23 de diciembre de 2016

Canalización del 21 de Diciembre de 2016

Diciembre 21, 2016
Aleshia/Enriqueta (1).

… así es como necesitamos estar: ¡atentos!, mantenernos ¡alertas! Reconocer que ésta es la forma como El nos guía; como El nos presenta; como El -mi Padre tan amado- se manifiesta.

Pero no piensen que todo queda ahí. Eso solamente el prefacio de algo que es ¡tan grande!, ¡que no tiene final! Es el principio, del principio de los tiempos. ¡Aquellos de los que tanto se escuchó hablar!, en los cuales se dijo tanto: “Que el Padre tan amado se volvería a manifestar”. ¡Siempre ha estado! ¡Siempre nos ha hablado! ¡Siempre nos ha acompañado!

Pero ¿saben? ¡Y no es una nueva!, pero es algo, ¡una noticia tan buena!, ¡tan grande!, ¡tan enorme!, porque estamos viviendo el tiempo en el cual Nuestro Padre -a aquél que se ha preparado- directamente lo estará viendo.

Eso es algo con lo que ¡pocos han soñado! ¡Ni siquiera lo han pensado! Aún su hermana, que de esto les habla, pero siento en el corazón y le pido que en el proceso -al sentir tan dentro el Dios Vivo- nos lleve a cada uno. ¡Que ya sea el tiempo! en el cual ¡todo aquello!, ¡todas sus promesas!, ¡toda esa grandeza que nos entregó!, empiece a vivirla cada uno de mis hermanos: ¡ustedes!, que han escuchado la Enseñanza de “El Yo Soy”.

¡Y no me refiero solamente a aquellos que cuando nos hemos estado reuniendo han estado presentes! ¡También a aquellos que han llegado últimamente!, porque sé que no es casual; porque sé que mi Padre los ha traído; porque es el Gran Momento de lo que vivirán; ¡que ya traen esa preparación! ¡Bendito mi Padre!, ¡uhm!, porque están anhelando vivir el Gran Momento de la Resurrección. ¡Ese!, que tanto se ha prometido. ¡Ese!, que muy pocos han vivido, pero que hoy, en el tiempo del no-tiempo, hermano querido, ¡ahh!, eso es lo que Nuestro Padre ¡a viva voz! -a mis amados Maestros y a su hermana que aquí estoy- nos ha pedido.

Aquél que lo ha sentido, cuando a través de éste templo que estoy ocupando, lo han estado su voz escuchando ¡y que lo han sentido realmente!, porque no hay otro cometido; ¡no hay un interés!, ni siquiera terrenal, ¡ni mucho menos profano! de su hermana. Si a mi Padre ¡tanto lo amo! y le he prometido que aquí seguiré, mientras El -tal cual como me lo ha pedido- tenga a bien indicar, que aún ¡hay cosas que su hermana les puede compartir! y que les va a mostrar. ¡Pero no vendrán de mí! ¡No! ¡Vienen de Él!, de mi Padre tan amado; porque así es Su Voluntad; como de tiempo en tiempo lo ha deseado.

Y para que ustedes tengan una plena seguridad, mi Padre ha tenido a bien, y les dará una señal, de que -tiempo atrás- cómo y de qué manera y quién fue -al aquí estar- su hermana de qué maneras se vino a mostrar.

Es el momento, así como se ha dicho: “¡El Advenimiento!” ¡Y ustedes pueden ver a su hermana como ustedes!, ¡tan igual!; con mis dudas, con mis errores, con mis confusiones, ¡pero amando infinitamente a mi Padre!, ¡y cada vez más fuertemente dejándome llevar!

¡Nada! ¡Nada he dejado ya a la suerte! Ni siquiera el pensar, como algunos lo han dicho: “Cuando llegue el momento, cuando llegue la muerte”. Yo no le llamaría así; cuando tú sigues ¡paso a paso! terminando, escuchando, compartiendo y de todo eso que sientes, ¡hablando!, es el deseo tan fuerte y la petición ¡insistente!, a mi Padre, a mis Maestros, que de todo aquello en lo que llegaron a ser tan diestros ¡y que lo son!, ¡y que nos hablan!, ¡y que a muchos de ustedes les han mostrado! ¡Porque les han hablado!, de una y mil formas queridos hermanos, ¡psh!, que todo aquello que nos están compartiendo, permitan y nos ayuden a que esa Luz; a que esa Energía Divina; a que ese amor ¡que nunca termina!, siempre nos envuelva; nos lleve; nos de la fuerza.

Pero una de las cosas que son tan importantes, es que siempre te mantengas atento, alerta. Que te des cuenta cuando El, cuando Nuestro Padre ¡te está hablando!; cuando Nuestro Padre te está mostrando; cuando te está pidiendo, ¡y ser tan acertivo!, porque ahí es cuando cuenta te darás, ¡que ya en ti está!, mostrándose fuertemente el Dios Vivo.

Porque ha sucedido; cuando sientes esa inspiración. ¿Han visto?, cómo -cuando su hermana ha llegado como en éste instante- (llena de energía, vibrando), ¡cómo las cosas han empezado! ¡Y no! -vuelvo a repetirles- ¡yo no lo tengo programado! Simplemente lo siento, lo vivo y lo hago. No razono; no pienso; porque -si así fuera- encontrarías muchos motivos; como me sucedió en un principio, cuando ¡tan terrenal!, ¡tan humana! y que todo para mí -eso es lo que pienso- volví a empezar.

Mas ahora que empiezas a tener también libertad para escuchar y para ver, ¡ahh!, redescubrir ¡que no es tan ajeno lo que estás viviendo! ¡Que no es un misterio lo que te está sucediendo! ¡Que es solamente que si estás permitiendo que se unan tus hemisferios!, en esa unidad terminas, dejas atrás toda dualidad; pero en “El Uno”. Nuestro Padre infinito nos dice: “Aquí estoy. Siempre he estado en ti y seguiré así”.

Y entonces, primero tú sentirás, ¡te sorprenderás!; pero muy importante: que sigas caminando, y en ese equilibrio amoroso, que no permitas; que no te inclines ni hacia un lado ni hacia otro; ¡que continúes en ese balance!; que no pienses que es tu mente; ¡pero que tampoco te creas que a todos los demás eres diferente!, porque todos y cada uno son tan especiales para mí, ¡porque son iguales!, en ese vivir. ¡Es por eso que están aquí! ¡No hay nada que alguno intente transgredir!, de lo que la Fuente les entrega ¡y llega hasta aquí!

¡Es así! ¡Realmente no es un sueño! ¡No es una quimera! ¡Aquí estoy! ¡Aquí estás! y -en su nombre- sabes que ¡de todo eres dueño!, porque ¿qué no lo puedes pedir?, ¡que no te lo entrega ya! Hablando con el corazón; ¡sintiendo ese infinito amor! Porque del amor de mi Padre, es por eso que aquí estoy; ¡para de ello hablarles! y todo lo que conlleva, pasando por muchas cosas que para algunos son tan maravillosas, ¡pero nada comparable con todo lo que te entrega mi Padre!, ¡porque de Él viene!, ¡porque en Él está!, ¡porque es, ha sido y será! a través de los tiempos; ¡como en éste instante, que algunos de ustedes que escuchando están! ¡Volveremos a encontrarnos! y de lo mismo su hermana les hablará.

Las Dimensiones solamente se hacen presentes para aquellos que de todo lo banal y de todo lo terrenal, ya empiezan a estar ¡y logran vivir ausentes! Mientras eso no suceda ¡por mucho que tú lo quieras!, ¡no lo lograrás! Llegan, ¿por qué no?, porque ha sucedido; lo han vivido; sólo leves -y en momentos- reflejos; ¿pero quién no ha deseado?, ¡vivirlo ya!, ¡eterno!, ¡todo el tiempo! ¡Pues de eso es de lo que les venimos a hablar! ¡No hay diferencia!

¿Por qué la intención y el deseo de querer separar?: “Es que aquí solamente me han venido a hablar”. ¿Y tú que sabes hermano?, de lo que mi Padre tiene preparado ¡y que te va a mostrar! ¿Por qué mejor no te preguntas?: “¿Por qué no ha sucedido?” ¿Qué es ¡lo que hay en ti!, que lo ha detenido?

Somos como una veleta; ¡siempre sin brújula! El camino, el horizonte, cada la mañana tan incierta. ¡Hoy sí, mañana no! Pero aquellos que empiezan en ese proceso a sentir y decir: “Quiero ver el camino abierto. Quiero y te pido -Padre- seguir adelante. ¡Tú me has dicho!: ¡Yo te lo muestro!” Y El siempre ha cumplido. ¡Siempre!, hermano tan querido. Somos nosotros los que nos alejamos. Somos nosotros los que nos distraimos.

¡Pero bueno! ¡Qué importa!, si inmediatamente enmiendas, ¡corriges y vuelves al camino! ¡Eso es lo que Nuestro Padre aprecia tanto!; que cada uno de ustedes, cuando ve que el corazón empieza a hablar ¡y todo lo demás de tu cuerpo! -como la razón- empieza a ceder, ¡ahh!, a hacerse a un lado y permitir que el camino, ¡el verdadero!, que se te ha mostrado, lo sigas andando.

Ustedes tienen presente, algunas de las cosas de las que nuestros Maestros les han hablado en estos días. Lo  que les han prometido, ¡no tengan duda que se verá cumplido! Pero en aquél, en aquélla ¡que de verdad!, ¡de verdad!, sienta dentro de sí al Dios Vivo.

Mas quiero preguntar: ¿Y de lo que se les ha pedido? ¿Quién? ¿Quién ha tenido a bien eso sentir y de ello hablar? ¿Quién de ustedes lo ha sentido fuertemente?, ¡no sólo en el corazón!, sino ¡mucho más allá!, profundamente.

Se les ha hecho ¡no una! petición, y ha sido tan sencillo; porque no hay comparación con todo lo que Nuestro Padre ha entregado. ¡De todo lo que se nos ha dicho lo ha mostrado!, y lo que no -hermano tan amado- no es porque -al expresarlo- haya habido algún error. ¡No! Mejor pregúntate: “¿Por qué el que se manifieste se ha retrasado?”

Y lo que no está en tus manos -nos gusta mucho decir- “cambiarlo”. Preferiría: “Lo que no está en nuestras manos -Padre tan amado- lograrlo hoy aquí; ¡pero viniendo de ti! Nos dices, nos muestras de qué manera ¡y cómo seguir!” ¡Para que te des cuenta que no estás limitado! ¡Porque esa es una de las cosas que muy fuertemente tenemos que seguir trabajando!; que siempre estamos pensando: “Esto no lo puede hacer. No lo puedo hacer. ¡Nadie lo ha hecho!”

¿Por qué piensas? ¿Por qué ¡generalizas!, cuando a ti mismo te analizas? ¡No intentes justificar! ¡Nuestro Padre te conoce! ¡Eres transparente para Él! Inclusive, ¡no es necesario hablar! Todo, todo está ¡perfectamente preparado!

Hemos de vencer ¡el temor de ser osados! ¡Hemos de seguir adelante en éste caminar!, ¡porque aquél!, ¡aquéllos que lo han logrado!, han dado ¡ese Gran Paso!, ¡del que tanto nos han hablado! Lo han hecho ¡y miren dónde se encuentran!, ¡donde están! ¡De qué manera nos están acompañando!, con ese deseo tan grande, ¡que nosotros también! -el trascender todo esto- ¡ya lo estemos logrando!

Lo dijo ¡mi amadísimo y Gran Maestro!: “Más que un culto o una religión, ¡lo que nosotros traemos a éste mundo!, es ¡la verdad en el amor!: ¡la Enseñanza de “El Yo Soy”! ¡Esa!, que siempre ha sido. ¡Esa!, que nunca se ha extinguido. ¡Esa!, la que te hace recordar ¡que perteneces a esa Gran Realeza!, a la que tú volverás”.

Y todo lo que conlleva, hermano; de lo que tú has vivido; de lo que tú has hecho; de lo que has hablado. Las cosas se te presentan, ¡y si lo ves como una prueba!, ¡es para que tú dejes de ser profano! ¡Uhm! ¡De que empieces a vivir en lo sutil! ¡Que escuches cómo mi Padre te habla! ¡Ahh! ¡Cómo está contigo y en ti! ¡Cómo puedes verte y ver a tu hermano!, ¡con ese infinito amor que nos ha entregado!

¡Esa es la llave que muchos han usado!, nuestros amados Maestros, ¡uhm!, para cruzar esas Dimensiones, que algunos de los que aquí están ¡tanto desean! ahí caminar. ¿Y por qué no?, cuando todo lo haces en amor. ¿Y por qué no?, ¡si mira!, también puedes hacerlo de ésta manera: llegar, estar y hablar de aquello, que no lo hace cualquiera. ¡No porque no lo hagan o porque no lo quieran! ¡Es el corazón el que te lleva! ¡Es El! el que te guía y que te dicta. ¡Es mi Padre!, y como ustedes dicen aquí: “¡A Él he sido eternamente adicta!” ¡Todo lo que me ha mostrado! ¡Todo lo que me ha entregado!

¡Y sí!, he navegado por estos mares de emociones, ¡y mira!, que en algunos momentos influenciarme han logrado; mas -al reaccionar- cuenta me doy y es cuando hablo con mi Padre y le digo: “Padre, tienes razón. ¡Tanto se necesita de que se escuche fuertemente tu voz! ¡Y no sólo eso!, ¡sino que lo sientan en su corazón! ¡Que se sientan tocados!, infinitamente”.

Y al seguir caminando, ¡al recibir todo lo que viene de la Fuente!, vuelvo a aquellos días, a aquellos momentos en los cuales todo eso me decías: “Es tan sencillo cruzar los umbrales; traspasar Dimensiones; lugares en los que ¡tienes que tener bien puesta la Armadura Secreta!: ¡el infinito amor!, que eso te inyecta”. Porque al caminar ¡y estar inmerso en todo ello!, ahí es donde cuenta te darás, ¡qué tan fuerte es que te mantenga ¡firme!, ¡amoroso!, ¡alerta y dispuesto!, para volver a ti, y compartir nuevamente ese gran gozo; porque todo lo demás -por Consecuencia Divina- llegará. Ha sido, es y estará, de la forma como ¡tú lo quieras mirar!

Aquellos que se han elegido; ¡de qué manera te han hablado y lo que han escrito! ¡Cómo los han llevado! Depende el cristal por el cual se esté mirando. No hay razas ni credos; sólo hay ¡Esencias! Cuando dejes a un lado todos los egos, entonces verás ¡qué tan cercanos! están los Cielos de los que te hablo.

Cuenta te has dado, ¡psh!, cómo, y sorpresivamente, intempestivamente; vivencias que has tenido han sucedido. Y te preguntas: “¿Cómo fue? ¡Cuenta no me di!, de cómo o de dónde llegó”. Hay tantas cosas. A algunos se le presentan como una visión. A otros de una manera, dicen “tan real”, que eso es… ¡mi Padre lo tiene muy entendido!, muy seguro y cierto; que eso es ¡lo que más! -a mis Hermanos Humanos- ¡la atención ha tenido a bien llamar!: ¡querer compartir de igual a igual!, ¡contactar! Yo les vuelvo a repetir, ¡psh!: ¡han compartido!, hermanos tan queridos. ¡Lo han hecho! ¡Lo han vivido!, pero muchos de ustedes ¡ni cuenta se han dado! Y aún cuando directamente se les ha dicho: no lo han creído. ¡Y algunos se han alejado!

Es el tiempo del Gran Reconocimiento; del cosechar; porque el Advenimiento de aquél ¡amado Maestro!, que tuvo a bien de ello hablar; aquél que tiempo se ha dado para en ello reflexionar, y cada palabra que vino a entregar y que les ha dejado, lleva implícita la verdad de cómo y de qué manera, ¡aquí!, nuevamente, ¡todo lo que viene de la Fuente lo vendría a acompañar!

Y al decir “todo” -hermanos queridos- ¡tú dices que crees y lo has sentido!: ¡el Gran Ejército de Amor que estaría contigo! ¿Entonces por qué te sigues entregando, ¡al dolor!, a la tristeza, ¡al temor!, al no creer ¡ahh!, lo que te prometió “El Yo Soy”?

Cuando te han hablado ¡de Ángeles!, que estarían llegando, ¡de Enviados!, ¡Emisarios que te estarían acompañando! Literalmente: ¿qué es lo que tú -de mi Padre- al prometerte estás esperando? ¿Para creerlo quieres verlos envueltos en una Gran Luz? ¿Que estén frente a ti y te digan: “¡Eres salvo!”? ¿Y luego?, ¿cuál sería tu respuesta? ¿Qué es lo que para ti deseas, para poder creer?, que mi Padre tenga a bien y en ésta bendita Estrella quede manifiesta. ¡Ahh!

Le he pedido que -así como lo ha prometido- sea Su Voluntad y que ya -para ustedes- sea el momento, ¡sea el tiempo!, en que les muestre ¡toda su majestuosidad! Porque ha sido ¡doloroso! darse cuenta que lo que en un principio ¡para todos ustedes era un gran gozo!, ahora, cuando ya es el Gran Momento, en que la Nueva Aurora -al mostrarse- ¡trae para ustedes ese Gran Complemento! ¡Verán que no miento! Aún a pesar de que piensen que solamente se están viendo sucesos tan violentos. ¡Ahh! La Luz de mi Padre ¡nunca falla! La Luz inmensa de “El Creador ¡del Todo!”, se ha de presentar. Es el tiempo en que se hará ¡y se hará a su modo!, tal como ha sido eternamente Su Voluntad.

Lo que de momento a momento se les pidió -que la mayoría han tenido a bien con cada uno de ustedes traer- ¡verán que mucho les ha ayudado! Y aquél que lo permitió, ¡ahh!, ya grandemente lo ha purificado; para vivir y primero sentir, lo que mi Padre ¡ya en el inicio ha entregado!

Mi amado Maestro lo dijo claramente: “Es la última reunión del año que finaliza”. Esto que estamos viviendo, es como un recopilamiento ¡de todo lo que hemos ido viviendo!, ¡escuchando y sintiendo! ¿Y en quiénes de ustedes ha ido creciendo? ¿Quiénes -realmente- todo de la Fuente están sintiendo?

No es necesario que tengas que expresarlo. Mi Padre lo sabe. Eres quien estará acompañando. Eres quien vívidamente, lo que has pensado que has estado soñando, déjame decirte -amada hermana, amado hermano- ¡que viene de mi Padre y te ha estado preparando! ¡No es necesario que quieras o tengas que expresarlo! ¡Tampoco han sido sueños extraños! ¡La interpretación de acuerdo a la visión de lo que ha sido en tu interior!, ¡de lo que has vivido y de lo que ya has hecho reflexión!

¡Es por eso que mi Padre me pidió aquí estar y compartirlo! Decirte que así como cada año ¡haces un recuento de lo que hiciste!, ¡de lo que pudiste!, ¡de lo que quisiste! y de lo que no lograste, ¡aunque lo intentaste!; ahora lo hagas, ¡pero no en lo terrenal! ¡Ahh! Que seas ¡tan directo!, ¡tan sincero!; porque -dependiendo de ello- lo que viene; lo que se vivirá; eres tú amado hermano, el que -si dices “que te has elegido”- también el seguir adelante lo elegirá.

Porque tal cual como lo dijo mi Padre: “¡No hay marcha atrás!” ¡Pero con esa promesa tan grande!, que de todo lo que empezarán a vivir, ¡será tan real!, que no se arrepentirán ¡nunca! Que cuenta se darán ¡que una aventura no será! Que es el nuevamente vivir y caminar en la cordura ¡de lo eterno! ¡Caminar por ese Puente Sagrado!, del que ya se les ha hablado; y unido estar a lo Celestial, dejando de ser Humano, en éste plano.

Y aquél que quiera ver, y aquél que quiera vivir, esto te lo voy a decir: más allá del Vehículo Sagrado; más allá, como tú lo quieras estar llamando: ¡la Unión Eterna!

Mira; esto no te lo está prometiendo Enriqueta, ¡y sólo mi Padre sabe!, y me ha dicho que me lo hará sentir: de qué manera, cómo y a cada quien, para también en ello discernir; me lo estará mostrando. ¿Cómo quieres tú darte cuenta que todo lo de aquí, ésta ilusión se está disipando? No hay sueños locos, y si así ha llegado a suceder, aquellos que tiempo ha, fueron tan pocos, lograron llegar a Él; porque lo que los animaba, lo que los llevaba  y sentían, y -al entenderlo- expandían, ¡era el Gran Corazón!, que -al Corazón de Corazones- unían. Luego cada uno ¡escribió! ¡Legado dejó!, de cómo y de qué manera lo vivió. ¡Ahh!

Yo te pido: ¡no intentes elegir! Aunque me pudieras decir: “Mi Padre dice: ¡Pide! y Yo os daré”. ¡Pero en la sabiduría!, ¡en el entendimiento aquél!, de que si hay algo ¡que tú tanto querías!, ¡y no se te cumplía!; el momento llegará que vas a entender, qué es ¡porque eso te dañaría! y no era para ti.

¡Porque el deseo de Él es así! ¡Tanto te ama! ¡Abrazarte y llevarte! ¡Hacerte sentir y que entiendas que eres ese Gran Diamante!, que en el Fuego Sagrado ¡Cósmico! -al tú esa vibración hacia Él elevar- ya empieza a llevarte, ¡a templarte! Y luego así tan vibrante, empezar a redescubrir, ¡a retirar ese velo que te cubría! Ya lo has estado haciendo; por eso ha llegado éste día, en el cual todo esto te estoy compartiendo.

¿O todavía osarás pensar?, que -de todo lo que has escuchado- ¿han sido palabras nada más? ¿Que en tu corazón no ha removido ¡ni siquiera un poco!, la Enseñanza de “El Yo Soy”? ¡No lo hagas, amado hermano! ¡No pienses así! ¡Que ya todo ello esté terminando!, porque lo que va a seguir; ¡lo que ya está aquí!, ¡es tan grande, pero tan fuerte!, que sólo ¡el Guerrero Valiente! que aceptó y que hasta aquí llegó, estará entendiendo que es ¡su Gran Momento!: de la liberación.

Al seguir adelante -ya lo ha dicho mi Padre- todas tus preguntas respuestas tendrán. Algunas, ¡juntas no llegarán!, ¡porque es importante que tú todo ello empieces a asimilarle! ¡Que no pasen de largo, como lo has hecho en antaño!, ¡a pesar de haberlo escuchado!; ¡a pesar de haber estado frente a sus Enviados!; el deseo de mi Padre es que ¡tú! que has dicho que “te has elegido”, ya sea tu momento; hermano tan querido.

Hagamos una Gran Reflexión, en infinito amor; que toda ésta Energía de Amor que está emanando tan fuertemente hacia Nuestro Padre y lo que está regresando; de una vez por todas, nos permita verlo ¡todo en amor!, ¡tan claro y transparente!, para que ya pisen firmemente en otra Dimensión.

Y no voy a mencionar cuál de ellas será, porque ustedes llamados están, para vivir lo que mi Padre -desde la Eternidad- para ustedes preparado lo tiene ya: esa Gran Unión ¡del Gran Fractal! -que del Cosmos llegará- al plano terrenal. Para ustedes, mis amados hermanos. ¡Ahh!

Hemos de vivir estos días ¡en Gran Unión!, en ese sentir, ¡no sólo con nuestros Seres amados!; ¡también con todos nuestros hermanos! ¡Esos con los cuales nos iremos cruzando!, ¡que son tan importantes!, como aquellos con los que día a día compartimos, hablamos y todo lo que sentimos.

No olviden esa petición que Nuestro Padre les hizo; nuestros amados Maestros, ¡en infinito amor!, a la par de ir agradeciendo, ¡todo lo que nos han estado compartiendo!, hasta hoy.

Con esto no quiero decir que ya finalizó. Es sólo -lo vuelvo a repetir- ¡un Gran Cambio!, ¡y más fuertemente la interacción! ¡El co-crear! ¡El cómo todo lo que mi Padre ha entregado se va a manifestar! ¡El cómo todo de lo que se nos ha hablado!, ¡de cómo todo Ser vivo, unidos!, estaremos y caminaremos.

Y hablo de aquellos que se han elegido, amados hermanos.

La respuesta, la decisión, está en sus manos.



Diciembre 21, 2016
Maestro Desconocido.

Ha llegado ¡el Gran Momento!, en el cual ¡de todo lo que se les hablará!, vendrá acompañado de suceso tras suceso. Cada evento indicará que -aquél que camine en la verdad- ¡nada tendrá que temer!, ¡porque nada le afectará!

Se ha hablado de la división de aquellos hermanos que han estado en preparación; que habrá un duplicado que los mantendrá por separado y ese Cambio de Dimensión quedará por asentado. ¿Quién mejor que “El Yo Soy”?, para mostrar que cuando tú deseas dejar de ser Humano, ¡todo! para ti, en gran respuesta y siendo la  instrucción, vendrá por consecuencia.

Todo de lo que se te ha hablado -en la verdad de la verdad- de tiempo en tiempo se ha mostrado. Y he aquí que aquél que ha recapitulado, como mi amada hermana les ha hablado; hoy aquí, al repetir ¡que no la lección!, porque el amado hermano, al que “Maestro” le han llamado, tuvo a bien decir: “¡La lección ha terminado!”

¡No hay opción! ¡Uno es el camino!: aquél que ha sido trazado por el Plan Divino. Y aquél que desea seguir en él, es por eso que de ello hablaré ¡y te mostraré!, al serpentear en las alas de la dualidad; aquél que pretender seguir empezó a dudar, en éste momento, por el Gran Alineamiento que repercute en las fibras secretas, que quedarán de manifiestas en lo que llamas “tu cuerpo terrenal”. ¡Han de sondear! y aquello en lo que tú más te has inclinado -al lograr quedar alineado- eso es lo que mostrarás.

¡A eso he venido!, para de ello hablarte, y de manifestarte que “El Todo Creador” convocó a ésta reunión. Es por eso que algunos de ustedes sintieron con tal fuerza ¡el deseo de escuchar! Y al venirles de ello a hablar -a través de la amada hermana- que amorosamente aceptó venir a encarnar, tan diligentemente como ustedes ¡tanto han pedido! y lo que -al desear- “¡El Creador” ha concedido!

A partir de éste momento, no es casual el hacer la petición de que hagan “un Gran Recuento”. La alineación al vibrar ¡y resonar en la Atmósfera Divina!, ¡y en la capa telúrica!, al unirse lo que vas a sacudirte, será, ¡escúchalo bien!; de una vez por todas: ¡tu dualidad!

Y al manifestar toda la cristalización, la Energía tan grande que envía el fotón; ya la hermana les ha dicho ¡y mucho más!, ¡de ello aquí no les han empezado a hablar!, ¡porque no han reconocido que la Energía Divina -cuando ha crecido- al tratar de explicarla no han podido. Respuesta, y dicen: “Secreta”. ¡Todo lo que El manifiesta en su grandeza!, va más allá, de lo que tú pudieras llamar, ¡ahh!: “La vida terrenal”. ¡Mucho más allá!

Y éste es el tiempo en el que la Puerta, te han dicho “que se abrirá”. Yo te digo, hermano querido: ¡abierta está ya!

Al alinearse ésta Estrella y todo lo que conlleva, la Madre Naturaleza -con toda su fuerza- también se está empezando a mostrar. ¡Pero aquél que como ustedes -al quererse preparar- lo ha hecho!, ¡ahh!, de tal forma que ha activado, ¡y sale de su letargo todo lo ilimitado! ¡Es por eso que ella aquí está!: para recordarte ¡quién eres y hacia dónde vas!

¡Todo! -en estos días- estará empezando. ¡La Gran Revelación desde éste instante ha comenzado!

Que yo soy el que -a juicio de “El Creador”- para ti, en el tiempo de los tiempos, en su nombre te estoy hablando.

¡No te sorprendas! de lo que -para ti- empezará y lo que vivirás.



Diciembre 21, 2016
Aleshia/Enriqueta (2).

Hoy en especial, está sucediendo una Gran Unión ¡tan providencial!: la Luz del Gran Fractal empezará a iluminar ésta Estrella, en éste plano terrenal; trayendo para cada uno de ustedes ¡grandes recuerdos de lo que han sido!, pero sólo para que al abrirlos, la fuerza ¡tal como esos Grandes Decretos! -aquellos que los han hecho- ¡la fuerza les acompañará, en el infinito amor que es eterno! y trascenderán ¡muchos de ustedes! lo terrenal.

¡Oh, Hermana Humanidad! ¡El Gran Momento ha iniciado! Es por eso que Nuestro Padre pidió que escucharan ¡esto tan preciado!; porque lo irán sintiendo y lo estarán viviendo. Y he aquí que para acompañarlos, para ello nos han enviado. ¡Ahh!

En los Grandes Escritos -¡de verdad!- algunos los han visto como acertijos. Lo que se ha manifestado, al abrirse los Portales que han estado guardados, ¡para aquellos que serán Iniciados!

¡Grande es el tiempo que estará empezando!, Padre tan amado. Y he aquí que tu gloria -desde la Eternidad- ¡nuevamente se estará mostrando!



Diciembre 21, 2016
Saint Germain.

¡Y amados! ¡Éste era el gran regalo que teníamos preparado!, ¡para ustedes! El inicio de algo ¡tan sagrado!, era necesario ¡que por ustedes fuera escuchado!

¡Sí! ¡No mentí! Aquella fue la última reunión; porque ¡ésta de hoy es el principio de algo tan grande que no tiene nombre!, que sólo Nuestro Padre ¡es! quien lo tiene preparado ¡para ustedes! ¡Para ustedes!, amados hermanos. Y es verdad: ¡Gran Movimiento Cósmico y terrenal! ¡Amados! ¡Benditos sean!

Y en estos días sean ustedes ¡en Gran Unión con aquellos que son tan cercanos!, ¡pero también con sus guías! ¡Es importante!, como en “El Yo Soy”, y porque yo soy el que con ustedes estoy, ¡acepto con infinito amor!, de aquél, aquélla, que tenga a bien pedir y desear a “¡Aquél que todo lo puede!” que con ustedes también su hermano pueda estar. ¡Amorosamente lo acepto!

Pero, ¡con esa libertad ustedes podrán hacer su decreto! Os pido a todos, ¡que hoy en especial! lo hagan así, en infinito amor, ¡antes de irse a descansar! Porque no sólo Nuestro Padre; todos nosotros estaremos a acompañarles. ¡Sí!, lo haremos ¡de la manera como ustedes lo sientan!, lo piden, lo decreten. Mi amado hermano también.

¡No tienen idea lo grande de éste momento! ¡Una Gran Panacea! Es por eso que aquí estamos. ¡Hagan sus decretos! Es una petición ¡en infinito amor!, que en estos días que siguen -amados hermanos- verán lo que estará sucediendo. Y cuando inicie aquél que ya está aquí; ese año ¡muchas cosas para ustedes en ese devenir!

¡Y nosotros con ustedes! -amadísimos hermanos- en infinito amor; bendiciendo y preparando lo que Nuestro Padre ya tiene; lo que ¡está en unión de todo lo sagrado!, con ustedes que todavía -pero que ya están dejando- de ser ¡Humanos! ¡Amados! ¡Amadísimos! Verán todo lo que les estaremos mostrando amorosamente, ¡fuertemente!

¡Y sí! ¡He de necesitar -ahora con más fuerza- quien me va a acompañar! amados, ¡porque aquí se encuentran! ¡Aquí están! ¡Y con gran alegría lo digo!: ¡ha llegado ese Gran Día!, en el que el Dios Vivo en cada uno y en unión, para mostrar de lo que ya se habló: ¡La Gran Revelación! Nosotros ¡ya preparados estamos! ¿O no es así, hermana? ¡Amadísima hermana!

Y ahora pregunto: ¿Y ustedes, ya lo están? ¡Amados! ¡Los abrazo en infinito amor!, en estos que llaman “estos días”, ¡ja!, recordando el “Gran Nacimiento” de mi hermano, si así quieren llamarlo; si quieren festejarlo en estos días.

Para nosotros motivo de gran alegría; saber cómo y sentir y ver cómo elevan esa Energía de Amor. ¡Y aquí estamos para recibirla!, ¡para envolverlos!, ¡para elevarla!, ¡multiplicarla! y que vuelva ¡abrazando!, ¡derramando!, en cada uno, en ésta bendita Estrella.

Amados hermanos; verán lo que estarán logrando al hacerlo así: ¡en Gran Unión!, ¡en Gran Armonía! ¡y siguiendo adelante con su preparación!

Los envuelvo y les entrego ¡la Llama Violeta!, la Gran Amatista. ¡Pero que también ese Arcoíris de Amor!, ¡todos los Rayos lleguen hasta ustedes! ¡y les iluminen como un Sol! ¡Ese Nuevo Sol!, que para ustedes ha enviado “El Yo Soy”.

Amados, ¡amadísimos!: ¡ésta Era de Amor será más grande!, ¡más fuerte! que cualquiera. Mi amada ¡América!, ¡al fin!, ¡al fin estamos unidos! ¡Al fin en mi amado México querido!, se mostrará -de mi Padre ¡tan querido!- todo su infinito amor ¡y su poder infinito!

Que yo soy ¡Saint Germain!


Diciembre 21, 2016
Aleshia/Enriqueta (3).

Todas estas palabras; todo lo que mis amados, amadísimos Maestros han compartido, de lo que su hermana ha sentido, es que desde lo más profundo, mi Padre, ¡Nuestro Padre!, nos pide estar atentos, alertas y dispuestos; que en estos días ¡mucho se estará moviendo! y tal como lo dijeron: al iniciar, desde el primer día -el que próximo está- Nuestro Padre ¡mucho va a mostrar!

¡Vamos a seguir adelante! ¡Vamos a tratar de mantenernos siempre unidos! ¡No a tratar!, ¡vamos a hacerlo!, de una vez por todas. ¡Ya!, es el momento; ¡vamos a dejar todas nuestras dudas!, ¡hacerlas a un lado!, ¡porque mucho nos han estorbado!, mucho nos han detenido, en el camino hacia lo divino.

Hermanos, tal como nos lo han pedido: vamos a hacerlo. ¡Vamos a entregarle a Nuestro Padre!, en estos días en el cual es tanta la intención de mostrar y regalar. ¡Vamos a regalarle nuestra libertad! ¡Vamos a entregarle ese libre albedrio!, que El tuvo a bien -con infinito amor- querernos dar. ¡Vamos a decirle! que su hijo ¡que tanto ama!, ¡aquí está! ¡Que es nuestro deseo querer dejarnos llevar! ¡Ya sin duda! ¡Ya sin replicar! ¡Ya sin querernos justificar!, en lo que nos hemos equivocado.

El todo lo ve ¡y no nos va a juzgar!; porque si en nuestro corazón, desde lo más profundo -al hablarle- esa es nuestra intención: ¡vivir en el amor! ¡El lo sabe! ¡Vamos a envolver cuidadosamente ese gran regalo! Que llegue hasta Él, y ahí -la Fuente- al recibirlo va ¡a multiplicarlo! Y en esa pureza va a volver, no sólo hasta nosotros, sino hasta todo aquél que empiece a vivir su Despertar.

Vamos a seguir nuestro caminar con esa seguridad, de que tomados de su mano estamos, y nos va a guiar. ¡Y nada de lo que aquí suceda nos va a atemorizar!, porque todo aquél que intente, ¡no nos afectará! Mas, en respuesta le entregaremos el infinito amor y la bendición del Padre, que todo lo va a multiplicar, ¡a expandirlo en su totalidad!, amados hermanos.

Y entonces verán cómo unidos: nuestra Madre Tierra; nuestro Hermano Intraterreno; ¡cada Elemental! y los Hermanos de las Estrellas; ¡todos unidos!, en Gran Decreto y en acción haremos ¡que aquellos hermanos que están viviendo en tanta fricción! ¡y que están agrediendo a aquellos hermanos que sólo intentan abrazarlos con infinito amor!, ¡que se muestre Nuestro Padre tan amado!, ¡con toda la fuerza!, ¡como nunca lo ha hecho! Que se muestre mi Padre, ¡tal como lo ha prometido!, ¡porque para El no hay imposibles y todo lo ha vencido!

Que todo aquél de mis hermanos que hasta éste instante lo ha negado: ¡toca su corazón Padre mío! ¡Detén!, de una vez por todas ¡tanta agresión!, para que nos veamos como hermanos, y unidos caminemos hacia ti, y así llegaremos, ¡Padre tan amado! Que seas tú y sólo tú, el que lleve nuestros pasos; sintiendo en el corazón esa infinita unión, ¡en ti y para ti!

¡Hecho está! ¡Así es! ¡Así ha sido y así será!, ¡eternamente!

Enviemos y elevemos -amados hermanos- toda nuestra Energía; nuestros pensamientos; nuestro amor; hacia esos lugares que tanto lo están necesitando. (¿Siria?) Ahí donde pretenden que haya confrontación. Que sea Nuestro Padre el que se haga presente y su Gran Ejercito de Amor.

¡Gracias a todos ustedes! ¡Gracias por unirse a ésta petición!

El tiempo de los tiempos ha llegado y lo que en apariencia se muestra como caos, pronto esa resistencia será vencida, y la cristalización, la transparencia de la Raza bendita y unida, cada vez más fuertemente se mostrará. Hará su aparición, cumpliendo la Profecía: aquella que dijo que éste sería el tiempo en el que en ésta Estrella harían su aparición. ¡Y así será! Verán.

Y algunos de ustedes serán llamados a compartir y ayudar. ¡En ustedes está la respuesta! -amados hermanos- de una y mil maneras. ¡Ya lo verán!

¡Gracias! ¡Gracias por estar aquí! El infinito amor de Nuestro Padre, ¡siempre!, ¡siempre esté en su interior!, en sus corazones, en su hogar, en los Seres que ustedes aman; en todos por igual.

Que no sólo su bendición, sino ¡todo su amor!, se haga sentir ¡no sólo en estos días!, sino eternamente, para ustedes; para ti.

¡Gracias hermanos! ¡Que Dios los bendiga!