8 de julio de 2014

Serapis Bey


 SERAPIS BEY.


Encendida esta y más fuerte será;
porque has de traspasar la fase terrenal.

En el paso que tú habrás de dar,
aquel hermano que preparado esta, te seguirá.

El camino para ti más habrá de brillar.
Llegar a tu destino no será la fase final,
que es -amado hermano- donde todo empezará.

Corazón, mente y libertad.
Amor, eso es lo que tú mostrarás.

En ti pronto iluminará.
La llama bendita a ti llegará.

Lo digo: yo contigo he de estar.

Tu hermano Serapis Bey, para aquel que llegará.

A ti te esperará.

Corazón iluminado pronto aquí estará.

Jesucristo (Sananda).

Marzo 12, 2014.

SANANDA (JESUCRISTO).

Y una señal ha pedido.

Todo lo que está sucediendo, lo que ya ha acontecido y lo que por voluntad de mi Padre divino se ha de mostrar, vengo -hermano- nuevamente de ello a hablar.

Que tal como se te ha dicho; tal como te hablé antes de mi cuerpo elevar, ahora nuevamente  se volverá a mostrar... más no seré yo solamente.

Es el deseo de mi Padre; es mi deseo infinito, que mi hermano me acompañe ya. Entonces, en toda la preparación, la que has llevado, a la que tú te has entregado. Yo te pido: hermano ¡el momento ha llegado!

Tú que has dicho que estos momentos, de tiempo en tiempo, recordar lo que he vivido. Más yo, en el “Yo Soy el que Yo Soy”, mi Padre divino, una cosa te pido: que al escuchar la enseñanza en la grandeza que Él te entregó en esta andanza, muestres tu despertar en el “Yo Soy”.

Que he de acompañarte, que has de tomar mi mano, porque he de guiarte, como ha sido siempre; como volverá a suceder.

Que todo está listo y es el deseo de mi Padre que todo esto, lo que sientes -más también lo que tú podrás ver- te mantenga y en el despertar, con la energía divina te lleva, porque te has de liberar.

En el cosmos la preparación del cambio que se está dando ya, pero que ahora tú has de sentir.

Mi Padre te pide que -en el nuevo vivir- has de mostrar a tu hermano cómo él también habrá de resurgir.

Recuerdas que te dije: “habrás de morir para vivir”, mas ahora lo entiendes: morir en lo que no es tuyo, en todo aquello que te hizo sufrir, para vivir en la verdad infinita, en el amor, en el poder tan grande que te da el “Yo Soy”.

Y no olvides: estoy aquí, que también en ese gran momento, porque al llamarlo “Equinoccio divino”, todo lo que se estará entregando para cada uno de ustedes, amados hermanos, corazones estarán tocando.

¡No lo olviden! Ahí, con ustedes estaremos, amorosamente esperando.

¡Los amo infinitamente! ¡Eternamente!

Y que toda la energía de mi Padre en el púlpito sagrado, ahí donde Él te está esperando, y en ése instante te sentirás elevarte, y escuchando su voz, pídele fuertemente que logre liberarte, que ahí también yo estoy.

Tu hermano, tu hermano Sananda.

Estás pensando que en estos días, para lavar culpas y sanar tu alma, es necesario hacer una gran evocación de lo sucedido hace tanto tiempo... más en el “Yo Soy” te digo: ¡heme aquí, contigo estoy!

Es el momento de vivir; el ahora, el aquí. En la eternidad también así estarás.

La enseñanza de mi Padre es el gran amor que Él te entrega, que te da. Haz de ello una ofrenda y compártelo en gran hermandad.

Padre Universal

                                                                                        Junio 25, 2014

PADRE UNIVERSAL.



Y muy claro lo he dicho;
que aquel que no haya entendido a pesar de todo lo sucedido
-amado hijo- en tu vida insistentemente te he hablado;
hasta ti mis emisarios he enviado
y hay muchas cosas en las cuales tú has insistido.

Pues ahora te digo; ya todo lo que has escuchado,
todo lo que se te ha dicho y mira que insisto en lo mismo: en la acción.
Ahora las estarás viendo, las estarás sintiendo.

Que a ésta pequeña la estaré llevando
y a aquellos que quieran irla acompañando,
pero con el amor y el corazón abierto.

Que aquí, en este lugar, aunque tú veas otras cosas,
lo que es en realidad, eso es -al escuchar- lo que sentirán.

Que has de venir, has de llegar
y de todo lo que a ustedes les quiero hablar, aquí se ha de mostrar.
¡Aquí es donde todo empezará!

Más te necesito fuerte, valiente, dispuesto, certero.
Que ya la dualidad en ti, lo digas plenamente: ¡no la quiero!
Porque eres mi mensajero, ¡no has de olvidarte de ello!

Y ya termina con todo éste juego, porque -en lo terrenal-
lo que quisiste vivir ya ha terminado.
Ahora el verdadero existir para ti, en el amor,
mostrarás lo que te he entregado.

Y lo digo así; directo, porque se te previno de ello…
y también al decirte que elevaría mi voz,
todos escucharían y así ha de ser.

Tú verás, que “Yo Soy el que Yo Soy”.
Que nadie más -sólo aquel que en mi nombre ha de hablar-
es quien se mostrará.

Que “Yo Soy el que Yo Soy”.

Y te dejo hijo mío… en ti toda mi vibración.