28 de junio de 2016

Canalización del 4 de Mayo de 2016.

Mayo 4, 2016

Ketta/Aleshia (1).

… nos vamos dando cuenta que de repente -en algunas situaciones- nos volvemos a equivocar; pero qué hermoso es verlo, aceptarlo e inmediatamente tomar, aprovechar esa oportunidad de corregir, para seguir nuestro caminar directo a Él; hacia Nuestro Padre.

¿Qué es lo que nos motiva? ¡Todo eso!, ¡todo! de lo que nos han hablado; lo que es, cómo nuestros Maestros cada vez más, espero que -si no todos- lo mayoría, de eso también se hayan dado cuenta: Nos hablan directamente de cómo tú, cómo yo, cómo cada uno de  nosotros y así tan claro y cada vez más directo, ¡qué es lo que tenemos que convertir ya en aciertos!, en lo que es seguir adelante, para -paso a paso- acercarnos mucho más, a entonces lograr nuevamente lo perfecto.

¡Porque es así hermanos! ¡Se puede!, si tú lo quieres. No que lo intentes, sino que paso a paso sigamos adelante, porque precisamente aquí, estando aquí, en éste Planeta maravilloso, pero ¡sabemos que es una gran escuela! Y al darnos cuenta de ello reflexionar -que no sólo pensar- sino cuando pones en una balanza todo, todo lo que has hecho, lo que has sentido, lo que has vivido desde tu llegada; entonces empezarás, ¡empezaremos! a ver las respuestas de lo que has sufrido; de todo lo que en algún momento llegaste a -inclusive a Nuestro Padre- ¡a cuestionar!, el por qué todo eso ¡a ti te tuvo que pasar!

Ya empezar a ver todo claro; dejar de culpar a Nuestro Padre; porque El, su respuesta siempre será la misma: “¡Hijo, Yo tanto te amo!, que no importa lo que en éste instante estés sintiendo, estés pensando. Ya cada vez más te estás acercando a ese momento en el cual todo lo verás en esa transparencia, en esa cristalización. Y entonces estarás mucho más cerca ¡de vivir tu Ascensión!”

¿Por qué no? No lo vean como algo que -no difícil- sino imposible, amados hermanos; porque no es cierto. Nuestro Padre -cuando ¡tú! estás deseoso y has elegido volver, ¡corregir el camino! es, es cuando empiezas a darte cuenta que es muy cierta esa parábola del “hijo pródigo”.

Cuando tú -después de haber ¡tanto errado!- pensando que ¡todo lo podrías hacer!, sin sentirlo, ni quererlo, ¡a Él! a Nuestro Padre a tu lado; porque el ego ¡tiene tantas caras para mostrarse! y te hace pensar ¡y más aún cuando -en ti- alguno de sus dones se empieza a mostrar! Piensas que todo lo puedes, sin tomar en cuenta que viene de Él, de Nuestro Padre.

¡Inclusive hasta a ti mismo te agredes!, ¡te hieres! con esos pensamientos, esos sentimientos, esas emociones  y entonces te crees también dueño de la verdad ¡y empiezas a tus hermanos a señalar!, ¡a juzgar!, engañándote a ti mismo y a ellos también; porque les haces creer y pensar, que ya -por lo que estás mostrando- tienes todo el derecho de su vida estar controlando, ¡que no guiando! ¡He ahí la diferencia, amado hermano!, cuando empieza a verse y a mostrarse esa manipulación.

¡Ahí es donde nuestros Maestros nos indican!: Cuando escuches… ¡siente! ¡Siente con el corazón! y cuenta te darás en dónde y de quién viene la verdad. Porque no olvides que también, mucho se les ha dicho: “¡Y falsos profetas surgirán!”

Cuando llega el Momento Sagrado, aquél en el que ¡todo lo de Nuestro Padre es! y se está mostrando; ahí es, ¡ahí es amado hermano!, cuando se te pide que estés atento y alerta. ¡Alerta a todo!

Y algunos preguntan: “¡Dame una respuesta! ¿Qué debo de hacer? ¿De qué manera puedo entender?, para en ese engaño no caer” ¡Es tan sencillo! Acércate más a Nuestro Padre. ¡Habla con El! ¡Que sea en ti como ese hábito que has hecho en el dormir, en el asear tu cuerpo. ¡Como todo ello!, ¡hazlo en tu interior! ¡Platica con Nuestro Padre tan amado! ¡Escucha su voz! ¡El siempre te dirá la verdad!, así como aquí un Padre, una Madre, a su hijo quiero proteger y constantemente en sus brazos, arropar, arrullar. ¡Así Nuestro Padre!, siempre.

¡No quieras sentirlo de una manera literal! Ya te lo he dicho: ¡Recuerda y siente! ¡Busca! Es como el aire que respiras; no lo ves, ¡pero ahí está! Tan es así que -en tu día con día- ¡te da esa vida!, en cada respiro, en cada movimiento. Y es tan profundo. ¡Es tan vivo! Ahí es donde Nuestro Padre se hace sentir, ¡en esa unión tan fuerte! que viene de El y que está en ti.

Siempre ha sido así. ¡Siempre! Desde la eternidad, aún estando aquí en ésta densidad, porque nos ha dicho: “Mis hijos ¡son tan valientes!, que quisieron ir a experimentar. Y en esa libertad en la que se están moviendo, ¡en la que piensan que esa es mi verdad! Aún así ¡ahí estoy! ¡En su interior! Todo lo que he permitido ¡y siempre será! ¡No! ¡Nunca!, ¡ninguno!, los he de juzgar, porque ya bastante ¡y suficiente tendrán con afrontar las consecuencias de sus actos y de sus pensamientos! Ya llegará el momento en el que cada uno de ellos ¡reaccionará y despertará! Y ahí, ¡ahí!, su Padre; ¡Padre-Madre amoroso que los ama!, siempre estará esperando por cada uno de ustedes”.

Aquél que al empezar a vivir en esa preparación y al estar añorando, y querer vivir ya su evolución; entonces muchas cosas -amado hermano- empiezas a sentir, a vivir, ¡que te motivan!

Pero eso no quiere decir que en la densidad donde tú sigues tu caminar, no habrá intentos de que tú -a ella- quieras regresar. Pero si tú te mantienes ¡en esa firmeza!, ¡con esa fuerza!, que sólo Él -Nuestro Padre- nos entrega, eso es también lo que nos da: ¡Atraes! ¡Atraes como una centella y vuelve a ti!

Es cuando comentas y dices: “¡Me siento tan fuerte! Cualquier cosa que llegue, aquí estoy ¡y le haré frente!, porque solo no voy. El “Dios Vivo” dentro de mí -en mi interior- me ha revestido con esa armadura”. Porque lo que tanto han escuchado; ¿recuerdan que hace tiempo también del “cinturón electrónico” se les ha hablado?

¡Hay tantas cosas!, que para ustedes es necesario ¡estarles recordando!, porque -amados hermanos- nosotros les decimos, para que ustedes así lo estén entendiendo. Tenemos que estarles recordando, porque lo van olvidando. Sucede que la verdad es -en ese letargo- en el cual, en cada intento vuelven a caer; cada vez aquél que desea y pide de Nuestro Padre el sustento y el verdadero alimento, empieza a vivir -de Él- lo verdadero; lo que es. Primero muy sutil y después todo lo que empiezas a abrir.

Y en ese sentir también y dices: “¡Esto es nuevo para mí!” Cómo tu cuerpo al recibir ¡tanta energía!, algunos piensan que pudiera colapsar. Y yo te digo hermano, hermana; es porque -¡en ti!- ¡en ese despertar!, empieza a mostrar la verdad. Y entonces -paso a paso- empiezas a darte cuenta de ese cambio de dimensión.

Y lo que tu hermana desea; aquello de lo que -si vas a recordar- también ya te hablé ¡que no!, no es mi deseo, ¡ni eso es lo que te ofrezco!; que en la cuarta o en la quinta tú empezarías a caminar. ¡No! Lo que mi Padre ofrece a aquél hermano que -de la enseñanza del “Yo Soy”- viene a escuchar, mucho más, ¡mucho más!

¡Tú puedes -si así lo quieres- tu evolución acelerar!, porque cuenta te darás que aquellos que ya caminan y dicen “han hecho su entrada a ésta dimensión”; algunos, porque se han preguntado y me lo han preguntado: “Entonces, en éste intento ¿dónde me encuentro yo?, porque lo que siento es que hay mucho más”.

Y es verdad. ¡Lo hay! ¡Y para ti está!, si -en ese deseo de abrir- quieres de frente seguir ¡y no detenerte!, hacerlo solamente ¡cuando así Nuestro Padre te lo quiera pedir!, para que ¡tú! lo puedas compartir con tu hermano, con tu hermana; aquellos que ¡hasta los momentos!, Nuestro Padre los provoca, para que ellos escuchen y siembres la semilla. ¡Esa!, que dará vida en ese recuerdo, y no será tan incierto.

Mas, también -amado hermano- tal como te lo dije; no quieras ver los frutos aquí, en éste tiempo. Mejor deja en Nuestro Padre ¡todo en sus manos! ¡y cumple tu juramento!, porque El, ¡en esa sabiduría tan grande!, ¡que es eterna!, ¡sabe lo que de ti necesita! y el “por qué” y “para qué”, a aquellos que a ti se acercan; porque tú también recibirás, en esa enseñanza. ¡No olvides que ésta es una gran escuela! ¡Y ya empezaron! ¡y estarán viviendo los tiempos de bonanza!

Pero no condiciones a lo que Nuestro Padre necesita de ti. ¡No le digas!: “Lo que yo quiero hacer es esto o aquello, con éste o aquél”. ¡No hermano! ¡Mi Padre sabe hasta donde te ha dado la fuerza! y entonces sabrás que para ti ya no vas a escuchar: “¡Haz un esfuerzo sobrehumano!”, porque eso -“humano”- ¡ya no serás!

Estarás mostrando, viviendo, respirando ¡y caminando! a la par con ellos, pero sabiendo que dentro de ti y en esa visión ¡que más clara! para ti estará, todo lo bello de Nuestro Padre en la multidimensionalidad. Porque eso es lo que mi Padre desea; que todos y cada uno de ustedes empiecen a vivir; que no se quieran limitar. ¡El no desea que estén limitados! ¡Eso ya lo han vivido -y no por muchos años- sino por eones!, dejándose llevar y cometiendo ¡tantos errores!, en esas distracciones. ¡Ya no más!

Cada vez que llegan estos momentos, en estos tiempos, en el cual la claridad ¡y sí amados hermanos!, lo dijo nuestro amado Maestro y ello lo voy a confirmar. Esto que van a escuchar es el tiempo en el cual también, el Gran Portal ¡para ustedes está abierto! Lugares etéricos. ¿Por qué no? Aquél que sienta dentro de sí ¡tan fuertemente! y quiera seguir la enseñanza del “Yo Soy”, no sólo lo verá; lo vivirá.

No piensen que -de lo que la hermana les habla- es un cuento. ¡No! ¡Es de Nuestro Padre la verdad! Es por eso que te digo que cuando tú empieces a sentir y sientas esa apertura en amor y que empieces a darte cuenta que haces y sientes mucho más de lo que aquí -como humano- en éste caminar, has vivido ¡tan limitado! Es cuando más fuertemente te pido ¡que te abraces a Nuestro Padre! y así vehemente hables con El y le digas: “Aquí estoy. ¡Hágase en mí Tu voluntad! ¡Muéstrame el camino -Padre- de tu verdad! Si esto que estás entregando ¡es una gran responsabilidad!, que amorosamente quiero llevar”.

¡Mas también se vale!, si no es tu deseo -en éste tiempo- quererlo tomar. ¡Para todo! es importante que eso con Nuestro Padre lo hables, tomando en cuenta que -en esa libertad que te ha entregado- El siempre y escucharás su respuesta. Te dirá: “Hijo tan amado, ¡no importa! No importas que no quieras que sea éste tu momento. Yo seguiré por ti esperando”.

¡Y todos nosotros! como hoy, como en éste instante que te hablo, ¡ten por seguro hermano!, que lo seguiremos haciendo. ¡Lo volveremos a hacer!, aún aunque haya momentos en que ¡tú! te estés resistiendo, por tantas y tantas cosas que la mente te quiere hacer creer. Porque ahí es donde se encuentra tu peor enemigo.

Espero, deseamos que ya hayas entendido, que ese enemigo contra el que tienes que luchar ¡eres tú mismo!; por todo lo que llega a tu pensamiento; por todo lo que llega a tu mente; por esos sentimientos que sabes que no son correctos.

Cuando empiezas a todo eso soltar, entonces las maravillas de Nuestro Padre -para ti ¡y en ti!- se empiezan a mostrar. ¡Y ahí es cuando la fuerza de El, más poderosamente tienes! y debes sentir ¡y tener!, para que nada te mueva. Para que siempre -en ese Equilibrio Divino- mantengas y sigas tu camino. ¡Esa es la verdad!

Quizás algunos de ustedes, algunas otras cosas estaban deseando, querían escuchar. Como aquél, aquélla, ¡que tanto ha estado buscando! ¡Uhm! Y han estado, han escuchado; en cursos, ¡en tantas cosas!, de que quienes se lo exponen, de lo que han leído ¡en gran erudición!; lo que les han compartido, ¡que suena hermoso!, ¡grandioso a los oídos! Pero -amado hermano- la verdad de Nuestro Padre; la única, la cristalina, la que tiene ¡toda su pureza!, ¡es la que viene directa!, cuando El te inspira; cuando El ¡te lleva!

Y no por eso -por lo que estás escuchando- pienses que es como quiero convencerte, y que creas lo que la hermana, de lo que te está hablando. ¡No! Eso también ¡en ti! puede suceder ¡y está sucediendo! ¡En cada uno de ustedes!, conforme todo ello -amado hermano- le estés entendiendo.

¡Qué grande es Nuestro Padre!, porque me permite en estos momentos, ¡así, tan directo!, nuevamente con ustedes compartir. ¡Hablarles de su verdad, que es la única! Después de Él ¡no hay más!, aunque al seguir aquí, de una y mil formas, tantos y tantas te quieren convencer.

Y no por eso, te diría que lo hacen o que no lo hacen de buena fe, porque sí sucede. Es lo que sienten -al menos eso creen- y dicen y te hablan. Pero amado hermano, todo queda muy claro ¡cuando empiezan e intentan! -en la manipulación- decirte ¡qué es! ¡y de qué manera! tienes que llevar a la acción.

Nuestro Padre es quien te hace sentir. ¡Siempre y eternamente es El!, el que -paso a paso- te va a decir. Y todo vendrá desde tu interior -en ese infinito amor- ¡con esa claridad! Por eso, de todos lo dones que El te entrega, que El te da; es tan importante lo que del infinito amor se desprende: ¡La intuición! ¡La misericordia! y en la sabiduría también, mostrar y utilizar el perdón ¡y la humildad!, ¡que siempre!, en todo lo que hagas, en todo lo que sientas, ¡tiene que estar! Y que -al seguir tu camino- pedirle siempre, que te permita ver con claridad; que te de la sabiduría; por todo lo que veas, lo que vas a escuchar.

Hacerlo con claridad ¡y en gran discernimiento!, para ver la diferencia en ello; en lo que es correcto; ¡en lo que viene de Él!, porque ¿a qué y para qué “inteligencia”? Esa que es ¡tan terrenal! Finalmente, el ego se muestra y es quien empieza a dictar. Pero en la sabiduría que de Nuestro Padre llega, en tu día con día, ¡es quien te guía!, quien te inspira. Y ahí es donde el “Dios Vivo” en ti se muestra.

Todo ello -amado hermano- ahí es donde te estarás dando cuenta que ya dejaste de ser humano. Que ya no te llama la atención todo lo vano; porque es más fuerte lo que de Él proviene. ¡Es lo que te llena!, te inspira, ¡te motiva! Es -y así lo sientes- que empiezas a beber ¡de esa “Agua Viva”!

Y entonces, entonces, es cuando reconoces que aquí -todo lo que tenías que vivir- ya llegó a su fin. No hay más que aprender. En esa dimensión en donde se vive el infinito amor, ahí es donde ¡tú! ya haces; ¡das ese gran paso! -si tú lo quieres llamar “cambio”- y lo que viene, todo es que empiezas a vivir, pues -como lo dijo mi amado Maestro- “tan grande y tan bello ¡no es de aquí!”

Toda esta quimera; toda ésta ilusión ¡aquí se queda!, porque tú ya inicias tu proceso de Ascensión, trascendiendo. ¡Eso es!, lo que -en su búsqueda- todos y cada uno de los hermanos están haciendo; ¡pero la gran mayoría ven el exterior! y siguen e intentan y hacen gran preparación, ¡pero de afuera! ¡Qué importa las caras que pudieras mostrar!, si -dentro de ti- sigue animando aquello que te está haciendo tanto mal.

Ahí es donde cada uno de nosotros nos tenemos -¡mucho más! en éste proceso de purificación- ¡que cuidar!; que hacer; ¡que limpiar! -amado hermano- porque eso es lo que Nuestro Padre ve, en cada uno de ustedes. Eso es lo que vas mostrando.

No olvides que -para El- todo está tan claro; cómo -a cada momento- te contempla y lo que ve, tú te darás cuenta, porque -si vas por el camino correcto- permites que El cada vez más te hable ¡y se muestra!, primero para ti.

¡Qué importa que los demás no quieran creer!, si en el sentir -cada vez más- ¡y eso te lo van a decir! Empiezan a exclamar: “¿Qué es lo que te haces?, que cada vez te veo mejor. ¡Hay algo en ti que no me puedo explicar! Siempre inspiras esa tranquilidad, esa paz y ese infinito amor ¡que yo quisiera lograr!”

¡Y todos pueden hacerlo! ¡Todos, amados hermanos! Es por eso que aquí estamos, hablando de ello. ¡Pero que no quede solamente en palabras! Que -en ésta preparación- sigamos adelante, porque ya todo -ya lo ha dicho Nuestro Padre- y así lo ha estado mostrando: Se está llevando a la acción.

Nuestro deseo es que no sólo lo estén atestiguando. Eso es lo que le he pedido a mi Padre. Ya ustedes verán lo que El ha estado preparando.

De eso y para ello ¡no me adelanto! ¡Mas sé!, ¡mi corazón está alborozado!, porque -de todo lo que han escuchado- ¡sé que hay hermanos, hermanas, que de corazón lo están sintiendo y se están preparando! y yo les digo: ¡No se estarán arrepintiendo! ¡De verdad! Mi Padre es tan grande, tan maravilloso. Y entonces, entonces verán que su hermana ¡no los está engañando!

Todo es y el momento ¡ya es el tiempo!, para que -en ustedes y para ustedes- se esté mostrando.



Mayo 4, 2016

Maestro Desconocido.

Y así, ¡en esa simpleza!, pero que con tal profundidad, trae para ustedes ¡de Él!, “que todo lo puede”, la verdad. Hermanos: De eso ¡y de muchas cosas!, les hemos de hablar.

La Conciencia Cósmica se está empezando -en algunos no es intento- ¡ya se está anclando!, pero es y será en aquellos que -desde su interior- todo, todo aquello que no refleja el amor ¡lo está soltando!

Por eso, en la estratósfera ¡todo lo que cambió! Ustedes llegaron a escuchar que la Rejilla que éste Planeta envolviendo estaba, iba a cambiar. Y es verdad. Ahora es ¡tan cristalina!, que aunque ustedes ni siquiera piensen en ello, ya ¡busca y está haciendo conexión! ¡y se combina! con aquél que ya unió el protón con el electrón. ¡Así lo dijo su hermano Leutón y no les mintió!

Así es como se mueve en éste proceso. ¡Todos ustedes son energía! ¡Energía pura! ¡Energía viva!, que se está y se irá cada vez ¡más y más elevando! ¡Buscando! Ustedes le llaman que es “la vibración”, pero hará ¡gran conexión! Tal cual como ahora, donde se encuentra ¡en el punto exacto!, directo y completo, para recibir la Gran Energía. Y dicen: “Es verdad. Cristalina”. ¡Mega-gamma para ustedes!, ¡por todo lo que se aproxima!

¿Y quién estará resistiendo? Todo lo que nosotros les estamos proponiendo ¡es que purifiques! ¡Que te unas a tu Ser! Por cuánto más y en ello te identifiques, atraerás ¡no sólo la Luz Solar!, que ella ¡mucho está haciendo en ustedes!, amados hermanos.

Y hay quienes esconderse de ella pretenden; “no sea que los vaya a enfermar”. ¡Amados! Ustedes verán la consecuencia de lo que llaman “ese daño”. ¡Todos los Códigos Sagrados que han estado resguardados! Cuando también dijeron “para el final de los tiempos”. ¡Sí! ¡El final de toda la oscuridad!, porque ahora la Luz ¡con toda su fuerza! se va a mostrar. Y en gran gentileza.

¡Miren! Ésta es la respuesta de aquél, aquélla, que también -al llegar aquí- y quererse encarnar, ¡para vivir como ustedes!, todo lo de éste plano ¡terrenal! Y aquí está y a través de ella, de esto que les estoy hablando. ¡Esto también estará terminando!

Si ustedes lo han leído; lo han escuchado. ¿Pero lo han sentido? ¿Lo han creído? ¡Tú que pudieras decir sí! Y yo te digo: ¡No, hermano!, porque -si así hubiese sido- no estarías así como tú lo llamas “continuamente enfermando”.

¿Pero sabes? Nosotros escuchando y observando, cuando exclaman: “Ya me siento confundido. ¡No sé si esto que está sucediendo conmigo viene de mi Padre! Si es la purificación o realmente algo está sucediendo. ¡Ya mi cuerpo enfermó!”

¡Y qué!, de lo que también se ha acercado y has podido y has querido leer. ¡Tú! y aquél, aquélla que han estado buscando y le dicen: “Todo lo que tu cuerpo muestra es lo que tú has estando cargando”. ¡Es verdad! ¡Es verdad! Y sin embargo… ¡vuelve a pasar! ¡Ahí está! Y buscas. Quieres saber, que -aquello que te vino a enfermar- el “por qué”. ¿Qué es lo que todavía ahí está? ¿Pero sabes? Nosotros ¡esperamos! y deseamos que -al darte cuenta- ¡quieras sacarlo!

¿Y qué es lo que sucede? Dices: “Todavía no estoy preparado”. ¿Y de qué manera? ¡Y también pretendes y nos pides y preguntas!: “¿Qué tengo que hacer? ¿Qué debo de hacer?” ¡Si se te están dando las respuestas! Pero, lo que tú deseas ¡es que nosotros lo hagamos por ti!

Y algo te voy a decir: Podemos hacerlo. ¿Pero siempre será así? Entonces ¿cómo vas a lograr? y ¿cómo vas a mostrar? -en esa liberación- ¡todo lo que en ti está! ¿Hasta cuándo te decidirás? ¡Nuestro Padre sabe!, cuando llega un momento en el cual, ¡no quiero aplicar la palabra!, que tenemos que ir “a tu rescate”. ¡Pero ahí estamos!, ¡siempre observando!, ¡acompañando! ¡y mostrando! Tú has visto y seguirás viendo las señales, amado hermano.

Pero es el gran momento en el que ¡tú! tienes que vivir ya ¡tu redescubrimiento! Porque si la multidimensión es lo que Nuestro Padre quiere mostrarte ya y verte ahí en acción, pues ¿cómo lo vas a hacer?, si todavía ¡en ti se muestra y no quiere soltar el temor! ¡El temor a eso vivir!, que es lo verdadero; ¡que es la vida eterna! Y El te dice: “Que ya la vivas. ¡Eso es lo que Yo quiero!” ¡Y nosotros también!, amado hermano. ¡Por eso aquí estamos! ¡Por eso de ello te estoy hablando!

¡La Conciencia Cósmica está llegando! y tú podrías preguntar: “¿Cómo y cuándo? ¿De qué manera a ella voy a saltar?”, porque hablan demasiado del Salto Cuántico. Eso está ¡dentro de ti! ¡Eso es el verdadero vivir!

Cuando en la total alineación, ¡en el equilibrio!, ¡no sólo tu cuerpo!, ¡tu Ser!, hagas la unión. ¡Que mira que los hemisferios también!, ¡muy importante es! Ya la hermana de ello les habló. ¡Ahí es!, donde -en esa total conexión- ¡no importa dónde te encuentres! ¡Ahí!, ¡ahí es donde el “Dios Vivo” -en ti- entrará en acción!

Y como de energía te estoy hablando; aquél, aquélla que se ha estado preparando y que dice: “Que cada chakra es un vórtice sagrado, que en tu interior, en tu cuerpo está trabajando; que tienes que hacerlo para llegar a la unión. ¡Bla, bla, bla! Amado hermano, yo te digo: ¡Todo está en tu interior!

¡Mientras tú no unifiques! lo que sientes con lo que dices; esa gran experiencia ¡maravillosa! de la que no te habla, ni encontrará respuesta la ciencia, pero que -el que lo logra- saldrá de todas éstas pruebas victorioso. ¿Y quién podrá escucharlo? ¿Quién podrá saberlo? ¡Tú hermano! ¡Bástete con escuchar! y saber que tú -al todo esto lograr- ¡todo el Universo! -en franca conexión- contigo empezará a hablar.

¡Qué importa que alguien pudiera no creer!, si todo esto dentro de ti, al hacer unión tu Ser, ¡esa “Chispa Divina”! -así te lo dijo la hermana- que ya al seguir viva y al estar dentro de ti, ¡nada la contamina! ¡Qué importa cuánto tiempo aquí tengas que seguir! Si Nuestro Padre aquí te necesita, ¡nada!, ni nadie detendrá el camino hacia Él, del hijo que en éste tiempo -porque es su gran momento- se elegirá.

Es por eso que te decimos: ¡Prepárate! Y ahí es -en todo lo que te empezará a mostrar- donde tú cuenta te darás ¡si preparado estás! para vivir esas grandezas. ¡Porque vaya que sí! “Aquél que todo lo puede” ¡se muestra!, sin lugar a dudas.

Y entonces, entonces ustedes sabrán y sentirán, que todo lo que -no solamente a su alrededor- sino en su interior sucede, ¡es para gloria de Él! ¡Y que no solamente aquí!, ¡en éste Planeta-escuela!, sino donde El -con su infinito amor- a cada uno lo lleva. ¿O no es así, amada hermana? ¡Pero mostrando!, ¡entregando!, ¡compartiendo!, todo lo que viene de Él y que tu Ser lo emana.

Y así es. ¡Cuántas conjeturas se han hecho! Ahora, en estos adelantos de lo que han hablado; de lo que “dicen” que han descubierto. Todo. ¡Todo! de “El que todo lo puede”, para que sigan adelante ustedes, ¡está planeado!

Pero ¡ay de aquél!, ¡ay de aquélla!, que al pretender no seguir el camino que se les está pidiendo y se les está mostrando, lo dirigen de una manera ¡tan incierta! Porque entonces ¡ahí es donde les habla el ego! ¡Piensan y creen que siendo dueños del poder y manipulando a su hermano! llegan a ser ¡más que humano! ¡Gran error!

Pero nosotros, nosotros, aquí y en ti, ¡para que vivas! y empieces así la vida eterna ¡de Él! ¡Ahí es donde entra la multidimensión! Porque no sólo aquí -en éste Planeta Tierra- tú ¡al hacer tu evolución!, empiezas a caminar en el plano multidimensional y a comprobar que -en el infinito amor que El te entrega- que El te da, hay muchas cosas que al ir entendiendo y te aclara la visión; también te está pidiendo ¡que con tu hermano!, lo estés compartiendo.

¡Ese es el efecto! que sucederá en éste Proyecto; “Shirón” lo hemos llamado. ¿Y quiénes habrán de empezar? ¡La Avanzada! ¡Aquella, a la que venimos a preparar! ¡Ahí está la respuesta!, para que no sigas comentando y diciendo: “¡Pues son tan pocos! ¿De qué manera?, ¡si hay tantos otros que van hablando! y por todo el mundo se están paseando.”

Lo que nosotros queremos; lo que nosotros te traemos; no es solamente para que tú aquí te limites. ¡No! ¡Es para que sigas adelante! ¡Traspongas el umbral del misterio y que todo para ti se esté aclarando! Pero también es importante que unas tus hemisferios, para que -al entenderlo- ¡mira!; puedas viajar ¡sin necesidad! de -lo que llamas “tu cuerpo”- llevar.

¡Y no estoy hablando solamente de aquí!, de éste lugar; de éste hermoso Planeta en el cual ustedes han venido a experimentar. Que ya se les mostrará que hay ¡tantas cosas!, que para muchos ¡ni siquiera saben que existen! ¡Pero están! Como nosotros.

¡Ay de aquél! que -aún al escuchar- no lo quiera creer; porque ¡él mismo!, ella misma, se están negando ésta gran oportunidad y la espalda le está dando a “Aquél que todo lo puede”, ¡para volver al hogar!

Eso es lo que tu hermano te dice: Trascendiendo. Dejando atrás, que aún -si en algún momento volvieras tus ojos y eso mirar- ¡en ti no hiciera ningún efecto! ¡Que no! ¡Que ya no haya sufrimiento! ¡Mucho menos temor! ¡Y olvidarse del dolor, porque eso no existe! Eso ¡tu mente lo creó!

Ahora, lo que la Luz te está entregando, ¡es para que sientas con el corazón! ¡Ahí es donde habita todo lo Sagrado! Y como tú le has llamado: ¡Ahí habita Dios!, ¡quien todo lo ha hecho! ¡Quien todo lo ha creado! ¡Por ti y para ti! ¡Y a ti! ¡Pero para que lo vivas!, te recrees en ello y lo compartas con infinito amor.

Mira hermano; cuando ya empieces a dejar, ¡te empieces a soltar de esa condición de humano!, todo esto ¡lo vas a recordar! Y también entenderás y la respuesta hasta ti llegará ¡de quién yo soy! y por qué de esto hablándote estoy.

En la ejecución de todo lo que ya se ha propuesto; lo que -en el Plan Divino- para ustedes ya se preparó y lo que ustedes han empezado a llamar como “cambios”, que poco a poco, en el camino están sucediendo.

¡Pero véanlo con infinito amor!, porque quiere decir que ustedes están abriendo y quieren vivir cada vez más y sentir, ya no lo de ésta dimensión. ¡Qué importa que aquí sigas hermano! ¡Mira! Tú que tanto de ello has hablado, que al que llamas “Maestro” todo lo que ante ustedes y para ustedes fue mostrado. ¡Recuerda bien esas palabras!: “Ustedes harán esto ¡y mucho más! ¡Pero cuando tengan bien entendido! y -en esa firmeza- no sólo el amor, sino ¡la humildad! ¡La humildad! y sigan su camino y lo hagan ¡en total hermandad! ¡En plena unidad!”

¡Sabemos que así será! ¿Cuándo? ¡Ustedes lo decidirán!, amados hermanos. Muestras de ello les daremos, que cuando ustedes en esa conexión, que al elevar no sólo su petición, ¡si quieren llamarlo “oración”!, pero que sea un decreto que venga desde ¡lo más profundo de tu corazón!, ¡verán! cómo -en ese instante- en ese momento, ¡se mostrará en ésta ilusión!

Ahí es cuando estarán entendiendo ¡que la grandeza de mi Padre se está mostrando! -como ustedes suelen decir- “¡en vivo y en directo!” ¡Así va a ser!, cuando unan su cuerpo ¡a su Ser! ¡Tan cercano está!

¿Quiénes -la Conciencia Cósmica- vivirán? ¡Porque la Universal! -después de ello- ¡inmediatamente entrará!, amados hermanos.

¡No olviden!, que la Gran Energía y en toda su pureza ¡para ustedes!, está llegando ¡viva!, en su transparencia ¡y con toda su fuerza! ¡Ya lo estarán sintiendo. ¡No olviden!, que hace un momento les dije y les hablé, que entran en confusión; pero ¡hasta en ello!, porque esa es nuestra tarea.

Y “El que todo lo puede” a ustedes les prometió, que -cuando estuvieran en ese proceso- y empezaran a hacer esa transición ¡sabrían! ¡Se les diría! ¡Lo verían! ¡Lo sentirían!, cuándo viene de Él -por el cambio ¡que en ti se dará! para acelerar la unión con tu Ser- y cuándo no.

Hermano; si estamos trayendo ¡todas esas herramientas hasta tu mano!, ¡utilízalas! ¡Siente! Que tu corazón ¡siempre vibre vehementemente!, porque eso te está acercando mucho más ¡no a tu salvación! ¡A tu elevación! ¡A volver al hogar! Y entonces ¡plena y total! te harás llamar: “¡Yo soy el hijo de Dios!, viviendo, sintiendo, mostrando y compartiendo ¡todo de Él!”

Desde la eternidad, ¡es Su deseo! que -de esto- tu hermano te viniera a hablar.

Y esa Gran Energía -para que en tu ayuda ¡sea también tu guía!- ¡dejo en ti!, para seguir adelante con el Gran Proyecto.

Hermano: ¡No olvides que contigo estoy!



Mayo 4, 2016

Ketta/Aleshia (2).

Dice mi Padre que la luna traerá, que en el proceso del desfase; sí, de desfase, porque eso sucederá, cuando nosotros nos traslademos; porque lo que se ejecutará, lo que en lo que tú llamas -en la apariencia física- lo que “es normal”, lo que no vemos ¡se mostrará!

¡Apéndice Divino! y lo que trae -en su fuerza- es que cada momento, la vez en la que se manifiesta, ¡no creas ver, ni pensar que será con gran estruendo! ¡No! Esto es en la verdad de Nuestro Padre, ¡con una Gran Luz que se acercará!

Es por eso que están insistiendo, de ello te están hablando: La fusión que se está logrando, en la Gran Energía que está accionando.

¡No es necesario -amado hermano- que lo quieras entender! ¡Siente!, que lo vivirás y dejarás que se muestre para ti. ¡Y vendrá de la eternidad!

Ya lo dijo el amado Maestro: “Te he de mostrar, ¡te vamos a mostrar algo que no es humano!, ¡porque no lo es, ni nunca lo será! ¡No cuando sigan viviendo así!, en lo que llaman “libertad”, pero grandes divisiones es lo que han hecho”.

¡Esto!, ¡esto que mi Padre va a mostrar!, será sólo para aquellos que se elegirán y Salmo Sagrado se escuchará. En ese momento sabrás de lo que te hablo.

Ya ves que también se te dijo que el Oráculo estaría hablando. ¡Y mira!, cuántas veces lo ha hecho. ¿Cuenta te has estado dando? ¡Y seguirá!, ¡más y más fuertemente!, porque para aquél que en la verdad de mi Padre desea caminar, no hay nada oculto y Él -mi Padre- de una ¡y mil formas! te guiará.

Esto -para ti hermano- muy claro quedará.



Mayo 4, 2016

Saint Germain.

Y para resurgir ¡amados! en éste Nuevo Vivir, ustedes, aquellos, aquellos que estén entregados, ¡claro que serán guiados! ¡También por mí! Por su hermano.

Porque -ya lo he querido decir- con infinito amor y con gran alegría ¡y así lo voy a repetir! Si ustedes me lo permiten ¡claro que también lo haré ¡Seré su guía! Si desean escuchar -en la voz de la verdad- lo que hoy, en éste tiempo, ¡aquí!, su hermano ¡Saint Germain! les ha traído y les compartirá: El “Dios Vivo” en aquél que -con gran júbilo, alegría y placer- desea no solamente seguir, ¡también entender! ¡Ver con claridad! Que la manifestación en él, en ella, sea ya ¡total! Amados; están muy cercanos. ¡De ustedes depende que suceda!

¡Y claro en estos días muchas cosas se van a estar moviendo, ¡en ustedes y para ustedes! ¡Y véanlo así!, que es ¡para que vayan corrigiendo! Porque ese es el deseo ¡no sólo de tu hermano!, de Nuestro Padre ¡tan amado!

¡Y no se preocupen por nada! ¡Dejen todo en Él y para Él!, en sus manos. De lo que -en un principio- podrían ver con tristeza, retiren todo pensamiento de su cabeza y que el corazón les dé la respuesta.

No olviden que cuando ustedes -así como lo dicen- “van elevando su vibración”; a su alrededor, en el exterior, todo empieza a cambiar; porque aquellos que llaman “una gran amistad” ¡no es que se empieza a alejar!, ¡no! Es que ya no vibra contigo igual. ¡Si tú ya todo lo vez y lo sientes en amor! y si ese amado hermano, hermana, sigue en su confusión, sólo pídele a Nuestro Padre que lo guíe ¡y tú sigue adelante!, amado caminante. ¡Que nosotros te estamos esperando!

¡No olvides que para él, para ella, habrá otra oportunidad! ¡Así lo han decidido! y tienes que respetar. Ya entenderás por qué lo digo. ¿Verdad hermana? Así lo has sentido y lo has entendido. ¡Ahora ustedes también!

¡Pero si tú, a fuerza de querer imponer y te quieres detener!… Amado hermano; ya lo dije en la ocasión anterior: “Quietecito y bonito, que ya volveré para ti y en ti ¡a volver a mostrarte y hablarte de la enseñanza del “Yo Soy”! Porque nunca te dejaré. ¡No!”

Pero ahora: ¡La Gran Alegría! ¡Lo que vamos a festejar! ¡Todo aquello! Y con ustedes, con ellos ¡que se han querido liberar! ¡Vamos a vivirlo! ¡Vamos a compartirlo! Pero con ustedes también seguiremos, ¡claro que sí! Hablo de aquellos, que aún no quieran seguir.

Amados; mi Padre tiene toda la eternidad. ¡Nosotros también! la paciencia y como ustedes lo llaman: La ecuanimidad. La prudencia. ¡Es también parte de la lección! el saber esperar.

¡Amados! Pero ustedes, aquellos que hasta hoy han seguido y han estado entregados, aquí estamos con gran alegría, compartiendo, entregando y -como ya lo dije- ya verán ¡todo lo que para ustedes tenemos! ¡Lo que se ha preparado! Y hablo por todo lo que viene.

Ya lo dijo el Padre tan amado: “En tiempos venideros, mis amados hijos verán y sabrán, porque les mostraré y les entregaré y verán ¡cuánto los quiero!” Y así será, ¡amados!

Y vuelvo a decirles: ¡Preparados! ¡Preparados!, porque en la Gran Manifestación del Cosmos Divino, ustedes la verán en acción. ¡Claro que sí!

Y nosotros -con ustedes- ¡aquí y ahí! ¡Muchas más cosas vamos a compartir! ¡Que no sólo adonde se les ha llamado! ¡Ya lo verán! ¡La hermana ya lo sabe! ¡De ello les estará hablando!

¡Todo seguirá!, tal como lo ha dicho: “¡Todo sigue en gran movimiento! Nada está estático”. ¡Sólo ustedes! Aquellos que no se han preparado.

¡Amados! Con el corazón se los digo: ¡La Gran Apertura en tu camino!

Que la Llama Violeta en Gran Transmutación haga de tu cuerpo ¡sí!, ¡una Gran Ebullición! ¡Que saque! ¡Que libere! ¡Que entregue! ¡Que eleve! ¡Que en la Alquimia Sagrada -aquella que de mi Padre recibí- ¡que me fue entregada!, ¡yo la elevaré! Y en esa Gran Pureza, esa Gran Cristalización, ¡multiplicada! a ustedes le devolverá. Amados, ¡amadísimos hermanos!

Que yo soy ¡Saint Germain! ¡Y mucho más! -de todo esto- con ustedes hablará.



Mayo 4, 2016

Ketta/Aleshia (3).

Hay algo que está a punto de suceder.

Se manifestará. Algunos de ustedes lo van a poder ver. Un gran efecto tendrá.

¡Mi amado Padre! Dice, que será el principio; pero hablo que ¡en aquellos que lo atestiguen sucederá!

Han de estar atentos; seguir en el amoroso afán y en cada movimiento, en cada acción, por Él -por Nuestro Padre- ¡déjense guiar!

Que también a su hermana ya le ha dado una instrucción y -cuando llegue el momento- elevaré a la acción, en el nombre de mi Padre tan amado.

Por El y para El es por lo que todos nosotros aquí estamos, en su infinito amor; siguiendo la enseñanza del “Yo Soy”. ¡Uhm!

Y entonces, prosigamos con la preparación de lo que nos pidió; motivo también de ésta reunión y de las que vienen.

Verán cómo todo irá cambiando, para bien de cada uno de ustedes; por lo que estarán escuchando.

¡Porque más fuertemente llegará al corazón! y será tan firme, ¡que ya nada! dejarán a la suerte; ya que el Plan Divino -en ustedes- hará su ejecución.

¡Eso es lo que dice Nuestro Padre!


¡Gracias amados hermanos, por estar aquí!

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