31 de mayo de 2015

Canalización del 26 de Mayo de 2015

26 de Mayo de 2015.
Aleshia (1).
Y tal vez, muchas cosas más de aquello, de lo que está impreso en un papel.

Pero Nuestro Padre lo sabe. ¡Todo lo que yo siento! por ustedes -amados hermanos- porque al sentir en mi corazón ¡el gran contento! de saber que todo esto, al ofrecerlo a él, a nuestro amado Maestro que tal cual -como lo ha dicho- y como a ustedes, el momento está, los va a mostrar, que no es casualidad que -hoy aquí- reunidos están.

¿Qué pudiera mi templo haber pensado, haber deseado? ¡Y con la ayuda de mis amados hermano, haber preparado! ¿Saben? Lo más importante es que -en éste instante- cada uno de ustedes sientan el corazón ¡tan vibrante! ¡Esa es la verdadera razón! El motivo por el cual ¡a mi Padre yo le digo! “¡Estás aquí! ¡Me pediste venir! Y sólo por esto; por ver y sentir, y compartir con mis hermanos, que su corazón han estado elevando. ¡No me rindo!, porque cada vez más -tu corazón- en cada uno de ellos, así está; cada vez más firme, ¡más fuerte!”

¡Y algunos dicen! “Si de esta manera es como he de redimirme…” ¡Hermano! ¡No hables así, que no estás a prueba! Nuestro Padre sólo te pide: ¡Libérate! ¡Siente! ¡Vive! ¡Date cuenta que eres tan fuerte!

Y también nuestro amado Maestro, al cual -hoy ustedes- elevan y dicen la sencillez. Mas yo les digo; aquí es donde ustedes, ustedes están mostrando ¡la grandeza!, de lo que cada uno es, hacia Nuestro Padre, hacia nuestro Maestro, que está ¡tan contento! ¡Tal regocijo!, porque sabe que no es sólo esto, sino que todos los que aquí están -en su mayoría- y los demás ¡camino!, a grandes pasos para llegar.

Y en gran armonía -Padre mío- los que estarán en mí compañía. Todos ellos y mis hermanos que escuchando están, que en este instante, de manera individual no dejan de -a nuestro Maestro- hablarle; pedirle el amor, el perdón, la libertad. Esa libertad por la que ¡tanto -cada uno de ellos- ha querido luchar!, pero que ahora la vivirán, la mostrarán, la compartirán, de manera tan natural, porque estarán viviendo en la verdad. La verdad que Nuestro Padre a todos les da.

Y sabemos que hay hermanos que desean participar. No quiero decir “lo notamos”, porque Nuestro Padre -que todo lo ve- y que a ustedes, ¡a ustedes!, amados hermanos, les ha dicho: “Así como antaño lo mostré”. Ahora y sobre todo al querer, al querer celebrar -de manera especial- a nuestro amado Maestro; que pronto escucharás que te dirá: “¡Llámame hermano! Tu hermano que contigo está”. Cuando eso suceda, entonces sabrás, que ya a tu lado ha empezado el caminar. Y no sólo de él, sino de ¡tantos y tantos! ¡El ejército sagrado!, también -muy pronto- para ustedes será mostrado -amados hermanos. ¡Porque todo lo que han estado viviendo!, al abrir tu corazón, has estado reconociendo que -en el “Yo Soy”- todo eso para ti, ¡para ti nuevamente!, ya empezó.

¿De qué pudieras hablar, que nuestro Maestro no lo sepa ya? Todo lo que tú quisiste con el corazón preparar, lo más importante; que para Nuestro Padre y para él es tan especial: ¡Que estás sintiendo cada vez más tu corazón vibrante! ¡Preparado! ¡Listo!, ya no sólo para escuchar, sino para ver y también de Él hablar.

Amados hermanos; en el reconocimiento de toda la energía que ha estado llegando y que te pide, ¡te dice!: “Ya llegó ese día. ¡Seguirás en ella! en tu exterior ¡y más fuertemente en tu interior!, resonando”. Ahí es donde la Ley de Atracción, ¡la de la Correspondencia!, ya nunca más -en ti- de ello habrá ausencia.

Agradecemos lo que a nuestro Maestro, ¡también mi templo lo dice!: “A él ofrecemos”. A todos ellos que han estado asistiendo ¡y más amados hermanos!, porque Nuestro Padre nos ha pedido: “De todo mi amor -a ustedes- los estará eternamente brillando”.

¡Un gran regalo! Nuestro Padre tan amado y nuestro Maestro -que aquí se encuentra- con Él a un lado. Y todos nuestros Maestros, que en círculo sagrado también se encuentran; escuchando, observando ¡y tanto que a ustedes les están entregando!

Amados hermanos; he de decirles que aún más, lo que a ustedes vamos a compartirles, porque éste lugar tan sagrado, ¡tan especial! donde todo ha iniciado, para ustedes aún se ofrecerá ¡mucho más!

Al empezar a estar caminando ¡por la senda gloriosa!, que Nuestro Padre -para ustedes- a aquél que se preparó. A aquél, que ya ¡tantas cosas! de su plano terrenal ya soltó, ustedes verán ¡el cambio!, amado hermano, que en ti ya se mostró. ¡Ya empezó! Y tal como Nuestro Padre lo ha anunciado; así, así como te has estado entregando, permite, ¡permite, amado hijo! que sea Yo, porque “Yo Soy” el que eternamente te estará guiando. ¡Qué importa lo que en momentos aquí -en lo terrenal- ante ti se esté mostrando! Que ello, ¡lo que sea!, no te haga dudar.

Piensa; recuerda, que sólo no estás. Que estamos contigo y tenemos la dicha, ¡la alegría!, de que tú nos quieras escuchar, para entregarte y mostrarte ¡esos grandes regalos! que ya son tuyos. ¡Que te han sido entregados!, por toda la eternidad.

Hoy, ¡recuerda! Su hermana les ha insistido, que cada vez que ustedes -de manera individual- recuerden el momento ¡tan especial, en el que aquí llegaron!, con esa pureza, la grandeza y el amor infinito que Nuestro Padre ¡en cada uno! lo dijo: “En ti -amado hijo- lo deposito”. ¡Por eso, de lo que llaman los grandes secretos!, para aquél que lo tenga presente, en esos momentos todo empezará. El momento llegará en que en su totalidad, para ti -amado hermano- ¡esté abierto!

Hoy, nuestro amado Maestro desea regalar ¡a todos ustedes! y en su corazón, ¡ahí donde se encuentra y permanecía dormida gran parte de la instrucción!, él hace entrega.

Y te has de preguntar: ¿Por qué nos lo dice ella? Porque en éste instante, nuestro Maestro está ante ti; ante cada uno y de manera sutil -amado hermano- con el más grande amor; aquél que sólo Nuestro Padre nos ha entregado… así, en ti, ¡en ti!, siéntelo así. Que no haya nada que interrumpa el instante y con la promesa de que la grandeza de Nuestro Padre, aquél que lo reciba ¡de verdad y lo sienta!, lo habrá de mostrar -a partir de hoy- en su caminar.

Se los dice su hermana, su hermana Aleshia.



26 de Mayo de 2015.
Sananda.


Y yo, me uno -amados hermanos- a lo que ustedes -a mi hermano- han elevado.

¡Con gran alegría!, porque sé que en éste día, aquellos grandes estudiantes ¡hermanos caminantes!, a mi hermano no sólo en éste instante, al recibir ¡tanto!, ¡tanto de ti!

Aquí están quienes nos acompañarán en ésta entrega, en la Gran Revolución de ésta nueva y tan brillante ¡la Era!, porque tú, ¡tú!, al haber escuchado todo ¡cómo has vibrado!

Mira, ¡tan preparado! para ahora, lo que de mí habrás de oír.

Y en ese sentir te entregaré con el infinito amor de mi Padre. Es lo que haré, ¡la gran misericordia!

Habrán de caminar en gran armonía y concordia, porque tu hermano ¡también!, también te habrá de acompañar.

Y a cada paso, ¡sí!, si así tú lo quieres llamar, te habré de aleccionar de la misma manera -como a mí- lo hicieron igual.

Y entonces, ¡entonces! hermano, entenderás que siendo tan grande el amor por tu hermano, ¡todo lo resistirás! ¡Todo!, porque mi Padre en ti y contigo estará.

Esto que te digo se verá cumplido, amado hermano.

¡Sananda! está contigo.

¡No habrá secretos! No lo hay, para aquél hermano que su corazón ha abierto.



26 de Mayo de 2015.
Ángel Ráh.
Entonces también, hermanos. Aquél que ya una su Ser; que mira que -nosotros- todo esto en amor lo provocamos. ¿Quién? ¿Quién lo sintió? ¿Quién -al advertirlo- en ello amorosamente ya trabajó?

Y mira que ahora llego ¡y te hablo! suavemente, porque compartiendo todo esto que al hermano -a quien llaman “Maestro”- están ofreciendo, ¡me uno con infinito amor!

Son ustedes quienes habrán de acompañar ¡tan fielmente! ¡De todo! -no sólo de lo que les ha hablado- sino también lo que “Aquél que los creó” les ha entregado. Lo irán mostrando.

El tiempo, ¡el tiempo! pensarás hermano, que para ti se estará deteniendo. Entenderás. Recordarás cómo vivir y hacer tu caminar en el aquí, en el ahora y con ese amor, con ese gran amor ¡que cada uno de ustedes atesora!

El les pide: “Ahora, ¡ahora compártelo! Eso que te entregué, a tu hermano muéstralo. ¡Dáselo!, que Yo eternamente te proveeré. No sólo de ello, sino mucho más”. ¡Ya no vivirás -de todo esto que te he dicho- sólo un destello!, sino en abundancia, ¡multiplicado para ti! Tus hermanos lo verán”.

Y de lo que piensan que es todavía ¡tan lejano!, el hablarles de lo que ¡para ustedes! todavía ha preparado el Arcano; yo les digo; algunos de los que están aquí, viviéndolo ya han estado y nuestro deseo es que todos lo vivan así.

Ya no habrá -tal como lo dijo a quién ustedes llaman “Maestro”- marcha atrás. ¡Ya no hermano! El que su decisión ya ha tomado, ¡mostrará!, ¡vivirá!, que ha aprendido la lección ¡y que todo lo ha recordado!

Porque, con toda ésta vibración, también se te está ofreciendo, que de todo aquello que estuviste viviendo y que causó dolor en tu corazón ¡de eso ya hagas total abstracción! Yo te lo digo. ¡Hay un gran motivo! Cada peldaño que irán recorriendo ¡aquél que esté dispuesto! y que irán subiendo, ¡he de poner de manifiesto! Escucharán y vivirán y entenderán ¡claro que lo harán!, para vivir en la verdad, en gran congruencia. Eso es, lo que sus hermanos -en ustedes- verán.

¡Siempre ha sido así! Cuando ha llegado el momento para ustedes ¡tan esperado! y algunos lo dicen “¡tan anhelado!”, entonces cuando todo lo irán mostrando. ¿Pero saben? ¡Ya no solamente esto estarán escuchando! Y lo harán aquellos, ¡aquellos! que se han purificado.

Entonces, para ustedes ya empezó el tiempo sagrado. Y no te preguntes de qué manera y cómo, se estará mostrando. Recuerda que la hermana ¡tanto te estuvo insistiendo!, al decir también: “Cuando ya todo haya empezado, también te mostraré hermano el ir y venir. ¡El estar y no estar aquí! El sentir que no sientes, porque nada -de lo de aquí- sabrás que no lo necesitarás”. Y será así, mas que no es incongruencia: ¡Todo de Él lo tendrás! para poder seguir tu caminar.

¿Pero sabes por qué? Precisamente ¡porque no te habrás de aferrar! -así como lo ha dicho la hermana- al estar en esta temporalidad y tener muy claro que de tu misión, al llevarlo tal cual, como “Aquél que te creó” quiere: ¡A cada uno guiarlo! Sabes que tan sólo aquí es una ilusión, porque lo verdadero ¡vivir en el Reino!, para ti, aun estando aquí ya empezó.

¡Y no te estoy mintiendo! Así ¿de qué habrás de preocuparte? Lo que cada uno ¡y nosotros te pedimos hacerlo!, ser no sólo contante, sino estar alerta ¡siempre!, con el corazón y el alma dispuesta. Porque ¡no olvides!, también lo has escuchado, lo has leído; que cuando se haga el llamado ¿con qué lo ha comparado? “Y llegará como un ladrón. No te estará avisando”. Pero tú hermano ¿qué te puede preocupar?, si ya con anterioridad te has estado preparando. Dispuesto estás. Nosotros ¡estamos aquí! y con infinito amor te vamos a acompañar. ¿Acaso, no lo hemos hecho ya?

Reflexiona en ello, porque nosotros ¡hablándote hemos estado! ¡Querer mostrarte de sus grandezas! ¡Que tú te decidas! ¡Por ti estamos esperando! Y nuevamente en conclusión: Serás ¡tú y sólo tú! el que habrá de tomar la decisión.

Que mira, que estoy aquí y al decidir y estar en la búsqueda y tu camino seguir para esa perfección. ¡Somos tantos los que en unión!, ahora ¡con tal cercanía!, para que este planeta reciba ¡toda la vibración, que directamente llega de Alción! El Gran Sol, que eternamente ha iluminado, te iluminó y así seguirá ¡por toda la eternidad!

Yo te lo digo: ¡Ángel Ráh! Que mira, que hoy más que nunca ¡hay un gran motivo para celebrar!, porque aquél, que -al que llaman “Maestro”- se han unido, te ha de acompañar ¡un gran ejército!, revestido de amor, perdón, libertad. ¡Pero la gran libertad! ¡La verdadera! ¡La que te permite caminar de manera multidimensional!

Que eso no es una quimera. ¡Ángel Ráh te lo mostrará! Que lo estás escuchando a través de este templo que estoy ocupando y que tú verás de qué manera ¡también en ti!, ¡todo! -al cambiar- en la transmutación; logrando, buscando la perfección. Para ello, los iré aleccionando.

A ustedes de ésta manera es como tendría que estarles hablando. ¿Pero saben? el gran amor que de Él, ¡porque también a su lado estoy! Recibiendo. ¡Entregando! ¡Llevando!, cómo cada uno de ustedes ¡y de qué manera! están caminando.

La Gran Luz que ha de llegar, que mira de lo que te hablo, ¡será con tal inmensidad! ¡Tal cual como lo que les hemos estado mostrando! Sólo te digo; que sienta tu corazón, el cómo y el por qué y para qué, “Aquél que te creó” a ustedes les está enviando.

No escuches palabras vanas, ¡que tanto expresan en tu exterior! Recuerda que tú -al caminar- ¡estás llevando la instrucción y la enseñanza! del “Yo Soy”. Porque en esta andanza, nosotros ¡y en lo que en mí corresponde!, lo que te he de decir, lo que te mostraré ¡yo!, te habrá de ayudar ¡no sólo para tu evolución!, sino ¡escúchame bien!, porque lo habrás de recordar; para que en el gran momento logres -de Él- ¡la perfección!

¡Posible es! Pero ¿de cuánto -que sabes que aún estás guardando- te tendrás que desprender? Y en ese camino, ya estarás viviendo y utilizando -en gran libertad- de lo que “¡dones!” tú has estado llamando, pero que son y siempre han estado, en aquél que ha despertado y que sabe que tiene de Él la inmortalidad.

Siente en tu corazón ¡esto!, de lo que te habló ¡Ángel Ráh! Que el símbolo que estás utilizando, a donde te ha estado llevando, te ha estado mostrando ¡quién soy en realidad!

Que te habla tu hermano ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal!



26 de Mayo de 2015.
Aleshia (2).
Y mi Padre tan amado, con todo esto que ustedes han escuchado.

También para ustedes tiene algo muy -amorosamente- preparado. Sabe ¡porque ve!, ¡escucha en el corazón de cada uno!, en cada quien. Grandes momentos ha también reservado, porque aquél que ha pensado que hay situaciones que no sólo -como dicen ustedes- lo ha desmotivado, lo ha dejado sin aliento.

Yo te digo -hermano, hermana- Nuestro Padre siempre viene para mostrar de tal manera ¡como tú no, nunca te podrías imaginar! Y lo que te ha dicho y lo que te ha prometido no es una quimera. ¡Es la verdad, infinita!, que mira que te ha mostrado ¡y más que te mostrará!

Si tú piensas que de todo esto que ya has escuchado, hay tantas cosas que aún no han pasado; sólo recuerda que de Él y por Él, el tiempo para suceder se ha de dar ¡y todo tiene un “por qué”! Y el “para qué”, también ¡con infinito amor! te lo va a mostrar.

Cuando tú te entregas, te abandonas a su voluntad, ¡a su deseo!, paso a paso, mi Padre te va a mostrar ¡que no habrá nada que a ti te ha de afectar! Lo que tú vivas, que en algún momento pienses y sientas que te ha de debilitar, ¡en gran templanza!, ¡Él, mi Padre! te va a levantar. Nunca -a su hijo tan amado, Él, mi Padre ha pensado en castigar. ¡Eso no lo ha hecho! ¡Ni en el pasado, ni en el eterno presente lo hará!

Porque tú -amado hermano- que ahora estás escuchando y a Él le has dicho: “Me entrego a ti. Hágase en mí tu voluntad. ¡El Plan Divino!” Y ya lo han dicho algunos de ustedes; de Él directamente lo han escuchado: “¡El Cosmos entero en ti y para ti vibrará!, amado hijo”.

¡Yo te lo digo! Y tú sabes que El, sus promesas siempre ha cumplido y en ti cumplirán. Nuevamente así será, tan fehacientemente en esta Era Dorada. ¡Tantos lo verán! Pero ¿quién lo vivirá? ¿Quién lo sentirá? ¡Tú amado hermano! ¡Tú!, que a Él, a mi Padre te has querido entregar.

Y lo que hasta hoy tu hermana te ha mostrado, no es nada comparado con lo que viene y será. ¡Sea pues, Padre tan amado!

Aleshia de Shirón, en este gran círculo amoroso. Y en la dimensión ¡en la octava sagrada!, donde se encuentra ¡la Gran Hermandad Blanca!, mas también ¡la Triada Dorada!, que en este instante -para ustedes- hace su entrada.



26 de Mayo de 2015.
El Gran Maestro.
En lo selecto de aquél que hace y se llama “el hombre” y desea lograr lo perfecto.

Si piensas que al vislumbrar, lo que en la dimensión se te ha empezado a mostrar; aquella que abrió -para ti- el Gran Portal, a través del cual tus hermanos han empezado a llegar. Nosotros también hemos observado el cambio que -en algunos- han empezado a mostrar.

Cuando Neptuno en equilibrio total -al alinearse en escuadra- porque sólo así terminaría lo tridimensional, que es lo que ustedes ya empezaron a dejar, nosotros también -así lo habrán de entender- con ustedes podríamos empezar a hablar.

¡Se ha dicho que somos tantos! ¡Y es verdad! Mas, nos ha de acercar ¡en un principio sólo son unos cuantos! Nuestro deseo es que sea en su totalidad. ¡Algunos -a nosotros- nos podrán mirar! Otros solamente escuchar. Pero nosotros te decimos; ¡que ello no te tenga que ocupar! ¡Que sigas en ese proceso tan bello!, que nuevamente volverte a equilibrar, porque ¡importante es!, que vivan ya en unidad.

“¡La Mente Maestra!”, que con todo ese amor que a ustedes les da, ¡es su deseo que todo esto lo vivan ya! Y he de decirles, que lo que ustedes llaman “energía”, ¡eso se ha movido! ¡Ha estado presente no solamente un día, sino por toda la eternidad!

¡El eje que los movía con esa lentitud!, ahora -poco a poco y en gran aceleración- lo está haciendo ya.

Entonces -en correlación- toda la vibración que han recibido y que -en ustedes- lo que se encuentra cautivo, indudablemente fluirá. ¡Se mostrará! Y se ha dicho: ¿Quién lo soportará? Si tú te conocieras. Si realmente como eres te vieras ¡ya lo supieras!

¿Por qué nosotros hablándote estamos? Estoy aquí -nuevamente- hermano. “La Mente Sapiente” y el tiempo, que para ti ¡pensarás que detenido está! y a la vez lo que vivirás, ¡en un principio te sorprenderá!

La preparación que están recibiendo, porque cada vez más fuerte -lo que llegue de Alción- en el receptáculo sagrado, todo lo que en ti ha tornado; mira, te estará iluminando. ¡Porque estarás resonando! al compás de todo lo que Él -para ti- estará enviando.

Y te estás preguntando: ¿Quién te está hablando? Sólo te digo; que yo soy el que -a quien llamas “Maestro”- también lo estuvo preparando.

Y vengo en su nombre. En el nombre de “El Omnipresente”. A todo aquél que he hablado; Ser valiente que se ha preparado, me seguirá escuchando.

Y entonces también, mi nombre… Mi nombre estarás escuchando.



26 de Mayo de 2015.
Aleshia (3).
Y amados hermanos; reunidos estamos ¡con gran alegría!, ¡al Gran Maestro escuchando!

Esto ¡se ha ofrecido para ustedes! Y miren -que esto que han vivido- pronto sabrán, ¡quizá algunos lo habrán reconocido!

Con el gran amor de Nuestro Padre ¡esto entregó! para aquél hermano, ¡a ustedes!, que aquí están y en su nombre seguirán caminando.

Que no olviden, que nuestro amado Maestro Sananda lo dijo: “Yo les diré. De mi preparación les hablaré”. ¡Hay una gran relación con el Gran Maestro que llegó!

Amados, ¡amados hermanos! ¡Benditos sean!, porque lo que estarán escuchando, aquellos que en amor sigan caminando, para en gran fortaleza -al seguir adelante- y de su interior lograr ¡esa gran limpieza!, porque el Fuego Sagrado; la Llama Trina; la Llama Violeta ¡todo en su totalidad! en ti hermano, lo sentirás y lo estarás mostrando.

¡Con gran alegría te lo dice tu hermana! Aleshia; Aleshia de Shirón. ¡Con tal emoción!, al hermano que -a nuestro amado Maestro- ¡esto le ofreció!

Y Nuestro Padre les dice -de manera especial- les dice a todos aquellos, ¡a aquél que al sentir la inspiración!, aquella hermana que -en el nombre de Nuestro Padre- éste lugar preparara; agradece y desborda ¡toda la Energía Sagrada! ¡Nada, ni nadie! aquí, ¡porque esa es la voluntad de Nuestro Padre!, de éste lugar habrá de debilidad en mí utilizar, para nada que no sea -en su infinito amor- y cumplir su voluntad. Sellado queda, por Nuestro Padre tan amado.

Todo lo que aquí se encuentra. Todo lo que sea utilizado en gran vibración de amor, sanación y también en ayuda del hermano que venga en busca de esa libertad y el gran consuelo que sólo Nuestro Padre te entrega y les da -a través de todo aquél- que aquí ha estado y estará. Padre mío; ¡Gracias! ¡Gracias, en el nombre de mis hermanos!

Sabemos que eres tú y sólo tú el que aquí está, se encuentra. Y cada uno sentirá, cada vez que entre por esa puerta, a éste recinto que -en tu nombre y para ti- se ha preparado.

Lo dice tu hermana; Aleshia. Padre mío ¡Bendito seas! ¡Gracias!

Tu hija y mis hermanos; para ti, para nuestro Maestro, ¡nuestros Maestros!, que aquí se encuentran ¡en gran presencia! Nuestros hermanos.



26 de Mayo de 2015.
Saint Germain.
¡Ahora yo quiero agradecer, a todos ustedes! ¡Amados hermanos!

Que miren; ¡todo lo que ustedes han hecho! Lo que por su hermano -de verdad- han ofrecido. ¡Ha sido tan directo! Me siento ¡tan enternecido!

Que miren; muy pronto será el momento, que ya no sea a través de éste templo. Que ¡miren!, lo que ha ofrecido y le digo: ¡Hermana; no era necesario! Que lo que yo les voy a entregar no será ¡como lo hacen aquí en el plano terrenal!, un rosario. ¡No! Lo que yo les voy a entregar ¡a todos y cada uno de ustedes! ¡A acelerar! y de ustedes despojar a su gran adversario.

¿Quién quiere empezar?, porque yo -a todos ustedes- a cada uno ¡hermanos!, que conmigo irán caminando. ¡Qué de aquello que han pensado! El gran ceremonial, que tanto a mí me ha gustado. Es que he de decirles, que cuando se entra al Templo Sagrado de “Aquél” ¡que tanto aquí! -amado hermano- te ha dado, para que tú ¡ya no sigas buscando! Yo te diré; todo lo que tú estás necesitando ¡eso y mucho más!, no sólo de mí, porque sólo hago de Él su voluntad.

Y tú que le dijiste; te agradezco. Que es de gran casualidad lo que de Él ya recibiste, porque también le pedí que conmigo estés. Si tú lo quieres, también vengas a éste lugar. Nosotros -en ustedes- tanto hemos deseado y lo que hemos depositado, tú que me has acompañado -nuevamente- pues ya lo escuchaste ¡te lo estoy recordando! Nuevamente lo harás.

Y ustedes hermanas, hermanos ¡qué importa lo que haya pasado! ¡Eso ya está olvidado! Quiero que sientan -de verdad- cuánto les ha, porque lo que de mí -de Nuestro Padre- van a mostrar, yo les diré qué es lo que tienen que contar. ¡Sé que lo harán!, amados, porque los he de llamar. ¡No lo olviden! ¿Dispuestos están? ¡Lo haré! Porque vuelvo a repetir: ¡No hay marcha atrás!

Ustedes lo han dicho: “¡Todo lo quiero soltar! ¡A mi Padre y a ustedes me quiero abandonar!” ¡Esto, yo lo escuché! Y miren que lo guardé -de manera especial- para hoy. ¡Eso mi regalo para ustedes será!, porque nadie, nadie de ustedes que escuchando están, ¡nadie!, rezagado quedará. ¡No! ¡Irán así, en esta ceremonia tan victoriosa! En esta marcha gloriosa, haciendo la entrada ¡victoriosa! hacia “Aquél,” ¡que tanta vida y eternamente a ustedes y a nosotros no ha entregado! ¡Pero vida! La verdadera. Aquélla que siempre ¡en esencia la han sentido! ¡Así como han vibrado!

¡Ya me escucharán!, realmente. Porque se han preguntado cómo soy, hermanos. ¡Pues me verán! ¡Me verán! Y también en ese instante a mi hermana, este templo ¡que tanto he de ocuparle!, porque no ha sido solamente aquí, con ustedes. ¡No! ¡Ya lo sabrán! De eso hay algo escrito. ¿Quién lo descubrirá? Y eso se los digo, porque el momento ¡tan cercano! Ya en él están caminando, hermanos.

Y les advierto amorosamente; mi regalo es ¡que la Gran Hueste!, al estar aquí presente, amorosamente les dará ¡un instante de preparación!, que equivale ¡a eones de evolución! Amados. ¡Amados! ¡Abandónense en éste instante! -¡lo digo con gran emoción!- en la Gran Esfera del Amor. La  llama violeta envuelva a todos ustedes y los llevo, amados hermanos ¡a la cueva de los símbolos! ¡Por favor! ¡Entregados!

Cada uno de ellos, en ustedes está haciendo el gran proceso. Luego -en su plano terrenal- los empezaré a llevar. ¿Quiénes habrán de empezar? ¡Es mi promesa y Saint Germain la cumplirá! ¡Amados! Y ahí para ustedes tengo dispuesta -de manera especial- para aquél Ser que todo en su interior ¡aquieta! y en equilibrio total ¡deja atrás la dualidad!

Se los digo yo. En gran abrazo ¡amados! Gracias, por todo esto, que hacia Nuestro Padre han elevado. ¡Los amo y sé!, que con ustedes ¡siempre he contado! Porque no es de hoy. No es de éste instante. ¡Es de la eternidad! Y en el “Yo Soy” ¡esa gran lección!, en el nombre de Nuestro Padre ¡hacia toda la humanidad!, ustedes habrán de llevar.

Y su hermano, su hermano Saint Germain, los acompañará. ¡Claro que sí! ¡Los he de inspirar! ¡Los he de guiar!, porque de Él, ¡de Nuestro Padre! es su voluntad. Y con infinito amor, a aquél hermano que ha escuchado y que en el sendero -en el sendero del “Yo Soy”- ¡siempre ha caminado! En la Alquimia Sagrada, que en la evolución ¡no sólo la humanidad!, porque en este planeta ¡donde todo empieza!, ¡brillará! Y la Galaxia entera ¡verá!, cómo -mis hermanos- ¡han dejado de ser humanos!

Es mi promesa. ¡Saint Germain! les dice: ¡Los amo! y agradezco lo que para mí -a su hermano- han entregado. ¡Y les pido!, seguir adelante, porque la Era Dorada ya ha empezado. ¡Ustedes son la avanzada! Y de todo esto hablarán a sus hermanos.

¡Gracias! ¡Gracias!, por mostrar que ¡Saint Germain! -al hablar con ustedes- no se había de equivocar; porque sus corazones -en gran vibración- al recibir lo que llegue de Alción; la libertad y el infinito amor de Nuestro Padre, ayudarán a elevar este planeta, para que viva en ¡gran fraternidad! ¡Benditos! ¡Benditos sean! ¡Los amo! y con ustedes estaré. ¡Siempre caminaré!

Los estaré llamando. Amados ¡Amadísimos hermanos!

Y que mi llama violeta ¡desde mi corazón!, en ustedes siempre viva, reciba ¡y ancle! lo que viene de Alción. ¡Benditos! ¡Amados! 

Su hermano ¡Saint Germain! agradecido y para ustedes ¡tan entregado!



26 de Mayo de 2015.
Ketta.
He de decirles hermanos; que miren que les habla su hermana Enriqueta.

Que siento mi corazón ¡que revienta fuertemente!, por el gran amor que todos nuestros Maestros y en especial, el Maestro Saint Germain en mí dejó. Y le pido a mi Padre, que esto de esa Gran Alquímia que de él ¡tan diestro!, le permita ¡y en ustedes también así lo sientan! Porque en éste sentir, no sólo en éste instante. No solamente aquí. Esto -que en cada uno ha dejado- y ha quedado abierto, será en abundancia plena y cada uno de ustedes compartirá. ¡Hagámoslo hermanos! Mostremos. Compartamos. ¡Eso es lo que Nuestro Padre y nuestros Maestros desean! ¡Siéntanlo y vívanlo así!

Realmente, así como nosotros ¡no nos hemos cansado en decir que necesitamos a Nuestro Padre! Que nos muestre -no sólo a través de ti o de ti- que en éste vivir, el Dios Vivo ¡que ya está aquí!, no sólo sea cautivo de tu corazón, sino de cada uno ¡y que en esa intención! sea el infinito amor que Él -Nuestro Padre- ¡ya desbordó! Porque todo lo que está sucediendo ¡estos cambios y más que estaremos viviendo!, vienen de Él. De su infinito amor.

Y aquél -que como ustedes- ya se entregó ¡sin importar lo que digan o piensen aquellos que han decidido que no es su momento para despertar! Pero tú -amado hermano- cada uno de nosotros, que nos hemos entregado y hemos dicho: “Que se haga en mí tu voluntad”. ¡Déjate arrebatar! ¡Deja que todo esto que estás sintiendo -ya sin miramientos- lo puedas mostrar! ¡Que nada te detenga! ¡Que no sea la razón! Porque aquél que piensa, deja todo y lo que desea en intención. Y lo que Nuestro Padre desea y pide es que, ya llevemos a la acción todo lo que El ¡sobre todo lo que ya abrió en ti! ¡Todo ese don! Y entonces tú verás que no es solamente uno. Que es verdad que hemos estado viviendo en gran limitación, ¡pero porque así había sido nuestra decisión!

Mas ahora, que en este gran cambio -¡que tu corazón está tocando!- te dejes llevar por su voluntad, que mira, que ya nos lo han dicho: ¡No te vas a arrepentir! Porque a cada paso, a cada instante, siempre te estará mostrando que El está contigo. Que te ha estado hablando.

Y luego, cuando tú te quieras expresar, cuando a tu hermano -de Él- le quieras hablar. De todo ese amor que estés sintiendo en éste corazón, que ya está en camino de esa gran expansión, sabrás que palabras te van a sobrar. Que todo llegará ¡directo y en gran inspiración!, porque ¡será El! -el “Yo Soy”- el que hablará a través de ti, amado hermano. Porque entonces ya estarás despierto y se estará expresando ¡desde lo más profundo de tu corazón!

Y entonces, estarás abrazando ¡a todos y cada uno! ¡Aún a aquél que no te esté escuchando! ¡Qué importa lo que esté pensando!, si tu necesidad será, eternamente estar mostrando el gran amor que El -Nuestro Padre- a ti te ha entregado. ¡Y a cada uno estarás mirando su rostro divino! El de Nuestro Padre tan amado.

Gracias por escucharme. Gracias hermanos. ¡Gracias!

Sólo les digo que todo éste cambio que estamos viviendo, que cuando se dijo que del final de los tiempos, en el Apocalipsis está escrito. Que sólo caos y adversidad viene. Entonces ¿cómo es que todo esto tu hermana está sintiendo? ¡Y ustedes también!, el infinito amor que El nos ha entregado ¡y más que nos quiere dar!

Dense cuenta que todo ello, de lo que siempre intentaron, ¡que en el temor tú vivieras!, para que ninguno lograra estar despertando. Porque en la verdad que El nos está mostrando, lo que nuestros hermanos -en ustedes- en cada uno de nosotros, estarán viendo es, que realmente Nuestro Padre -al estar viviendo- a cada paso se estará mostrando.

¡Y toda esa luz!, a aquél que en la oscuridad pretende aún estar, no tengan duda que los estará cegando. Y al no soportar, también, ¡también!, con nosotros querrá estar caminando, en el Proyecto que Nuestro Padre ha pedido que estemos viviendo.

¡Eso es! Eso es, lo que cada uno de nosotros irá haciendo, amados hermanos. Vivir en el amor. Mostrarlo sin temor. Porque entonces, ya también estarás mostrando esa gran expansión, que El -Nuestro Padre- en el “Yo Soy”, en esa gran enseñanza divina, ahora aquí -cada uno de nosotros- ¡y tantos hermanos que estarán escuchando!, nos estarán acompañando.

Que las palabras tendrán no sólo la elocuencia, porque -en la gran vibración- en la resonancia, cuando empecemos nuestra andanza; todo aquél que escuche; todo aquél que se acerque, sentirá y sabrá que -en el nombre de Nuestro Padre- vamos a hablar de su verdad. De esa verdad que siempre ha estado y que El nos ha entregado, amados hermanos.

Gracias por escucharme. Sé que también ustedes sintieron en su corazón, todo lo que nuestros Maestros y nuestro amado Saint Germain nos dejó. Porque es verdad lo que nos dijo; lo que nos entregó. En cada uno de ustedes se empezará a mostrar, porque así será: En la verdad infinita. En el “Yo Soy”.

Padre mío; no sólo tu hija Enriqueta aquí estoy, sino también mis hermanos que me acompañan y que estamos deseando que todo lo que tú nos estás entregando -al elevarlo- a nuestros hermanos eternamente estarlo mostrando. Gracias por permitirnos. Gracias por sentirte ¡tan fuertemente! Padre mío.

Gracias por todo esto, que has permitido que cada uno de mis hermanos -al inspirarlos- cómo todo se ha ido conformando. Y sé que en la promesa divina ¡que será mucho más!, lo que en nuestro caminar nos irás acercando y nuestros Maestros, que nos irán aleccionando amorosamente, porque sé que así será, como ha sido hasta hoy ¡y mucho más!

¡Gracias por todo! ¡No tengo con qué pagar! Sólo decirte que aquí estoy, que siempre ha sido; hoy y eternamente y entregada a ti, Padre mío.

Tu hija.



26 de Mayo de 2015.
Padre.
Y les he de decir; a todos ustedes que están aquí,
tal cual como han escuchado;
mas todo lo que Yo, ¡porque “Yo Soy el que Yo Soy”!,
el que siempre y eternamente les he hablado.

Todos verán, ¡todo lo que acaban de escuchar!
Yo -a mi hijo- a aquél que se ha elegido,
¡en la verdad se los voy a mostrar!

¡Y los he de llevar!, porque aquél que a mí
-lo voy a repetir- se ha querido entregar,
ya preparado ¡para la gran reunión!,
en ustedes y para ustedes será.

Que aquél que ha dicho que ha contactado
y que en la conexión ha vivido y ha mostrado.
¡Recuerda amado hijo! Lo he repetido.

Ahora, quien en la cristalización, en la verdad, en el “Yo Soy”,
¡eso es lo que mostrará!
Y el que ha vivido en falsedad, ¡tú verás como todo se desmoronará!

Por eso te digo, tal cual como has oído:
Tu Padre ¡que tanto te ama!, ¡no te da castigo!
Es aquél, ¡aquél que a fuerza de tanto querer!,
¡ya no escucha! lo que Yo -porque “Yo Soy”- el que te habla y te habló.

Ahora en la acción, ¡en la acción! tú lo vivirás.
El momento dispuesto ya está, amado hijo.
Por eso a ti te hablo de esto. ¡Lo vivirás!



26 de Mayo de 2015.
Aleshia (4).




Quien todo esto ha escuchado; pronto verás hermano por qué. Por qué a ustedes así les ha hablado.

Que verdaderamente, a todo aquél que ha escuchado, no importa dónde se encuentre, dónde ha estado. Nos reencontraremos hermanos.

Y sabrán que el que camina también en la verdad, ¡no es ficción!, porque luego -a su hermano- todo eso mostrará.

Palabras sí, de mi Padre tan amado y entenderán el por qué de todo esto que escucharon.



26 de Mayo de 2015.
Aleshia (5).
Y si se dijo que vivirías el paraíso; ustedes en acción, ¡en acción sentirán y verán!

Promesa cumplida estará.

¡No! ¡No te cuestiones! ¡No te preguntes de todo lo que escuchas y lo que supones! Que realmente aquél que todavía en su caminar es ambivalente, mi Padre, ¡mi Padre respeta! y en esa libertad lo deja, a que siga tentando a la suerte.

No es acertijo. Esto que has escuchando, mi Padre directamente me lo dijo. Y que lo demás, lo demás te lo va a mostrar. Más pronto de lo que piensas lo vivirás.

Ahí. ¡Ahí! verás la respuesta.

Que yo sólo te estoy repitiendo, porque lo que de Él estoy escuchando y con todo su amor, a aquél que ha decidido, su corazón nuevamente estarle entregando.



26 de Mayo de 2015.
Aleshia (6).
Y así, a todos los que escuchando están; mi Padre les pide la entrega total, porque los que aún no han abierto, a punto están.

Mas, muy claro y directo les dirá: “Quiero -amado hijo- que ya dejes la dualidad. Que seas lo que siempre has sido. Lo que te entregué antes de aquí llegar”.

Y entonces, de todo lo que has escuchado, verás lo que es real.