28 de junio de 2016

Canalización del 31 de marzo de 2016.

Marzo 31, 2016

Ketta/Aleshia (1).

(Sesión dedicada para Jonathan Vargas, enfermo de fibromialgia y epilepsia).

Amados hermanos, hoy hay un mensaje especial, por todo lo que ustedes podrán apreciar. Por cuanto lo que mi templo está sintiendo no es, porque si en realidad es lo que está recogiendo.

Así, tal cual como siempre lo he dicho: “Lo que es la voluntad de mi Padre dispuesta estoy”. Y si ésta, claro que sí, también para que se pueda entender el “por qué” y el “para qué” y sobretodo que los que están aquí presentes lo tengan que ver.

Pudieras decir que hay muchas cosas que no tienen explicación. ¿Pero sabes?, lo que en su momento para aquél que está dispuesto ¡y que le pidió a su corazón! Esto es lo que para mi Padre y para la hermana que les habla, lo que tiene todo el valor. Lo demás; aquél que entregado quiere estar ¡ya lo entenderá!

¡Toda ésta angustia! ¡Todo éste deseo de sacar!, tal como mi Padre me dijo: ¡Tú lo recibirás! ¡Y no por ello su hermana se va a preocupar!, porque -así como llega- ¡se elevará! ¡Se transmutará! ¡Se elevará! Es sólo que -para elevarlo- un receptor tenía que estar y de corazón -con infinito amor- aquí estoy.

No sólo esto podrán atestiguar, ustedes que tan cercanos han querido estar. Habrá ¡mucho más! ¡Pero será porque aquél, aquélla!, que en el momento en que sienta el deseo de quererse acercar; ¡que le ha pedido a mi Padre con todo el corazón!, que una respuesta desea ¡y la tendrá!

Es así ¡y sólo así!, como cada hermano, hermana; que busque ¡queriendo encontrar y sentir que realmente es tanta su fragilidad humana! y acepta que “El, que todo lo puede” es quien la respuesta le ha de dar. Y no sólo de ello, a partir de ese momento ¡y tal como fue su juramento!, que -al vivirlo- luego, se dejaría llevar ¡por El! Por mi Padre tan amado ¡que todo lo puede!

Ahora… ¿qué es? Esa ha sido la pregunta: ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué? -paso a paso- ¡todo lo que sucede lo está agrediendo! Mira hermano; es que ¡cuando empiezas a recibir en lo terrenal y todo es tan material!, hay momentos en que te permites -lo que viene de El- estarlo negando. ¡Y no es así!

Mas, he de aclarar, que todo lo que ha estado sucediendo ¡no ha venido de Él!, porque mi Padre tanto ha hablado a cada uno de sus hijos, ¡a pesar de que en algún momento haya blasfemado! ¡Es así! ¡De manera tan directa! ¡Hemos de cuidar cada palabra! ¡Lo que de nuestro interior hacia el exterior se proyecta!

Porque -en éste tiempo- en el cual ¡toda la Luz de mi Padre hasta aquí!, hasta tu plano terrenal, ya de días atrás ha empezado a llegar. ¡Todo lo que tú has ido entregando! Sólo te digo, que hasta ti está regresando.

Mas ¡cuando a pesar de ello!, tú cuenta te das ¡cuan equivocado has estado y quieres corregir y dar marcha atrás!, te digo en el nombre de mi Padre: Con sólo que en tu corazón sientas su infinito amor, El ¡no te pide más! Y entonces, todas sus respuestas tendrás y todo lo bello; todo aquello ¡que llegaste a decir que no existía!, ¡verás cómo en ti se va a mostrar!, día a día. Porque eso es lo único que El te pide.

Y así, se entiende que “como das… recibes”. La Ley de Correspondencia más fuertemente se estará mostrando. ¡Es por eso!, que -en el nombre de mi Padre- a ustedes les digo: ¡Dejen que se muestre su esencia! en cada uno. ¡Fuertemente! ¡Amorosamente!

Ahora -de aquí Padre mío- tal como me lo pediste, hasta ti elevo todo aquello que agrediendo ha estado; a quien ahora -con toda la fuerza de su corazón- te está buscando. Transforma en infinito amor. ¡Dale la forma que de su Ser cuando -al crearlo- le has entregado! y que permita que para él se muestre y sienta; escuche y viva la enseñanza del “Yo Soy”, que es tu verdad, Padre tan amado.

Y así, sólo así, tienes ¡tantas maneras! de llamar y que cada uno de tus hijos vuelvan sus ojos, su corazón hacia ti. ¡Nunca! nos has dejado. Y hoy, también aquí, será mostrado.

Al iniciar el siguiente mes; ya que hoy, éste habrá de terminar; dice mi Padre que las respuestas empezarán, paso a paso. Sin olvidar que lo único que pide es que así, en ese infinito amor, eternamente -a Él- te quieras entregar.

Que no importa que en algún momento se pueda sentir, que la marea tan fuerte nuevamente comience a subir; siempre recordando el juramento, para que -luego de ello- sigas permitiendo que mi Padre se muestre, no sólo para ti, sino ¡a través de ti! Porque así será.

Ahora -en el nombre de El- e invocando amorosamente ¡todo su poder! Desde éste momento, se muestra ante aquél que al pedirle, ¡también hizo un juramento!

¡Hecho está! ¡Cumplido será! Nuestro Padre tan amado ¡se mostrará!

Todo lo que se ha dicho, nuevamente en éste tiempo y desde un principio, poco a poco, a aquellos -amados hermanos- que tan amorosamente se acercaron. Miren cómo el vaivén -aún para algunos- ¡a pesar de que estuvieron! ¡y así fue!, aquellos que se alejaron. Mas ahora, con toda esta fuerza, en la que Nuestro Padre cada vez ¡más y más! ante ustedes se muestra, ¡no quieran empezar a ver! -amados hermanos- que lleguen y en esa infinita Luz, que muchos piensan que los estarán cegando.  Será ¡en esto que tú llamas “rutina”!

Mientras tú sigas en ese afán, en tu día con día, de llamarlo, ¡hablar con El! También te ha dicho que puedes verlo como un amigo, aunque es Nuestro Padre tan querido; que puedes decirle ¡hasta el más intimo de tus secretos!

Que mira; que para El -es verdad- ¡no creas que sólo ve tus aciertos! ¡Eres como un libro abierto! ¡Pero no te juzga! ¡Al contrario! Cuando empiezas el camino a equivocar, ¡es cuando más fuertemente El te busca! y te dice: “Amado hijo; así es como aún te quieres ¡mucho más de mí alejar!” Y te empieza a dar cada señal.

Nosotros te  pedimos ¡que estés atento!, porque lo que sentimos es cuando vemos que alguno de ustedes busca el camino ¡tan incierto! y -la única respuesta es- ¡que tú no deseas que sea tu momento en éste tiempo!

Y déjame decirte que en esta gran oportunidad, ahora, en éste día, que mira; ¡que recién acaba de empezar!, el gran día en el cual tú estás caminando; que has tenido el gran regalo de estar aquí, nuevamente encarnado; de vivir y escuchar ¡cómo Nuestro Padre nuevamente se empieza a manifestar!

¿Y sabes? No sólo en aquellos que se te han estado acercando ¡y de Él! te han estado hablando, sino ¡en ti hermano! ¡En ti! Permite que sea así. ¡Permite que así como El te creó!, empieces a dejar ¡que se muestre esa gran manifestación!, porque -lo que El te entregó- ha sido su infinito amor ¡y está en cada uno de ustedes!

Porque ¡siempre es ese afán!, ¡esa intención!, ¡de no dejar fluir lo que hay dentro de ti! Lo que guardas en tu corazón ¡es tanto! ¡Es tan grande! ¡Y ahí es! cuando tú -al empezar a hacerlo- cuenta te darás que no hay limitación. Que todo lo que El te dio sigue vivo, latiendo, deseando salir, ¡hacértelo sentir! ¡Créeme!, que cuando tú decidas y se lo quieras permitir, ¡no te vas a arrepentir!

¡Cuántas veces se los he dicho! y ahora, ya no sólo palabras serán. En el infinito amor de Nuestro Padre tan amado ¡todo! se mostrará. ¡Ya ha empezado! Aquél que no ha querido ver… ¿qué te puedo decir, amado hermano?

Sólo que -luego de esto- que en su tiempo -tal cual como mi Padre lo tenga dispuesto- ¡regresaré!, ¡para hablarte de Él! ¡Para mostrarte nuevamente todo lo que es!, porque luego -como hoy- en el aquí, en el ahora, ¡el infinito empezará a hablar! ¡Todo está escrito! y nuevamente ¡sucederá!

Y entonces, aquél que ha escuchado ¡y también aquellos que lo han negado!, ¡lo verán!, ¡lo sentirán! ¡Pero qué grande! ¡Qué maravilloso!, para aquél, aquélla que se ha preparado. ¡Que ha deseado! ¡Que se está permitiendo!, nuevamente lo que Nuestro Padre te envía, te entrega, ¡todo lo que viene de la Fuente!

¿Cuántas veces te ha repetido? Ha habido momentos tan fuertes, en los que sus cuerpos ¡tanto han recibido! Y en esa preparación, se está acercando el gran momento, en el cual -aquí ante ustedes- se mostrará.

¡No es una premonición! ¡Es tan sencillo! ¡Es tan normal decirlo! Porque- si mi hermano, mi hermana- ha empezado; con Nuestro Padre insistentemente ha hablado y le ha dicho: “De mí ¡todo conoces! Sabes lo que mi corazón está sintiendo y te estoy pidiendo ¡que me lleves y me guíes en una sola dirección! ¡Hacia ti Padre mío!”. ¡Y lo hace! ¡Lo está haciendo!

¿Sabes? Que lo único que te estamos pidiendo es que estés ¡atento!, ¡alerta!, ¡con el corazón abierto y la mente dispuesta! ¡Sin razonar! ¡Que sólo sea el sentir el que te empiece a llevar! ¡Es así! Y gran sorpresa te llevarás, porque cuenta te darás ¡que es verdad! Que cuando ¡en esa gran indefensión!, le entregas tu corazón ¡y esa libertad que El te entregó!, todo para ti -¡no empieza a cambiar!- sino a mostrarse la verdad, de lo que ¡para ti, ya escrito está!, antes de aquí llegar. Y todo lo que llamas “milagros” en ti y para ti y a través ¡de ti!, se van a mostrar.

Ese es ¡parte del Gran Legado!, que Nuestro Padre a todos y cada uno -¡no prometió!- ¡sino que entregó! ¡y está! Lo único que tenemos que hacer amados hermanos es -la llave que cada uno tiene en custodia- ¡utilizar!, porque entonces llegará a su memoria ¡quiénes son! y por qué y para que, aquí están.

Tan simple, pero tan grande; ¡tan amoroso! Y en esa perfección que viene de Él, al hacer tu preparación, también lo llegarás a lograr. ¿Por qué no? ¡Ya deja de pensar que estás en una gran limitación!, ¡que nada puedes lograr!, porque -como aquí te hicieron creer- ¡mucho! de lo que has hecho y que le han llamado “¡pecado!”, Nuestro Padre -de ello- ¡no te ha juzgado!

Porque también entenderás que llegaste a éste planeta tan amado para vivir ¡cada lección!, que estabas necesitando para tu “evolución” -si así quieres llamarlo- amado hermano. Y de todo ello -lo que en verdad tiene ¡todo el valor!- es que ¡lo entiendas; lo aceptes y se lo entregues!

Nuestro Padre ¡sabe qué hacer!, porque esa energía que tú has utilizado y la has llevado a una inarmonía que debe elevarse, ¡para que pueda transmutarse! y luego -en esa pureza- ¡a ti regresa!, hasta que logres entonces -¡tal como se te ha pedido!- mantenerte equilibrado. ¡Sí, amado hermano! No permitir que la balanza se incline. Seguir erguido, en infinito amor caminar. ¡Tener ese valor de aceptar lo que tienes que soltar! y lo que necesitas tomar, para entender y expresar, en la verdadera esencia lo que es ¡amar! ¡Amarte a ti mismo! ¡Pero tal cual como Nuestro Padre te ama! ¡Reconocerte! Así; ¡abrazar tu alma y perdonarte!

Sobretodo ello: ¡Perdonarte todo, amado hermano! y prometerte que -al seguir adelante- tu paso ¡ya no será vacilante! ¡Pisar con firmeza!, ¡porque de Él, de Nuestro Padre, recibirás toda la fuerza! y te mostrará que así ¡en esa transparencia con la que le has hablado y es tu deseo estarte entregando! Estás permitiendo ¡que El!,  ya ¡es tu momento! y todo te lo esté mostrando.

Porque siempre lo ha intentado. Siempre contigo y para ti ha estado. Es sólo que tú ¡no lo has escuchado! ¡No lo has permitido!, hermano tan amado. Porque cuando lo hagas, cuando realmente -y esa es tu preparación- porque aquí, sólo te estoy hablando de lo que es necesario -con infinito amor- para que empieces a vivir tu evolución.

¡Pero depende de ti! ¡De cada uno de ustedes!, porque aquí sólo te das un momento para venir y escuchar. Mas -al salir- eres tú el que decide, si todo aquello de lo que se te ha hablado; la verdadera intención; con todo el corazón le darás.

Es así como siempre ha sucedido. Y créeme; no todos lo han entendido. Por eso hay ¡tantos hermanos! que siguen caminando dormidos; en ese letargo que sienten ¡eterno! ¡Pero no es cierto!, porque ¡eterno sólo Nuestro Padre y su infinito amor!

¡Cuando tú empiezas a sentir dentro de ti esa Llama que arde, pero que no quema!, ¡que te envuelva y que se eleva!, es cuando lograrás la conexión total y plena con esa -su amorosa vibración- que es tan fuerte y empezarás a sentir que sólo no estás. Que -al seguir tu caminar- el “Yo Soy” ¡tan vivo dentro de ti está!

Y no te hablo de religión. Esa, tus hermanos humanos la han creado. De lo que yo vengo a hablarte es ¡de la verdad de mi Padre! ¡Esa que sigue viva!, que de tiempo en tiempo hemos venido a hablarles de ello y a entregarle a aquél que quiera y la reciba; porque siempre está. Siempre seguirá. Permanecerá ¡para ustedes! ¡Para todos ustedes!, aunque no deseen en algún momento, ¡aunque no quieran!, porque Nuestro Padre ¡a todos los abraza! ¡A todos nos ama! Y es así, como eternamente seguirá ardiendo la flama: La Llama Trina, que en cada uno de ustedes está.

Has escuchado ¡tanto! de la Santísima Trinidad: ¡Dios Padre! ¡Dios Hijo! ¡Dios Espíritu Santo! Tres en unidad. ¡En uno sólo! Así -para aquél que lo ha decidido- se mostrará. ¡Ya lo verán! Porque sí, llega el momento cuando todos ustedes recuerden su juramento; aquél que le hicieron a mi Padre tan amado: “Deseo volver a ti. No permitas que solo camine. ¡Quiero -aún estando ahí- de ti recibir!”

¡Y claro que te ha entregado! ¡Claro que te ha mostrado! Haz una gran reflexión: Cuando han sucedido cosas que no te han gustado… ¿no será -amado hermano- que del camino te has desviado? Mas Nuestro Padre ¡siempre te espera con brazos abiertos!, amorosamente ¡y te habla dulcemente! ¡Permítete escucharlo! ¡Siente en tu corazón todo su infinito amor! Que esa vibración empiece a envolver ¡todo tu cuerpo!, ¡pero mucho más en tu interior! ¡Déjate sentir! ¡Habla con El! ¡Ya todo de ti escuchó! ¡Sabe lo que estás sintiendo! ¡Sabe! -como le has dicho- ¡lo que estás sufriendo! ¿Por qué no?

Porque eso es lo que -amados hermanos- ¡ustedes!, que se hacen llamar “humanos” hablan de “sufrimiento”; porque -mientras sigan en ese letargo- y no estén entendiendo que Nuestro Padre ¡todo te ha entregado y nada has utilizado!

Por eso sigues así; pensando que todo -así como tiene un principio- llega a su fin. En la Gran Esencia; ¡ahí donde El sintió tal complacencia! para desprenderse de esa Chispa Divina ¡que a ti te entregó! cuando te creó, desea que hagas de todo eso, esa gran, ¡gran e infinita expansión! ¡No hay limitación! ¡Llévalo a la acción! Muéstrate a ti mismo que estás deseando ¡ya cruzar ese abismo! que tú mismo habías creado, cuando -de Nuestro Padre- te habías alejado. Corintios 12 ¡tanto de ello te ha hablado! ¡Lo que eres en realidad! ¡Los dones que El te ha entregado!

¡Pregúntate! -que la respuesta la veo- ¿los has utilizado? Aún no. ¡Pues es de ello de lo que vengo a hablarte! y a pedirte; a rogarte; que estés recordando. ¡Es el tiempo! ¡El gran tiempo! ¡Agradece a Nuestro Padre que estés aquí y que nos estemos reencontrando, tal como lo he hecho yo! Por algo estás aquí escuchando. ¡Claro que sí! ¡Nada es casual! Y todo se comienza a mostrar cuando ¡tú! decides ya -todo lo que El te entregó- liberar. Volver y vivir en ese Gran Amor.

Porque Nuestro Padre está aquí; mirando a cada uno de ustedes con ese infinito amor. ¡Regocijándose! Que desean escucharle; que desean sentirlo y -todo lo que El te ha entregado- ¡empezar a vivirlo! Así es, amados hermanos.

Y esto, sólo venimos a compartirlo de tiempo en tiempo. ¡Claro que sí! En tu camino ¡mucho vas a escuchar! Aquellos que mensajes han recibido; ¡que se han dejado tocar por la Gran Inspiración de lo divino! Si no ¿cómo -cada uno de ustedes- se podría empezar a preparar?

De una y otra forma algunos, aquellos que lo han deseado ¡y quieren a sus hermanos ayudar!, se están permitiendo ¡y mi Padre instantáneamente les abre el don!, que ya en ellos y en ustedes está. ¡Todos están aquí para cumplir una misión! Pero son ustedes los que deciden en qué momento ¡y en qué tiempo! quieren y desean hacerlo.

¡Esto lo van a recordar!, porque ¡queda ahí guardado! y en apariencia pretenden olvidar. Pero cuando empieza a suceder -en gran sincronicidad- cosas que ustedes se preguntan y no pueden entender, ¡créanme!, que la respuesta -en su momento- empieza a llegar ¡cuando estén listos! para seguir adelante y comprender ¡que viene de Nuestro Padre! ¡De nadie más!

Cuando empiezas y sientes el deseo de querer escuchar ¡y empiezas a buscar!, amado hermano; ¡pídele a Nuestro Padre que te guíe! ¡Que te acerque lo que necesitas!, para empezar tu despertar. Porque entonces también entenderás, que todo está en tu interior. ¡Todo aquello que estás buscando y entender de Él su infinito amor! y lo tienes y lo has recibido del “Yo Soy”. Cada uno de ustedes ¡ahí está!

Lo digo con gran alegría, porque -hermanos- aquellos que al ir entendiendo y es su deseo ¡empezar a dejar de ser humanos! ¿Por qué insisto en ello? “¡Humanos!”. La humanidad. ¡Hay muchas cosas! que aquí -al llegar y empezar a crecer y escuchar- que les han inculcado; que hasta hoy han creído que es así. ¿Por cuánto tiempo han caminado?, ¡con esa venda en los ojos! Pero nadie te la estará quitando. ¡Serás tú, amado hermano! ¡Serás tú!, cuando sea tu decisión.

Y entonces el velo se estará rasgando, ¡para mostrarte! -de la verdadera dimensión- cómo el infinito amor de Nuestro Padre ¡siempre!, ¡siempre ha estado presente!; en el ayer, en el hoy, en el aquí. ¿Y el futuro? ¡Ni qué decir!

Ustedes hablan del futuro; pero déjenme decirles: Algo es ¡tan seguro!; que cuando has entendido y empiezas a caminar y sentir dentro de ti al Dios Vivo, entonces, también entenderás que en el tiempo del no-tiempo, siempre caminarás en el hoy, en el aquí, en el presente, ¡porque nada te va a preocupar!, si -por Nuestro Padre- te dejas guiar. Es así.

¡No quieras ni intentes empezar a razonar! ¡El sabe que tienes Seres tan amados!, porque le has preguntado: “¿Y luego qué hare, si hay quienes de mí dependen?” Y tú… ¿dependes de quién? ¡De Nuestro Padre! ¡Y El todo te lo ha entregado! ¡Permite! ¡Haz la prueba! ¡Yo te invito a que lo hagas y verás qué maravilloso será!, empezar a caminar en la verdad, que es de Nuestro Padre; ¡que es única!, es eterna ¡y en ti se mostrará!

“¡Filipenses!” también de ello ha hablado. En el Libro de la Verdad quedó asentado. Pero ¿quién -por leerlo- se ha preocupado? ¡Y no, amado hermano! No te estoy juzgando, porque -si tú me preguntaras- yo te diría: “¡Pocas veces he abierto!, porque -de todo ello- ¡de mi Padre lo recibo directo!, ¡en estos grandes momentos en los cuales me entrego! y le digo: “¡Aquí estoy!, ¡con todo el corazón! ¡Haz tu voluntad!, que de mí -mira Padre- ¡soy tu instrumento! y de ti ¡a mis hermanos deseo hablar!”

¡Uhmm! ¡Siempre ha sido! De tiempo en tiempo ha habido ¡y habrá! quienes vendrán, para -de El- ¡con tanto amor quererte hablar! Y es con gran alegría.

Ya llegará ese gran día en el cual todos ustedes testigos serán, que -en verdad- como lo ha dicho mi Maestro tan amado: “En verdad os digo, que mi Padre -no sólo en mí- sino en ustedes está”.



Marzo 31, 2016

Maestro Desconocido.

Y luego de haber escuchado todo ello; la alegría que a nosotros nos invade, porque estamos aquí ¡y sabemos!, porque tan transparente eres como para El, ¡para nosotros también!, que cada uno -al aquí llegar- no sólo con la intención de escuchar; toda la energía que se emana, para que cada hermano, hermana, luego -al de aquí alejarse- lleve y comience a liberarse ¡de todo lo que lo agobia! ¡Sobretodo lo que está en la memoria! ¡Esa razón tan terrenal!

¿Recuerdan que se les dijo, que una gran batalla habrían de liberar? ¡Pues con ustedes mismos! Y aquellos que ya lo han entendido, mira; -a ti te digo- que recién escuchando estás: Todo esto permite. ¡Abre el corazón!, que tu hermano ¡también te quiere hablar!

Hay ¡a pesar de todo lo que pudieras pensar!, lo que ha existido ¡y que viene de la Eternidad! y que nosotros -de tiempo en tiempo- ¡de ello les venimos a hablar y también a mostrar! Porque eso, hemos empezado.

¿Quién de ustedes desea no sólo escuchar?, sino también -al compartir- ¡atestiguar!, para luego -aquello ¡que todavía les detiene!- liberar. ¡Se puede! ¡Claro que sí! Sabemos y entendemos que -al estar aquí- todo lo que han tenido que “vivir”; si a eso le llaman “¡vivir!” Son grandes lecciones. Yo diría que -hasta que se permiten empezar a escuchar la Gran Enseñanza del “Yo Soy”- ¡es sólo subsistir!, porque luego -al ir entendiendo ¡y estar despertando!- entonces ¡lo verdadero! en ustedes y para ustedes se estará mostrando.

Es así como -de tiempo en tiempo- al ustedes permitirnos y nosotros nuevamente estar hablando, ¡muchas cosas más! y mira, que el día ¡ha llegado! Es por eso que insistimos y de esto estamos hablando.

La Gran Ecuación que se hará, que se está preparando, pero con infinito amor para aquellos que se están acercando -¡tal como El nos lo pidió!- a aquellos de sus hijos que en éste tiempo, hubiesen decidido y se estén entregando: Solos, el camino ¡no lo estarían andando!

¡Siempre ha sido así! Es por eso que nosotros estamos llegando. En esa promesa que -para que se cumpla- y se den cuenta: ¡Son parte de esa Gran Realeza! ¡Pshh!, Aunque al escucharlo muchos digan: “No lo entiendo” y otros -lo que es peor-: “¡No me interesa!” ¡Pero sabemos que su tiempo ha de llegar!

Hoy por hoy, a ustedes y para ustedes más cercanos tenemos que estar. ¡Deseamos estar!, porque han decidido seguir por el camino, para lograr ¡el Gran Equilibrio Divino! ¡Ese del que tanto se les ha hablado! Y bueno; ¡ya la hermana instrucciones ha recibido!

Y ustedes que están escuchando; que nos han permitido y estamos aquí, ¡de todo esto hablando! Verán cómo se les estará mostrando -¡tal como la hermana también lo ha dicho!- lo que es caminar en Gran Unidad: La hermana Humanidad con el Elemental ¡y ella lo ha dicho!, es verdad: ¡El Reino Animal! ¡Todo Ser vivo!

Porque no es verdad que el mismo lenguaje no hablarán. Cuando tú empiezas a vivir y a dejarte llevar en su infinito amor, ¡un sólo lenguaje que es Universal! es el que -ustedes verán- que se empezará a hablar y a mostrar.

¿Cómo creen ustedes que -al que llaman “El Gran Maestro”- todo lo que les mostró lo vivió? Porque se entregó ¡plena y totalmente!, ¡sin permitir que ni el ego, ni el temor, ni la inarmonía tomaran de él! ¡Esa es la Gran Batalla que ustedes -se les dijo- que tendrían! ¡Suelten todo eso!

Y se les ha pedido ¡y se les ha mostrado! cómo ayudarse; cómo lograr y mantenerse equilibrado. Y yo les pregunto nuevamente: “¿Lo han usado?” Ellos -a quien llaman “sus Maestros”- por todo lo que les han mostrado; por todo lo que les dejaron ¡en la Gran Enseñanza! ¡Pshh! Pero aún siguen permitiendo que se incline la balanza. ¡Ya no lo hagan hermanos!, que lo que les espera -tal como lo dicho al que llaman “Maestro”- ¡Saint Germain!: “Lo que se les va a mostrar ¡no es humano!” ¡Claro que no! ¡Es mucho más allá!

¿Por qué creen ustedes que también su hermano -de ello- les viene a hablar? ¡Haciendo a un lado!, ¡de verdad!, piénsalo y siéntelo así: Todo lo que en algún momento y que llamas “sufrimiento” te ha afectado a ti. ¡Ya no más! Siéntelo en tu corazón, porque así será.

Tal como lo dijo y nuevamente lo cito, al que llaman “Maestro”: “Si su fe al menos fuera del tamaño de una mostaza, ya hubiesen vuelto a casa”. ¡Al hogar que quisieron dejar!, por el que nosotros hoy aquí, nuevamente ¡les hemos venido a hablar! ¡El verdadero!, ¡en el que no existe el tiempo! y que lo vives ¡en infinito amor!, momento a momento.

¡Y no sólo aquí! Déjame decirte ¿dónde más? ¡Ahí! donde nos han de necesitar. ¡Ahí es donde nosotros nos hemos de presentar! ¡Aquí!, ¡hoy!, porque es el momento, en el cual ustedes ¡están recibiendo una gran oportunidad! Oportunidad que les pedimos: ¡No la dejen pasar! Que solos para seguir su caminar de vuelta al hogar ¡no están! Nosotros nuevamente ¡aquí!, los hemos venido a acompañar; tal cual como lo ha dicho la hermana; porque es así y eternamente será.

Seguiremos hablando, de todo lo que ustedes necesiten seguir soltando y también de lo que ¡en infinito amor!, también ¡empiecen a estar abrazando!

Siéntanlo así. Que soy su hermano y en infinito amor ¡los abrazo!



Marzo 31, 2016

Ketta/Aleshia (2).

Ahora siento esa infinita paz, esa tranquilidad, que quien deseoso estaba por escuchar y mi Padre -con gran alegría- me ha pedido que para ustedes nuevamente de ello empiece a hablar.

Ahora es cuando ¡más fuertemente! -y no para que sientas un aliciente- sino para que ¡realmente!, en tu corazón empiece a fluir -en ese sentir- su gran amor.

No olvides -hermano, hermana- que El ¡todo lo puede! Que cuando a Él vuelves el rostro, ¡te abraza! y te dice, ¡te agradece!, que ya sea tu deseo escuchar, para empezar el regreso a casa.

Porque es así. ¡Siempre ha sido! Aquél que empieza en ese despertar, Nuestro Padre ¡enternecido!, ¡mucho! o ¡todo! te comienza a mostrar y te pide que no haya duda ¡ni titubeo! Que de verdad, tu corazón insista y le digas: “¡Esto es lo que yo quiero! Sentirte ¡fuertemente! ¡Que me acompañes!”

¡Ya no pienses ni hables de la suerte!, porque El ¡te mostrará que para ti ya todo está escrito! y paso a paso -en éste plano terrenal- se materializará.

Si algunos -que Nuestro Padre ha enviado- están aquí encarnados… ¡nada es imposible! para mi Padre tan amado. ¡Déjate abrazar! ¡Déjate llevar! y entonces, vivirás toda, ¡toda su verdad!

Estamos en una gran preparación y a cada uno de nosotros -de manera individual- nos va a pedir ¡y no será de acuerdo a tu intención! ¡Tú escucharás su voz!, por tanto y cuanto ¡tú!, más te permitas. ¡Créeme!, que -en esa gran reunión- vivirás algo ¡más allá! de la más grande emoción.

El tiempo, por cuanto los días sigan avanzando, mi Padre, ¡de Él! -porque es su voluntad- mucho más te estará mostrando y te sorprenderás lo que en ti sucederá, amado hermano.



Marzo 31, 2016

Saint Germain.

¡Y es verdad amados!, porque es el momento en el cual seguiremos recordando “qué” y “por qué” y “para qué”, cada uno de ustedes están escuchando. ¡Siempre ha sido así! y ahora -en éste momento- déjenme decir ¡que agradezco que estén aquí! El cambio… ¡Sabrán por qué!

Y nuevamente la hermana pensó: “Por mi fue” y se disculpó con nosotros. ¡Pero miren!, aquí estamos. ¡No los dejamos! Cuando alguien -y en ustedes sucederá también- ha decidido entregarse, ¡qué importa lo que suceda en ése vaivén!; que si éste día no fue posible, pero mañana… con aquél que acuda y que esté dispuesto y que escuche.

¿Saben por qué lo hicimos? ¡Precisamente por lo que sucedió! ¡Uhm! Tenía que ser hoy. ¡Exactamente, amados hermanos! Para Nuestro Padre ¡aquél que le pide y desea, y en infinito amor y en humildad quiere una respuesta… se da! Y hoy sería ¡y es! En la verdad; ¡todo lo demás es por Consecuencia Divina!, que nosotros trabajando en ello estamos y estaremos ¡toda la eternidad!

Algunos se están preguntando: “¿De qué está hablando?” ¡Ay, amados hermanos! Pero están en el camino para entender ¡y saber! Cada palabra tiene un “por qué” y un “para qué”.

¡Y aquí estamos! Con gran alegría de ustedes escuchamos, aún a pesar de que se haya escuchado una algarabía. ¡Era necesario! Toda la energía que se emana, déjenme decirles: La expansión… ¡Uhm! Si hablo científicamente, en un radio de … ¡je, je, je!. ¿Cuánto?

¿Ustedes sabían?, que cuando hablamos de Nuestro Padre, toda esa energía y esa vibración, la expansión llega ¡hasta el Cosmos! ¡Y aún más! ¡Se expande! 

Es por eso que algunos hermanos de momento llegan y desean que ustedes escuchen ¡y ellos hablan! y les dicen ¡y les comparten! Y se han preguntado: “¿Por qué ya no lo han hecho?” ¡La respuesta la tendrán! Todo lo que viene de Él ¡es perfecto! ¡Ya está hecho!

Ahora -amados hermanos- he de decirles para concluirles ¡y repetirles! que ya todo está preparado. ¡Ya tenemos el lugar a dónde estarán llegando! Sí. ¡Claro que les daré una gran señal!, porque es ahí donde los estamos necesitando.

Y ustedes verán y vivirán “por qué” y “para qué”. ¡Algo que no es humano!: ¿Quién será? ¿Qué será? ¡Amados! Todo lo que viene de la Fuente: ¡El agua viva!, pero no lo sentirá ni lo vivirá aquella alma que vaya distraída.

Amados ¡a prepararse! ¡A estar entregados! ¡Alertas y atentos!, porque cada vez ¡más y más!, se acerca el momento de que se empiece a cumplir ¡su juramento!

¿Qué más podría decirles? ¡Recuerden! Se les dijo que -luego de ello- para aquellos que lo vivieran ¡ya no sería lo mismo! ¡Pues es verdad! ¡Es verdad!

¡Ay amados! ¡No tienen idea! lo contentos y alegres ¡que por ustedes estamos! ¡Es maravilloso! Y en lo personal ¡estoy lleno de un gran gozo!, porque sí; nos estamos preparando con ustedes ¡y para ustedes!

Pero también, no estamos dejando a aquellos hermanos que han empezado ¡y quieren estar despertando! ¡Claro que sí! Así es como eternamente hemos estado preparando; así como ustedes aquí, aquellos que empiezan ¡a avanzar!, ¡a seguir!

Pero los que llegan a Guardería y Kínder ¡también los vamos a recibir! ¡Claro que sí! ¡Los amamos! ¡A todos ustedes! y por eso, ¡por eso aquí estamos! Y en esa gran preparación, ¡pshh!, se vivirá la grandeza de “Aquél ¡que todo lo creó!”

Algunos llamarán “anillo de fuego” lo que se verá; pero es solamente en la vibración, lo que la aleación -al hacerlo- en la unificación; pero estará mostrando para aquellos que han estado en la preparación, estarán recibiendo para la transmutación tan grande que estarán viviendo; amados hermanos.

Ya entenderán de qué les he hablado. Y sólo les digo: ¡Adelante en la preparación!, que les diré -porque mi Padre me ha permitido- y ustedes lo han escuchado; paso a paso les he dicho.

Y sí, también escucharán a aquél hermano que siempre les dice: “¡Yo guío!” ¡Claro que sí! ¡Los estará esperando! Ahí estaremos nosotros también. ¡Claro que sí! ¡Una gran sorpresa para todos ustedes! ¡Amados!

Y sólo les digo a aquellos que aquí están: Nuestro Padre ¡en infinito amor! les ha enviado ¡la gran energía!, para que -en esa pureza- transmuten ¡y eleven! aquello que los detenía.

¡También tu hermano!: Te entrego la Llama Violeta. ¡Transmuta en ello todo lo que estás sintiendo! ¡Transfórmalo en infinito amor!, que es lo que mi Padre -en ti- estará vertiendo y verás cómo todo, ¡todo! estará cambiando, en la Gran Alquimia que tu hermano ¡Saint Germain! te está entregando. Y también ¡sientan y reciban!, cómo la Gran Amatista los envuelve, ¡amados hermanos!

Que yo soy ¡Saint Germain! ¡Con ustedes! y para ustedes.



Marzo 31, 2016

Ketta/Aleshia (3).

En el tercer día del mes que empieza, se recibirá una gran limpieza. Necesario será, por todo lo que ¡tienen que soltar! y de la vibración que empezará a emanar, por la Oleada Sagrada que llegará. ¡Algunos “Solar” la llamarán!, pero para nosotros muy claro está.

Son cada vez ¡más y más! los hermanos que a Nuestro Padre se quieren entregar. ¡Lo llaman! ¡Insisten amorosamente! y le piden que se muestre. ¡Y lo hará! Lo hará para cada uno de ellos.

También por cuanto cada uno de ustedes han pedido; por todo lo que se ha escuchado y se ha mostrado de lo que ¡tanto han sufrido! en estos días.

Y tú dices, amado hermano: “Tal pareciera que si no estoy ahí, en donde tanto los están violentando; podría decir que estoy en el paraíso, pero no es así: ¿Por qué tanto me estás castigando?” Eso es lo que le has dicho. Mi Padre te aclara: “¡Yo no te castigo! ¡Yo te amo y te necesito! ¡Vuelve a mí! ¡Déjate sentir!”

Y es por eso amado hermano que ello te invito; porque empezarás a ver el cambio o -mejor dicho- que en la verdad todo se estará mostrando. Ya no hagas resistencia. Permite que sea ¡sólo una tu creencia! ¡En tu sentir! Elevando el corazón hacia el “Yo Soy” ¡y date el perdón! Muéstrate que para ti mismo no hay rencor.

Esto ¡es muy importante!, porque el decibel va a aumentarse. Si aún ahora, después de lo que ya has sentido, dices que lo que has percibido ya lo es todo. ¡No, hermano querido! Es sólo el principio y lo que sigue es precisamente para aquél que -aún a pesar de todo- muestre la fuerza, el valor, en el infinito amor ¡y esa resistencia a no caer!, ¡a no dejarse vencer!, porque entonces llegarás hasta El. Hacia mi Padre tan amado, que te está esperando.

Esto que has escuchado, es porque fue su voluntad que te lo dijera. O tú lo puedes llamar -de Él- un recado; amado hermano.

¡Gracias por aquí estar! ¡Gracias! Y llévate en el sentir su infinito amor, ¡que es para ti! Que tiene ¡todo el valor de la Eternidad!, que es donde El está y es adonde ¡tú! volverás.

¡Gracias hermanos! ¡Gracias por aquí estar!  



Marzo 31, 2016

Padre.

Y lo importante es ¡ver llegar a mi hijo tan vibrante!, que lo demás es para mí ¡lo que menos va a importar!

¡Miren! ¡Así! ¡Así tal cual! ¡En unidad! y que no sientan ninguno de ustedes en su corazón que se les va a separar, ¡porque no es así!

¡Ya verán! -amados hijos míos- lo que sucederá. Aquí -¡a través de mi niña!- todo les voy a mostrar.

Y aquél, ¡aquél que entregado se quiera presentar!, mira; ¡Yo te digo!; lo que tengo para ti preparado -tal cual como aquél al que llaman “Maestro”- les ha dicho, ¡no es humano!, ¡porque vendrá de mí para ti!, en ese lugar. Ahí donde la puerta que tú cruzarás, para sentirme, para verme.

¡Muchas cosas habré de decirte! y entonces también, ¡también entenderás!, que todo lo que se te ha dicho ¡es verdad!

Mi niña ya lo sabe ¡y a ninguno de ustedes lo excluirá! Tengan por seguro que en mi nombre los llevará y ahí, ¡ahí!, esperando por ustedes -quien tanto los ama- está; porque ”¡Yo Soy el que Yo Soy!”

Y sí, tal cual, para que ustedes cercano ¡todo lo vean y lo tengan!, les daré en el “Yo Soy. Para ustedes ¡todo entregaré!

¡Amados hijos míos! Ahí los espero. ¡Con el corazón vibrante los quiero!

Que “Yo Soy el que Yo Soy” y hablándoles estoy; que luego de ello, ¡más cercano aún me sentirán!

¡Dentro de cada uno estoy!



Marzo 31, 2016

Ketta/Aleshia (4).

No pide, ¡no quiere!, que digan y que sientan, ni que muestren separación. ¡Desea unión en todos y cada uno!

¡Y tal cual como se ha estado acordando!, piensan y dicen: “Es la mejor opción”. Verán cómo mi Padre ¡todo preparado lo tiene!

¡Y sí!, porque también quiere que estén ¡tan tranquilos! Que en esos días sientan que tienen -de Él- el paraíso. ¡Y así será! ¡Así será, amados hermanos!

Pide y desea que no haya división; tal cual como en éste momento lo están sintiendo; porque eso que habrá de entregarles es para que también sientan -en ese infinito amor- que aún en el descanso, dice mi Padre tan amado: “Con ustedes estoy”.  Y así se dará. Ustedes lo comprobarán.

Verás la respuesta que tendrás, hermano.


Y sí; la intención es que vayamos juntos, unidos; salvo quien no quiera hacerlo. ¡No pasa nada! ¡Allá estaremos reunidos!

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