14 de febrero de 2015

Canalización del 11 de Febrero de 2015

11 de Febrero de 2015

Ángel Ráh.

Mas también, he de seguir aquí y cada vez más directamente, porque entonces verás claramente cuál es el verdadero fin. Que será el principio, porque todo lo que viene de la Fuente, en ti, en todos ustedes, se volverá a mostrar. Porque así como se ha hablado, que así como todo tiene un principio, hay un final.

Pero déjame decirte, que al hacer unión de todo ello, lo que queda suspendido en el espacio, en la plenitud, en el gran vacío es donde se encuentra ¡todo! y vuelve a sentirse… y hablan del principio. ¡No hay ni final! Tú pensarás: “es como estar suspendido y no sentir ni el tiempo, ni el olvido”. Estar presente eternamente, como has dado en llamarlo “en el aquí, en el ahora”.

Porque lo que tienes que entender, ¡que no hay futuro y que nunca existió el ayer! Es el aquí. Es el sentir. Es el vivir ¡a plenitud cada momento! En el espacio no existe el tiempo, es un instante sagrado.

Si tú lo entendieras verdaderamente, todo eso que has acumulado, ya desde cuando -amado hermano- lo hubieras desechado. Pero a ello, no puedo decir que estarás aprendiendo, porque estarás recordando y todo lo que estarás viendo ¡y muy importante! lo que estarás sintiendo. Sabrás que eso es eterno. Algunos de ustedes ya lo están entendiendo, por eso lo digo con gran alegría.

Porque date cuenta cómo tu hermana ya se está mostrando ante ti. ¡Ya llegó ese día! Y son ustedes, realmente ustedes, quienes todo eso ya lo están precipitando y de todo lo que nosotros les hemos estado hablando… ¡y lo que viene!

Sabemos que así como se han estando preparado, ya no les estará atemorizando. ¡Eso es muy importante! Tomarlo como esa verdad que “Aquél que te creó” te está entregando. Pero también que a fuerza de vivirlo, de sentirlo y de que te lo estemos mostrando, que el valor que tiene no se lo estés restando, porque -amado hermano- como humano, a ello estás muy acostumbrado.

Primero te sientes deslumbrado y después… eres muy dado a comentar y a decir: “Eso ¡ya me lo había mostrado! ¿Qué mas sigue?, porque, si esto es todo -si no hay más- entonces, ahí es donde cuenta me estoy dando cómo realmente todo está tan limitado. Hasta de aquél que dice que de mi Padre, por Él está aquí y de ello me está hablando”.

¡No te equivoques! Si nosotros insistimos en hablarte en varias ocasiones de lo mismo, es porque tú así lo estás necesitandoEres tú, el que seguir adelante lo estás deteniendo, porque no lo has estado entendiendo o porque te estás distrayendo. Y mientras tú sigas en ello… mira, nosotros para ustedes tenemos ¡todo el tiempo!, que realmente es un instante. Por eso te digo; todo esto es ¡tan importante! Todo redunda en lo mismo. Y detienes el mostrarte y que vivas ya el paraíso.

Y tú te preguntarás: “¿Por qué ahora, así hablando está?”. Mira hermano; ya llegó el momento. ¡Siempre lo hemos hecho!, el hablarte con gran profundidad. Que tú eso no entiendas o que le restes valor, pues eso, mira, la decisión en ti está. Pero todo lo que viene y de lo que yo -que mira que vengo en nombre de Él- de lo que te quiero hablar, la gran importancia que tiene, porque es de la  divinidad. Lo que ¡pocos! han podido escuchar. Lo que algunos de ustedes y espero que sean todos. Bueno, eso nosotros ya lo sabemos, pero ustedes, por cuanto más se quieran preparar, es así como escucharlo se permitirán.

Si cuando les hemos hablado con tanta simpleza, con tanta naturalidad -en algunas- dudas ha creado y otros esa gran tendencia en todo tergiversar. Y mira, te lo digo con infinito amor. Sé que están en ese intento, ya no quieren hacerlo más. Por eso hoy -si cuenta se han dado- ya se les habló de un poco más. ¡Y así seguiremos!, porque con ustedes estaremos eternamente. No voy a decirte que hasta el final -porque si eso es lo que ustedes tan acostumbrados están- sí, hasta al final. Si así lo quieres pensar, al final de éste caminar que es transitorio, solamente de ti una etapa más, de todo el aprendizaje, el recordar.

Mira, que se está pidiendo que de toda la energía y la vibración hagas ya ese gran anclaje, porque ¡eso!, en la vibración que estarás viviendo, te ayudará para toda tu evolución.

Tú lo estás viendo, lo que en éste templo está sucediendo. Mira, toda la revolución que en el interior está viviendo, porque al recordar de todo lo que Él -que tanto los ama- les quiso entregar, aún, créanme, al vivirlo, al sentirlo ¡nunca se van a acostumbrar!

¡Es mentira!, que llegue un momento en que digan: “Todo ello, toda esa energía, ya la puedo equilibrar”. ¡No, amado hermano! No tienes idea de la fuerza, el decibel que alcanza. Cuando tú en ello ya estés viviendo, entonces entenderás todo esto que te estoy diciendo.

Recuerda que te he pedido que te tengas que preparar. Que la Conciencia Crística -que ya está aquí y la cual, algunos de ustedes en ella ya viviendo están- es sólo el comienzo. Porque la Cósmica, de la que yo te quiero hablar -que mira que soy ¡Ángel Ráh!- ¡Y quiero agradecerte! todo lo que estás haciendo. En especial ese hermano que en gran estudio de todo lo que les he estado repitiendo. Que mira, pronto te pediré algo muy especial. Por eso te digo: te has de preparar. No todo es casualidad.

Además, agradezco que ustedes -atendiendo la petición que tan amorosamente les he hecho- es que el símbolo sagrado… ¡ya les diré por qué y para qué les ha sido entregado! ¡Sí!, han escuchado, que para que tú te mantengas equilibrado. ¡Eso sólo es el comienzo, hermano! Pronto sabrás y sentirás la gran vibración que de él emanará. ¡Y no!, no quieras decir: “¡qué gran privilegio!”. ¡No amado hermano! Es que como tú estabas acostumbrado a verlo todo tan complejo. Es tan sencillo, tan claro, ¡tan directo! Así es como el Ser “¡Aquél que te ha creado!” y que vengo en su nombre y de Él te estoy hablando. Y lo hago con infinito amor.

Porque hoy, el hoy que es eterno, en el Proyecto “Shirón”, aquellos que se están acercando -que ya lo dijo “Aquél que todo lo puede” y la hermana que te ha estado hablando- el deseo de Él es que más de una decena que a Él estén dispuestos y hayan jurado volver se vea cumplido, porque así está escrito.

Si yo te dijera ¡todo!, todo lo que se está generando, para que todos ustedes sigan evolucionando y en esa aceleración, mira -amado hermano- lo que estás provocando; ¡una gran reacción! Por eso te digo, ¡queda contigo ese gran símbolo!, porque con él y en él, “Aquél que todo lo puede” le estás diciendo la aceptación de tu decisión en volver directamente ¡y en gran purificación!

Porque ya te lo ha dicho la hermana: “Y en ustedes habrá la gran cristalización, porque la energía diamantina, de la que has escuchado hablar, pero que está siendo de lo que está siendo ¡tu vida! De qué manera estás y lograrás evolucionar. ¡Y todo para gloria de Él!”

De verdad ya sólo estoy esperando ese gran momento, porque de lo que te estaré hablando, sabrás que aquí -en tu plano terrenal- no sólo con palabras, sino también donde tú has estado, donde tú has vivido, los lugares que has visitado, han sido -amado hermano- señales muy grandes, de las que “Aquél que todo lo puede” directamente te ha hablado. ¡Y sabrás por qué lo digo!

Que mira, por eso han dicho que cuando empiezas a abrir y a abandonarte, te vuelves mucho más intuitivo. ¡Si esa es la palabra que quieren aplicar!, porque en la esencia de “Aquél que todo te ha entregado”, te darás cuenta que todo lo de aquí no lo habrás de necesitar, ¡ni nunca lo has necesitado! Es por eso, que -amado hermano- en grandes sacudidas te has sentido. ¡Es por la vibración!, por la energía que ha llegado y que está contigo… ¡Y será mucho más!

Ya llegó el momento, el instante. Ya lo dirá éste instrumento, que también a través de él te seguiré hablando. Mas no olvides que te he repetido, que llegará el instante en el cual también directamente lo haré. ¡Estaré contigo!

¡Y gracias nuevamente!, por utilizar el símbolo sagrado que en el nombre de Él te vine a entregar. ¡Eso para mí es una gran alegría! Y todavía les diré mucho más. Ahora con ustedes a quienes -de manera especial- el inicio lo habrían de portar, pero luego, cada vez serán muchos más. Muestra muy importante, que en la Nueva Era que ha iniciado, quien ha empezado a portarlo es el Gran Atlante. Amado hermano.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal! Con ustedes unido estoy y más fuerte -en gran círculo glorioso- estará. El verdadero nombre… ya lo sabrán.

Y dejo en ustedes mi energía sutil, que con gran amor tengo para ti. Para todos ustedes, que habrá de fortalecer en la preparación -amados- por todo lo que van a hacer.


11 de Febrero de 2015

Saint Germain.


Mas también amados, he de decirles ¡tan entregados!, ¡tan dispuestos! De verdad, estamos tan amorosamente admirados.

¡Todos ustedes!, a pesar de lo que han estado viviendo y debo decirles con su hermano, el que ha prometido y mucho hemos estado hablando, amorosamente, de qué manera mi Padre -a él- lo está necesitando. Y ustedes sabrán, verán cómo no les he mentido; lo escucharán.

¡Recuerden esto que les digo!, porque aquél que en amor ha dicho: “Padre en ti y para ti”. Y con aquellos que ustedes insisten en llamarnos “Maestros”, ¡pero somos sus hermanos! y los amamos, porque a fuerza de tanto escucharnos, ustedes no sólo los ojos terrenales, sino los del corazón, hacia nosotros han acercado.

¡Y miren todo lo que han causado! Muchas cosas, que en ustedes también -al sentirlo y al vivirlo-sabemos que los han cimbrado fuertemente, en sus cuerpos y por eso les pido una disculpa, amados. Pero es en amor, porque lo que están viviendo, lo que de ustedes estamos retirando, todo eso que los estaba sacudiendo y deteniendo, quizá en algunos ha sido un poco fuerte, quizá violento -si así quieren llamarlo. Pero amados, verán que después de ello estarán total y completamente, plenamente purificados.

Ustedes son de los primeros que en esta Nueva Era estarán mostrando, que es verdad que de tiempo en tiempo, así como Nuestro Padre que todo lo puede, los ha estado llamando, Al acudir de él todo, ¡escúchenme bien!, lo estarán mostrando. Y claro que de cada uno de ustedes, lo que más fácilmente lleguen a abrir, pero que al estar unidos estará complementando. Por eso es muy importante unidos seguir caminando. ¡Y así será! Aunque algunos todavía se resistan ¡lo harán!, porque recordarán el juramento que hicieron a Nuestro Padre.

Aunque, déjenme decirles, que hay algunos que ¡cómo lo han dificultado! Pero lo han hecho porque todavía insisten en pensar y en vivir como humanos. Pero lo que es verdaderamente cierto, es que son los hijos tan amados de Nuestro Padre. Y que el juramento que hicieron lo estarán recordando y eso es lo que en ellos, en ustedes, estará reforzando, fortaleciendo y les irá recordando paso a paso, por qué están aquí, a qué llegaron, qué es lo que tienen y van a cumplir, amorosamente.

Porque cuando Nuestro Padre ha dicho: “Los necesito”. Y no es casualidad que estén ustedes unidos. ¡Qué importa si algunos en éste instante estén pensando que otros están rezagados, que se han retirado! Hermanos; están viviendo en su preparación, sus momentos tan grandes de reflexión y que ¡los está sacudiendo!, porque se están dando cuenta, qué es lo que tanto los ha estado deteniendo.

Y aunque aún se nieguen todavía a aceptarlo, ¡créanme amados! Para cada uno de ustedes ya está escrito y ya llegó ese día en el cual ¡abrirán completamente! ¡Por eso escuchando están!, aunque todavía por lo terrenal algunos podrían dudar. ¡Pero solamente son destellos!, que la gran luz que está llegando, todo eso -amado hermano- ya te lo está reflejando.

¡Créeme! Al ir entendiendo verdaderamente y con profundidad lo que es a Nuestro Padre abandonarse y dejarse entregar ¡ya lo ha dicho la hermana!, es fácil decirlo, pero realmente hacerlo y vivirlo, ahí es donde muestras que eres ese hijo tan amado de Nuestro Padre ¡y tan valiente!, que lo está trabajando y lo está logrando.

Por eso también, nosotros contigo estamos y con infinito amor te hablamos y seguiremos, porque eres fiel, firme, valiente, ¡con esa fe!, que no sólo en tu corazón ¡se siente!, sino que lo estás mostrando, sin apego a ninguna religión. Sólo al infinito amor, que te da y recibes del “Yo Soy”. ¡Recuérdalo hermano!, porque esa es la verdad que siempre ha estado y estará desde la eternidad.

Es de ello de lo que nosotros hemos venido y te queremos hablar. Siempre hemos estado, mas ahora, el gran momento de ese día glorioso, que nuevamente hasta a ti ha llegado. Permítete al sentirle y recibirla, mostrarlo amado hermano y compartirla. ¡Eso es lo que de ti necesito!, por eso que me acompañes a seguir adelante, es mi pedimento.

Esto apenas inicia. Mañana, que todo, todo lo que habrás de vivir, esa ¡gran promesa de Nuestro Padre! y que tu hermano también te hace, se habrá de cumplir. Y eso tú lo verás. Pero no pienses en el tiempo. ¡Ese no existe! En el ahora, ¡aquí!, todo eso que estás escuchando y lo que tú estás sintiendo, lo que quieres vivir. Eso, se te estará mostrando. Ya por eso la hermana les dijo: “Con cada uno de ustedes estaré hablando. ¡Y será en su momento!, tal cual como Nuestro Padre lo esté indicando”.

Que mira, para Él no existe la palabra “imposible”. Créeme que cuando menos lo pienses y de quien menos lo esperes, el momento se dará y tu hermana frente a ti estará. Y en ese instante recibirás la conexión total y directa y empezarás a recibir la instrucción, a hablar y todo lo que mi Padre desea que escuches te dirá. ¡Claro que sí!, lo que tú necesites para seguir.

Porque ya lo dijo y también yo te lo repito con gran alegría y con todo este amor: No habremos de permitir, que aquél hermano que se eligió, ¡nada ni nadie nos lo arrebate! ¡Es el momento! Se estará mostrando. Ya entablaste ese gran combate contigo mismo ¡y estás venciendo!

Pues ahora -nosotros- es el momento en que entremos en acción y que te mostremos y veas y sientas, de qué manera puedes acelerar tu evolución. Que mira, que ya lo has escuchado, de qué manera tu hermano puede y ha estado al tanto. Y esa promesa te doy. ¡Lo haré con infinito amor!, ¡en compañía de mi hermano!, que también grandes decretos y peticiones hacia él haz elevado.

¡No olvides que unidos estamos! ¡Y no sólo él! Si tú pudieras ver ¡y lo vas a hacer!, cómo cuando ustedes se reúnen, nosotros en ese gran círculo de amor los escuchamos y les enviamos toda nuestra vibración. Por eso, ¡ya te lo ha dicho la hermana! ¡Y es verdad! No te ha mentido. ¡Tú lo has sentido! Cómo, después de ello y también durante el momento, sientes cómo tu cuerpo se está fortaleciendo. Porque todo lo que se entrega, con todo el amor, es para que en ti quede anclado y te ayude en tu evolución. Amado, amadísimo hermano.

¡Un evento muy importante se está acercando y nosotros estamos felices, con gran alegría! De ello te estaremos hablando. Nosotros estamos agradecidos con “Aquél que todo lo puede”, porque cumpliendo está ¡paso a paso!, a cada momento. Claramente lo dijo, en la Nueva Era, ¡ésta que acaba de iniciar! y en la cual me ha dado ese gran privilegio, una amorosa responsabilidad, que yo le pedí que también en compañía de ustedes deseaba cumplir. Y sé que así será. ¡Por eso hablándoles estoy!

Ustedes verán ¡y sabrán de qué se trata! ¡Y lo digo con infinito amor!, todos los que empezarían a llegar. ¿Recuerdan? que lo han leído y se los dije: “La séptima raza raíz que empezaría y que estaría aquí”. ¡Ha empezado, amados hermanos!

Se dijo de un lugar muy especial. Pero déjame decirte que eso es parte de la gran verdad. Podría y voy a decirles, porque también se les dijo que en este cambio glorioso de esta Nueva Era ¡todo lo hermoso!, aquí en mi amada América, se iba a iniciar. ¡Y así será, amados hermanos! Y con ustedes y entre ustedes con gran amor, lo digo: Nuestro Padre los envuelve y los abraza. Y nosotros también estamos aquí y tan cercanos. Verán por qué. ¡Ya están encarnando! ¡Ya todo está empezando!

Y el gran amor, la vibración y la energía que nuestro Padre hacia ustedes está enviando ¡aquí!, en mi amada América y te dijo; ¡todo empezaría en México! y así será.

¡Amados! ¡Ustedes lo verán! Al centro también. De ello les hablaré. Que mira, aquí está tu hermana. A través de ella te estoy hablando y también en ella estás viendo ese gran cambio y eso… es sólo el principio.

Están viviendo, no un nuevo, sino ¡el gran y amoroso ciclo! El que ustedes han aceptado y para ustedes están precipitando toda la verdad y el amor de “Aquél que los creó”, para el que ustedes son tan amados ¡y también por nosotros!

Con ustedes estamos. Y les dejo ¡con todo mi amor! ¡Ahora con más fuerza!, envolviendo no sólo en éste lugar, sino en gran expansión y de verdad de manera ¡total!, mi llama violeta ¡y mi amada amatista!, que trabajando está, en un lugar donde toda la luz de mi Padre está lista para poderse mostrar. ¡Para ustedes!, amados.

Que yo soy ¡Saint Germain!


11 de Febrero de 2015

Aleshia.


Que por hoy, en este momento, mi Padre me pide que todo esto que les estoy diciendo, aquella  hermana, que en esa reunión a la que nos llamó, recibiéndonos, muy atentos estén, porque lo que estará mostrando, sí, ya será lo que Él, Nuestro Padre, de cada una de ellas esté necesitando.

Que ya es el momento en el cual lo estarán haciendo y con infinito amor, porque así como prometieron a Él estarse entregando, no olviden esto, que les estoy diciendo. Después de ello, luego habrá quienes seguirán. Ya mi Padre lo estará indicando, porque así como lo prometió y lo único que pidió es que se estuvieran y que se sigan entregando. Así será.

Esto seguirá, porque al volvernos a reunir y al estar con ustedes aquí y todo esto estarles compartiendo, ya lo dije hace un momento, que sería solamente para aquellos hermanos que se han elegido y que paso a paso la voluntad de Nuestro Padre y su guía amorosa quieren solamente de Él estar siguiendo. Entonces, amados hermanos, no olviden esto.

Ya las hermanas que recibieron, con mucho lo estarán mostrando y quienes seguirán, mi Padre ya el momento lo dará. No tengas duda de ello. Se les estará llamando. Sólo síganse preparando, porque cada vez más el tiempo -y no es que se esté acelerando- sino que, si tú piensas que con gran rapidez está caminando, precisamente, es lo que se te pidió; que a ello te estuvieras acostumbrando.

El tiempo del no tiempo es el que ya está aquí. Es en el cual tú no estarás caminandoamado hermano, en el aquí. Ahora, el tiempo del no tiempo, en el amor, en la virtud, en el perdón, en la libertad  y con plena y total humildad.

Es por eso que va a mostrar, a aquél hermano que a mi Padre tan amoroso se ha querido entregar, para paso a paso volver al hogar. No tengas duda de ello. Por eso tu hermana -al estar aquí- que mira que no sólo de esto te va a hablar, porque lo que te habré de compartir, de Nuestro Padre, de mi Padre tan amado viene y en su momento te lo voy a mostrar y tú lo sentirás.

Mateo de ello habló. En el versículo que utilizó, al leerlo muchos hermanos y aquél que no lo comprendió, su interpretación lo cambió. Mas ahora, al estar aquí, por eso te lo digo a ti. Cuando viene directamente nuestra conexión con Nuestro Padre, al hacerlo -y ya será totalmente- todo lo que en algún momento se pensó, lo que tú logres, al intentar vencerlo, escucharás la verdad de la verdad.

Y créeme amado hermano, así como en antaño, aquél que lo entendió hacia mi Padre se elevó, también tú lo estarás viviendo.

Y no es que pienses que todo se está repitiendo. No olvides que la verdad de la verdad siempre ha sido la misma; única, completa, eterna, antes, ahora y después, porque en el tiempo siempre ha sido el presente y se estará mostrando eternamente.

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