Junio 25, 2014
PADRE UNIVERSAL.
Y
muy claro lo he dicho;
que
aquel que no haya entendido a pesar de todo lo sucedido
-amado
hijo- en tu vida insistentemente te he hablado;
hasta
ti mis emisarios he enviado
y
hay muchas cosas en las cuales tú has insistido.
Pues
ahora te digo; ya todo lo que has escuchado,
todo
lo que se te ha dicho y mira que insisto
en lo mismo: en la acción.
Ahora
las estarás viendo, las estarás sintiendo.
Que a ésta pequeña
la estaré llevando
y a aquellos que
quieran irla acompañando,
pero con el amor y
el corazón abierto.
Que
aquí, en este lugar, aunque tú veas otras cosas,
lo
que es en realidad, eso es -al escuchar- lo que sentirán.
Que
has de venir, has de llegar
y
de todo lo que a ustedes les quiero hablar, aquí se ha de mostrar.
¡Aquí es donde todo empezará!
Más te necesito
fuerte, valiente, dispuesto, certero.
Que ya la dualidad
en ti, lo digas plenamente: ¡no la quiero!
Porque eres mi
mensajero, ¡no has de olvidarte de ello!
Y ya termina con
todo éste juego, porque -en lo terrenal-
lo que quisiste
vivir ya ha terminado.
Ahora
el verdadero existir para ti, en el amor,
mostrarás
lo que te he entregado.
Y
lo digo así; directo, porque se te previno de ello…
y también al decirte
que elevaría mi voz,
todos escucharían y
así ha de ser.
Tú
verás, que “Yo Soy el que Yo Soy”.
Que
nadie más -sólo aquel que en mi nombre ha de hablar-
es
quien se mostrará.
Que
“Yo Soy el que Yo Soy”.
Y
te dejo hijo mío… en ti toda mi vibración.
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