2 de febrero de 2015

Canalización del 28 de Enero de 2015

28 de Enero de 2015

Padre.


Lo que Yo te diré, porque aquí expandiré -en su totalidad- aquello que a mi hijo, directo y con claridad ¡he de hablar!, como ha sido de tiempo en tiempo y todo lo que tú estarás sintiendo, porque no sólo mis palabras serán.

En ese instante amado hijo, ¡aquél que presente va a estar!, entregaré pleno y total, porque a través de él me expresaré. Así, otra vez será.

¡Recuerda todo esto!, porque ya también de ello has oído hablar; ¡que como un ladrón llegaré!, pero instantáneo, tu corazón abriré -como antaño- pero no sufrirás ningún daño.

Mi Mensajero. Así es como te quiero.

28 de Enero de 2015

Aleshia.


Y Él dice que lo que se antepondrá, para aquél que escuchará la verdad, porque ese será su estandarte. Pero primero aquí, es de lo que querrá hablarte, porque es tan grande como el infinito.

Eso también se predijo. Que si te han insistido que sería la recolección, es porque para ti no existirá el límite de dimensión. Todo lo que se abrirá y que empiece a vivir en la totalidad, no encontrará palabras para expresar lo que mi Padre le mostrará.

Y en esa verdad, aquél que aún en ese instante sienta, que su mente pudiera desequilibrar, no olvides hermano, que es Nuestro Padre -aquél que te quiso crear- el que contigo, en ese instante hablará. Esto es en la preparación, lo que sigue después, para aquél que es su deseo y sigue adelante en su evolución.

Y no te has de preocupar si de inicio pudieras no entender, porque al escucharlo hablar, traigo la sabiduría y no sólo ello en ti se abrirá; la Conciencia -que primero Crística- en ti estará viviendo. La Cósmica, en la que aquél que se ha prometido ¡tanto estará renaciendo! y en gran expansión, la esencia divina, sin sentir el límite de la dimensión. Eso simplemente, en aquél que lo logre estará ocurriendo.

Dice que tal vez algunos no lo estén entendiendo, pero que para ello respuestas hay. Y quien las dará, aquí está.

Que no hay ecuación que pueda explicar lo que en cada templo ocurrirá, al hacer esa gran expansión, porque en la sincronicidad y la numerología al multiplicar, que aquél que en el “Uno” desee seguir su caminar, también en la nada, en el círculo sagrado, la melodía gloriosa -para aquél que lo logre- será escuchada.

Ahora así… ¿Cuántos irán? y los que ya están, con nosotros harán su caminar.

En algún momento ya lo dije. Es el deseo de Nuestro Padre ¡más de una decena será! Pero que sea tu deseo hermano, quererlo lograr.

Que aquellos que ya en la evolución están mostrando, lo que han abierto y que llaman “sus adelantos”, no es nada comparado con lo que Nuestro Padre ¡para ustedes!, ya tiene planeado. Y mucho de ello, serán ustedes los que lo estarán mostrando.

A qué de insistir, cuántos y dónde están los que han estado llegando. Sólo te digo; todos los que tú -llegado ese gran momento- estés necesitando, para que te sigamos mostrando -en el sendero de amor y verdad- cómo y de qué manera sigas caminando. ¡Que Nuestro Padre lo sabe!, cómo cada uno de sus hijos desea y va a escucharle.

¡Tú verás!, la versatilidad, pero muy importante es, que sientas en tu corazón y que sea tu decisión que sólo Él, Nuestro Padre tan amado que nos creó, es quien -en ti- eternamente va a morar.

Muy importante, mi amado hermano caminante; que eso que te dijo en algún momento, tu hermana lo escuchó. Y mira… ahora -aquí- frente a ti estoy.

Yo te pregunto. ¿Cuál es tu decisión? Que no es sólo el que lo digas, sino que lo sientas y dentro de ti, fluir, a acrecentarlo insistas, porque es permanente y total la preparación.

¿Cuántos aquí hay?, que han pedido y deseado, que no sólo el sentirlo y que ¡tampoco sea visual!, sino total y plenamente vivirlo, para -en el nombre de Nuestro Padre- expandirlo.

Yo te hablo; si tú permaneces en tu equilibrio, así será -amado hermano. ¡Que ya el gran Maestro lo dijo en aquél tiempo: “Mucho de todo esto y más, ustedes harán”!

Y yo te digo: El tiempo ya está. Nuestros amados, amadísimos Maestros te mostrarán… que ya lo han hecho y aquí acompañando también están. Todo lo que ustedes han escuchado y más, en acción, ¡en gran acción! -como ya ha estado sucediendo- lo vivirán.

El momento para ver y vivir y dar muestra de ello ya está. Te lo dice tu hermana, que en el nombre de Nuestro Padre tan amado, hablándote de ello está.



28 de Enero de 2015

Ángel Ráh.


Y entonces, hablando de la recolección. No pienses hermano, que porque ya ha llegado -como aquí están acostumbrados- es que es el momento, es la estación. Nosotros te hablamos de tu juramento. El que hiciste.

¡Y debo decirte en éste instante!, que lo que has vivido, por mucho que estés pensando y hayas dicho: “Ha sido tan culminante ¡y aún nos dicen lo que viene! Crisis en lo terrenal. ¿Y entonces? ¿Qué seguirá? ¿Qué es lo que a mí, para estar de pié me sostiene?” ¡La verdad, el amor, la cristalización! El recuerdo infinito de quién eres.

Y la pregunta que te has hecho, que respuesta escucharás de todo ello: “¿Por qué aquí estoy? ¿Para qué?” ¡Para mostrar que la divinidad de “Aquél que tanto te ama” hasta ti llego! ¡Ya te alcanzó!, en el recuerdo vívido, que también en gran nostalgia te ha tenido.

Porque no negarás lo que tú has llamado y sigues insistiendo en decir: “En gran depresión me siento y ello también me ha postrado. ¡Y la ansiedad! ¿De qué? ¿Por qué la estoy sintiendo?”

Y es que en ti se está abriendo la verdad, el portal que “Aquél que todo lo puede” ha abierto. ¡Todo aquél que esté sintiendo!, es porque lo que ha estado ofreciendo y en la preparación, en él ha ido creciendo la sutileza.

La explicación es, que hay tal grandeza, a la cual habías olvidado. Pero amado hermano… te irás acostumbrado. Porque entonces si no, ¿de qué manera aquí, podrías seguir caminando? ¿Cómo entonces podrías -de lo que Él te ha entregado y que te dice ¡ya es el momento indicado para que lo estés mostrando!- cómo podrías hacerlo?

Que ha habido y habrá momentos en los cuales te sentirás y te estarás tambaleando. ¡Es cierto!, pero ya se te ha dicho: en tu equilibrio hermano, en tu equilibrio ¡y para eso!, que en tu ayuda lleguen tantas cosas, te hemos estado entregando. Mas ¿qué es lo que has escuchado? A qué, en gran acierto has estado y lo estás utilizando.

Y tú dices: “Me lo han estado repitiendo. Tal vez será cierto” ¡Que no entre la duda!, porque no olvides que también te hemos dicho que lo que aquí esté en ti, ¡eso es lo que estarás co-creando! ¡Eres un ser maravilloso, ilimitado y grandioso! ¡Es el momento que vuelvas a creerlo!, porque luego de ello, lo que se te pedirá -y que tú dices que estás dispuesto y vas a hacerlo- necesario será que no haya duda y que en el mismo instante en que “Aquél que todo lo puede” en ti -cuando te llegue- se va a inspirar, amado hermano, en ese instante, con la seguridad de saber y sentir que viene de Él -que tanto te ama- que no haya duda.

Y así, como algunos de ustedes se han acostumbrado y lo han hecho, porque los estamos viendo y los hemos escuchado y dicen con tal claridad: “En el nombre de Nuestro Padre, a ti te retiro lo que te está haciendo tanto mal”. Y yo te digo; si así lo haces ¿por qué entonces ¡de ti! no lo has hecho?

¡No olvides hermano! ¡Y no confundas lo que te estoy diciendo! ¡No lo dicta el ego! Se te ha pedido, que primero en ti la purificación, la claridad tendría que ser, para que luego todo lo que hasta ustedes iba y va a llegar, sea como un espejo, que muestre que estás viviendo en la verdad, en el amor, en la unidad. Es tan sencillo. ¡Eso es lo que se les ha pedido! ¡Y eso es!, que aquél que lo ha entendido, lo compartirá. El gran momento y todos unidos caminarán.

Se ha hablado de un gran regimiento y que este proyecto movería tanto. Y así será, hermano. Tú podrás decir que hasta hoy, hasta este momento nada ha sucedido, pero para “Aquél que todo lo puede” lo has repetido: “será en el momento de Él y no en el mío”.

Mas en ese paréntesis de amor -así le gusta repetir a la hermana y lo digo yo. ¡Mucho en ti está sucediendo!, porque a la par de lo que has estado abriendo, también se te está retirando aquello que a ti mismo te ha estado agrediendo. ¡Y sabes a lo que me refiero!, porque también has dicho: “Perfecto solo Él, sólo mi Padre”, mas ya es el momento de que entiendas ¡y te lo digo directo!, que si Él te ha creado, tienes no sólo el amor, la grandeza ¡y la perfección! ¡En ello has de trabajar! Entenderlo, sentirlo y vivirlo, para entonces saber que ahí es donde empieza y siempre ha estado tu Ser en la eternidad.

Te lo dice tu hermano. Que mira que vengo del centro, ¡del centro mismo! De la totalidad. De la Fuente que todo te entrega y que el momento llegó. ¡Cada vez es mucho más! La unión que se  estuvo gestando y que ahora -con ustedes- muchos de nosotros ya estamos caminando.

Todo lo que se estuvo anclando, lo que en grandes vivencias en algunos de ustedes también generó esa complacencia, ese amor, esa fuerza, enraizando aún más esas semillas, que ya tiempo ha estuvo germinando. ¡Es tu momento hermano! Ya no te abandones a la distracción, ni a aquella emoción -que tan humana- te hace justificarte y decir: “es que sigo aquí”. ¡Sí!, los yerros a los cuales ¡todavía!, en algunos momentos tú, en la debilidad te has dejado y te has abandonado.

Yo te digo; “Aquél que todo lo puede” ¡no te juzga, ni te estará juzgando! Pero también es cierto que si ya de esta verdad tanto has estado escuchando, ¡ten cuidado!, porque al estar consciente y saberlo y aun así, sigues insistiendo, eres tú y sólo tú, el que –conscientemente- está dejando perder todo lo que ya has estado ganando.

Lo único que te puedo decir es que para Él ¡que tanto te ama!, te dice: “Amado hijo, aquí estoy. Siempre te esperaré”. Y nosotros siempre te hablaremos. ¡Con infinito amor lo haremos! Pero hoy, ¡hoy!, que ya se te ha dicho, que estás y has empezado en el cumplimiento de tu misión, no permites -como ya ha sucedido- estar dudando. ¡No te dejes llevar por ello hermano!

Que mira, que nosotros de ti ¡todo sabemos! Y tanto te amamos que te digo, aún así, ¡aquí estamos! ¡Te seguiremos hablando! en el consorcio sagrado. Todo lo que ya -en esta preparación- lo que les tenemos a ustedes y que han de verlo y vivirlo, para aquellos que estarán mostrando, no sólo esto estarán escuchando.

Lo que estará de manifiesto será no de gran complejidad, porque lo que viene de Él es tan simple, ¡pero tan divino, tan transparente! y aquél que ya con todo lo que ha llegado, ha empezado a ser y estar cristalino, amado hermano, has hecho la entrada: Vivirás lo divino.

Te lo digo yo: ¡Ángel Ráh! y así como al que llamas “Maestro”, que la bienvenida te dio, es que quiero decir; ¡también yo te la doy! Pero de la manera como lo haré, lo vas a sentir, porque lo que vas a vivir, no tendrás duda de que viene de Él, porque en la Conciencia Cósmica que es de lo que -aquél que lo logre- le hablaré.

Entonces, vas a entender el por qué de toda esta preparación. Ya no te permitas hermano ¡tanta distracción! y si te hemos pedido estar atento y alerta en la acción… verás por qué. ¡Ahí estará la respuesta!, para que luego no te preguntes: “¿por qué?, ¿qué sucedió?”, aunque sea un instante, que para ti pudiera ser fugaz, si no estás preparado y con el corazón vibrante, aunque en físico estés presente, es como -si no lo sientes- para “Aquél que todo lo puede”… no estás. Así de simple hermano. ¡Así de simple! Mas la decisión en ti está.

Yo sólo te digo; lo que “Aquél que todo lo puede” venir a hablar contigo me ha pedido. Que yo soy ¡Ángel Ráh!, aún nombre terrenal. Y dejo en ti mi energía sutil, por todo aquello que -hermanos- están pensando y sintiendo.

¡Sientan y vayan con tranquilidad!, que todo lo que han pedido, ya está hecho en el plan divino. Y así como has dicho: “Que se haga tu voluntad”, eso es lo que se mostrará. ¡Y no tengas duda que en el amor de Él!, en su infinito amor será.

Que yo soy ¡Ángel Ráh!


28 de Enero de 2015

Amón.


Porque no será lo que tú has dado en pensar y preguntar insistentemente, cómo y de qué manera. Y por todo lo que has escuchado... ¿que sucederá?

Mira, muchas de las cosas -por conveniencia pura- las han complicado y eso es lo que a muchos de sus hermanos los tiene atemorizados. Nosotros te decimos; que eso no permitas que suceda contigo. Que aquí con la hermana y nosotros, que estamos aquí, en el nombre de Él te diremos cómo, cuándo, por qué y para qué.

Aquél que está lleno de toda la fuerza, que lo que recibe en amor, como ha habido momentos en que sientes y dices: “No quiero, no siento el hacerlo” y quedas inmersa y luego llega la respuesta, del por qué sí o por qué no sucedió.

¡Y no lo confundas con una incongruencia!, porque en el “Yo Soy” está la perfección y en el cumplimiento de la verdad, no sólo lo escucharás hablar, sino también lo verás en la acción.

Se ha dicho -ahora también- que grandes descubrimientos ha habido, pero yo te diré que mucho de ello tiempo ha que se había mostrado. Ahora pretenden mantenerte enajenado, con cosas -que a decir verdad- al querer mostrarlo, tú cuenta te darás que te están mintiendo, porque esto que estás escuchando lo recordarás. ¡Sabrás a qué me refiero!

Se te ha pedido que utilices el sentir, que eso es lo importante, que en esta Nueva Era es lo único que vas a vivir. Que desde lo más profundo de tu corazón, la respuesta la irás teniendo de acción en acción. Ya no existirá, ¡se está disipando! y se alejará: La razón, que mucho te engañó y que detuvo tu evolución. Ahora la voluntad del “Yo Soy”, “Aquél que te creó” y que tanto te ama.

Yo te digo; de tiempo en tiempo, en aquellos lugares en los cuales -inclusive algunos de ustedes han visitado- pensando que simplemente gran vibración es lo que han sentido y lo que se han llevado. Yo te digo; hay escritos que habían ocultado. ¡Eso ya lo has escuchado!, de la hermana que tanto te ha hablado y que te seguirá hablando.

