11 de mayo de 2015

Canalización del 6 de Mayo del 2015

6 de Mayo de 2015.
Aleshia/Ketta.

… porque Nuestro Padre tiene muchas maneras de irnos acercando, de entregando de Él lo que -a cada uno- ya antes de llegar aquí nos entregó y nos dijo: “Amado hijo; todo esto tienes que estarlo guardando, llegado el momento en el cual te he de necesitar. Y en ese gran despertar -porque eres tú y sólo tú el que lo va a determinar- yo siempre estaré por ti esperando”.

Y en esa gran promesa que nos ha ido insistiendo, yo estaré respetando, pero -en el momento en que tú lo abras- en que tú todo eso abras, ahí es cuando yo, yo -con gran alegría- no sólo en ti, sino en la enseñanza que has llegado a recibir en el “Yo Soy”: “A tus hermanos- a tus hermanos mostrarás y compartirás, todo lo que de mí, ¡de mí!, hasta aquí ha llegado. Y en ese insistir, cuando a tus hermanos ¡aquellos que todo esto quieran oír!, que también deseen en ese momento ya todo abrir -amado hijo- eso es lo que en la misión que Yo te pedí, es lo que harás y ellos -ellos también- el infinito amor que les doy abrirán”.

Quizá para ustedes hay momentos, aunque ya no han sido tan insistentes, en los cuales -después de escuchar lo que ha sucedido- algunos, de ello han querido hablar, han tenido argumentos y han dicho: “¿Pero cómo?, después de todo esto, lo que he vivido, lo que mis hermanos -a ellos también- les ha sucedido. ¿Cómo Nuestro Padre…?”

¡Y mira!, que también ha habido aquellos, que de lo que han abierto han querido hacer alarde, pero también han dicho: “¿Cómo Nuestro Padre ha permitido, que después de todo esto, al abrir y después vivir en lo que me ha prometido, todavía esto suceda conmigo?”

Hablando de las experiencias -que no positivas- pero hermanos, también nuestros Maestros nos han dicho: “¡No permitas ya que eso suceda!, porque tú, ha llegado el momento que necesitas empezar a mostrar a tu alrededor, desde tu interior; co-crear, pero hacerlo en infinito amor, que es el que Nuestro Padre nos da”.

Tenemos que ver en todo ello, que -en el plan divino de Nuestro Padre- a cada uno nos ha entregado, prever que lo que vivas, lo que esté sucediendo, es también para que sientas esa seguridad ¡esa fe tan grande! que sólo el saber que lo que has abierto, lo que has escuchado, viene de Él.

Entonces -amado hermano- ¡entonces! en ese momento, para co-crear ¡tienes que ser osado! Sentir y saber, que Nuestro Padre ha estado -que no a tu lado- sino dentro de ti. Dentro de ti, porque -a todos ustedes- los ha creado con ese gran amor.

¡Y sí! Si para El no hay palabra, no existe la palabra “imposible”. Y tú has dicho, que a ti también te ha entregado un don, pues yo te digo ¡que no sólo uno hermano!, pero aquí, aquí, donde Él te necesita, que ahora es el tiempo.

Que mira que ya nos hablaron, ya empezaron nuestros amados Maestros a decirnos de Adam Kadmón. Y a cada uno de nosotros nos han empezado a instruir, pero también desde tu interior, porque sé que -de los que estamos aquí- en su mayoría han sentido, ¡han empezado a sentir! ese despertar, ese volver y saber de qué manera y qué, cómo es lo que tienes que utilizar. Pero no olvidando que ya nos han estado insistiendo, que ¡todo lo que tú estés utilizando sea en el amor!, el amor de Nuestro Padre, porque eso es lo que te dará -cada vez más- la fuerza, porque al hacer la conexión…

Y sabes bien que si nueva energía, ¡esa gran vibración! que has empezado a legar, llegará ese gran día en que estarás en total y completa comunión con el Ser superior, con tu “Yo” maravilloso. Ese, ¡ese! que solamente está esperando ese gran momento, en el cual ¡tú! -al estarte elevando- puedas lograr atraerlo, para que luego ¡aquí empieces a mostrar!, lo que es vivir en total unidad.

Que también -como ya lo dije- en completa comunión con el “Yo Soy”, que todo tu Ser interior se muestre. ¡Quede al descubierto! Primero para ti. Saber que ese es el camino que te estará indicando cómo llegar a lo perfecto, porque entonces tú abrirás la puerta. Esa puerta que ¡sólo tú sabes hermano y Nuestro Padre también!, cuánto tiempo ha permanecido cerrada, a pesar de que nuestros Maestros, nuestros hermanos que ya llegaron, tanto ¡y tan insistentemente!, han estado tocando. ¡Es tu corazón!, tu corazón que es donde -amado hermano- tan celosamente ha guardado, ¡que es el guardián del amor! Amor que ahora tú estarás compartiendo y ofreciendo ¡tan fuertemente!

Y mira, también empezarás a entender ¡con toda la profundidad! que cuando empieces a vivir lo que de Nuestro Padre ha llegado ¡y es para ti! y entonces permites salir ¡lo que también ya te había entregado! antes de estar aquí. Verás que tan incesante, ¡cómo se estará multiplicando! Y ahí es cuando tú, las puertas de lo que llaman: “Esa Dimensión”, verás que tan cercanas siempre han estado. Es por eso que nos dicen nuestros Maestros  y Nuestro Padre: “Ya llegó el momento. El momento para que tú -no sólo escuches- ¡que sientas! y -si es tu deseo- vivas lo perfecto”.

Y sí, todo esto que está sucediendo, el por qué hoy estemos aquí, así. ¡El sabe todo! El por qué y para qué de lo que está sucediendo. Que a pesar de todo esto, que para ustedes no sea motivo de pensar o decir: “Pues entonces, vamos a buscar otro momento en el cual de El ¡de Nuestro Padre! sus palabras podamos escuchar, que esto es el verdadero alimento”.

Lo que están escuchando y lo que ustedes estén sintiendo. Que aunque sea un instante, no será fugaz, porque dentro de ustedes -en cada uno- quedará anclado y estará en Él -ustedes hermanos- que no grabado, sino haciendo su trabajo, multiplicando en tu interior. Haciéndote sentir ¡y vivir! la enseñanza del “Yo Soy”, Nuestro Padre tan amado, que en éste instante dice: “Gracias, ¡gracias por -a pesar de todo- querer estar!”

Y yo les digo hermanos ¡que siempre! -para ustedes que pretenden seguir adelante y dejar de ser humanos- habrá momento, instante, lugar sagrado. Lo único que necesita es esto; que tú estés dispuesto. Y cuando ha sido así, mira, que para ello estoy aquí.

¡Esa es la misión! y hacerlo con infinito amor. Que siempre haya uno, que cuando sea -como en éste instante- más de uno, Nuestro Padre siempre, siempre, ¡mucho más a ti te ha de decir y ha de regalarte!

Si se te ha insistido que todo está en ti, pero para que puedas abrirlo, mira, redescubrirlo; las palabras, la clave, para salir de toda esta ilusión. Para eso, ¡para eso ya llegó todo un ejército divino! No tengas duda de ello. Para aquél que de verdad lo sintió y lo creyó, ya -a algunos- ya se mostró.

Y ustedes hermanos, que están aquí, insistiendo en esa tarea sagrada de dejar de ser humanos, ya mi Padre les entregará a todos, ¡a todos!, de manera especial e individual todo lo que tiene ¡y mucho más! Porque -vuelvo a insistir- en esta Era tan sagrada que ya ha sido iniciada, de verdad -para ustedes- que son la bendita avanzada ¡créanlo!, porque lo vivirán. Son ustedes, ¡ustedes!, los que empezarán a mostrar.

Y lo digo con el corazón, porque así es. Así será. Que en ésta misión en la cual Nuestro Padre tan amado pidió ¡primero hablar! ¡Insistir! ¡Tocar su corazón! Y luego -amados hermanos-que ya empezó la acción, mostrar. Mostrar, porque es verdad.

Ustedes sabrán, porque nuestro amado Maestro ya nos habló ¡vuelvo a insistir! del Adam Kadmón. ¡Y todo lo que él dirá, secreto no es! Es sólo que -de tiempo en tiempo- después de resguardar, para aquél que se quiere iluminar. Con ustedes -amados hermanos- ¡todo va a empezar!, en esa luminosidad. Y es mi deseo infinito que ustedes, ¡ustedes! -de verdad- con el corazón, lleguen a mostrar el “Ser Lumínico”.

Todos aquellos que han escuchado, ¡Padre! ¡Qué importa que algunos -en momentos- se han retirado! Que el corazón les haga sentir, que nuevamente ¡tú! -al estar aquí- escucharás y vivirás -de lo sagrado- ¡toda la verdad!

Así como te he hablado, así -amado hermano- así como insistentemente me has escuchado; ahora habrá destellos, porque también -para ti- es necesario y has querido verlo, escucharlo, en los cuales, cuando el hermano necesita -porque así lo ha dicho Nuestro Padre- sentir y ver cómo se pueda motivarlo en el gran quehacer amoroso, en el sendero en el cual tú ya estás caminando.

Te digo hermano; tu hermana que te habla, ya se te anunció que se estaría transformando. Yo te pido que sientas siempre -en ese amor- ¡esa confianza de acercarte!, que todo lo que quieras y sientas hablarme, no olvides, que la respuesta que escuches, en ese gran momento en el cual tú lo sientas de corazón ¡vendrá de mi Padre!, del “Yo Soy”. Porque así será, para ti que ya estás, en pleno proceso de tu evolución.

Eso es lo que El nos ha pedido. Eso es lo que -para ti- se hará, aún a pesar de que haya instantes en que sigas y te veas confundido, amado hermano. Ya nuestro Maestro, nuestros amados Maestros, ¡Nuestro Padre!, te han dicho de qué manera llamarle, para que sepas que no estás en soledad y que se te ha de mostrar cómo tu camino seguir, para luego -en el abrir- mostrar y vivir la verdad.

Mas también nos han dicho, que queden en el entendido que ya las cosas, al empezar y seguir en este camino ¡no se moverán a capricho! ¡No cuando tú estés insistiendo en hacer o en querer vivir algo! que -de Nuestro Padre- no sea El el que te está asistiendo, amado hermano.

Ten presentes estas palabras, porque todo, todo, así como está cambiando, se está transformando, también en tu exterior. Lo que estás viviendo se irá transformando -con infinito amor- para que tú sigas adelante, en ese bendito y gran camino a tu perfección, a tu evolución.

Y nosotros, nosotros te estaremos acompañando, porque el momento ha llegado, en el cual -así como todo se está transformando- tus hermanos -que hemos estado aquí encarnados- a ustedes, ¡a ustedes que se han preparado!, en la verdad, en el amor, en el perdón y la libertad, nos estaremos mostrando, tal cual como yo soy, en el “Yo Soy”, de mi Padre tan amado.

Estas palabras has escuchado, en lo que tú entiendes que es la voz de tu hermana Enriqueta, pero he de decirte, que tan profunda y amorosamente se encuentra en una unificación ¡total!, tu hermana; Aleshia.



6 de Mayo de 2015.
Leutón.

Y ha sido así, porque al vivir -lo ha dicho Él- el Padre que tanto te ama: “Yo que te cree y estoy aquí e insistentemente te llama”.

Mira; era necesario que tuvieras y mostrarlo, cuando -en esa Ley de Atracción- todo lo que en ustedes empieza a hacer esa interacción. Cuando se utiliza ¡y se vive plenamente el protón!, empieza a mostrar cómo y de qué manera -para tu vuelta al hogar- en ti, que lo has dicho: “¡Quiero! ¡Voy a evolucionar! ¡No importa!, que si es el deseo de mi Padre seguir en éste plano terrenal, en el proceso, en este andar, quiero vivir el paraíso aquí, para -de ello- a mis hermanos hablar”.

Y mira, todo esto que está sucediendo, todos los cambios que -de alguna manera- en ustedes se están vertiendo y que piensas que te están afectando. Hermano; ¡para eso nosotros estamos! Para hablarte ¡y mostrarte! -como en éste instante- que nada de lo que tú aquí pudieras pensar, que pudiera tratar de negar o atrapar o detener -que ya no mutilar- lo que El -para ti- ¡y en ti! quiere mostrar. Para eso estamos aquí.

Que mira que el que te habla es tu hermano Leutón. Y lo hago con mucho amor.

Si de alguna manera algunos -hace un instante- por algún momento dudó de que ¡tú!, que eres hermano mutante, que lo mejor sería dejar esta reunión para otra ocasión. Yo les digo: Aquél que se entrega y que llega con infinito amor, siempre -“Aquél que lo crea”- propicia el gran instante, el momento de mostrarles -a todos ustedes- su amor.

Y sí. Para poder seguir, en algo tan simple, es por ello que insistí; mostraríamos y sería aquí. Mas ahora hermano, yo te digo; cuando tú, siguiendo adelante y caminando con nosotros -que ya lo dijo el Maestro- lo hagas de la mano; mira, mira, muchas cosas vamos a mostrarte.

En la gran oscilación que está haciendo la atmósfera sagrada, para que nosotros podamos hacer la interacción con ustedes y ver -en cada uno- cuál será la reacción. Ahí es donde iremos -que ya lo sabemos- reencontrando, para hacer la recolección.

Y no. ¡No se adelanten! No queremos que sigan pensado: “¿De qué manera va a suceder?, si de aquí ya me voy a estar separando”. Amado hermano, en el plan, en el plan divino y amoroso de El, ya para ti todo está hecho. Que ya te dijeron: “¡Ya todo está escrito!”, porque entonces, tú mismo te evitarías, recortarías el vivir estos momentos en los cuales -tu hermano- tu hermano te está hablando y de todo esto que para ti se está preparando; que es grande, que es divino.

No puedo seguir de muchas cosas todavía hablando. Todo en su momento. ¡Y claro que sí! Te lo estaré diciendo, en lo que a mí corresponde. Que mira, sólo te diré, que todos nosotros cuando dijimos: “Hermano, te acompañaré”, algunos de ustedes sí nos han sentido. Otros más, aún en ello están todavía dormidos. Pero si están aquí escuchando, es porque -con ese infinito amor y el deseo de seguirse preparando- ¡eso es lo que Él está viendo! y nosotros también.

Les he de mostrar, que de esto que les voy a hablar, para que ustedes lo estén entendiendo ¡al abrir!, que también la sabiduría, pero que lo vean y lo sientan y lo entiendan todo con tanta claridad. El discernimiento, que eso es lo que cada uno de ustedes ha estado pidiendo.

Que mira; eso se abre cuando tú -en esa gran atracción- empiezas a elevar. La hermana te dice que tu corazón. Yo diría que ahí hay todavía ¡mucho más!, porque esa llave que tú has empezado a utilizar, estás abriendo las puertas de la eternidad. Sí, aquella que es total, ¡basta!, que no termina.

Te han hablado del vacío; que cuando tú pretendas encontrarte contigo mismo, que en la meditación -muchos de ustedes- es cuando entienden y reciben y viven esa conexión. Yo te digo hermano, muy importante es; que si tú empiezas a sentir ¡y de verdad!, lo hagas con el simple hecho de que tus pensamientos a un lado ¡de verdad! los dejes. Y mira, empieces a vivir.

Te dicen: “Concentrarte en un punto específico”. Yo te digo: ¿Por qué mejor no piensas y sientes y ves dentro de ti mismo? Así, solamente contemplando, que -todo lo demás- el Creador te lo estará dando. Y ahí es donde ¡abrirás! Destaparás en ese despertar y entonces empezarás a elevar -le llaman vibración- ¡Como tú quieras llamarlo!

Yo diría también que es en la electricidad, cuando empieza a hacer acción, encuentra un punto donde hacer unión. Que todo lo que tú empiezas -que no a pensar- sino a vivir, en el solo sentir. Al empezar a subir, logra esa unión, que es lo que ustedes llaman “la conexión”.

Mira, ¡es tan hermoso!, porque nosotros ¡y yo te lo digo con gran gozo! ¡Eso es!, lo que -al vivir lo mismo que ustedes- ahora aquí, llegó ¡esa vez!, ¡esa ocasión!, ¡ese momento sagrado!, en el cual ¡todo hizo expansión! Por eso te digo hermano: “Todo es luz y en ti está”.

Cuando llegue ese momento, ¡de lo que en ti sucederá!, también es importante que no haya temor en ti, al sentirlo, al vivirlo. Que aquél hermano, cuando vea que tú has empezado a compartirlo, tú pensarás que quizá complejo explicarlo será. Pero para eso, no sólo tu hermano que te está hablando aquí está. ¡Somos tantos!, pero -en el nombre de El- hemos llegado.

Y sí. Así como nos pidió dispersarnos, ¡pero en específico! con aquellos, aquellos que de verdad querían seguir adelante y en ese gran despertar, vivir -hermano mutante- lo que nosotros, nosotros ¡te mostraremos aquí!

El protón ya ha empezado a hacer su acción en algunos de ustedes y para llegar a una conclusión, el otro -que todavía ha estado dudando- al ver ¡tal sincronía! ¡Claro que sí! Deseará hacerlo ¡y querrá acelerarlo!

No olviden que todo esto, tiene que hacerlo ¡con infinito amor! Con el pensamiento ¡y la fe! ¡La certeza! de que así fue y así volverá a ser. Porque así es, en el tiempo -al quedarse estático- ¡es de El!, el todo, lo que vives y entiendes.

Hermano; comprende y abandónate a eso, que será, ha sido y será a su modo. ¡Y cómo, todo lo que en ti ha vertido! ¡Ese infinito amor! ¡Mira!, hasta hoy lo que te ha sucedido, en aquellos instantes -aunque han sido fugaces- que lo has dicho y lo has sentido de corazón. ¿Qué es lo que en ti ha sucedido? ¡Has permitido que se reavive en ti el protón! Pero queremos y es mi deseo -y por eso de esto te estoy hablando- que sea ¡ya!, completa y totalmente, permanentemente, porque -en esta Era- ¡todo lo que viene de la Fuente, se va a mostrar con toda la fuerza! Viene de la eternidad.

Estamos preparando, porque la red, que ya -para ustedes- se ha estado creando, ha estado atrayendo todo de lo que ya se les ha estado hablando. Nosotros, ardua y amorosamente en ello estamos trabajando, porque también, de todo lo que aquí -en tu plano terrenal- está sucediendo, mira amado hermano, por eso te ha insistido “Aquél que te ha creado”; que de ello no debes temer.

Lo que habrás de ver ¡tú!, sólo será el infinito amor. ¡Porque se te ha pedido y eso es lo que harás! A tu hermano ayudar; de “El que todo lo puede”, de El hablar.

Y recreando en esas palabras, que no solamente estarás hablando. ¿Quién? ¿Quién lo mostrará?, que en acción así lo verán. ¡Será aquél! ¡Aquél! que de verdad a El, -al Omnipotente- se entregó.

Y no necesitas decir: “¡Yo! ¡Yo he deseado! ¡Yo le he pedido! ¡Yo lo he hecho! ¡Con El he hablado!” Mira, no olvides que también se dijo: “Ya todo se estará mostrando”. Aquél que de verdad -en el nombre de El- esté hablando y de corazón; porque el que no, el que en falso habló, también el momento es. El Creador, el Creador ya lo dijo: “Eso ¡ya no! ¡Ya no lo permitiré!” Hermano: ¿Con quién de ustedes? ¿Con cuántos seguiré y de esto hablando?

Yo te digo: Soy Leutón y con ustedes también -en el nombre de Él- estoy.

Que la red electromagnética se mostrará con toda su fuerza. Por eso, por eso -amado hermano- el protón, hará una gran acción. Sólo te digo; cuando empieces a sentirlo, no sientas temor, porque señal te daremos que viene del “Yo Soy”.

Y de esto te seguiré hablando, amado hermano.



6 de Mayo de 2015.
Sananda.

Y en la plenitud, lo mi Padre -a ustedes- ha querido entregar.

Tu hermano te dice; aquél que ha conservado y vive en tal virtud ¡todo!, todo lo que llegará, para ti será.

Entonces, tu hermano que te está hablando, te digo: Agradecemos que estés aquí, escuchando. Mas así; ¡tan sereno!, todo lo que ya -en cada momento- que no sólo has venido a escuchar, sino cada uno de nosotros te ha venido a entregar; hoy, aquí -amado hermano- aquél que siguiendo en el proceso, en la preparación ¡tan entregado!

Ya lo dijo mi hermano. La promesa es: ¡Te ayudaremos! ¡Habremos de acelerarlo! en tu evolución, pero que tal pureza habiendo en tu corazón y en la certeza de que -luego de ello- cumplirás tu misión. Aquella, que mi Padre -a ti- ya te encomendó.

Por eso yo te hablo y en este instante a todos ustedes, ¡el gran regalo! del amor, la vibración y mi Padre -su presencia- que de Él, ¡nunca en ti!, sentirás ni vivirás su ausencia, amado hermano.

Y estaremos esperando, porque el momento sagrado ya ha llegado.

¿Ante quienes nos estaremos nosotros mostrando? y en la guía amorosa de mi Padre, seguir caminando.

Yo soy ¡Sananda!, que te ha hablado.



6 de Mayo de 2015.
Saint Germain.

¡Y así es! ¡Amados! ¡Amadísimos!

Que miren, que de ésta manera, aún viendo que alguna interrupción, para ustedes no lo sienten, en el afán, en el deseo de seguir con su evolución. ¡Y eso, Nuestro Padre y nosotros lo vemos!, desde lo más profundo -mira- de la esencia divina.

A ustedes que están presentes, verán, ¡verán de qué manera!, todo esto ¡impactará en su corazón y quedará de manifiesto! Amados, que mucho tiempo, mucho tiempo han esperado, ahora quieren seguir y vivir con todo lo sagrado. ¡Yo les voy a decir! Todo eso, ¡todo eso hermano!, es el momento. ¡Lo estarás viviendo!

Se te ha dicho, que la gran recolección ya empezó. Y se te insistió, que aquél -que de corazón- al hacer su promesa y su proceso siguió, amado, amado, ¡no te preocupes! Nosotros -de Nuestro Padre- ¡ya traemos la instrucción!, así como la amada hermana que ante ti ha empezado a mostrar su cambio. Aquél que cuenta no se ha dado -amado hermano- quiere decir que no has despertado. Porque también -en todo esto- implica ¡que tan fuerte es!

Que no; no es necesario que solamente digas: “Lo estoy viviendo. Estoy ¡atento!” ¡No! Es que te lo dijimos. Te lo pedimos; que estuvieras alerta, porque frente a ti, muchas cosas empezarían a suceder, a cambiar. Que tú empezarías fuertemente, ¡más fuertemente! a vibrar. Aquél que cuenta no se ha dado -amado hermano- entonces entenderás que todavía, todavía -de lo que has escuchado- poco, ¡muy poco!, has aplicado.

Y quise decirte, hablarte de ello, porque para mi hermano, para mí, para ¡todos lo que aquí se encuentran!, rodeando a todos ustedes con infinito amor, entregándoles una gran  vibración; nuestro deseo es que todos ¡todos sin excepción!, logren esa gran conexión.

Y lo que viene, amados hermanos. Lo que está llegando. Lo que ustedes están sintiendo. Cómo -algunos piensan- que su cuerpo está torturando. Piensa. Abandónate. No te resistas. ¡Entrégaselo al Padre!, porque es -amado hermano- mutante, en ese cambio, en esa transformación, que lo que viene y lo que verás más adelante -¡que tan cerca estás!- Sabrás y dirás: “Esto que estoy viviendo… ¡no tiene valor! ¡Qué importa lo que en mí! -en algún instante- estuvo sucediendo, causando dolor”.

Y es porque -amado hermano- tu templo, tu cuerpo está recibiendo. Está elevando. Está sintiendo. Está despertando, en la gran enseñanza del “Yo Soy”. Ahí es y de esa manera, como tú has empezado. ¡Estarás vibrando! Y nosotros contigo esperando, sabiendo no que estás en la esquina, ni casi dando la vuelta. Estás ¡frente a nosotros! Y pronto esto quedará de manifiesto.

Sentimos y estamos en tal contento, que cuando decimos: “Desde la octava en que te hablo”, amado hermano; la dimensión, éstas dimensiones en las cuales estarás ¡y estás ya! atravesando ¡con infinito amor! Con infinito amor vemos y lo sabemos, ¡que lo estarás logrando!, para vivir de lo que ustedes -de nosotros-ya  han escuchado. Quiero decir, que ya hay hermanos que ya han empezado.

Y también estarán contactando. ¡Sí!, con aquellos de los cuales les hablé. No solamente a ustedes, sino también en diferentes puntos. Que cada vez -para su sorpresa y alegría- verán que es así. ¡Ya llegó ese día! ¡Lo van a vivir! ¡Amados! Promesa de su hermano, porque en el nombre de “Aquél que nos ha creado”, de “El Gran Omnipotente” y en su esencia divina, que hasta ustedes está enviando y cada vez con más fuerza, así será. ¡Ya llegó ese día! ¡Hay muchas cosas más!, de las que tu hermano les hablará.

Ahora agradezco, ¡agradezco que aquí hayan estado! Que nos hayan acompañado. Que de todo esto también ¡estén vibrando!, porque era necesario que fuese así, por todo lo que -no sólo mi hermano y yo- les estaremos entregando. Nuestros hermanos, que ya han llegado y que en éste instante nos están acompañando, Ser Lumínico; de eso se te ha hablado, amado hermano.

Tú verás, ¡tú verás quién te lo estará mostrando! Amados. ¡Amadísimos! Con gran alegría y sólo les pido -al seguir adelante- que los siga acompañando y que sea su guía. Todo lo que nosotros les hemos pedido que traigan consigo, que los acompañe, porque ahora, que la gran energía que viene… y que es Solar, ¡mucho les va a entregar! y entonces al -en cada uno- de manera individual, tratar de anclar, ¡a aquél!, aquél que ya traiga consigo todo eso -que vuelvo a repetir- ya les hemos pedido, amado hermano; tú sentirás y vivirás ¡y mostrarás! lo que es “dejar de ser humano”. Y en ese cambio sagrado, nosotros -con más fuerza- ya te estamos acompañando. ¡Benditos! ¡Benditos hermanos!

y quiero decirles: ¡Preparados! Porque aquellos que con nosotros irán caminando, los necesitamos así: ¡Fuertes! ¡Valientes! ¡Entregados! Con esa fortaleza que sólo viene de Él y que nosotros -en su nombre- a ti también te estamos trayendo.

Y mira; algunos han hablado de la luz de Orión. Yo te digo hermano, que ¡Andrómeda divina!, que alguna vez -mi amada hermana- ya lo comentó ¡y más allá! Aquellos que empezaron a llegar. De eso, ¡de eso! nos escucharás hablar. Y será a aquellos, que de ese grupo compacto, que quisieron revivir el juramente y en éste seguir, dar acción -amado hermano- a ésta Gran Revolución del Proyecto “Shirón”. ¡Pronto sabrán por qué ese nombre! ¡Mi amada América! Mis hermanos tan amados. ¡Tan entregados! Tengan presente ¡cuánto los amo!

Y sí. Les hablaré. Les entregaré, todo lo que mi Padre -para ustedes- y también a través de mi hermana. ¡Ella mucho les ha insistido!, que en la gran Alquímia, la que yo he vivido, que a El le pedí, ¡escúchenme bien!, porque el momento es hoy; ¡aquí!, de lo que les hablaré. Ella mostrará lo que en la Alquímia sagrada, en el caminar ¡para ustedes! y en ustedes vertirá. ¡Amados!

No olviden ello, porque su hermano, ¡su hermano que los necesita!, también en la acción. El momento ya es. En el hoy, podrán verlo y sentirlo y vivirlo.
¡Que la gran Amatista y la llama violeta! en todos ustedes ¡y más en éste instante!, vierta, los envuelva y en gran expansión, en este bendito planeta del amor, se ancle. ¡Amados!

Que yo soy ¡Saint Germain! y he hablado ¡con infinito amor a mis hermanos! A aquéllos que se han elegido.



6 de Mayo de 2015.
Aleshia.

En el gran sonido que todos escucharán, sabrán que ha sido porque Nuestro Padre ha empezado a llamar. Por eso les pido -amados hermanos- estar preparados, entregados, amorosos.

Ustedes, que del gran letargo en el que estaban sumidos, en este despertar que han decidido seguir,  será el momento en el cual, a todos nuestros hermanos -de Nuestro Padre tan amado- tengan que hablar. Que El, en su infinito amor y en su gran protección, a todos y cada uno, siempre ¡siempre amado hermano!, te estará acompañando. Que para eso nosotros aquí estamos.

Y en el consenso sagrado, en el cuál, también a la hermana que te habla invitaron, lo que se ha logrado y de lo que se ha hablado, el gran resultado es; que aquél, aquél hermano que lo ha decidido y se ha entregado, fuertemente mostrará al Dios Vivo, ¡aquí! Aquí, como nunca, ¡como nunca, amado hermano, había sucedido! Por eso te pido que sigas adelante. Que seas constante, cada vez multiplicando todo lo que mi Padre -hasta ti- ha estado enviando. Sabrás por qué lo digo.

Salmo divino de ello ha hablado y en Cantares también lo has escuchado, pero aquí -amado hermano- ¡aquí!, serás tú quien lo estará mostrando; a plenitud, porque es voluntad de mi Padre. Es por ello que te estoy hablando ¡y muchas cosas más! y en el caminar -en el nombre de mi Padre- de mí vas a escuchar.

Ahora nos dice; que su palabra, como lo que hoy al escuchar, a ti te ha hecho vibrar, con esa promesa: que vuelvas al hogar. Y al abandonarte al descanso, permitas que sus emisarios -en ti- fuertemente hagan su trabajo, porque -con ello- la aceleración para tu evolución, empezarás a vivir.

Palabras de mi Padre. Amado hermano.



6 de Mayo de 2015.
Padre.

Te he dicho que te necesito, mas -amado hijo- será ¡a mi voluntad!, que no a capricho.

Yo te pido; total y verdaderamente escuchar. Porque si dije que te iba a guiar ¡eso es lo que de mí estás recibiendo!

Y para ti -que en dudas pudieras todavía estar- mira, ¡todo se estará esclareciendo!

Y de aquél que -si has escuchado- de mí ha recibido, mira, para ti ¡el momento también ha llegado!

Que si algunos, en la apertura han -tú piensas así- adelantado, no olvides que para cada uno el gran momento lo tengo preparado.

Y no pienses que si acaso ¡te has quedado rezagado! Que mira; lo que viene… ¡Ahí! ¡Ahí es donde todos ustedes! estarán mostrando, que en la Ley de Atracción, mas ¡en el Uno!, que “Yo Soy”, porque “Yo Soy” el que te está hablando, entonces, ¡entonces, amado hijo!, ¡todos ustedes! -de mí- estarán mostrando ¡el infinito amor!, como es que Yo los estuve creando.

¡Con gran alegría lo digo! ¡Ha llegado el gran momento! ¡Y te quiero decidido! ¡Amoroso! ¡Entregado! Que mira, que así como hasta hoy ¡todo lo que has escuchado!, eternamente te seguiré guiando.

¡Y sí! ¡Muy claro quedará en ti!, que -como te necesite- así, ¡así estarás caminando!

Que “Yo Soy el que Yo Soy”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario