9 de julio de 2016

Canalización del 6 de Julio de 2016.

Julio 6, 2016
Ketta/Aleshia (1).

… y así tiene uno que aceptar que las cosas -al seguir en éste caminar- ¡hubo muchas muestras del infinito amor de Nuestro Padre!, de nuestros Maestros: la firmeza, la entereza, la fe, ¡la congruencia!
 
Sobretodo el deseo. El deseo de dejar allá todo aquello que habías tenido que cargar; tomando en cuenta también el querer a tu hermano -o intentar- no perdonar cualquier situación que pudieras pensar que te estuvo afectando. ¿Por qué? ¿Por qué dejarse llevar por esas emociones?
 
Después de la gran alegría que me mantuvo por tantos días; ahora, no les voy a mentir: hay un desasosiego, una tristeza. Pero tal cual como nos han de insistir: “¡No lo tomes así! Sigue adelante”.
 
Y recuerdo ese momento en el que así me lo dijo mi Padre: “¡Sabías que sería así! y ahora que estás aquí, ¡sé que vas a cumplir!, ¡a pesar de todo eso!” ¡Pero no deja el cuerpo de sentir!
 
¡Esto ya pasará! De tiempo en tiempo ha sido igual. Luego, ¡hay que abocarse y dedicarse a aquellos hermanos que de verdad, de todo quieren liberarse!, porque -aunque no lo crean- con sus acciones, con sus silencios y también con sus reacciones, con sus palabras; dijeron claramente cuál era su elección.
 
No era simplemente el hecho de estar ahí, estar presente. Era también ¡mostrar! Y créanme que así fue; en cada acción; en cada palabra; en cada intento. La forma como -después de ello- cada uno habla. ¿A qué seguir intentando el guardar resentimientos? ¿Eso será siempre? ¿Eternamente? ¿Cada vez que mi Padre haga el llamado?, con ¡el gran corazón que desea ya abrazarlos!... y luego ver la reacción.
 
El Llamado fue ¡para que cada uno de nosotros fuésemos a hacer nuestra liberación! ¡No a cuidar qué hacía cada uno o el otro!, cual era su acción. Realmente y le digo a mi Padre: ¿Así será eternamente? ¡Cuando tú más y más nos estás mostrando!, ¡cuando tú -Padre mío- mucho más nos estás entregando! ¿Por qué? ¡Por qué esa decisión llevar a la acción, de no dejar, no permitir, ¡uhm!, la purificación y seguir siendo tan humano! ¡Pero es así! ¡Es así! Y tal como lo ha dicho mi Padre: “Tú lo has decidido. No voy a insistir”.
 
Motivo de gran alegría es y debería de ser, ¡cada día!, todo lo que vivimos. ¡Sí! Fue un gran cansancio en el cuerpo, en el templo, pero también ¡sintiendo cómo -a cada momento- te liberabas! Y lo digo por aquél que se dedicó a sentir y a vivir; a hacer una gran reflexión ¡y soltar!, en esa gran oportunidad.
 
Tal vez, la mayoría de mis hermanos esperaban algo muy espectacular. ¡Uhm! Las maravillas de mi Padre -en un principio- no se muestran ante los ojos humanos, sino la esencia; ¡esa!, que te entregó. ¡Ahí es donde todos tenemos toda la congruencia! para poder seguir adelante en su infinito amor. Ahí es donde nosotros tenemos que darnos cuenta que no estamos preparados -todavía- para vivir ese gran día.
 
Sin embargo Nuestro Padre -con gran alegría- nos dijo: “¡Cada vez más te estás acercando, hijo mío! ¡Permite! ¡Permite que sea Yo -en el “Yo Soy- el que te siga guiando y mira de frente! ¡Sigue adelante! ¡Sé congruente! ¡Perdónate y perdona a tu hermano! Deja que él haga de sí lo que Yo te pido a ti; ¡que te estés purificando!”
 
Ahí es donde ¡todo! tiene que ser de manera individual; porque luego, cuando eso suceda ¡y al estar unidos! y toda la vibración se eleva, entonces llega a ser grupal. ¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces, de esto se ha tenido que hablar?
 
Y algunos han comentado, que un lugar tan especial: ¿en donde está el tan mencionado “Portal Dimensional”? Si yo les dijera que tan cercanos. ¡Pero eso no está visible a los ojos humanos, que sólo buscan ver lo terrenal! ¡Ese ha sido siempre el afán!, ¡tener algo con qué confrontar y juzgar! ¡Siempre juzgar!
 
Si yo -su hermana que les habla- ¡bastante tengo con lo mío!, ¿a qué el afán de querer cargar lo que otro hermano trae dentro de sí? ¡Esa no es la forma tampoco como se le puede ayudar! ¡Ahí acudimos para nosotros soltar! ¡Para cada uno darse cuenta qué es lo que más -aquí- lo ha querido encadenar! ¿Y qué es lo que sucedió? ¿Qué es lo que se vivió?
 
¡Pero me quedo con la alegría!, con la infinita alegría de ver cómo la mayoría de los rostros, con esa gran ilusión y ese infinito amor, aunque también se mencionó: “¿Qué fue lo que hizo? ¡Casi nada!” Amado hermano: ¡yo nunca te dije que te llevaría de la mano! Que ahí acudiríamos para que tú -por voluntad propia- ¡tal cual como mi Padre así lo había preparado!, ¡sin sentirse forzado!, ¡soltaras y tomaras lo que El -en ese lugar tan sagrado- quería estarte entregando! ¡Eso es a lo que tenías que haber estado dedicado!
 
También nos dio oportunidad, sabiendo que sus hijos -al seguir caminando en éste plano terrenal- con ese infinito amor: “¡Háganlo! ¡Vayan!, porque aquí están”. ¿Cuándo comprenderemos que hasta en el mínimo detalle, ahí es adonde a Nuestro Padre veremos? Cuando tan preparados y listos ya estemos. Es tan sencillo. Es tan natural.
 
Mas luego de todo ello viene lo maravilloso, lo esencial; que de todo lo que te ha entregado, al sentirte así, ¡cada uno de ustedes tan especial!, porque a cada uno de ustedes; ¡sí, fueron llamados!, para vivir y compartir -de Nuestro Padre- lo multidimensional… Y algunos dicen “que no sucedió”. Luego cuenta se darán.
 
¡Algunos pasaron sin ver!, sin sentir, ¡por cuidar qué es lo que hace aquél! Esa es la más fuerte distracción; la que no permite que volvamos a Nuestro Padre en ese infinito amor. ¡Uhm! Pero se mantiene en ese amor la fuerza, la fe, que en alguno de ustedes ¡más se acrecienta!, sabiendo que todo lo pueden lograr; que llegará el momento ¡que todo eso lo tengan que soltar!
 
¡Cuántas cosas!, ya lo dijo cuando estuvo aquí encarnado el amado Maestro, ¡uhm!, con una sabiduría y una profundidad; mira: “Aquél que esté libre de culpas que lance la primera piedra”. Sólo te puedo decir -amado hermano- que cuando tú estés limpio y cristalino, será porque aquí ya no irás caminando. Y si has de volver -como algunos que te están acompañando- es precisamente para hablar de ello a tus hermanos. Y eso -en el momento de Nuestro Padre, que todo lo tiene dispuesto- se está mostrando, como siempre se ha hecho.
 
En el crisol ¡que tanto y tanto! a algunos movió; ¡los arrebatos que surgieron!, ¡alegatos! ¡Eso es lo que traíamos dentro! ¿No recuerdan que su hermana insistió tanto?: “Prepárense hermanos porque ahí ¡a eso vamos! ¡Hay que llevar la carga tan fuerte! para que -al regresar aquí- ¡allá hallamos vivido ya esa muerte!, pero de lo que no debe de ser”.
 
Ya nuestro amado Maestro lo dijo: “Al volver ¡ya nada será igual!” ¡Y es verdad! Es verdad. Eso mostrándose está. ¡Lo estoy viendo con tanta claridad!
 
Y Nuestro Padre nos dice: “Aquí estoy, en el “Yo Soy, ¡guiándolos!, ¡hablándoles!” ¿Cómo pretender que directamente quieras escucharle?, si cuando se hace sentir y te dice: “¡Aquí estoy!”, no lo haces, no lo hacemos. ¡Uhm!
 
¡Qué complejo el estar como humano! Mas siempre está, siempre ha estado y estará; esa brisa que llega, a pesar de todo lo que pueda abrumarte; lo que pretenda apabullarte. ¡Es Nuestro Padre! y dice: “Si tú ¡de verdad quieres liberarte!, sólo escúchame y déjate llevar”.
 
¡Hay tantas cosas más que te quiero mostrar! ¡Como esa grandeza que pudimos observar con los ojos humanos! Y en ese instante decir: “¿Quién pudiera pedir más? ¡Padre! ¡Esto lo creaste por mí y para mí!”
 
Entonces, ¿quién lo llegó a pensar?, ¡de verdad!, ¿quién se preguntó?: “¿Por qué soy así? ¿Por qué no? -en mi día con día- al despertar, ¡agradezco que me permitas observar!, ¡ver! la naturaleza, escuchar mi corazón, ¡cada latido! y desear que seas tú ¡aquí, dentro de mí!, ¡siempre el Dios Vivo!” ¿Quién?
 
Le he perdido perdón a mi Padre, porque cada vez que nos ha llamado para respirar y vivir ¡tantas manifestaciones! y en lugar de gozarlo siempre hay algo. ¡Seguimos siendo tan humanos!
 
Pero hermanos, la verdad, la verdad de mi Padre, ¡esa!, ya se empezó a mostrar. El es y sólo Él, el que nos la -de verdad- ¡traerá!, ¡aquí!, a ésta dimensión; por éste plano. Que no es casual que esté deseando que estemos todos en unión, pero que sólo lo hagamos en momentos; cuando así es conveniente para algunos.
 
¡Qué triste!, ¿verdad? Deberíamos siempre unidos caminar. El nos ha pedido: “¡No más división!”, que siempre haya unión. Porque he de decirles hermanos, que también es muy claro; que quien sirve a dos amos, con uno queda mal. Y Nuestro Padre es ¡Uno solo! ¡Es verdadero! ¡Es único! y de tiempo en tiempo se ha mostrado. ¡Y con el mismo celo que mi Maestro lo hizo, ahora su hermana empezará a hacerlo!
 
Tal como lo dijo mi Padre: “¡Ya basta! ¡Basta de que siempre sea lo mismo! ¡Ya basta! de que cuando para ti quieras vivir y decir que “esto no sea un espejismo”, te haces presente. Y cuando las cosas suceden, después ¡estás ausente! ¡No puede ser! ¡Tibio no te quiero! ¡O eres o no eres!”
 
Y tal como lo dijo su hermana: “El momento de la recolección ya llegó”. Luego, ¡luego!, no quieras escuchar el clamor, ni siquiera el que tú mismo hagas, porque en cada oportunidad, a cada momento, mi Padre te ha querido llamar ¡y te ha dicho! ¡y directamente!, que en el sentir; ¡que ya no permitas esos juegos de la mente!; que sigas adelante en el verdadero vivir.
 
¡Y será así! Tal cual como lo dijo mi Maestro: “Ya nada será igual. ¡Todo va a cambiar! y lo que siga sucediendo; la voluntad de mi Padre, de mi amoroso Padre, así se va mostrar”. Así será. ¿Por qué todo esto? Amado hermano; ¡ya lo verás!
 
Realmente, tan sentido, que en algo ha servido a cada uno de ustedes el que su hermana -cada vez que nos hemos reunido- estando aquí presente, a través de ella, nuestros amados Maestros compartan. Así lo han sentido.
 
Cada vez que esto ha sucedido, entiendo porqué Nuestro Padre fue ¡tan decidido! al decir: “¡Y cada uno de los Retiros ya no se mostrarán! Sólo reservados estarán ¡para aquél!, ¡para aquélla!, ¡que se haya liberado de verdad! ¡Que todo esto que lo ha atado -de una vez por todas- lo haya querido soltar!”
 
Mas también luego pienso, en la gran dispensa que nuestros amados Maestros han pedido, ¡para hacer de todos ustedes una gran defensa!
 
¡Con esto te digo -amado hermano- que no entiendas!, ¡que no pienses que Nuestro Padre te juzga! ¡No!, sino que te des cuenta ¡que eres tú mismo el que se aleja!, ¡con cada acción!, ¡con cada palabra!, ¡con cada  pensamiento! Por más que se te pide, se te suplica, ¡no te fijas en lo que hablas! No te das cuenta que cada vez que pronuncias una palabra ¡todo lo que acercas!, ¡toda la acción que mueves! ¡La Gran Reacción! El Gran Fractal en acción.
 
Y todo esto; debo decirte el “por qué”. ¡Quiero decirte el “por qué”! Luego de volver, más susceptible estás a todo lo que en el sentir y lo que harás, en su gran mayoría pidieron la aceleración, para lograr la purificación; mas olvidaron ¡y no preguntaron! que al hacerlo ¡muy importante amados hermanos!, es, que cuiden ¡y más alerta estén!, en ir en total dirección.
 
En la guía que Nuestro Padre ha pedido que se les de ¡cada día!, se seguirán preguntando: “¿Por qué todo esto? Si supieran… lo que cada uno me hace sentir. ¡Ahh! ¡Pero no en todos es igual! ¡No es así!De algunos ¡hay una gran alegría!, el deseo de salir adelante y dicen “de mejorar”. Yo diría: ¡de liberar!, ¡de liberar todo!, todo aquello hermano, hermana que cargaste ¡y que allá quisiste soltar!
 
Mi Padre ¡agradece y se enternece! Mas esto es porque ¡no en todos sucedió igual! ¡Uhm! ¡Pero siempre habrá una oportunidad! Siempre la hay. La ha habido. Es por eso hermano querido que mi Padre te dice, que para recibirte, para que vuelvas a Él, tiene ¡toda la eternidad!
 
¡Créeme que fue muy importante éste viaje! ¡Más importante de lo que pudieras pensar! En el libre albedrio que se te entregó y que quisiste tomar, ¡ahh!, mi Padre estuvo atento a todo lo que hiciste y dijiste. Y nuestros amados Maestros, que de alguna forma también se quisieron mostrar. Es por eso que insistieron: “Sus anfitriones seremos”. ¡Y vaya que fue así!
 
¡La capacidad!, ¡el potencial tan grande! que tú piensas que el cuerpo te da; eso se hace a un lado cuando te dejas llevar por la Esencia Divina que mi Padre te entrega. ¡Esa!, que le da vida al cuerpo que aquí ocupas y se empieza a mostrar. ¡Siempre ha sido así! Y aquél que ha entendido y lo ha querido valorar -amado hermano- ¡eso es lo que tú has sido y a lo que volverás!
 
El deseo de mi Padre es que sea ¡ya!, en ésta oportunidad. Que aceptes la gran invitación. Ese llamado que a viva voz te ha hecho. ¡Tantos encuentros! ¡Psh! Mas ¿quién vivirá?, ¿quién acercará ese momento? en el cual ¡sí!, frente a Él y a nuestros Maestros esté. ¡Uhm!
 
Podrán decir: “¡Otra vez lo va a repetir! y no ha sucedido”. Tienen tal capacidad de toda su energía bajar, a tal punto de contigo venirse a encontrar. Pasar desapercibido, ¡pero dejar en ti ese halo tan divino!, que sólo Nuestro Padre entrega; que nos da. Amado hermano; ¡ya se darán cuenta de ello! y eso será motivo ¡de muchas conversaciones! Tal cual como lo dijo mi Padre: “Y así ha sido por eones”.
 
Ahora, algunos se están preguntando: “¿Y después de esto, qué es lo que sigue? ¿De qué nos estarán hablando?”
 
¿Se sienten preparados? Realmente, ¿se sienten preparados?, ¿con el corazón? Es la respuesta, en el infinito amor que Nuestro Padre nos da: ¿Están preparados para seguir adelante? ¿De verdad quieren dejarse guiar?
 
De esto, empezaremos a hablar.
 
Le he pedido a mi Padre ¡que me de tiempo! ¡Que me muestre! ¡Que me guíe!
 
Si esto es lo que El desea de mí, ¡uhm!, ¡sea pues!
 
Aquí estoy, como en otro tiempo: Aleshia de Shirón; si es el deseo de mi Padre seguir adelante con el Proyecto.
 
 
 
Julio 6, 2016
Maestro Desconocido.

Porque tendría que mostrarse, ¡tal cual como cada uno de ustedes! ¡Y lo que iba a revelarse! Qué fue lo que ¡a cada paso! sucedió. Mas “¡El!, que todo lo creó” -en su infinito amor- a ustedes mostró ¡lo que realmente es!
 
¿Y quién? ¿Para quién todo esto fue la gran revelación? ¡Sí!, porque cada uno iba dispuesto, pero también tuvieron ¡tanta distracción!
 
Y agradezco. ¡Agradezco que a pesar de todo!, el mantenerse firmes para seguir adelante, en lo que al sentir de mi hermana, ¡dónde deberían encontrarse! Hermanos ¡fue mucho lo que se les entregó!, a cada uno en su momento. ¿Y quién lo advirtió? ¿Quién estuvo totalmente abierto? ¡Eso!, se estará viendo; porque seguirá adelante con la instrucción.
 
Tal como lo dijo “¡Aquél que todo lo puede!”: “¡Ya no hay marcha atrás!” Y si la hermana se ha dejado llevar por la emoción, porque al estar aquí caminando ¡ella lo sabe perfectamente!, que eso es lo que -en algún momento- pretende estarla debilitando.
 
¡Pero es por ustedes! ¡Por cada uno de ustedes! ¡Por todo lo que se ha estado observando! ¡Por todo lo que a la acción han estado llevando! ¡Y le dice a “Aquél que todo lo creó”!: “¡Padre!, ¿tan mal lo he hecho?, porque he insistido en decirles y tal parece que aquél que lo necesitaba ¡no lo escuchó!”
 
Pero ahí es donde tiene que entrar ¡la cordura!, de saber, ¡ahh!, que ¡para vivir todo lo que perdura! es el hermano humano el que tiene que elegir. ¡Son ustedes! Ahora -como ha sido siempre- nuevamente, ¡hablar con ustedes! y dice: “¿Por qué? ¿Por qué no lo valoran? ¿Por qué es más fuerte para ellos, tal o cual situación?
 
¡Eso, es también -de cada uno de ustedes- la elección! ¡Amados hermanos! En el Proyecto Shirón ¡cada uno de ustedes fue el que hizo!, ¡sí!, individualmente, ¡directamente! y la promesa recordó. ¡Y eligió!
 
Y nosotros -para seguir adelante “al eterno caminante”- aquél que ya en la preparación, al vivirla, ¡sabe que caminará en otra dimensión! ¡Hay muchas cosas para que sigas tu preparación de las que hablaremos y son grandiosas!
 
Tú piensas que después de haber visto todo eso ¡ya nada más podría ser!, ni que te sorprendiera, ¡ni mucho menos si alguno de ustedes a nosotros viera! Yo te digo: ¡No te equivoques!, porque al romper el velo de la ilusión, ¡muchas cosas! -una tras otra- se te estarán mostrando ¡y en el sentir!, en éste verdadero vivir; así es como irás caminando, ¡amado hermano!
 
No creas que ya tus días, ¡mucho menos tus noches! serán igual. Te mostraremos que no es así. ¡Pero lo haremos con aquél que verdaderamente se quiso liberar! y ahora; aquí, en éste caminar, ¡a mi hermana la va a acompañar!
 
Esta preparación fue el parte-aguas ¡de todo lo que vendrá! -por consecuencia- a continuación ¡y todo cambiará! ¡Vaya que así será!
 
Cada vez ¡más y más! mostrándoselos estará. Estén ¡muy atentos!, porque para aquél que con el corazón entregado fue “al que todo lo creó” -a su encuentro- ya empezaron a soplar otros vientos. ¡Y vaya que sí! ¿O no es así?
 
¿Alguien aquí pudiera asegurar que es verdad lo que acaban de oír? Y así será, amados hermanos. ¡Así será!
 
¡Y entonces!, de esa dimensión les empezaremos a hablar. En la coalición que sucedió, ¡de lo que cada uno llevaba cargando! y en el Gran Encuentro, lo que estuvo resultando ¡mucho se evidenció! Y aquél que también en silencio vivió y se entregó ¡al Gran Corazón!, quiero decirles que también, ¡de igual manera recibió!
 
El estar ahí, fue ¡para que te vieras en el espejo! ¡Ay de aquél que lo evitó!, porque entonces, la oportunidad ¡la rechazó! ¿Que habrá otra? ¡Claro que sí!, pero ¿cuando será?
 
Amado hermano, tal cual; ¡no olvides que fue el Llamado de “Aquél que te quiso crear”! ¡No fue un viaje premeditado!, ¡ni oportuno!, ¡ni programado por algún humando! Fue a petición y por infinito amor del “¡Yo Soy!”, así como ¡todo lo que la hermana te ha estado repitiendo!: que adonde le indique, ¡donde le pida!, ¡ahí es donde estará acudiendo! ¡Y así sucederá!, mas ¿quién la acompañará?
 
¡Pregúntenselo, amados hermanos! ¡Pregúntense quién! -luego de todo esto- la acompañará.
 
Nosotros ¡tanto los amamos! ¡Y sí!, ¡una gran oportunidad -en el nombre de Él- les entregamos!
 
Vuelvo a repetirles: ¿Quién -de verdad- se entregó? ¡Ya lo verán!
 
Mas nosotros aquí seguimos, ¡aquí estamos! Y amados hermanos: ¡sí, habrá un cambio! ¡Ya lo verán! ¡Ya lo vivirán!
 
Que el infinito amor de “¡Aquél que todo lo creó!” con ustedes esté.
 
Y les entrego mi corazón, ¡en el nombre del “Yo Soy”!
 
 
 
 
Julio 6, 2016
Ketta/Aleshia (2).

En cada lugar, la radiación solar que se hizo presente, mucho -a cada uno de mis hermanos- les vino a entregar. Y al unirse con la Madre Gaia y los hermanos del Reino Animal, aquellos que en algún momento se hicieron presentes, un mensaje a todos nosotros nos vinieron a entregar: ¡La grandeza de Nuestro Padre! y todo el corazón que empleó al crear tan viva la naturaleza, ¡tan unida! Sentir y saber que el día va a llegar en que podamos estar así: ¡juntos caminar en gran unidad! Eso es lo que El desea. Eso es lo que pide.
 
Y pregunta: “Sé que es ¡más que uno! Entonces ¿por qué?, ¿por qué?, cuando los he llamado, por alguna razón, en algún momento ¡se han distanciado! ¡Todo lo que Yo siento!, en infinito amor ¡al crearlos!, a cada uno entregué ¡sin separarlos! Mas, al permitir su elección, ¡ahh!, cada uno ¡eso fue lo que pidió!: ¡Vivir! ¡Experimentar hasta saciar!, para entender que la Esencia, porque ahí ¡todo!, ¡todo está!”
 
Es lo único que mueve y sintiendo Su Presencia, lo único que Nuestro Padre quiere, es que te des cuenta ¡que todo es igual! Que si tú liberas un pensamiento de inarmonía, eso es lo que atraes para ti ¡y llega irremisiblemente el día en que lo vas a vivir! ¡Ahh!
 
Por eso su amor ¡es tan grande!, ¡que te abraza y te dice!: “¡Esto es lo único que a ti te entregué! ¡Así es como te pido que a mí quieras volver!” Que no haya más, porque no es eso lo que Nuestro Padre te da. Cualquier otra cosa pertenece ¡a lo terrenal!, a ésta ilusión, que tanto te han querido atrapar.
 
¡Pero al haber acudido al Llamado!, ¡ahh!, hay hermanos que muchas cosas entendieron ¡y a ellos mismos se encontraron! Ahora eso es, ¡eso es lo que verdaderamente es importante!, ¡lo que viene de la Fuente!, ¡de mi Padre!, ¡para ellos!, ¡para ustedes!, los que así lo entendieron, ¡los que así lo vivieron! Es para ustedes hermanos, de lo que escucharán: ¡la guía!, ¡la dirección!, ¡la inspiración! Así serán llevados y en infinito amor. ¡Y todo viene de Nuestro Padre tan amado!, cada vez ¡más fuerte!
 
¿Saben? Dice Nuestro Padre: “Estaremos cerrando filas”. ¡Y así sucederá! Ya de ahí, ¡lo que se va a mostrar!, es ¡para ayudar a aquellos hermanos que también quieran empezar su despertar! y dejar de ser humanos.
 
Ustedes; aquéllos que así lo entendieron, ¡aquéllos que así lo vivieron!, eso es lo que estarán haciendo. ¡Amados hermanos!
 
 
 
Julio 6, 2016
Maestro de la Galaxia.

Y sí, porque estuvimos ahí.
 
Yo, su hermano; ¡aquél que les habló! y que les dije que nos encontraríamos en ese lugar, para ustedes lejano. ¡Y sucedió! ¡Claro que pasó!
 
Si para algunos desapercibido fue, yo sólo te digo: ¡pregúntate por qué!
 
Nosotros estamos aquí; que llegamos al encuentro con ustedes, ¡por todo lo que van a vivir!
 
¡Ahora!, con gran alegría, puedo decir que ya, ¡con más ligereza en éste cuerpo puedo fluir!
 
¡Qué maravilla tan grande!, el haber compartido con mis hermanos; ¡aquellos que dejarán de ser humanos!, que tan entregados han estado, y en ésta preparación seguir adelante, para que -en la reacción- porque ese cuadrante, el que nosotros esperamos ¡y los encontramos! ¡Fue una gran conexión! Ahí, ¡mucho se dio!
 
¡Yo soy su hermano! ¡Sí!, acompañando a el hermano Leutón y hermana que ha hablado con ustedes en otra ocasión.
 
¡Compartiremos! y diremos el movimiento que se ha dado, con éste acontecimiento.
 
 
 
Julio 6, 2016
Sananda.

Y sólo te digo ¡amado hermano!; ¡con gran alegría! a ustedes recibimos ¡ese día!
 
¡El Gran Corazón que a ustedes entregamos!, ¡en infinito amor!, de mi Padre tan amado.
 
¡Para ustedes! ¡Guárdenlo! ¡Ténganlo consigo!, porque -con ello- fuertemente estará en su interior, ¡moviendo el Dios Vivo!
 
En su nombre, tu hermano te entregó ¡el “Yo Soy”!
 
¡Sananda!, tu hermano; en infinito amor.
 
 
 
Julio 6, 2016
Saint Germain.

¡Y claro que sí, amados!, ¡amadísimos hermanos! ¡Ahí estuvimos!, mi amadísimo hermano y yo, ¡con ustedes! compartiendo. ¡Ay de aquél que no lo estuvo creyendo!, porque fue así.
 
¿Qué más les puedo decir? ¿Quién era yo? ¿Quién lo sintió? En algunos momentos, ¡je!, para unos y para otros ¡con todo el corazón! ¿Estuvimos totalmente atentos?, ¡porque es verdad! ¡Es verdad!, amados hermanos.
 
Tal cual como se los dije: en ese lugar ¡también!, ¡también me he podido y he querido manifestar! ¡Y claro que fue así! ¡Claro que a cada uno de ustedes yo los vi! ¡Y ustedes también! ¡Ahh!
 
¿Quién podrá decir que compartió?, ¡que de mí escuchó! ¡Aquél que con el corazón así lo sintió! ¡y con verdadera devoción!, ¡a Nuestro Padre se entregó! ¡Porque así fue amados! ¡Claro que sí!
 
Todos ustedes fueron ¡tan fuertemente por nosotros abrazados! ¡Sí!, un poco sacudidos, ¿verdad?, por todo lo que vivieron, pero yo se los dije: “Algunos días los vamos temprano a despertar”.
 
¡Pero agradecidos!, ¡muy agradecidos!, por todo lo que ustedes -hermanos tan queridos- quisieron compartir. ¡Claro que sí! ¡Y créanlo porque es verdad!, todo lo que se les dijo.
 
La hermana, ¡ya mi Padre siempre se lo ha dicho!: “¡Deja ya esos sentimentalismos! ¡Ya sabes que traerás a mí a aquellos que estén listos! Los que no… ¡ya volverás por ellos!” ¡No pasa nada!, ¡Ja! Toda la eternidad; eso es lo que tiene para hacerlo. Y miren que lo ha hecho de una manera ¡tan maravillosa! ¡Y así será!
 
Yo les dije que cuando dijo “que yo la había preparado”; ¡no es verdad! ¡Ni cuenta se han dado quién es ella en realidad! ¡A punto están!, aquellos que atentos, ¡pero muy atentos! ¡y preparados para seguir el caminar! ¡Por eso les digo esto! Ya se está acercando ¡el gran momento!
 
Mi amada hermana -y nosotros también- porque la acompañamos, porque ella estuvo dispuesta y dijo: “¡Voy, Padre mío! En ésta Era Dorada ¡también ahí estoy!” ¡Y yo se lo agradezco!, porque si no, ¿de qué manera con ustedes íbamos nosotros a compartir? ¿Cómo iban a escuchar? ¿Qué es lo que iban a decir?
 
¡Y ya no se preocupen por nada más!, porque es verdad: ¡todo va a cambiar! Ya lo verdadero, lo de Nuestro Padre ¡eso es lo único que se va a mostrar!
 
¡Y sí, amados hermanos! ¿Preparados están? Que el que ustedes hayan ido hasta ¡ese lugar tan maravilloso!, verán ¡el efecto! que en cada uno tendrá. ¡Porque no fue solamente el trayecto y el estar! No olviden que toda causa tiene un efecto ¡y ese! -en el que se entregó verdaderamente- durará ¡toda la eternidad! ¡Claro que sí!
 
¡Acto seguido! Hermanos queridos: continuaremos; les mostraremos; les hablaremos de todo lo que es sentir y vivir y compartir ¡lo que es el Dios Vivo! Así; ¡tan simple!, ¡tan directo!
 
Sí, están viendo así a la hermana (con tos). ¿Y saben por qué? Por todo lo que absorbió ¡uhm!, de éste y aquél. ¡No tienen idea! ¡No tienen idea! Pero ya también se le dijo: ¡Ya no será así! ¡No tienes por qué vivir de esa manera! ¡Umh! ¡Muéstrales lo que es seguir caminando en la verdad!, dejando atrás toda la quimera en la que -al llegar- te quisiste envolver, para a tu hermano ayudar. ¡Ja! ¡Es verdad lo que les digo, amados hermanos! Esto que escucharon ¡es cierto! ¡Pronto verán por qué se los digo!
 
Aquél que empieza a ver realmente quién está frente a él; ¡ese!, ¡ese es!, el que empezará a escuchar -del Legado- ¡todo lo que tiene dispuesto el Padre tan amado! El momento ¡ha llegado!
 
¡Entonces, amados hermanos! ¡Bienvenidos, ahora aquí!, a éste lugar por Nuestro Padre elegido.Verán como muchas cosas estarán sucediendo. No se pregunten “por qué”. Las respuestas las van a ver; las van a vivir.
 
Y lo que la hermana les diga, ¡tómenlo así!, que es directo de  Nuestro Padre, para que tú el camino lo sigas ¡en amor!, ¡en entrega!, ¡en unión! Unión que ella dice: “¡Padre!, ¿qué está sucediendo? ¡Pensé que iba a haber más unión! ¡Y mira!”
 
¡No te preocupes, amada hermana! ¡Ya cada uno eligió cómo quiere seguir! ¡Lo respetamos! Será así, porque lo que nosotros, de lo que les hablamos y lo que les seguiremos compartiendo, solamente lo escuchará aquél, ¡aquél que de verdad!, a Nuestro Padre se quiere entregar. ¡La Avanzada se empezará a mostrar!
 
Ya lo dijo mi hermana: “El que a dos amos sirve, con uno queda mal”. Y Nuestro Padre es ¡único! Es solo. Es verdadero. Es “¡El Uno!”, y a Él, ¡sólo a Él!, su hermano ¡Saint Germain!, ¡eternamente servirá! Con El estará; así como su hermana.
 
¡Amados hermanos! ¿Que por qué lo decimos? ¡Ya lo sabrán! ¡Ya lo verán! Esto ya lo empezará a mostrar. ¡Es el gran momento de la verdad! ¡La eterna! ¡La única! ¡Y bienvenido! aquél que realmente -al ir al encuentro de Nuestro Padre- ¡todo lo quiso soltar!
 
Que yo soy su hermano ¡y claro que sí! Me presenté a ustedes ¡como humano! ¡Ay de aquél que no lo quiso sentir! Amados hermanos.
 
Que yo soy ¡Saint Germain!
 
¡Con gran alegría les digo!: ¡agradecidos por haber acudido! ¡Grandes sorpresas les tenemos!,amados hermanos; ¡pero a aquéllos!, ¡a aquéllos que de verdad fueron entregados!, con el corazón abierto. ¡Uhm!
 
¡Ya verán el gran efecto! No sólo lo escucharán, lo estarán sintiendo.
 
En el nombre del “Yo Soy”, ¡Saint Germain!; su hermano.
 
 
 
Julio 6, 2016
Ketta/Aleshia (3).

Mi Padre agradece ¡a todos ustedes! -amados hermanos- el estar aquí reunidos; ¡el desear seguir escuchando! Y tal como lo dijo mi amado maestro; aún es tan sólo el principio de todo esto. ¡Se seguirá moviendo mucho en tu interior!, cada vez ¡más y más fuertemente!, en su infinito amor. ¡Que si lo sabré yo! Ya se verá. ¡Ya se mostrará!
 
¡Padre mío! Te agradezco infinitamente, porque todo lo que tú eres, lo que das ¡es eterno!, como aquello que nos quisiste mostrar. Y te agradecemos todos nosotros el habernos permitido -contigo- ir a reunirnos; ¡mostrarte Padre mío!; porque sé que algunos hermanos ¡pudieron sentirte y te vieron! y eso es lo más grande que puedes entregar; porque Padre; después de ti ¡no hay nada más! y en ti todo es, ¡todo se da! ¡Gracias Padre mío! ¡Gracias! y aquí seguimos.
 
Y aquellos de mis hermanos que estén dispuestos a seguir adelante, sé que lo estarás mostrando y que nos estaremos acompañando. Porque esto sólo fue el principio; el gran principio de cosas ¡tan sorprendentes! que viviremos en tu nombre. ¡Gracias Padre mío! ¡Gracias! ¡Estamos tan agradecidos!
 
¡Y gracias a ustedes hermanos!, por haberme acompañado. ¡Gracias por haber estado dispuestos! Hicieron posible lo que Nuestro Padre estuvo pidiendo: Siete días de infinita alegría; de cansancio corporal; pero una ¡gran alegría en el corazón! De manifestaciones que fueron ¡más fuertes que lo que pudo haber sido confrontaciones!
 
Y ahí, lo único que puedo decir; que fue Nuestro Padre el que se mostró; el que estuvo siempre en medio de todo ello. Y es con eso con lo que me quedo.
 
Lo demás, ¡pues sí!, lo tomo y lo suelto; que Nuestro Padre ¡todo lo llena! El es que nos dirige. El es el que nos guía. Lo demás ¡no tiene importancia para mí!, porque viene de la ilusión ¡y esa ahí se queda!
 
¡Y muchas gracias a todos ustedes! Y tengan presente que vienen cosas ¡más fuertes! ¡Mucho más fuertes! Pero hemos recibido -de Él- la fortaleza, la fuerza, ¡la firmeza!, que sólo lo tiene aquél que se quiere hacer llamar “el hijo tan amado” de Nuestro Padre, ¡que todo lo ha creado!
 
¡Gracias amados hermanos! ¡Gracias a todos ustedes!
 
 
 
Julio 6, 2016
Padre.

…¡si tú piensas hijo mío que no lo advertí!, vuelvo a decir ¡que tal cual como te vi!, así es como te entregué.
 
La preparación ¡tenía que venir de ti! ¡Es por eso que te llamé! ¡y ahí me presenté!
 
¡Si cuánto tiempo por ti he clamado! ¡Cuánto! ¡En tantas ocasiones te he llamado!
 
Ahora, ahora que en ésta Nueva Aurora que en cada uno, en su corazón, aquél que te entregué, ¿cuál fue tu visión? ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿De qué manera haga mi aparición?, si preparado ¡no estás!, ¡porque aún pretendes confrontar! Mas en mi corazón, ¡aquí siempre estarás!
 
Y aquél, ¡aquél que conmigo habló!, ¡que desde aquí a mí se entregó!, voy a mostrar. ¡Vaya que mostraré! quién fue. ¡Mi niña lo sabe ya! ¿Acaso no viste?, ¡de qué manera te quiso guiar!
 
Mira; a través de ella ¡mucho más te voy a mostrar!, al llenar todos mis placeres por aquellos -de verdad- que quisieron entender ¡y unirse a su Ser!
 
En ellos, ¡en ellos!, hijos míos; ¡mis pequeños!; por mi enviada ¡déjense guiar!, ¡porque a mí volverán! Promesa, ¡promesa que se cumplirá!
 
¡Que “Yo Soy el que Yo Soy”! y hablando contigo -amado hijo- estoy.