17 de enero de 2020

Canalización del 15 de Enero de 2020

Enero 15, 2020
Enriqueta/Alexa. (1)

No es fácil cuando tú sientes y cuando vas concientizando que esto que estás sintiendo, lo que estás viviendo, lo que estás recibiendo es para no quedártelo, para compartirlo.

Hay un fuerte conflicto interno en el cual la razón, esa de la que cuando tú -al aquí llegar- te han ido acostumbrando que siempre tienes que pensar antes de hablar, ¡y no es así! Lo que viene de Nuestro Padre ¡es sentir!, sentir y dejarte llevar, fluir.

Qué importa que “loco” te puedan llamar. Llega un momento en que tú sabes que nada de lo que tú dices, y también porque hay hermanos que -bendito sea Nuestro Padre- que al estar aquí, al actuar, ¡no es al azar!, hay una instrucción que para muchos pudiera llegar llena de complejidad, porque también tanto se ha visto, ¡tanto se ha escuchado!, tanto más de lo que nos han hablado de los traviesos, ¡cuánto han intentado! y lo siguen haciendo, sabiendo que es el final de todo lo que ellos creyeron que habían logrado. ¿Qué es? o ¿de qué manera pudieras tú entender y saber?

Vuelvo a repetir: todos estos días he sentido -espero no haberme equivocado- en este momento sí voy a hablar de lo que estoy sintiendo, ¡de lo que mi Padre me ha hablado!, y de lo que yo -como Enriqueta- digo; estos días han estado llenos de incertidumbre, de inquietud, ¡de muchas preguntas! en todos mis hermanos, ¡también en su hermana!, pero preguntas en mi caso es: “¿Por qué todo esto Padre? ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué de momento? -los pocos días que han avanzado- sentí una especie de ¡apatía! por hacer algunas cosas; otros una cierta tristeza que te envuelve; inclusive pudiéramos llamarlo “desmotivación”. ¿A qué? ¿Qué intentar hacer?, porque ¿qué es lo que va a suceder?”

Él me ha dicho que todo esto ¡es parte del desprendimiento de todo! Luego por ahí alguien me compartió en otras palabras lo que escuché y lo que mi corazón sintió. ¡Es así! ¡Es el rompimiento de todo lo viejo!, de todo aquello que todavía estamos tratando de abrazar. ¡Ya no más!, porque un nuevo ciclo que desde antes tuvo a bien empezar, pero que hoy por hoy con más fuerza nos está abrazando, nos está haciendo sentir y nos dice: “Sigue adelante. ¡Sigue caminando! Pero lo vas a hacer ¡en una certeza!, ¡con esa fuerza! de saber que todo viene de Él”.

Y esto te lo digo a ti hermana, a ti hermano, que estás sintiendo y buscando siempre que sea lo que a ti pudiera estar llegando, que sea el que venga de Nuestro Padre. Que estás con esas preguntas de: “¿Qué es lo que tendríamos que hacer?”, a cuanto más se dice que en el acontecer, cuántos movimientos, cuántas situaciones, que tienes que prepararte y que físicamente en el exterior acumular, buscar dónde poder cubrirte, dónde poder -yo no diría “esconderte”- pero si en un momento te permites ¡preguntar! a Nuestro Padre: “¿Y qué es lo que habría de hacer? ¿Qué es lo que tendría que hacer?” Porque a mí me queda muy claro que donde tú pudieras ir y donde pudieras buscar dónde refugiarte, si algo pudiera suceder, ¿dónde más pudieras estar?, si cuando Nuestro Padre tiene dispuesto y está escrito en tu Libro de la Vida, de lo que llamamos “vida”, de lo que estamos nosotros transitando aquí, de lo que habríamos de hacer, de lo que estamos haciendo ¡y de lo que nos falta!

¡Créanme hermanos!, que si aún ¡hay más! que tengas que hacer, Nuestro Padre ¡siempre!, ¡siempre te va a estar protegiendo! y te va a estar llevando. ¡Qué importa que haya muchas cosas que en el exterior estén afectando! Aquí es donde nosotros nos estamos ¡autoevaluando!, ¡hasta dónde llega la fuerza de mi fe!, ¡hasta dónde está esa fortaleza! para entender lo que viene de Él, ¡para saber!

Si mi Padre me dijo: “Te necesito, y harás y te llevaré”, ¡no debemos dudar!, ¡porque El siempre las puertas para ti abrirá!, por muy difícil y complicadas, por mucho que tú pienses ¡que todas van a estar cerradas! Hermanos; Nuestro Padre nos ha -de verdad- comprobado ¡una y otra vez! de qué manera nos va llevando; ¡las armas! que El va utilizando de manera amorosa, para que tú sigas caminando, ¡tú! y quien te vaya, ¡necesite irte acompañando!

Ahí es donde nosotros necesitamos saber que tenemos que estar preparados; preparados para cualquier situación, ¡pero preparados en amor! Porque si yo les dijera lo que a mí me dijo para ese día, dijo: “¡Tú vas a estar donde Yo te necesito!, y ahí es donde te pido que tengas a bien emanar el amor, porque estoy contigo y estoy con tus hermanos. Pero hay quienes están todavía tan dormidos ¡que ni cuenta se han dado!, ¡y no es necesario que llegue y empiece a estar predicando!, con sólo tu presencia, conque estés ahí y al estar observando, al darte cuenta quién -de alguna manera- alguna oración, por él un decreto o por ella esté necesitando”.

Y yo sé por qué lo digo. Donde estuve lo que viví en ese día tan grande y tan importante en el cual ¡me hubiera gustado haber tenido un momento para poder meditar!, pero como me lo dijo: “Tú vas a estar donde Yo te necesito”. Y de algo que me ha estado insistiendo es: “Diles a mis hijos ¡que no es necesario que vayan a determinando lugar! y que quieran rezar delante de un nicho. ¡No! Yo necesito sus corazones entregados, amorosos, que estarán en el lugar donde se encuentren, ahí es donde los necesito o los iré llevando -dice- en el sentir y actuar empiecen, y su corazón los lleve a ese lugar”.

¡Hay tantas cosas por hacer! No me pregunten de qué manera pudiéramos o habrían de actuar. Cada uno de ustedes han hecho, han ido, han hablado, han compartido, tal cual como mi Padre ha tenido a bien hacerles sentir.

Hay algo ¡muy importante! Después de este día que vivimos, inició algo muy fuerte, ¡muy fuerte!, que está expandiendo, que está emanando, ¡que estamos recibiendo!, y que de una manera amorosa nos está afectando. ¡No se sorprendan de lo que empiecen a vivir! Sólo les pido ¡que sigan entregados a ese amor hacia Nuestro Padre!, ¡dispuestos! a seguir adelante. Cada vez será más claro y más fuerte, de lo que al vivir Nuestro Padre les hará sentir.

Yo les quiero pedir que cuando sea algo a lo cual ustedes no le encuentren una respuesta para ustedes congruente, consciente, ¡hablen con Nuestro Padre y pregúntenle si viene de Él! ¡Créanme que una señal!, o no sólo una sino varias les dará.

De todo lo que les empecé a hablar, todos estos días han sido precisamente ¡una manera de preparar! Tenemos que hacer que persista, resista ¡y venza el amor! que en nuestro interior está. Hablar con Nuestro Padre y decirle: “Aquí estoy, ¡dispuesto a cumplir todo lo que viniendo de ti voy a recibir! Atento para entender, utilizando en la sabiduría el discernimiento, para que para mí ¡todo claro esté!”

¡Es muy importante que así lo sientan y lo vivan!, porque la Gran Promesa de la Revelación -luego de esta Gran Alineación- se está empezando a cumplir. Todo lo que quisieron encubrir, hablando y expresando que sería un gran desastre lo que se estaría iniciando, no es así; ¡es! el gran regalo que Nuestro Padre a cada uno de nosotros está enviando, ¡y claro que estará sacudiendo!, por tanto lo que nosotros en nuestro interior traigamos.

Por eso si algunas de las cosas se nos están separando, algo que veíamos tan fuerte y tan unidos, hay que preguntarle a Nuestro Padre: “¿Es necesario? o ¿qué es -viniendo de ti- lo que tengo que hacer? De aquí en adelante me abrazo más a ti con infinito amor, viviendo solamente ese sentimiento, esa gran emoción. ¡No más! que no haya otra relación. Que cada vez que te hable sea para agradecerte por todo lo que me has entregado, por todo lo que has tenido a bien ¡darme!, ¡no sólo a mí!, también a mis hermanos”. Porque todos, conscientes o no conscientes, creyentes o no creyentes, están recibiendo de Nuestro Padre. Y no estoy hablando de religión, no, porque lo que vivimos para Él y en Él es ¡amor!, ese infinito amor que sigue enviando para todos sus hijos, que somos nosotros.

Hermanos; estamos viviendo ya en la Gran Revelación, lo que en el Apocalipsis Sagrado se escribió. ¡Hay tantos que lo han tergiversado! Escuchas hablar de “Apocalipsis” y piensas tantas crueldades, tristezas. ¡No! Ahí es donde quedó escrito, porque Nuestro Padre lo dictó: ¡la Gran Promesa! de que Él vendría y con nosotros estaría. Que antes de ello ¡cada uno recordaría! lo que recibimos y lo que somos en “El Yo Soy”. Eso es lo que está sucediendo.

Independientemente lo que pudiera estar aconteciendo; los reajustes, los movimientos, ¡por todo lo que nosotros!, nuestros hermanos, aquellos hombres que son ¡tan violentos! han generado. Es sólo la respuesta del Núcleo Sagrado.

Hermanos; ¡mucho podemos hacer!, ¡mucho se puede lograr!, cuando en unidad con el corazón y en Gran Amor elevemos el decreto y la oración hacia Nuestro Padre tan amado.

Muchos también preguntaron y pensaron: “¿Habremos de reunirnos?” Yo les digo, lo vuelvo a repetir; al menos a través de lo que tiene a bien hablar y decir Nuestro Padre, nuestros Maestros, a través de su hermana. Eso ha sucedido y se seguirá haciendo cuando Nuestro Padre lo esté indicando, lo esté señalando.

Cuántas veces nos han insistido que al seguir adelante en el camino estamos unidos, como hoy, como en este momento, que se me pidió precisamente ¡y no para hacer recuento!, sino para al hablarles que nos quede ¡tan claro! que lo que viene de Nuestro Padre tal como lo prometió, Él siempre nos estará indicando y señalando, guiando; y aquel, aquella de mis hermanos que esté dispuesto a seguir adelante, ¡es bienvenido con los brazos abiertos! y el corazón dispuesto, si desea -al escuchar- ¡también llevar a la acción!, porque la acción -hermanos- viene de cada uno de ustedes, y eso es lo que al empezar algunos y al seguir ¡otros!, cuando Nuestro Padre nos pida hacerlo de manera unida, como hoy, cuando esto sucede, lo que se eleva es ¡tanta Energía!, ¡pura!, ¡cristalina!, que lo que está llegando -al unir- ¡se está multiplicando! y mucho nos hace sentir.

Estos días seguirán sucediéndose en cambios, en correcciones, en resurgimiento, ¡grandes invocaciones!, empezar la preparación para el Gran Advenimiento. Ustedes me han escuchado hablar, en varias ocasiones he repetido: “Para el Advenimiento”. Ustedes entenderán y muy claro lo tendrán, porque cada vez está más cercano el momento.

Hoy por hoy estamos reunidos porque así se me pidió, para hablar de todo esto. No podemos juzgar. ¡Tenemos que seguir paso a paso nuestro caminar! Enviar amor a todos nuestros hermanos, a nuestras hermanas, porque finalmente sí, Nuestro Padre tiene aquí no sólo uno, ¡varios Emisarios!, que al empezar el trabajo, al empezar a compartir y a hablar, ¡a accionar!, ¿por qué no?, a cada uno ¡parte muy importante nos ha pedido!, ¡y eso es! lo que se empieza a utilizar.

Y te vuelvo a repetir: lo único que te pido es que -de verdad- al hacerlo, al escuchar, al seguir adelante, ¡hables con Nuestro Padre! y le pidas que te aclare; que lo que viene de Él lo sientas así; que no haya duda. Este no es el momento para desvíos ¡ni buscar en lo que tan claro está una hendidura!, para decir: “¡Luego! ¡Más adelante voy a decidir!” Estamos viviendo el tiempo de los tiempos, la oportunidad que nosotros tenemos está y cada día se presenta, y a cada momento donde te encuentres ten de verdad presente -hermano- que si tú estás entregado, ¡tienes y estará en ti la guía!, para que cada paso que des ¡sea firme! y seguro; que camines en la Luz y no en lo oscuro. ¡Pero eres tú el que tiene que darte cuenta de todo eso!, porque ya empezó y se está viviendo el tiempo en el cual cada uno de ustedes ¡va a mostrar! lo que de Nuestro Padre viene, y va a compartir, y El todo lo tiene listo y preparado, que el Gran Banquete Sagrado lo están viviendo, se está dando.

Para empezar, si queremos adelantar, ¡precisamente! ayer por la mañana me dijo Nuestro Padre: “Hay quienes de tus hermanos me han dicho: “Yo te pido tengas a bien adelantarme algo”, y Yo pregunto, ¡díselos así!: “¿Y tú -hijo mío- qué es lo que tienes para mí?, ¿qué es lo que deseas estarme entregando?, que lo que Yo te pido, ya te lo dije y ya te lo pedí”.

Es tan sencillo, pero a la vez -y lo he repetido- ¡tan complicado! Nos pide un corazón entregado, y nosotros decimos ¡que sí!, que así ha sido, pero cada uno de tus días en los cuales has seguido caminando, cuenta te das que no es así hermano. Nos falta tanto, pero para ello estamos aquí mis amados hermanos, a quienes llamamos “Maestros”, ¡que están tan dispuestos!, ¡y preparados! para que en cualquier momento que tú así lo sientas, ¡vivas! esa gran maravilla y luego ya camines ¡tan despierto!

El velo que los ha cubierto ya cada uno de ustedes ha empezado a retirarlo; algunos un poquito más adelantado, pero finalmente -hermanos- ¡a todos nos llevará al mismo resultado!: vivir la grandeza de Nuestro Padre, y para ello nos dará una muestra muy fuerte y muy grande, aquí, en esta Estrella.

Que todos tus pensamientos, todos tus sentimientos, todas tus emociones, tus deseos sean en amor, en ese Gran Amor que en ti se encuentra, y que viene de “El Yo Soy”.

Si has pedido y ya quieres vivir, porque a Nuestro Padre le has dicho: “Ya quiero ir caminando hacia ti. ¡Quiero estar contigo! ¡Quiero recibir!” Él está a brazos abiertos; lo único que necesita ¡es! que tú quieras consentir a que eso suceda.

¿Qué es lo que habrás de necesitar?, luego de que empieces a vivir como si ya estuvieras en la Eternidad. ¡Paso a paso! la guía la tienes, la has tenido y la tendrás. No es casual lo que has vivido cada uno de los días de tu vida, amén de lo que vivirás, si tú en el Gran Amor de Nuestro Padre y hacia Él entregado estás.

Y aún -amados hermanos- intentan detenerlos, derrotarlos. Sabemos que eso para ellos posible ya no será, porque con ustedes está el Gran Amor de Nuestro Padre ¡y de ustedes su férrea voluntad! de unir, de seguir, ¡de vivir!, sólo para lo que de Él viene ¡y que está aquí! Ya no puedo decir que en camino para ustedes viene y que ese es su destino, porque lo que está escrito en el Plan Divino es todo esto que están recibiendo; lo que ya recibieron y lo que está sucediendo, ¡grandes maravillas! que estarán aconteciendo.

Y muchos hablan e insisten en decir que “es el final de los días”, y yo digo: ¡sí!, pero de esos días en los cuales esclavizados estaban. Ustedes -hermanos- con nosotros se ven y se verán. ¡Somos todos iguales!, no importa la apariencia que algunos tengan y que tendrán, en la Apertura de la Consciencia es no sólo para la Hermana Humanidad, porque están permitiendo y permitirán lo que hoy por hoy está sucediendo, inclusive en este momento que escuchando están; todo lo que está llegando, y del Infinito Nuestro Padre, mi Padre está enviando, y cómo todos nosotros -con gran alegría y amorosamente- los estamos abrazando. ¿Qué puedes temer? ¡A nada!, porque todo lo tienes de Él, de Nuestro Padre tan amado, y nosotros que te acompañamos, hay un Plan Divino que está unido a cada uno de ustedes.

Y les vuelvo a repetir: sucediendo está lo que Nuestro Padre ha tenido y tuvo a bien preparar. ¡Viviéndolo! todos ustedes van. Es tan grande, maravilloso, y lo digo con gran gozo, si tú de verdad así lo sientes y con gran ¡certeza!, ¿qué pudiera decirte? ¿Te previenes?, si de la nobleza, la misericordia infinita de Nuestro Padre, ¡esa! que en ustedes también ¡pedimos que ya se empiece a abrir!, porque ya lo dijo Él: “¡Necesito de ustedes!”

Que de verdad sepan y sientan que aquí está, y que si te viene a hablar es porque lo ha dicho una y repetidas ocasiones: te quiere preparar. Y tú vas a preguntar: “¿Preparar para qué?, si Él me ha dicho ¡que ya todo lo tengo de Él!” ¡A que sueltes de una buena vez! ¡A que estés listo, preparado, para este Gran Cambio tan anunciado y que ha llegado!

De alguna forma tu cuerpo se verá afectado, pero sabiendo que el gran resultado será el recuerdo de lo que eres, de lo que has sido, porque de Nuestro Padre, de su infinito amor irás hablando. ¿Cuántas veces te lo he dicho?

También es muy importante que al iniciar escuches lo que viene de Él, porque -al continuar- ¡toda esa fuerza!, unida a lo que en ti está, te dirá; lo sentirás; lo escucharás, y accionarás de acuerdo a todo esto en lo que tu hermana te ha venido a hablar. Sabrás qué hacer en cada momento y en cada acontecer.

Ten presente esto que estás escuchando hermano, porque -viniendo de Nuestro Padre- sabrás qué hacer, cómo reaccionar, de qué manera actuar, porque vendrá de Él, porque hay muchas cosas -a más de esto que acabas de escuchar- que tu hermana también de ello te ha venido a hablar. Pero cada vez más y más estás viviendo el momento en el cual ¡algunos han empezado a accionar!, otros -al seguir caminando en su Despertar- empezarán a sentir ¡esto de lo que les acabo de hablar!: cómo tu cuerpo todo en ti se va a sacudir. Vendrán como flashazos, como reflejos, recuerdos. Algunos para ti serán tan complejos. No le encontrarás respuesta, porque lo que verás será para ti desconocido, pero será algo ¡ya vivido!, que sólo te está pidiendo la unión en la Akasha Sagrada, para luego la ejecución en la acción. Dice Nuestro Padre: “Mi humanidad tan amada, de lo que te pedirá “El Yo Soy”.

Es eso lo que estarán viviendo, pero al seguir, al caminar en tu día con día hay cosas que sentirás. Otras más que te preguntarás, la respuesta muy clara estará. Por eso también, para hablar contigo tu hermana aquí está, de todo esto como hoy. El trayecto cada vez más corto es, y lo que están recibiendo de Nuestro Padre tan amado -“El Yo Soy”- estará en su interior, dándole ese giro sagrado, más fuerte en su totalidad en el amor.

No luches contra tus pensamientos. Lo que en estos días has estado sintiendo; lo que has estado viviendo ¡déjalo pasar y suelta! Sólo te pido estar dispuesto a abrazar el amor, y ya no permitas que en tu interior haya revueltas, porque todo eso, el compartimiento secreto lo que necesita para abrir, pero también al recibir, es el amor de Nuestro Padre ¡para poder unir!, y entonces ¡ya! en este vivir ¡saber!, recordar y entender el porqué y el para qué estás aquí.

Sé que no ha sido fácil, ni para ti, ni para ti, pero es así, hermano, hermana. Necesario era que te separaras de la naturaleza humana, y que ya te unieras a la Consciencia Sagrada.

Es lo que dice Nuestro Padre, y en el Versículo 3 del Génesis al hablar del recordar ¿cómo es posible? que la Humanidad luego del tiempo que se estuvo viviendo, podría tener presente y abrazar lo que viene de Nuestro Padre. ¡Pero precisamente eso es! para lo que nosotros al estar aquí y hablarte de ello, ¡es el equivalente a que tú recuerdes! y que te acompañe al haber sido ungido ese Sello Glorioso, y que nuevamente te estás eligiendo; que no importando de todo lo que esté aconteciendo, tendrías y tomarías, mostrarías ¡la fuerza! que te da Nuestro Padre. Esa es la fortaleza en el amor, que sólo lo tiene aquel, aquella, que se entrega a “El Yo Soy”.

Estamos viviendo estos días, que así como también lo dijo Isaías, cuando se viviera la venida del Mesías, luego de ello, en el acontecer de todos ustedes ¡habría destellos en los cuales escrito quedaría!, que llegado el momento en que volvería, y dicen que una “purga” se haría. ¡Lo mencionan con esa palabra! Yo no lo diría, porque todo lo que Nuestro Padre al dictarle no sólo a Él, sino a quienes estuvieron dispuestos, entregados para compartir, ¡no era la intención lograr adeptos!, sino que ustedes -hermanos- ¡ya caminasen dispuestos!, en ese gran entendimiento de que de Él todo lo tienen, y que al haberlo recibido, dice mi Padre: “Al hablar mi hijo conmigo, ya lo haga y empiece a caminar despierto, y me permita utilizarle, hablar a través de él, hablar a través de ella, si quieren llamarse “instrumentos”. Lo que Yo digo es que ¡son parte mía!, ¡muy amada!, ¡muy querida!, y que eso lo estén entendiendo”.

El cometido de su hermana Alexa, ¡es! que todo lo vivido por cada uno de ustedes, al hacer esa Gran Reflexión quieran vivir ya en lo perfecto; estén entendiendo y luego viviendo lo que son realmente, y que todo lo tienen, que llega de la Fuente Sagrada y gloriosa de Nuestro Padre.

Esta andanada de amor les permitirá ver, sentir, no digo creer, porque ¡por algo están aquí!, sino ¡fortalecer!, para que ya plenamente ¡se una su Ser! a cada uno de ustedes, y entonces seguir enarbolando el Gran Amor que Nuestro Padre nos está dando, como un Escudo Glorioso que nos estará protegiendo y defendiendo, y al igual iremos compartiendo.

No luchen en estos días contra ustedes mismos. Vuelvo a repetir, tal como lo dijo Isaías: reconózcanse y unan ya esos abismos. Dense cuenta, ¡acepten! que lo que pretenda ser una reyerta, perdónense ustedes mismos para poder seguir adelante; ¡pero que lo hagan ya triunfantes!

Hermanos; ¡esto es muy importante! por todo lo que está llegando, y tengan ¡fe!, a ciencia cierta que lo que pudiera o lo que tenga que suceder, ustedes están envueltos en ese infinito amor, en esa protección que viene de “El Yo Soy”.

¡No permitan que llegue el temor! Reaccionemos y confrontemos con la Gran Arma que se nos entregó; que es el amor. Más adelante se nos indicará qué hacer, cómo empezar, llevando el estandarte del amor, el perdón, y la Gran Libertad en la que vamos a caminar, ¡estamos caminando ya!

Estos días así es como se han sentido y se sentirán, pero tomen en cuenta que es natural, porque es de una vez por todas que se están despojando de aquello que tanto intentó y los quiso desviar del camino, en el amor hacia Nuestro Padre. ¡Y todo va a cambiar!, ¡cambiando está ya! ¡De todo lo que se me está indicando ya lo escucharán!, amados hermanos.

Permanezcan ¡fuerte en la fe!, en el amor que está en su interior y que viene de Él.



Enero 15, 2020
Saint Germain.

¡Y así es!, en el Ciclo Sagrado de todo lo que ha empezado, en el camino por el cual ustedes están paso a paso avanzando, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!, yo les digo, todo lo que se está propiciando para ustedes será -en la gloriosa venida de Nuestro Padre tan amado- lo que si ustedes así lo permiten se les está y se les estará preparando.

¡Cuántas veces se ha repetido!, e insisten en dar fechas, en decirles que no son sólo sospechas, sino que es algo tan claro. Les hemos dicho que cada vez que ustedes escuchen y reciban algo, ¡sientan!, escuchen a su corazón. ¡El les dará la respuesta, porque viene de Nuestro Padre!, de “El Yo Soy”. ¡Claro que sí!, que hay muchas cosas que ustedes van a vivir. Es el tiempo de los tiempos, ¡un cambio glorioso!, porque el Paraíso Sagrado ¡aquí se estará viviendo!

¿Y qué es lo que nosotros? -al estarles hablando- también hemos intentado para entregarles: que estén compartiendo, ¿y qué es lo que ha estado sucediendo? Pero para Nuestro Padre no hay nada imposible, y de lo que se ha empezado a hacer, nosotros para ustedes empezaremos a entregar ¡en lo visible!, o sea en esta ilusión, lo que al escucharlo al principio de cada reunión, ustedes lo han dicho: “¡Cuánto tiempo se ha vivido! ¿Y qué es lo que ha sucedido?” Hermanos; el tiempo es el tiempo, y es el aquí, ¡el ahora!

Y tal como lo estuvieron comentando, porque aquí hemos estado, estuvimos y estaremos acompañando. Hablan de realidades paralelas. Verán. De los que aquí se encuentran habrá quienes recibirán ¡de ello una muestra!, pero yo pregunto: ¿te sientes preparado?, porque lo haremos, hermana, hermano. ¡Es el momento!

Y para que todo para ustedes quede muy claro y se queden sin argumento de decir: “Y sólo al estar aquí se le ha ido en estar hablando”. Todo tiene su momento y para el cambio, en cómo para ustedes las cosas se estarán mostrando, ha llegado. ¡Claro que sí, hermanos! Pero no olviden una cosa muy importante: la hermana ha dicho y es así, y será para aquellos que al prepararse, al estar ¡tan entregados y dispuestos!, serán los que empezarán a vivir lo que Nuestro Padre tiene para ti.

Todo ello, ¡y me uno a la petición de mi hermana!: ¡que no haya temor! Que en ustedes ¡solamente exista el amor! Muy importante por todo lo que Nuestro Padre ha tenido a bien prepararles, y nosotros para mostrarles, para compartirles, para hablarles. ¡Ahh!

Lo que se estará viviendo sólo de esta manera será anunciado, porque lo que estarás recibiendo -hermano tan amado- será de acuerdo a como ¡tú! te hayas preparado, pero a todos, ¡a todos les será entregado!, en la Consciencia Sagrada que al llegar por cada uno de los Emisarios será ¡emanada! a todo aquel, aquella, que al elegirse se ha querido entregar.

¡Es! lo que -con Gran Amor- Nuestro Padre para ustedes ya preparó. Y será ¡repentino! Y será ¡instantáneo! Así es como nosotros y Nuestro Padre con ustedes y para ustedes estaremos trabajando. Sólo algunas cosas las estaremos anunciando.

Pero yo insisto, amados hermanos: que sólo ¡el amor! anide en su corazón; que sólo ¡ello!, porque habrá un gran destello y lo que estará terminando se estará anunciando. Pero hermanos; lo que escuchen no esté provocando en ustedes separación, porque ¡no hay religión!, es sólo el amor de Nuestro Padre.

Sabrán por qué ¡esto! que les estoy diciendo. Lo que le estoy mostrando a mi hermana, sabrán el porqué. Lo que estará sucediendo necesitan y deben entender que el amor de Nuestro Padre tiene y está ¡en cualquier lugar!, ¡para todos ustedes por igual! Y nosotros acompañando, estaremos indicando -en el nombre de Nuestro Padre- más adelante ¡qué es! en cada uno de ustedes -amorosamente- se estará necesitando.

Hermanos; ¡ha llegado el Gran Momento!, ¡y sé! -con el corazón- que con ustedes cuento. No por nada la unión, el seguir y estar aquí. ¡Qué importa! que pudieran decir cuántos son. ¡Créanme! que también ¡no sólo físicamente!, en Espíritu a aquellos a quienes llamé ¡están conscientes! Es muy importante.

¡Y sí! Si hay quien quiere insistir al decir que los momentos apocalípticos se están viviendo. ¡Sí!, porque la Gran Revelación de Nuestro Padre se está llevando a la acción, para que todos ustedes -mis hermanos- vivan su Gran Evolución, en el nombre de Nuestro Padre.

¡Y que la Llama Violeta! que su hermano les entrega, en ustedes siempre cada vez más viva y dispuesta ¡para envolver!, ¡para transmutar!, ¡todo! lo que no debe estar.

Estos días es muy importante; yo les pido que tengan a bien invocar a Nuestro Padre, y si desean también la ayuda y la presencia, la compañía de nosotros, si dispuestos están a recibir la guía, háganlo hermanos, que lo único que estamos esperando es precisamente su aprobación, el que pidan el que nosotros con ustedes entremos en acción. Verán y se van a sorprender ¡de todo! lo que va a suceder.

Tengan presente que con tan sólo que ustedes invoquen a su hermano, ¡a mi hermano que también aquí se encuentra!, mi amado hermano Jesús, mi amada hermana ¡Alexa!, ¡nuestro amado Maestro!, que tiene a bien para ustedes preparar y tener. Hay muchas cosas que para entregar cuenta se darán que son ¡tan diestros!, y que en la Energía Sagrada el recuerdo de la Presencia inmaculada de lo que son ¡está adentro!

Amados hermanos: ¡los necesitamos! -ya lo dijo Nuestro Padre- para entrar en acción, porque la Gran Revolución Amorosa ¡ya empezó!

Él tendrá a bien indicar; mi hermana ya lo sabe, se lo dijo: “Te diré dónde estarás, dónde deseo que estén”. “La catedral” -que así ustedes la han dado en llamar- pero que tiene de mí ¡tanto que entrego y está aquí, para ustedes! Verán ¡cuánto más les hará sentir! Ahí es donde está todo mi amor y que es para ti.

Nuestro Padre desea e indicará el lugar donde pide que esté, y no sólo ella, también el Espejo Sagrado, porque en gran unión estarán trabajando. Ya mi hermana lo dirá.

¡Amados!, sólo les pido que sigan y estén entregados, por todo lo que en estos días ¡y más! -al suceder- Nuestro Padre en ustedes hará sentir. Va a utilizar -de verdad- una de las formas que ni siquiera se pueden imaginar, hermanos, ¡pero estén conscientes! que nosotros -sus hermanos- con ustedes estamos, ¡y que nada!, ¡nada podrá tocarlos!, ni a ustedes ni a sus Seres amados.

Y entrego a ustedes la Llama Violeta. Que los envuelva amorosamente la Gran Amatista, porque necesario es ¡en esta gran conquista! que viviremos, en el nombre de Él.

Que yo soy ¡Saint Germain!



Enero 15, 2020
Sananda.

Y porque es tu deseo, tan vehemente y sincero, pidiendo que también tu hermano te estuviese hablando, aquí estoy, en “El Yo Soy”, mi Padre tan amado.

¿Qué pudiera decirte?, para que sientas y sepas que en el abrazo de mi Padre, en su Gran Amor ¡envuelto estás!, y aquí tu hermano que te viene a hablar.

Al hablar con mi hermana y un cisma mencionar, yo te digo hermano que así es, sucederá, sucediendo está. Mas el resultado triunfal será el Gran Amor y la unión, ¡la hermandad!, que viniendo de mi Padre para todos ustedes, ¡es para eso! el quererlos preparar, y también el cumplimiento de la Gran Revelación.

Yo les digo que todo esto logrará la unión ¡de todos mis hermanos! Todos ustedes vivirán el Gran Resurgimiento, la recapitulación de todo lo que -en amor- su hermano les entregó.

Se mostrará eso de lo que ¡nadie había querido hablar! Ahora todos ustedes muy claro lo tendrán, de cómo verdaderamente su hermano que les habla, en ustedes y con ustedes ha estado, está y estará.  Muy importante es, porque ello es de mi Padre y mío el deseo más los unirá.

Dispuestos están, y su hermano ¡más fuertemente! presente en ustedes estará.

Que yo soy ¡Sananda!, y dejo en ustedes el Gran Amor de mi Padre, y la fuerza en la unión de lo que no será una contienda, al hacerse presente la Enseñanza Maestra de lo que es, de lo que viene, de lo que nuevamente aquí esté ante ustedes y en ustedes. En el nombre de mi Padre así va a ser.

Y dejo en ustedes el Gran Amor, inundando cada corazón.

Yo soy ¡Sananda!, quien les habló.



Enero 15, 2020
Enriqueta/Alexa. (2)

Y no habrá reivindicación para lo que obsoleto es ¡y nunca fue!, aunque en esta ilusión para ustedes y se les hizo creer que vivió. Eso es lo que en las postrimerías de todos estos días presente se hará. ¡De ello se sabrá!

¡También quedó escrito en el Gran Libro de Isaías!, que sería la caída de lo que creían que muy fuerte estaba y sería; lo que en apariencia el nombre de Nuestro Padre tendría; porque no, no fue así; no ha sido así. Eso es lo que quedará mostrado en estos días.

Y mi Padre dice que más fuertes ustedes estarán, porque sabrán que en la Conexión, en la unión directa hacia Él y con Él, es lo único que es, que de tiempo en tiempo ha sido y será. ¡Esto es lo que se retomará! en la Gran Consciencia Universal. Resurgirá con toda su fuerza, porque viene de Él ¡y es Él! el que en “El Todo” y en todo está y estará.

Se está hablando de algo fuerte, pero algo que pretendió mantenerte en apariencia unido pero aislado, y que estuvo indicando lo que sería tu suerte, y mi Padre dice: “Y no es así -hijo tan amado- porque la libertad te entregué, y en amor eso es lo que deseo; que al seguir adelante y al tú elegirte estés consciente de qué eres ¡mucho más fuerte! y que todo lo puedes en mí. Y es así, y así es como vas a seguir, cuando tú te entregues y te abras a lo eterno, en el infinito amor que te tengo”.



Enero 15, 2020
Padre.

¡Y sí!, porque lo que viste que tuvo a bien “El Yo Soy” -¡porque “Yo Soy” el que hablando de todo esto estoy!- mostrarte y recibiste, viniendo de mí es así.

¡Mi Voluntad es!, ¡que todos mis hijos! -al caminar- ¡unidos estén!, ¡todos por igual! recibiendo, ¡resonando con el Universo!, el Gran Universo de Universos donde me encuentro.

¡Esto! en ustedes hará retomar ¡en la Consciencia Sagrada!, el recordar que en mí y conmigo están.

Y les entrego ¡la Gran Espada de la Luz!, ¡para que corten toda la oscuridad!

Con ustedes está a quien tengo a bien enviar, para guiarlos en su caminar.

¡Es muy importante -hijos míos- que esto tengan a bien recordar!: solos no se encuentran, ¡solos no están!

¡Y no importa los sucesos!, “El Yo Soy” los abraza con amor y con ustedes está.

¡Que “Yo Soy el que Yo Soy!”



Enero 15, 2020
Enriqueta/Alexa. (3)

Habremos de entender lo que Nuestro Padre está entregando, para contender con Gran Amor y la oscuridad estar disipando. Hermanos; ¡por algo Nuestro Padre de esto nos estuvo hablando!

Será necesario estar atentos por lo que esté sucediendo; lo que en esta ilusión se esté mostrando, pero estando conscientes, teniendo presente lo que nos ha entregado.

Cuando se estuvo hablando, yo no sé qué vaya a suceder, pero vi una gran construcción, ¡una gran cúpula! con una gran cruz, que empezó a tomar un color como el fuego y empezó a desmoronarse. No sé que estará sucediendo. Habremos de reflexionar en todo lo que nos dijeron.

Lo que sí es importante, muy importante lo que nos están pidiendo: que permanezcamos ¡fuertes! en la fe, en el amor, en la Luz que Nuestro Padre nos entrega.

Que no entiendo la visión. ¡No quiero entenderla! Pero, pues Nuestro Padre está con nosotros y con todos nuestros hermanos que también están entregados.

¿La gran caída de un monopolio? Esto es lo que estoy escuchando. Que no sé, pero nosotros estaremos y seguiremos caminando en el amor de Nuestro Padre, tal cual como se nos está indicando.

Nuestro amado Maestro nos está pidiendo, nos ha dicho que nos necesita, tanto él como todos los que han tenido a bien venir y estarnos hablando, ¡y Nuestro Padre! que se ha hecho presente. Estaremos atentos, atentos hermanos, para llevar a la acción lo que se nos esté pidiendo.

¿De qué otra manera podemos ayudar? Por lo pronto el orar, decretar, elevar nuestros corazones. ¡Unir! en nuestras oraciones en la petición a Nuestro Padre, que nos permita permanecer unidos en amor, ¡y enaltecidos! en el corazón, nosotros y a todos nuestros hermanos. Poder ver claro en la Luz. Seguir el camino hacia Él, fuertes, unidos, perdonándonos todo y perdonando también cualquier situación.

Lo único que tenemos que tener en nuestro corazón es el deseo de compartir y estar dispuestos a escuchar y sentir lo que viene de Nuestro Padre, y en ese momento, en ese instante hablarlo con nuestros hermanos. Buscar elevar la Energía Sagrada en esta unión fraternal. ¡Seremos Uno! en Él y Él en todos nosotros.

Que así sea. Que así suceda. Que así lo vivamos de aquí a la Eternidad. ¡Ahh!

Les agradezco hermanos que hayan acompañado.

11 de enero de 2020

Canalización del 8 de Enero de 2020.

Enero 8, 2020
Enriqueta/Alexa. (1)

… lo que mi Padre siempre ha estado pidiendo y lo que me insiste y me dice: “Todo aquel de mis hijos que se han elegido, aquel que persiste siempre estará protegido”, tal como a quienes ustedes llaman “Maestros”, que han estado repitiendo: “Todo aquel que en el proceso se ha estado eligiendo, no le tocarán un solo cabello”.

¿A qué temer? ¿Para qué pensar e insistir en preguntar? Es más importante ¡el sentir!, el saber y buscar estar atento y alerta para no caer en tanta revuelta y reyerta. De lo que se ha visto, cuántas conjeturas están resultando, y dicen: “A estas alturas, el año recién ha estado iniciando, ¿qué nos puede esperar?” Y yo les digo, hermanos: ¿qué nos puede esperar?, ¡todo bueno!, cuando tú te has elegido y has decidido de tu interior ¡todas las cosas inarmónicas y negativas soltar!, dejar atrás, ¡qué importa lo que pudieras ver a tu alrededor!, pero siempre buscando en este proceso y estar en ello trabajando ¡en no caer en la misma complicidad!, en la que la mayoría -al seguir de esto hablando- está reforzando para algunos al hablar de caos y desastre.

¡Eso es lo que por tanto tiempo y por tantos años hemos ido arrastrando como un lastre! ¡Eso es lo que nos fue llevando! a esta gran debilidad que como humanos y no queriendo ver la verdad, hemos ido atesorando. Es por eso que también atraímos a lo que llamamos “enfermedad”. ¡Ya no más hermanos! ¡Ya no más!

Pudieras decir que estoy insistiendo en decir, como si fuese la gran respuesta: “¡Que sea el amor el que tú sientas!” ¡Y es cierto! ¡Es una Gran Arma Secreta que por tanto serlo la tienes frente a ti!, está ahí en la puerta esperando para recibir de ti.

Siempre ha sido así. Es por eso que ha habido tantos hermanos que han estado devaluando la gran importancia que tiene ¡esto de lo que al estar aquí les hemos estado hablando!: vivir en amor, pensar en amor, ¡sentir en amor! ¡Que haya esa congruencia! y en ese caminar tan exacto para que permitas que se una a ti esa Esencia, la cual dejaste, ¡pero que ha seguido tus pasos!, que está ahí dispuesta, siempre esperando por ti, porque es tu Parte Divina. Es esa arma secreta que Nuestro Padre te entregó al crearte, y que te tiene ¡en Gran Amor! y ahí es donde Él desea a cada uno atesorarle ¡para que abran la Gran Puerta de la Verdad! ¡Que ya no haya ausencia! del Gran Amor que El nos tiene y que unas -de una vez por todas- tus cuerpos en la divinidad.

Hay quien me ha preguntado: “¿Y qué podemos esperar? Yo les digo hermanos; sólo abandónate a Él. ¡Déjalo todo en sus manos!, ¡y siente!, ¡escucha! desde tu interior cómo Él en ti está; ¡que siempre ha estado así y ha insistido en contigo hablar! Está permitiendo tu Ser infinito ¡el escuchar cada grito! de la Esencia Divina de Nuestro Padre.

Hoy por la mañana, a fuerza de con Gran Amor preguntarle: “¿Qué puedo dar como respuesta?” ¿Qué puede hacer tu hermana?, pero que sea algo que pueda fortalecernos y en la verdad ¡que sea perfecta!, porque no vengo buscando el engañarte, no vengo buscando el darte una palabra de la que ¡tú quieres escuchar!, sino simple y sencillamente recibir de mi Padre ¡el mensaje tan fuerte y vehemente de que El está!, que en ninguno de nosotros hay soledad, ¡y que nos insta a seguir adelante!

La fortaleza viene de Él, de Nuestro Padre, no importando qué podamos vivir. Es por ello que estamos aquí cada uno de nosotros. Las experiencias, hay unas tan fuertes, pero también nos da ese oasis de la suavidad, de vivir alegría, ¡el sentirlo! en nuestro interior, ¡en esa gran inmensidad! que viene desde la Eternidad, donde Él habita; porque está aquí y está allá, está en todo lugar; aún donde tú te resultaría muy complicado pensar que sea cierto, que también en esos lugares donde hay tanto caos pudiera El estar. ¡Claro que sí!, buscando siempre -con infinito amor- ¡hacernos sentir! En cada uno de nosotros está la decisión de dar cabida, ¡de abrir la puerta para iniciar eso, lo que es la verdadera vida!, ¡y manifestarla aquí!, en esta ilusión.

Y pudieran pensar: “Un año más”, y espero que -como su hermana- cada uno de ustedes haya hecho una Gran Reflexión y se haya entregado a Nuestro Padre, hablando con Él, buscando siempre cada vez más llamar su atención, como si Él se hubiese olvidado. ¡Claro que no! Al contrario, cada vez nos estará quedando ¡muy claro! que El está; que es Él el que está con brazos abiertos esperando la manifestación gloriosa ¡de cada uno de sus hijos! Que recordemos ese Gran Momento de cuando nos estuvo creando, ¡con esa pureza!, ¡en esa grandeza!, donde sólo existe la palabra “amor” ¡y la posibilidad inmensa! de brillar como ese Sol, que es un gran regalo que cada mañana nos acaricia ¡y nos entrega!, en cada halo lo que viene de Él.

Es algo tan grande lo que día con día, cada minuto, viene de Él. ¿Cuándo podemos entender? ¿Cuándo lo volveremos a hacer? ¡El nunca se va a cansar de regalarnos! en nuestro día con día lo que cada mañana para todos nosotros ha querido crear. ¿Y cuál es nuestra insistencia? Ver sólo violencia, caos, catástrofes. ¿Por qué? ¿Por qué siempre insistir en fijar la mente en eso? El devenir es tan grande, tan extenso, ¡y lo nublamos!, ¡y lo opacamos!, ¡y no permitimos que esa Luz que está llegando nos impregne!, ¡se multiplique!

Cuando nos pidió estar aquí: “¿Qué es -preguntó Nuestro Padre- lo que mi hijo aprende?, ¡si todo lo tiene de mí! Es sólo el recuerdo. Eso es lo que quiero, que en ese Despertar que está en ti, cuenta te des que todo te lo he entregado. Así como me has dicho y me has preguntado que aquél de mi hijo tan amado lo que manifestó. ¿Por qué no te preguntas? -hijo mío- mejor, ¿de qué manera lo logró?, porque a todos ustedes les di lo mismo, a todos por igual”.

Me dijo: “Y se preguntan ¿qué es lo que sucederá? Quiero que mis hijos recuerden, que tengan siempre presente que a aquél que se ha elegido ¡ni un pelo le van a tocar!”

Y ahí es donde tenemos que ver, pensar de qué manera se va manifestar lo que llamamos “¡fe!”, pero que es tan grande, ¡es mucho más!, cuando estés consciente y sepas verdaderamente, ¡sin ninguna duda!, no permitir que entre ninguno de esos sentimientos.

Y mira; yo te pido -hermano- que pues lo hagas con gran premura, porque todo lo que está llegando, lo que Nuestro Padre está entregando, y así como estuvo insistiendo y me lo estuvo hablando: “La preparación que les voy a estar dando”.

La Gran Vocación que tenemos ¡como sus hijos que somos!, para Él tan amados, ¡es! volver al hogar; ¡ese del que nos alejamos!, y nos preguntamos y buscamos, y en ese afán, en esa insistencia, en lugar de acercarnos de él nos alejamos; escuchando y dándole voz a la violencia; a lo que aquellos hermanos, que no hay odio en ellos, estarán como alguien lo dijo: “Es sólo ausencia de amor”. ¡Amor!, que es la palabra ¡clave!, ¡tan grande y tan importante! que mi amado hermano Jesús nos dio, viniendo de Él, de Nuestro Padre.

Ha iniciado un nuevo tiempo del cual tanto se ha hablado. ¿Qué podría yo decir? Mi Padre dijo que a todos nos quedaría muy claro, tan suave en ese remanso, con Gran Amor me dijo: “Porque cuando Yo les hablo, aquél que desea escuchar, aquél que lo sienta en realidad, ahora que nos hemos dado tanto en hablar; ¿quién ha dicho insistentemente que “hay mundos paralelos”?, ¿quién te dice que está en ese proceso de regreso a la Fuente?, que en este tiempo lo que se abriría sería esa gran separación de aquellos que se han entregado al amor; que al mismo tiempo ellos verían esa unión, esa fraternidad, y aquél que no se ha querido entregar sería precisamente eso lo que vería: caos y adversidad”.

Pero si algo nos tiene que quedar muy claro es que Nuestro Padre ¡no castiga! ¡Él siempre está con los brazos abiertos!, esperando a sus hijos; aquellos que ya estamos decidiendo caminar ¡despiertos!, recordando lo que es la Eternidad.

Me pidió, y a fuerza de escuchar, para entregarnos a reflexionar: “Busca en Isaías 23”. ¿Y de qué habla? De la caída de aquél que se creyó tan grande, tan intocable. Cuando ustedes lo lean podrán sacar sus propias conclusiones, porque así es como me dio la respuesta mi Padre, pero hay que pedirle también mucha sabiduría y discernimiento, para poder ir entendiendo ¡el Mensaje Divino!, cómo y de qué manera nos está respondiendo, pero manifestando fuertemente y diciendo: “Aquél que se ha elegido, que tenga presente y que le quede muy claro, ¡que siempre! de “El Yo Soy” estará protegido. ¡No hay nada que temer! Todo lo contrario, esperando, ¡porque hay mucho por hacer!, como mis hijos que son. Y eso es lo que me están pidiendo y de lo que me han estado hablando; Yo les daré, les indicaré, ¡los guiaré!”

Hermano; si esto lo tenemos ya muy claro, ¡no hay error! en cómo seguir y qué hacer, y tampoco debemos permitir que llegue el temor. Todo aquello que en algún momento tuvieron a bien conmigo compartir, ¡claro que le pregunté a mi Padre!: “Danos la respuesta por favor. ¡Dinos la verdad!, porque no es Enriqueta, sino tú -“El Yo Soy”- a través de mi amada Alexa, quien nos indicará qué hacer, cómo seguir adelante, y lo que está frente a nosotros, ¡cómo abrir esa puerta! en donde sólo seguiremos adelante en el camino que va hacia ti”.

¿Qué mejor manera de probar?, ¡probarnos a nosotros mismos de que es verdad! todo aquello de lo que vamos hablando: “Estoy en el camino”. ¿Realmente es cierto? Aquí es donde todo ello estaremos comprendiendo.

¡Nunca me permita mi Padre que los engañe! ¡Que siempre todo aquello de lo que les hable venga de Él! y sólo de Él, y de mis amados, amadísimos hermanos, Maestros que nos van guiando, que al seguir adelante paso a paso, ¡qué importa! que haya quien pudiera inclusive a esas acciones criticarle, decir: “¿Dónde está lo que se tiene que hacer?” Lo que se llevará a la acción para cada uno de ustedes, y lo harán hermanos ¡en esa Gran Conexión!, en la cual -¡bendito mi Padre!- muchos de ustedes ya se están sintiendo tan inmersos; se están dejando llevar, y vamos comprendiendo entonces de lo que desde un principio su hermana -por voluntad de Nuestro Padre- les vino a hablar.

Hay muchas cosas más que El tiene preparado, pero entendamos en la preparación de la que se habló, fue y es, sigue siendo muy importante que en ella primero lo tengo que hacer yo, ¡de manera individual!, o sea cada uno de nosotros, para poder luego más adelante compartir y mostrar. Primero ¡tengo que cristalizar!, ¡que purificar! mi cuerpo, mi alma, mi interior; lograr esa unión. Que vuelvo a repetir: ¡bendito sea mi Padre!, se ha visto que en cada lección hay quienes de ustedes han avanzado en esa preparación. Pero también tenemos que comprender que es y se habla de lección tras lección, ¡que cuanto más tú avances hermano!, hay una gran responsabilidad, y que cuando tú recibiste esa unción que Nuestro Padre nos da, hiciste el Compromiso Sagrado ¡por voluntad!, de seguir adelante ¡y de compartir todo ello con tu hermano!, en Gran Amor y humildad, porque ¡ahh!, esa es otra de las cosas de las que les vengo a hablar.

¿Recuerdan cuando en un principio lo dije muy claro?, e insistí: “Cuando empiecen a recibir, cuando aquellos de los que están aquí empiecen a mostrar, sólo te pido -Padre- que no suceda lo que en aquel tiempo en el cual ¡el ego los invadió!, y al quererse comparar; mi hermano, mi amado hermano -el hombre- sucumbió”. ¡Hoy no! Por eso Nuestro Padre en ese Gran Amor y en ese afán de que en este tiempo ¡se cumpla total y fielmente lo que en Apocalipsis está!, pero yo me refiero a aquello de lo que ¡poco! han querido hablar, ¡o nada quizá!: que en este Gran Cambio ¡muchas de las almas que aquí se encuentran volverían a tener y lograrían su divinidad!

Que no se quebrante el alma. ¡Que no se disperse el sentimiento!, porque en el Gran Equilibrio que Nuestro Padre entrega y que ¡siento!, también ustedes -hermanos- lo vivan. ¡Muchos ya empezaron a caminar despiertos!, ¿y qué es lo que -a fe mía- están haciendo?: llega la egolatría, llega el afán de lucro. Hay tanto que inconscientemente están permitiendo, y yo les pido, los llamo a que al darse un gran respiro en lo que en estos días ¡en la Gran Alineación que se está generando!, se dejen llevar, ¡se entreguen! a lo que Nuestro Padre en ustedes estará despertando, ¡en todos nosotros por igual!, ¡una gran sacudida!, ¡pero interior!, ¡que va más allá de lo ancestral!, que viene ¡de lo alto!, del Gran Universo de Universos.

Y lo habría de preguntar: “¿Y cómo?, ¿cómo lo hago? ¿Cómo saber a ciencia cierta que al seguir adelante y cuando mi alma ya esté despierta, que voy por el camino correcto, camino a lo perfecto?” Deja que eso que llamas “intuición” -que es solamente la maravillosa voz de “El Yo Soy”- te hable, que te diga, que te muestre lo que tú eres.

Hoy por hoy, en esta gran acción, ¿qué es lo que nos está pidiendo? Que sólo impere en tu interior el amor, elevando el decreto, buscando y repitiendo la oración, ¡para que todo! y todos los hermanos nos unamos en amor; que se expanda y se haga esa Gran Proyección. ¡Que se haga una pandemia para todos!

¡Eso es lo que les pedimos! Sean ese faro donde doquier que ustedes caminen y se encuentren, y suelten y déjense llevar por Nuestro Padre. Ya no se aferren más a pensar: “Y en ese día ¡quiero estar!” Estarás en el lugar ¡donde Él te necesite!, compartiendo y ante quienes necesiten que tú estés ahí, emanando y compartiendo, entregando de manera amorosa, calladamente si tú quieres, pero fuertemente hablando desde tu interior, enviando sólo amor a todos y cada uno de los que estén a tu alrededor.

Esta es la manera como Nuestro Padre desea que entreguemos. Si no es eso lo que quieres, lo que buscas es reconocimiento, entonces hermano, tu tiempo -al escuchar a tu hermana- estás perdiendo.

El Reino de mi Padre no es de aquí. ¡Tengo a bien eso insistentemente repetir!, porque cuando me dijo mi hermano, es una de las más grandes verdades que dejó como Legado al estar caminando aquí como humano.

Yo soy uno más de sus Emisarios, porque lo digo con gran alegría: no soy la única ni la última, porque Él os ama tanto, que lo que está deseando es que en ustedes, en su interior vayan recordando -en Gran Amor- quiénes son.

Que no haya resistencia, porque en la Gran Entrega que en estos días se hará, será completa la unión a la Esencia, y a fe mía que muchos se sorprenderán. Y le digo a mi Padre: “Que sea eso y que no sea el temor”. Yo le digo: “Padre, ¡sí!, de alguna forma ya están preparados para vivir otros eventos más que tienes ¡y que ellos están ligados! Sé que no se asustarán. Hazles sentir que viene de ti”. Y es así, tu Ser -en Gran Amor- no te va a engañar, porque “El Yo Soy” más fuertemente desde tu interior hablará.

¿Que si esa alineación muchas cosas provocará? ¡Sí! ¿Y por qué mejor no piensas que todo eso es en amor?, porque así será. Que en la ebullición ¡todo cambio tiene una catarsis!, ¡un cisma que será vivido! Pero ¿qué es lo que de ello ha resurgido?: la fortaleza que El te entrega, ¡la Gran Fuerza! en amor. ¡Amor! Siempre repetiré esa palabra, porque es punta de lanza, y es una gran, ¡gran arma! de la que El te proveyó, que Nuestro Padre te dio.

Ya lo dijo muy claramente mi hermano, nuestro hermano Jesús al caminar aquí como humano: “Lo que ustedes harán, será esto que me has visto ¡y mucho más!” Siéntelo, créelo, y lo vivirás, ¡pero créelo en Gran Amor y humildad!, porque en la humildad yo te pido que siempre recuerdes estas palabras que tu hermana Alexa te da: “En la humildad ¡está la grandeza! que “El Yo Soy” -Nuestro Padre- nos dio al querernos crear”. Es tan fuerte, es eterno como lo es Él, como lo eres tú, como lo somos todos.

Hay que dejarnos llevar por las grandes oportunidades que al seguir nuestro caminar estamos viviendo. Esas oportunidades, ¡esos chispazos de Luz! que cada vez serán más grandes, hasta que ¡sólo en ellos vivas! y camines en la Luz; cuando ya el Akasha Divino ¡esté completamente en ti! y entiendas esa Gran Verdad que está en ti; el recuerdo de lo que has vivido, ¡pero para seguir adelante! y puedas estar ya de una vez por todas enaltecido frente a Nuestro Padre.

Me dijo que había muchísimos cambios. Eso es lo que vamos a vivir, y la decisión está en ti, hermano, hermana; vivir y seguir adelante en esa gran calidez, sabiendo que cada paso que des es Él el que no es necesario pedirle que te resguarde, porque así será; porque El te lleva, te llevará.

Eso es lo que en este “Proyecto Shirón” tu hermana de ello te vino a hablar, y te lo digo con una gran emoción. No se sorprendan de lo que vivirán, de lo que verán en unos días más, en la preparación que Nuestro Padre ha tenido a bien iniciar, para todos y cada uno de nosotros; no sólo para ustedes los que aquí están, también para aquellos que se acercarán. Al avanzar unos pasos más verán los grandes cambios que se harán.

Nuestro Padre necesita de nuestra ¡Gran Fuerza! para compartir, para de Él hablar, y les pido que reflexionen en estas palabras.

De su hermana Enriqueta nunca escucharán ¡nada! diferente a lo que viene de Nuestro Padre; lo que me ha pedido y me seguirá pidiendo que comparta, y lo que haré, lo que he hecho, lo que hago, y así eternamente lo compartiré, ¡es! y será lo que viene de Él; lo que venga y ha tenido a bien indicarme para compartir, para hablarles ¡y también para accionar!

Que nos dé a todos la fuerza para permanecer ¡firmes!, decididos, erguidos, así como nos lo ha pedido en todo esto; que no inició en este tiempo, pero hoy por hoy lo que nos toque compartir y mostrar, les vuelvo a pedir que por Nuestro Padre tan amado ¡déjense llevar!

Él ha estado indicando. “El Yo Soy” seguirá hablando, y de verdad comprobaremos, muy claro lo tendremos, que todo esto y lo que hagamos, cada instrucción que nos dé viene de Él, de Nuestro Padre tan amado.

Que ¿qué va a suceder? Lo que El nos pida, ¡lo que El tenga a bien! llevarnos a hacer. Que aún no es el momento de nuestra partida, ¡porque hay muchas cosas por hacer!

Recuerden hermanos; tienen la libertad de elegir, y conscientemente como Enriqueta, pero recibiendo ¡la Gran Energía de mi amada Alexa!, esto es lo que les he venido a compartir.

Es muy importante lo que se está reiniciando. Es muy importante lo que se va a estar mostrando. Es muy importante adonde nos estará llevando, y yo me pregunto: ¿qué tan dispuestos estamos? No hay que apresurarse a dar la respuesta; ya en la acción lo estaremos comprobando.

Que no haya tristeza, que no haya desmotivación, aunque pareciera que así fuese, al ver cómo hay quienes están, van y vienen como veleta. Es parte de su evolución. Habrían de experimentarlo, como nosotros esto lo que hoy por hoy hemos estado escuchando. ¿Quién tiene la verdad? ¡Él!, Nuestro Padre, “El Yo Soy”, y eso es lo que se va a mostrar.

Una de las cosas que muy claro se tendrá de lo que estuvimos insistiendo, que cuando tú -al estarte eligiendo- siguieses adelante, para ti no habría misterio, y aunque no lo creas hermano, aunque no lo creas hermana, ya en ti está sucediendo. Detente un momento. Obsérvate. Escúchate. Siente. Recibe, y verás, cuenta te darás, la gran maravilla que en ti reside y viene de Nuestro Padre.

Por eso en estos días me hundiré a la Gran Alabanza que Ángeles y Arcángeles y todos los Seres de Luz en Gran Unión le harán; porque hay una Gran Virtud, y ustedes -amados hermanos- aquí lo vivirán. Un gran regalo de Nuestro Padre en unión con todos nuestros hermanos.

Algunos dicen que sí se está sucediendo el cambio, pero que muy lentamente se estará mostrando. Y es cierto, pero también es muy cierto que para aquellos que se han estado eligiendo, todo esto se está y se estará acelerando, y al ir, el cruzar esa línea delgada ¡ya! la están haciendo; lo están viviendo, aunque algunos ni siquiera se han enterado, ¡pero sucederá! Y hermano; que ello no te esté asustando. Cuando vivas esos momentos ¡siente!, pregúntate en tu interior, pregúntale a “El Yo Soy”, a Nuestro Padre, que instantáneo la respuesta te dará, lo que viene de Él, porqué así es, así ha sido y será.

Despertar sorpresivo. Sacudidas. Expresiones que habían estado dormidas. El sentir que estás viviendo y se te están presentando imágenes desconocidas. Mas no es así, es sólo que esta ilusión por momentos -al desvanecerse- ¡te muestra! lo que es la Multidimensión, y cada vez más, ¡mucho más!

Entonces, ¿qué importa lo que pudiera suceder? ¿Quién puede decirte?, que a lo que otros están insistiendo y le quieren temer, tú ni siquiera lo estarás viendo, porque sólo en amor y en gran armonía, y ese gran y bendito Paraíso que nos prometió, ahí es donde tú estarás, y eso es lo que vivirás.

Hay muchas formas -¡no de evadir!- no hay que confundirse, ¡sino de caminar! También se dice que hay diferentes realidades que se ofrecen y se te ofrecerán. Mantente en el Gran Equilibrio en el cual se nos ha pedido, para que al sentirlo ¡sepas! y tengas a bien en Gran Sabiduría y discernimiento elegirlo, por cuál deseas caminar. Es así hermano. Es así.

Sigan en la preparación, para mantener la fuerza en lo que viene de Nuestro Padre y recibir. Que mira, yo te digo, que el puente por el cual se estará cruzando, ¡ya! muchos de mis hermanos en él van caminando; aquél que unirá lo celestial con lo humano.



Enero 8, 2020
Saint Germain.

Y verdaderamente, ¡eso es! lo que al unir el corazón con la mente, a ojos abiertos, conscientemente, insisten en hablar del subconsciente con lo que es inminente, y yo les digo -amados hermanos- que tal como mi hermana de lo que les ha hablado, les pido estar a corazón abierto, y muy importante hacerles sentir que recordaran ¡estos decretos! que se les estuvieron entregando. ¡Es un gran regalo nuestro para ustedes!, que viene de la sabiduría innata, eterna, que Nuestro Padre nos dio. Es para ustedes.

Y hoy por hoy, en este tiempo tan sagrado, aunque muchos lo estén dudando, por eso venimos y decidimos estárselos entregando. Mas todos aquellos que he tenido a bien entregar, y no sólo yo, también mi amadísima Alexa. Ya lo verán, ¡qué es lo que se descubrirá! ¡Quién es! Muchos se preguntan en realidad: “¿Por qué muy poco de ella se ha escuchado hablar?” Qué pudieran saber. Viene de Nuestro Padre, de la Eternidad. Eso ¡muy claro les va a quedar!

Ahora, luego de la Consciencia Creadora, de lo que el Cosmos mismo al estarse realineando, ¡reprogramando todo lo que estará entregando! a esta bendita Estrella. ¡Hay cuántas cosas de las que han querido hablar!

Lastimosamente hay algunas en las que esa tendencia a equivocar, por la insistencia de crear más audiencia. ¿Y qué? ¿Qué es lo que pudieron lograr?, si este es el tiempo en el cual la verdad de la verdad ¡eso es lo que se está mostrando! y se mostrará ¡con toda la fuerza! que Él, “El Creador”, “El Omnipotente” nos da. ¡Claro que sí!

Han escuchado todo lo que mi hermana ha tenido a bien decir. Quién pudiera decir la Mezcla Sagrada, amorosa, entre Enriqueta y Alexa que ¡una sola es! y así es como ustedes la verán.

Ya estamos en el Gran Tiempo en el cual todas las caretas caerán. Yo diría, cayéndose ya están. Y tengan presente -amados hermanos- que nosotros con ustedes estamos y seguiremos, ahora más amorosamente en esta unión, con ese puente. ¡No es ficción! Ustedes van a vivir, ¡sabrán!, viviéndolo algunos ya están, y también entenderán y muy claro les quedará el porqué en este grupo compacto, mi amada hermana Alexa y nosotros con ustedes quisimos estar. Muy importante. Muy, muy importante.

La Gran Multidimensionalidad a punto está ya, pidiendo amorosamente de todos ustedes. ¡Yo!, y nosotros les pedimos que no se estén resistiendo, ¡en “El Yo Soy”, amados hermanos! Generalmente también para seguir hablando de todo lo que viví como humano, pero luego al mostrar, se habla mucho de lo que vine a expresar al tomar en este Plano terrenal un cuerpo humano. ¡Qué sabe cualquiera de lo que su hermano vivió! y lo que por voluntad de mi Padre hubo a quienes tanto les expresó. Pero hoy también me siento afortunado de poder con ustedes también hablarlo; un Gran Suceso, un evento que ceremoniosamente estaremos viviendo, y quiero compartirlo con ustedes, ¡deseo vivirlo con ustedes!

También le pido que estén dispuestos; dispuestos y entregados, porque en el trayecto, ¡uhm!, ¡olvídense!, ¡no es verdad que vivirán un holocausto! Ustedes están aquí para compartir y hablar de la grandeza de “Aquél que todo lo ha creado”; pedirles a sus hermanos quieran seguir acompañando, ¡como ustedes!

Dentro de los cambios que se darán, Nuestro Padre llevará a nuestra hermana a otro lugar. Aquel que tenga a bien amorosamente querer escuchar, les pedimos -como hoy aquí- seguir; porque verán lo que empezarán a vivir, amados hermanos.

Y no es que nos hayamos olvidado de todo lo que se les dijo. ¡Ay!, cuando algunos de ustedes no están dispuestos a vivirlo, dicen que se sufre algunos cambios, pero donde Nuestro Padre dice: “¡Aquí es donde deseo y necesito!”, tengan por seguro que quienes estén dispuestos y entregados ¡van a vivirlo!, ¡y van a acompañarnos!

¡Sabemos!, pudiera decirles que hay un sentimiento de incertidumbre. Yo les pido que lo cambien al del Gran Amor; que haya hacia la Voluntad de Nuestro Padre mansedumbre, porque son ustedes los que llevarán muchas cosas a la acción. ¡Y claro que sí!, acompañarán a su hermano, al estar aquí como humanos que son, pero escuchando y compartiendo con todos nosotros. Verán ustedes ¡qué es! lo que se hará.

Se le pidió a la hermana que hoy se hiciese esta reunión, por tantas preguntas, y la incertidumbre que hay en su corazón de lo que dicen que sucederá. ¡Y qué! -les digo yo- si lo que les hemos traído es que eleven y les hemos pedido que eleven la voz, porque es “El Yo Soy” al que ustedes están y estarán unidos. Y entonces ¿cuál es el temor?

Si hay cosas fuertes que vivirán ¡pues no se abandonen en en eso pensar! Decreten y digan que son aquí Instrumentos de Nuestro Padre, para de Él todo vivir. No hay nada imposible ¡para aquel que en su nombre aquí está y esté!

Tal como lo dijo mi hermana; sabemos que ustedes tienen y son tan fuertes. Tienen ¡toda la fuerza que viene de Nuestro Padre! ¡Son tan valientes! ¡Fortalecidos, jamás se verán vencidos! Es Él -Nuestro Padre- el que dirá. ¡Es Él el que guiará!, y su hermano que les habla, como aquellos que los acompañamos: mi amado hermano, mi amada hermana, ¡y nuestro Maestro!, ¡nuestros Maestros!, que con nosotros y con ustedes están, ¡en gran privilegio!, porque unidos en todo vamos a trabajar.

El resultado ¿cuál será?: que te liberarás. Y hay quien todavía pregunta: “¿De qué manera? ¿Cómo liberarme? ¿Cómo soltar?” ¡Cuántas veces te he insistido en que la Llama Violeta!, ¡en él te verás inmerso y protegido, para transmutar!

Es por eso que en esta “Triada”, como Nuestro Padre tuvo a bien querernos llamar: la Llama Violeta para transmutar; la Luz, el Rayo de Amor, dorado y luminoso que mi hermano les está entregando, para que luego en ese conjunto amoroso, ¡también en el Perdón y la Libertad! que mi hermana les viene a ofrecer ¡y que también les está entregando!

Al unir todo ello, en la Gran Alineación ¡una gran ecuación se está generando!, ¡que estará impactando en todos ustedes! Y hay quienes tratan de evitarlo y están vociferando, pero ya ninguna travesura se estará permitiendo, ¡ni les estará a ustedes impactando! Se les dijo ¡que no más!, y para todo aquel, aquella, que se ha elegido así será, amados hermanos.

¡De verdad!, tengan esa fe y certeza de que todo lo que este año que empieza les estará mostrando, de la Luz inmensa de Nuestro Padre para ustedes estará llegando.

Muy importante lo que el Cosmos al estar emanando hasta ustedes hará llegar. Y entonces, al sentirlo van a vivirlo, amorosamente, ¡claro que sí!, ¡y todos por igual, hermanos! Mis hermanitos que se están en este instante haciéndose sentir y escuchar, (varios perros aullando), inclusive lo que llaman “objetos inanimados”, verán, verán ustedes -amados hermanos- lo que sucederá. ¡Y todo es así!

¿Cuántas veces estuvimos insistiendo?, que se mostraría también lo que la Madre Tierra a ustedes les ha estado ofreciendo. ¡Los hermanos Intraterrenos!, ¡que ya! ante ustedes se estarían mostrando. Y yo pregunto: ¿para vivir todo ello se sienten ya preparados?, ¿lo están realmente para ver a su hermano?

Yo les digo que en este Gran Movimiento lo que muchos de ustedes estarán sintiendo y compartiendo para ustedes mismos, y solamente para aquellos que sabrán, que se los creerán. Y nosotros estaremos ahí, ¡estamos ahí!, ¡estamos aquí!, con ustedes, en amor. ¡Así es hermanito! (para el cachorro), y será.

Que ya no haya clamor; que sólo sea agradecimiento al Infinito, a Nuestro Padre “El Yo Soy”. ¡Y qué importa lo que hayas vivido! ¡No insistas en decir que lo que has hecho te ha detenido! Habrá borrón y cuenta nueva, ¡y en ustedes está!

Es por eso que también lo dijo mi hermana: para algunos el camino será “dicen” que lento, pero para otros será y estará tan acelerado. Y miren, de los que aquí se encuentran lo que vivirán, verán y sabrán por qué lo digo.

Hermanos; ¡con ustedes estamos! Y sigan manteniéndose en esa fuerza de la fe, en ese amor; que estén donde estén, están por Nuestro Padre protegidos y por nosotros acompañados. ¡Claro que tienen la guía! ¡Claro que se les estará indicando el camino a seguir en su día con día!

Que ¿qué es lo que tienen que hacer en especial para ese día? ¡Ya lo verán! ¡Ya lo verán! ¡Preparados hermanos!, ¡pero en amor y en unión!, porque esta Gran Alineación ¡traerá para su interior algo tan grande que Nuestro Padre para ustedes ya preparó!

Lo digo en Gran Amor. Es por eso que nuestra hermana de todo lo que les habló, y sorpresivamente habrá ¡algo! que derivado del “Proyecto Shirón” Nuestro Padre para ustedes entregará.

Y hago entrega para ustedes, para mi hermano, de la Llama Violeta. Recíbanla y que ella les envuelva amorosamente. ¡Eso es lo que estás pidiendo! ¡Aquí está! ¡Siéntete envuelto en ella! ¡Que transmute y que purifique y renueva!, ¡para todos ustedes hermanos!

Para todos que están esta inmensa y hermosa Estrella habitando, hay un gran, ¡gran regalo! ¿Que cuál es, si tendrá que ser la preparación? Decreta en infinito amor, eso que tanto mi hermana como mi hermano y su hermano que les habla les entregó. En Gran Equilibrio Amoroso ¡verán!, ¡sentirán el gran gozo! de saber que lo que les envuelva viene de “El Yo Soy”. Un Gran Ritual que se hará en el Cosmos ¡para ustedes hermanos! Unidos con ustedes estamos.

Que la gran, Gran Amatista que Nuestro Padre tuvo a bien entregarle, todo lo que ha emanado y sigue entregando, a ustedes llegue y los esté envolviendo ¡y llenando! Y también el Gran Espejo cristalice -en amor- todos los deseos, ¡para ustedes hermanos! El Cristalino también trabajando. ¡Muy importante todo esto!

Los envuelvo ¡en el Gran Amor! de “El Yo Soy”. Sigan adelante camino a lo perfecto, porque en esos cambios verán qué es lo que Nuestro Padre ha tenido a bien -para mi hermana y para ustedes- preparar.

Y tengan por seguro, porque así lo sentirán, que su hermano ¡Saint Germain! también en esta Gran Odisea Amorosa los acompañará.

Que yo soy ¡Saint Germain!



Enero 8, 2020
Alexa/Enriqueta.
Esto que Nuestro Padre deseaba que ustedes escucharan, que estos días son, serán muy importantes, mas Él indicará qué es lo que Él desea, ¡no sólo que su hermana haga!, porque también de lo que hablará ¡para ustedes será!

Sigamos en esta certeza de que es así; de que todo movimiento, todo cambio ¡viene de Él!, preparando el Gran Advenimiento que estará sucediendo, amados hermanos.

Esto es lo que en su nombre y por voluntad de Él, su hermana les estará diciendo; ¡lo que les ha estado diciendo!, porque lo que viene traerá todavía muchas cosas más, ¡muy fuertes en su verdad!, ¡la única!, ¡que es tan sagrada y valiosa!

Derivado de la “Ciencia de la Palabra Hablada”, en el Gran Libro de la Verdad, hacia la Consciencia de su hermana fue dictada.

Que yo soy ¡Alexa/Enriqueta!, que a ustedes les habla.



Enero 8, 2020
Enriqueta/Alexa. (2)

Dice mi Padre: “No hay nada que temer”, porque lo que nosotros viviremos, lo que recibiremos viene de Él.

Sólo estar en esa paz y tranquilidad, no sólo los que aquí se encuentran, sino aquellos que han tenido a bien ¡su corazón a Él entregar!, poniéndose en sus manos, esperando y recibiendo, caminando, y entonces el Plan Divino en cada uno se seguirá cumpliendo. Así es.

Quizá pudiera decirse que estarás navegando contracorriente, pero es lo que Él ha tenido a bien decirme. ¿Y quiénes lo estarán entendiendo? “El que tenga oídos que oiga”, en la Consciencia Sagrada.

Eso también lo dijo el amado Maestro “El Morya”, y ustedes sabrán porqué se le mencionó.