10 de diciembre de 2016

Canalización del 7 de Diciembre de 2016.

Diciembre 7, 2016
Aleshia/Enriqueta.

… entonces, nosotros somos parte, ¡pero parte muy importante!, de un proceso que ahora -en éste tiempo- nuevamente se está viendo, y ahora con hermanos que anteriormente dejaron un pendiente: el concluir -en el verdadero vivir- la lección que nos trajo a ésta ilusión, que implica tantas vivencias; que cuando tú todavía -cuando no hemos entendido- los llamamos: “contratiempos”, “dolores”, “tristezas”. ¡Ahh!

Cuando empezamos a vivir todo éste tipo de cosas, ¡tú te das cuenta hermano!, cómo en ti, nosotros le llamamos así: “todo va cambiando”. Pero no es así; es simplemente que ¡para ti!, con esos ojos del Ser, que es como empiezas a ver: ¡todo se va aclarando! 

Y cuanto más -en apariencia- lo que es la densidad; lo que es la inarmonía; lo que es esos hermanos que todavía no entienden, y que lo único que dominan es esa Energía Inarmónica -que es de la que se alimentan- se empieza a vivir, y ellos empiezan a ver que -efectivamente- ¡ya no!, ya no, ¡ni a ti!,¡ni a ti!, ¡ni a ti!, ni a ninguno de los que estamos aquí, ¡ni a ti!, nos va a mover ¡tan fácilmente!, como lo hizo antes. 

Y quiero que sepan que entonces -cuando menos lo piensas- sorpresivamente, ¡sí!, ¡te muestra cosas que te hacen tambalear! Pero nunca -amados hermanos- ¡nunca permitir que te vuelva a doblegar!

Así como aquí; cuando tú asistes a esos Cursos de Motivación, que te dicen, ¡ahh!: que toda amenaza la veas como una oportunidad; yo te digo -amado hermano- que para Nuestro Padre, cuando tú empiezas esa venda de tus ojos a hacer a un lado ¡y todo se empieza a develar!, empiezas a verlo todo tan impasible, y aunque te muestre cada vez ¡más y más!, con esa fuerza ¡tan visible!, que quiere hacerte sentir y hablar y decir: “hasta aquí”. ¡Bendito sea mi Padre!, porque es cuando El se muestra y te dice: “¿No has entendido? ¿No has escuchado?, hijo tan amado, que estoy aquí”. 

Sólo permite, ¡tal cual como nos lo dijeron nuestros Maestros!, ¿quién recuerda?, en la reunión anterior; que dijeron: “¿Y qué nos queda? Ver y esperar a que alguno de ustedes -de verdad- recuerden y quieran decretar. Comiencen ¡a invocar! la presencia de Nuestro Padre tan amado, y a continuación nosotros -que con ustedes estamos- ipso facto ¡la respuesta les damos!”

Pero si tiene que ser en ese momento, ¡claro que sí! Y si no, es tan sutil ¡que lo hacen! Pero cuando tú estás ¡tan inmerso! en ese problema; que te preocupas; que de ti se apodera y no te permite ver hacia ningún lado. Quiero decirles hermanos que así, llega un momento cuando estamos todavía caminando y viviendo ¡tan humanos!, y que tanto te preocupas si tienes o no tienes para proveer a tus Seres amados del alimento; llega un instante bendito en el cual -Nuestro Padre- se hace presente, ¡a través de cualquiera de ustedes! 

¿Pero saben? No solamente ¡tú! estás abierto para darte cuenta, sentir y recibir y agradecer; porque aunque permitiste -por algún segundo- que la preocupación intentara llegar a ti, llenar tu Ser; inmediatamente separas, desechas, apartas y dices: “¡Padre! ¡Todo está en tus manos! Si tú estás conmigo, yo sé que no me dejas”. Y te lo muestra. ¡Claro que sí! 

Hagan la prueba, porque a su hermana -en el día con día- a cada instante, ¡de verdad!, que señal por señal me dice: “¡Claro que sí! ¡Aquí estoy! Si tú me amas y por mí te dejas llevar, pues entonces ¡no sólo te voy a mostrar!, sino ¡a través tuyo! a tus hermanos les voy a entregar”. 

¡Y ahí es cuando se empieza todo a mover! Esos dones tan maravillosos, tan sagrados, que El -Nuestro Padre tan amado- ¡nos entregó!, como aquellos talentos de los que tanto se habló. 

¡Y sí! Llega un momento en que te pregunta, ¡pero no te cuestiona! Te dice: “Hijo tan amado; si Yo te entregué, ¿qué sucedió? ¿Por qué no lo has utilizado? ¿Por qué ni siquiera ¡a mí!, ¡que tanto te amo!, me has escuchado?”  Pero es importante que -de verdad- así lo sientan hermanos: Hermanos Mutantes. 

Sabes que no, ¡no te está cuestionando! Que -si acaso- puedes sentirlo y vivirlo y escucharlo como un reclamo; pero un reclamo amoroso de un Padre que te dice: “¡Aquí estoy! ¿Por qué no has querido recargar tu cabeza en mi hombro?, si cuando tú has visto y has pensado, y has querido desertar del camino por el cual Yo te llamo, ¡psh!, inmediatamente te envío, te muestro, ¡te doy!, ¡me sientes! Lo único que quiero de ti ¡es que siempre sea así!; que sea eternamente”. 

¿Y por que -tu hermana- insiste siempre en esto decir? ¡Porque es cierto! ¡Es verdad! La llave secreta que en manos de cada uno de ustedes está, ¡es esa!: sentir y vivir el amor ¡a borbotones! Saber, porque muy dentro de ti te lo hace ver; ¡te lo dice tu Ser!, cuando es Nuestro Padre el que -aún al caminar aquí- muchas cosas aún te quiere decir: hablarte de su infinito amor, y ahora desea hacerlo ¡en plena acción!, de una y mil maneras. 

Es que si ustedes supieran; si de verdad ¡cada uno de nosotros entendiera!, ¡que no solamente son palabras que tú expreses!; ¡sino que lo sientas desde lo más profundo!, y decir: “¡Padre! ¡Me abandono a ti! ¡Estoy en tus manos! ¡Muéstrame! ¡Guíame!, cómo dejar de ser Humanos”. 

Pero ustedes amados hermanos; desde que en un principio, cuando esto -no solamente su hermana- sino mis amados Maestros lo exclamaron; querían verlo y sentirlo de una manera ¡tan literal!: “Voy a dejar de ser Humano. Yo ya no soy humano”. No solamente irlo ¡pregonando! -amados hermanos- que de palabras, de palabras ésta ilusión a todos ustedes los ha ido llenando. ¡No!, sino decirlo y mostrarlo con el corazón. La mejor manera de hacerlo, también ahora, como mi Padre lo ha dicho: en plena acción. ¡Claro que sí! ¡Ahh! 

¿Cuánto tiempo para algunos de ustedes que han estado escuchando? Porque todos hemos tenido contratiempos; pero so pretexto y para estarse justificando -después de haber estado- que se han estado alejando y dicen: “Es que siempre lo mismo nos han estado repitiendo”. ¿Por qué será?, amado hermano, amada hermana. Porque -a pesar de oírlo- no lo has escuchado, ¡uhm! y solamente -de tanto hacerlo- es más sencillo tomar y tener una reacción: “Como no he visto nada, ¡me alejo!”

¡Hay tanto y tanto aquí!, tal cual como lo dijo mi amado Maestro: “Tanto se te estaría mostrando”; pero que tenías que tener cuidado; porque “lo que fácil llega, fácil se va”. Lo que no se valora… se desecha, como si fuera algo ¡que no te da!, ¡no te hace sentir todo aquello que tú quieres vivir!: “Si yo he leído -porque eso lo he escuchado- y todo eso que han dicho, ¿por qué otros lo han vivido? ¡Yo sigo en el camino! ¡Estoy en el camino!”

Amado hermano: no es necesario que lo vayas repitiendo. ¿A quién quieres tú convencer? de algo que ni siquiera lo sientes aquí; ni dentro, en tu Ser. Porque primero necesitas ser tú, ¡tú! el que sienta y viva; muestre y utilice esa virtud tan grande, que El -Nuestro Padre- nos ha entregado. ¡Y tampoco quiere que te abraces! y que ahí te encadenes, a lo que tú llamas “religión”: “Es que en ésta no he sentido ese eco. No. No hay comparación. ” 

¡No! ¡Es cierto! No hay comparación ¡ni habrá!, ¡ni intentes hacerla!, con lo que Nuestro Padre entrega; porque ¡es único!, ¡es verdadero!, y te lo da por entero. Y no te habla de religión. ¡Esa!, esa nosotros aquí ¡la inventamos!, ¡la creamos!, ¡para conveniencia de unos cuantos! 

¿Han visto lo que ha sucedido? ¿Quienes son? los que en aras de decir: “Ven aquí, porque lo que yo te voy a decir: ¡esto es verdad!” ¿Cómo querer cuestionar?, al hablar de lo que Nuestro Padre ¡a todos nos da!, ¡por igual! Sin mencionar ¡ni razas!, ¡ni credos!; ¡porque a todos nos dio esa Chispa Divina! y dijo: “A mis hijos tan amados; ¡estos que aquí están encarnados! ¡A todos los quiero por igual!, mas cada uno elegirá cuándo sea el momento ¡que a mí! -“El Yo Soy”- volverá. Y para ello, para ello -de tiempo en tiempo- he de enviarles quien los acompañará. ¡Quien de mí les hablará!, ¡de esa verdad!, ¡que tan ansiosos de escucharlo están!”

Ustedes han visto hermanos, lo que ha sucedido cada vez que nos acercamos y que ¡pretendemos! y escuchamos. Es que ¡no hay nada complicado!; porque lo que nos entrega mi Padre tan amado y nos dice: “Es mi amor. Ese amor que no daña. ¡Ese amor que no deja cicatrices!, ¡porque es único!” Y lo único que te pide es que ¡permitas que te envuelva!; ¡que todo ese cuerpo -que ahora aquí ocupas- lo sienta!, y que entonces -al permitirte ¡tú! y reencontrarte- ¡rompas! y ya no vivas en esa esclavitud, por la que ¿cuánto tiempo? Y mira; no estoy hablando solamente de ésta vida, de ésta encarnación. ¿Has sentido acaso cómo has seguido avanzando? ¿Cómo has ido llevando tu Evolución?

¿Qué sientes tú, amado hermano? De ello ¿has hecho reflexión? ¿Te has preguntado?: ¿estás en el inicio?, ¿en las aulas que te hablan de lo que fue el principio? o ¿ya estás en plena preparación? para lograr ¿por qué no?, ¡tu Ascensión!

Porque cuando eso sucede, todo en ti ¡se empieza a mover!, y mira, no permite que te vuelvas a distraer; porque estás y lo tienes tan presente; que -así como estás aquí- no dejas que tu mente esté ausente. Estás en esa Unidad; ¡en ese equilibrio total! que El nos pide; ¡que El! -amorosamente- a cada uno nos quiso entregar. Eso es lo único que desea. 

Algunos han preguntado: “¿Pero cómo le hago?” Como decir: “¿Cómo logro mi pase de entrada?” ¡Borrando todo!, sin razonar. ¡Dejarte llevar! ¡Quedarte inmerso en “la Nada”! y sentir, ¡sentir la Esencia!; porque ahí ¡es cuando fuertemente! -amado hermano- sientes Su Presencia como siempre ha sido; ¡como no te habías permitido! 

Luego de que todo ello en ti empieza -lo hemos llamado “cambiar”- yo diría: “resurgir”, “recordar”, para ese día -como por arte de magia- en la Alquimia Sagrada que mi amado Maestro cuando le fue entregada: ¿de qué manera la ha utilizado? ¿De qué manera la ha entregado? ¿De qué manera la ha movido? ¡Y todo en el nombre de mi Padre tan amado! Tan diestro en ello. 

Así como también nuestro Maestro; que hace 2000 años -eso se dice- que cuando estuvo aquí; esa Enseñanza que nos trajo: de “El Yo Soy” y su infinito amor. ¡Psh! Algunos dicen: “¿Y nada más eso?” ¿Querías más? ¿Deseas más? Porque ahí es donde viene la llave: esa Llave Maestra, que las puertas del Paraíso te abrirá ¡nuevamente!, y será eternamente.

Ahora en éste tiempo, por todo lo que se estará moviendo; también del etéreo; los Retiros Etéricos -para algunos- se estarán presentando, amados hermanos

Ya esto ¡ha empezado! Y no es mentira de lo que les hablo; porque algunos van a decir: “¡Y nunca se vio!” ¡No te equivoques, hermano!, porque -para ti- ¡no! Y no porque Nuestro Padre no lo haya querido, ¡sino porque tú te cerraste!; no quisiste ¡ni escucharle! Decidiste que éste no fuera tu momento ni tu tiempo.

Pero para aquellos que así lo han sentido: ¡bienvenidos!, ¡bienvenidos!, porque ya todo, todo para ti -hermano, hermana- está escrito; lo que mi Padre -en su Plan Divino- justo en ese equilibrio que tú estás logrando, te lo está mostrando; ¡lo estás viviendo! y -también te pide- lo estás compartiendo. ¡Psh! 

Algunos lo han escuchado -y seguirá sucediendo- que de acuerdo a la Vibración que se está dando; lo que se está abriendo; ¡ya nuestros amados Hermanos de las Estrellas nos lo han estado diciendo! ¡Eso es parte del trabajo que ellos están cumpliendo! y luego, lo que les corresponde a nuestros amados Maestros, y cada uno de ellos con gran alegría, ¡pero unidos!, haciendo lo que Nuestro Padre les está pidiendo ¡en lo perfecto!, en lo correcto. 

Una Gran Enseñanza. ¡Ahí es donde también tenemos que ver! que en la acción, tal cual como Nuestro Padre lo dijo; pero sucede que nos volvemos a equivocar. ¡Siempre! -al buscar- encontramos una justificación, para decir: “Pues por eso me quise retirar; porque de eso ¡nada vi! Todo fue hablar y hablar”. Porque también ¡queremos!, ¡insistimos!, que las cosas sean “¡a como nosotros y nuestro capricho lo desea! ¡En ese instante!, ¡en ese momento!”

Hermanos: para Nuestro Padre ¡no existe el tiempo! Y si en ésta vida no te alcanzó para entender; para comprender, y abrir tu corazón; tú puedes regresar -no una- ¡muchas más! ¿Tú sabes cuántas vidas puedes regresar aquí a encarnar, para poder entender que -el Propósito Divino- es que tu liberación puedas lograr?, ¡y volver a Él!; a mi Padre tan amado. 

Y en ese inter, muchas cosas has vivido. Y qué decir que has escuchado. ¿Y por qué no?, también has visto. ¡Pero como no las has comprendido!; explicación no les has encontrado, ¡pues las desechas!, ¡las haces a un lado! y sigues tu caminar, ¡uhm!, tal cual como mi amado hermano en aquél tiempo. Ustedes de Él mucho han escuchado: “Hasta no ver, no creer”. ¡Qué triste! ¡Pero aún a ellos!, Nuestro Padre la Gran Oportunidad les da.

Mi amado Maestro en aquella Gran, Gran Oportunidad le dijo: “¡Mira! ¡Toca! ¡Soy yo!, ¡en verdad!” ¿Quién de ustedes prefiere esperar ese momento? Ya lo han estado decidiendo. Podría decirles quiénes lo han hecho, ¡pero no se trata de eso!

Si todo esto han escuchado -amados hermanos- es con el deseo infinito de que -al tocar nuestro corazón- y lo que Nuestro Padre nos ha pedido lograr, ¡lograr ya!: vivir éste ¡Gran Proceso de Liberación!, ¡de Ascensión! -para algunos- diría yo. ¡Es maravilloso! ¡Es grande! ¡Es hermoso! ¡Ahh! Y así será. 

Aunque algunos de mis hermanos en aquél tiempo, de ser tan directos, también dijeron: “Y aquellos que no lo creyeron -llegado el Gran Momento- ¡sólo se escuchará el crujir de huesos!” ¡Qué triste!, pero real; porque -a todos- Nuestro Padre nos extiende los brazos y así permanecen abiertos; ¡para que tú te acerques y recibas ese Gran Abrazo de Bienvenida!, de vuelta al hogar. 

Y eso también conlleva; ¡tantas cosas trae unidas!, por Consecuencia Divina, ¡ahh!, en abundancia ¡todo lo que viene de Nuestro Padre! y esa Dimensión en la cual se encuentra, y sólo vive el amor ¡para ti!

Tú has escuchado cómo algunos -en algún momento- ¡ahh!, se presenta: es como si fuera una burbuja que a ti se acerca; ¡que te envuelve!; ¡que te abraza!; ¡y te lleva!, ¡y te muestra!, tantas cosas ¡que no son humanas!; pero que son ¡parte! del infinito amor; lo que hay en esa Dimensión y que es el principio de la Gran Revelación para cada uno de ustedes; lo que llena de mi Padre ¡todos sus placeres!; porque entonces -en ese mismo instante- estarás comprendiendo -Hermano Mutante- ¡que lo has logrado!; que has llegado; que tu preparación ¡ha terminado!, y que ya estás en otro grado. ¡El decibel se eleva! La melodía ¡más fuerte en ti resuena! 

¿Recuerdas? Te he hablado de la Melodía Sagrada; que cuando -por cada uno de ustedes- logra ser escuchada, te llena de esa Gran Energía: el infinito amor, ¡la sabiduría!, ¡la misericordia infinita!, ¡el perdón!, ¡la libertad! y entonces, sigues tu caminar en completa Gracia Divina; hasta que El -Nuestro Padre- tiene a bien decirte: “¡No más!, amado hijo. Ahora ¡aquí estás!” 

Y ahí todo para ti -en su verdad- sigues tu caminar; pero es algo que ya ¡tú al escuchar!, no es lo mismo que aquí tu hermana te está compartiendo. Es -amado hermano- como cuando te has preocupado de aquí estarte preparando. ¡Ahh! Algunos sólo a primaria han llegado y piensan “que ya es todo y que ya lo han logrado”.

Si ustedes supieran realmente lo que es ¡abandonarse y sentir y vivir la vida entera! en un sólo parpadeo y en un suspiro. Hoy estoy aquí; mañana… ¡no!, mañana es demasiado tiempo: al abrir los ojos; al volver a respirar; estoy contigo Padre mío. ¡Estoy en el hogar! ¡Escucho y vivo y guardo! todo lo que -de ti- viene como Instrucción, ¡y el Dios Vivo!, al volver -para hacer con ustedes interacción- es el que habla; es el que se muestra; es el que me lleva. 

Es así como se vive el tiempo del no-tiempo. Todo es en ese instante; ¡en ese momento!; en ese constante. Siente en tu mente: ¡solamente existe ese Gran Decreto!; ¡esa invocación de lo divino!, ¡que te lleva a la acción!; porque -tal como llega- te mueve, ¡te lleva!; compartes al recibir ¡y entregas! Y no termina: ¡es eterno! Y cuando más tú das, multiplicadamente de Él llega; recibes y sientes.

Y entonces, es cuando entiendes: lo de aquí ¡pudiera ser!; tengo necesidad porque aquí estoy; sigo el caminar; hasta en tanto mi Padre permita y me indique: “Despierta. ¡Despierta ya!, ¡y activa! Que a tus hermanos muestre que lo de aquí no lo necesitas, porque de mí ¡todo lo tienes! ¡Pero que sepan que no sólo tú!; porque si te he creado a mi imagen y semejanza, ¡cada uno de ellos también!, ¡y deseo que -en ésta andanza- lo utilicen para bien! ¡Primero en ellos! y luego -en esa constante- ¡ahh!, he de abrir, lo que han dado en llamarle “esa fortaleza”, que ¿por cuánto tiempo ha estado cerrada?”

Mas la Era Dorada tiene ¡y muestra!, que ese Gran Privilegio de aquellos que lo están viviendo, es como entrada de una especie de “Sortilegio Divino”, porque se une lo masculino con lo femenino, y en esa Unidad, todo aquél que desea seguir su caminar -así como tú lo dices- “que le entregas”; ¡mucho más! de Él -de mi Padre tan amado- recibirás. 

Ahora estamos insistiendo en ello, porque es el Gran Momento de aquél; aquél que así lo ha decidido. Mi Padre lo tiene dispuesto. ¡Ahh! Las Puertas de lo que ustedes llaman “Cielo” se han abierto de par en par; esperando por aquellos que volverán.

Pero no con esto pienses: “¿Ya no estaré aquí más?” o como algunos lo dicen de manera literal: “¿Ya me voy a morir?” ¿Morir? ¡No hermano! ¡Al contrario!, ¡es cuando con más fuerza entenderás y vivirás lo que es la vida eterna! Y entonces no habrá temor; ni siquiera para que -si en ese instante en el que tú estás viviendo- cuenta te des que tienes que ¡separarte!, del templo que has venido a ocuparle; pero al cual también tenemos que -día con día- estar tan agradecidos: ¡hablarle!, ¡amarle! Amorosamente decirle: “Te agradezco, porque ¡vamos caminando unidos! y para cumplir lo que mi Padre me ha pedido, ¡también a ti te necesito!”  ¡Tal cual como El -mi Padre- te lo ha dicho!

Recuerden: “Como es arriba es abajo, y como es adentro es afuera”. ¡Nuestro Padre nos necesita! y nosotros también hemos de hablarle ¡a cada una de nuestras células benditas!, que tú dices que te dan “esa vida”; pero es esa Chispa Divina, porque finalmente y al principio ¡es un Todo que conforma! lo que Nuestro Padre al expandir lo que es, ha sido y volverá a ser, y estará nuevamente unido. ¿Se ha entendido? 

Eso es lo que somos: ¡parte del Cosmos! Pero dentro de nosotros también hay otro; ¡pequeño!, ¡pero muy importante!, del cual Nuestro Padre te dijo: “¡Tú eres el dueño! Tú habrás de decidir y habrás de utilizarle, ¡pero ahí está todo! Y lo que no camine en esa unidad y que no tenga congruencia, ¡tú habrás de confrontarle!, porque es tuyo; te lo he entregado; así como ¡todo lo que tengo! ¡Y te amo!” ¿Por qué no lo hemos hecho? ¿Por qué no lo hemos utilizado?

Y cuando decimos que “lo estamos haciendo”, tendemos a todo razonarlo. Somos ¡tan humanos! y queremos que a cada paso -porque algunos lo hacemos con tal fuerza para que lo escuchen nuestros hermanos- que ahí vamos; ¡que ahí estamos!

Vuelvo a insistir: no es necesario. ¡A nadie debes convencer! Tan importante es que lo hagas a ti mismo, porque ahí está ¡todo tu Ser esperando!, ¡esperando que decidas estarte -a Él- unificando!

Si algunos de ustedes -por todo esto que han estado escuchando- están pensando que no es entendible o que no hay congruencia; sólo permite, ¡velo reflexionando paso a paso!; deja que la fuerza ¡de cada palabra! despierte en ti, desde tu interior; porque quiero decirte que también es el Gran Momento en que no sólo el corazón te habla: “El Yo Soy”. Ahí es donde vas a comprobar ¡que el Dios Vivo dentro de ti te va a guiar! 

¡Pero en esa verdad!, ¡que es de Nuestro Padre!, ¡de la que te hemos venido a hablar! También estarás comprendiendo que -cuando estuve insistiendo que la fuerza de la palabra hablada sería tan importante- por toda la Vibración que te enviaría ¡y tú, al escucharle!, lo sentirías; pero que lo haría sólo aquél que estuviera ¡abierto y dispuesto!

¡No en todos llega y hace el mismo eco!; porque podremos estar y oír, ¡pero no escuchar! Razonar ¡y no sentir! Y entonces, es cuando ¡tú!, haces difícil o imposible, que puedas resurgir; ¡porque también solamente quieres entender o creer en lo visible!

¡Pero qué tan incongruentes somos! ¿Por qué no has cuestionado ni condicionado el aire que respiras?, que no lo ves, pero lo sientes, ¡y lo aspiras! ¿Por cuánto tiempo ha sido?, y seguirá sucediendo. Y te dije: lo respiras, ¡pero ni siquiera eso hemos aprendido!: ¡a cómo respirar!; ¡a cómo recibir toda esa Bendita Energía!; que llegue y que todo lo que tú llamas “tus Chakras” ¡activa!, ¡en esa Resonancia Divina!, porque la unión está presente; la conexión cada vez ¡más y más!, ¡cada día está más fuerte! y es directa. Es eterna. ¡Ahh! 

Cuando todos estemos así; tan dispuestos; tan entregados; ¡tan sencillo sería! ¡Porque lo es!, pero no se complicaría, cuando queremos utilizar esa manera tan equivocada; lo que Nuestro Padre nos entregó y llamamos: “¡Es mi  libertad!” 

La verdadera -la que El les entrega- ¡se les va a mostrar! ¡Esa libertad!, ¡de verdad, amados hermanos!, enarbolando la Antorcha Divina y el Fuego Sagrado: ¡el Cósmico!, que -al llegar- está envolviendo ¡a todos por igual! ¡Y la Llama Trina!, que hace que en tu pecho todo resuene, y sientes que cada vez más, que aquí -en lo físico- ¡te duele!; pero es porque en Gran Expansión ¡primero a ti te va a mostrar!, ¡que todo esto es una mera ilusión!; ¡que la tienes que dejar!

Y me vas a decir; me vas a preguntar: “¿De qué manera? ¡Pues así, amado hermano!: seguir caminando -mientras Nuestro Padre así lo disponga- ¡pero sin que nada de eso ya te esté encadenando! ¡No permitirlo! ¡No temerle a nada! ¡Uhm!, porque en la Era Dorada verán. 

Y algunos han dado en preguntar: “¿Es verdad? ¿Vamos a vivir esos -tan mencionados- días de oscuridad? ¿Y qué va a suceder?, si esa Luz que tanto necesitamos ya no va a estar, ya no la vamos a ver.” 

¡Hermano, hermana! ¡Mira!, todo lo que te estás preocupando. ¡Uhm! Lo que tú estuviste en lo material -en ésta ilusión- creando; si Nuestro Padre ha dicho: “¡Estarás co-creando!” ¿Qué es lo valoras más?: ¿ésta Luz que te permite estar compartiendo? ¿O la que está dentro de ti?, ¡que ya desea estar resurgiendo! Esa Luz que es eterna y no necesita de nada más; mas que sentir ese infinito amor ¡que está en ti! ¡y que viene de la Eternidad!; porque esa conexión cada vez ¡más fuerte será!, haciendo unión. 

Si ya lo dijo mi hermano, ¡uhm!: “El protón con el electrón”; pero ¿ustedes saben qué es lo que activó? ¡Somos Energía Pura! ¡Energía Viva! ¡Eso lo van a ver!; lo van a atestiguar; tal cual como lo ha hecho mi Padre de tiempo en tiempo; para aquél, aquélla que se ha querido liberar, y que mis hermanos -al contemplar- se han preguntado: “¿De qué manera? ¿Cómo es que lo han logrado?” 

¡Todo!, ¡todo lo tenemos al alcance de las manos!; porque en ésta ilusión -de una manera un poco disfrazado lo que El entregó- se habló que como cada vez era más fuertemente era esa tendencia a no valorarlo, cada Templo Sagrado, al cual cualquiera de mis hermanos podría llegar, ¡recrearse!, ¡pedir!, ¡recibir!, ¡purificarse!, con una facilidad tal. 

¿Ustedes por qué creen que luego, la Gran Caída se vivió? Esa tendencia a no valorar lo que se tiene, o a no utilizarlo con ese infinito amor y esa prudencia; esa manera tan sutil, tal cual como mi Padre nos lo entregó; desvirtuando, mal utilizando, ¡psh!, porque si eso nuevamente, tan sólo por un instante hay un intento de hacerlo, de repetirlo; ya lo dijo mi amado Maestro: “Los primeros que serán separados, serán aquellos que han hecho y quieran volver a provocar el caos. ¡Ya no más! Ya tuvieron su oportunidad”. Ahora ¡es el Gran Momento! de mis amados hermanos: ¡ustedes que desean caminar y vivir en lo perfecto! 

Ahí es, ¡tal cual!, como lo dijo mi amado Maestro: “Ya estamos viviendo esos momentos en los cuales, ¿quiénes?, ¿quiénes de ustedes se van a graduar?” ¿Pero saben?, con una Gran Primicia de lo que luego vivirán. Esa es Voluntad de mi Padre. 

¿Quién te va a decir que luego serás parte de aquellos hermanos?, a los que llaman o has llamado: “Hermanos Mayores”, “¡Maestros!” ¿Por qué no? El deseo es que en ésta Era de amor, de perdón y libertad, ¡aquél que ese sea -además del infinito amor- su único afán!: ¡de lograr la perfección como Maestro!; para luego -a sus hermanos- ayudar. ¡Aquí volver! o seguir y estar. Cada uno decidirá. 

No creas que te estoy hablando por hablar. ¡No pienses que es una gran mentira lo que acabas de escuchar! ¡Psh! Para aquél que siga adelante, estará ¡tan presente!; porque -a cada paso- seguirás ¡más y más tu corazón vibrante!, de lo que mi Padre quiso entregarte.

¿Por qué en “Apocalipsis” intentan aún decirte?: “¡Estás viviendo el final de los tiempos!, y lo único que verás es que cada jinete se ha aparecido, y ésta Estrella ¡un caos se volverá!” ¿Y quién lo ha creído? ¿Quién de ustedes -hermanos queridos- de verdad, en gran temor están? 

Pues yo les digo: ¡no deben hacerlo!; porque mi Padre ¡con cada uno de ustedes está! Y nos ha pedido ¡de esto! a ustedes hablar. ¡Y ya que sea tan directo! ¡Y sí!, porque te habrás de llamar “¡su hijo predilecto!”, porque te has elegido ¡y quieres vivir -de Él- ya lo perfecto! ¡Tan especial!, pero ¡tan igual! a nuestros amados Maestros; ¡a todos esos Seres de Luz!, que al mostrarte te dicen: “¡Esto! ¡Esto lo puedes hacer también tú! ¡Tal cual!” Esas fueron las palabras del amado Maestro que dejó una Gran Enseñanza. 

¡Pues ahora verán, al seguir la andanza!, lo que el Maestro Saint Germain, en ésta Era de amor, perdón y libertad, ¡ahh!, y de Gran Alquimia Sagrada, lo que mostrará. ¡Y entenderán lo que es! -después del infinito amor de Él- de Nuestro Padre tan amado; lo que es caminar en libertad. La Gran Libertad; ¡la verdadera! ¡Esa que El nos entrega! 

La Antorcha Divina está encendida y cada vez más, con el Fuego Cósmico Sagrado: eterna Libertad, de mi Padre tan amado, que -en ésta América tan amada- será mostrada para ustedes; para ustedes, mis hermanos tan amados. 

Y así se seguirán tiñendo para ustedes: amaneceres, ¡atardeceres! ¡Y todo!, cada uno de sus días que estarán viviendo; ¡porque serán de Antología Sagrada!, ¡de Gran Transmutación enviada!, porque la Llama Violeta ¡ahh! -al estar encendida- y en cada uno de mis hermanos que despierta; me acompañarán cada paso, que cada uno de ustedes ¡quiera dar! Es por eso que estoy aquí. ¡Ya lo verán!

¡Oh, Padre tan amado! ¡Tal como lo dijiste!: “¡Ya todo ha empezado!” Y lo que removiste; a lo que mis hermanos los tiene y mantiene tan atemorizados, ¡ya nos estás permitiendo mostrar!; que puedan ver el “porqué” y el “para qué” de la Nueva Vida: ¡la eterna!, ¡la que viene de ti!

Así será, y se mostrará. ¡Ahh!


Diciembre 7, 2016
Maestro Desconocido.

Y tal como en un momento lo dijo; todo aquél que lo escuchó. Algunos dirán: “Que lo predijo”. ¡Es tan sencillo! Cuando tú te dejas llevar por la Enseñanza de “El Yo Soy”, ¡todo lo entiendes!

¡En cada paso!, ¡en cada caminar!, al vivir ¡tal como ella te dijo!, amado hermano: aquello que llamas “déjà vu” estarás entendiendo, que a cada paso que des; lo que se está moviendo -no sólo para ti- sino ¡para todo aquel! que desea acompañar en el caminar; ¡sentir y vivir!, porque para ello no habrá final. 

¡Es eterno! El principio, el fin; ¡el Alfa!, ¡el Omega!; ¡el estar aquí!, el vivir el presente, ¡sin permitirte de ello estar ausente! ¡Receptivo! ¡Sutil! ¡Activo! Sensible, ¡pero fuerte! ¡Tal como lo es el Gran Guerrero! ¡Y algunos se hacen llamar así!

Pero ¿saben ustedes -de verdad- el verdadero significado de lo que es “¡un Guerrero!”, que -por Él- se deja llevar? ¡Eso también se les va a mostrar!, porque ya es el momento de que se deje ¡toda banalidad! Que aquél que dijo que “es su deseo quererse entregar”, ¡lo haga así!; ¡en ese equilibrio!, ¡dejando definitivamente la dualidad! Amados hermanos. ¡Psh! Eso es lo que será, ¡para aquél!, ¡aquélla!, que está dejando de ser Humano. 

¡Con gran alegría lo digo! ¡Pero también ten presente!: ¡no quiero que seas testigo! ¡Quiero que seas parte muy importante!, porque todo lo que viene de la Fuente ¡es para ustedes! ¡Es para ti!, el gran regalo, ¡que no castigo!, tal como quieren hacerte creer. 

Cuenta se están dando, que cada vez ¡más y más!, estás dentro de ti ¡tan activo! Porque eso se siente, ¡se emana!, ¡se vive!, ¡se comparte! Y ahí es donde -como ya lo dijo la hermana- ¡ja! ¡Es mi deseo que se haga una pandemia!, ¡de todo el amor que mi Padre nos entrega! ¡Que todos mis hermanos se contagien! ¡Que lo vivan! Que todo aquél que -al recibirlo y adonde camine- también lo entregue. ¡Que contamine de ese amor! ¡Qué maravilloso! 

¡Y eso fue lo que sucedió!, en cada tiempo glorioso. Y ahora, ¿ustedes qué creen que está sucediendo? Aquellos que han abierto y que pueden estar viendo; porque así como aquí estoy, muchas más cosas ¡en la Gran Revelación verán! ¡Ja! 

¿Cuál será la reacción?, de aquellos que -de “El Creador”- sienten ¡y muestran tal adoración! ¡Es el único Dios!, al cual tú ¡de verdad!, ¡te deberías entregar sin recelo!, ¡sin querer nada justificar!, porque El ¡todo te lo da!, ¡y en ti lo manifiesta! ¡Ahh! 

En cada uno de ustedes habrá ¡una gran propuesta! ¡Psh! Así como han escuchado ¡que todo!, los días que están faltando, para que al inicio; muchos de ustedes -cuando finalizan cada ciclo- desean, reflexionan, piensan ¡y comparten!, el deseo de vivir un Gran Cambio; ¡de Grandes Propósitos! para bien. ¡Pues eso es! -amados hermanos- lo que quiere, de ustedes para El. ¿Porque sabes?, todo lo que tú ¡estés sintiendo!; lo que desde hoy te estés proponiendo; El te está diciendo: “¡Sea pues!” ¡Hecho está!, amado hermano: ¡lo vivirás!

¿Por qué creen ustedes que se les está pidiendo?, que en estos días, ¡ja!, todo lo que se está sintiendo; el deseo de entregar, de vivir, de mostrar amor a cada paso; ¡aún a aquél que tú crees y estás diciendo “que te ofendió”! Decir: “Como en estos días, quiero sentirme y estar bien. ¡Quiero entregar y compartir sólo el amor que mi Padre me dio!” 

¡Pues eso te entrego a ti! Pero que sea -déjame decirte- que esté presente ¡eternamente!; porque entonces, estás contribuyendo a que todo lo que está sucediendo en el Cosmos Bendito; ¡aquello que tú ni te imaginas, ni estás viendo!; ¡pero que lo estás sintiendo!; llegará con más fuerza y con una sutileza, para que en el Gran Momento en el cual ya se está decidiendo; en esa Gran Unidad se elevará, ascenderá y trascenderá ¡tantas cosas! ¡Ja! 

¿Recuerdan que les dije que se viviría una Gran Transfiguración? Pues -amados hermanos- para el Cambio de Dimensión, que algunos dicen: “Se va a vivir”. Otros: “Ya se vivió”. Yo sólo te quiero decir, que -lo que vas a sentir- ¡será inigualable!, ¡y ya no querrás soltarle!, porque viene ¡de “Él!, que todo lo creó”; ¡así como a ti!, y todo lo que tú has hecho en ésta Dimensión. ¡Psh! Pero lo que ha sido en aras de amor, tendrá su reacción. ¡Claro que sí! 

Sólo dejen que las cosas sigan su camino. Entonces se les mostrará -tal como la hermana tanto lo ha repetido- que cuando tú lo haces de esa manera, ¡ya no existe el destino!; sino que en ti se muestra y a cada paso vas comprobando y mostrando lo que es el Plan Divino; ¡porque el de ustedes -de cada uno- todo está escrito!

Y si tú te preguntas: “¿Entonces? ¿Entonces por qué estoy viviendo estas tristezas, este dolor?” Porque ¡no te permites soltarte! ¡Dejarte! ¡Caminar en esa Gran Indefensión!, para que -en ti- todo ello haga su función y cumpla lo que El -para ti- ya entregó. Y entonces, tú también cumplas tu misión. ¡Es así!: ¡tan sencillo!, ¡tan amoroso!, hermano querido. ¡Y te lo digo con gran gozo! 

Así como tú has escuchado que en estos cambios -al ascender ésta Estrella- da oportunidad, para que con su brillo también, se logre posicionar. Y entonces ¡también aquellos! que viven en esa densidad, tengan y vivan también su oportunidad. 

¡Pero tú! -hermano, hermana tan querida- lo que vivas en lo sucesivo, es y te lo estará dictando desde muy dentro de ti ¡el Dios Vivo! ¡Qué maravilloso! ¡Qué grande éste momento!, ¡éste instante!, ¡éste tiempo! 

¡Tanto se habló de ello! ¡Y mira!: ¡estás aquí! ¡Estás presente! ¡Lo quisiste vivir! Ésta es tu oportunidad: ¡no lo sueltes!, que por eso ¡nosotros te hemos venido a acompañar! Que vuelvo a repetirte: no es fácil, ¡nada fácil! que -en “El Yo Soy”- ¡yo esté aquí! 

¡Pero mira!: ¡escuchándome estás!, y pronto me verás; realmente quién soy, y para ti -por Voluntad de Él- mi deseo infinito ¡de guiarte hacia Él! ¡Aquí estoy! Hablarte de esa Gran Unión; ¡de esa conexión! en la que mi hermana ¡tanto te ha hablado!, ¡y hace un momento te habló!, ¡de ello!; ¡de cómo lograrlo!; ¡de cómo en ello seguir caminando! 

No pienses que sería como ir en la cuerda floja. ¡No! Es lograr ese Equilibrio Divino; que la balanza para ti te permita y al acompañarte seguir en esa andanza; que no te mueva ¡nada más! que el amor del  Padre. Y al hacerlo, El es quien va a guiarte, ¡de tantas maneras!, para que tú así lo sientas ¡y lo veas!

Es por eso que también es necesario que de tiempo en tiempo, ¡aquí! -para acompañarte- se estén encarnando; aunque para ti -al verlos- ¡qué digo escucharlos!, como ha sucedido en otros tiempos; llegue el momento en que decidas desecharlo. ¡No lo hagas así!

¡Mira que te dije que también te hablaría! de lo que ¡más allá de lo que tú pensarías!: ¡existe!, ¡hay!, ¡se mueve!, ¡vibra!, ¡influye!, para todo esto. ¡Y es por ti! ¡Es para ti! Verás ¡que todo lo que te digo es cierto! ¡Ahh! 

¡No tienes idea de lo que El ha preparado!; lo que tú estarás presenciando. Y si tú decides en ello seguir caminando, seguir viviendo ¡y compartirlo con tu hermano!, ¡pues eso es lo que nosotros deseamos! ¡Tal cual como lo estoy haciendo en éste instante!, ¡que tú me estás escuchando!

¡Eso es lo que queremos que también tú hagas hermano! Pero ya ¡en esa pureza!; ¡en esa perfección!; ¡en ese infinito amor! Con la certeza ¡tal!, de que sólo te mueva lo que El te entregó. ¡Que nada! de lo que pretenda acercarse cree en ti distracción. ¡Que ni la más mínima duda! -por mucho que desee en ti adentrarse- no permitirle ¡ni siquiera acercarse! 

Saber -ya lo dijo la hermana ¡de una manera tan emocionada!- cómo utilizar la Alquimia Sagrada que en ti y para ti, para despojarte de todo aquello que vino ¡e intentó influir!, para alejarte del Sendero Divino, en el cual -al caminar- ¡a Él volverás! Y aquí estoy. 

En la Matemática Sagrada, cada vez que una Era Dorada ¡hace su entrada!, la Cuántica Divina allá en el Cosmos, en lo eterno, ¡todo lo que se aproxima!, en cada uno de aquél que fue su deseo prepararse ¡y vivir!, ¡sentir esa efervescencia que llega!, que inunda y quiere adentrarse. 

Eso es lo que está sucediendo: el Cosmos en esa sincronicidad -si tú quieres llamarlo “en la Numerología Sagrada”- ¡uhm!, tú verás el número que -al iniciar- ¡todo te va a entregar! El principio de todo, ¡“El Uno” lo creó! ¡Y “El Uno” -al iniciar todo- para aquél que se preparó!, ¡le va a entregar! ¡Por eso es tan importante! y entonces comprenderás ¡con toda la fuerza!; ¡con toda la profundidad!; ¡que aquél que quiso prepararse! -en “El Uno”- para él, ¡todo iniciará!

Si no lo entendiste, ¡ya lo comprenderás! Lo que va a unirse; lo que limpiará; lo que absorberá; lo que retirará; para que no sigas tu caminar en esa dualidad. 

¡“El Uno” todo lo creó! ¡Y “El Uno”!, nuevamente al iniciar -a mis hermanos- en ésta Estrella que se va a iluminar, le va a mostrar ¡que no hay querella!; ¡que todo es igual!; tanto en el Cosmos como en el plano terrenal. 

¡Eso es lo que la hermana les ha hablado! ¡Y eso es! Ténganlo presente. Estará empezando. ¡Ya no se dejará nada a la suerte! ¡Aunque algunos! -después de ello- estarán no solamente pensando, sino hablando: “¡Nada pasó!” ¡Claro hermano! ¡Y debería preocuparte! si nada sentiste, y -por ende- ¡nada viste!; porque lo hará ¡aquél!; sentirá y vivirá, presenciará y compartirá ¡aquél! que fue su deseo y es su deseo, plena y totalmente -a Él- quererse entregar. 

Por eso aquí estoy. ¡Y no sólo yo!, hermanos tan amados. ¡Ahh! Porque -para aquél que ha vivido su preparación- el Cosmos y el Núcleo Sagrado le estará mostrando y les estará ¡hablando!, en Gran Unión. 

Eso es de lo que la hermana les habló, y su hermano -en “El Yo Soy”- les estoy confirmando. Estará sucediendo; hermanos tan amados. 

¡Que yo soy su hermano! y entrego a ustedes la Gran Energía Divina, ¡fuerte!, que viene ¡no solamente del Gran Sol Central!, sino ¡más allá! 

Y pronto sabrán, por qué así les hablo; de qué o a qué me refiero. Mas hoy, en éste instante, ¡siéntanlo!, ¡recíbanlo!, ¡vívanlo!, ¡amados hermanos!

Y los días están muy cercanos; para que -al vivirlo- el Cambio Divino se muestre ¡en éste plano!



Diciembre 7, 2016
Oráculo Sagrado.

En el Círculo Sagrado que será mostrado, tal cual como ¡tanto de ello han hablado!, que en el calendario que fue mostrado, esa Era había terminado. 

Ahora se mostrará de la que está empezando, y de qué manera, ¡cómo mis hermanos irán caminando!, en el infinito amor de mi Padre; en cada espacio, paréntesis que estará muy claro. Estará mostrando lo que ahí, cada evento irá cambiando. 

Porque la Raza; ¡la Séptima Raza Raíz! -al estar accionando con la Galáctica- que se estará mostrando; mostrarán y harán cosas que algunos dirán: “Tan anormales”. ¡No!, amados hermanos. ¡Eso es lo que en acción verán!, que al caminar y ser tan iguales -por Voluntad de mi Padre- en ésta Era se vivirá. 

Y no se habrá de necesitar ¡de nada; lo que tan terrenal se empezó a crear, porque -sin que tú lo sintieras- sin que cuenta te dieras; te hicieron, ¡te limitaron! Cada uno de ustedes pensaron que sin ello no podrían seguir. ¡Gran error! 

Se les mostrará que -en el verdadero vivir- ¡uhm!, eres ¡tan ilimitado! Todo lo sagrado será mostrado. Y de qué manera; de qué manera, lo que aquí contigo compartiendo está. ¡Aún aquellas cosas!, aquellos objetos que habías pensado que “tan inanimados”, “no tienen vida”. 

Estarás atestiguando cómo contigo irán caminando. ¡Todos nos necesitamos! ¡Todos por igual! Lo que Nuestro Padre nos ha venido a entregar respiramos, y será en esa pureza. 

Ésta Era -a mostrarlo todo- empieza. Será tan sencillo; ¡que no es adivinar!, sino decirte -y tú escuchar- qué es lo que harás. ¡De qué manera te liberarás! ¡Porque lo harás! ¡Lo sentirás!

El Campo Vibracional que cada vez más, en tu atmósfera llegando ¡y haciéndose sentir está!, a aquellos que están viviendo ese cambio. 

Ya “El Todopoderoso” lo ha dicho: “Se hará y se mostrará. ¡Caminarás! Con ello compartirás, y cuenta te darás que no es necesario utilizar ni vivir en la violencia, ni en la división. Lo que la unión precipitará: ¡masivamente la Apertura de Consciencia!, para que ésta Estrella logre su elevación completa”. Eso es lo que mi Padre -quien todo lo creó- desea, ¡y se hará! ¡Así será!

El Campo Electromagnético; algunos dicen que -en su movimiento- está frenético. El tiempo del no-tiempo es el que se está sintiendo. Tu cuerpo, en Gran Sutileza vivirá esa fuerza; para gloria de mi Padre tan amado.

Y entonces también, para todo lo que la conexión has logrado, ¡y te hablo a ti hermano!: a aquél, a aquélla, que de corazón se ha preparado: verás cómo ésta ilusión ¡se hará a un lado! 

En un principio te dará a crear un poco de confusión; pero para eso ¡estamos aquí!, caminando a tu lado; para hablarte de ello. Y todo para ti -en el nombre de “Aquél que todo lo creó”- ¡y en la Enseñanza de “El Yo Soy”, te quedará muy claro!

No olvides: se mostrará en el Círculo Sagrado -paso a paso- aunque algunos ¡no lo entenderán!, pero todo en su momento. 

¡Reciban un gran abrazo!


Diciembre 7, 2016
Saint Germain.

Y te estás preguntando: “¿Quién habló? ¿La Hermana? ¿Oráculo Sagrado? o ¿quién dijo todo eso?” ¡Ahh! Hermano: que no haya confusión. Tú verás, porque es el momento en que nosotros -al hacer de todo ello alusión- ¡a ti! que lo estás escuchando te va a quedar ¡muy claro!

¿Recuerdas que se te dijo?, que cuando se te empezaría a hablar con más profundidad, más directamente de todo lo que Nuestro Padre ¡para ti! en esos grandes momentos, ¡uhm!, también te querría entregar. He aquí: está sucediendo, amados ¿Quién lo ha entendido? ¿Quién en gran confusión se ha quedado? ¡No se preocupen por ello!: la lección ¡ahh!, seguirá continuando. 

Tal vez pregúntate: “¿Será el momento en que todavía -a mí- no me quede claro? Pues entonces tengo que poner ¡más atención! a todo lo que he escuchado y hacer una Gran Reflexión; en dónde me he quedado atorado”. 

¡Si, amados hermanos! ¡Así de simple! Porque también tienes que escuchar. No se trata de que: “Ya recibí y aquí estoy y también quiero dar”. ¡No!, es compartir; pero seguir en esa preparación, ¿cuántas veces les hemos dicho?: en infinito amor y en Gran Humildad. 

No olvides que ¿cuántas veces te he hablado ¡de aquél! que -a Nuestro Padre que todo lo creó- se quiso comparar? No es lo mismo, amados, ¡amadísimos! Hay una línea muy delgada que separa, y por ella hay que caminar ¡en Gran Equilibrio! y en Gran Unidad. ¡Es sencillo! 

Yo se los digo que es sencillo, cuando tú te entregas a “Aquél ¡que todo te lo da!”, porque El te lleva, te guía, te inspira, ¡te rescata!, cuando hay momentos en los cuales resbalas. ¡Porque sucede! ¡Claro que sí! A todos nos pasa. ¡Claro que llegó a suceder! 

Si estás en esa Gran Enseñanza; ¡yo no digo que sea duro aprender! Quienes nos complicamos las cosas somos nosotros, son ustedes, amados hermanos. ¡Tienen que continuar adelante con ese Gran Amor y vigorosos! ¡Sentir que nosotros estamos!; que no solamente los amamos; que de todo esto les hablamos. 

Y ahora que mi Padre me ha permitido estar más cercano con ustedes: contigo, con todos, ¡claro que sí!, ¡aquí estoy! ¡y el Dios Vivo!, ¡en esa Gran Entrega!, por todo lo que llega; tal cual como lo acaba de decir ¡mi amadísimo Hermano!: para todos ustedes; ¡para ti y para ti!, ¡es igual! ¡A todos los vemos así!, ¡con ese Gran Amor Fraternal!, ¡incondicional! 

Es maravilloso. Así como lo ha dicho mi hermana: “¡Tanto te llena!” Recuerden que les dije también: “¡Yo no fui! ¡Yo no la preparé! Yo he compartido con ella ¡y le pedí que me acompañara!, en ésta gran y amorosa tarea, que -por Voluntad de mi Padre- ¡para ustedes!, para entregarles también en acción, de qué manera y cómo, ¡cuál sea su reacción!, amados. 

Se ha logrado algo maravilloso, ¡en esa dispensa que pedimos a Nuestro Padre para ustedes!, para que vivan todo lo glorioso, en Gran Unión. ¡Sí! Aunque algunos de ustedes digan: “¿Cuál es mi conexión con mi hermano? Estamos aquí escuchando, pero mi inclinación es ¡Padre!, yo quiero seguir adelante, ¡para mi!, mis Maestros”. ¡Gracias! ¡Gracias por llamarnos “Maestros”! ¡Somos sus hermanos!, ¡y eso es lo que deseamos!: que continúen adelante, Grandes Estudiantes. ¡Amados Mutantes!

Y luego, para continuar: “Es que yo no estoy de acuerdo, con lo que el hermano acaba de hablar”. ¿Y quién les dijo que al reunirse y al estar aquí, se fijaran en lo que su hermano iba a decir? Que cuestionaran y condicionaran lo que ¡uno! de ustedes externara; si lo que nosotros deseamos y les pedimos -tal como Nuestro Padre lo hace- es que sea el corazón el que hable. ¡Ahí es donde está la unión!, la fraternidad. Lo demás ¡cada uno de ustedes lo entenderá! Que no se sientan -de verdad- ¿cómo decirlo?... ¡agraviados!, por lo que alguno de sus hermanos llegue a externar. Que no tomen como suyo algo. 

Que miren; eso es lo que ha detenido el seguir adelante. Aquél que ya ha trascendido, decidió todo eso soltarle. ¡Escuchar solamente la voz de su corazón!, dándose cuenta perfectamente ¡que todo esto es una mera ilusión! Y que el hermano que ha pretendido agraviarlo, ha caído, ha aceptado seguir en ese juego, en el cual ¡muchos lo siguen jugando! 

Es por eso que también les hablamos de “los traviesos”. ¡Ah, cuántas travesuras han hecho! Pero ustedes no se dejen llevar por eso. Si están aquí, pregúntense y siéntanlo así: es porque ¡han decidido quererse elegir! y es por eso que nosotros estamos aquí con ustedes; hablándoles de todo aquello que llena tanto -de Nuestro Padre y de nosotros- los placeres, y deseamos ¡que ustedes lo vivan también!

¡Ya es el momento! ¡Ya perdónense! ¡Ya suéltense! ¡Ya libérense!; que es por eso que les entrego la Llama Violeta. Es por eso que agradezco a mi Hermano y a mi Hermana; que digan que “en la Alquimia Sagrada”. ¡Sí! ¡Pedí a mi Padre que me permitiera utilizarla!, ¡mostrarla!

Y algunos dicen: “¡Sí!, en aquél tiempo. Pero solamente a algunos cuantos. A ellos”. ¡No!, amados hermanos. ¡No se equivoquen! Lo hago también para ustedes. ¿Y qué es lo que necesitan? Solamente ¡sentir en su corazón que palpita!, así, ¡fuertemente! en el amor; en el amor de Nuestro Padre. Y no dejen que ésta ilusión nuevamente los atrape. Aquí está la Llama Violeta; ¡la Gran Amatista!

¡Verán!, ¡ahh!, cómo el Foco Tonal emanará ¡tanto! ¡Ahh! Lo estoy saboreando, amados hermanos; ¡para ustedes, que tanto los amo! Es un hecho. ¡Sea pues! Mi Padre ha aceptado y es su deseo que ustedes vivan en lo perfecto, y nosotros también. Y así será. 

Ésta Era Dorada, ¡de violeta se teñirá!, amados hermanos. ¡Y será tanto! Para ustedes -de manera especial- les estaré entregando, y será tal cual como lo dijo mi Hermano: ¡uhm!, pocos días faltan para que todo con más fuerza ¡y directa y claramente se empiece a mostrar!, pues será el inicio. De ahí ¡el Templo Sagrado!, ¡ahh!, ¡aquí!, ¡aquí en éste plano!, se estará mostrando. ¡Bendito mi Padre!

Y tal cual hermana, te digo: no fue un sueño; lo viste tal cual, como mi Padre lo ha pedido, y para ustedes así lo verás; lo mostrará, para que cada uno de ustedes, ¡aquél que se acerque de corazón!, de una vez por todas, se separará de ésta ilusión. ¡Claro que sí!

Y va a terminar; está terminando toda tribulación. No lo olviden. Ahí está su hermano con ustedes. En el nombre de Nuestro Padre tan amado, ¡mucho! les será mostrado en el lugar que El ha elegido. Ahí su hermano -con ustedes- compartirá ¡tanto!

Los abrazo ¡con infinito amor! Y que la Llama Violeta los envuelva, transmutando todo aquello que no desea permitir que en ustedes vuelva a fluir todo lo que El les entregó, ¡para mostrarlo aquí! Y la Gran Amatista, a todos mis hermanos, en ésta Gran Estrella de Amor. 

Que su infinito amor los vista ¡amados hermanos!, porque seguiremos caminando, ¡en la entrada triunfal! y ceremoniosamente. No olviden que les dije: “Una Gran Ceremonia, su hermano ¡con ustedes compartirá!” El tiempo, el momento se acerca. ¡Claro que sí! 

Y aquellos que se estuvieron preparando; que presente están; hermana, hermano: es el momento, ¡el Gran Instante Sagrado! Así, dispuesto por mi Padre tan amado. ¡Ya lo verán!

Que yo soy ¡Saint Germain! 

¡Un momento más! ¡Una reunión más! y -después de ello- ¡todo se vivirá!, ¡benditos hermanos!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario