23 de mayo de 2015

Canalización del 20 de Mayo de 2015

20 de Mayo de 2015.
Aleshia (1).

Ahora, que como lo dijo mi Padre; ya todo empezó y nuevamente -paso a paso- lo que cada uno de ustedes estará mostrando, porque si tú supieras hermano en dónde y de qué manera, por qué y para qué estarás caminando, en ese instante dirías: “¡Daría lo que fuera! por ya, ya, en la eternidad, ante El, ante mi Padre tan amado y por El y para El estar, algunos dicen que “trabajando”. 

Trabajar, es una palabra que para mí siempre ha tenido una tonalidad. Cuando tú estás dispuesto. Cuando dentro de tu corazón sientes ¡tal emoción!, que lo que está vibrando quisieras ¡a todos y cada uno de tus hermanos! de ello estar hablando. ¿Cómo podría yo llamarlo?, porque no es imposición. ¡Es lo que sientes tan dentro de ti y lo haces con tal convicción! Con el infinito amor que El -desde la eternidad- ya te entregó.

Hemos escuchado cómo, tan insistentemente -ustedes hermanos- de ello han hablado. Han dicho: “Y todos los Maestros, los  hermanos que han llegado, con tal fuerza ¡para nosotros y con nosotros estar trabajando! -yo diría que en gran unión- para lograr la perfección. Nuevamente mostrarle, hablarle a mi hermano. Aquél que todo ello y quién es, ya lo olvidó”.

El velo; aquél que cuando ésta dimensión cruzó, Nuestro Padre -con infinito amor- en cada uno de ustedes depositó, fue sólo -amado hermano- porque tú prometiste y juraste el volver, para volver nuevamente en ti lo que muy dentro guardaste, nuevamente abriría. Y yo te digo: Ya llegó ése día. Tienes que sentirlo. Empezar a vivirlo, para que entonces, entonces, todo esto que se estará presentando en esta ilusión en la que estás caminando, Nuestro Padre tan amado nos ha pedido, ¡nos ha encargado! “A tu hermano; a ese hijo ¡que de mí se había alejado!, has de proveerlo de todo aquello que no ha utilizado”.

Tiene que vivir en ese sentir nuevamente, al escucharlo decir: “¡Padre mío! Aquí estoy, recordando el camino para volver a ti. Y mira, que también he entendido ¡que no es el destino!, sino el sentir ¡dentro, muy dentro! y escuchar la voz y vivir el Dios Vivo, ¡que eres tú!, Padre mío”.

Ahora, cada vez que mis hermanos, más fuertemente, que no es necesario que para eso -ya lo ha dicho nuestro Maestro- que tengas que alzar las manos. ¡Que sea tu corazón el que eleves!, sintiendo toda esa vibración, para que Nuestro Padre -al recibirlo- vuelva nuevamente a tu templo ¡y con más fuerza esté contigo! Porque ha llegado el momento en el que se ha de mostrar que -en cada uno de ustedes- están empezando a vivir la verdad.

Y tú te habrás de preguntar: ¿Cómo sería al llegar ese día? Si yo -a la par de mi hermano- lo sentiría y saber que está aquí ¡en toda su plenitud! Pero ver el rostro de Él, en mi hermano. ¿Será posible tal virtud?

¡No tienes idea! lo que la omnipresencia de Nuestro Padre tan amado, cuando se muestra a su hijo; ¡aquél! que al volver le dice: “Éste es el gran momento ¡que tanto! de ti había anhelado”.

Aguardad y sincronía. Todos a la vez habrán de escuchar esa amorosa y bendita melodía, que Nuestro Padre ¡hasta ti! hará llegar. ¡Tanto has escuchado! ¡Tanto de ello te he hablado! No tienes idea, el decibel que ya ha logrado.

Y aquél que se ha preparado -amado hermano- si yo te dijera ¡qué tan cercano estás!, de ya todo vivir, de todo escuchar. ¡Sólo te digo!, que al hacerlo y vivirlo, también te darás cuenta que a tu alrededor ¡no todos tus hermanos lo estarán compartiendo!

Tú estarás en esa dimensión, ¡en esa tonalidad! que Nuestro Padre te entregará con infinito amor. Pero también verás, cómo aquél que no escuchó; que no se preparó -aún al estar junto a ti- será otra, lo que él llama “su realidad”.

¡No olvides esto que te estoy diciendo!

Cuando todo esto que aún también tú ves que ataca mi cuerpo… Todo ello habrá terminado.



20 de Mayo de 2015.
Ángel Ráh.

Cuando todos ustedes se han dejado llevar ¡y miren lo que está sucediendo!, en lo que piensan que es su realidad. 

¡Qué tristemente lo que tenemos que mostrar! Aquí es, donde, el templo que ha sido vehemente y que se quiso preparar ¡nada de esto tendría que mostrar! Nosotros hemos dicho que en la verdad, lo que ustedes llaman “su realidad”, ¡eso!, ¡eso! habría de terminar.

Ahora aquí, a pesar de todo ello, me hago presente, porque si la hermana lo pensó y lo dijo: “Esto lo hago y con infinito amor en manos de “Aquél que me creó” ¡dejo lo demás!”. Pero, si tu mente insiste en pensar ¡qué es lo que habría de pasar! ¡y resiste al abandonarse!, cuando nosotros -en ustedes- queremos y les vamos a hablar.

Mira ¡eso es lo que a ti! te quisimos mostrar. Porque no basta con que digas: “¡Me entrego! y a todo su deseo me he de abandonar”. Es realmente hermano ¡que lo sientas de verdad! Que desde el corazón sea El, el que hable, para que tú -de una buena vez- ¡dejes de ser humano!, a pesar de aquí seguir caminando.

¿Qué te dijimos que te estaríamos mostrando? ¡El cambio! El cambio que se estaría dando. El cambio que -en ella- para que tú al verlo también dijeras: “Eso es lo que yo también quiero vivir y lo estoy trabajando”.

Trabajando ¡en el proceso del amor!, todo lo que tú deseas hacer ¡ya lo dijo “Aquél que te creó”! Sacrificio, ¡para nadie tendría que ser! Lo que haces ¡con infinito amor! eso es lo que habrás de mostrar, porque lo haces, está en ti el “Yo Soy”.

¡Y tal vez dirás! “Realmente -como siempre- son pocos los que esto escucharán”. ¡No tienes idea de la vibración que -al generar- hasta dónde llegará! Porque, si también de ello se te ha venido a hablar, de que en la Alquimia del que llamas “Maestro”, a ella entregaría y te lo va a mostrar, pero nuestro deseo es que ¡también tú lo puedas utilizar! Y para ello ¡el momento ya está! Nuestro deseo y petición es ¡que lo empieces a hacer ya!

Todo lo que viene, mira; te pido estar atento, porque lo que está sucediendo, aquellos que ¡tanto han estado diciendo! que palabras solamente han estado recibiendo; en la fortaleza, en la grandeza, en la viveza de lo que se mostrará, ¡sabrán que viene de la realeza! ¡Aquella! que el Dios Vivo -aquél que así lo ha sentido- estará.

¿Y qué podría decirte, hermano? porque nosotros hemos de respetarlo, si su deseo es seguir así; ¡limitados! Espero que llegue el momento en el cual ¡todo esto quieran cambiarlo! Que sientan realmente. ¡Que vivan vibrantemente! Que tan sólo que nosotros, en el instante en que así lo desearas y lo sintieras ¡yo te dijera!, nada pasara. Que en tu cuerpo tan fuertemente vibrara y todo lo que estuvo cargando ¡ya lo soltara!

Y los observamos. Y a Él, ¡que te ha creado, le hemos dicho: “En éste gran momento, permítenos acompañarlo, hablarle, ¡mostrarles! que mi recuerdo vivo. También, también esté consciente, que nosotros y tú ¡El!, que está contigo.

Mira, todo esto que está pasando, lo que está sucediendo, lo que en la atmósfera está cambiando, ¡es para que tú! -en esa sutileza- sigas adelante. Aquél hermano que ya se preparó, lo que ahora muestra de Él, es su infinito amor.

Se les ha dicho… que todo lo que viene y empezará a suceder, algunas cosas con tal rapidez, que ni tiempo tendrás hermano de pensar, sino sentir y ver ¡y creer! Y esto que estás escuchando; pronto veras por qué.

Lo que nosotros -para ustedes- estamos acercando, es por toda la vibración, la energía divina que para ustedes está llegando. De manera especial, lo que llamas “tu hábitat” ¡cambiará! Ahora será, lo que ¡es de verdad!

Muchas cosas ¡no sólo les tenemos que mostrar!, sino hablarles de ellas, para que ustedes -en ello- empiecen a caminar ¡y nuevamente! las empiecen a utilizar. Pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo hacerlo?, cuando unos pocos son los que quieren escuchar. ¡Mas no importa, hermanos! No importa. ¡Les hablaremos! Y deseamos que así como escuchen -al unísono con nosotros- digan: “¡Es verdad! Si con todo esto, lo que llamo “mi vida” va a cambiar ¡hagámoslo!, ¡vivámoslo!”

¡Y otra vez! Ya lo dijo la hermana: “Que no vuelva a suceder, lo que antaño perdió ¡a tantos hermanos!” Mira, que nuevamente les estoy hablando y algunos de los que están aquí ¡otra vez! me están escuchando. Con esa certeza, ¡porque lo dijiste! “En otra oportunidad, ¡tan atento estaré!, que la distracción no me perderá”. ¡Eso deseo!, que contigo ¡ya no vuelva a suceder! Porque si fuera otra vez… ¡Qué triste hermano! ¡Qué triste! Esa palabra que ustedes -tan fuertemente aquí- insistentemente quieren vivir.

Ha terminado el momento en el cuál sólo palabras, que algunos de ustedes han dicho: “Pues nos dan mucho aliento”. ¡No! No es esa la intención. Lo que deseamos y queremos, es que el hermano, aquél que dice “que ya despertó”, ¡ya deje de ser humano! Porque así, así es, ese Nuevo Vivir, como no sólo yo lo iré llevando, sino todos los otros; los que aquí estamos.

¡Y no tengan duda que los estamos guiando! Aquello que ustedes piensan, que en el camino de lo que ¡El les ha pedido!, en lo correcto has estado. ¡Tú verás cómo señales te hemos dado! y te insistiremos si es así. Porque tan importante es, que tal cual; si tú te dejas llevar ¡Ángel Ráh también te guiará! ¡Que no olvides!, que todo de ti escrito está.

Y aquél, que antaño a punto estuvo… y no quiso llegar. ¡Ahora hermano! ¡Ahora! -en ésta libertad- que puedas hacerlo ¡también!, también tu hermano te ayudará. Porque en esta conciencia, en la que en la apertura ¡y dices que lo has trabajado con tanta paciencia! Nosotros, ¡nosotros! -que en su nombre hemos llegado- ¡estamos viendo quién realmente! lo ha deseado. Porque aquél que ya estando ¡a un paso! se desaliente; entonces hermano, nuevamente ¡te estarás quedando! ¡Y no queremos que eso suceda, con ninguno de ustedes!

Que mira, que por eso ¡el símbolo sagrado, cuando te eleva! ahí es, que tú -al sentir- ¡pide!, ¡pide!, que empieces ya en ese Nuevo Vivir y en Conciencia Crísticaporque en ella, entonces sabrás… que la luminosidad de lo que viene, te dará ¡muchas cosas! ¡Así! ¡Directamente podrás lograr! ¡Y puedes pensar que será fácilmente!, porque cuando ya ¡estés girando, en esa energía que te estará alimentando!, sabrás que de aquí ¡como siempre fue! ¡y lo vas a vivir!, ya nada estarás necesitando. Palabras que -al que llamas “Maestro”- ¡tanto te estuvo recordando!

Y yo te digo ¡que ahora es el momento! Aquél que se preparó ¡ya lo estará mostrando! ¡Ejercito glorioso!, porque el Proyecto Shirón ¡sigue avanzando!, aunque tú pienses ¡que no!, porque ya en conciencia ¡la del amor!, ¡eternamente! en ella -no sólo estarás caminando- sino también a tu hermano -al compartirle- ¡tú verás como eslabón por eslabón!, ¡todo!, ¡todo!, logrará en esa unión.

¿Te das cuenta, el cambio que ya se mostró? Y mira, es tan sencillo. ¡Esto es nada!, con lo que aquél que llamas “El Padre”, directamente -y también a través de nosotros- ya te mostró. ¡Y lo hará nuevamente! en el Proyecto Shirón, que irá creciendo ¡tan fuertemente! ¡y en gran avalancha llevará!, ¡unirá! en esta gran marcha, a todo aquél que la conciencia abrirá. ¡Eso está escrito! Tú verás. A suceder ¡ya empezará!

Y aún hay mucho más que mostrar y que entregar. Paso a paso ¡El te lo va a mostrar! Que aquél que aún duda pueda tener, veras hermano, ¡verás!, cuando aquél que esté en presencia de El, que contigo estuvo escuchando y que sintió y creyó ¡y caminó! y abrió su corazón, entonces dirás: “¡Era verdad! ¡Era verdad y directamente nos trajeron la enseñanza del “Yo Soy”!”

Todos estos cambios y en las descargas que están sucediendo, muchos están pensando que la electricidad que está invadiendo y hay momentos en que sienten temor. Yo te digo; en el “Yo Soy” ¡es necesario también esta purificación!, por lo que -en lo que tú llamas “tu atmósfera”- ¡mucho ya limpió!, pero aún falta, porque lo que abrió, con más fuerza nuevamente ¡algunos templos ya invadió! Y tú lo estarás sintiendo. Necesario es, ¡por todo lo que estarás viviendo!

Y hablan del electrón. He de recordarte que el hermano que te está hablando del protón, también te dirá cuál es la relación. Que mira -que al preparar- quién todo lo inició; quién todo esto para ti trajo, para que se hiciera la purificación, ¡es tu hermano, el que te estuvo hablando! Que yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal!

El gran momento, para algunos de ustedes ¡tan anhelado! ya está. ¡Y me verás erguido! Con El y ante El ¡a su lado!, ¡para recibirte hermano!, que te he de llevar. ¡Frente a El haz de estar!, pero ¡ya totalmente purificado!

Y dejo en ustedes mi energía sutil, pero ya con la fuerza ¡que viene -de mí- para ti! ¡Hermano!



20 de Mayo de 2015.
Sananda.

Cuando de tiempo en tiempo -a ustedes hermanos- les hemos hablado y ha sido de ésta forma, aunque también -ante algunos- directamente ha sido. Tú has pensado: ¿Por qué preferentemente a aquél hermano así se le han mostrado?

Eso será ¡nuevamente!, porque todo aquél que al abrir su corazón y haga la conexión, yo te digo amado hermano, ¡no hay nivel!, es sólo… ¡tú lo habrás de ver!, corazón con corazón. Y mi Padre, que verá ¡con gran alegría! cómo  te estarás uniendo a tu Ser. ¡Eso es! lo que nosotros -en todos ustedes- también ¡ya queremos ver!

Que mira, que aquí estoy -con infinito amor- con mi hermano en unión, para darte, ¡entregarte! y compartirte, lo que de mí sucedió. Lo que viví ¡y fue para ti! Aún hoy, que tanto has dicho: “Ya no sería igual que aquél día”. Yo te digo; ¡mucho mejor!, porque mi hermano -al estarse preparando- ¡listo está!, para escuchar -de mí- la verdad. Aquella, que antaño ¡no quiso escuchar! Ahora, lo digo con alegría: ¿Cuándo será? Mas bienvenidos. ¡Bienvenidos!, porque el rayo del amor en ustedes está.

He de decirles, que momento a momento -en cada uno- tu hermano, tu hermano que te habla, te ha pedido: ¿Has hecho el recuento de lo que en ti ha sucedido? Ahora, aquello que no era bueno, el soplo divino -de ti, amado hermano- lo ha alejado. Que así como en aquél tiempo, aquél que lo sintió ¡y que mi manto tocó!, ahora, ahora, con escuchar y fuertemente ¡dentro de sí!, el corazón deja vibrar ¡ahí estoy! Que el fuego sagrado de mi Padre tan amado -en ustedes hermanos- ahora, cumpliendo está el gran proceso y lo ha liberado. Y mi corazón para ti ¡con infinito amor!

(Accesos de tos en Ketta)

Te estás preguntando, si realmente soy yo el que te está mostrando. Mira; cuando el templo, el cuerpo, se está entregando, ¡no es dualidad! Sucede que -camino a la verdad- ¡todo lo que tiene que soltar!, ahí queda, en lo que tú llamas “tu realidad”.

La hermana -a través de la cual ¡hoy también! fue mi deseo quererte hablar- ¡no tienes idea!, lo que en su interior sucediendo está. Mas todo ello es ¡con tanto amor!, para aquél hermano que hoy se reunió ¡y que quiso escucha!

Yo te digo, que en esta andanza ¡nada! amado hermano, lo que es ¡de mi Padre su voluntad! nada detendrá.

¡Mira!, cómo en eco (tosidos en varios de los hermanos) todo se dará. Así es. Así es como el Proyecto se logrará.

Que yo soy ¡Sananda!, tu hermano y mi corazón te entrego.

Permíteme el tuyo ¡tu templo!, sanarlo.



20 de Mayo de 2015.
Aleshia (2).

No habrá comparación, cuando uno de mis hermanos ¡o tantos! han hecho ya la elección.

Todo esto, en especial ¡hoy!, que estás viviendo lo que se te está mostrando, es para que tú, sientas el seguir adelante hermano; recuerdes ¡que nada habrá de importarte!, que -cuando has decidido entregarte- Nuestro Padre, llega ese gran momento en el que ¡también a ti! va a mostrarte, que no hay imposibles para que tu camino ¡sigas adelante!

¿Acaso no te hablaron? ¿Acaso no escuchaste? ¿Acaso no lo viste hermano?, que cuando aquellos ¡que también de mi Padre hablaron! y que -en apariencia para muchos- “enfermaron”; esa palabra ¡mira!, me va a permitir mostrarte, cómo en el cambio, cuando tú logres unir tu Ser con el cuerpo físico, ¡tanto habrás de entender!, de una sola vez. Verás que todo esto, ¡no tendría por qué en ti suceder!

A mí me han permitido, porque mi Padre -al habérmelo pedido- ¡y estar aquí! contigo; vivir ¡todo lo que tú también has vivido! Amado hermano ¡ya te lo he dicho! Mucho de ti he entendido, ¡pero tanto!, ¡tanto me has sorprendido!, porque con sólo tú desearlo, con sólo tú pensarlo, con sólo vivirlo, esto que te ha aquejado ¡ya lo habrías hecho a un lado! No hay nada, nada que haga mella ¡en la esencia!, ¡en la pureza! que mi Padre ¡a ti te entrega!

Que tu hermana -en éste instante- que está… ¡que estoy en mi templo!, ¡aquél que te dio mi Padre! Mira, cuando vas caminando, que en apariencia nada pueda importarte, pero todo, ¡todo en ti! está vivo, porque está la presencia de Nuestro Padre.

Y no hay en éste caminar, nada que detenga a aquél que -con infinito amor- se ha querido liberar, ¡entregar! Por eso yo, en el Proyecto Shirón, en el nombre de mi Padre, porque incontablemente y continuamente, seguirá elevando su voz para llevarte, para mostrarte, amado hermano.

Y mira, aquello que para ti ¡tan difícil! hasta hoy había sido, yo te digo: ¡Ya no será así! ¡Todas sus promesas ya se habrán cumplido! Mas tendrás y habrás de mostrar ¡la fuerza! que dentro de ti, ¡dentro de cada uno! tus hermanos verán a Él, ¡a mi Padre tan amado! Al Dios Vivo.

Si esto yo te digo es -amado hermano- porque algunos de ustedes -a hacerlo- ¡ya han empezado! y de todo habrá de proveerlo. Junto te llevaré, para encontrarnos con nuestros hermanos. ¡No tengas duda de ello! Mas en tu corazón -dentro de ti- ¡habrás de sentir la firmeza!, ¡el amor!, ¡la fortaleza que te entrega el “Yo Soy”! y esperar el momento. El momento que Nuestro Padre para ello tiene dispuesto.

¡No olvides!, que de todo lo que te ha prometido ¡lo ha cumplido! Y lo que hace falta ¡va a cumplirlo! Mas será en su momento, tal cual -como El- ¡Nuestro Padre! lo tiene ¡tan dispuesto! ¡En amor! ¡En unión! ¡En la fraternidad!, porque caminarán en unidad. ¡Así será!

Tu hermana Aleshia ¡los guiará!, en el nombre de Nuestro Padre ¡tan amado!



20 de Mayo de 2015.
Zetah.

Y así, así como el hermano Leutón ha hablado, yo te digo hermano,
que el momento está muy cercano.

Zetah -tu hermano- estará guiando,
porque en la instrucción que El, “El Creador” te ha dado,
el lugar ya está preparado,
donde aquellos que, al reunirse con nosotros estarán hablando.

Ya lo dije: ¡Me estaré mostrando ante ustedes; encarnado!

Hermanos; el momento ¡ha llegado!

Y así habrá de seguir. ¡Yo guío! ¡Yo llevo!

Que yo soy ¡Zetah!, su hermano.



20 de Mayo de 2015.
Saint Germain.

¡Y amados! Ustedes están pensando: “¡Ah! ¡Qué distracción tan fuerte!”, por lo que a la hermana le estuvo pasando.

Yo les digo: ¡Todo esto tiene un gran motivo! ¡El momento ya llegó en el cual todo sufrimiento! Y aquél que dijo que “enfermó”, de la lección, de la instrucción ¡nada entendió! Nosotros al hablarles, al decirles -con infinito amor- ¿por qué no decir “informarles” de lo que ya ha pasado y de lo que vendrá? ¡Lo que ya sucedió!

Miren; también, ¡también les dije! Si ustedes se han preguntado: ¿Por qué? ¿Por qué de ésta manera y con ésta voz -a través de ella- se ha mostrado? ¡Todo tiene una respuesta! ¡Tan clara! ¡Tan directa!

¿Y saben por qué? Porque ante ustedes estuvimos. Les hemos hablado. Les hemos -con infinito amor- que la verdadera intención es ¡prepararlos! Aquél -que de verdad- así lo decidió ¡la hermana seguirá! Nosotros con ella. Porque del Proyecto -que caminando está- es necesario que ya sea abierto ¡a toda la humanidad!

¡Sí, amado hermano! ¡Tú que te preguntaste y que dijiste! ¿Por qué solamente unos pocos? Los que llegaron, los que estuvieron, los que se retiraron, ¡los que regresaron!, también los que se unieron… ¡y los que estarán llegando! ¡Así es amado! ¡Amadísimo hermano! ¡Ya será abierto para todos! ¡Y verán! ¡Ustedes compartirán, escucharán el cambio! ¡El cambio total!

En un coloquio amoroso, nosotros estuvimos, quisimos hablarles y lo hicimos ¡con infinito gozo! ¡Y no te preguntes por qué hablando en pasado estoy!, que ya vivirás ¡y será de una vez!, ¡el cambio total! Que “Aquél que nos creó” ya lo dijo: “¡A mi hijo le daré! ¡En amor!”.

Y mira; yo te lo digo. Y el gran corazón, así como lo he sentido ¡entregándote estoy! Que ya mi hermano tan amado te dijo: “De la verdad te estaré hablando” ¡Y así será! Pero a aquél que se estuvo preparando. ¡A aquél! que -de verdad- listo está para escuchar.

¡Que tanto ustedes se han preguntado! ¿Qué de aquél tiempo del cual no se estuvo hablando? ¡Pues así! Así como ahora ustedes están escuchando, mucho, mucho ¡él recibió! Pero fue su deseo y con infinito amor, ¡estarse preparando!

¿Quién de ustedes de corazón, de verdad, lo decidió? Porque mucho han dicho: “¡Sí! ¡Yo!” Pero… hermano; ahora el momento está: ¿Quién habló con la verdad? ¿Quién realmente, se quiso preparar?

¡El sol brillará y todo mostrará con claridad! ¡A aquél que a Nuestro Padre se entregó! Y también mostrará ¡a aquél que habló con falsedad! ¡La hermana -insistentemente nos ha dicho- y a Nuestro Padre le ha pedido! “¡Que entiendan -Padre mío- que Corintios 12, lo que ha mostrado y lo que ha dicho, sea ahora; en esta Era Dorada. Que fuertemente sea mostrada. Que en unidad -la simiente sagrada- ha de caminar”.

¡En ustedes está! Porque nosotros, nosotros ¡ya sabemos a quiénes nos vamos a mostrar! ¿Ustedes lo sienten? Amados: ¡Nuestro Padre es tan benevolente! que te dice: “Amado hijo, ¡aún es tiempo! ¡Cierra tus cicatrices! ¡Abandónate! ¡Ven a mí! Vive todo ¡lo que ya te entregué! ¡Lo que es para ti!”

Empezará a suceder con gran rapidez. ¿Recuerdan que se les dijo?, que aquellos que caminarían con mi hermana, todo -en su vida terrenal, en su rutina- ¿había de cambiar? ¡Pues que no te sorprenda hermano!, porque empezará. Empezará ¡y sabrás! que así como lo sentiste, como tú lo dijiste, ¡así será!

¡Ella esperando está!, que Nuestro Padre le indique el momento para empezar. ¡Así que no pienses que tibia y en calma se ha visto y se verá! Porque el cambio que se dé ¡mucho te sorprenderá!, amado hermano. Que con ella estamos ¡y contigo también!

Mira ¡todo lo que empezó a suceder! ¡Eso es lo que nosotros queremos en ti también ver! ¡El cambio! ¡Soltarse! ¡Dejarse! ¡Abandonarse a la luz, a la vibración eterna que llegará como un alud! ¡Ay de aquél que no se haya querido preparar! ¡Ay de aquél!, porque ¡todo lo que lo envolverá!…

Mira; se ha dicho que se desequilibrará, pero nosotros ¡eso no lo vamos a permitir! Por eso Nuestro Padre, tan misericordioso… Ustedes verán lo que sucederá. Vamos a mostrarles. ¡La hermana lista está! Que no les sorprenda  lo que ella hará.

¡Amados! Su hermano ¡Saint Germain! Con ustedes, unidos estamos.

¡Que mi llama violeta a todos ustedes envuelva! Y la gran  amatista ¡eternamente! los asista. ¡Y en este gran planeta amoroso!, porque todo lo que se viva -que viene de Él- será ¡glorioso! ¡Padre tan amado!

Que yo soy ¡tu hermano! ¡Saint Germain!



20 de Mayo de 2015.
Aleshia (3).

Que siguiendo insistiendo, que en el Apocalipsis está escrito lo que está sucediendo y que con más fuerza viene.

No te quede lugar en donde tú pudieras estarte escondiendo. Mas mi Padre te dice que eso que vas a escuchar ¡no es verdad!, porque en realidad al hacer una limpieza total, lo que caerá es simple y sencillamente lo que aquél hermano, que de su hermano intentó y por tanto tiempo quiso abusar. ¡Ese es! Ese es el que vivirá el caos total, porque a fuerza de tanto eso mostrar, finalmente hasta a sí mismo, atrajo la adversidad.

Pero aún así, ¡aún así! dice: “Amo tanto a ese hijo, que sé que todo eso, el momento llegará en que lo va a cambiar. Pero ahora, ¡ahora! es imperativo que el que escuchó y se eligió, viva aquí el paraíso. Y Yo; porque “Yo Soy” el que se te va a mostrar, ¡a través de los que llaman “Maestros” y mis emisarios!, que mucho de ello les van a hablar. Ya no serán solamente destellos. ¡Será la luz que con tal fuerza invadirá toda oscuridad!

Que está sucediendo. Que poco a poco, muchos de ustedes ya lo estarán viendo. ¡Más ahora! ¡Más rápidamente! ¡Más fuertemente!, porque será un gran contingente el que habrá de acompañarles, que no sólo mostrarles.

También entregarles de Él -de mi Padre- todo su amor, porque en la Ley de Atracción, lo que les hemos traído, para que ustedes -de una buena vez- sientan al Dios Vivo. Porque al hacerlo estarán atrayendo y estarán viviendo lo que dirán “¡el paraíso!” ¡Lo nunca vivido! Porque así será, amado hermano. ¡Así será! Mas a Él, a Nuestro Padre, has de entregarte libre. Libre de todo. ¡Así!, con infinito amor y anhelante.

Habré de empezar a hablarles, de cómo preparar ya no sólo tu interior, también tu cuerpo, tu templo, porque al encuentro de tu hermano mayor -hermano- haz de estar tan purificado. Nuevamente te pido consumir el líquido sagrado. Aquél que eternamente te ha purificado. ¡Empieza por ello hermano! ¡Empieza por ello!

Que las células que contiene y que dan vida, porque tú en tu templo, en gran porcentaje ¡de ello estás hecho! Tiene que haber gran conmovencia, que esto lo haré, te diré con insistencia, porque de ahí se desprende, para que logres vivir y mostrar de Él -de Nuestro Padre- ¡toda su esencia! ¡Bendito hermano!, para que dejes ya de ser humano.

Y no te preguntes ni digas: “¿Qué es lo que en mi templo has visto?” Que ya todo mi Padre lo ha previsto. He de mostrarte el camino que he de darle. ¡Esto en el nombre de Nuestro Padre!

Que soy tu hermana ¡Aleshia!, que con infinito amor ¡he venido a hablarte!



20 de Mayo de 2015.
Madre María.

Y yo, aquí con infinito amor.

Que mira ¡amado hijo!
acompañándote estoy ¡con gran alegría!,
así como en aquél día, en el que todo empezó.

Que yo, por voluntad de “El que todo lo creó”,
como tu Madre tan amada, en ti y para ti,
todo lo que será entregada:
¡La grandeza! ¡El amor!, en el rayo sagrado.

Que mira; la fe y la esperanza en unión.
A ustedes ¡estaré abrazando!,
porque también -al estar caminando- yo,
a quien llamas “Tu Madre” te estaré guiando.

Seré quién a ustedes mostraré qué haré,
porque así nuevamente lo pedí.
Aquellos mis hijos, que también ¡y lo digo con gran regocijo!
y por ti -que lo pediste- estoy aquí.

Me prometiste que al hacerlo no habría duda
y al acompañar a éste ¡gran ejército de amor y verdad!,
¡todo habrías de vencerlo! ¡Sé que así será!

Y en gran solemnidad, mi manto amoroso en ustedes está.
Todos mis hijos, los abrazo con amor, desde la eternidad.

Que yo soy la Madre María ¡Cósmica!,
por todo lo que se les va a hablar.

Necesario era que en éste momento también les tendría que hablar,
porque así cerraría las puertas en la protección y el amor,
que para ustedes que se eligieron, he de entregar.
¡Amados hijos!, aquí estoy.

Y también les digo: Ya todo empezó.
En el gran encuentro también ¡ahí estaré!

Y  los abrazo a todos ustedes.
Verán cómo ¡todo así será! en la verdad, el amor.
Y aquí volverán ¡con nosotros!, en la eternidad.

¡He de entregar una señal!,
porque uno de ustedes conmigo estará.
¡Hijos tan amados! El corazón de María, os he entregado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario