21 de mayo de 2015

Canalización del 13 de Mayo de 2015.

13 de Mayo de 2015.
Aleshia (1).

La melodía sagrada que hermanos ¡ya empezó! y ha sido entonada. ¡Tú!, al elevar tu vibración -amado hermano- serás partícipe. Te habrás elegido, para que -llegado el momento de la recolección- estés con nosotros. Unidos, corazón con corazón.

Te has de preguntar: ¿Qué tan necesario será? Primero para ti, para que -cuando empieces en el verdadero vivir- aquél del que tanto escuchaste. Pero si en algún momento -amado hermano- tú te preguntaste ¿y de qué manera podrías -no cambiar- sino dejarte guiar? ¡Resurgir! Permitir que -desde dentro de ti- empiece a fluir esa energía divina. Porque la melodía sagrada ya está siendo escuchada y el decibel cada vez más fuerte y más fuerte va a ser.
¡Ay de aquél que lo escuchará!, porque entonces -tu hermana que hablándote está- sabrá que todo ¡Padre mío, tal cuál como tú lo pediste!, como así ha sido, nuevamente aquí -mis hermanos- ¡aquellos que se hacen llamar “humanos”! están dejando de serlo. Mas no para a El complacerlo, sino sintiendo ¡tan fuerte!, ¡desde lo más profundo!, que ya no debe pensar en ¡cuál será su suerte!, porque al dejarse llevar por Nuestro Padre, todo, ¡todo tendrá! Y ya lo hemos dicho; la copa -para ti- hermano siempre rebosará, porque cuando tú te separes ya de ésta ilusión, sabrás que con sólo sentir y desear todo en amor, lo co-crearás, lo llevarás a la acción.

Y esto que estás escuchando no es una mentira Yo te pido -amado hermano- ¡que comiences! ¡Que ya dejes de estar luchando! Y en gran libertad, a Nuestro Padre ¡ya no le pidas!, ¡sino que sientas y vivas!, porque El está dentro de ti, en éste Nuevo Vivir, que siempre ha estado. ¡Que de una y mil maneras tu corazón ha tocado! y te ha pedido: ¡Despierta hermano! ¡Despierta!, porque nosotros -contigo- eternamente estamos.

Y no sólo yo lo digo; nuestros amados Maestros, que ahora caminan contigo y contigo, ¡con todos ustedes! y te dicen: “Ahora, si tú sigues adelante ¡ya no te pedimos ser tan constante!, sino que vivas éste cambio. ¡Que siempre tu corazón esté vibrante! Que ya no escuches a la razón. Eso, se quedó en esa dimensión; la que está atrás, ¡de la cual tú te has despojado! ¡Y tú te vas a despojar!, porque amado hermano, ¡ahora!, ahora es el momento del aquí, del no tiempo, del verdadero vivir, en la gran enseñanza del “Yo Soy”.

¡Porque ha iniciado ya la andanza! Y tú podrás preguntarte: “¿Entonces, por qué aquí estás? Amado hermano; porque mi Padre me ha pedido, que espere al hermano que habrá de caminar conmigo. ¡Aquél que ya lo ha decidido! Aquél que -de verdad- con el corazón, ¡porque todo!, ¡todo lo que sienta y llevará a la acción!, será en esa gran y eterna conexión con el “Yo Soy”, Nuestro Padre tan amado.

Y también ha dicho: “Lo que hasta hoy a ustedes he mostrado; en uno, en otro, ¡en tantos! que se han elegido”. Pero -amado hermano- ¡yo te pido! que si ya lo hiciste ¡seas fuerte! Que recuerdes que perteneces a esa gran simiente, ¡aquella que se elevará!, que al unísono con nuestra Madre Gaia, ¡en gran victoria! ante Nuestro Padre se presentará.

No te preguntes de qué manera lo vivirás, porque  sabes que para El, para Nuestro Padre, la palabra “imposible” no existe y para ti tampoco existirá. ¡Ya no más! ¡Ya todo lo que hasta hoy viviste!, ¡todo lo que sufriste! Amado hermano ¡déjalo atrás!

Permíteme que en este instante -con infinito amor- así, con el corazón, que mira que soy tu hermana, que hablándote estoy. Donde de ti, todo aquello que hasta hoy te hizo sufrir, que en el nombre de mi Padre ¡tan amado!, porque es El y sólo El, que en gran acción, en tu corazón ¡siempre ha estado! Y ahora, escucha su voz dentro de ti, así, como siempre fue, como volverá a ser, amados hermanos.

Y luego de todo esto -unidas nuestras manos- ese Ser tan grande, que eres tú. ¡Esa parte divina!, permite que ya esté unida, para que al recordar y al seguir tu caminar, sepas y sientas, que nuevamente en el camino estás, para volver a Nuestro Padre, porque el momento ha llegado. Lo es ya. Y no por esto pienses tú, que para ti todo ha terminado. ¡No, amado hermano! Todo lo contrario. Apenas está aquí, en este plano terrenal, iniciando.

Todo lo que les di en ese instante, al permitir que mi Padre sintiera tu corazón vibrante, estás sacando, ¡déjalo salir!, porque con ello, ¡con ello! verás cómo -luego- si tú así lo permites, empezarás a fluir. Que ya también lo hemos dicho: No hay enfermedad. Lo que tú muestras es porque -dentro de ti- todavía inarmonía hay.

Y luego, cuando todo ello termine ya, limpio y purificado tú estarás. Porque ya lo dice mi Padre: “Cuando tú vuelvas a mi lado, será ¡tal cual!, con esa pureza con la que hasta aquí habías llegado”. Y su grandeza; ¡el amor! que a ti ¡tanto te muestra!, amado hermano. ¡Entonces tú estarás permitiendo!, que así como en éste instante te está sacudiendo, luego de ello, estarás ¡tan vibrante y cristalino! Así, así como mi hermano aquí, cuando llegó, cuando vino estaba. Volverá a estar, porque -de mi Padre- esa es su voluntad.

No tiene por qué alarmarte lo que pudiera suceder, que ya a cada instante aquél que dijo: “¡Quiero purificarme! ¡De todo lo que he cargado quiero liberarme!” Mi Padre así se estará mostrando. Pero es necesario -amado hermano- como ya lo dijo mi Maestro, que a ti te esté tocando. Será solamente -llegado el momento- para aquél que lo esté necesitando, porque la fuerza, ¡la gran fuerza con la que tú estés vibrando! Te darás cuenta amado hermano ¡que tú mismo!, ¡al desearlo y querer vivirlo!, todo aquello que había creado ese abismo, lo estarás soltando. 

Verás, que tu hermana no te ha mentido jamás, porque todo esto que tú has escuchado ¡es tal cual, como mi Padre -a cada instante- cuando tú estás frente a mí, me está dictando! Amado hermano. ¡Que no es tu hermana -la que tú estás mirando- la que te está hablando!, sino Nuestro Padre, que a través de ella te dice: “Amado hijo; Yo te prometí que tú, al decidir que nuevamente te ibas a elegir, a mis emisarios estaría enviando”.

¡Ha llegado el momento en el cual claramente así lo habrán de escuchar!, porque aquél que pertenece a la Gran Simiente ¡nunca!, ¡ante nadie! lo va a negar. Porque Nuestro Padre ¡El y sólo El! es -amado hermano- el que a ustedes y a mí -con infinito amor- nos quiso crear.

Si estoy aquí es, porque el deseo inmenso de Nuestro Padre es, que cada uno de ustedes ¡brille como un Sol! Tal cual. ¡Porque toda esa luz que está llegando de Alción! y que directamente en ti, en ti -amado hermano- se ha posado y se va a posar; acelerará todo ese cambio, que en ti se dará. Muchas cosas te desea mostrar. Y El sabe de qué manera, cómo y cuándo, ante quién y por qué, se estará mostrando.

Yo te pido -amado hermano- que tal cual, como todo esto que tú has estado escuchando ¡y más!, porque en el gran corazón de Nuestro Padre, con ustedes, a ustedes, nos ha dicho: “Será el momento de la verdad ¡y de una y mil formas a ustedes! -amados hijos- se los voy a mostrar”.

Aquellos que ya abrieron y que Nuestro Padre, con tal vibración ¡ustedes lo compartieron! A mis hermanos, en ese gran momentum, ¡tal energía sus cuerpos sacudieron! Quiero decirles que ellos serán y ustedes también -si así lo decidieron- quienes me acompañarán.

¿Y por qué? Se preguntarán. En el camino, ¡en la acción! mi Padre mostrará, que si en un principio tan insistentemente tu hermana y lo dijo: “Estoy aquí para de mi Padre hablar, que no para confrontar”. Mas ahora el momento ha llegado.

¡Luego de todo lo que ustedes han escuchado! Aquél que quiso tomarlo. Aquél, que en la preparación, también tuvo a bien recordarlo, yo te digo -amado hermano- ¡tal cual!, como mis amados Maestros me indicaron; ahora en la acción, ¡en la acción!, que no sólo ustedes; no sólo ustedes lo estarán presenciando.

Lo que viene de mi Padre es, porque su deseo, que hoy, en ésta Nueva Era de amor, de libertad, de perdón, ¡todo aquél hermano de buena voluntad!, que en un principio ¡quiso escuchar! y luego… sentir, desde lo más profundo, después todo ¡todo lo que está sucediendo! ¡Y aún más! Lo que ustedes -amados hermanos- porque entonces, muy claro tendrán que si con el corazón pidieron y con él se eligieron, Nuestro Padre también, también ¡ya lo dijo!: “¡Amado hijo! A ti también te he de necesitar. ¿Y de qué manera? ¡No lo habrás de preguntar!, porque lo irás sintiendo, pero en su vida sagrada, en su instrucción, toda tu evolución será acelerada”.

Eso también lo habrán de vivir. ¿Y quién amado hermano? ¡Aquél!, que -con infinito amor- se quiso elegir.

Estos días han sido de tal movimiento y dentro de aquellos que han abierto, ¡mucho! ha ido creciendo. Y aquél, que en este despertar ¡quiere sentir aún más! ¡Yo te pido amado hermano! ¡Déjate llevar! Porque no sólo en estos momentos, que mira que ¡en la gran Alquimia! de mi amado Maestro, ya mi Padre también me ha permitido -que aquél que se ha elegido- al escuchar sienta y viva ¡cada vez más fuerte! toda esta energía, que de una y mil maneras -a ustedes- ¡a ustedes! será entregada.

Y lo ha de sentir ¡no cualquiera!, porque aquél ¡que ni siquiera ha querido oír!, amado hermano, en ti quedará anclado y se liberará cuando tú lo decidas. Que el momento, mi Padre ya lo sabe. Mas nosotros queremos que sea aquí, ¡ahora!, en éste tiempo, porque todo lo que estará sucediendo ¡para ti!, ¡para ti amado hermano! Y nuestro deseo es que sigamos tomados de la mano. Así, caminando.

Y lo que nos está enviando ¡con todo el corazón! y dice: “¡Amado hijo! Aquél que se entregó, tengo un gran regalo y viene directamente de Alción”.



13 de Mayo de 2015.
Ángel Ráh.

Así es, amado hermano.

Y sólo te digo, que aquél ¡porque todo escuchamos!, que ha pedido y que con el corazón a “Aquél que te creó” le ha dicho: “¡Tanto te necesito! ¡Muestra a través de mí, lo que es el verdadero vivir!” Y por ello estoy aquí.

