¡Esa es nuestra misión! Para eso llegamos. Pero
siempre -amado hermano- primero, si tú lo aceptas. Si es así, con los brazos
abiertos ¡mucho más de Él!, de lo que tú -al lograr de todo esto- ¡tu templo
liberar!, vivirás… aquello que escuchaste. De lo que también tú ¡ya hablaste! Mira,
que no sólo ¡lo que estás viendo aquí en mi templo! Esto ¡es tan sencillo! cuando tú -de verdad- estás dispuesto… y amoroso.
Te
insistimos, de lo que tú llamas “telepatía”. Eso es sólo cuando el alma, el Ser,
se une y escucha también la inspiración y la guía. Cuando empiezas a
hacer ¡de todo expansión! y sólo vives con infinito amor. ¡Porque eso es lo tú -al
llegar aquí- mi Padre te pidió!, que tenías ¡y que debías vivir! Mostrar su
amor, compartir con tu hermano. Empezar a verlo ¡tal cual!, como es realmente. ¡Como
eres tú! Un gran ser.
Y mira; todo lo que
mis Maestros, nuestros hermanos que también te han hablado, ya te han dicho: “Ahora.
Ahora en acción te lo mostramos. ¡Tú lo verás!” Pero para nosotros es
importante; ¿Quién -de verdad- desea seguir adelante? No sólo escuchando, sino
también -en esa constancia- seguirse preparando. Elevar su energía, su vibración, para acercar hasta ti -amado
hermano- todo lo que nosotros queremos entregarte, que no sólo mostrarte, para
que caminemos juntos.
Ahora, ahora, no
olvides, cuántos de los que están aquí, mi
amado Maestro les ha dicho: “Tú eres un gran Atlante.” ¡Créelo, porque es verdad!,
de la simiente gloriosa de Nuestro Padre. ¡Yo te diré aún más! La Gran
Hermandad. La Gran Hermandad Blanca, al reunirse en gran condescendencia,
porque nuestro Maestro ha pedido, que
aún aquél -que para seguir ha hecho resistencia- le muestren, le hablen.
Que miren, que muy
pronto sabrán; porque habrá quien
muestre clarividencia. ¡Esto te lo digo!, porque de mi Padre tengo -como
otras veces ya te lo he repetido- ahora, que no el permiso, sino que me dice: “Es el momento; porque de mis hijos, aquél
que de su preparación tan grande ¡ya lo que hizo!, ahora en su evolución
mostrará cual es el don que ya abrió”.
¿Recuerdan que
insistentemente -no sólo tu hermana- sino mis Maestros también lo repitieron? ¿Y
qué fue lo que sucedió? Algunos hermanos expresaron ¡que lo sintieron y que lo
vivieron!
Yo te lo digo
hermano; sólo recuerda las palabras de mi Maestro: “Ha llegado el momento de la cosecha”. Y tú ya elegiste de qué lado
preferiste seguir caminando. Que la verdad fuertemente se estará mostrando. Y
aquellos que han vivido en la falsedad, toda la Luz que mi Padre está enviando,
no sólo la mentira está disipando. ¡Más aún, Hermano! Aquél que ha hablado en falsedad ¡ya se estará mostrando!, porque
también se les dijo que se viviría en unidad.
¡Así es como
caminaría mi hermano!, porque no sólo a nosotros nos va a escuchar. Nuestro Padre
tan amado ya lo dijo: “El tiempo ha
llegado”. A Él -fuertemente- lo estaremos escuchando. Ya lo dijo incesantemente:
“¡Nadie callará mi voz! Cualquier
intento, ¡más fuerte la he de elevar!, porque es mi deseo que mis hijos ¡y más
aquél que se ha querido preparar!, lo digo Yo; a través de él me voy a mostrar”.
Esas fueron y han sido ¡y las ha repetido!, las palabras de Nuestro Padre. Aquél
que te ha creado. Aquél que tanto te ha amado.
Hermano, en su
nombre yo te digo: El momento ha llegado, la cosecha se dará. Claramente se
verá. Y aquél que escuche. Aquél que observe; duda no le quedará que es y será
Nuestro Padre, que desde la eternidad, ahora aquí -en tu plano terrenal- se ha
mostrado y nuevamente se mostrará. Porque
aquél de mis hermanos, que ha querido escuchar y ¡que ha abierto su corazón!,
cumplida verá la promesa de vivir aquí el paraíso terrenal. Pronto verás por
qué lo dice tu hermana.
Que ya lo dijo mi
Maestro: “También mi hermano, aquél que eternamente me acompaña. Ahora, mi
misión acaba de empezar. Porque así es, en el nombre de mi Padre tan amado, porque
es su voluntad: Lo voy a mostrar”.
¡Es el tiempo! El
aquí, el ahora. Y ese instante -que es la eternidad- ha llegado. Te lo dice tu
hermana, tu hermana ¡Aleshia! Aleshia de Shirón, que contigo -con infinito
amor- está caminando, ya que el Proyecto Shirón cada vez ¡más y más!, en gran
expansión se mostrará. Ustedes lo verán.
Y sólo digo: ¡Padre
mío! Te agradezco por los hermanos que
me van a acompañar. ¡Ya lo han decidido! ¡Ellos!, los que estarán conmigo, que
solamente estaban esperando con infinito amor. Ahora, ya se estará mostrando
quienes son, porque el Proyecto Shirón seguirá caminando y hará una ¡gran
fusión!, con aquellos que también se estuvieron preparando.
8 de Abril de 2015.
Ángel Ráh.
Y así es. Todo aquél que escuchó y que en un
principio dijo: “¡Yo! ¡Yo deseo seguir! ¡Yo que estoy aquí, que no sólo
escuchando, también en acción quiero estarlo mostrando!” Y yo te pregunto
hermano: ¿Qué de aquello que estuviste hablando?, porque sólo fue un destello. Y
luego ¿qué hiciste? ¡Seguiste razonando! ¡Y tú sabes por qué lo digo! Que
no todos ustedes lo han hecho. ¡Bendito “Aquél que te creó, no todos han sido!
Por eso nosotros aquí estamos.
He insisto; has escuchado
de mí, que ¡no es fácil que esté aquí! Que sólo de tiempo en tiempo. Pues ahora
-que no es para lucimiento- pero… ¡ya llegó el momento! Todos aquellos que me
han escuchado, de todo lo que les he hablado, que mira; les estaré mostrando
que realmente ¡vengo del Centro! ¡Del Centro mismo donde todo fluye! Donde el “Yo Soy” ¡es lo único y
fuertemente eleva su voz! ¡Y todos nosotros, al escuchar y ver que es el
momento!, para que aquí, tú -amado hermano- también a Él lo escuches hablar,
venimos ¡y te decimos de qué manera! ¡Que
despiertes! ¡Que todo esto que has vivido ha sido sólo una ilusión! ¡Ya deja
atrás esa quimera! ¡Vive tu evolución! ¡Ya basta de tanta distracción! ¡Ya viviste
como quisiste! ¡Si a eso le llamas “vivir”!
Ahora, ¡que estás
dispuesto y te quieres elegir!, estamos nosotros. ¡Estamos aquí! Pero eso, sólo
tu corazón te hará sentir. ¡Escucharás su voz!, cuando realmente, como lo has
dicho: “Me quiero elegir”. El paradigma en el cual tú has vivido y todo lo que
has escuchado, lo que de ti ha sido… ¿Qué te ha dejado? Solamente un gran vacío. ¡Esa soledad que tú sientes!, porque no te
engañas a ti mismo. En esos momentos en los cuales hablas contigo ¡Y sí! ¡A
ti te lo digo! ¡Date cuenta hermano! Nosotros lo escuchamos. Sabemos qué es lo que a ti te hace sufrir,
pero respetamos, porque si no es tu deseo cambiar eso que tú llamas “vivir”,
seguimos esperando. Porque Nuestro Padre
¡y nosotros!, necesitamos un corazón ¡puro!, ¡transparente!, ¡cristalino! ¡Pero no te confundas! Me refiero a tu
sentimiento, a ese sentir; ¡lo que te hace vibrar! No a lo que has hecho. ¡Eso
ya quedo atrás! ¡Suéltalo!, porque -si te aferras a ello- lo único que te sigue
diciendo es: “¡no tienes derecho!”. Y eso, ¡eso no es cierto!
Cuando empiezas a
decir: “De esto que he vivido, de lo que
he hecho, de lo que he pensado y de lo que he sentido, me arrepiento, ¡porque sé
que no es correcto!” ¡Amado hermano; la limpieza dentro de ti has empezado!
Y entonces, si llevas a la acción todo
eso -lo que tú llamas “cambio”- realmente es que estás abriendo tu corazón y te
olvidas de todo. ¡Ya no hay ningún agravio! ¡Eso es lo que Nuestro Padre necesita
de cada uno de ustedes! Que de
verdad, en esa pureza, en ese infinito amor y todo aquél que empieza, ¡ese es
el verdadero valor! ¡Eso es lo que Él ve en ti! ¡Ahí es cuando tú realmente
muestras que te has empezado a elegir!
Y ahí es donde tú
vas entendiendo que cuando se dice: “Muchos
son los llamados, pero pocos lo elegidos”, es porque ¡eres tú!, el que te estás
eligiendo, porque “Aquél que te creó” ¡a todos los ama! ¡A todos entrega ese
infinito amor! ¡Y no hace comparación! ¡A todos ustedes los eligió! Lo
único que se necesita es que des ¡ese gran paso!, que en ti empezará a mostrar
todo ese cambio. Y ahí es -hermano- donde empiezas
a elevar tu vibración.
Y ahora ¡todo lo que
está llegando de Alción! No tienes idea de la fuerza, de la grandeza ¡y la
firmeza que en cada uno de ustedes está logrando! Nosotros agradecemos, porque
-si no fuese así- ¡mira! Yo no estuviera aquí. No sería aún el momento.
Por eso cuando te
empecé a hablar te lo dije: “Esperas que la Conciencia Crística en ustedes se
esté mostrando”. Pero yo te digo algo; ¡ya está sucediendo! Y de aquellos que
se están preparando para escuchar lo que yo -tu hermano- en el nombre de “Aquél
que te creó” les estaré hablando: ¡La Cósmica! Aquella que ¡ni te imaginas!, de
qué manera en ustedes -en cada uno- ya está preparando.
Porque todo eso que
tú has llamado: “alineaciones”, “conjunciones”, “cambios, que en la atmosfera…”
Ya el Padre te dijo: “¡Ya todo está
cambiando!” ¡Así!, con esa sutileza. Pero
aquél que se ha dado cuenta, que lo ha sentido, que lo está viviendo… Amado
hermano ¡te felicito!, porque con eso, ¡estás dando ese gran paso que yo
necesito! Me estás dando la señal, para que luego -de lo que tanto te he dicho-
te empiece a hablar. ¡Sabemos quiénes serán! ¿No te has preguntado por qué
aquí estás? Todo aquél que ha vibrado y
que insiste en creer que se ha enfermado… ¡ya te lo han dicho! ¡Ya no sigas
pensando como humano! Entonces, ¿qué ha pasado con todo lo que has
trabajado?
Que ya lo dijo la
hermana: “La cosecha está siendo dada”. Luego de ello, ¡todo esto!, lo que empezarán
a escuchar. ¡De lo que nosotros -a ustedes- les empezaremos a hablar! De
verdad; aquél que se preparó lo entenderá.
¡Tú verás!, al abrir
la conciencia. Porque has escuchado que de todo esto que ha pasado, ¡ni la
ciencia!, hay grandes eventos que no se han explicado. Entonces -amado hermano-
sabrás quién -de todo esto- te ha hablado. ¡Un ciclo ya se ha cerrado! Y ésta -que
no solamente una ventana que se ha abierto- ¡sino es todo un gran Portal!, ¡que te traerá grandes eventos!, porque
ya no habrá polaridad. ¡Todo será y se vivirá nuevamente en unidad!
Y
aquellos que todo lo están viendo con claridad. ¡A ellos! A ellos, serán a los
que de la Conciencia Cósmica se les hablará. Que para eso estoy yo; tu hermano ¡Ángel
Ráh! Y te lo digo con gran alegría: ¡Al fin llegó ese día, tan esperado por
nosotros!, que es solamente un instante, pero al permitir que ustedes -hermanos
mutantes- vivieran en su tiempo lineal, les ha parecido lo que llaman “¡una eternidad!”.
¡Hasta eso les voy a aclarar!, lo que es vivir en la eternidad, para que entiendan
esa palabra en toda su profundidad. Porque así será.
Lo
llaman “metamorfosis”. Cuando se empieza a presentar en cada cuerpo y el átomo
empieza a cambiar; la célula gloriosa que se ha de mostrar, para que el hermano
se muestre de cristal. ¡No olvides lo que digo!, que ya en algunos… ha
sucedido. ¡Prepárate hermano! La lección conmigo ¡ha empezado!
Yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre
terrenal! También -el verdadero- porque en el nombre de Él, aquí estoy, lo
escucharás.
8 de Abril de 2015.
Aleshia (2).
Y cuando dicen que
en el camino, “que en soledad has de vivirlo”, yo te digo: ¡No es verdad! Que
para hacer reflexión dentro de ti, escuchas fuertemente de Nuestro Padre su
voz. Nunca amado hermano, ¡nunca sólo
has estado!, ni aún en esos momentos, en los cuales ¡de gran tristeza!, te has
llenado. Ahí es, donde Nuestro Padre te ha dado ¡esa fortaleza! ¡Mira!,
todo ello ha quedado en el pasado.
Toda esa fuerza que
tú has sentido. Esa, de Nuestro Padre hasta ti con infinito amor ha venido. Y
te dice: “Que no sólo eso te doy. Deseo -amado hijo- que al seguir la enseñanza
del “Yo Soy” te des cuenta que -de mí- tendrás tanta abundancia. ¡La que es tuya!
¡La que viviste en lontananza! Ahora recuerda nuevamente; has de mostrarla ¡a tu hermano!, a aquél que ¡de mí se ha alejado!, que
dormido ha seguido caminando. ¡Muéstrale! ¡Compártele en este gran despertar! Que
entienda y recuerde, que a todos ustedes los amo por igual. Que han
recibido de mí, ¡aquello!, que les ha hecho sentir y resistir, cuando en gran
debilidad tú pensaste estar”.
Eso es -amado
hermano- lo que Nuestro Padre te ha entregado. Pero he de aclararte, que de
esto que acabo de hablarte, sólo una parte muy pequeña, ¡nada! has utilizado. Lo que Nuestro Padre desea de ti, es que
ahora ¡fuertemente!, le permitas ¡y veas! ¡y sientas! el verdadero vivir, en
infinito amor. El perdón ¡y la libertad!, que nuestro Maestro -insisto en ello-
desea entregar a todos ustedes. Porque mira; en esa libertad, ¡es cuando tú -realmente quién eres- lo vas a mostrar!
Y así será. ¡Ha empezado ya!
Te he insistido, que
Génesis -de eso- ¡ya no quiso hablar!
Mas nosotros por eso estamos aquí. De ello, no sólo -que ya lo hemos hecho- te
queremos hablar. Si tú nos permites ¡te
vamos a guiar! ¡Porque serás también tú -en compañía nuestra- que lo vas a
mostrar! Amado hermano, como ha sido
antes. Como volverá a suceder. Y entonces sabrás quién eres y que los que
estuvimos aquí y que de ello te quisimos hablar, quienes somos: ¡tus hermanos,
que tanto te amamos!
Y te insisto; que no solamente te observamos. Deseamos
compartir. Mostrarte el verdadero vivir ¡y llevarte! Amado hermano ¡llevarte!,
como ya lo estamos haciendo, cada vez. Y ahora, con más frecuencia. Tú
recordarás en gran secuencia cuando te abandonas a tu descanso. Ahí es, donde nuestros
Maestros y nosotros, no solamente te hablamos; ¡te llevamos!, te mostramos. Por
eso ahora te pido: ¡no le llames -cuando
recuerdes- “sueños locos”!, porque ahí, ahí nosotros; nosotros -tus hermanos-
te llevamos y te mostramos lo que realmente ¡vas a vivir! cuando tú sueltes todo
aquello que te hace sufrir.
Te lo dice tu hermana;
tu hermana Aleshia, que con infinito amor desea hablarte y mostrarte, compartir
contigo, la grandeza de Nuestro Padre tan amado, en la enseñanza del “Yo Soy”.
Y les
pido estar atentos, porque les entregaremos, les daremos; sí, aquí -en su plano
terrenal- para que de todo ello hagan recuento, algo, que la claridad en la Conciencia,
en ustedes abrirá ¡aún más! Amados hermanos,
porque ya la ambivalencia ¡totalmente tiene que quedar atrás!, porque todo lo
que viene, necesita que mi hermano -aquél que es tan valiente- muestre
fuertemente lo que mi Padre ya le entregó.
¡No olvides esto! Te
diré ¡claro que sí!, de qué se trata -amado hermano- que por ello y para ello
estoy aquí. Por voluntad de mi Padre y a petición de mis amados Maestros, ¡porque
en esta Gran Revolución! -que ya empezó- ¡se mostrará fuertemente! ahí, los
resultados del Proyecto Shirón.
¡No lo olvides! ¡Muy importante es! No sólo parte, sino la
totalidad de mi misión -amado hermano- en la enseñanza del “Yo Soy”.
8 de Abril de 2015.
Saint Germain.
¡Y así es, amados! ¡Con
gran alegría!
Y ustedes
-aquellos- que en aquellos días ¡también escucharon tan extasiados! Y ahora, con estos
adelantos -ustedes así los han llamado- pero que sólo quienes los han mostrado,
es porque es voluntad de mi Padre, deseando que ustedes -de verdad- con
infinito amor y sin intención de hacer ¡tanto
alarde!, así como cuando se les dijo que ¡mostrarían su don!
Amados,
no olvidando, que también en humildad ¡y perdón! Porque la libertad, aquella
que ¡si ustedes me permiten les vengo a
entregar!
Y también para ello ¡es necesario!, les vamos a hablar. La libertad, ¡la verdadera!,
no la que ustedes -así como cada uno la entendiera- la quisieran vivir. ¡No, amado
hermano! Eso fue solamente una ilusión que ustedes también han creado.
La verdadera. ¡La libertad!, para aquél que todo lo ha
consumado y que de todo lo terrenal se ha despojado. ¡De ella, amado hermano!
¡De ella es!, de la que yo -tu hermano- te quiero hablar. ¡Eso es!, lo que para
esta Nueva Era les vengo a entregar. Les voy a compartir. ¡Así es como los necesito!, para que sus hermanos también les puedan
hablar.
¡La gran libertad! Por
eso lo he dicho: ¡Mi amada América! ¡Aquí
es donde va a empezar! ¡Que mira que sí es verdad! Nosotros -te lo dijimos-
que también estamos preparando ¡claro que sí! En este amado planeta, a todos
mis hermanos les estaríamos hablando. Ahora, yo te digo: Esto sólo es el
principio. ¡Ustedes verán!, lo que estará sucediendo. Porque también se les ha dicho “hermanos caminantes”.
Y yo te digo: Tú que has decidido y que te has elegido y
que deseas caminar conmigo… ¡Prepárate! ¡Prepárate! Porque ya te lo han dicho…
¡La hermana!, que con infinito amor de esto te habla. ¿Recuerdas que te lo dije
cuando empezó? “Y ella les seguirá hablando de la enseñanza del “Yo Soy”. ¿Y
qué ha sucedido? Tú lo has visto.
Ahora yo te digo; no
sólo a ustedes, pero ¿quién? ¿Quiénes
estarán acompañando? ¡Nosotros ya lo sabemos! Y con gran alegría ¡ya llegó
ese día! También, se les había comentado, ¡que sólo estábamos esperando!,
quienes -al decidirse- porque había momentos en los cuales la indecisión y la
distracción los estaba alejando. ¡Ahora, amados hermanos! ¡Ahora, ya todo está hecho! ¡Ya han elegido!
Y yo les digo: Aquél que no sólo camine conmigo, sino
también con nuestra hermana. ¡No olviden! Con mi hermano. ¡Con todos nosotros!,
estaremos compartiendo. Por eso les dije que ya no solamente les hablaría a
través de mi hermana. ¡Y qué dicha! ¡Que gran alegría! ¡Ya llegó ese día! Amados….
¿Preparados? ¡Atentos! ¡Alertas! Ya no
hay vuelta. El sendero -para ustedes- es para llegar a Nuestro Padre en gran
limpieza. Ya se verá de quienes hablamos. Y entonces, amados. ¡Ahora! ¡Ahora! es cuando todo empieza.
¡Con infinito amor!,
su hermano ¡Saint Germain! y dejo para ustedes mi llama violeta que los
envuelva, para hacer esa constante transmutación, alejando aquello que pretenda
nuevamente en ustedes hacer esa reacción. Porque ya se les dijo; la gran transfiguración… se estará
mostrando.
¡Y la
gran amatista!, que hará que todo su templo revista, con aquellas piedras
sagradas: ¡Los cuarzos! Amados, que en ustedes harán ¡que la vibración más
fuertemente sea elevada! y muchas cosas más. Para ustedes el Gran Portal y la
verdad, con toda su fuerza se mostrará.
Que yo soy ¡Saint
Germain! y para ustedes, para ustedes ¡en gran expansión! ¡A todos mis hermanos!
con infinito amor, en este bendito planeta, que vivirá fuertemente su evolución.
Grandes
eventos… por voluntad del “Yo Soy”.
8 de Abril de 2015.
Leutón.
Y siguiendo así. Todo
aquello que nosotros quisimos decir ¡y aún más!, lo que tú has escuchado y para
lo que tu hermano que te habla ha llegado.
Que cuando se les
habló que entre ustedes estaríamos caminando, que porque era el momento, para que
al vivir todos estos cambios, de ello, nosotros -al hablarles- para que tu
templo quisieras prepararle.
Y mira. Yo te digo: Así
como lo has hecho ¡te has dado cuenta! y no
has permitido que el temor llegue hasta ti, porque ahora será mucho más
directo. Cuando escuches hablar que se estará acercando y que la dirección es…
tu planeta, porque la energía solar cada
vez es más fuerte y directa. Y pretenden decirte ¡que ni siquiera la nariz
tengas que asomar! Yo te digo -amado hermano- ¡no es verdad! Sucede que
cada vez que ha habido una implosión ¡y la fuerza de lo que ha enviado! en
ustedes ha hecho cada reacción.
Ahora, tú has escuchado
-y también lo has dicho- que has sentido
un extremo cansancio. ¡Pues sí!, porque tu templo en éste momento está tan
sensible. ¡Muy evolutivo! Y entonces, también te preguntas ¿qué sucederá
conmigo?
Aquí es donde
empieza aquello que he escuchado: “Todo
va a desaparecer”. ¡Éste es un planeta cautivo! ¡No es verdad! Recuerda que
nosotros -para hablarte de ello- estamos aquí. Y todos los que hemos llegado ¡y
los que van a llegar!, que venimos en el nombre de Él -con infinito amor- te
hemos de acompañar. Entonces, ¡que en ti
no haya temor! por todo ese cambio que sientes en tu interior.
Que también se te
habló y te lo dijo directamente el Maestro. Te dijo: “¡Y un gran virus será! Eso
es lo que tú escucharás”. ¿Qué es lo que te ha estado afectando? ¿De qué es de
lo que continuamente has estado hablando? Hermano: ¡No permitas! ¡No le hables a tu templo! ¡No le digas! que
continuamente te estás enfermando, porque lo único que está sucediendo es que ¡todo
dentro de ti está cambiando! Más sutil te estás volviendo. ¡Y todo lo que estás respirando! El átomo divino
está trabajando.
Por eso yo te digo: “El protón en ti está hablando”. ¡Que
para eso vengo! Para insistir y veas también la importancia de lo que es el
verdadero existir. ¡Todo lo que en ti
está haciendo resonancia! es porque en algún momento -y lo dije-: “Extrasensorial”.
Muchos de ustedes se están volviendo. ¡Eso
es parte de lo que tú llamas “cambio”! pero es solamente que -como eres
realmente- ya te estás mostrando.
¡Eso es lo que
nosotros te traemos! ¡Lo que nosotros vivimos! ¡Y aún más que verás! Lo que nosotros hacemos ¡eso es lo que tú
harás! Recuerda que te lo dijo el gran Maestro… y te habló con la verdad. Mas
¿por qué solamente en pocas palabras? Porque para escucharlo, vivirlo y verlo, ¡preparado no estabas! Y yo te
pregunto: Hoy ¿ya lo estás? Porque todos estos cambios a algunos de ustedes
los han logrado asustar.
¡Y mira!, que de eso
te estamos hablando. ¡Y por eso insistimos!, por esa tendencia que tienes a
luego estarlo olvidando. ¡Hemos de estártelo recordando! Pero yo lo que quiero,
es ya -de todo esto para lo que vengo- estarte hablando.
Y te hablé de que en
la ecuación ¡en tu cuerpo haría una gran reacción! ¡Esto es lo que está
sucediendo! Ahora te digo: “Después de
la reacción viene la acción” y ahí
es donde se va a mostrar, de la unión que hace el protón.
Y hablas también de
tu corazón; ¡magnificando en esa gran
vibración! lo que Él te envía; ¡todo ese amor! y todo lo que irás realizando.
Por eso nosotros -por voluntad de Él- de todo esto te estamos hablando.
¡Lo empezarás a escuchar!,
porque también ya te lo dijo “Aquél que te creó”: “Y la gravedad ha empezado a cambiar”. Por eso, sólo te digo; no te sorprenda lo que te vamos a mostrar.
Es simplemente… para decirte que ¡tú también lo harás!
Mas… ¿Quién? Como ya
lo dijo al que llamas “Maestro”: “¿Quién
de ustedes lo hará?” ¡Nuestro deseo es que todos y cada uno lo puedan lograr!
Por eso te pedimos que atento escuches y
veas; porque en el sentir, ¡en el
sentir, amado hermano!, es como lo vas a lograr.
Que yo soy tu
hermano ¡Leutón! y del protón te vengo a hablar. ¡Y así será!
8 de Abril de 2015.
Aleshia (3).
Es por eso, que mi
Padre dice; que es necesario que cuando -el que es su emisario- hablarte lo
haga, lo hará directo y con gran claridad.
¡Que tú lo escuches
atento!, porque te hablará con la verdad y que el único deseo es que -con ese
infinito amor- tú lo sientas, para que
sueltes lo que aún en ti tienes y luego puedas verlo y vivirlo todo, con gran
amor y total claridad.
Que no has de
confundir. Que no pienses que Él intenta juzgar. Que nunca ha sido ni será su intención,
porque a todos sus hijos los ama y lo único que desea es que a Él vuelvan ya; todos
nosotros y cada uno.
Porque
la Ley de Atracción cada vez más fuertemente hará su acción y que lo que tú
guardes en tu corazón, ¡eso es lo que habrás de multiplicar! Y a ti volverá, provocando
su reacción.
Que por eso muy importante, que solamente
en tu corazón guardes y vivas y muestres, el amor de Nuestro Padre.
¡Así de simple y de sencillo!,
porque la verdad que Él nos entrega, en ti -al hacerlo- mostrarás cada vez con más inmensidad -de Él- su brillo, su
luminosidad. ¡Todos la verán! Que el momento es ahora. Es aquí. Es ¡ya!
Y de lo que se nos
ha pedido (el topacio); aquél que utilizarlo y traerlo consigo se ha
permitido, tú verás hermano. Tu verás y sentirás -y los hermanos lo verán- lo
que en ti está logrando. Lo que está
atrayendo. Lo que estará mostrando.
No olvides, que Nuestro
Padre lo dijo y nuestros Maestros: “En
cada Era Dorada, ¡todo lo que se ha mostrado!, ha sido -y volverá a suceder-
con toda la fuerza: ¡La piedra sagrada!”
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