Que además de ello -porque es verdad- hay contacto -aquí en lo terrenal- con el infinito y tan cierto es cuando has escuchado: “Es igual arriba como abajo”. Y eso, claro y fuertemente se los vamos a mostrar. Y no sólo ello, también dentro de ti, pero el cosmos tan grande ¡aquí!, se vuelve a repetir.

Entonces sucede que cuando no estás equilibrado, todo lo que escuchas, lo que vives, lo que sientes, puede no ser la verdad. Pero eso, ya quedará en el pasado.

Ustedes preguntaron -algunos de los que aquí están- ¿qué sucedió con el que llamas “Maestro”? Pues el gran hermano ¡y de qué manera! fue preparado.

¡Y mucho han buscado! Los hemos visto a algunos de ustedes, cómo algunas veces con desesperación, otras pensando que están en lo correcto y otras realmente en el sendero. Lo que han visto, lo que han leído. Muchos aciertos, pero ha habido otros, que nuevamente los han llevado por lugar equivocado. Y entonces ha sido cierto lo que han dicho: “Tal parece -Padre mío- que doy un paso hacia adelante ¿y cuántos hacia atrás? Es que -hasta hoy- no veo claro”.

Nosotros -y dicen que hemos llegado- ¿y si yo te dijera que el hermano que te está hablando, siempre entre ustedes ha estado? Sólo el momento esperando en que tú quieras escucharme, para nuevamente de la instrucción estarte hablando y que vivas tu evolución, en el gran sendero del amor.

En la simbología, de la que escuchaste hablar un día y que se seguirá repitiendo, porque no sólo los sonidos que se han estado emitiendo, sino también lo que es sagrado: ¡la geometría! Toda en unión y lo que estaremos diciendo, para que logres a plenitud esa expansión y que con gran sabiduría sigas tu camino en amor.

Ya no estará oculto. Y quiero aclararte; no había sido así. Es tan sólo que a escuchar no estabas dispuesto. ¡Inclusive ahora!, aunque se te ha dicho que este es un gran proyecto: ¡en el Girón!, que a pesar de todo seguirá caminando.

Y preguntas: ¿Cuál es la condición? ¡El amor! ¡El infinito amor!, el sentirlo y vivirlo ¡con total emoción!, ¡con entrega! ¡Que ya no haya distracción! Y dices: “Se necesitan tantas cosas, porque aquí en lo terrenal, para que se mueva y siga adelante, para que se pueda lograr”.

Pero entonces, ¿en dónde está la incongruencia?, porque luego también dices, que “Aquél que te creo” con infinito amor, tiene bendita paciencia y que para Él no hay imposible. ¡Y eso es cierto! Ya se te dijo que se te mostrará y de manera ¡tan visible!, lo vivirás. ¡Todos ustedes lo harán! Y de eso también les vamos a hablar. Esto es sólo la preparación y la entrada -que no es de otra dimensión- sino lo que tú -en esa ley de atracción- estás permitiendo que -para ti- se haga no sólo visible sino también audible. Y esto te lo dice tu hermano Amón.

Y seguirá la lección, ¡claro que sí!, que yo -en el nombre del “Yo Soy”- al estar otra vez nuevamente aquí, ante ustedes, que también sientan que ya no existe un ¿banllore?, que es aquí, ahora y siempre, a donde los llevaremos, la unión que se logrará. Ustedes verán lo que nosotros hacemos, para que se logre en ustedes ya compartir y vivir en la unidad.

Que estoy aquí en el nombre de Él... y aquí seguiré, hermanos amados.

También escucharán, quienes -al estar y vivir ya preparados- lo que han hecho. Es lo mismo que ustedes también, ya llegado el momento lo harán. Sé que no se sorprenderán. Todo lo verán con claridad.


28 de Enero de 2015

Saint Germain.


Y después de todo esto -amados- es mi deseo, he pedido a Nuestro Padre -que todo lo ve- que todo ese sentimiento que en ustedes hoy ha estado, toda esa emoción; miren, la promesa que se les ha hecho, se estará cumpliendo, firmemente con cada uno.

Dejen ¡todo en mis manos!, que nosotros ya sabemos cuál es tu inquietud, la petición, ¡los decretos que han hecho! y cómo se han dejado llevar por tal emoción. Sabemos el gran amor que tienen y que sienten, porque a su hermano -que no es casualidad lo que han compartido con ellos- pero también les digo, ¡lo que vivirán! con todos ellos.

También les hemos hablado de la multidimensionalidad, ¡eso ténganlo presente! No lo han de olvidar.
Nadie de los que han estado unidos, se sentirá ni estará ausente. Se los digo con gran amor, porque también están aprendiendo a no permanecer ni estar cautivos, de un templo que se les está pidiendo que sigan en esa gran preparación. Les daremos una señal, de que lo que les digo es la verdad, en el nombre de Nuestro Padre tan amado.

Si se les ha dicho que estarán viviendo y trabajando en la misión, ¡es porque así estará sucediendo! Saben que estamos en el nombre del “Yo Soy” y no les estamos mintiendo. ¡A todos los necesito! ¡Los necesitamos!, para lograr la gloria infinita del amor, la transmutación, el perdón y la libertad.

Por eso, nuevamente y con más fuerza ¡a todos ustedes sin excepción!, a mis amados hermanos que dicen ustedes “están viviendo grandes momentos de aflicción”, quiero decirles: ¡con ellos estamos!, de manera especial y con gran fuerza lo están sintiendo. ¡Ellos lo dirán!

Recuerden lo que les digo. De eso les hablaremos. ¡Claro que si! ¡Ahí estamos! Y sabemos, sé que no vas a preguntar ¿cómo es posible, si aquí, hablando a través de la hermana está? ¿Qué acaso no se les dijo?... el don de la ubicuidad. La ubicuidad que ustedes -llegado el gran momento- también mostrarán.

¡Y así será! Amados, amadísimos hermanos. Con el corazón les entrego la llama violeta, la amatista y déjenme decirles -amada hermana- ¡que no haya duda! Aquél que se revista, no sólo la verá, la sentirá y todo su templo fortalecerá. ¡Y sabes por qué lo digo! El momento para vivir todo esto ya está.

¡Y prepárense!, porque aquí -tal como lo dijo Nuestro Padre, el “Yo Soy”- porque esa es la enseñanza que vivirán con más fuerza y en infinito amor. Ya empezó. Se les dijo que se les acercaría lo que irían necesitando. ¡Están viviendo ese día!

¿Y quienes estarán este bendito y sagrado lugar matizando? ¡No empiecen a hacer conjeturas!, que lo que pide mi Padre lo están escuchando, mas también entenderás que en el plan divino que para ti ya está escrito y también para tu hermano, ¡eso es lo que estará mostrando!

¡Preparados hermanos!, preparados. Y lo digo con gran alegría. Los estamos acompañando. Así lo verás y lo sentirás.

Y reciban -amados- la llama violeta, que todo en ustedes la está transmutando. También a sus seres amados, que dicen: “tanto lo están necesitando”. No olviden, que con ustedes y con ellos estamos. ¡Se los estaremos mostrando!

Que yo soy ¡Saint Germain!


¡Y sí!, tú estás pensando: “Es que estás muy ocupado”, pero siempre hay momentos e instantes maravillosos, para compartir con aquellos, aquellos grandes y amados hermanos, que han prometido y jurado seguir adelante. ¡Son muy estudiosos! ¡Gracias hermanos! Gracias por estar, por seguir. ¡Eso!, lo van a mostrar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario