Marzo 23, 2016
Ketta/Aleshia (1).
… amados hermanos, ¿por
cuánto tiempo nuestros Maestros lo han estado repitiendo? ¡Ya nada!, ¡nada te estará afectando! Y así es.
Esto es lo que
ustedes empezarán a vivir cuando aquí -en éste camino seguir- pero totalmente
entregados, ¡abiertos!, a todo lo que Nuestro Padre al estarte hablando y tú
amorosamente todo escuchando. ¿Y saben hermanos?, entender; sobretodo eso; ¡comprender!,
que así como todo lo que tú estás sintiendo, que lo que sea todavía más fuerte,
es saber que -así como El eternamente te
está amando- hacerlo tú a cada hermano.
Verán que difícil, ¡difícil
no es!, porque en la Gran Apertura, cuando empiezas ¡no sólo a sentirla, sino a
vivirla!, entonces comprendes ¡que no las razones!, sino que las intenciones que pudiera haber en cada
uno, es porque aún no hemos ido soltando aquello que nos está ¡primero a cada
uno de nosotros! afectando. Seguimos inmersos de lo que está ilusión pretende
mostrarte y tú -al creerlo- cada vez ¡más y más!, ¡no sólo aferrarte!, sino -engañándote-
no querer soltarte.
Pero sé que el
momento ha de llegar, porque -a todos por igual- mi Padre tan amado los ha ido
llamando, ¡uno a uno!, con infinito amor. Y tal como El nos lo dice: “Bienvenido aquél que no sólo viene a
escuchar, sino que en el sentir, ¡en esa búsqueda que tanto ha tenido que
llevar!, mientras que entiende que todo está en su interior”. Entonces
-amado hermano- muchas cosas -aquí- te presenta ésta ilusión.
Mientras tú también
entiendes que la fe, ¡la fe es la que
representa! cuando del corazón se ahuyenta, el no querer ver lo que por tanto
tiempo está ahí: Esa voz ¡que siempre te está hablando! Que siempre ¡está
intentando! que tú escuches; que te escuches a ti mismo, porque El -Nuestro
Padre- ¡ahí en ti!, ¡que siempre está intentando hacerse oír! y te dice ¡que
todo lo que estás buscando!, ¡está en ti!, porque El habita en cada corazón.
Porque es El -Nuestro Padre tan amado- que a cada uno de ustedes ¡los ama
infinitamente!
Y si tú quieres
preguntar; eso constantemente lo has tenido que escuchar: “¿Y el pecado? ¿Todo lo que has hecho?” Amado hermano; eso aquí tanto
te lo dijeron, hasta que muchos de ustedes se lo creyeron. ¡Ésta es una gran escuela!,
en donde cada uno de ustedes viene a recibir y a vivir una gran enseñanza; ¡pero
si tú permites que en ti deje secuela!, ahí es donde detienes tu andanza, porque
te abandonas a cada emoción; al dolor; ¡al resentimiento! y empiezas a vivir el
desamor. ¡Y te lo sigues creyendo!
Yo te
digo que con eso, lo que tú estás precipitando; lo que estás logrando es que
cada vez ¡más y más! -en tu corazón- esa voz se siga bloqueando ¡y te aleja! Te
aleja de Nuestro Padre, ¡porque piensas y dices!: “No merezco, por todo lo que
he hecho, ¡por lo que he vivido!” O -de lo contrario- ¡reclamas a Nuestro Padre
tan amado! por todo lo que has sentido.
¿Y sabes? Esa ambivalencia no permite que de ti fluya
toda la esencia. ¡Esa que Nuestro Padre te entregó! ¡Esa!, que empiezas a
recordar y a vivir, cuando escuchas -de corazón- la enseñanza del “Yo Soy”, ¡que
es la verdadera! y que no te la da cualquiera.
Pero cuando tú ya
estás en esa Gran Apertura, mira amado hermano; ¡no hay coincidencia! Si en
algún momento -como hoy- ¡estás aquí y en físico tenemos tu presencia!, es
porque tu corazón y tu Ser ya está clamando que empieces ¡a vivir! y a sentir
lo que en él, ¡en ti! ya está despertando.
Ahí es
donde los amados Maestros tanto han insistido y dicen que estés atento y alerta.
¡Eso es lo que te pido!, porque en tu día con día ¡escucharás! señal tras señal
y cuando tú comiences a entender y a vivir tu despertar, ¡entonces llegará tu
guía!
Entenderás ¡tal cual como tú lo decidas!: A paso lento o cada vez más -si
quieres todo apresurar- ¡pero en el infinito amor que Nuestro Padre a ti te da!
Todo lo que tú -en
algún momento- pudieses no entender o pensar: “Esto, que he empezado a escuchar… ¿qué lo dicta? ¿Será la verdad?” Tu
corazón no te va a engañar. ¡No permitas que sea la razón!, la que -por tanto
tiempo has querido escuchar- la que te hable, porque quizá tú sólo veas frente
a ti a alguien ¡tan igual! Pero intenta, ¡deja
que tu corazón y tu sentir te permitan ver, escuchar!, ¡oír! más allá. Permite
que tu esencia -al menos por un instante- te empiece a hablar: ¿Qué es lo
que sientes ahí tan dentro?, en tu interior. Esa paz infinita, que sólo la da
el gran amor que Nuestro Padre te entregó.
Muy
importante esto que vas a escuchar: Cada palabra, el sonido que emite al exterior
y tú -al recibirlo- te hace sentir -amado hermano- qué es lo que te envía quien
acaba de emitirlo.
¡Es así! Es tan simple. Es tan claro. ¡Y más ahora!, en el hoy, en el aquí; en
el tiempo del no-tiempo. ¡Es preciso! ¡Tienes que saberlo! Tan sencillo es: Cuando estés frente a frente -¡no importa
con quién!- si tú deseas saber si te habla con la verdad, ¡con esa claridad con
la que empiezas a escuchar!, por un instante cierra tus ojos ¡y siente!, ¡siente
la vibración que hasta ti va a llegar!
Ahí es
-amados hermanos- lo que ya con anterioridad, su hermana de lo que les había
hablado: La Melodía Sagrada. ¡El decibel!, cuando cada nota sea elevada,
aquél que ha empezado en esa apertura tan amorosa y que con Nuestro Padre ha hablado
y le ha dicho: “Si tanto he escuchado, que éste es el tiempo que empezaríamos a
vivir, en el cual nuestro amado Maestro ¡nuevamente estaría aquí!” ¡Sí, amados
hermanos! Y quiero decirles ¡que no sólo él! En el entramado que ya fue ¡si
ustedes quieren llamarlo “reforzado”!, en éste hermoso planeta, fue para que la vibración -al resonar- ¡se
pudiese multiplicar! y a cada uno de ustedes llegar, con todo ese amor, ¡tal
cual!, como cada hermano lo vino a preparar, ¡por voluntad del amado Padre!
Es por eso que ahora,
no sólo ustedes, sino aquellos que aún siguen caminando ¡tan distraídos!, pero
aún así; han empezado a sentir en su corazón y dicen: “¡Es una necesidad de compartir y de estar unidos!, con aquellos que -como
yo, que como tú- han deseado seguir nuestro caminar, para a Nuestro Padre
llegar”. ¡Y eso es lo que sucederá!
Pero aquellos, aquellos
que ya han sentido el Gran Despertar, son los que con más fuerza -en ésta gran
oportunidad- lo vivirán. Porque Nuestro Padre lo ha dicho: “¡A todos por igual!”
Y a todos está llegando; a todos se les está entregando. Mas aquellos que aún -no
en conciencia- están despertando; ¡que no saben qué está sucediendo!, pero
también empezarán a dar el primer paso, para a Nuestro Padre llegar.
Es por eso que he
insistido y a ustedes he dicho: Ustedes que tanto han escuchado todo lo que nuestros
Maestros ya les han hablado ¡y se han dado cuenta que -paso a paso- todo se ha
estado cumpliendo!, aunque ¡de mucho de ello! -algunos de ustedes- cuenta no se
han dado. Pero tengan por seguro que todas las respuestas están llegando. Por
eso ahora con más insistencia les digo: Síganse preparando. ¡Más atentos y alertas!, porque mucho más -para
ustedes- estará llegando. Y ahí; al permitir que se esté anclando, empieza
a fluir todo lo que Nuestro Padre entregó ¡a cada uno!, cuando -en su totalidad-
nos estuvo creando. ¡Todo está!
Mas, también escuchaste que -todo lo que vienes
a experimentar- escrito está. ¡Y es verdad! Pero que sea tu decisión,
precisamente que el Plan Divino de Nuestro Padre ¡en ti entre en acción!, para
que todo se cumpla, tal cual como El, cuando contigo habló ¡antes de aquí
llegar! Permite que todo se dé y entonces, ¡entonces sabrás! que empiezas a
vivir en la verdad; en esa eterna verdad que tiene para todos; que es única,
pero que incluye a cada uno de manera ¡tan especial! y que ese gran amor ¡te lo
da!
Porque es cierto, amados
hermanos; en el Gran Libro hay una página
que a ti ha dedicado con gran amor. ¿Y sabes? Eres tú el que ¡paso a paso!, vas
escribiendo todo lo que en tu corazón ¡al estar fluyendo!, porque -al volver-
escucharás todo de él: ¿Qué hiciste? ¿Cómo lo hiciste? Si lo entendiste. Si
corregiste. ¡Mas no será para juzgarte!
¿Sabes?
Verdaderamente ¡eres tú y sólo tú el que vas a evaluarte! ¡Pero en esa
transparencia! ¡En esa claridad! Entendiendo que -de El- ¡además de su infinito
amor, tienes toda su misericordia y clemencia! y entonces ahí, tú entenderás si ya has
cumplido; porque no será el final del camino, sino el principio, para
nuevamente vivir en la eternidad del Todo; ¡en gran unidad!, con todos aquellos
que lo han podido lograr.
Y ahí es cuando tú
te has preguntado: “¿Cómo es que los Maestros
Ascendidos lo han logrado?” y el infinito amor que por cada uno de ustedes
han tenido, ¡puesto que aquí están!, pretendiendo y deseando ¡por ustedes! ser
escuchados. Porque -en la experiencia que han tenido -cuando algunos de ellos
han estado encarnados- su deseo es
guiarte, ¡inspirarte!, ¡para lograr esa perfección que sólo viene de Nuestro
Padre! ¡Y que ya todo lo pongas en acción!
Aquí ¡estás
viviendo una gran oportunidad! Prométete que lo vas a lograr. ¡Comprométete
contigo mismo!, porque recuerda que escuchaste y es verdad; ¡que al gran espejo
te tenías que encarar!, contigo mismo hermano; ¡para ver y sentir y saber qué
es lo que tienes que soltar!, para luego -en ésta gran oportunidad- ¡qué digo “tu
evolución”!, sino esa gran transformación lograr. Permitir que tu esencia, ¡tu
Ser!, se venga a unir a éste templo que te ha acompañado ¡por tanto tiempo! Y
entonces, con más claridad lo ves: Qué es lo que tanto te ha estado afectando, ¡que
tú mismo lo has provocado y que no has querido soltar!
¡Hay tantas cosas!,
porque el ego tiene uno y miles formas
de disfrazar, haciéndote creer que es correcto lo que estás pensando y te
invita a hacer, ¡llevar a la acción! Que te sigas equivocando. Eso es muy continuo
cuando escuchas ¡a la razón y no al corazón!, amado hermano.
Es el
tiempo de que te dejes llevar; ¡que te abandones a Nuestro Padre!, porque ten
la seguridad que ¡en esa fe y en esa certeza todo hasta ti empezará a llegar! ¡Es verdad! ¡El te empezará a dar señal
tras señal! En tu interior te empezará a hablar ¡y claro que sí!, también en el
exterior, te empezará a acercar. Tú verás cómo habrá situaciones que pensarás: “!Qué
sincronía!”, para vivir algunos eventos. Pero esa es la manera como Nuestro
Padre te dice: “¡No sólo estoy aquí, en ti muy dentro! ¡También te puedo
mostrar que tengo muchas armas para defenderte y que puedas hasta mí llegar!”
Y ahora, eso es lo
que estarás viviendo, si tú quieres y decides -por Nuestro Padre tan amado-
dejarte llevar. Todos somos su instrumento de amor. ¿Y sabes por qué te lo
digo? Porque eso empezarás a ver, a darte cuenta. Y luego estar entendiendo ¡que
sí!, también tienes -antes de volver a Él-
que cumplir una misión. ¡Pero en esa entrega! y entender que -tal como lo que a
ti te pide- lo puedas y lo quieras hacer, ¡pero en su tiempo! ¡No antes ni
después!
Todo es así, amados
hermanos. ¡Hay respuestas que te llegarán tan inmediatamente que te asombrarán!,
pero habrá otras que -a como tú estás acostumbrado- dirás: “¡Tardarán!” ¿Pero
no te has preguntado por qué así será? Porque quizá… ¡y no “quizá”! ¡Es
verdad!: Cuando tú -preguntas- le hagas a Nuestro Padre, y si no llegan, es
porque aún no estás listo para entender el “por qué” y “para qué” y de ti
depende que pueda ser tan rápido.
Si no es así, ¡una
gran noticia tengo para ti! Ya mi Padre te ha dicho: “Tengo ¡toda la eternidad!, para que vuelvas a mí”. Y ten por seguro
que tu hermana volverá, porque será sólo un suspiro, para que nuevamente -a ti-
me pueda acercar.
No olvides esto que
te digo, porque así será. ¡Las promesas
de mi Padre siempre se han cumplido! y el que tú estés aquí y hoy escuchando
todo esto, ¡sabrás y recordarás! y dirás: “¡Es verdad!” Todo lo que dijo,
llegado el momento -amado hermano, amada hermana- así es.
Pero
ten presente que mi Padre más fuerte te llama.
Marzo 23, 2016
Maestro Desconocido.
¡Y así es! El que
nosotros estemos aquí, hablando de esto -tal como lo dijo la hermana- es porque
¡hemos llegado por ti y para ti!
De tiempo en tiempo ¡ha
habido un Gran Advenimiento! ¡Tú lo has escuchado! ¡Cuánto! ¡Cuánto te has
preguntado!: “¿De qué manera será?”, porque muchas opciones te han dado.
Y
quiero decirte que tú sabías lo que ésta ilusión ¡aquí te iba a presentar! ¡Es por eso que
insistimos! ¡Contantemente te decimos!: Es
preciso ¡que sientas!, desde lo más profundo de tu corazón. ¡Que sea esa tu
verdadera intención!, porque cuando empieza a suceder, que al escuchar y en el
sentir empiezas a creer todo lo que -de El- escuchas; cuando llegan aquí ¡sus emisarios
y te ayudan a seguir ésta lucha!, pero entendiendo que ¡eres tú!, quien eres tu más fuerte adversario, y decidir ¡todo esto
dejar!
¡Es el
primer paso para volver a la eternidad! Aquella
¡que tú dejaste!, pero con la promesa de “El que todo lo creó”, que tu lugar, ¡ese!,
del que te apartaste, ¡siempre ahí estará! ¡Eternamente va a esperarte! ¡Porque
es tuyo! ¡Porque formas parte de toda ésta creación!, cuando del Todo hizo
expansión “Aquél ¡que todo lo puede!” y has escuchado y tú lo has repetido: ¡El
Padre Omnipotente!
¿Y entonces?, ¿por qué no te has permitido escucharte? ¡y
todo lo has dejado a la suerte! ¿La suerte? ¡Eso pertenece a ésta ilusión! Cuando
todo ello decidas y lo sueltes, entonces, empezarás a vivir ¡el Plan Divino que
para ti creó! y permitirás que sea ¡el “Yo Soy”! que dentro de ti ¡y a través
tuyo! se ponga en acción.
Nosotros les hemos
insistido ¡que es el tiempo! Que en el despertar de la conciencia, ¡en la Crística!,
estarías viviendo. ¿Quién de ustedes -a él- lo ha sentido? Al que llaman “¡su amado
hijo!”, que por ti y a hablarte de El, ¡del Todo!, aquí vino.
Y tú repites: “¡Cuánto
tiempo de esa gran enseñanza!” ¿Y qué es
lo que has aprendido? ¡Sí, amado hermano!, pregúntate; porque no es
solamente que repitas constantemente: “¡En ti creo! ¡En ti vivo!” Pero ¿cuánto lo has utilizado? ¿Cuándo lo has
hecho? ¡Ni siquiera has empezado contigo!
¡He
ahí la incongruencia, de aquél que no ha permitido el despertar de su
conciencia!, porque quien comienza a hacerlo, a vivirlo, es desde tu interior
hacia el exterior. ¡No te equivoques!, porque ¡no es aparentar!, a que tu
hermano vea lo que quieres hacer para a él ayudar. ¡Primero ayúdate a ti mismo!
¡Libérate!, porque así permitirás que todo llegue hasta ti y en ello te
envolverás, y luego ¡en esa gran expansión!, a tus hermanos compartirás.
Podrías decir que
ese es el secreto; pero amado hermano, ¡si lo estás escuchando! y lo hemos
dicho ¡así, tan abierto! Pero tú -si
dices que lo has entendido- ¿lo has
hecho? ¡Sé sincero contigo! ¡Cruza ya ese abismo que tú mismo habías abierto!
¡Este es el gran
momento!, porque todo lo que nosotros hemos preparado… ¡no tienes idea de lo que por ti -en infinito amor- está esperando! ¡Ese
amor que te tiene “¡Aquél que todo lo creó!” y que nosotros -al estar aquí y
contigo compartir- es porque ¡entiéndelo así!, de alguna manera ¡algo ha
empezado a fluir!
Y si
tú sigues permitiendo que esa guía, que esa inspiración ¡en ti la sigas
sintiendo!, todo llegará por añadidura y en la Gran Libertad, ¡pero la verdadera!,
la que El -a cada uno de ustedes- quiso entregar, empezarás a caminar. ¡Sí,
amado hermano!, ésta Era Dorada que ha empezado.
Es por eso que
nosotros contigo estamos; con todo aquél que se permita sentir y escuchar. Con todo aquél que sea su deseo ¡llegarse a
iluminar! ¿Por qué no? Si “Aquél que todo lo creó” ¡te lo dijo! y es una
gran promesa que -en aquellos que ustedes llaman “Maestros”- vean; ya se
cumplió.
¿Y qué
esperas tú para hacerlo? ¿Cuál es la duda? ¿Por qué no permites que en ti empiece
a vivir esa quietud, ese infinito amor? ¡y todo lo demás llegará en gran alud a
tu interior!
Ya lo dijo la hermana, a través de la cual tu hermano te habla.
Entonces, ya no
estarás deteniendo ¡todo!, toda esa grandeza, porque eres ¡y fuiste hecho ilimitado! y ya no dejarás que nada se esté
contraponiendo, y el gran velo ¡por ti será rasgado! Y entonces conocerás la
dimensión; la verdadera; ¡aquella que tanto has estado buscando! y que ¡tú
verás!, qué tan cerca ha estado. Porque
así es hermanos.
¡Mira! Hoy aquí te
estoy hablando. Mañana -si tú sigues así-
¡en ésta gran preparación! y todo lo que El te entregó lo estés utilizando, ¡te
prometo en el nombre del “Yo Soy”!, que tu hermano ¡frente a ti estará! Sabrás
quién soy. ¡Quién te ha venido a hablar!
¿Y sabes por qué en
éste instante te has permitido escuchar?, porque tienes esos momentos en los
cuales sólo el corazón permites ¡y te dejas guiar! Pero que sea ¡no sólo
constante! ¡Que sea permanente! ¡Deja
que te diga todo de lo que quiera hablarte! Que cuando tú cuenta te des; que
tan consciente estés, mira lo que empieza a suceder. Así, ¡así es! como El te
necesita. ¡Así es!
¡Y no sólo esto se
te va a mostrar! ¡Verás cómo -al que tú
llamas “el cuerpo”- también gravita! ¡Verás cómo -no es que empiece a
adivinar- sino cada uno de ustedes tan transparentes para aquél que se ha
entregado serán!, que conocerá todo tu sentir ¡sin que tengas que hablar! Es
así, lo que ustedes creen que “maravillas” son.
Déjame decirte, que
aquél que ha entendido y comienza a cumplir su misión y para todos es así, ¡eso
sólo será el principio!, de mostrar y vivir la Gran Vibración. No es la primera
vez que esto escuchas. Y es que ¡tan cercano está ya el momento!, en que lo
veas en acción.
Sólo
te digo; que -antes de aquí venir- ¡hiciste un juramento! ¿No te has preguntado?,
que quizá -para el cumplimiento de él- ¿ya has empezado? ¡Estás abriendo de
todo aquello que llaman “misterios”!, pero que es ¡de El! la verdad y que en el
principio del Todo ¡te la quiso entregar! ¡y que en ti está!
Permite ¡que se
muestre ya!, porque nosotros te venimos a hablar, ¡no tan sólo también a
mostrar!, sino a decirte ¡que -en cada uno de ustedes- también está! Ya no permitas que ésta ilusión insista en
quererte aprisionar.
¡Mira! Ahora, estos días que ustedes ¡algunos aún
toman con tanta devoción! Porque ¿qué?, ¿qué es lo que ha sucedido?, cómo -en
su mayoría- todos están ¡tan distraídos! Y quiero decirte, que -en el
tiempo del no tiempo- el verdadero, cuando tú tomas la decisión ¡y comienzas a
entregarte por entero!, no importa que elijas; con que hagas y -en ese momento-
ahí estaremos contigo ¡y fuertemente estarás sintiendo! de esto, amados
hermanos.
Y mira que han
tenido oportunidad. Les permiten más espacios para que se puedan recrear. Mas ¿quién
realmente?, que siente en su corazón tan vibrante, ¡pero que esté latente! Y dicen, que estos días son para -aquél que
llaman “Maestro”- recordarle. Si yo les dijera, que hasta en ello han estado
equivocados. ¡Y tendrán una prueba!, de lo que ustedes llaman “fechas”.
Ahí es donde sabrán
que siguen inmersos y pretendiendo no dejar de ser humanos. ¡Porque tampoco se te está pidiendo que
vayas y estés recluido!, ¡para que tú clames y hasta ti llegue el Dios Vivo! Eso
¡tal como lo ha dicho la hermana!, tú lo estarás sintiendo.
Y cada vez que el
corazón y lo que tan profundamente sientas y te lo esté pidiendo, en esos
momentos -amados hermanos- es cuando debes entenderlo: ¡Permítete hacer la conexión! Hablar con “¡Aquél que todo lo creó!” Y
en infinito amor, ¡en esa transparencia!, decirle y permitirle que te siga
guiando; ¡que te siga inspirando! ¡y que más fuertemente te esté hablando!,
porque has decidido ¡a Él! estarte abandonando. Eso es ¡lo único que te pide!
¡Mira! ¿Cuántas
veces ha sucedido?, cuando esos chispazos en ti han sucedido. Y amado hermano;
si esto fuera permanente… ya tú verás lo que habrás logrado.
Pero
entiende que El te ama; que no te juzga; ¡que no te castiga! ¡Que al contrario!,
por ti cada vez ¡más y más clama!, para que vuelva al hogar ese hijo tan amado,
que eres tú y sólo tú. Porque -te vuelvo a repetir- que tu lugar -junto a Él- ¡nunca!,
por nadie será ocupado. Hasta que tú hayas vuelto, El te sigue esperando.
Y mientras tanto,
nosotros -de todo ello- te seguiremos hablando. ¡Es sólo que tú decidas y estés
dispuesto a seguir escuchando!, que todo ello -lo que estará provocando- ¡ya lo
estarás viviendo!, ¡amado hermano!
Por el
cambio de dimensión estaremos empezando. Y sólo -de tiempo en tiempo- tu
hermano les ha estado hablando. ¡No olviden ello! ¡Así como al que llaman “Maestro”
Ángel Ráh, que hasta ustedes ha llegado! ¡De todo lo que les ha hablado! ¡Sí! Cada
Era Dorada, es cuando nosotros y la hermana tan amada, con ustedes ¡ha venido a
compartir! Y eso, se les estará mostrando.
¿Quiénes realmente?,
el verdadero vivir con nosotros -al seguir caminando- también a sus hermanos lo
estarán mostrando.
Marzo 23, 2016
Ketta/Aleshia (2).
Todos estos días que
ustedes -mis amados hermanos- han estado pasando; vivencias; situaciones, que
algunos muchas cosas se han estado preguntando.
También
escucharán que -en la verdad de Nuestro Padre- aquello que escrito está, los
que llaman “Profetas” al dejar para todos ustedes Legados y que han entendido que
de tiempo en tiempo así ha sido.
¡Y es verdad! También de lo que se está viviendo hoy,
aquí, en éste tiempo, ¡quedará!, para
aquellos que al seguir su caminar, porque Nuestro Padre tiene muchas formas de
hasta a ti -y en ésta ilusión- llegar, para que empieces a salir de la gran
confusión en la que estás, cuando todavía dormido sigues tu caminar.
Y muchas cosas, como
siempre ha sido; muchas opciones te estarán presentando. La llave -nuevamente insisto- también se te estuvo entregando. La
tienes amado hermano. En ti está, para que encuentres y sepas ¡y sientas! ¡y
vivas! todas las respuestas de lo que ¡el Dios Vivo en ti depositó!, cuando tú
te empieces a permitir que Él mismo -desde tu interior- comience a fluir y en
ese infinito amor ¡perdonarte todo!, de principio, para que luego -en la
enseñanza del “Yo Soy”- sigas paso a paso en ese gran abrazo.
Entonces, estarás
permitiendo que el gran recuerdo que en ti esté llegando -a algunos, en algunos
de ustedes, ya está sucediendo- no permitan que la confusión nuevamente se esté
anteponiendo a toda la Luz que Nuestro Padre al enviar y hasta ti aquí llegar -en
ti- ¡deja que comience a anclar!
De
tantas cosas se te ha hablado. Sobretodo -amado hermano- ¡esas! que “piedras”
has llamado. Ya te lo dije una vez; nuevamente su función tendrá ¡la
importancia!, ¡el valor que ha tenido!, que desde la eternidad ¡en ustedes ha
repercutido! Porque todo lo que ha empezado a llegar, forma parte de la Gran Atracción
y lo que emana cada “piedra” -como tú lo llamas- también has escuchado y te han
dicho qué es lo que logra en ti; en qué ayuda, ya sea para reforzar o para que
tenga ya su fin y que tú puedas seguir caminando, precisamente -amado hermano-
en el Equilibrio Sagrado, para que entonces, ¡entonces!, al unirse tu Ser, ya
todo en ti esté elevando.
¡Sí!,
porque Nuestro Padre también, en ese deseo de que tú te liberes, ¡te purifiques!
¡y que logres esa transparencia!, te han dicho que cuando el carbón -al ser
templado- se va convirtiendo en esa joya tan preciada y con esa transparencia ¡que
muestra todo el valor que escondido estaba! ¡Eso es lo que sucede contigo!, cuando
dejas y escuchas -en la enseñanza del “Yo Soy”- la verdad de Nuestro Padre, que
es eterno y entonces logras -de El- su perfección.
Es verdad y gran
prueba de ello tendrás. ¡No son palabras nada más! Entiéndelo así amado hermano.
¡Ya lo verás! ¡Ya lo vivirás! Por eso escuchándolo estás.
He aquí que el Gran Maestro
lo dijo: “Cuando lo entiendas plena y
totalmente, el Reino de mi Padre no es de aquí; pero llegará el momento en que
se muestre ante ti”.
¡Eso
es lo que él dijo!, pero -como ello- ¡muchas cosas más te han escondido! No te
lo han dicho plena y totalmente, porque no quieren permitir ¡que te liberes! ¡y
que muestres lo que está en ti eternamente! ¡Pero será! ¡Será!, porque tu corazón
ya te lo está pidiendo. Porque -lo que tú llamas “tu evolución”- ¡ya está en ti
surgiendo!
¡Cada Era Dorada ha
sido así! y ahora mi Padre desea que
sean “¡muchos más! -tal como lo dijo- los que vuelvan a mí”. ¡De ti depende
amado hermano! ¡De ti depende! que
lo sientas, que lo vivas, ¡que te liberes!
Nosotros
aquí estamos y todo lo que te decimos ¡también lo mostramos!, cuando de El -de
mi Padre tan amado- sea su voluntad. ¡En ese preciso instante a la acción se
llevará!
Tú lo verás. Pero es para que también -luego de ello- te liberes ¡y lo vivas
con toda esa fuerza! ¡Que resurja en ti esa Llama de Amor que está viva! Que
fluya; que se expanda y que en gran unidad, todos ustedes -con nosotros- quieran
seguir el caminar hacia Nuestro Padre tan amado.
Yo te
prometo que no te arrepentirás. Que -si lo haces- ahí con El estarás. Pero eres
tú quien lo decidirá; sólo tú. ¿Deseas hacerlo? ¡Estamos aquí! Entonces ¡prométete! que
todo aquello que aún falta ¡y que no has querido soltar!, ¡vas a vencerlo!, ¡porque
puedes hacerlo! ¡Lo lograrás!
Ya mi Padre lo dijo:
“Tu camino de regreso hacia mí, sólo tú
lo harás”. Y es verdad. ¡Es verdad amados hermanos! Por esto ¡tantos de nuestros Maestros! ¡No tienen idea quiénes aquí están contemplando y en ese círculo
amoroso, hacia ustedes ¡todo el infinito amor de Nuestro Padre emanando!, para
que ustedes cada vez ¡más y más! fuertemente sigan vibrando.
Que aquí sólo un
momento el que nos están regalando; pero luego al seguir, a lo que llaman “su
vida”, ¡su rutina!, todo eso que están
recibiendo en éste momento, les esté prodigando ¡la fuerza! para seguir
luchando ¡y que todo lo estén soltando! Verán que será así. Siéntanlo. Recíbanlo.
¡Ánclenlo en su corazón! ¡Permitan que el Fuego Sagrado más!, en estos
instantes, en estos días, que muchos de ustedes por él están clamando; pidiéndole
al que llaman “Maestro” que hasta ustedes, hasta ellos, esté llegando.
Y yo
les digo que Nuestro Padre tan amado y él, ¡el Gran Maestro! ¡Claro que están
escuchando! ¡Claro que está en cada uno de ustedes! ¡Es por ello que es
el tiempo! Se dijo que llegaría la Conciencia Crística; que en ti, ¡en tu
interior estaría! ¡Vívela! ¡Siéntela! Permite que se ancle en tu corazón; que
con la Llama Violeta del amado Maestro, que a cada momento te entrega, haga en
ti, en tu cuerpo -desde tu interior- ¡esa Gran Transmutación!, para que luego -en
esa pureza- sientas y vivas, plena y totalmente -de Nuestro Padre- su infinito
amor.
¡Ese es el gran
regalo que en estos días a todos ustedes está entregando! ¿Acaso no has dicho
que el Maestro Jesús?, con estas palabras tanto hemos escuchado: “¡Por ti se
estuvo sacrificado!” Que yo te digo que fue el infinito amor, porque -si tenía
que ser así- ¡de mi Padre recibió todo
el valor! Sabiendo que todo lo que aquí vivió, sólo fue parte de ésta ilusión.
Que la eternidad, la pureza ¡la tenía y la tiene en esa esencia! que de Nuestro
Padre recibió.
¡Siente su presencia!
¡Siéntelo amado hermano!, que está contigo y te está acompañando. ¡No sólo el!,
también nuestro amado Maestro ¡Saint Germain!, que todo en ti transmutando está,
en ésta preparación; en ésta purificación; para que ya ¡dejes de ser parte de ésta
ilusión!
Así sea. ¡Así será!,
en el amor de mi Padre tan amado. En cada uno de ustedes se cumplirá.
Marzo 23, 2016
Saint Germain.
¡Y claro que sí! ¡Amados!
¡Amadísimos hermanos! ¡Con ustedes estamos!, acompañándolos, en ésta que
ustedes llaman… reviviendo ¡esos
momentos en que mi amado hermano con ustedes caminó!
Pero miren, nosotros les diremos -de la verdad- lo que
sucedió. ¡Claro que sí! Sólo les pedimos ¡se sigan preparando!, porque de todo
esto que ustedes han escuchado, sé que ha habido en algunos gran confusión. ¡Pero
no te preocupes! -amada hermana, amado hermano- que nosotros ¡todo les estaremos aclarando!
Miren; para aquellos
que aún en la preparación están iniciando; ya lo habíamos dicho, vuelvo a
repetirlo: Cuando tú te abandonas a tu
descanso, luego -en tu despertar- estarás recordando; “sueños” -así los quieres
llamar- en los cuales tu hermano, ¡tus hermanos! contigo están. ¡De todo el
amor de Nuestro Padre les hablamos y les mostramos! ¿Por que crees que en tu
despertar sientes muchas veces ese regocijo en tu corazón? y dices: “¡Ojalá y
hubiese sido verdad!”
¡Ahh! Yo
te digo: ¿Crees tú -de veras- que sólo fue un sueño y contigo no estuvimos? Y
de todo ello que soñaste ¿te quisimos hablar? Amados, ¡hay tantas cosas!: Cuando
tú te abandonas a tu descanso, dejas ahí ¡tu templo!, tu cuerpo, ¡el que en ésta
ilusión estás ocupando! y tu Ser, ¡tu esencia!, la vamos llevando ¡allá! A
muchos de ustedes inclusive, a la presencia de Nuestro Padre tan amado.
Es así ¡amados!,
como todo para ustedes está empezando y luego -en el continuo- cuando más
conscientemente saben, como algunos de los que aquí escuchando están, ¡saben que no sólo fue un sueño! Que mucho
de ello también -al mostrar- fue ¡para que sigan en su preparación! ¡Amados!
¿Y saben por qué lo digo? En algunos eso estará sucediendo. ¡Sí!, será antes de
encontrarnos ¡allá!, donde se hizo el llamado.
¡Amados! ¡Ya tenemos! -ya les dijimos a la hermana-
la fecha en que ustedes ¡allá! los estaremos encontrando. ¡Sí! ¡Dice “que
lo sintió”! ¿Cuándo hemos escuchado eso? También en ustedes: “Lo sentí
fuertemente”. Y yo les digo; mientras sea en amor, siguen en el camino correcto;
porque luego nosotros -en el exterior- les estaremos confirmando. ¡Así es!, en
efecto, como ha sucedido. Por eso ahora, en éste instante, la hermana ¡sabe!,
porque ¡estoy confirmando! Y todo esto que digo, es verdad hermana. Es
precisamente, para que ustedes allá -con nosotros- se encuentren.
Y
esperamos que ustedes ¡todos!, vayan tan entregados en infinito amor. ¡De
verdad! ¡Dejen a un lado cualquier otra situación!, que sólo es parte de ésta
ilusión ¡y tan banal! Que en ustedes siempre esté presente que Nuestro Padre ¡les
está llamando! ¡y que desea que ninguno de ustedes allá esté ausente! ¡Amados!
¡Porque
ya lo dijimos! ¡Todo se estará facilitando! ¡Todo para ustedes! ¡Nada se les
estará negando! Pues si Nuestro Padre ¡todo lo puede! y sus hermanos también
les estaremos ayudando. ¡Ténganlo por seguro!
Es por eso que
algunos -en su preparación y para ello- les estamos entregando. Sabemos que de
corazón lo están haciendo y a cabo lo están llevando. ¿O no es verdad?
¡Y no
se preocupen! Ya no síganse preguntando: “¿Qué sucederá? ¿Podré? ¿Tan endeudado
estará?” ¡No amados! ¡No escuchen nada del exterior! ¡De verdad, de corazón! Nuestro
Padre ¡todo!, ¡todo les va a acercar!
Y
nosotros también. ¿Que no han escuchado que su hermano -en la Alquimia- mucho
transformó? ¡Pues créanlo! ¡Vívanlo! Que ya a algunos de ustedes mucho les acercó
¡y así seguiré! ¡Claro que sí! ¡Pero vívanlo y siéntanlo de corazón! ¡Que lo
deseen así infinitamente!
Que también la hermana ya les acercará información.
Se la estamos entregando. ¡Ay de aquél que -aún así- no sienta en su corazón el
Llamado! Ahí, nosotros ¡nada podemos hacer! ¡Amados! ¡Pero con brazos abiertos
los estaremos esperando! Y una cosa les
quiero pedir: ¡Entregados! ¡Dispuestos! ¿Listos para el abordaje? Eso será
en el preciso instante en que ¡allá! hagan el aterrizaje. Verán cómo los
estaremos guiando. ¡Amados!, su hermano de corazón.
Y ahora, haciendo
mención de todo lo que en estos días están viviendo y a propósito de ello,
querer hacer la preparación. ¡Ya lo dijo la hermana!; que toda la intención esté aquí, en cada uno de ustedes. Insistimos
tanto en el corazón, porque ahí es donde todo está guardado y le llaman “corazón”.
Ya
sabrán realmente ¡amados hermanos! en la verdad, el por qué ustedes se hacen
llamar “humanos”. ¡El “por qué” y “para qué” aquí están caminando! El “cómo” y “para
qué” también ello lo estarán dejando y el “después” que llegará, qué es lo que
les estará mostrando.
¡Miren todo lo que
les dije! ¡Y paso a paso!, ¡claro que sí!, les estaremos guiando. ¡Pero
siéntanlo así! y que sea su deseo escuchar la verdad de la verdad. Que ya la hermana lo dijo; la seguirán
escuchando hablar, ¡uhmm! ¡y ya no será “canalizar”! Así empezó, ¡uhmm!, era
necesario. Ustedes verán la transformación; como ahora, ¡aquí estoy! ¡Es
verdad! Soy yo en el “Yo Soy”, su hermano ¡que tanto les ama! ¡Saint Germain!
¡Y
dejo para ustedes la Llama Violeta! ¡Que los envuelva!, ¡amados!, en esa ¡gran
esfera de amor!, envueltos, encerrados, para recibir y vivir toda la Gran Transmutación. ¡Y no sólo ustedes!
¡Todos mis amados hermanos! en éste planeta.
Que mi
amada ¡América!, empezará a hablar ¡y su voz se alzará!, porque -de mi Padre
tan amado- ¡es su voluntad! ¡Ya lo verán!, de qué manera será.
Que yo soy ¡Saint
Germain!
¡Y
venceremos! ¡Lo lograremos! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!
Marzo 23, 2016
Ketta/Aleshia (3).
Hoy, hoy concluye,
de todo lo que mi Padre con infinito amor deseó entregarles de manera muy
especial y aún entre ustedes fluye.
Aquél que al
escucharlo quiso con El hablar de manera coloquial, ten por seguro -amado
hermano- que El te escuchó y todo lo que le pediste se cumplirá, cuando lo
hayas hecho en infinito amor.
Porque
no olvides que días atrás, tu hermana te dijo ¡que en 26 días más!, iniciaría
algo que muy fuerte se mostraría. ¿Y qué es lo que viviste? Mas hoy, hoy se
cumpliría lo que de la Gran Fuente ¡hasta ti emanaría! Y no solamente a ustedes.
Esto fue en su totalidad. ¡Aún a aquél que no ha empezado a vivir su despertar!
¡Gran sacudida recibió en su interior y tanto lo movió!
Amado hermano; el
deseo de mi Padre es que empieces a vivir tu despertar y aquél que antecedió y que en su preparación ha querido adelantar, yo
te digo, que mi Padre te hace una promesa: Que -si tú sigues así, entregado- ¡todo
en ti estará acelerando y se cumplirá!
Aún
tienes grandes momentos para vivir. Aún
está en ti esa gran energía que hace días empezó a fluir. ¡Aprovecha cada
instante y hasta el ultimo momento!, que sientas tu corazón vibrante. Entrégale
a mi Padre, a Nuestro Padre ¡todo de ti! ¡Déjate llevar! ¡Abandónate a sus
brazos amorosos! ¡A Él!, a Nuestro Padre tan amado, que -con infinito gozo- así,
te estará envolviendo.
Y en ese abrazo tan
sutil, te está diciendo que lo tienes todo de Él ¡y que en éste tiempo lo estarás
liberando!, para que -con quien tú sigas
hablando- de tus hermanos, tus hermanas; sientan que sea mi Padre tan amado que
-a través tuyo- esté hablando. Porque así será. Porque no sólo en ti todo
moverá, sino que esa Melodía Sagrada, ¡cada decibel! -al estar elevando- ese
hermano, esa hermana que esté escuchando, ¡lo sentirá!, para que todo en ellos
se esté transformando.
Efesios
lo dijo y San Juan -al escribir- y dijo: “Al enviar a su hijo, a ustedes estará
salvando”. Mas yo te digo: ¡Mucho más que ello! Les está mostrando quién eres,
amado hermano. ¡Abre tus alas!, que es el momento, para que todo tu Ser lo
estés elevando.
Y así es; así ha sido y todo estará cumplido. En el nombre de mi Padre tan
amado, ¡en ti se mostrará!, el Dios Vivo.
Esa fue tu voluntad;
que mis hermanos en éste instante ¡esto tuvieran que escuchar! Cumplido está Padre
mío. Cumplido está. Y aún en aquél y en aquella, que -en espíritu- hoy nos han venido
a acompañar. Y en todo éste planeta… que sientan tu presencia.
Dios Padre; Dios
hijo; Dios Espíritu Santo; que todos y cada uno de ellos se esté posando, ¡Padre
mío!
Dice
mi Padre que habrá una Gran Revelación; que esperen por ello. Vendrá de Él ¡y
todo se pondrá en acción!
Así será hermanos ¡y
gracias por escuchar! ¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por acompañar! y
prosigamos con la preparación, que todo lo que ahora roba nuestra atención y
nuestra emoción, amados hermanos. Que todo esto que acaban de vivir tiene un “por
qué” y un “para qué”. Ya lo sabrán. ¡Ya lo sabrán!
El viaje
será en Junio. Los días probables del 18 al 22 ó 23. El deseo de Nuestro Padre
y de nuestros amados Maestros es que recibamos allá el cambio y recibamos la
llegada del Solsticio de Verano. Amados hermanos.
Yo les pido -y
espero que así todos lo entendamos. Esta no fue decisión de su hermana. ¡No! Cada
vez que ha sido la oportunidad -como en ésta ocasión- les he repetido que es mi deseo cumplir la voluntad de mi Padre
y solo de Él y para El escuchar.
Es por eso que -dentro
de la preparación que cada uno estemos llevando- entenderlo y sentirlo, no mostrar ni manifestar inconformidad,
porque entonces quiere decir que nos pretendemos rebelar a lo que el Plan Divino
de Nuestro Padre -para nosotros- ya nos ha empezado a mostrar.
¡Es verdad, amados
hermanos! Esta decisión no es mía. Y -aquellos que tengan a bien y que con
infinito amor quieran acompañarnos- lo estarán atestiguando; lo estarán viendo;
pero -sobretodo- ¡lo estarán sintiendo!
Estarán sintiendo
todo lo que de Nuestro Padre -¡para ustedes!- estará llegando. ¡Para ustedes
hermanos!, que están permitiendo que su corazón les haya abierto.
Elevemos también una
oración, un decreto, para aquellos hermanos que en estos días lo que están
viviendo. Aquellos que están sintiendo tanto temor, por lo que está ilusión les
está mostrando (los ataques en Bruselas)
o que están viviendo.
¡Pero todo tiene una
respuesta! y ustedes verán cómo quedará de manifiesto ¡y con toda su fuerza!,
lo que de Nuestro Padre es su voluntad, para aquellos hermanos ¡que tan
equivocados están! y que quieren ¡con su propia mano mostrar lo que la razón a
ellos les ha querido indicar!
¡Verán
que lo que están caminando no es el camino correcto!, porque es en amor y con
amor lo que Nuestro Padre nos pide vivir. ¡Que abraces a tu hermano!, ¡no
importa su idioma o su religión!, porque religión es lo que ¡ésta ilusión te ha
impuesto! ¡Nuestro Padre lo único que te entrega es su amor!
La
religión -lo único que hace- es esa división. Que miren hasta donde los ha ido
llevando. Y no es eso lo que mi Padre desea de ti hermano: Desea que mires a tu hermano en amor y con
respeto; ¡con humildad! Que camines en igualdad, ¡en unidad! Que eleves tu
oración, ¡no importa cómo lo quieras llamar!: ¡Yahvé! ¡Jehová! ¡Porque lo que
importa es lo que en ti está! Lo que El te entregó ¡y a todos nos lo dio por
igual!
¡No permitas que la
razón se imponga! ¡Deja que tu corazón sea el que hable! Por eso te pido, mas ten
por seguro que esos hermanos; aquellos; no sólo los que de aquí se fueron de
esa manera, sino aquéllos que aún están oprimidos por defender ¡lo que dicen
que es su verdad! No, amados hermanos: ¡Verdad
sólo hay una! ¡y siempre ha sido así! ¡y viene de la eternidad! Es la que Nuestro
Padre nos entrega. La que El nos da.
En éste instante -por
un momento- cada uno de ustedes su oración -si es su deseo llevarlo- por todos
nuestros hermanos y aquellos que tanto en éste instante están sufriendo: ¡Dales
Padre mío la fuerza! Entrégales la Luz. Que sea tu fortaleza que a ellos los
mantenga.
Y a
aquellos que dicen pelear en tu nombre, pero que sólo están ¡con violencia
atacando a su hermano!, ¡muéstrales la verdad! ¡Que vean con claridad!, que no
es eso lo que tú quieres de ellos. Que lo que pides es que caminemos en
hermandad. ¡Así!, así como es en esa dimensión, en la que contigo estoy, antes
de aquí nuevamente llegar.
¡Que lo sientan
realmente! ¡Que toda ésta energía que con tanta fuerza está llegando!, ¡ahí!, ¡ahí!,
¡donde tanto la están necesitando!
Aquél hermano que
está sufriendo y aquél que está pretendiendo -que en tu nombre está enarbolando
sólo violencia y caos- Padre ¡muéstrale!, ¡muéstrale!, que sólo quieres de él,
que sea el amor lo que a su hermano esté entregando. ¡Que seas tú El que se
esté mostrando!, Padre mío. Que así sea ¡eternamente!, Padre mío.
¡Gracias hermanos! ¡Gracias
por unirse a la oración!
Y perdón por la
emoción, pero claro que venceremos. Que
sólo el amor de Nuestro Padre sea lo único. Verán que así será. En ésta Era Dorada
lo lograremos. Lo vamos a lograr -Padre mío- porque cada vez somos ¡más y más y
más! y al unir y elevar nuestros corazones, provocaremos el rompimiento de estas
ilusiones y que nuestros hermanos también redescubran la verdad que sólo tú nos
entregas. Que tú nos das.
¡Gracias hermanos! ¡Gracias
por todo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario