23 de diciembre de 2019

Canalización del 18 de Diciembre de 2019.

Diciembre 18, 2019.
Enriqueta.

Y hermanos; en cada acción, aunado al pensamiento, déjenme decirles, si muchos se estaban preguntando: “¿Por qué no se hizo un llamado para el día 12?, que sí, fue muy importante, ¡hay días muy importantes!, y si ustedes recuerdan, en mensajes anteriores lo dijo claramente Nuestro Padre: “En la Gran Estela de Luz que va a llegar”, ¡qué fue lo que vivimos!, amados hermanos.

Pero ¿saben quién?, sincérense con ustedes mismos -y me incluyo- de verdad: ¿quién -de verdad- sintió, desde lo más profundo de su corazón?: “Bueno, no hubo llamado, pero ¿qué estoy sintiendo yo? ¿Qué hay en mi interior? ¿Qué me está gritando mi Ser? ¿Qué me está pidiendo?”.

¿Saben?, ¡eso es lo que Nuestro Padre me indicó!: “¡No llames! ¡No avises! Ellos saben, y al escuchar cuando tú se los digas, saben quién realmente llevó a la acción lo que sintió; lo que en esos momentos vivió”. Y seguimos viviendo. Créanme hermanos, ha sido maravilloso. Pero ¿quién realmente?, vuelvo a repetir: sincérense con ustedes mismos, porque yo -al menos- le pido perdón y me justifico; me pongo por ejemplo por lo que estoy viviendo.

Yo le dije: “Dame tiempo -Padre- porque necesito, quiero llenarme de ti, de tu Energía, de mis amados Maestros. No necesito mucho, así como mis hermanos, ¡ese regalo tan maravilloso que nos das día con día, a cada momento, a cada instante!”

Y si por azares -no del destino- sino aquí; siento y pienso que fue una prueba que Enriqueta misma se impuso. Precisamente el 12 tenía cita para llevar a Omar a … ustedes ya saben, situaciones que me han estado ocupando gran parte de mi tiempo. Dije: “Padre, ¡perdóname!, pero aquí está y tú bien sabes que ahorita aquí en lo terrenal, pero me entrego a ti”.

Se lo dije desde el día 11 en la tarde-noche: “Aquí estoy. No lo voy a justificar, porque ¿si no me da tiempo, por lo que sea? Pero desde la mañana, desde que abra mis ojos -como cada día- te agradezco el que me permitas ¡una nueva oportunidad para seguir adelante!, para compartir, para entregar; sentir y hablar de esto y amar, siempre buscar amar, amar”.

Si yo les dijera -hermanos- de algunos resabios, algunas situaciones, ¡y no soy la única!, yo sé que cada uno de ustedes guardan muchas situaciones, cosas, ¡pero ahí es donde está la capacidad que tenemos de entenderlo y soltar! Soltar lo que sabemos que no debe de estar.

Olvidarnos de que: “¡Pero es que me dijo! ¡Pero es que está haciendo!” ¡Ya! ¡Ya suelta, Enriqueta! ¡Eso no vale ya!, porque si tú te vas a estar siempre en ese afán de recordar: “¡Es qué me hizo! -y me refiero sí, a la unión como pareja- ¡Es que me dijo! ¡Es que cuando estaba con él!” Pues ¿para qué? ¿Para seguirme afectando? ¿Para amargar cada momento, cada instante en el cual mi Padre me da la oportunidad de resarcir? ¡No olvidar, pero sí cambiar! No pensar en que: “¡Es que me hizo! ¡Es que me dijo! ¡Es que…!” ¿Para qué?

Ya cada uno de nosotros tenemos ese gran trabajo, y espero que así lo entendamos, porque como mi Padre me dijo: “¡Todos!, aún lo crean o no, lo sientan o no, o que al menos que digan que no lo están sintiendo, ¡lo van a estar viviendo! ¡Es el gran regalo que tengo para ellos! ¡También para ti!, porque estás ahí. Yo te dije que fácil no sería, y eso es lo que se les está repitiendo a todos tus hermanos, mis hijos que tanto amo, porque llegarían inundando no sólo sus ojos, la visión, sino su interior, el velo del olvido”.

¡Pero! con la gran, gran promesa de que cuando ya estuvieran, empezaran a retomar ese camino, cuando tu Ser te esté diciendo: “Es así. Vamos a buscarnos. ¡Vamos a unirnos ya! ¡Estoy aquí! ¡Ya deja, suelta eso! Veniste a experimentar Ketta, ¡pero ya!, ¡suelta! ¿Quieres lograr la Maestría? ¿Quieres llegar a vivir esa perfección?” Sólo Nuestro Padre sabe cuándo será ese día, ¡pero de que llega, llega!, y no sólo para mí, para todos ustedes.

Esa es la gran promesa en la cual estamos inmersos, ¡y ahora más!, porque nos ha prometido tanto Él como mi amado Maestro Saint Germain, está esa promesa; estamos acelerando. Se pidió la Gran Dispensa. ¡Aunque no lo crean!, eso es lo que está sucediendo. ¿Y qué es lo que hacen mis hermanos?: “Hermana: ¡no hay Llamado! ¡Déjalos! ¡Pero eso sí!, el día que se reúnan ¡tú de esto vas a estar hablando! Y no vas a preguntar”. No tiene caso que yo diga: “A ver fulanito, ¿qué hiciste?” ¿Para qué? ¿Para ponerlo en evidencia? ¿De qué?, si yo también tengo lo mío, ¡pero él ya sabe qué es lo que sintió!, y él también sabe si lo quiso hacer, si así lo decidió, él y Nuestro Padre.

¡Antes! de que su hermana empezara a sentir y abrir todo esto, mi Ser me repetía incesantemente cuando vivía situaciones en las cuales, pues decía: “¡Qué injustos! ¿Por qué hacen eso?” Inclusive más en mi trabajo: “¿Por qué son así? ¿Por qué hacen esto? ¿Por qué? ¡Pero hay un Dios que todo lo ve!” Esa era mi palabra favorita, y ahora la entiendo perfectamente, por qué al decir: “Nuestro Padre siempre está observándonos en nuestro interior, nuestra reacción hacia cada acción”, que sabemos que no es fácil de cada quien.

¿Qué prefieres? ¿Qué has elegido?: ¿guardar resentimiento?, ¿envenenarte tú mismo?, pues es tu elección hermanita, es tu elección hermanito, y yo le pido a Dios que te bendiga, pero que también recuerdes que tu hermana -quizá ya no como Enriqueta- pero sí lo vamos a sentir, ¡mi Ser se va a identificar contigo y en ti!, ¡que soy Alexa y que vengo por ti! ¡Que vamos a retomar lo que truncado está! ¿Por qué? Porque tú así lo elegiste, aunque digas que no. Pero yo te digo con mucho amor: ¡así será!, porque tu Gran Momentum Nuestro Padre ¡ya! lo tiene dispuesto y El sabe cuando ¡tú!, tu Ser, cada uno de nosotros lo eligió. ¡Pero nos va acercando de todas sus maravillas! Que nos demos cuenta que cuando nosotros vamos soltando todo aquello que es ¡tan terrenal!, meramente humano; que somos más que eso.

Insisto en ello porque ¡esto es lo básico que tienes que aprender! Yo digo; esto es la raíz profunda en la cual ¡tú! estarás amorosamente, orgullosamente erguido y parado ante Nuestro Padre, enraizado, sabiendo que es el amor que El te entregó y que lo estás sintiendo, ¡y que eres tú! el que va a decidir cuándo, de qué manera y cómo lo vas a estar eligiendo.

No todos lo haremos de la misma manera, porque si no entonces seríamos como lamentablemente estamos viviendo hoy; como autómatas, ¡creyendo que somos libres! y esclavizados a las creencias y a las manipulaciones de aquellos hermanos que también tienen la Luz, pero la tienen ¡muy, muy, muy, muy guardada! Es el momento en el cual nosotros -al sentir y vivir todo esto- nos ocupemos primero en nosotros soltar, abrir, ¡transmutar!

¡Qué maravilloso que del amor que nuestro amadísimo Maestro Sananda nos da! También nuestro amadísimo hermano Saint Germain, nuestro Maestro que con tanto amo, nos da también la Llama Violeta, con la cual todo eso podemos transmutar, ¡y nos habla de la Alquimia Sagrada!, ¡esa! que la tenemos mal entendido y algunas almas mal intencionadas tergiversan todo lo que él -en el nombre de Nuestro Padre- tiene para cada uno: para ti, para ti, para mí, ¿por qué no?

Nuestro Padre dijo: “Llegará el momento en que tú también, todo esto lo vas a estar recordando, ¡pero no para que tú te estés ufanando, fíjate! Es para que tú lo compartas con tus hermanos, porque llegará el momento en que quizá en un principio pudieran pensar que un paso adelantada estás, pero ¿qué es eso?, ¡no es nada! para lo que ¡en la verdad!, todo lo que creen que es utopía, verán que es una gran realidad que “El Yo Soy” nos da, nos entrega ¡y que tú! sólo vienes -al igual que otros de tus hermanos- como Mensajeros, como Enviados”.

Es sólo hablar de esto. Habrá momentos ¡muy, muy importantes!, en los cuales aquellos que se acerquen y que estén tan entregados, van a vivir eventos que les hará decir: “¡Ah caray! ¿Es cierto?”, pero ahí es donde tenemos nosotros entender qué tan preparados estamos para vivir, ¡pero que tampoco nos empecemos a vanagloriar con el ego de que yo!, como el yo-yo: “Yo hice. Yo hago. ¡Yo convoco! ¡Yo los traigo! ¡Mira lo que estoy haciendo!”

¡Qué gran error estamos cometiendo! ¡Y más hoy!, en este tiempo de los tiempos en el cual se nos dijo y precisamente a la acción lo hemos ido a llevar, el que la Ley de la Correspondencia está ¡más que nunca! mostrando, presentando. ¡Ay de aquél que no lo quiera ver!

Y digo: “Ay de aquél”, porque en algún momento alguien me dijo: “¡Fíjate! Dios no juzga. Entonces ¿por qué dices: “Ay de aquél”?, como confirmando algo, pues sí le va a pasar”. Le dije: “¡No! Que por eso lo dijo mi amadísimo Maestro Jesús, ¡y me incluyo en ello!: “Ay de aquél que no entienda en el seguir adelante, el estar despierto, ¡cuál es la verdad de Nuestro Padre para llegar a lo perfecto! Más le valía no haber despertado”. Porque cuando estamos dormidos, cuando estamos en el letargo -tampoco es justificación- pero al verlo con el velo del olvido y no sabiendo ni para dónde vamos, pues venimos haciendo y cometiendo errores; pero eso es parte de la vivencia, de la experiencia que estuvimos dispuestos.

Tenemos que estar siempre alertas, dejando que eso que llamamos “intuición”, que es nuestro corazón nos hable, nos haga sentir.

Yo no creo, porque sí he llegado a escuchar, ¡no juzgo!, porque cada uno llevamos y vamos a nuestro paso con lo que creemos que es lo correcto, pero más tarde o más temprano las situaciones nos llevan a darnos cuenta en qué nos equivocamos y la gravedad del asunto también, y queremos echar el tiempo atrás. Pero, pues mejor es decir: “Ya lo entendí”.

Como lo ha dicho nuestro Maestro Saint Germain: “Lección aprendida jamás repetida”. Entonces, eso es lo que debemos de tener siempre presente y no estarnos justificando ni culpar a nadie. Somos nosotros los que nos acercamos ciertas vivencias. Hay que visualizarlas, no compararlas, sino darnos cuenta: “¿Por qué lo estoy viviendo? ¿Para qué? ¿Qué enseñanza me está dejando?”

Créanme hermanos; que antes de venir aquí hicimos un contrato maravilloso con hermanos con los cuales ¡aquellos que más enseñanzas fuertes nos dejan!, es quienes con mucho amor lo están haciendo, ¡aunque no lo saben!

Porque ¿de qué aprendemos? ¡De nuestros errores!, de las equivocaciones. Pero si nos aferramos: “¡Ah, no! ¡Es que ella me dijo y no lo está cumpliendo! ¿Por qué ella es así?” ¡Es su trabajo! Si ella no lo ha entendido o lo está entendiendo de una manera distinta, ¡pues yo tengo que verla con mucho amor!

A lo mejor habrá momentos en que me cueste trabajo hacerlo, pero siempre, en ese día con día, buscando que no sean palabras de aquí hacia afuera, sino que vengan del corazón: “Bueno; yo voy a entender. ¿Por qué me está mostrando eso? ¿En qué me equivoqué? y ¿qué se está repitiendo o se está intentando repetir? ¡No quiero que vuelva a suceder!, y le agradezco a mi hermana por ser una Gran Maestra”. Así se lo dije a ella en algún momento: “Yo te agradezco, ¡te amo! Para mí has resultado ¡una gran, Gran Maestra! Eso es lo que tengo que entender, y no por eso dejar de amarte como hermana”.

¡Es difícil!, complicado, ¡pero no imposible! Por eso aquí estamos. Por eso nuestros amados Maestros que nos insisten en que les llamamos “hermanos”, como ahorita que siento: ¿quién es la que me está inspirando todo esto? Es mi amadísima Alexa. Yo a veces me pregunto: “¿Y cómo tendría que ser? Me dices que somos una, pero como que hay ocasiones en que no me doy cuenta que hay hermanos que quisieran ver cosas: “¡Ay, mira! -no sé- ¡prendió el fuego con sólo estirar la mano”. ¿Eso es lo que quieren ver?

Nos equivocamos, porque a lo que vengo y a lo que estoy, y para lo que está ocupando este templo mi amadísima Alexa, y mi Padre me lo ha dicho: “¡Tú estás aquí para compartir!, ¡para ayudarles a Despertar! ¡No eres menos ni eres más! Te estoy entregando algo ¡que también en ellos está!, y estamos permitiendo que lo sientas y que se abra, ¡pero en ellos está!, que vean, ¡pero que tampoco dejen que el ego los absorba! y que digan: “¡Ah! ¡Quiero verme igual!” No soy tu igual. No eres la única”.

No, no estamos aquí -y mucho menos en este tiempo- para dar ejemplos de competitividad. Eso no existe ¡allá!, en la Eternidad. Eso pertenece aquí, a lo terrenal, y eso es lo que nosotros tenemos que soltar.

Enriqueta, ¡date cuenta! ¡Tampoco busques popularidad! ¡No busques reconocimiento! ¿Qué es lo que quieres? ¿Volver a Nuestro Padre?, ¡pues eso es! lo que El te está pidiendo; ¡que compartas todo esto!, que hay momentos en los cuales estás sintiendo, ¡te habla! ¡Déjalo salir!, que viene desde el corazón y está aquí.

Que habrá quienes digan: “¡Pues qué fácil! Ya tiene el “speech” bien planeado -porque así lo he escuchado, y esa es la palabra que han utilizado- lo tiene bien aprendido”. Qué diera yo por tener una memoria así, en la cual ¡paso a paso! todo lo tengo bien aprendido; ¡pero no!, mi memoria es de teflón hermanos.

Yo creo que por eso Nuestro Padre dice: “¡Así es como te necesito!” A veces sí me llegan los pensamientos y digo: “Padre; pues esta hermanita hace esto, habla. No, con esto no quiero decir, no, ¡líbreme tú Padre!, pero si así me necesitas pues aquí estoy. La sabiduría que tú me entregas en los momentos en que estamos reunidos, como hoy, como en este instante”.

A lo mejor estoy siendo muy repetitiva, pero ¡eso es lo que estoy sintiendo desde el corazón!, y de verdad hermanos, Nuestro Padre así me lo hizo sentir: “¡No! ¡No hay Llamado! Para ese día ¡no hay reunión! Pero ellos tienen que darse cuenta -así como tú mi niña- ¿qué es lo que sentiste hacer?, ¿qué es lo que hiciste? Aunque sí, te estamos hablando y seguiremos hablando, y mucho, y ya lo irás recordando; pero que cada uno haga esa reflexión: ¡qué sintió hacer!”

Porque tampoco quiero escuchar: “¡No! Yo me puse, medité, luego todavía estuve haciendo esto, prendí una vela, hice… no sé”. ¡No, hermano! ¡Guárdatelo para ti!, que Nuestro Padre estuvo ahí. ¡El te vio! ¿Y saben qué fue lo importante? El -lo que tú le ofreciste- con el corazón ¡lo sintió!

La instrucción que a Enriqueta le dan en esos momentos fue así: “¡No! ¿Para qué?” Recuerden aquellas palabras cuando antes tanto nos reuníamos y nos decían: “¿Para qué hermanos? ¿Para qué están aquí? ¡A Nuestro Padre no lo engañan! A nosotros tampoco, porque lo sabemos. ¿Para qué queremos cuerpos presentes?, si están ausentes con la mente y el corazón, que son lo importante. ¿Para qué? No nos engañan, ¡se engañan ustedes mismos!”

Entonces hermanos; eso es lo que Nuestro Padre lo que le hizo sentir a cada uno, ¡y bendito sea!, porque en base a eso se me dio una instrucción; que me dijeron que en estos días la estaría y la tendría presente. Es por eso hermanos.

No hay el afán de que Enriqueta: “¡Vengan! Vamos aquí, y les voy a decir, y hagan”. ¡Respeto mucho! lo que otros hermanos y otras hermanas están haciendo, porque las instrucciones son para cada uno de manera distinta, ¡y vienen de Nuestro Padre!, y cuando vienen de Él, ¡bienvenido!, amorosamente a todos y cada uno los tiene inmersos en eso.

Entonces, yo les digo¡eso!, hermano, ¡eso!, hermana; que el día 12 que fue muy importante, pero no sólo ese día, todos los anteriores. Y déjenme decirles que mi Padre también me dijo: “Hay una gran, Gran Alineación”, y no se refirió al día 12. Entonces hermanos, dijo: “Ahí es donde está la preparación. Todo lo anterior está antecediendo a lo que llega, y todo es en Gran Amor”.

Por eso nos pidieron que estuviéramos muy atentos y dispuestos en cuanto a esa Energía de Amor que se ha estado emanando, que espero que nos envuelva a todos. Que realmente toda esa tristeza, dolor, resabios, resentimientos, ¡de verdad los estemos soltando! ¡Es muy importante! ¡No para mí!, porque yo también estoy en ese trabajo, ¡créanme!, y cada uno de nosotros tenemos que entender ¡qué es! lo que nos pudiera detener, y pedirle a Nuestro Padre y estar sintiendo y con nuestros amados Maestros, que están tan amorosamente ahí presentes e indicando, señalando. 

Tal como lo dijo el Maestro Saint Germain: “Eso que viviste, hermana; date cuenta: ¡no están listos todavía!, ¡pero! nosotros estamos aquí para cuando llega; si desean sentirlo, si desean escuchar, ¡pero permitir!, ¡acelerar en su interior todo aquello que tienen que soltar!, que nos den el permiso de hacerlo, porque existe la Gran Dispensa que se pidió”.

¿Saben lo qué es una dispensa? ¿O no? (“Eximir de una obligación”) Y hermanos, ¡no desperdiciemos esta Gran Oportunidad! De verdad, estamos viviendo el tiempo de los tiempos, independientemente de lo que digan, de lo que nos quieran hacer creer, pensar. No debemos permitir que el temor ¡haga presa! en nosotros. Tenemos que ¡redoblar!, ¡multiplicar ese sentimiento de amor! ¡Es la llave que está abriendo todas las puertas!

Y entonces ¿para qué?, ¿de qué sirve de que digan?: “¡Pero es que hubo muchos Portales! ¡Hubo muchos umbrales! Fíjense, todo diciembre”. ¿Y? ¿Realmente hemos estado dispuestos a aprovecharlo?, porque ahí está, y no solamente esos vórtices, hermanos.

¡No tienen idea! que la lluvia que llamamos “de estrellas”, pero tal como lo dijo Nuestro Padre: “Esa Gran Estela Luminosa que llegará es un gran regalo que “El Yo Soy” les da”. Todo de lo que venía cargada. Todo lo que cada uno de nosotros recibimos, y aquellos que estábamos inmersos en el sueño, ¡que no es así!, lo que pasa es que no nos acordamos; qué estuvimos recibiendo, qué estuvimos sintiendo, qué estuvimos haciendo.

Vamos a pedirle que nos permita recordar con el corazón y seguir adelante. Que esto ya no sea una ilusión, sino que sea ¡una proyección de algo real!, en la verdad de la verdad. Ahí está uno de los decretos donde dice: “Y aquí estoy pidiendo inconscientemente, pero también si no es así, que se proyecte en lo real”. ¡Eh!, lo que llamamos “real”, que es una mera ilusión. Somos hologramas -hermanos- que realmente en la Luz, en la Luz que Nuestro Padre entregó, ¡esa Chispa Divina que a cada uno nos dio!, ¡más que nunca está brillando!; se está haciendo sentir, nos está llegando, ¡está abriendo muchas cosas!

¡Ay de Enriqueta si no lo entiendes! ¡Ay de ella!, porque tanto le estuvieron diciendo: “Sé congruente de lo que dices con lo que sientes; en lo que a la acción estás llevando. En cada reunión, realmente ¿te dejas llevar por lo que te estamos dictando?”

Pues si no ¿de dónde saldría todo esto que es puro amor? Que sé que viene de Nuestro Padre y de nuestros amados Maestros; ¡mi amadísima Alexa! Luego le digo: “Tú eres tan bella, eres así como mis amados Maestros: Jesús, Saint Germain, y mira con qué humildad estás y llegas y me haces sentir. Perdóname por todavía no permitir que te muestres ¡tal cual! como lo que eres, como lo que das, lo que Nuestro Padre te entregó, y lo que vienes a compartir y a dar. Sobre todo la Antorcha de la Libertad, ¡aunada al amor!, ¡el inmenso amor incondicional y el perdón! ¡Muy importante!, ¡perdón que nos estamos negando!, primero a nosotros y luego a nuestros hermanos. ¡Peor tantito!

Porque hay cosas que no hemos entendido, aunque digamos: “¡No! ¡Pero es que mira!” ¡No! ¡No! ¡No! ¡No nos justifiquemos!, porque ahí estamos cayendo en esos errores, y si ustedes se dieran cuenta hermanos, si Enriqueta se diera cuenta cómo están gozando esas entidades inarmónicas cuando nosotros caemos en su juego. ¡Los estamos alimentando! ¡Los estamos todavía engordando!, para que cubran toda esa Energía Divina que está llegando. ¡No lo permitamos! Ese es nuestro gran trabajo.

De verdad hermanos; eso es lo que nos han estado pidiendo, y ahí donde estás, en el lugar donde te encuentres; en tu trabajo, en tu hogar, con quien tú tengas frente a ti, si en ese momento te hacen sentir: “¡Ah! Está contigo y está frente a ti. Es porque ¡te necesito!” Nuestro Padre te hace sentir: “Sé mi instrumento. Déjame actuar. Lleva a la acción lo que te estoy pidiendo”. ¡Y qué maravilloso, hermanos!, porque luego te sorprenderás.

Pero ahí que tu reacción sea: “¡Ah! ¡Lo que estoy haciendo!” ¡No! “¡Ah Padre, te agradezco!” Así como lo hacía nuestro amadísimo Maestro Jesús, ¡antes! de llevar a cabo tantas proezas maravillosas, que con tanta humildad le agradecía a Nuestro Padre como ya hechas: “Te agradezco el que muestres, me permitas ser tu instrumento, porque tú todo lo vences. Eres -Padre- ¡lo más grande y perfecto!” Eso es lo que nosotros necesitamos tener ¡bien sabido!, ¡bien entendido! con el corazón, hermanos.

Nuestro Padre sabe, conoce lo que nosotros llamamos “nuestras limitaciones”, si no en este juego de lo terrenal, de esta Dimensión, cómo vamos caminando, cómo vamos “jugando”. ¡Y sí!, vamos a llamarlo así, porque realmente alguien me dijo: “Es como un teatro, ¿no?, y todo lo que estás viviendo ya venía previsto”. Tú elegiste. También tu hermano, que no es la primera vez. Ya en otras encarnaciones están unidos a ti en un grupo en el cual están y aceptaron venir a seguir y a experimentar. Ahora yo te veo como mi hermano. A lo mejor en mi otra encarnación fui tu mamá. ¡No lo sabemos! Pero lo que sí es cierto es que estamos ¡nuevamente cercanos!, ¡unidos!, unidos por ese ¡gran, gran lazo amoroso!

Hermanos; así como Nuestro Padre nos ha hecho sentir que estamos unidos a Él, en esa Conexión infinita del Cordón de Plata; también lo que estamos emanando, quienes se estén acercando, habrá hermanos, hermanas que lleguen luego, pero ¡ya traen! un entendido, algunos lo llaman “kármico”; yo lo llamaría: “estuvimos de acuerdo y yo te pedí a ti hoy por hoy que fueras mi hermana, la cual también abriría, la cual también estaría; ¡pero que también estés en el entendido que tenemos que buscar y estar trabajando en esa armonía y en esa humildad!, y siempre pedirle a Nuestro Padre que sea El el que se muestre, a través de cada una de nosotras en este Plano terrenal”. ¡No hay más!

Ya El lo tiene bien dispuesto: quién será tu guía; ¡hasta qué momento! Porque déjenme decirles hermanos; hubo también quien me dijo, un poquito mal interpretando: “No. Pues yo no necesito de nadie quien me diga. Ya se me dijo. Tanto he estado en esta búsqueda que no necesito muletas”. Le digo: “No son muletas. Cuanto más vamos avanzando, dicen que es un Gran Maestro aquél que no esté dispuesto a que veas su Luz, sino que te está ayudando ¡para que veas y abras la tuya!”

¡Esa es la Gran Enseñanza que Nuestro Padre nos da! ¡Todos somos Uno! y en “El Uno” estamos con esa Conexión eterna con Él, pues sí, desde la Eternidad.

Vamos a retomarla. Vamos a abrazarla cada vez con más fuerza, hermanos.

(Se realiza la “Gran Invocación”).



Diciembre 18, 2019.
Alexa. (1)

… estamos y vivimos el Gran Umbral de la alineación total que se sentirá, que se verá y que nos dará ¡algo tan grande!, tan amoroso, tan armónico, tan positivo; que se ha dicho -y así ustedes cuenta se darán- ¡esa Gran Conexión! de tu Ser interno con lo que llamas tu “Yo Superior”, a través de ese canal directo, desde el Núcleo Sagrado de nuestra amadísima Madre Gaiasu corazón de cristal que cada vez ¡más y más! nos iluminará y nos tendrá en esa consciencia tan clara, elevando, para que -al salir por el Chakra Coronilla- también se una y entonces veamos -aun estando aquí- y sintamos y vivamos lo que es ¡no el servicio!, sino el infinito amor que nos da en esa unión el Cordón de Plata que cada uno de nosotros tiene.

No realmente estamos alejados de Nuestro Padre. Eso intentamos, ¡pero Él siempre está! esperando, amorosamente esperando que estemos dispuestos a volver. ¿Cuándo? No me pregunten a mí. Decídanlo ustedes. Habrá quien diga: “Yo ya elegí”. ¿Y es realmente así? ¿Lo estás haciendo?

Lo dejo en lo que llaman “tu Consciencia”, ¡pero la verdadera!, porque si todavía hay alguna reminiscencia de lo que sabes que no debe de ser, entonces -hermano- cada día de lo que llamamos “nuestra vida” estamos desperdiciando cada momento, cada instante sagrado en que la Gran Dispensa ha venido y está cada vez ¡más y más! con nosotros y para nosotros, en nosotros ya no tan cercano, sino logrando esa unión.

Tal como lo dijo mi amado hermano Saint Germain: “Ahora que dicen que las Dimensiones se están empalmando”, yo les digo: ¡más que eso! Todo lo que está sucediendo. Si alguien desea vivir el hecho de que estamos aquí; hermano, hermana: prepárate. ¡Claro que te vas a sorprender!, ¡pero que tu reacción sea en amor!, y entender, ¡saber sobre todo!, saber que somos nosotros realmente, en el nombre de nuestro amadísimo Creador -“El Yo Soy”- hermanos.

¿Por qué todo esto? Quedará de manifiesto. Hay muchos hermanos, hermanas que están preparando grandes movimientos. ¿Cuáles? Realmente no puedo decir “el verdadero”, sino ¿qué es lo que a nosotros nos corresponde?

Nos gustaría saber, ¿verdad?, qué es lo que cada uno de nosotros va a vivir y qué es lo que tiene que hacer. ¡Invoca!, en la Gran Ley de Nuestro Padre. ¡Es Él y sólo Él el que te va a decir! ¿Cómo? Inclusive algunos de ustedes a través de su hermana, ¿por qué no?, si así lo desean. A través de nuestro amado, amadísimo, mi amado hermano Saint Germain. A través de mi amadísimo hermano Sananda, “Jesús”, como han tenido a bien quererlo llamar, y más en este tiempo, en que la Gran Enseñanza ¿quién realmente puede saber si es verdad que fue en estos días?

Pero ¿saben?, toda esa Energía que estamos elevando, que estamos entregando, que estamos ¡acercando!, buscando esa unión con la familia, porque tristemente también con la familia habemos quienes hemos estado alejados; hemos tenido algún problema; alguna por ahí inconsistencia ¡y nos alejamos! Se nos hace más fácil crear el resentimiento, y no hay humildad, porque decimos: “¡Que sea él el que se acerque! ¿Por qué yo? Fue él o fue ella quien me ofendió”.

¿Realmente te ofendió a ti? o ¿es tu orgullo?, ¿es tu ego el que insiste en decir? ¿Dónde está la humildad? ¡Ahh! “Es que estoy trabajando que no haya apego”. ¡No! ¡No nos justifiquemos! Eso es muy distinto. Eso no es amor. Eso es ¡dualidad! que todavía en algunos de nosotros, por no decir que en casi todos o en todos, todavía por ahí anda y está.

¿Y qué es lo que podemos y deseamos hacer? Hoy más que nunca con toda esa Energía maravillosa que nos están haciendo llegar y que Nuestro Padre ha tenido a bien insistir y decir: “¡Aquí está! Les estoy entregando. Está llegando. Les estoy mandando ¡señal tras señal! en lo que llaman “el cielo nocturno”. Que también en lo que llaman “el día”, hay ocasiones en que ha habido sucesos, eventos, en los cuales ¡ni siquiera los hemos visto algunos!, ¡porque no estamos atentos! Estamos inmersos en nuestro día con día, en la preocupación, y lo digo porque me incluyo; lo he vivido y lo sigo viviendo.

Hay momentos en los cuales me pierdo en eso y me olvido de agradecer y de disfrutar un amanecer, un día maravilloso en el cual lo que llamamos “Nuestro Padre Sol”, que nos viene a acariciar, que toda esa Energía fantástica, amorosa, que nos entrega. Créanme, la Simbología Sagrada se siente.

¿Recuerdan cuando hace tiempo por ahí encontré y les compartí un video en el cual se habla precisamente de cómo adorar al Sol en las mañanas? Un pequeño ritual de ver el amanecer, de recibir, de estar en esa Consciencia y sentir esa unión, y realmente es maravilloso cada vez que me doy ese tiempo y lo recibo ¡y siento! antes de que el Sol empiece a emitir toda su fuerza; cuando empieza a salir en cada amanecer.

¡Dense la oportunidad hermanos!, quienes no lo han hecho. Sé que la mayoría o algunos sí; mirar directamente al Sol. No tienen idea todo lo que nos entrega. Cómo empiezas a ver el Arcoíris Sagrado de las luces que proyecta, ¡y símbolos! que nos están llegando, porque es así. No es un engaño. No es una ilusión que tú quieres ver. ¡Es!

¿Qué mejor lugar -como se los he dicho tanto- donde esconder la maravilla y el gran regalo que “El Yo Soy” nos da? ¿Qué mejor lugar que frente a ti?que tan ocupados estamos en nuestro día con día, en lo que: “¡Hoy tengo que hacer esto! ¡No me va a alcanzar!, porque tengo que ir aquí, tengo que hacer aquello, etc., etc., etc.” Eso es lo que nos han impuesto. Eso es lo que tenemos también que darnos cuenta que tenemos que hacer a un lado.

Cuando realmente, ¡ya no digo un día!, unos momentos, unas horas en un día que nos propongamos vivirlo, hacerlo, se darán cuenta hermanos, qué grandes regalos Nuestro Padre nos da. ¡Más hoy!, con esa Gran Energía que hasta los que ¡niegan su Presencia!, están ahora inmersos en decir: “¡Ah!, la unión familiar, el Espíritu Navideño. No, pues yo no creo en eso, pero me voy a reunir con mi familia el 24, luego pues, ¡eso es sagrado! -y utilizan la palabra “eso es sagrado”- porque me reúno con mi familia, porque estamos todos juntos”. Que hay quienes no lo hacen, ¿verdad?, pero la mayoría lo buscamos.

Hay que aprovechar todo ello ¡para unir! en nuestros corazones y con nuestros corazones toda esa Conexión y verán qué maravilloso es, todo ello está lleno de buenas razones, sino de sentir y vivir todas esas emociones, que es una sola: el amor, la grandeza de “El Yo Soy”, la gran riqueza que nos entregó.

Y es por eso que nuestros hermanos, aquellos que, pues no son humanos, que traen otra apariencia, están muy atentos, porque saben que hay algo en nosotros que es tan grande y maravilloso, que Nuestro Padre nos entregó: lo que llamamos “corazón”, emoción que está tan latente, ¡que está viva! ¿Has escuchado hablar de la cajita de Pandora?, pues esto es algo parecido, pero con pura Energía Positiva, Cósmica, Universal, viva.

Ahí es donde brota lo que realmente somos; lo que es cada uno de ustedes. Por eso les he insistido: “Eso que llaman “corazón”, y tú tienes la llave”. Que no sea la razón que nuble tus ojos y tu entendimiento, tu cerebro; que sea el amor en el sentir, en el vivir y en la unión con tu Ser Superior, con los Seres que amas, ¡con los hermanos! que están a tu alrededor, para que se den cuenta y compartas todo eso que emanas, que es verdadero, para entonces llegar a vivir y empezar la Gran Avanzada. Es lo que harás: convivir y caminar en lo perfecto, en Gran Hermandad.

¿Cuánto tiempo se llevará? El que ustedes tengan a bien indicar. Para Nuestro Padre y para nosotros entendiendo en la verdad lo que es el Cristo, la Consciencia Crística, la Consciencia Cósmica, y ahora que algunos se están acercado tanto, que ya están empezando a vivir paso a paso en la Universal, para que en la grandeza de Nuestro Padre el Gran Universo de Universos ¡que aquí está! Algunos dicen: “Han tenido a bien empalmar”. Hermanos, ¡siempre ha estado!

Al abrir en la Consciencia ¡tú te permites! vivirlo, caminar en ello, hacerlo, compartirlo y de ello hablarlo, pues eso es lo que Nuestro Padre desea. Yo no vengo a decirles algo nuevo; ¡es! lo que siempre ha sido y ha estado ¡en todo!, en cada tiempo, y en el tiempo de los tiempos, hoy por hoy ¡grandes sucesos!, que aquellos que lo están sintiendo lo empezarán a vivir.

Yo le pido a mi Padre, que mientras estemos y sigamos aquí me permita, ¡nos permita!, aquellos de ustedes que así lo han hecho y quienes están a punto de hacerlo, entiendan esto.

¡Tanto!, día con día le pido con todo amor que no suceda lo que aquel día en que el hombre cayó; que el ego lo inundó, que pensó y se comparó con la grandeza que El tiene. ¡La tenemos!, pero porque es de Él, porque es ¡Él! quien -a través tuyo y mío- lo muestra. Tenemos que estar conscientes de ello. “Yo Soy” el infinito amor quien se muestra. “Yo Soy” ¡en la verdad!, ¡desde la Eternidad!, que aquí ha estado y está.

Hoy por hoy empezó en este tiempo aquello ¡de lo que tanto se vino a hablar!, de lo que mi amado hermano Sananda y mi amado hermano Saint Germain nos dijeron: ¡él! -Jesús bendito- que llegaría y que aquí estaría; que se mostraría desde el interior de cada uno, y esa promesa que ha hecho se cumplirá, porque así lo prometió que se cumpliría.

No te preguntes “cuándo, ni cómo”. ¡Eres tú! quien está acercando el momento. Eres ¡tú! quien lo va a vivir, y luego en el nombre de mi Padre -“El Yo Soy” tan amado- lo muestro. No porque todo esté empalmado, sino ya elegí estar en esa Dimensión que pensé que era desconocida, pero a la que estaba consciente -desde mi interior- que viviría en un día.

Ese día llegó. Ese día en el cual mis amados hermanos con anterioridad, fueron unos cuantos los que lo vivieron y mostraron. ¿Qué fue lo que hicieron? Solamente reconocer que todo viene de Él, y saber, y entregar, arrojar a los demonios que hemos abrazado. ¡Soltar!

Todo es en armonía, y entonces empezar a abrazar el infinito amor, la grandeza de Nuestro Padre ¡y esa belleza del amor incondicional!, ¡de la Consciencia Sagrada!, ¡que más que Crística!, ¡Cósmica!, es Universal, ¡y que deja de ser humana!, que es la que mostrará en este Plano terrenal, ¡ahh!, que es Él, mi Padre tan amado, “El Yo Soy”, quien plena y totalmente mi Ser lo ha inundado.

“Yo Soy” -en “El Yo Soy”- quien lo está permitiendo. “Yo Soy” quien lo está pidiendo. “Yo Soy” quien en infinito amor lo está recibiendo. “Yo Soy” quien luego de ello lo estoy compartiendo. “Yo Soy” en el libre albedrio que Él me entregó, en la Gran Enseñanza de “El Yo Soy”, quien he retirado la venda del olvido, para vivir ¡la grandeza! de mi Padre tan amado. Eres tú, sólo tú -en infinito amor- quien aquí está en esta Gran Reflexión.

Te agradezco -¡Padre mío!- que estés aquí, y que todo esto me hayas inspirado. Es un pequeño bosquejo de lo que realmente estaremos viviendo.

¡Ah Padre!, te agradezco infinitamente ¡y te entrego! esas tristezas que he tenido a bien llamar “lecciones”, “eventos”, “situaciones”, pero estoy entendiendo que eres ¡tú! y sólo tú, que cuando me dijiste así:

“Esto es lo que elegiste y vas a estar viviendo, pero recuerda desde lo más profundo de lo que llamas “tu corazón”. ¡Que llegue el Gran Recuerdo!, aunque estés en esto que llamas “Mundo”, para que vivas la realidad y la Consciencia Sagrada, el evento tan grande que todos mis hijos que se hacen llamar “Humanidad” ¡van a vivir!

Estás aquí porque amorosamente Yo te lo pedí, ¡y tú aceptaste! y te dije que recordarías todo; que llegaría el Gran Momento en que aún estando aquí, pero eso ¡tú lo estarías eligiendo!: cuándo sería, cómo, de qué manera.

Y mira -hijo mío, hija mía- ha empezado ya a vivir ¡lo que muchos llaman “una Gran Quimera”!, que no es así. La verdad de la verdad ¡está! en cada uno de ustedes y es la que hablará. ¿Cómo y de qué manera? Sólo permítete escuchar, porque tú estás pensando en este momento: “Pero entonces guíame. ¿Qué es lo correcto?, ¿lo que estoy haciendo? ¿Dejo esto? ¿Me involucro acá?”

Nuestro Padre tiene muchas maneras amorosas de pedirte que en esa libertad elijas. ¿Y por qué no?, El también te dice y te indica qué es lo que necesita y qué es lo que pide de ti. ¡Hazlo hermano! ¡Hazlo hermana!, que la Grandeza Sagrada de Nuestro Padre en todo aquel que está aquí experimentando como humano y que está dejando de hacerlo, ¡ahh!, ya ha empezado y seguirá, cuanto más, paso a paso, cercano a vivir en la Multidimensionalidad.

Esto es lo que como tu hermana que soy -Alexa- en infinito amor, viviendo y sintiendo todo esto que nos da mi Padre tan amado -“El Yo Soy”- y está pidiendo y también indica: “Habrá cambios, ¡muchos cambios! -¡pero que nada te haga pensar! o te desmoralice hermano- hay que depurar para seguir adelante, y aquel, aquella, que en Gran Purificación está, para seguir y en mi nombre -en el nombre de “El Yo Soy”- mostrarles a los demás que esa promesa se está cumpliendo; que “El Yo Soy” en cada uno de ustedes está viviendo”. ¡Ahh!

Y no te puedo decir: “moraleja”. No hermano. ¡Eres tú el que elegirá! ¡Y no es una leyenda! ¡Y no es tan vieja! Todo esto que estás viviendo y que muchos de ustedes están sintiendo es atemporal. Todo lo que les estamos diciendo siempre ha permanecido; ¡está vivo!, ¡está presente!, ¡más fuerte que nunca!, con esa fuerza que ni lo que llaman “muerte” lo desviará ni lo aniquilará. Les vamos a mostrar -amados hermanos- lo que realmente ustedes han hecho de esa palabra que como humanos han creado y la llaman, la mencionan con tanto temor.

En el nombre de “El Yo Soy” verán que nada de esto es así; que son eternos, y que en su nombre están aquí. Es por eso que su hermana Alexa acompañando está, y cada vez será con más fuerza, ¡no importa el lugar! Mi Padre tan amado ha tenido a bien y tendrá a bien ir indicando ¡dónde!, por qué y para qué.

¿Y qué de aquellos cuarzos o que llaman “piedras” que pidió? ¿Qué está sucediendo? ¿Qué es lo que están emanando? ¿Qué es lo que cada uno de ustedes está sintiendo? Empezará a ser memorable, a sentir y darse cuenta que es tan invaluable lo que El pidió.

Que si alguno o alguna se alejó, ¡qué importa hermano! ¡Ya lo decidió! Nuestro Padre, nuestros Maestros, mis amados hermanos, han hablado y han indicado que habrá quienes estén regresando. No preguntes “¿cuándo?”, porque eso es lo que también luego hace que en ti se cree la duda. Para nosotros no hay tiempo. Todo es hoy, aquí, y perdura, ¡es eterno!, ¡como tú!, como “El Yo Soy”, como el simple hecho de que tú estás escuchando y sabes que aquí estoy temporalmente en este cuerpo, a través del que te estoy hablando. Ante algunos totalmente, abiertamente me he mostrado. ¿Y qué ha sucedido? ¿Qué han dicho? ¿Qué han hecho? ¿Lo han creído?, o mejor aún: ¿lo han sentido?

Hay mucho por hacer. Una de las principales causas, que ya se está viviendo el efecto; que Nuestro Padre, mi Padre tan amado me indicó, fue: “Que vivan primero la causa. Aquellos que estén realmente atentos y dispuestos vivirán ¡el efecto de todo lo que escuchó!” El recuerdo que siempre está ahí, que estuvo presente ¡y sigue!, ¡tan atemporal como todo lo que El es! y que en cada uno de ustedes está. ¡Ahh!

Es así hermanos, y se va a mostrar lo que mi Padre, ¡Nuestro Padre! tiene a bien indicar; ya no digo “permitir”, sino lo que ¡El está dispuesto! en ti, en mí, en cada sentir, y de manera personal, individual, así como tuviste a bien permitirte sentir hoy en estos días -que aún falta uno de ellos- pero dense cuenta que es solamente ¡un Umbral más! de lo que realmente se abrirá en su totalidad.

El tiempo ya está, ¡ahh!, y en la Numerología Sagrada, en la Simbología también, que no puedo decir que esté cercana, sino que se está mostrando y está, de cuántos hermanos, hermanas, que Nuestro Padre ha tenido a bien aclararles el pensamiento y sentir y saber el “porqué” y el “para qué” aquí están; ¿por qué se presentan esos símbolos?, ¿qué es lo que representan?, ¿qué es, o de qué nos vienen a hablar? ¡Hay tanto por hacer! ¡Hay tanto por mostrar! Pero ya lo dijo Nuestro Padre: ¡es y será!

Sólo aquella que -déjenme decirles- que habrá quienes ya algunas situaciones han mostrado; no es nada comparado con lo que viene y con lo que sucederá. Que no se sorprendan que habrá quien, aquella, aquel, que hasta hoy nada ha mostrado, y que llegado el Momento Sagrado será ¡con tanta fuerza!, que mi Padre lo que desea es -hermana, hermano- que no te olvides que en esa Consciencia ¡es Él y sólo Él! el que acompañándote está.

Qué importa lo que hoy estés viviendo, cómo estés, o lo que en tu interior, en tu Ser esté sacudiendo, si dispuesto estás a soltar; soltar aquello que te está limitando ¡y abrazar lo que está llegando! ¡Vaciarte completamente!, limpiarte y seguirte purificando. Miren cómo sigue esa Gran Oportunidad. Entonces, entonces hermanos, mi Padre ya está indicando: cómo, cuándo y quién se estará regocijando. ¡Ahh!

Y entonces todo aquello que indicó; lo que a su hermana le pidió, esa Gran Instrucción Amorosa que llegando aquí, tal cual como me lo repitió, fortaleciendo lo que en cada uno está y que sigue creciendo, ahí es y en ese Gran Momento que se va a mostrar. ¡No hay antes ni después!

Entonces hermanos, eso es lo que su hermana les pide. Esto es lo que mi Padre tuvo a bien al pedirme: “Quiero que se reúnan. Quiero que les hables. Yo te indicaré de qué. Ellos escucharán y luego verán y vivirán el cómo, el “porqué” y el “para qué”. ¡Y es maravilloso!”

En esa cavidad que le llaman “tu interior”, que es ¡y tan profundo está! lo que llamas también tu “Tercer Ojo”, te lleva a vivir en un gran paseo amoroso, victorioso, para que también al permitir que en tu corazón todo se abra, luego viajes en tu interior, a través del “Ojo que todo lo ve”. Ahí es donde está Él -Nuestro Padre- y en esa Gran Unión, por eso en línea directa está. ¡Ay!

Y yo les pido utilizarla y envolverse en la Llama Violeta se encuentra y está -amados hermanos- ¡el Cordón de Plata!, para que en línea directa estén y vivan, vayan, y al volver el Gran Recuerdo en ti esté, ¡de quién eres!, el cómo y el “para qué”.

Habrá quien me pueda decir, preguntar: “¿Y cómo? ¿Cómo hacerlo?” ¿Recuerdan que pidió tomar de manera terrenal el vivir cierta técnica, lección? Pero hermano; lo que ¡nunca ha fallado ni fallará!, ¡es que todo lo hagan con el corazón! Que tu entrega sea así; ¡con esa pasión!, con ese infinito amor. Pedirle en esa Conexión que sea Él el que te guie, el que te lleve, el que te inspire. ¡Ahh! Ir directo y estar en esa Dimensión en la cual pasando por todos aquellos: desde lo astral, más allá, donde están los Maestros, ¡que sean ellos quienes te acompañen!, y si tú me lo permites, ahí está tu hermana Alexa: te acompañará.

Algunos, si ya no lo dije, si ya no lo he insistido, ¡ya no lo han hecho! Pero hermano, ¡siéntelo y tenlo por bien sabido! que para eso estoy aquí: para acompañarte, para ayudarte a recordar, para mostrarte quién tú eres, y que -en el nombre de “El Yo Soy”- en esta bendita Conexión y en esa unión estás.

Que en ese trayecto, mi amado hermano -“Jesús” lo quieres llamar- te lo ha dicho. “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”. Toma su mano, que por cada alma es bien sabida que él está aquí, en esa Consciencia ¡Crística!, para que tú tengas a bien renovar, entender y recordar los votos que tuviste a bien hacer, y de ello nuevamente hablar.

Hermano mío; eso es lo que te pido. Le pedí a mi Padre ser tu hermana la que te hablara de todo esto; entregarte, ¡llevarte!, envolverte en la Llama Violeta, no sólo a ti sino a los Seres que amas, a todos aquellos que -estando aquí en este Plano terrenal- tanto te han llevado a preocupar; ¡que no debe ser así! Entrega y suelta, porque es Nuestro Padre el que ya -en esa línea directa- Él es el que hace, Él es el que te lleva, Él es el que amorosamente señala¡Ponte a prueba! ¡Hazlo hermano! y verás que no te engaño, que es así.

Esto es parte lo que deseaba hablarte tu hermana Alexa. ¡Hay mucho!, ¡mucho más por hacer! Hay mucho, mucho por vencer. Hay lugares maravillosos en los cuales Nuestro Padre ya ha estado preparando y nos va a mantener, y no será por un pequeño lapso. El tiempo, el tiempo en el cual ustedes tanto han estado preocupados e inmersos, verán ¡que no es nada! si se compara, como hoy aquí, de todo esto que les he hablado.

Es sólo que permitas que el Gran Recuerdo esté en ti, y permítete vivir y mostrar y compartir todo lo sagrado. Lo que llaman “Navidad”, ¡es! en cada atardecer, en cada Sol que ilumina tu cuerpo, que te hace recordar a tu Ser que al seguir adelante estás cada vez más cercano a lo perfecto.

¡No preguntes cuánto te falta! ¡Vive!, suelta, acciona, abraza, reacciona, sé congruente. Esa es la mejor forma. Que mira, no es que te aliente; ¡es la verdad! de lo que en la Gran Enseñanza del Amor Universal, insisto en decirte: todo es atemporal.

¿Por qué no hay algo específico? ¡Eso será! a lo que Nuestro Padre cuando El tenga a bien indicar. Y me refiero a “especifico”, en el qué hacer, en qué lugar, cómo hacer, cómo y de qué manera hacer.

Y lo que a mí respecta, siempre, siempre -amados hermanos- cumpliré y buscaré, atenta estaré a lo que mi Padre, ¡Nuestro Padre! tenga a bien indicarme, compartirles, ¡de ello hablarles! Y quien sienta en su corazón, aquí estoy en Gran Amor. Y el resultado de todo aquello que vivirán, será Nuestro Padre el que a través tuyo -hermana, hermano- lo mostrará. Así es como sucederá.

Agradezco. (Estornuda). Con esto están confirmando de todos en ustedes, que en algunas de las creencias de antaño, cuando hablaban de Oráculo Sagrado y de todas esas situaciones y momentos, hazañas, creían tanto en que cuando alguien estornudaba estaba afirmando de lo que se hablaba. ¡Estaba confirmando! que es verdad ¡eso! que cada uno de ustedes escuchaba, en el nombre de “El Yo Soy”: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es la confirmación de esto, que su hermana Alexa les estuvo hablando.

¿Por qué se los estoy recordando? Hay algo ¡muy importante! que también se desprende de eso. Si ustedes quieren buscarle se sorprenderán de lo que lleva en las creencias cuando realmente así lo sentían; ¡cada vivencia!, y lo que amorosamente recibían. No es casual.

Pero aquí vuelvo a repetirles: es importante entender de lo que nos tenemos que dejar llevar en el sentir, en el amor de Nuestro Padre; ¡el vivir! cada momento, cada situación ¡en este tiempo! en infinito amor.

Yo soy Alexa. Con ustedes está, con toda la fuerza y la Flama Viva que Nuestro Padre nos da. Suelten, que ya no esté cautiva; que fluya; que emerja; ¡que viva!; ¡que se muestre!; ¡que ilumine con toda la fuerza!, para que culmine lo que cada uno de ustedes tienen a bien ¡y van a mostrar!



Diciembre 18, 2019.
Saint Germain.

¡Y es así!, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos! Lo que el cuerpo, el templo está soltando. ¡Vive Dios de todo lo que mi hermana les ha estado hablando!

¡Es maravilloso de qué manera y cómo me están ayudando todo ustedes!, y ellos, mi hermana, mi amadísima Alexa, que -bueno- ¡tantas cosas se han dicho!, la verdad de quién directamente es; que si es o si no es. Tanto que han preguntado: “Que ¿por qué le llamo “hermana”? Que ¿por qué?, si se dice que como Madre me ayudó para llegar a la perfección”. ¡Quiero decirles! que hay muchas cosas que ustedes vivirán. Aquél que ya lo entendió en esa Gran Verdad ¡es! y entonces sabrán cómo y de qué manera ¡Saint Germain! con mi amada Alexa participó. ¡Claro que sí!

Hay tantas cosas y que están aquí. Que ¿por qué se ha hablado poco, de ella y de mí? ¡Y qué!, si algunos han encontrado algo que dicen que un poco escondido ha estado. Cuando ustedes con el corazón lo entienden, se abre no solamente la visión, sino todo el recuerdo, ¡la Akasha!, de la que ya ¡no sólo su hermano!, sino también mi amadísima Alexa les habló: ¡la Akasha Divina!: ¿quiénes son?, ¿cómo y de qué manera?, ¿cuál es su misión?, ¿qué es lo que están haciendo aquí?, y luego entonces cumplir y hacer, porque entonces lo tendrán muy claro, para qué están aquí ¡y qué es! lo que amorosamente les está dictando su Ser, su Ser ¡tan grande! ¡Tan importantes que son cada uno de ustedes!

Amados; se está acercando cada vez el Gran Momento en el cual su hermano ¡Saint Germain! con todo esto que inicié al hablar y con todo lo que ella les ha dicho, todo en uno solo, en esa unión, en esa Conexión que algunos de ustedes están logrando y que han ido asimilando.

Y quiero decirles que cuando hemos hablado con ustedes, ¡son ustedes quienes así lo han elegido y lo han permitido! ¡No ha sido mi hermana!, ¡ni yo soy! -en “El Yo Soy”- que nosotros con gran alegría y algarabía, gran regocijo, agradecemos que permitan que vivamos ese día en el cual nos escuchan, y que no son acertijos, son en la verdad: ¡quiénes son!, ¡de qué manera y cómo! Y han aceptado y piden que se les empiece a guiar, pero esa guía que muy poco tiempo durará. ¿Por qué?, porque son llamados a vivir en esa aceleración.

¡Tanto! y cuántas veces lo vamos a repetir, y eso hermanos, en esa Gran Dispensa todo se va a estar acelerando, pero serán cada uno de ustedes quienes lo van a permitir, y lo estarán viviendo, y nosotros con Gran Amor lo estaremos compartiendo con ustedes.

Ya llegó ese momento del que les hablamos, en el que vamos a compartir: hablaremos y nos van a ver. Yo no sé quién se sorprenderá. Esperemos que no sea el temor el que llegue, sino la reacción natural de saber y sentir ¡qué es!: “¿Es Energía poderosa, amorosa de Nuestro Padre, y que viene de mi hermano? Aquí estoy. ¿Eres tú, hermano? Te recibo con amor. ¿Viene en el nombre de mi Padre y de todo lo sagrado? ¡Agradezco infinitamente!, ¡porque lo amo!, porque es así. Ya llegó ese momento y quiero cruzar ese Puente que une lo terrenal con lo sagrado”.

Cuántas veces lo ha repetido mi hermana: en aquel lugar que Nuestro Padre señaló, no permitieron, no quisieron utilizar ese sagrado boceto de lo que realmente se está viviendo y lo que será. Lo dijo, lo sintió, pero no lo quisieron utilizar. Pero es cierto, ¡es verdad!, que ha llegado ese momento en el cual ustedes -al seguir adelante- están uniendo y lo harán a través de ese puente maravilloso. Todo aquel, aquella, que son tan valientes, unirán lo terrenal con lo espiritual, ¡con lo sagrado! ¡No hay más! Y ahí, en todo ello donde volverán a estar inmersos, ¡ya lo han estado! y estarán recordando -hermanos tan amados- quiénes son realmente, ¡ahh!, mis Atlantes, mis hermanos.

Yo les pido que al seguir adelante, para que ya estemos unidos, para estar con ustedes, que estén conmigo, falta ¡tan poco o casi nada! La Gran Marejada que Nuestro Padre enviará ya está lista y dispuesta, y no tienen idea de lo que provocará. Ahí es donde tanto mi hermana como mi hermano, Sananda, mi hermana Alexa y su hermano que tanto los amo, que es el tiempo en el cual mi Padre, Nuestro Padre, tuvo a bien y quiere entregar.

¡Qué importa cómo se encuentran hoy! Hay quienes dicen: “Estoy con esta -¿y por qué no voy a repetir como alguien lo dijo?- es que esta maldita enfermedad”. ¿Por qué maldices, hermano? Cuando ha llegado ¡mucho te ha venido a enseñar! Tú así lo has provocado. Pero ¿sabes?, aún estás a tiempo de vivir una ¡gran oportunidad! Por eso te estoy hablando. Por eso -si tú así lo sientes- cada vez que me pidas, y aquí es cuando te repito: tienes que ser ¡y vas a ser valiente!, para transmutar, para cambiar.

¡Qué importa lo que digan! ¡Qué importa el qué dirán! Si tú te entregas a Nuestro Padre tan amado, ¡eso es! lo que estarán viviendo; que no es ilusión, que no es quimera. Es todo lo sagrado. Que tampoco es milagro. ¡Eso es lo que tú! -cuando Nuestro Padre te creó- te lo has ganado. Tienes y te pedimos que tengas a bien retomarlo. ¡Hazlo hermano! ¡Hazlo hermana!

Mi amada hermana Alexa -viviendo en este templo que se hace llamar “Enriqueta”- lo tiene bien entendido y muy claro: quien decida y quiera seguir adelante y separarse -hermanos- nosotros aquí estamos. Pero aquellos que amorosamente deseen seguir adelante y vivir y expresar todo lo que viene de la Fuente Sagrada, porque quien elija seguir con nosotros, con mi hermana Alexa tan amada, son los que al ir abriendo, tal como lo dijimos hace tiempo y muchos ya lo están viviendo.

Y decimos “muchos” porque hermano, aquellos que de corazón así lo han estado sintiendo, ¡qué importa que algunos piensen! que solamente son uno o dos, ¡cuatro!, por lo mucho ¡ocho quizá!, cuenta se darán quiénes son, y de qué manera y que -en el nombre de “El Yo Soy”- en el “Proyecto Shirón” unidos con mi amada hermana Alexa/Enriqueta hará, porque así será.

Obviamente nosotros también con ustedes caminando en esta ilusión en la que “la realidad” la están llamando. Pero no. ¡Estén muy atentos!, porque ya están viviendo, no puedo decir: “ya falta muy poco”, ¡no!, ¡ya están caminando! en esos momentos en los cuales verán cómo -se lo dije a mi hermana- algunos de ustedes han dicho: “Las Dimensiones se están empalmando”. Solamente es esto. ¡Eso es lo que está sucediendo!, que al abrir su corazón están permitiendo vivir y caminar en cada Dimensión.

Pero para eso mi hermana también encarnada está; para que tú, cuando te quieras acercar, y nosotros a través de ella, con ella directamente ¡como hace rato!, mi amada hermana ¡que tanto amo!, Alexa, de todo lo que les habló.

Algunos pudieran decir: “Bueno. Pudiera ser parte del Currículum Vitae”. ¡Pero muy importante! ¡Muy, muy importante!, ¡porque eso es! lo que de la Fuente tiene y de eso viene a hablarte, porque ya lo experimentó como yo.

Y bueno; ¿por qué te hablé de esa manera? ¡Para que lo entiendas, hermano! ¡Para que lo entiendas! Ella no te va a venir a hablar de algo que no haya vivido. Ya por Nuestro Padre y por ella, por ella es bien sabido ¡y hecho está!, que por el amor que les tiene está aquí, y lo ha repetido.

Hay cosas que es importante ¡en la acción!, ¡en la acción!, que ustedes lo vean y se den cuenta ¡y tengan una reacción!, amorosa, fuerte, y que neutralicen cada “afrenta” que dicen que han vivido. ¡No es tal! Eso te lo aconseja tu ego; ¡que no lo sueltas! y que ahí está, ¡que sigue vivo! ¡Pero eres tú! hermano, el que está eligiendo y el que habrá elegido, lo que Nuestro Padre en instrucción a mi hermana, ¡mi amadísima Alexa! ya le dio, como de lo que les habló hace un momento.

¡Y es cierto! Fue a propósito, fue amoroso: “¿Qué es lo que yo siento en esto que llamamos “Portal”? En ese tiempo ¿por qué?, y te lo vuelvo a repetir también yo: hermana, hermano, tuviste e intentaste, insististe en preguntar: “¿Por qué? ¿Por qué no llamó?” ¡Porque se le pidió!

Callada hermana. Es porque también en el silencio, que es de sabios, muy importante, para que nuestros hermanos suelten y ya no guarden tantos resabios. ¡Grandes oportunidades!, porque luego de ello -amados hermanos- ustedes son los que están eligiendo si quieren reafirmar, confirmar ese sello que Nuestro Padre tuvo a bien en ustedes poner cuando los quiso crear; Sello Glorioso, Símbolo Sagrado que ahí está y sigue; pero mientras tú estés ¡atado! a todos esos pensamientos, que lo único que están haciendo ¡es! alejarte y no permitir que vivas esos grandes momentos nuevamente, porque este es el tiempo. ¡Todo es atemporal! Hoy, aquí, ahora, en el presente. Gran regalo.

Por eso pedimos que al estar aquí sentados no estén ausentes, porque yo puedo decirles que así como ustedes a quienes hemos llamado y que aquí están; hermana, hermano, estás aquí. ¡Tanto le has pedido a Nuestro Padre!, y voz en cuello, y también a mí y a mi hermana Alexa, ¡a mi amadísimo hermano Sananda!, que muchos están grandes momentos de él recreando. Créanme ¡que los estamos escuchando!, ¡que con ustedes está!, purificando, entregando a Nuestro Padre, llevándolos de la mano, ¡fortaleciendo! su cuerpo que aún está aquí como humano.

¡Qué importa! ¡Qué importa! qué tan afectado pudieran decirles que esté. ¡Y qué! Tengan presente y entiendan lo que nuestro hermano -al estar aquí- de todo aquello que habló, ¡todo lo que venció! ¡Y claro que sí!, culminó al decir: “Destruyan este templo, pero en tres días lo levantaré, ¡lo reedificaré! en la Luz del Padre, que es eterna y que está aquí; ¡que me acompaña! y que se muestra doquiera que yo esté”. Fueron algunas de sus palabras, algunas tan distorsionadas.

Pero ya es importante que vivan esos momentos en los cuales sientan tan cercano a Nuestro Padre. Y ha dado instrucciones a mi hermana, ¡así es!, de lugares, de momentos, ¿y por qué no?, también con ustedes, sus cuerpos, sus templos. Hermanos; estamos reparando todo lo que tuvieron a bien hacer.

Ahora eso es lo que -de verdad- cada uno de ustedes decidió mostrar, y eso es lo que sucederá. Y nosotros estamos en infinito amor dispuestos y esperando, Nuestro Padre lo que nos está indicando. ¡Y tal cual!, así como a mi hermana le dijo, nuevamente ahora yo repito; yo -Saint Germain- lo que Nuestro Padre ha tenido a bien indicar, porque así como ustedes al repetir en la Gran Invocación y reiterar cada Proyecto que tenemos a bien saber y seguir ¡a pie juntillas! lo que Nuestro Padre tan amorosamente nos viene a pedir. ¡Así es! ¡Eso es lo que se hará!, lo que se ha hecho en el Propósito Divino, de tiempo en tiempo: ¡cumplir todo lo que de Él viene!, y algo muy importante que ha tenido a bien pedir es ¡respetar!, respetar el libre albedrio de cada uno de ustedes y lo que elegirá.

Y no vamos a preguntar. Ya sabemos; con sus pensamientos, con sus acciones, con -de verdad amados hermanos- lo que han unido en esa congruencia. No hay nada bueno ni malo, ¡todo es parte! de la experiencia que han querido venir a vivir, lo cual nosotros respetamos; ¡pero agradecemos que nos permitan estar aquí!, que escuchen todo esto.

¡Oh!, si de verdad, de verdad, alguien de alguna manera -y sé que los hay- ya acercaremos quienes al escuchar lo que nuestra amada hermana a través de su templo ha tenido a bien compartir y de ello hablar; sabrán y sentirán que es la verdad de la verdad. Pero todo, todo esto será y se hará de la manera como Nuestro Padre -en su Gran Propósito Sagrado- ha tenido a bien a ella indicar, no como lo que muchos quieran en lo humano.

No hermanos. Es por eso que ella ha repetido, ha insistido: “Estaré haciendo lo que mi Padre tenga a bien indicarme; lo que me ha pedido”. Eso siempre ha sido, ¡no sólo hoy!, no sólo aquí, no sólo ahora que están escuchando. Eso ya forma parte de su Esencia Sagrada. Es por eso que les repetí, cuando hace un momento les dije: “Su Currículum Vitae”. ¡Es! lo que ella ha compartido con ustedes, y no pregunten cuál ha sido la reacción de cada uno. ¡Uhm! Si les dijera.

Amados hermanos; ¡abracen con amor esa gran oportunidad en la cual todavía están aquí caminando como humanos! ¡Porque es así! Es una gran oportunidad de resarcir todo aquello, lo que llaman “pasado”, pero que es, en un pestañeo sucedió ayer, y aquel que esté tan listo y oportuno y entregado y dispuesto, en la Gran Akasha Divina recordará qué fue lo que hicieron, ¡pero para bien!, porque será necesario. Si no lo es, si no es así, tengan por seguro que no vendrá a ti, hermano, hermana; porque lo que estamos pidiendo en esta Gran Dispensa Amorosa ¡es! que ya todo lo estés soltando; ¡que no estés repitiendo! aquello que te estuvo deteniendo y limitando.

¡Entiéndelo así!, amado hermano, y una de las cosas que realmente empezarás a vivir es que aquí está tu hermano; que está contigo y en ti; que me estaré mostrando, ¡uhm!, y de qué manera. Y dicen: “¿Y por qué?, porque con el hermano que llegó a la perfección y que ahora es un Gran Maestro, llegabas y hablabas de una manera ¡tan tranquila!, tal ligera”. ¿Y tú qué sabes cómo empezó? ¿Tú qué sabes lo que él vivió? ¿Tú qué sabes cómo él empezó a soltar y a vivir, a recibir y todo esto a mostrar?

¡Eso es lo que tu hermano pide de ti!, porque al recibir la aceptación de Nuestro Padre tan amado, cuando nosotros estuvimos y estamos ahí presentes, viviéndolo en esas Dimensiones en las cuales a vivirlas has empezado; ¡que nada se vea neutralizado!; ¡que lo vivas en esa Consciencia Sagrada! -amado hermano- y que aceptes tener la guía de tus hermanos; de tu hermano Saint Germain, de tu hermano Sananda, Jesús; de tu hermana Alexa que para ti está aquí encarnada.

Y si tú te preguntas, seguirá mostrando. Ya son algunos, en ciertos momentos ha estado hablando, y cuenta se han dado; lo han sentido; han visto cómo ¡se ha transformado!, porque es cierto, y eso lo están viviendo aquellos que están entregados, cuando en determinados momentos ella -al estar hablando- se está mostrando.

Se les dijo y se les insistió que iba a haber momentos con algunos, cada día, y más en este tiempo que la careta caería, esa que lleva la hermana Enriqueta, y está sucediendo, y cada vez más, hasta que Nuestro Padre -que ya lo tiene dispuesto- le diga: “Hoy por hoy ya. Ahora te pido esto, para aquellos que se acerquen; porque antes de volver a mí, que vean y sepan ¡quién eres!, ¡y que “El Yo Soy” está en ti!” Sí hermanos, así será.

Aquellos que vienen en su nombre no estamos buscando nada aquí como humano. ¡Ya lo tenemos todo!, ¡de Él!, en Gran Amor. Sabemos que cuando lo terrenal quiere aparentar o quiere limitar, siempre Nuestro Padre utiliza a alguno de ustedes amorosamente, para que ¡a ella tengan a bien quererse acercar! y sentir en esa intuición el “porqué” y “para qué”, ¡y lo hacen! con infinito amor, y eso su hermano Saint Germain lo agradece, porque entonces quiere decir que están ¡atentos! y dispuestos. Sobre todo eso: ¡alertas!, ¡más en este tiempo!, con nuestra hermana, que se hace llamar “Enriqueta”.

Ya llegará el Gran Momento en el cual todo esto -que ya Nuestro Padre se los dijo- no estarás necesitando, porque así como lo he dicho: ellos verán que de todo eres dueña -como ustedes lo son- ¡porque a todos les entregó! -como a mí también y a mi amado hermano Sananda- nuestro amadísimo Padre, “El Creador”, “El Yo Soy”.

¡Esta es! una de las grandes que no esperanzas, sino vivencias, experiencias, que en el “Proyecto Shirón” están viviendo en infinito amor. Y verán, ¡qué importa el tiempo! Eso nada tiene que ver en este Proyecto. Nuestra hermana ¡sabe!: qué, cuándo, cómo, por qué y para qué; con quién y de quién; hasta dónde; si va a haber un lapso de tiempo o si no.

Hay muchas cosas -amados hermanos- que al ser tan fabulosas, Nuestro Padre todo eso como ustedes lo llaman, “ya lo está, ya lo estuvo cocinando”. ¡Es un hecho! ¡Escrito está! Es sólo que llegue el momento en el cual cada uno de ustedes lo está viviendo y lo vivirá.

Y cuando habrá momentos o días en los cuales en apariencia ella nada diga, recuerden ¡esto con lo que iniciamos!, porque se les insistió también que cambiaría en acción lo que de la lección ustedes aprenderían en este siguiente paso que han estado dando, cada uno de ellos. ¿O no es así? ¿Acaso ya lo entendieron? ¡Espero que sí! Es muy importante, no para decir: “lo que aprendieron”, sino lo que están recordando; ¡lo que sintieron!; lo que en esa lección amorosa están abriendo y están compartiendo y entregando.

Es muy importante empezar a salir de este letargo. Nuestro Padre ya tuvo a bien indicar. Hay cosas que ustedes pronto sabrán. Esperen. Estos días les pedimos que vivan fuertemente el amor, la entrega, la unión; que se olviden y se alejen de la refriega, para que puedan entonces caminar ya en la siguiente Dimensión, la cual la bendita Estrella a quien llaman ustedes “la Madre Gaia” les está entregando.

¡Es muy importante! por todo lo que -aunque algunos así no lo sientan o no lo crean- están soltando, y que cuenta se den qué es lo que siguen abrazando. ¡Ahh! ¡Cómo hemos insistido en ello! Muy importante, por el Gran Puente Sagrado que ya se ha estado erigiendo. Así es hermano.

Y no importa quiénes; no sólo ustedes, también aquellos que llaman “objetos inanimados”. ¡Hablen con ellos!, porque están conformados, tienen de sus pensamientos y de sus sentimientos, ese amor o ese resentimiento, o ese rencor.

Analicen, y en estos grandes momentos ¡revitalicen!, ¡fortalezcan! en la Llama Violeta transmutadora, porque en la Alquimia Sagrada, ¡y más ahora! que su hermano tiene a bien compartir: les llevaré, ¡transmutaré!, ¡y limpiaré! no solamente ello, también a todos ustedes y a sus Seres amados. Y no sólo yo; también en compañía de mi amada hermana Alexa, que hemos traído para ustedes la Llama Violeta, en el perdón, y ella está entregando la Antorcha de la Libertad en infinito amor, para que luego, automáticamente, ¡ipso facto! sientan y vivan, fortalezcan, ¡multipliquen! el Rayo Oro-Rubí que mi amado hermano Jesús depositó en ti.

Estamos amorosamente trabajando al unísono con ustedes. Sientan y escuchen. Lleven a cabo todo esto, y más en estos días. ¡Ahh! Si ustedes supieran todo lo que se está logrando, todo lo que se está recibiendo.

Y aquél que ose hablar de que en la Profecía, que lo que se dice, que todo va a terminar. ¡No hagan caso hermanos! ¡Piensen que recibirán lo que Nuestro Padre amorosamente entregará!, y lo que hay en su interior será lo que recibirán de la Fuente. Recuerden que ha insistido: “Así se esté derrumbando tu alrededor, a mi hijo tan amado y tan querido ¡ni un pelo le van a tocar!”

Ese es el gran cometido. ¡Y esperar!, esperar a lo que Nuestro Padre ha tenido a bien indicar; lo que emana de las amadas, amadísimas; no sólo mi amado, que ustedes lo han bautizado como “Éxodo Sagrado”, ha tenido a bien estar emanando para ustedes. Ahora -para estarse multiplicando- se les unió, “Catedral” la llaman, la Gran Amatista que muy pronto estará ante su vista, y también lo que verán como un Gran Espejo, cristalino y sagrado. ¡Ahí sentirán y verán su reflejo!, ¡y nadie -hermano- te estará engañando!, te verás tal como eres y como estás. Nadie más te lo dirá. Nuestro Padre tendrá a bien ¡a ti querértelo mostrar! Vendrá de Él ¡y cada uno de ustedes lo verá! Eso será -hermanos- muy pronto, ¡muy pronto!

Ahora ¡es importante! que al seguir adelante ustedes estén dispuestos, sin ninguna agravante, ¡a vivir! en la fortaleza, en el amor, y en esa fuerza ¡que sólo te da “El Yo Soy”!, disolviendo con la Alquimia Sagrada, porque lo estarás sintiendo, lo que tu hermano ¡Saint Germain! para ti en estos días a cada uno les será entregado, y mi hermana ya tiene instrucciones que llevará a cabo.

Hermanos; reflexionen. ¡Dense cuenta qué es lo que en cada uno de ustedes está! Que sea sólo amor y unidad, ¡conexión con “El Yo Soy”!, porque “El Yo Soy” con todos y cada uno de nosotros y en nosotros está. ¡Bendito Nuestro Padre! ¡Esa es una gran realidad! ¡Es la verdad de la verdad! ¡No hay más!, y lo que se deriva de todo ello es lo más hermoso y sagrado; ¡lo más bello!, que se verá unificado aquí, con ustedes que se hacen llamar “Humanos”.

¡Y sí!, ha llegado el Gran Momento esperado. Se dice que muchas cosas sucederán, lo que llaman “el próximo año”; la unión en la Numerología Sagrada de los números, ¡sí!, que están al hacer conexión serán lo que estarán irradiando para todos ustedes. Algunos vivirán lo que ni se han imaginado, ni han estado esperando.

Piensan muchas cosas y dicen: “Alerta roja”, porque se dice -vuelvo a insistir- que en la Profecía. ¿Y por qué no han querido hablar de ella? ¿Por qué -en su día con día- hay quienes hablan de eso y alertan con el temor, con el miedo? Un Gran Tumulto de Amor ¡es! lo que estarán viviendo, ¡y claro que con ello estará reacomodando!, lo estarán sintiendo, pero ¡y qué! Si no hay temor, ¡qué es! lo que desde nuestro interior se estará transformando en Gran Amor.

¿Quién realmente se ha detenido a pensar, a hurgar en lo vivido?, porque -amado hermano- cuando dicen que “estuvo cuarenta días, cuarenta noches en soledad, con él mismo”. Hermanos, se los dejo de tarea. Tú ¿cómo estás? En base a ello eso es lo que ante ti y para ti se va a mostrar, y es por eso y para eso que mi amada hermana: Enriqueta/Alexa, Alexa/Enriqueta está con ustedes.

Aquel que sienta y que quiera acercarse ¡bienvenido!, para eso está. Quien piense y crea y sienta que mejor con mi hermano o conmigo, ¡bienvenidos!, porque en el Proyecto que por todos ustedes ya es bien sabido, ¡eso es! lo que nosotros al hablarles tenemos la intención de amalgamar, de unir todas las piezas; que al sentirlas verán cómo de manera perfecta lo que estarán mostrando. ¡Pero no será uno solo!, ¡sino la unión de todos! ¡Eso es lo que tienen que entender! y tener presente que en el saber, es la sabiduría, la grandeza que Nuestro Padre entregó ¡cada día!, a todos ustedes cuando los creó, y a nosotros también. Inmersos estamos en una Dimensión desde la cual les hablamos, pero que está tan cercana. ¡No tienen idea hermanos!

Ya dejen de pensar y de vivir en lo que llaman su “naturaleza humana”, porque son más que ello, y tienen ¡firmemente el sello! de cuando Nuestro Padre -“El Yo Soy”- los ungió. Ahora están experimentando en un cuerpo en el cual, ¡uhm!, algunos lo que estuvieron viviendo, de qué manera lo estuvieron utilizando. Pero ¡y qué! Hermano; eso ya déjalo atrás. Que de hoy en adelante sientas y vivas en amor, en unión. Por favor; ¡ya no te castigues!, porque eres tú el que se está castigando, aunque pienses que estás castigando a tu hermano. ¡Je! Si vieras realmente lo que la ilusión te muestra y te quiere hacer creer. Es por eso que te digo que con “El Cristalino” verás y sentirás, sobre todo ello; lo que realmente eres y cómo estás. ¡Maravilloso! ¡Grandioso! Y así es.

Y entonces verán que cuando se les pidió cada uno de ellos, algunos llegaron a pensar: “Pues ya nunca se utilizó”. Hermanos; ese es el gran error en el cual muchos de ustedes han estado caminando; ¡porque quieren que el día de mañana!, que hoy mismo ya se vea y la respuesta se muestre tal cual. ¿Y cómo va a ser así?, si muchos de ustedes -la mayoría- están negados a ello vivir, y lo que nosotros deseamos es que todos estén envueltos, inmersos, entregados, valientes.

¡Entiéndalo así! Eso es lo que nosotros deseamos. ¿Cuántas veces lo vamos a repetir?, cuando ustedes, y eso ya ha empezado a dar, y seguirá. Aquellos que realmente han tenido a bien a cada uno de ustedes, a sí mismos adelantarse, han empezado a ver, a sentir, a vivir, y sobre todo lo que Nuestro Padre le pide a mi hermana: “¡Habla con él! ¡Habla con ella! ¡Hazlo así!”

¡Ustedes qué saben con quienes se ha puesto en contacto! ¡Ustedes qué saben con quién ha hablado! ¡No tienen idea! Por eso ¡no anticipen!, ¡no adelanten!, ni piensen que de los Mensajes o del Quehacer Divino y sagrado se ha alejado, porque no es así. ¡Nunca han estado más equivocados! Que les hable de lo que ella ha venido a experimentar, porque así lo decidió, con aquél hermano amado, que decidieron venir y compartir, más que como hermanos como pareja. Ahora ustedes verán ¡todo lo que sucederá!, ¡y eso es por Voluntad de Nuestro Padre! Cuando tú te dejas llevar por la decisión de Él y lo que para ti tiene.

Y yo te digo a ti, hermano: estás preguntando la respuesta de la hermana. (Adelaida). ¡Ahh! Bendita hermana que también dice que “tanto está necesitando”. ¡Con ella estamos! Nuestro Padre tiene un Plan Divino y sagrado. ¡Y no! ¡Aún no es su tiempo ni su momento! Verán de qué manera se fortalecerá ¡y qué es! lo que estará viendo. Esto es así.

Nosotros les pedimos que su cuerpo lo vean, ¡lo amen!, ¡lo abracen! Que sepan que todo aquello que está sucediendo ¡es! para su más alto bien y para un buen fin -que no de semana- sino ustedes que se hacen llamar “Raza Humana”. ¡Que entiendan!, ¡entiendan hermanos quiénes son!, ¡y todo lo que Nuestro Padre les ha entregado!, quiénes son ¡y que los amamos! ¡Con ella estamos! y con él también, y con aquel, con aquella que ustedes en este momento están retomando y pensando y lo están elevando hacia Nuestro Padre. ¡Nosotros también!, lo estamos escuchando y sintiendo. Con ustedes estamos y con ellos también. Miren, no es casual que estén tan cercanos.

Si en algunos no se ha visto lo que llaman “resultado”, tengan a bien reflexionar y ver, observar, que en quienes no se ha dado es porque ¡prefieren todo ello razonar!, ¡buscar!, ¡querer que se muestre de una manera tan terrenal! lo que Nuestro Padre te da, que es eterno y que viene de adentro hacia afuera, porque precisamente es eterno y tiene a bien en ti enraizar, porque “lo que fácil viene fácil se va”. Si nada más quieres verlo con los ojos terrenales ¡hasta ahí llegará!

Y la encomienda que a nosotros se nos ha dado, tanto a mi hermana, que de ello ya inició y les ha estado hablando, también yo se los repito: venimos a compartirles y hablarles ¡de la grandeza que son!, y que al crearles ¡viene de Nuestro Padre! Que ustedes van camino paso a paso ¡a lo divino!, a esa perfección que tanto han buscado. Y luego todavía dicen: “La búsqueda. Estoy en la búsqueda”. Hermano; ¡pero ponte atento!, para sentir y estar recibiendo, en la sabiduría de Él.

¡Es muy importante todo esto! No piensen que nos hemos alargado. Pronto verán por qué todo esto de ello les hemos hablado. ¡Analícenlo!, ¡vívanlo!, ¡siéntanlo!, que nosotros con ustedes estamos.

Y hago entrega de la Llama Violeta, de la gran, Gran Amatista que hemos tenido a bien a nuestra hermana Enriqueta -la terrenal- indicar, que ha empezado a entregar para todos ustedes en infinito amor. ¡No hay lejanía! Ahora, cuando ustedes estén tan cerca, verán y sentirán, y dirán: “Alma mía, estás aquí. Padre mío, te sentí”. ¡Y así es! Así será.

Y en la Alquimia Sagrada, a mi hermano, a mi hermana les entrego y les envuelvo en infinito amor, en el nombre de “El Yo Soy”, a ustedes hermanos, y a todos aquellos que están caminando en este Plano, en esta bendita Estrella, como humanos. ¡Benditos sean!

¡Hay un gran regalo! Ya escucharán de qué se trata. Sigan adelante. Tengan a bien prepararse, que luego de que inicie el siguiente año muchas cosas en las cuales estaremos ocupados. Y hay quien ha preguntado: “Eso mismo se dijo de este año, y nada ha empezado”. ¡Pues pregúntate tú hermano!: ¿por qué no ha sucedido?, ¿qué es lo que ha pasado? Pero ahora yo les digo sucederá. ¿Con quiénes? ¿Con cuántos? Eso ya lo verán.

Que yo soy ¡Saint Germain! Aprovechen el Gran Abrazo Amoroso del Espíritu amoroso, ¡grande!, que Nuestro Padre está enviando, desde el mismo centro de lo divino, desde el punto de “El Todo y la Nada”, desde el Núcleo Sagrado de nuestra hermana Gaia, desde el Infinito. Es por eso que te digo -amado hermano- que no sólo Saint Germain está contigo.

¡Toma nuestra mano! y vivirás lo que ni en tus mejores sueños ¡y tan vivos! has imaginado. La Gran Energía día a día se hará sentir con ustedes.



Diciembre 18, 2019.
Ángel Ráh.

Y es así, ¡en la divinidad!, ¡esa que está en ti!, que abriendo sus puertas está, por lo que la Dimensionalidad al cubrir, ¡ja!, dicen que al empalmar; yo más bien diría que cada Vector Sagrado que en infinito amor al unir lo celestial con lo humano está haciendo su amoroso trabajo. ¡En ustedes está! el sentirlo y vivirlo.

¿Qué más puedo decir? ¡Hay tanto por mostrar! y más por decir, pero en la acción, ¡en la bendita acción será!

¿Cuál ha sido la reacción?, que con el Símbolo Sagrado, ese que animé y con Gran Amor les fue entregado.

Ya terminaremos hermanos. Era muy importante todo esto de lo que les hemos hablado. Que no se distraiga su sentir; que no se adelante su templo para emitir ¿qué? ¡Hay un gran contento! Eso es lo que deben vivir, y eso es lo que al elevarlo a Nuestro Padre digan: “¡Esto es lo que quiero sentir!”, el estar inmersos en el Gran Equilibrio de Amor.

La Flor de la Vida en todo su esplendor ha abierto, y en su día con día los está llevando. El Gran Consenso con el que estamos hablando, verán de qué manera y cuál es el efecto que en ustedes y para ustedes se estará mostrando. Eso es lo que podemos y tenemos a bien repetir.

¡Importante!, escuchar entre palabras y leer entre líneas. No te pierdas hermano, ¡y no digas! que no se te advirtió amorosamente, porque lo que ya sucedió, aunado a lo que está llegando de la Fuente, ¡en ti hará la perfección! Será y se mostrará en Gran Amor. Consciencia Cósmica, que la Universal está viviéndose por aquel, aquella, que entregado está.

Hermanos; estos “días” -que así los llaman- pudiera ser para que ustedes entreguen, al vivir y rehacer con lo que llaman “su familia” y con aquellos con los que se han alejado; retomar y acercarse, vivir la unión, para sentir y mostrar todo lo sagrado.

En estos días es importante. ¡Por eso! el hermano a quien llaman “Maestro” les ha entregado -tanto él como mi hermana- ¡la Llama Violeta! que todo lo está transmutando. ¡Muy importante!, cada uno de ustedes la esté utilizando. ¡Es así, y de manera tan directa!

Hermanos; este mensaje que les hemos compartido será muy importante, por el cambio de menaje de aquel, aquella, que al verse en la purificación, en la preparación, su ciclo para seguir adelante se ha cumplido, y verán lo que seguirá a continuación. ¡Es muy importante!

¡Esto se los digo con infinito amor! Por eso a la hermana se le pidió que en este tiempo ya sólo utilizara el Símbolo que su hermano tuvo a bien entregarle; que no es solamente y no piensen que es, o lo tomen como si fuera algo que te pueda ayudar, pero no le dan la importancia que tiene, ni el valor de lo que es. En la Simbología Sagrada pronto sabrán qué es, ¡en la verdad de la verdad!, en la Numerología. Es por eso que su hermano tuvo a bien a ustedes esto entregar.

Quien lo ha llevado, quien lo ha portado, ya verán de qué manera les ha ayudado. Quienes cerca de él han estado, verán hermanos; ¡sin preguntar!, con tan sólo sentir y a él quererse abrazar, es como abrirle la puerta, para que ¡Ángel Ráh! siga adelante con cada alma que ya está despierta.

Y les entrego -con Gran Amor la Energía Sagrada que viene de “El Yo Soy”.

Hermanos; siéntanla así. Reciban y sigan adelante. Verán cómo y de qué manera en estos días ¡todo! para aquel, aquella, que de corazón se ha entregado va a mostrarse.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal!



Diciembre 18, 2019.
Sananda.

Y es así. Para cerrar amorosamente ¡hoy! que todo esto al hablar contigo quisimos hacerte recordar y que estás aquí. Qué mejor que también tu hermano, “¡Sananda!” me quieren llamar, pero muy importante en estos días; ¡agradezco toda esa fusión!, lo que en Gran Amor me han estado recordando.

Yo les pido que entonces en unión con lo que mi Padre a ustedes ha entregado, ¡y más! que estará enviando, ¡una gran, Gran Alineación!, que fue el Preámbulo Sagrado en aquel tiempo en el que tu hermano hasta aquí estuvo llegando; ustedes lo vivieran ¡y pocos lo sintieran! y lo vieran. Hoy por hoy ¡serán más! Te prometí que en el nombre de mi Padre -“El Yo Soy”- Sananda contigo iba a estar.

Hermano; has tenido a bien preparar. Ahora vivirás lo que de mi Padre para ti y en ti se mostrará. Será para algunos sorpresivo. Otros sentirán y sabrán que ya lo habían vivido; el Gran Recuerdo Sagrado. ¡La Akasha! de la que se han alimentado, ¡con gran ímpetu! en su interior estará abriendo; ¡lo estarán sintiendo!, y entonces más adelante “El Yo Soy” -mi Padre- y tu hermano que tanto te amo, te entregará en la Gran Alegoría Sagrada, en el Arcoíris de Amor, ¡ahh!, el Rayo Divino Dorado que en ti ¡ya despertó!, alimentando todo aquello de lo que tu hermano te estuvo hablando.

¡Y siéntelo así! Te pido estar atento por lo que vas a vivir.

Que “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”, que en Gran Amor ¡a ti!, ¡a tu Consciencia! que ya está despierta, entrega ¡vivida y clara! Consciencia Sagrada, en el Rayo de Luz -en el nombre de “El Yo Soy”- te entrego con amor.

Que yo soy ¡Sananda!, en infinito amor.



Diciembre 18, 2019.
Sananda. (2)

Y es con gran placer, lo que ellos al hablar, y entonces ver lo que vivirás. Pero sí hermano, no tengas a bien preguntar. Esto será el regalo de Nuestro Padre amoroso, y para ustedes, aunque algunos -y podrás preguntarte: “¿Será así?”- no les agrade; por lo que sentirán; lo que vivirán: la apertura de amor infinito, universal, eterno.

Y aquí estoy, en el nombre de “El Yo Soy”, ¡y dejo para ti esa Gran Energía!, que va a revivir todo aquello que dormido quedó, pero en la Promesa Divina de despertar algún día, ¡y ya llegó!

Que yo soy ¡Sananda!, con ustedes en infinito amor.

Entrego para mis hermanos, y en este instante toco sus cuerpos, los de ellos, en el Toque Sagrado de mi Padre, para que estén completamente sanando, y ustedes también.

Agradezco en su nombre. ¡Hecho está!, sabiendo desde mi interior que hecho está lo que estoy decretando.

¡Bendito seas Padre mío! ¡Gracias! ¡Gracias!, te decimos tus hijos.



Diciembre 18, 2019.
Alexa. (2)

Nuestro Padre agradece el que hayan estado aquí; que hayan compartido; que hayan escuchado todo esto, mas lo que ya vivido se estará dando en estos días en cada uno de ustedes. La mente y el corazón se estarán despejando, abriendo en infinito amor todo aquello, para que en su nombre estén elevando.

Esto es -en su nombre- por lo que estará sucediendo, y de qué manera nos estará llamando, amados hermanos.

Es Él y sólo Él -Nuestro Padre- que se hace sentir; que te ama tanto y que está aquí, en ti y en ti, en ti hermana, en ti hermano, uniendo las Energías masculina y femenina para que ya no haya dualidad, para que en este Plano sea total, universal lo que vivamos, en la Entrega Sagrada de mi amado hermano Sananda, mi amado hermano Saint Germain

Esto es lo que -en el nombre de mi Padre- su hermana Alexa tuvo a bien el Gran Amor venir ¡no sólo de ello a hablar! ¡Lo vivirán en acción! ¡Ya lo verán!

A partir de hoy cuenta regresiva; el tiempo, el verdadero, que es el presente, en su totalidad todo lo activa. ¡Ahí están! todos ustedes y aquellos a quienes tuvimos también a bien llamar; amados hermanos, hermanas, que nos vinieron a acompañar, ¡todos sin excepción en Gran Amor!

Es por eso que les pido ¡elevar su oración!, aquella que en un principio les compartí con infinito amor. ¿Quién de ustedes la recuerda? Sé que su Ser interior no la olvidó.

Y la Llama Violeta su hermana Alexa/Enriqueta a ustedes entrega, desde el Núcleo Sagrado de Nuestro Padre tan amado. Que llegue con gran rapidez; que reciba; que se interne en tu interior, escuchando a Nuestro Padre “El Yo Soy”.

Y te entrego la Llama Violeta del infinito amor y el perdón, y la Alquimia Sagrada de mi hermano ¡Saint Germain!, que le fue entregada y que aquí está, y la Antorcha de la Libertad. Que todo ello envuelva esta bendita Estrella, toda su atmósfera y más allá, desde lo que llaman “lejano”, que ahí tus hermanos están. La Dimensión Sagrada que está más elevada, más que la Décima. Hermanos: ¡ya lo vivirán!

Que yo soy ¡Alexa!, su hermana. Y estos días el infinito amor y que la Flama permanezca ¡viva! en todos y cada uno de ustedes, en unión, en fraternidad, en armonía, en amor incondicional. Ahí nos sentirán. Ahí su hermana Alexa con ustedes estará. Verán, ¡claro que sí!, me sentirán, y algunos me escucharán. Tengan a bien atentos estar.

Que yo soy Alexa, su hermana.

Que la Cruz de Malta -en los cuatro puntos cardinales- estamos atentos y con ustedes entregando, viviendo y unificando. Y así es.

¡Hecho está! ¡Hecho está! ¡Hecho está!



Diciembre 18, 2019.
Alexa. (3)

Y sí, ¡soy yo!, tal como me viste hermano. Yo soy -en “El Yo Soy”- ¡Alexa! tu hermana y me seguiré mostrando.

Quien ha entendido lo que es estar concatenado, dicen que más que ello, eso es lo que muestra lo sagrado. No le quieran dar un nombre terrenal, porque más que la visión en el sentir, ¡el Ser! -en el nombre de mi Padre- ¡se va a mostrar! Sólo es y esto es lo que verán.

Y para aquel, aquella que pensó: “Ya se tardó”. Hermanito, hermanita; te pedimos que tomes en cuenta todo esto que escuchaste, con la gran profundidad ¡que Nuestro Padre quiso dar! Yo te lo pido, porque de ello con algunos de ustedes voy a hablar.

Les agradezco estar aquí. Les agradezco que sintieron en su corazón venir y quererse reunir; no sólo ustedes que están físicamente, aquellos que también están, que su Ser -con Gran Amor- nos vino a acompañar.

La diversificación, qué importa cómo esté, cómo haya llegado a la unión. Nadie tendrá duda. Todo se estará dando.

Aquel que ha estado visualizando; aquel, aquella que también dice que “se ha desprendido de su cuerpo” y que si a Nuestro Padre ha estado viajando; aquel que ha estado escuchando; aquel que ha estado atento para también estar sintiendo, todo ello en Uno sólo, el Haz de Luz que al llegar te envolverá y abrirá -en el nombre de Nuestro Padre- todo lo demás.

Esto es de lo que tu hermana Alexa te vino a hablar; ¡de lo grandioso que eres!, ¡el gran regalo que tienes!, el Ser maravilloso como fuiste creado por Nuestro Padre tan amado. Y es así, y volverá a mostrarse en este tiempo nuevamente en ti.

¡Hecho está! ¡Hecho está! ¡Hecho está!