ARCÁNGEL
SAN MIGUEL.
Abandónate
suavemente estoy aquí vengo por ti,
Yo
te llevare, Arcángel San Miguel voluntad gloriosa,
por
esa gran fe que es para ÉL tan valiosa,
aquí
y a la vez en el lugar sin fin.
He
venido por ti; recuerda... así lo prometí,
¡viaja
hacia la luz!, ¡siéntela en toda su plenitud!
Esto
es para ti, te dará fortaleza sin fin.
Si
preguntas por qué estoy aquí... tenía que ser así.
Prepararte
para cumplir todo lo que te han de pedir,
en
la gloriosa conexión, preparándote para tu amorosa Ascensión,
y
¡escucha bien!: tu cuerpo -en el momento- vendrá contigo también.
Y
en tu gloriosa venida hacía ÉL, bendito aquel hijo,
que
en ese momento también ha cumplido
y
hace realidad todo lo que se predijo.
Ángeles
gloriosos, venid y sus cuerpos tan hermosos,
en
éste instante quedad depositados ahí.
Elévate
esencia amorosa,
en
el éter te recibe toda la huested luminosa.
¡Mirad!
esto es todo lo que con amor por ti ha de esperar.
Y
en ese luminoso portal tú también te has de iluminar.
¡Mirad!
porque es de ÉL la voluntad
y
aquí de donde Yo Soy el amoroso guardián,
es
lo que por ti ha de esperar.
Mi
espada luminosa, el gran color, que a ti ha de llegar
en
gran defensa por ese gran amor os entrego.
Será
ese lucero que te guiará.
Ven,
mirad, mirad, que sean tus ojos ver la eternidad.
Prendida
en ti quedara y en ese despertar
siente
quien a ti -con tanto amor-
te
entregará: es la luz de la eternidad.
Contigo
estoy y escucharás mi voz,
alabando
en compañía del Gran Eloy,
eres
eternamente el Yo Soy.
Ahora
vuelve a ese cuerpo amoroso,
y
esperad, esperad el llamado glorioso.
Y
tú llevaras, tus alas por fin se abrirán
y
sentirás como ahora tan ligero.
¡Siente,
siente como tu Ser del cuerpo se desprende!
Aquí,
aquí es donde todos esperamos por ustedes.
Lugar
entre rocas; esencia, energía, presencia.
Ahora
estás aquí; hemos preparado tu cuerpo para recibir,
y
aquí la huested angelical todo preparado hecho está.
¿Por
qué te preguntas?
que
sea Yo el que aquí está.
Bendito,
bendito y has sido y eternamente serás.
Esto
es para recibir al “Yo Soy” que en ti se ha de presentar.
Rayo Azul para ustedes
llegará, en toda su plenitud.