Te dije que vengo del Centro, donde la pureza y aquél, en el que todo empieza, ¡nuevamente aquí! lo muestra. Y te digo “nuevamente” porque todo lo que viene ¡y que será tan creciente! Mira, al recordar sabrás, que lo estás haciendo ¡una vez más! Aquellos que en la avanzada, porque, si se te habló de que la Tribu Elegida sería llamada. ¿Quién de ustedes ya hizo total reflexión? Porque sí, también yo aquí te lo vuelvo a repetir: ¡Que ya todo empezó!

Y entonces, aquél hermano que -como tú- ya se liberó, ¡a ese!, ¡a ese es al que -de tiempo en tiempo- tu hermano que te está hablando, también le habló! Y todo lo que el -de mí- escuchó, yo te digo: Es la verdad. ¡La verdad infinita, que siempre ha existido y existirá!

Ahora que esta ilusión ya se va a derrumbar ¿acaso no te has dado cuenta que así como ha sido construido, todo será destruido? Pero no te confundas; te estoy hablando de lo que ha hecho el ego humano ¡y aquél!, que gran desolación está sintiendo dentro de sí, porque sabe que ello no fue parte de su creación. Es necesario que en ti, se muestre ya la cristalización.

¡Sí, amado hermano!, porque aquél que de silicio ya se transformó, ¡ese es el que empezará a mostrar! y ustedes verán que así ha sido. Aquél que con nosotros -de tiempo en tiempo- en su evolución ha vuelto a caminar, ahora aquí, yo te digo: ¡Mentira no es! ¡Volverá a suceder!

¡Ay de aquél! que al haber estado tan cercano y haber escuchado ¡aún así!, su decisión ha sido seguir siendo humano. Mas también te digo, que el amor que nosotros -para ustedes- hemos tenido, siempre seguirá. ¡Eternamente! ha prevalecido.

Mas a tu hermano, al que ahora ¡aquí! has vuelto a escuchar, cuando la Era Dorada comience a brillar, luego de ello -amado hermano- sabrás de qué manera y dónde -a nosotros- ¡ya sin necesidad de que la hermana tan amada su templo nos quiera prestar!, ustedes ¡también a mí!, me habrán de escuchar. ¡Y no sólo ello! ¿Quién ¡en verdad! tiene el deseo de con nosotros caminar?

Que mira, yo te digo: ¡No será sólo un destello!, porque vivirás ¡lo eterno! Que así como el símbolo sagrado ¡te he querido entregar!, te lo hice al aquí nuevamente llegar, porque en ti será la muestra de aquél, que -en el nombre de El- a su hermano -con infinito amor- le va a hablar.

Y entonces sabrán, quien soy en realidad. Porque sí -amado hermano- tus ojos me verán. Que así como te dije que -de cada uno de ustedes- un escrito hay ¿qué pretendes esconder? Si no es necesario que aquí contigo esté, ¡para saber! lo que tu corazón ha guardado, lo que en él ¡todavía hay!

Y así te lo digo, ¡porque soy tu hermano! ¡Porque aquél que ya ha renacido y que empieza a sentir dentro de sí al Dios Vivo!, entonces ¡esa es la resultante de que ya te has elevado a ese cuadrante!, que hasta ti he acercado. Y no sólo ello sentirás, ¡no sólo ello vivirás!, porque la promesa ¡está firme y cada vez con más fuerza! En ti, ¡en ti amado hermano!, se mostrará. Que para ello estoy aquí.

El gran momento de aquél que se quiso elegir ha llegado. ¡Y ten la seguridad que así como tú aquí, hoy, me estás escuchando!, ¡también tus hermanos! a los que se estuvo preparando; lo mismo, lo mismo para ellos.

Que mira, que está tan cercano el momento en el cual ¡hemos de reunirlos!, porque ustedes ¡aquí!, serán esos grandes pilares que El ¡tanto ha de necesitar!, porque lo que ustedes ¡van a mostrar! ¡Ni la Filosofía Sagrada!, aquella que ha sido mostrada, ha podido encontrar ¡palabras! para explicar lo que se vive y muestra aquél ¡aquél de los hermanos que ya está -de El- del Padre! en una de sus moradas.

¿Y quién de ustedes? Que mira; ¡no escuches con displicencia! ¡Porque cuando sientas -de El- su presencia, entonces sabrás! -amado hermano- ¡cuánto te has equivocado! ¿De qué manera, pudieras tú pensar que El -ante ti- se tendría que mostrar? ¡Si aún así! -que escuchándolo estas- no has querido, ¡te has negado a preparar ese templo, por El tan querido!, ¡tan amado! Que ya lo dijo: “Cuando vuelvas a mí, aquél, aquél hijo que se ha alejado, quiero que sea así; ¡como ese gran diamante que todo lo esté iluminando!”

¿Qué acaso no lo has dicho? “Si El me hizo ¡a su imagen y semejanza!” pues entonces, amado hermano ¿qué habrás de mostrar cuando empieces tu andanza? ¡Por eso nosotros te estaremos acompañando! Y todo aquél que -de El- ya ha estado mostrando; yo te diré ¡mucho más de El!, porque para eso estoy aquí. Tus hermanos no sólo escucharán, ¡también lo verán!

Que mira, ¡que te habla tu hermano Ángel Ráh!

Lo que luego de esto voy a entregar, ¡la hermana ya lo recibió! Y tú te preguntarás: ¿Con quién lo compartió? ¡Pues con aquél!, ¡con aquél que de corazón ya lo sintió! y desea entregarse y en Conciencia Crística mostrarse, porque entonces la Cósmica a él ¡he de revelarle! Que no olvides; que para eso ¡Ángel Ráh! contigo está.

Y dejo en ustedes, mi energía sutil. Que envuelva la esencia ¡de cada uno! y sientan la presencia que sólo te entrega “El Uno”.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! Nombre todavía terrenal.



13 de Mayo de 2015.
Aleshia (2).

Y en la balanza; aquella que tú mismo -amado hermano- te has creado, porque si tu deseo es acompañarnos y en la andanza mostrarlo -que no a nosotros- porque ¡tal cual como a ti!, en ese gran momento y de manera tan sutil, Nuestro Padre, cuando tú empezaste a sentir, te ha estado hablando y te dice: “¡Ya es el momento -amado hijo- de que tú, quién eres y por qué estás aquí, estés recordando!”

Todo lo que hasta hoy, te hemos estado hablando y yo te digo -amado hermano- no solamente como en éste instante. También cuando tú -tan insistentemente lo he dicho- te has entregado al descanso. Todo lo que has sentido. Nuestro Padre ¡y nosotros! unidos, te hemos estado hablando.

Porque ya mis hermanos, aquellos que han estado llegando, ¡los que ya están aquí! y que con ustedes hemos estado caminando. Es el momento; nos estaremos mostrando tal cual, como Nuestro Padre -en la verdad- nos estuvo creando.

Porque lo que tú verás, así es, ¡así es! como has sido y en lo que nuevamente te convertirás, amado hermano. Que por eso -de la transfiguración- estuviste escuchando. Cuando se muestre ya, lo que en tu evolución has llevado a la acción, ya lo dijo también mi Maestro tan amado: “En ti, ¡en ti!, que totalmente te has entregado -amado hermano- todo lo estaré acelerando”.

Pero entonces, a nosotros nos habrás de permitir, que -con infinito amor- te acompañemos, te compartamos y te mostremos, porque todo lo que viene de mi Padre y es para ti, es para que tú lo sientas y lo vivas. Y con el infinito amor que El te da, lo recibas.

Ha llegado el momento, en que todo aquél que ha abierto, también de mi Padre, mi hermano me escuche.

Que nos ha dicho: “Aquél de mi hijo que ya está listo, déjalo que hable”.



13 de Mayo de 2015.
Anciano Sabio.

Amados hermanos; henos aquí con ustedes.

La vibración de cuerpos. Pronto encuentro.

necesario revolto particular. Negativas en su templo.



Solo siente:  Removiendo. Removiendo.

Soltar sus templos. Soltando.

Haz que los saludemos. No sentís miedo.


Sólo aquél que teneís la voluntad de hacer, lo selle.

Pronto encuentro.

Queremos a modo. Los vehículos a punto de encuentro.


Solo será purificado el que decida.

Hemos traído paz.


Los encuentro, amados hermanos.

Pronto sabrás si vienes.




13 de Mayo de 2015.
Aleshia (3).

Cuando todo eso sucede, lo que ustedes podrán pensar: ¿Qué es lo que a la hermana le agrade? Todo lo que dentro de sí, cada uno de mis hermanos ha querido cargar, aún a sabiendas que todo ello te puede afectar. Pero mira, nosotros te decimos; si de ello quieres hacer enmienda, Nuestro Padre tan amado ¡siempre te envía! a través de quién te puedas purificar.

¡Y no sólo ello!, amado hermano! De ésta forma ¡nosotros! te estaremos mostrando ¡que eres tú! y a través de ti, ¡tú mismo!, quien al sentirlo y quererlo así ¡te vas a liberar! Y es que, lo que nosotros hemos insistido y te decimos y te pedimos: Recuerda. ¡Recuerda quién eres! Quién tú has sido, porque eso es lo que hoy –nuevamente- volverás a mostrar.

Todo lo que ustedes ¡y no sólo ustedes, amados hermanos!, aquellos que vendrán de acompañar y ante quienes -en el nombre de Nuestro Padre- ¡su palabra! les vamos a llevar. Yo te digo: Fácil no será. Pero tú, tú tendrás, ¡tienes! la fuerza, ¡la fortaleza! de aquél amado hermano, que aquí -en éste plano- nuevamente ¡sus alas abrirá! Porque eso es lo que tú eres: ¡Un ángel!, que Nuestro Padre aquí, quiso enviar.

¡Eso es lo que nosotros te pedimos! Que habrás de recordar. ¡Y si tanto has escuchado! que ahora -con todo lo que está llegando- ¡la gran energía!, ¡la vibración!, ¡tú estarás recordando, amado hermano! ¡Que eso no te esté asustando! Que la revelación ¡que en ti se estará mostrando! es de quién realmente tú eres. Que estás hecho de esa esencia divina, de “Aquél, ¡que todo lo estuvo creando!” Nuestro Padre tan amado.

Y si estás pensando: “¡Tal vez estaré recordando quién fui! ¡Qué hice! ¡Para qué!” Si eso llega a suceder, serán momentos de gran conexión, de gran armonía, ¡en los que tú ibas camino a lograr tu perfección!, porque no serán los que viviste ¡tan aciagos! Eso no, amado hermano. Eso, no olvides, que en la entrada de esta Era Dorada, ¡en el final del tiempo!, que aunque lo viviste ¡y el cambio lo estás haciendo!, ¡tal vez un poco lento!, ya todo quedó atrás.

Por eso ahora -te insistimos- es el tiempo del no tiempo, del aquí, del hoy. Y te pedimos que recuerdes ¡cómo vivirlo! Así; ¡en amor!, ¡en gran libertad!, ¡en el perdón! Que sea tu deseo ¡primero a ti mismo querértelo dar! Y luego, luego ¡se empezará a mostrar en el exterior! ¡En esa gran expansión que -en ti- se hará! Porque lo vivirás, ¡lo sentirás!, lo habrás de mostrar.

Cuenta te has dado, de todo lo que tú -amado hermano- hasta hoy has cargado y aún a pesar de que todo lo que los nuestros Maestros nos han dicho, lo has escuchado ¡has reincidido! ¡Sabes por qué te lo digo! Lo sabes hermano, mas Nuestro Padre, lo que ve es tu corazón ¡y te pide que escuches su voz!

También te lo pide tu hermana: Aleshia, ¡Aleshia de Shirón!, porque en el Gran Proyecto que ya empezó -amado hermano- ¡vivirá lo perfecto! todo aquél que se eligió. Y es mi deseo, que también tú, me acompañes. Quiero mostrarte -que no sólo ya de ello hablarte- cómo es que mi Padre, cuando tú decides entregarte, a través de ti ¡mira!, ¡que esto que ves en mí es nada! comparado con lo que tú estarás mostrando.

Porque ya lo dijo el Maestro ¡tan amado! ¡Y con tal acierto! Todo esto que tú estás viendo, lo que El nos estuvo mostrando, ¡eso es lo que ustedes harán! ¿Y sabes cuántos serán? Nosotros, nosotros sí sabemos, porque tú, tú que estás escuchando, ¡no pienses ni creas que es sólo tu hermana! ¡Ésta! ¡La que tú veas! ¡La que te está hablando de ello! Siente -en tu corazón- que todo viene del “Yo Soy”, de Nuestro Padre tan amado.

¡Porque ya lo dijo también mi Maestro! ¡Los dos lo dijeron! “¡Ha llegado el tiempo! El tiempo en el cual ¡ustedes!, ¡esto lo estarán viviendo!” ¡Y como ya lo están entendiendo!, también -a escuchar de Nuestro Padre la verdad- están preparados. Porque ello, cuando lo estén escuchando, sabemos, que aquellos que lo estarán haciendo, no se estarán asustando, porque -al mismo tiempo- estarán sintiendo ¡lo que en su cuerpo! estará sucediendo.

No olviden hermanos. Mi Padre me ha permitido, porque lo ha dicho: “Es el tiempo, porque -mi hijo- ¡esto nuevamente! lo esté escuchando, porque lo que ha de llegar de la Fuente, en ellos se estará mostrando. Y aquellos que les estarán hablando, ¡sabrán! que son los emisarios. Aquellos de los que les hablé, que les estaría enviando”.

Hay muchas cosas de las cuales ustedes se tendrán que ir acostumbrando, en el cambio total, ¡aquél que se hará!, porque ¡primero sutil! se presentó ante ti. Ahora -amado hermano- con toda la fuerza nos estará mostrando.

Es por ello que nuestros hermanos -los que estuvieron llegando- ¡también a ustedes! los han estado preparando ¡de alguna forma!, aunque algunos se han estado mostrando, porque el momento para los que están aquí ¡cómo quisiera decir que para todos! ya ha llegado.

Y no porque tu hermana lo diga; que no es casualidad esto que están escuchando. Todo lo que se moverá, en el ciclo divino que se ha cerrado y aquél que se abrirá -amado hermano- la gran energía solar, lo que estará impactando, moverá ¡el Gran Chackra Divino! que -en ti- ya se ha estado despertando. Y todo lo que tú estarás sintiendo -amado hermano- te estará moviendo ¡para el Gran Despertar!, porque el paraíso terrenal -aquél que viva el cambio- lo mostrará. ¡Así será!

Y esto que vivieron, necesario fue. Lo que mis hermanos absorbieron -de cada uno- yo te digo; es nuestro deseo, para que tú escuches realmente, en el Gran Llamado que vendrá de “El Uno”.

¡Ya no permitas! que de la dimensión -de la densidad que atrás quedó- te vuelva a alcanzar -amado hermano, porque todo lo que vendrá y lo que vivirás, ¡tú!, al recordar lo que aquí pasó, sabrás que mi Padre ¡para ti lo envió!, ¡como un gran regalo!, para que sigas tu preparación.

Te lo dice tu hermana. Tu hermana Aleshia. ¡Aleshia de Shirón!

Y si tú te preguntas: “¿Qué es lo que vendrá?” ¡Si tanto se han cansado de hablar de caos, de calamidad! Yo te digo: Para ti que te has querido entregar, eso, ¡eso no lo vivirás!, porque Nuestro Padre tiene preparado que vivas aquí -antes de a El volver- ¡el paraíso! El paraíso terrenal.



13 de Mayo de 2015.
Leutón.

¿Y cómo podrías mostrarlo?

Nosotros nos preguntamos, de qué manera al hermano podríamos motivarlo, para que en esa aceleración ¡en su cuerpo despertara lo que mueve! La atracción. Con una gran inyección; la energía que se está moviendo, que en los polos que ya se estuvieron uniendo, a ustedes está enviando

Y mira; también se te dijo; los cuatro puntos cardinales, al entrelazarse en la red energética, que está cubriendo lo que es, mira, en la Señalética, lo que ustedes mencionan ¡la atmósfera!, que es el nombre que reconocen, mas ¡también de ello he de hablarte! Porque tú has de recordarle, que en el Gran Cosmos, cuando estuviste inmerso en lo que tú llamas “vacío”, pero que solamente es ¡ni siquiera lo que tú llamas “la unión”! En esa conexión ¡si quieres llamarlo así! Ese hilo, ¡hilo de plata!

Mas mira, cuando en ti haga acción el protón, verás cómo -al hacer la explosión- entonces será completa y total esa unión y será eterna la conexión. Como siempre fue en nosotros, que somos tus hermanos… ¡mayores!, si así quieres llamarnos. ¿Por qué? Porque te hemos adelantado ¿cuántos pasos hermano? Que ahora aquí estamos, para compartirte y decirte: ¡Deja!, deja que esa atracción haga en ti la reacción, porque ahora que todo está haciendo polución, ¡tú! serás -porque en la avanzada caminarás- el que mostrará de qué manera la energía solar en ti, ¡en ti! está haciendo ese cambio, ¡dejando atrás la dualidad!

Cuando tú entiendas lo que es caminar en unidad. “Aquél que nos creó”, cuando te pidió aquí estar. Ya aquel que llamas “Maestro” te ha dicho ¡y la hermana que acaba de hablar! Que fácil, para ti no sería. Pero mira; cuando tú recuerdes y ¡ya llegó ese día! Entonces, entonces sabrás, que no es electricidad lo que todo esto movería.

Así lo has de llamar ¿pero sabes? En la gran atracción de los cuarzos, porque ahora de ello también te voy a hablar, todo lo que genera, cuando tienen y buscas y encuentras una polaridad, entonces, piensas que al unirse siempre tiene que haber una atracción ¡y es real! Tú, al vivirla, al sentirla, lo que te mueve es -amado hermano- yo te diré: ¡Puedes producirla! ¡Eso es! Tú has creado ese cuerpo en el cual te has estado moviendo. Lo que tanto has andado.

Y mira, si  nosotros ahora podemos -a través de la hermana- hablarte y nos estás viendo, yo te diré; el momento está muy cercano, que realmente ¡como somos! y de qué manera te hablamos ¡también nos estaremos presentando! ¡Que ya estamos aquí! Y mira, quien de todo esto te está hablando -que te dije que te hablaría del protón- yo soy tu hermano Leutón.

Y atrayendo y ante ti presentando ¡que no es una lección! Es sólo lo que tú, ahora, tendrás que estar recordando. Porque todo lo que está volviendo ¡es sólo un ciclo divino! que nuevamente hasta ti está llegando.

¡Todo es eterno! ¡Nada ha terminado! Porque si eso es lo que tú has pensado, es que aquí termina lo que tú has creado, que es sólo una ilusión. Mas ese velo, ese velo, ya tendrá su destrucción.

Cuando nosotros de eso te hablamos, ¡todo lo malinterpretamos! Eso es lo que ustedes han estado hablando. ¡Sí! Lo han malinterpretado, porque cuando hablamos de destrucción, ¡piensan que de ustedes estamos hablando! ¡No!, amado hermano. Nosotros te traemos el gran amor de “Aquél que nos ha creado” ¡y de ello es de lo que te hablamos!

Que mira, que con tal fuerza todo lo que hiciste. ¡Hasta dónde has llegado! ¡Lo que produciste, es necesario que llegue a su término! Porque tú, ¡tú! que de El has llegado, porque te ha creado, hermano: Sabrás y vivirás lo ilimitado. ¡No hay principio! ¡No hay fin! En el tiempo todo es hoy y es aquí. Por eso ahora, que todo está viviendo la gran atracción, lo que tú llamas “tu lección” es -amado hermano- que de lo que El te entregó ¡hagas la resurrección!

Y la energía divina; esa, la que siempre está presente, la que no contamina ¡esa es la que se empezará a vivir, aquí! ¡Recuerda mis palabras! Por eso nosotros hemos llegado. Porque a ustedes les estaremos mostrando y al seguir caminando ¡eso es lo que estarán viviendo! en ésta Era Dorada que ¡con más fuerza!, ¡porque todo lo que está atrayendo! ¡y lo están haciendo ustedes, hermanos!

Y ahora, con ustedes caminaremos, les ayudaremos, los guiaremos, pero en el mismo instante en el cual se den cuenta que ¡todos somos! y así estaremos -de igual a igual- ante El, entonces ¡con gran alegría!, también tú mostrarás. Porque eso es lo que harás.

La cinta magnética que está reforzando, recuerden que al que llaman “Maestro”, del cinturón electrónico les estuvo hablando. Ahora con más fuerza, en ustedes se estará mostrando.

Nosotros les pedimos que no se estén atemorizando, porque así como todo lo que han estado sintiendo, en la transmutación de su cuerpo, ¡más!, más todavía lo estarán viviendo, pero para su purificación, ¡para la cristalización!, ¡porque el silicio tiene que mostrar!, para que ustedes ya lo muestren en acción. Y eso, eso es lo que vivirán.

Se los dice su hermano Leutón.

Y no olviden, que para eso aquí estamos, con ustedes también. Los acompañamos y también nos mostraremos ante aquellos que -al elegirse- con nosotros estarán caminando, que para ello, para ello ¡en el nombre de El! “¡Aquél que nos creó!” aquí estamos.

Que yo soy Leutón.



13 de Mayo de 2015.
Saint Germain.

Que yo les pido amados, ¡amadísimos hermanos!, que todo esto que han presenciado y lo que han escuchado ¡no lo dejen de lado! Que de verdad -en su corazón- no sólo lo guarden. Que de todo ello ¡hagan reflexión!, porque todo lo que viene, para que ustedes logren su evolución, amados, ¡amados! Verán todo lo que estará sucediendo, lo que se estará mostrando, ¡lo que en ustedes! estará pasando. ¡Aquí!, en éste lugar, que preparado fue por “¡Aquél que nos ha creado!

Y lo que cada uno de ustedes ha escuchado; ¡todo amado hermano! ¡todo!, por cada uno será recordado. ¡Tanto por aquél que nos estará acompañando!, como por aquél que -también aquí- su misión la estará cumpliendo.

Mira -amado hermano- ¡todo lo que ha empezado! Ahora, ¡ahora ya!, se estará mostrando lo que nosotros tenemos preparado. Verán cómo -cada uno- en la misión, lo que estarán haciendo, lo que estarán cumpliendo, ¡pero que será de corazón!

Yo te digo; lo estarán viviendo ahora. ¡Ha llegado la hora!, que ya vivieron y sintieron el abrir de la Nueva Aurora. Y todo esto, lo que están viviendo, los cambios -ustedes llaman “cambios climáticos”- ¡amados!, es que ¡todo se está limpiando!, porque no solamente a ustedes se les está purificando; la amadísima Tera, ¡la Madre Gaia! que en unión con ustedes, recuerden ¡hay que caminar en unidad! y ¡todos y cada uno nos tenemos que ayudar!, para que entonces, toda esa energía que se va a elevar ¡tan cercano está el momento!, ¡ya llegó ese día! en el cual -amados- todos y cada uno, ¡se van a liberar!

Porque en esa libertad y en el perdón, en el infinito amor que Nuestro Padre a cada uno de ustedes entregó ¡y a nosotros también!, lo que cada uno de nosotros logró, ¡queremos en ustedes ver! Amado hermano, ¡ya no permitas que en ti haya más distracción!

Y si esto lo digo, tú verás, tú verás por qué. Ahora -directamente- cada vez que con ustedes -a través de mi hermana- hable, ¡entiende! que será con infinito amor ¡y les diré!, así como yo, también mi hermano lo hará, porque en el intento que ustedes ya vivan en la verdad y si su deseo es dejarse liberar, entonces para poder purificar ese templo que aquí vinieron y quisieron ocupar -amados hermanos- ¡ya no hay vuelta atrás!

¡Permítanos entonces hablarles directamente y con la verdad! ¿Qué es lo que has hecho de ti?, a lo que llamas “tu suerte”. Y entonces ¡tú!, ¡tú serás el que decidirá! Si quieres al escucharlo tomar esa actitud de que ¡se te ofende!, cuando solamente -con infinito amor- se te está hablando. Pero si tú quieres así sentir, entonces piensa que es cuando un Padre -a su hijo- reprende, para que vuelva al camino y viva lo correcto. ¡Que ya no tiente a lo que llama “destino”!

Amado hermano ¡si tanto te hemos hablado! ¿Y tú qué has hecho? Algunos ¡se han alejado! Otros, que los hemos ofendido ¡eso es lo que han pensado! Pero ahora, en este instante ¡tan sagrado!, yo les digo; la verdadera intención es que -con infinito amor- tú vivas ya de una buena vez y muestres tu evolución y en Conciencia Crística vivas la enseñanza del “Yo Soy”, amado hermano.

Si a ustedes desde el inicio les hablamos, fue porque eso es lo que escucharon, que ustedes se habían elegido para aquí nuevamente vivir y mostrar -de Nuestro Padre- el gran inicio de esta Era de amor, de libertad y de perdón. Y también es verdad lo que les he dicho: ¡Los necesito! ¡Los necesito!, pero con ese infinito amor.

Y ustedes verán que no he mentido; ¡que aquellos que a mi hermana acompañarán!, es porque -de El- la instrucción, ¡de Nuestro Padre tan amado! han recibido y recibirán. Y nosotros también los estaremos acompañando. Y en la guía sagrada, en la instrucción les estaremos hablando. Ustedes lo estarán presenciando ¡amados hermanos! ¡Pero nosotros lo que queremos es que también con nosotros vayan caminando! ¡La gran avanzada!, ¡aquí en el Gran Proyecto Shirón!, en la Era Dorada.

Y de manera especial, ¡porque también les he dicho que en distintos lugares, a sus hermanos les hemos también querido hablar! Con infinito amor se han querido preparar, pero saben -ustedes aquí- ¡no importa que piensen que atrasados han estado!, porque todo lo que han escuchado, ahora, el momento ha llegado, se estará mostrando. ¡Tanto hemos insistido en ello! Pues sí, amado hermano; ¡tú!, que con nosotros estarás caminando ¡y aquél que no lo haga! lo estará escuchando, cómo todo eso ¡ya ese estará dando!, completa y totalmente.

Y verán de qué manera será. ¡Nadie se podrá imaginar!, por mucho que ahora -amado hermano- lo quieras pensar, porque lo que viene de El, de Nuestro Padre y que es su instrucción, ¡así como la hermana ya lo dijo en algún momento! “Es que el grupo se formó ¡tan amorosamente! que no fue esa mi intención, sino que vino de mi Padre”.

Y es verdad lo que dijo ¡y miren lo que sucedió! ¡Así es y de manera más fuerte!, como se va a mostrar, porque ¡lo que de Él viene y hasta aquí ya empezó a llegar!, en esa gran atracción y con la energía solar ¡amados!, ustedes verán, ustedes verán lo que sucederá. ¡Mi amada hermana preparada ya está! Y sabe que el momento también ¡ya lo está viviendo!

¡No!, no piensen que no es así, porque cuando menos lo esperen, se empezará a mostrar con más fuerza, ¡la gran vivacidad de la energía solar!, que en ella ya hizo el Gran Despertar, porque al vivir como humano y de lo que les empezó a hablar, ahora, ¡ahora -amado hermano! verán quién es en realidad.

Y te lo digo yo ¡con gran alegría! porque así como les he preguntado: ¿Quién se elegiría? ¡Llevará! ¡Llevará la palabra! de Nuestro Padre tan amado. ¡Nuevamente ya llegó ese día! Te lo dice tu hermano ¡Saint Germain! ¿Estás preparado?

Y dejo en ti -amado hermano- ¡la llama violeta y mi gran amatista!, para que en todos ustedes -al sentirla- ¡vivan! la gran transmutación y en el infinito amor del “¡Yo Soy!”

Que yo soy ¡Saint Germain!



13 de Mayo de 2015.
Aleshia (4).

Que lo que está y me pide, es solamente todo aquello que el hermano aspire, que lo que fue hecho -con infinito amor- siempre quedará de pie y firme el techo, porque aquél que se eligió, mi Padre -de tiempo en tiempo- y ahora nuevamente su palabra cumplió; que nada en ti sucedería. Que a pesar de que todo a tu alrededor se destruiría, nada te movería de esa ilusión, porque si tú estás sintiendo -dentro de ti- su infinito amor, si tú quieres llamarlo ¡eso será tu protección!

Mas -amado hermano- yo te digo que es sólo que estás recordando quién eres realmente y que nada de lo que Nuestro Padre creó, tendrá destrucción. ¡Nada de lo que aquí se mueva!, en ti -amado hermano- hará mella. Tú que te has elegido, porque brillarás como esa estrella y a Él estarás caminando de regreso al hogar, donde Nuestro Padre está esperando por aquél hijo que a Él volverá.

Eso es lo que te está diciendo. Eso es lo que tú -al escuchar- sientas y vivas y te dice; si cuando has querido tus plegarias a Él elevar y le dices que tienes toda la fuerza en la fe de que de Él recibirás, que entonces no sólo lo digas; ¡que lo sientas y con certeza lo puedas creer!, porque entonces, entonces, desde ese instante -de Él- ¡en abundancia tendrás!

Los frutos de la cosecha ya se vivirán, porque la gran siembra que en aquél tiempo se dio, ahora aquí nuevamente lo mostró. No en vano al que envió -de Él- insistentemente te habló. Por eso ahora, ahora ¡ha llegado el momento de la recolección!

¡Ah de aquél! que -aún al recibir- no creyó. ¡Ah de aquél! que aún al escucharlo, se separó. Porque entonces, entonces -amado hermano- ¡si tanto de Él recibiste!, ¿por qué entonces?, ¿por qué -has de preguntarte- no te elegiste? ¡Y lo harás! ¡Lo harás!, cuando escuches y veas lo que -de Él- tu hermano mostrará.

Y quiero recordarte, que hoy aquí -nuevamente- eso ¡no vuelva a ti pasarte! ¡Por favor!, desde lo más profundo de mi corazón te pido: ¡Haz proyección!, que Nuestro Padre aún ahora, ¡en el último instante!, extiende sus brazos para abrazarte y nosotros también insistimos en hablarte.

¡Salmo divino! en el cual -al crearse- ha hablado de aquél que ha querido recrearse en lo ya vivido y nuevamente a ti, ¡a ti! -de Él- ha venido a hablarte. Nuestro Padre, Nuestro Padre eternamente, ¡a cada uno de ustedes! ha de esperarle.

Llegará el instante en el que tu hermana, ¡ésta!, que hoy aquí ha querido hablarte, ante ti va a mostrarse. Y cuando tú veas lo que ha de reflejar, ¡que no sea en ese instante cuando tú te quieras liberar! ¡Hazlo ahora hermano! ¡Hazlo!, que de ello no te arrepentirás. No olvides las palabras del Maestro: “¡Bienaventurado aquél que creyó sin ver!, porque de él será el reino de mi Padre”.

Que te lo dijo aquí ahora, como tu hermana ¡Enriqueta!, la humana.

Que por mucho de lo que pueda suceder aquí, a pesar de que han hablado, como lo ha dicho mi Maestro: “Porque en México estará empezando todo lo que se estará mostrando”. La energía que ustedes estarán elevando ¡será tan grande! que nuestros hermanos, lo que estarán contemplando, dirán que algo increíble ha empezado a pasar.

Eso, falta poco, lo escucharán. Entonces habrán de recordar estas palabras, porque será el momento indicado. ¡Todo!, todo lo de mi Padre se mostrará. Entonces, se estará revelando y todos los que aquí -de Él- ¡de mi Padre tan amado! les hemos estado hablando, entonces -amados hermanos- ya ¡plena y totalmente! nos estaremos mostrando tal cual, ¡sin el velo de la ilusión!, porque en el cumplimiento de nuestra misión ¡empezarán a vivir la Gran Revolución! Aquí se hablará del Proyecto Shirón, que voluntad de mi Padre es. Y ya todo empezó.

Ahora también les pido lo reciban hermanos. Porque si se dijo en un principio que todos aquellos que ya habían abierto, habían mostrado, es su voluntad y todo esto lo elevamos aquí, ¡Padre tan amado!, porque en toda la instrucción que en mí has dejado, entonces te lo ofrezco con amor; la evolución que mis hermanos han logrado y aquellos que también empezarán y lo estarán mostrando ¡Padre mío! en tu nombre. En tu nombre tan amado.

Te lo dice tu hija; tu hija que aquí -con ellos- ha caminado.



13 de Mayo de 2015.
Padre.

¡Y vienes de mí en realidad!

Que “Yo Soy el que Yo Soy” y ya no solamente ¡a ti! te voy a hablarQue mira, a todo aquél que te envié y que -amado hijo- también de esa manera te hablé.

Ahora ¡y lo digo con regocijo! ¡Todo lo que mostraré! ¡Así como hoy aquí! Aquellos, que a través de mi pequeña y tú sabrás ¡por qué lo digo! ¡Sí!, al finalizar, que ofreció y dijo: “¡A ti Padre mío, mis hermanos mostrando, lo que de ti recibieron están!”  Y sí, porque será ¡y no sólo a través de ellos será! Que ya lo dijo.

Y aquél que aún también está decidido a quererse entregar, ¡Yo te digo! ¡A tiempo estás!, porque todo lo que viene, lo que voy a mostrar, ¡no creas el engaño de que será calamidad!, que para que todo empiece a cambiar, se ha de purificar y en ti -amado hijo- ¡en ti! primero lo verán.

Y lo digo ¡con gran alegría!, ¡porque ya llegó ese día! Y mi niña, mi niña, ¡tal cual, como ustedes ya lo pudieron escuchar!, se va a mostrar.

Porque ustedes han visto: ¡A quien han juzgado! ¡A quien han señalado!, pero Yo les digo; que ha sido mi enviada.

Y ahora ¡el gran resultado!, porque en la recolección ¡ella precisamente! -a ustedes- hasta a mí los traerá.

Y los que estarán llegando serán los que en amor, ¡en infinito amor!, convirtieron ¡todo lo que estuvieron escuchando!

Que “Yo Soy el que Yo Soy”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario