ABIMAEL.
Ahora
yo te digo que también estoy contigo -amado hermano-. Que la conexión para la
cual te estuviste preparando, ahí es cuando plenamente lo logramos.
Que
te he dicho que también habría de compartirte... y todo, todo lo que he de
decirte ¡nunca quedará en entredicho! Porque nosotros, en el nombre de “Aquel
que todo lo puede” y con infinito amor, se te ha dicho que envían de Alción.
Más
también te diré: así como en el momento, el instante aquel en que tú piensas
que llegué, te diré hermano, que
nosotros en total y constante observación hemos estado, mas para ustedes -porque
aún no iniciaban su preparación- no nos habían escuchado.
Que
vengo del centro solar, la emisión de luz que hasta ustedes “Aquel que todo lo
puede” ha hecho llegar con gran alegría y a través de éste templo sagrado ahora
me pueden escuchar. Que es el deseo de todos nosotros que en su preparación -en
gran unión- seguir caminando, porque ¿quienes si no son los que se estarán
iluminando? ¿Quienes en el “Yo Soy”? Aquellos
que -con infinito amor- estudiantes se han llamado.
Más queremos
decirles: mira lo que hace tu preparación, porque a través de este templo,
muchas cosas más les estaremos mostrando y esto es para que ustedes, con ese
amor que sienten y que es su deseo seguirlo multiplicando han logrado... hemos
logrado.
Hasta
aquí nosotros estamos llegando y lo hacemos con gran alegría. Es muy importante
que ahora tengas presente que en tu día con día vivas el aquí; el ahora, porque
en el menester sagrado de aquel hijo que ha acudido al llamado -tú lo sabes- a
todos y cada uno insistentemente se les ha estado llamando, mas ahora ustedes,
los que han estado escuchando, pues con gran amor es nuestro deseo seguirles
preparando, que paso a paso, con lo que tú vayas recordando, la fortaleza que a
tu templo se le estará entregando no olvides que es el amor. Ahí es donde radica
la grandeza que Él te dio.
Lo
has escuchado, que en la pituitaria, ahí es donde está el recuerdo de lo sagrado
y quiero recordarte que la labor que cada uno tendrá será unitaria, porque lo
que Él pidió es que -al fortalecerse- todos trabajen en unión. Si, sintiendo este
sentimiento, el único, el que rige el corazón y que llena todo en cierto.
Has
escuchado cuando se te ha hablado. Llegará el momento en que dentro de ti la
copa estará rebosando pues es así, porque si ahora también a mi, al hermano que
te está hablando y estás escuchando, entonces quiere decir que todo irás
recordando. ¿Cuantos más -te preguntas- me están hablando? Es que la riqueza infinita que estás
recibiendo del gran sol que te está iluminando.
El
momento llegó en que la verdad de la verdad a cada uno de ustedes se le esté
entregando. Que no te ha de quemar, porque es el fuego sagrado, aquel que
dentro de ti, cada vez más fuertemente podrás decir: “siento que arde, pero no
me está quemando”, porque esa es la vibración que tú, hermano, cada vez más
estás logrando, la cual te irá elevando... y de ello tu hermano te seguirá
hablando.
Que
yo soy Abimael, aquel que llegó luego de esta gran conexión y por voluntad de
Él, que tanto te ama y también en el “Yo Soy”, te entrego con infinito amor,
para ello aquí estoy.