Mayo 18, 2016
Ketta/Aleshia (1).
… siempre mi Padre, nuestros amados Maestros,
nos van previniendo, ¡nos van indicando! Esto será cada ¡más y más!: Se irán reuniendo. Nuevamente se irán
uniendo aquéllos que en éste tiempo, para lo que Nuestro Padre, tal cual como
lo ha tenido dispuesto, aquí -para cumplir su misión- caminarán.
Muchas veces, si tú te inclinas a todo razonar, ¡como desde que llegamos a éste plano
terrenal! nos han querido acostumbrar; siempre pensando; siempre razonando;
siempre tratando de encontrar respuestas ¡a tantas preguntas!, que conforme
tú vas caminando en lo sucesos -¡que no sólo en ti y para ti! y los Seres que
amas- ha ido sucediendo. Cuenta te das -amado hermano- luego, después de haber
intentado y en la búsqueda tan continua,
¡tan intensa! que has hecho ¡aquí!, en lo que tú llamas “en ésta vida”.
¡Y mira! Algunos piensan y dicen: “Estoy
a punto de llegar al final y ésta zozobra, éste deseo que cada vez es más
fuerte ¡y es más la intensidad!” Y es cuando más hablas y preguntas a Nuestro
Padre el “por qué” de lo que tú -en el sentir- porque luego de tanto escuchar, ¡escuchar
que no oír!, cuando has empezado y deseas ya vivir plenamente tu despertar,
dices: “¡Padre!, deseo ¡tal como de tiempo en tiempo!, a aquellos que ustedes
les llaman ¡Maestros!, ¡Profetas!, tanto ¡ellos! que les antecedieron; lo que
dejaron como Legado”. Y más fuerte aquél al que Nuestro Padre -que todo lo ha
creado- al que llamó “mi hijo tan amado”. Quiero decirles amados hermanos: ¡A
todos nosotros el mismo titulo ha entregado!
Sucede que -al estar aquí- en éste
planeta, en ésta estrella que ahora ¡ha
empezado a vivir su gran momento!, que cada vez ¡más y más! empezará a brillar
¡y será tan fuerte y con tal intensidad!, en lo que ustedes llaman “el
firmamento”. Es por eso, aquél que lo sabe y dice: “Es muy cierto; ¡muchos hermanos!, de lugares tan lejanos
se han dado cita para venir a observar.”
Y yo quiero decirles: No solamente
eso, porque no estás limitado. Nuestro
Padre cada vez ¡más y más a ti está acercando! ¿Pero sabes por qué? Todo de lo
que El estuvo creando; ¡toda la maravilla y su Gracia Divina!, ahora, ¡ahora!
es el momento en el cual el planeta “Tierra” lo han querido llamar; ¡Madre Gaia! aquellos que buscan sentir y
estar con ella en unidad; como debemos estarlo ¡todos nosotros! no solamente
con ella; ¡con todos nuestros hermanos!, no solamente “los humanos”, como se
han hecho llamar.
Y tú dirás: “¿Por qué ahora?, si ella
también aquí está”. ¡De eso ya hemos hablado! y en cada momento, tal cual como
mi Padre lo tiene dispuesto y me indica de qué manera ¡y qué es!, como en éste
instante a ustedes he de compartirles, todo lo que van a escuchar.
Después de cualquier situación que
pudiera intentar separar, apartar, a aquellos mis hermanos ¡que han tomado la
decisión! y están buscando y están en una ¡gran y amorosa preparación!, para
vivir; porque se los vuelvo a repetir: Cuando todo empezó y nuestro amado Maestro
¡de todo lo que habló! ¡y nos sigue hablando! ¡Y no solamente él! Te has
preguntado de aquellos que han llegado: ¡Grandes!
¡Amorosos! ¡Con una sabiduría! que -ténganlo por seguro- cada uno de ustedes la
tendrá. ¡Ya llegará ese día! ¡Pero de cada uno! -de cada uno de ustedes-
depende. Ya tomarán la decisión.
Porque, ¡vuelvo a decir!: Lo que aquí
llaman: “Vivirás tu evolución”, ¡es mucho más!, porque aquél hijo que -en infinito amor- intenta y está logrando con Nuestro
Padre hacer esa gran conexión, empieza a sentir; no sólo a oír, ¡a escuchar
todo!, ¡todo lo que El te entrega!
Y entonces es cuando te das cuenta que ya deseas y empiezas a
sentir y a vivir tu Gran Despertar: ¡El resurgir del Ser! ¡El verdadero! ¡Ese!, que tú -al estar aquí- revestido y
ocupando un “templo” o un “cuerpo” ¡como tú lo quieras llamar!, amado hermano, ¡porque
era necesario!, porque en ésta
dimensión ¡es tal la densidad!, que de otra manera no podrías tú aquí caminar.
Pero llevas firme dentro de ti, en tu
interior, ¡allá! -y tú estás pensando ¡que muy oculto está!- sin embargo
deseando ya ¡resurgir! Y cuando empieza
a fluir, ¡es la Esencia!, aquella que mi Padre ¡a cada uno! -al momento de crearlo- le entregó. ¡Esa!, que
cuando más tú deseas y miras hacia dentro, ¡ahí en tu interior!, te das cuenta
que todo, ¡todo! lo que estuviste buscando, ya te lo había entregado. ¡Que está
en cada uno!
Por eso, cuando -como en éste momento-
mi Padre tan amado, ¡Nuestro Padre!, cuando te hace sentir ¡y es tu deseo estar
aquí y escuchar! y con El también -en tu
día con día- ¡dialogar! ¡Hay tanto!, ¡tanto!, que tú -con Él- tienes que hablar
amado hermano, aunque ¡te conoce! ¡Eres tan transparente! Y así es como te
pide que ahora vuelvas a hacerlo. ¡Pero que te lo muestres a ti mismo!, ¡para que todo lo que te estaba atando! -una
vez más- ¡ahora!, puedas vencerlo y entonces ¡psh!, ¡uhm!, vuelvas a vivir todo
lo que con Él ya habías vivido.
Y todo esto te lo digo, porque mi Padre
tan amado dice: “A todos aquellos de mis
hijos ¡tan queridos!, es mi deseo ¡ya no verlos así!, en esas emociones, en
esas distracciones ¡tan sumidos! Que señales -a todos y cada uno de ellos- ya
les he entregado. Las han visto, ¡pero algunos! -nuevamente- están tan
distraídos”.
Aquél que al verlo y al sentirlo, que
piense: “¡Ya no quiero eso conmigo!” ¡Psh! Esto ya se los he dicho: Estamos viviendo ya ese gran momento. Algunos
le llaman: “El Gran Rapto”. Otros: “La Cosecha”. “La Recolección”. Yo
quiero decirte amado hermano; es solamente
que viviremos -¡ustedes!, ahora- en el presente, en el aquí, en el ahora ¡la unión!, para juntos sentir y vivir ya
la Nueva Dimensión. ¿Nueva? ¡Siempre ha estado!, ¡de tiempo en tiempo! en
tu pasado. Ahora en tu presente, ¡porque
todo lo empezarás a ver cada vez más claro!
Cuenta te darás que aquello
que pretendió ¡y que por mucho tiempo te mantuvo atado!: A algunos los apegos. A
otros ¡a cuántos y cuántos sentimientos!, ¡emociones! Y así ha sido. Eso -mi Padre-
¡Nuestro Padre! lo ha dicho: “¡Por eones! a tantos de ustedes que aún -como hoy-
escuchando están”. ¿Pero quién?, ¿quién puede decirlo? -hermano querido- que
realmente lo estés haciendo con el corazón.
Te repito: ¡Mi Padre te conoce! y no es casual que hoy aquí estás; no sólo la
semilla, porque esa, ¡ya de antemano alguien -amorosamente- la quiso sembrar! ¡y
todo eso ya empezó a germinar! De ti depende que decidas que sea ¡tu gran
momento!, para -a Nuestro Padre- llegar.
Y podrás preguntar: “Y el camino… ¿quién me lo va a mostrar?” Yo
te digo: ¡Ya lo conoces! Y en el andar, paso a paso, viviendo ¡tú despertar! lo
reencontrarás. Siempre ha sido el mismo. Nuestro Padre te lo dice. Algunos
de los que se han querido entregar ¡y cada vez con más fuerza han sentido!, ¡no
lo que tu hermana en éste instante te está compartiendo!, sino ¡tantas otras
cosas que has empezado a escuchar!
Y tú te das cuenta, porque también ¡en esa Gran Intuición!, mi Padre te hace
sentir y te hace saber cuándo están hablando con la verdad ¡y en su nombre!,
todo lo que han venido a escuchar, para que empieces a recordar.
Todos aquellos que -en
su nombre- que verdaderamente ¡El ha inspirado!, ¡no vienen! -amado hermano- a
decirte: “¡Voy a mostrarte el Nuevo Camino!” ¡No! ¡Ese ya lo conoces! Lo que nosotros
-y es nuestra intención- ¡es compartirte! ¡Que empieces a recordar! y tú mismo
a decirte y en ese sentir ¡todo lo que puedes hacer! -en el nombre del “Yo Soy”-
porque todo te lo dio.
Cuando tú decides ya volver, Nuestro
Padre te permite -en esa libertad en la que El entregó- pero en la que cada uno
insiste en pensar: “¿La viviré?” Así, como lo decido yo. Date cuenta que ahí ¡nos
volvemos a equivocar,! porque Nuestro
Padre lo que desea es ¡que tú! -en esa libertad- ¡vuelvas a Él! y que permitas
que como antes; hoy, ahora, nuevamente -por El- te dejes guiar.
He insistido que para
cada uno de ustedes -así como para tu hermana- tiene el Plan Divino. ¡Ya todo
está escrito!, amado hermano. Ahora, ¡ahora! en ésta Nueva Era, permite; decídelo;
inclúyete; que
aquellos que llamas “tus Maestros” o “tus hermanos”, o algunos dicen: “Es que
los que vienen a hablarme con tal sabiduría son mis ancestros”.
Ya alguna vez tu
hermana te comentó: ¿A quiénes les llamas “tus ancestros”? ¿Realmente lo son?
Porque yo podría decirte, que cuando estás en el camino ¡de lo que tú llamas “tu
evolución”! y cuando vetado por el velo del olvido, quizá -hermano tan querido-
¡has vuelto!, para vivir nuevamente la enseñanza y retomar, ¡retomar!, lo que
anteriormente ¡había truncado tu andanza!
¡Si tú lo estás
entendiendo, podrás decir que es muy fuerte lo que te estoy diciendo! Pero mi Padre
ya me ha pedido que así, ¡clara y directamente les hable! Porque tú has dicho
que “preparado ya estás”, para escuchar -de Él- toda su verdad.
Pero también no olvides que ha habido
momentos en los cuales ¡ha tenido que decirte! y mostrarle en acciones, que hay muchas cosas que todavía, todavía no es
el tiempo en que las tengas que escuchar, ¡porque tus reacciones!, ¡tus
acciones!, ¡no hay congruencia con tus pensamientos!, tus sentimientos.
Y si algo Nuestro Padre ¡tanto ha
estado insistiendo!, es ello precisamente: Que
-antes de seguir adelante- veas ¡y mires a tu interior! Que cuando hagas con Él
esa gran conexión, ¡te pongas en sus manos! ¡Abandónate! Que mira; ahora ya se
está viviendo el tiempo en el cual la intención y el Propósito Divino es que
-si tú te pones en sus manos- permitas que se te muestre ¡qué es!, lo que
pretende todavía detener tu andar. Mas, eres tú el que la decisión la va a
tomar: Si la tomas o la dejas; como ya lo hiciste antes.
Y la promesa es: Aquí está tu hermana
nuevamente, para de ello hablarte; ¡del infinito amor de Nuestro Padre! y cada
vez habrá ¡más y más insistencia de ésta manera! ¡Que sientas dentro de ti no
sólo Su Presencia!, ¡porque la Esencia!, en el lugar que El ha elegido, que
también -he de repetirte- ¡no es el único!, porque en diferentes puntos
importantes, ¡mi Padre! -así lo ha decidido- es el tiempo en el cual ¡muchos
han hablado de ella!: Éste planeta será,
¡estará Ascendido!
¿Y cómo creen ustedes
que se va a lograr? ¿Quiénes son los que amorosamente ¡aquí! han hecho su
caminar?, hermana humanidad: ¡Ustedes! ¡Ustedes! ¡En la Gran Conciencia en la
cual están trabajando! y -en esa preparación- están elevando.
Y han dicho: “Es el tiempo de que la Conciencia Crística se esté mostrando”. Y yo
les pregunto: ¿Por qué? ¿Por qué algunos de ustedes aún no lo han hecho? ¿Por
qué? ¿Por qué -para ustedes mismos- aún no lo han estado mostrando?
No olvides que también ¡en todo el
cambio que se dijo que iba a suceder!, que el final que se iba a mostrar, para
que luego ¡con toda la Luz que iba a llegar!, ya no se llamarían “Hermana Humanidad”.
Y algunos dicen: “¡Nada pasó! ¡Nada está
sucediendo! ¡Todo sigue tal cual!”
Mas no se equivoquen
hermanos. No se equivoquen. Aquí es donde ¡es tan importante que cuenta te des!,
que los cambios de los cuales también ¡tú mismo has hablado más de una vez! ¡Eres
tú! ¡Eres tú!, quien principalmente va a provocarlos. ¡Pero en amor! ¡En el
infinito amor que Nuestro Padre ya nos dio!
Algunos están pensando; por lo que
han visto, por lo que en otros de sus hermanos ha estado pasando ¡psh!: “Lo
único que sucede es… la influencia es tal, que colectiva se va a mostrar”. Y yo
te digo: Mi Padre mostrará una Gran Señal de que -aquél que lo esté pensando-
se volvió a equivocar. Porque el momento estamos viviendo en que ¡nada debes estar razonando! ¡Sólo en el
sentir con el corazón!, lo que mi Padre ¡a ti! ya te estuvo entregando, ¡con
toda la energía de amor que ha estado llegando!
¡Y lo dijo!: “¡Será para todos y cada
uno en especial! Mas hijos míos ¿qué es lo que en tu interior regado está? Primero libérate. Purifícate. ¡Perdónate!”
Porque ¡ay de aquél!, que ni siquiera
intente quererlo hacer; porque entonces ¡todo!, todo lo que está sucediendo ¡y lo que va a suceder!, algunos dicen:
“Cada vez -lo que sucede en éste mundo- es peor”. Yo te diría -amado hermano-
es sólo que estás mostrando lo que hay en tu interior.
Es por eso que mi Padre y nuestros
amados Maestros han estado insistiendo: ¡Siéntelo!
¡Vívelo! ¡Muéstralo! ¡Compártelo!, ¡todo en amor! ¡En esa gran congruencia que
te ayudará, para que cada vez más y más eleves la conciencia!; que no sólo Crística
se mostrará.
Ya te hemos hablado de la Cósmica. ¿Y
no te has preguntado por qué? ¿Por qué lo hemos hecho? ¿A quién de ustedes -amados
hermanos- le ha movido? ¿Quién ha
sentido ¡de verdad!, llegar a vivir como nuestros amados Maestros; -de Nuestro
Padre- lo perfecto?
Habrá quien al escuchar diga: “¡Qué
atrevida!” Pero amado hermano; si la
verdad, en el amor de Nuestro Padre ¡eso es lo que te traigo! ¡Aquí poco! ¡y no
porque no se atrevan a decirlo!, sino porque a esas energías inarmónicas que
siempre haber influido -en lo que tú llamas “tu vida”- no les convenía; ¡no les
conviene! que tú ¡en éste Gran Despertar! empieces a vivir ¡la verdadera
libertad que Nuestro Padre nos da!, porque entonces, empezarás a mostrar ¡quién
eres tú en realidad! ¡Lo que eres! Lo que mi Padre ya te había querido
entregar.
Ya estamos viviendo esos grandes
momentos, porque -todo lo que le estuvo antecediendo- era solamente que
escucharas. Ahora mi Padre lo ha decidido: “Ya te lo he pedido: En cada instante y ante quien lo tengo
decidido, a la acción lo llevaras”.
¡Esas han sido sus palabras!, como
también -amados hermanos- nos estuvieron insistiendo: “Y los estaremos reuniendo”. Cuenta se empezarán a dar el “por qué”
y el “para qué”, porque -cuando empiecen a avanzar- entonces, lo que aquellos hermanos ¡que dormidos han querido
caminar!, al escuchar lo que ustedes les compartirán; ¡tocar cada corazón! ¡Esa
es la misión tan especial! y hacerlo con infinito amor.
¡Pero primero tú mismo!,
amado hermano. ¡Tú! Todo lo que en ti está y que traes cargando ¡y que no has
querido soltar!, ¡a pesar de todo lo que has venido a escuchar! ¡A pesar de que
hasta Nuestro Padre tan amado directamente a ti te ha querido decir!, pero en
infinito amor. ¿Y
qué ha sucedido? Pero ya lo dijo: “No importa, amado hijo: Para esperar por ti
y que vuelvas a mí, tengo ¡toda la eternidad!”
Y yo te quiero decir; que tu hermana -cuando
tú vuelvas aquí- te volverá a reencontrar. ¡Así!, de la forma humana, como en éste
tiempo -con cada uno de ustedes- he venido a compartir.
Cuando tú ya tienes ¡muy
claro cuál es tu misión! ¡y que no importa lo que te presente!, lo que intente
ésta ilusión; entonces, entonces amado hermano, ¡nada! ¡ni nadie! detendrá a
aquél hermano que sí está deseando escuchar y quiere seguir su caminar de
vuelta al hogar. Nada detendrá ¡lo que muchos llaman “su evolución”!
Yo diría -hermano querido- porque ya
lo dijo un día aquél al que llamas “¡el Gran Maestro!”, que a hablarnos de Nuestro
Padre vino: “Entonces, entonces, cada uno
de ustedes también vivirá ¡el Gran Momento de su Ascensión!” Y no te estoy mintiendo. Pero tú vas a
decidir. ¡Tú tomarás la decisión!: Cuándo será.
Tu hermana también de esto te hablará.
No tengas duda de ello. Si te he prometido que he estado contigo ¡y que seguiré!
¡Qué importa lo vivido! ¡Nada!, de lo
que hayas dicho o hayas hecho, ¡la emoción que te haya movido!, porque el infinito
amor que mi Padre -¡Nuestro Padre!- nos ha tenido, eso es lo único ¡que tiene
valor!, ¡en la verdad!
Cuando tú -el velo del
olvido- comiences a rasgar, así sucederá. Entonces verás a tu hermana tal cual
como es realmente.
Ten presente ¡que te amo! ¡Que te
amaré infinitamente!, tal como mi Padre -al
crearnos- nos entregó en el verdadero amor, ¡en la Esencia!, que es ¡Él! y que
está dentro de ti ¡y que te hace sentir Su Presencia! Cuando eso lo
empiezas a vivir, sabrás que tu hermana no te ha mentido.
Que yo soy ¡Aleshia! ¡Aleshia de Shirón!,
viviendo y cumpliendo -de mi Padre- nuevamente su misión.
Hay algo muy importante: Han tenido
presente ¡qué importa cuántos años más pasen!, la lección tan grande que vino a
entregarles mi amado Maestro, ¡nuestro amado Maestro! Pero debo decirles que lo
que Nuestro Padre tiene dispuesto es que -de tiempo en tiempo- para todo aquél de mis hermanos que la
decisión tomara de abandonarse a sus manos; ¡por El dejarse llevar!, siempre ha
habido y habrá -con ustedes y entre ustedes- quien -en su nombre- de Él les
venga a hablar. Quien también los venga a guiar.
Ese es el infinito amor de Nuestro
Padre; que ha tenido para ustedes ¡y que siempre tendrá!
Mayo 18, 2016
Maestro Desconocido.
Y por eso, ¡nuevamente te digo! -amado
hermano- que yo estoy contigo ¡en el “Yo Soy”! y hablándote de ello también estoy;
porque en la sincronía, cuando tú has
decidido entregarte y empiezas a vivir tu día con día, ¡siempre señales vamos a
mostrarte!, ¡en su nombre!, ¡psh!: “¡La Gran Hermandad!” “¡Grandes Maestros!”
y “¡Hermanos Mayores!”, así como ustedes -cuando de ello empiezan a hablar- ¡les
gusta recordar!
¡Pero yo te digo que es
el tiempo en el cual también lo vivirás! ¿O qué prefieres? ¿Seguir ojeando a lo
que tú llamas “el Libro de la Verdad”?
¡Sí! Es y ha sido maravilloso todo lo que en él -porque de “El que todo lo creó”
¡fue Su voluntad!- que quedara ahí un Legado; un testimonio de todo lo que
aquellos habían vivido.
¡Pero mira hermano querido! ¡Escucha!
¡Siente!, que aquí estamos contigo. Es el tiempo y tú lo has propiciado ¡de
alguna manera!, como -a tu entender- te has preparado. Pero también te digo: Cuando tú -por “Aquél que todo lo creó”- te
dejas guiar; ¡mira!, también, ¡también de esto has hablado! ¿Qué es lo que ha
sucedido? ¡Uhm! ¡Moisés! ¡Abraham! ¡Uhm!... ¡Elías! ¡Noé! ¿Y tú prefieres seguir
recordando tantas maravillas? Ahora yo te digo: ¡Es tu tiempo!, porque es la voluntad
de Él.
¿No lo has sentido así? O acaso, ¿acaso
no has creído de todo lo que tu hermana te ha dicho? ¡Ésta que está frente a ti!
Tengo que decirte que solamente ¡es!, está ocupando un templo, un templo con el
cual era necesario también interactuar con ustedes. Así ha sido de tiempo en
tiempo, pero ¿qué es lo que le da el
sustento? ¿Qué es lo que lo mueve?
Tú piensas y podrás
decir: “¡El alimento! El terrenal”. ¡No te equivoques! Sabes bien que no es de
ello de lo que nosotros te venimos a hablar. ¡El verdadero! ¡La Esencia pura!,
es la que viene directamente; que El te entrega. ¡Es la que perdura! Es la que
no tiene principio ni fin, porque ¡es!, ¡está!, siempre para cada uno de ustedes.
¡Es lo que los moverá! y no solamente en éste plano terrenal.
Si yo te dijera, que ésta
estrella está viviendo ya su gran momento. Pero mira; ¡no es la única! El
reabastecimiento de todo lo que en el Cosmos se mueve; a cada uno ha vivido su
Gran Momento. ¡Ahora eso es lo que está sucediendo contigo!
¡Y todavía te atreves a
oír, pero no a escuchar! Porque algunos de ustedes están aquí, ¡pero no creen! y dicen: “¿De donde tantas cosas la
hermana va a sacar? ¿Qué es lo que está leyendo?” Ya te lo dije: ¡Uhm! ¿Quién la estará instruyendo?
¡Pues también eso vas a
escuchar! Que -de tiempo
en tiempo- aquél que de todo lo que viene del Padre se deja llevar, ¡tal como
ella te lo ha dicho!: ¡Tan sencillo es y se los va a mostrar! Porque el tiempo ya llegó ¡y presenciará! ¡y
lo vivirá! y sobretodo lo sentirá, aquél que con el corazón ¡ha empezado a
vibrar!
Y yo te digo: ¡Muchas cosas!, aún
más, ¡aún más!, que lo que tú ya has vivido y que piensas y dices: “Es más de
lo que vive alguien que -en su día con día- lo que le sucede es tan normal”. Pues
yo te digo: Lo que viene del Padre, allá, donde tanto has añorado y quieres
regresar, ¡Su promesa se estará cumpliendo!
¡y aquí! -antes de que a Él estés volviendo- te lo va a mostrar.
Pero tú ¿qué has hecho?
¿Te has querido preparar? ¡Lo dejas pendiente y dices!: “Hay mucho tiempo”. ¡Tienes
razón! Para hacerlo tienes ¡toda la eternidad! ¡Pero ay de ti, amado hermano! ¡Ay
de ti!, porque entonces, al seguir insistiendo en estar como humano, ya lo dijo
Nuestro Padre: “Luego ¡no te quejes! de lo que te va a mostrar”.
¡Pero no porque El lo
quiera!; porque esa necedad de pensar y sacar conclusiones,
¡uhm!, a tu manera ¡muy terrenal de ver las cosas! ¡Así no será! Tienes que
entender que lo que vives y que no es agradable y que tanto te mueve, es lo que
tú -en esa energía, cuando es discordante- ¡a ti acercas!
¿Es que no has entendido? ¿De
verdad?, ¡después de todo lo que tú dices que ya has vivido! Hermano querido;
date cuenta que la única verdad es la que mi Padre, ¡Nuestro Padre! -a ti- al
quererte entregar, en esa Gran Energía que tú en la “Ley de la Correspondencia”, en la “Ley de Atracción”, todo lo
que tú haces y dices -en lo que son tus diarias vivencias- ¡es lo que hasta ti
acercas!
Por eso nosotros les
hemos pedido ¡que sólo sea en amor! ¡Que desde tu interior lo sientas!, lo
vivas; ¡lo compartas! Y entonces, llegará el momento en que tú te des cuenta,
que ya estás viviendo ¡en ese Gran Equilibrio! y entonces, lo que tú llamas:
“Las Zonas de Energía” que se activan, ¡ahí es!, cuando todas ellas ¡reavivan!
y hacen resurgir lo que tu Ser ¡al venirse a unir con tu templo!, ¡con tu cuerpo!,
que entonces está ¡la completa y total conexión! con lo divino.
Y al empezar a hacerlo, ¡mira!, todo
lo que comienza a suceder; porque aquí
está tu hermano, que sólo de tiempo en tiempo viene a hablar a todo aquél que
desea ¡con el corazón! escuchar; porque está pidiendo que se le muestre el
sendero por el cual ¡la Gran Victoria pueda lograr!
Con esto, yo te digo; viene a tu
memoria ¡algo que ya habías leído! ¡Muy poco conocido!… y le llaman: “El Hombre”.
“El Hombre Desconocido”. ¿Por qué será?
Porque desde antes, ¡pocos lo habían podido lograr! ¡Pero ahora!, ¡ahora!, ¡es
el deseo y es la voluntad!, de que todos ustedes ¡sean tantos! ¡y lo van a lograr!
Es por eso que aquellos a los que
llamas “tus hermanos ¡mayores!”, ¡uhm!, ya han hablado contigo y te han dicho: “¡Es
sólo un paso!” Es sólo un paso hermano; ¡pero
el que tú darás!, para que caminemos completamente unidos. ¡Y así sucederá! ¿Quiénes
lo van a lograr? Ya todo, ¡todo está preparado!
¡Ay de aquél!, que -a
pesar de todo esto haber escuchado- ¡insista! y lo que es peor: ¡Persista! en
sus pensamientos y en sus emociones, ¡que saben que no son correctas! ¡y que lo
hacen reincidir en sus errores!
Porque luego -ya lo dijo “¡Aquél que todo lo creó!”- luego, ¡no te quejes! de
lo que se te va a mostrar, ¡porque la Luz que está llegando es cada vez más y
más fuerte! y trae ¡tal intensidad!, ¡que mira!; cada uno de ustedes -consigo mismo- ¡se va a confrontar! Entonces, ¡entonces
ahí es! donde ustedes sabrán ¡qué es! y hasta dónde lo han logrado, ¡y qué es
lo que no quisieron soltar!, que nuevamente ¡los detuvo!
Y ya lo dijo la hermana: “La Rueda
del Samsara” aquí nuevamente -con ella- se volverán a encontrar, porque -como es
la voluntad del Padre- los volverá a encontrar. ¿Para qué? ¡Para retomar la
lección!, que hoy por hoy no han querido -algunos- entender ni aceptar.
¡Tú pediste! ¡Así lo dijiste!: “¡Padre!
¡Guíame! ¡Háblame! ¡Dime!, en qué me estoy equivocando. ¡Muéstrame!, porque ya no
quiero seguir errando. Quiero lograr llegar a ti. ¡Que sea mi momento! ¡Ven a
mí!” Y aquí estamos, hablándote de ello. ¡Suelta
ya tus apegos! ¡No sigas aquí acumulando!, que -lo que ésta ilusión te ha
estado entregando- ¡mira!; cuando estés frente al Padre, ¡nada de aquí te
estarás llevando! ¡Sólo tú! ¡Lo que El te entregó!
Y así tal cual, en esa
pureza -como El te lo pidió- que al volver, ¡así estuvieras! ¡Que El te
entregaría y te daría la fuerza!, ¡porque nunca de ti se separaría! ¡Que
siempre lo sentirías! ¡Que siempre te hablaría!, aún en tus momentos de gran
soledad ¡ahí, en tu interior!, lo ibas a escuchar y luego -en tu día con día-
retomando esas rutinas, también te acercaría -a través de instrumentos de amor-
¡que a ti enviaría!
¡Ya estás viviendo esos días! ¡Uhm! ¡No
desaproveches esa gran oportunidad! ¡Que mira!, que tú -que tanto has leído-
que sigues insistiendo en buscar, ¡sabes que no te he mentido! ¿Cuántos años? ¡je! -si tú quieres hablar
del calendario solar- tendrás que volver a esperar? ¡Pero para nosotros y
para El, un parpadeo sólo será!
Y tú podrás decir: “¡Pues eso es lo
que quiero!, que también para mí sea”. ¡Y
va a ser! ¿Cuándo? ¡Cuando tú de todo!, de todo lo que aquí te ha estado
deteniendo y distrayendo, ¡lo quieras soltar! ¡Porque eres parte de Él! ¡Porque
eres nuestro hermano tan amado! ¡Aquél!, que en un momento quiso separarse,
para vivir un Gran Experimento y Nuestro Padre te dijo: “¡Llegará el tiempo!,
en el cual no solamente dentro de ti me vas a escuchar ¡y a cada instante!,
siempre habrá.”
¡No están tan
distantes! Están tan lejanos ¡como tú no quieras escucharles! Y estarán tan
cercanos ¡tanto como tú! ya -de corazón- desees escuchar mi voz y ahí, en lo
físico, en lo terrenal, ¡a ellos también abrazarte!, porque te mostrarán el
camino de regreso ¡al hogar! El hogar en el que el “Yo Soy” ¡siempre!, ¡siempre!
habrá de esperarte. ¡Uhm!
Se está acercando el gran momento en el
cual sabrás directamente quién es el que te está hablando. ¡Me sorprende y me
extraña!, que haya tantos que aún no sepan, si dicen que están tan atentos de
escuchar. Si te precias de decir y todavía comentar: “¡Tanto repiten! ¡y tanto
hacen! ¡y tanto me dicen! ¡Ya quiero que me muestren!”
Amado hermano; ¡mira que cuenta no te
has dado!, pero el momento ¡en que sea tan fuerte y directo! está llegando. Sólo
recuerda las palabras de tu hermana, cuando te ha insistido: “¡Prepárate hermano! ¡Prepárate! ¡Hazlo con
el corazón!, porque todo de lo que te empezaremos a hablar y que en el nombre
de Nuestro Padre se te va a mostrar, ¡mira!, ahí es donde cuenta te darás si
preparado estás; no sea que todo eso vaya a impactarte”.
Y yo te digo: ¡Es
verdad!, ¡porque lo que va a revelarse será!, ¡será!, para
todo aquel ¡uhm!, que de ésta ilusión ¡ya quiere liberarse!
También -hoy por hoy- habrá de quedar testimonio ¡fiel! de todo
lo que han querido llamar: “¡La Raza Elegida!” que se mostrará. ¡La Gran Avanzada
eso es lo que iniciará!
No olvides lo que ha dicho tu
hermano, porque -no por nada- contigo y hablándote de esto está, con infinito
amor. ¡Esa es la instrucción!
Y prepárate, ¡abandónate!
¡Mira!, que estás viviendo el tiempo del no-tiempo, en el cual la unión de los
Cuerpos Celestiales están resultando ¡tan cercanos!, que puentes -algunos dicen
“espirituales”- en la verdad, ¡la Gran Verdad que viene de Él! y que tal como
se dijo, sus Emisarios traerán. Ya se está viviendo. ¡Se empieza a mostrar!
Entonces -hermano querido- ¡recuerda
todo esto que te digo!, porque para
volver a “Aquél que todo lo creó”, lo ha logrado todos aquellos hermanos a los
que tú has llamado “¡Maestros!” y que todo han vencido. Y que su propósito -al
hablar contigo- es compartirte y decirte de qué manera ¡tú también! lo habrás
de hacer.
¡Siéntelo así! ¡Vívelo así!,
porque eso también te dará toda la fuerza para no permitir, ¡uhm!, que la
inarmonía, que la densidad, que aquí está todavía -en éste plano terrenal- ¡no
te llegue a tocar!, porque estarás envuelto ¡si tú lo quieres llamar “la
protección”! y el infinito amor que te da; que siempre te ha entregado el “Yo Soy”.
Que es por ello que nosotros también, aquí estamos.
Te
dijeron que me verías: Aquí estoy.
Mayo 18, 2016
Ketta/Aleshia (2).
Mi Padre tiene para
ustedes y en gran regocijo lo ha dicho: “Todo esto será para mi hijo; aquél que
desea volver”. Pero con esto no piensen ni entiendas que ya hoy o mañana aquí no
vas a estar. ¡No!, amado hermano, amada hermana. ¡Hay mucho por hacer! ¡Y a ti
ya te lo ha pedido! y te lo vuelvo a repetir: ¡Mucho te va a necesitar!
¡Que no te angustie esto que acabas
de escuchar! El tiempo, ¡el tiempo! -cuando tú permites y dejas que El te
abrace- sucede, empieza a pasar; ¡pero como una brisa que se siente! y que
luego, porque eso ¡no se aprende!, ¡se recuerda!, puedes empezar a tocar todo
lo que para ti ¡no has podido ver aquí en la forma!, pero sentirás ¡y ya se te
mostrará!, que todo lo que conforma, es lo que Nuestro Padre -a cada uno de
ustedes- a cada uno de ustedes, ya tenía dispuesto y que está llegando el
momento en que se los va a entregar. Y así será.
Quien lo esté sintiendo; quien
realmente no le importe el tiempo que le esté dedicando a estos momentos; que
realmente todo lo que al escuchar, en su corazón empiece a mover y le empiece a
llenar. ¡Qué más daría yo! Se lo he dicho a mi Padre, mas su respuesta ha sido:
“Tú -como ha sido siempre- sólo déjate
llevar; que Yo te inspiraré. Yo te diré de lo que a ellos les tengas que hablar”.
Porque momento a momento, todo tiene
un “por qué” y un “para qué” ¡y todo
aquél que escuche!, moverá ¡no sólo el corazón!, sino los filamentos; ¡aquellos
que precipitarán el resurgimiento de la Raza Elegida!, porque todo lo que
se escribió, el comentarlo, ha sido muy controvertido. Mas la verdad, ¡la
verdad viene de mi Padre! y aquél que escuchando está y que realmente quiera
seguir adelante, ¡ya lo vivirá!, amados hermanos. ¡Uhm!
Y también, ha dicho que ya no sentirás,
ni para ti será un martirio, como en un principio; el estar escuchando; el estar
viviendo, porque para ti -sin que lo sientas en un principio- pero todo se
estará moviendo, para que primero inconscientemente, luego amorosamente,
empieces a sentir y a vivir todo ese “cambio”, si así lo quieres llamar.
Y muy importante;
aquello, cuando se te habló y se te dijo que eras parte de aquellos hermanos
mutantes, que vivirían -de la Gran Revelación- el cambio que iba a mostrarse;
que llegaría el día en que lo escucharías; que ese iba a ser para ti el detonante:
¡Insististe! ¡Fechas pediste! No es así como se mueve lo que es voluntad de mi Padre,
porque -cuando directamente te dice el día y la hora- es porque tú ¡ya lograste
sobrepasar tantas cosas! y te estás dejando llevar sin cuestionar, sin
preguntar, pero llevando a la acción ¡todo! lo que -de El hacia ti- hace la
petición, ¡uhm! y lo vivirás.
Esa es la respuesta hermano. No te
preguntes que si porque otros lo dijeron y aquí se te está compartiendo, mira; también se dijo que muchos de los misterios
de Nuestro Padre, a aquellos que se eligieron ¡en la verdad!, lo estarían
viviendo. ¡Todo se conjunta! y de lo que viene de mi Padre, no importa.
Podrías preguntar: “¿Qué
relación tiene lo que de Él viene, a aquellos que aquí se han venido a mostrar?”
Cuando vienen en el nombre de Él, de Nuestro Padre, ¡todos estamos unidos! para
hablar a aquellos que son los elegidos, como en éste instante. Y entonces -momento
a momento- cada uno cumple ¡y amorosamente hace su parte!, lo que le
corresponde, para luego -en esa Gran Unión- cuando los hermanos ya están totalmente
en la conexión, se eleva, se llega a esa ¡tan alta vibración!, para que -en ese
cuadrante- se logre el Propósito Divino. Y la resultante es que todos los
hermanos; todos aquellos que se han elegido, vivan y compartan el paraíso.
Eso es lo que tenías que escuchar; mas
¡hay mucho más! De cada uno de ustedes
depende si desean seguir adelante, porque no sólo lo escucharán: ¡Se les
mostrará! y Oráculo Sagrado ¡con cada uno hablará!, en la verdad; lo que ha
sido de ti ¡y lo que será!, en el infinito amor de mi Padre.
Con cada uno de ustedes así sucederá.
Mayo 18, 2016
Saint Germain.
¡Y entonces, amados! Como siempre, en
el resultado de todo lo que ustedes han querido escuchar; el día de hoy ha sido
¡tan grande!, ¡tan maravilloso! ¡De verdad! ¡Entiéndanlo así! ¡Siéntanlo así!,
porque todo aquello que habrán de vivir,
para ustedes, ¡para ustedes! amados, de Nuestro Padre ya ha sido preparado: ¡Lugares!
¡Momentos! ¡Situaciones! ¡Eventos! ¿Y por qué no decirlo?: ¡Rituales!, para que
ustedes -en esa gran preparación- sigan adelante ¡y logren su total liberación!
Es por eso que yo
insisto: ¡La Llama Violeta he de entregarles! ¡Envuélvanse en ella!, para que
todo aquello que tengan que soltar de ustedes, ¡con más facilidad!, puedan
separarle. No olviden
que -en la Alquimia Sagrada- todo ello, miren; de tiempo en tiempo, por muchos
de sus hermanos ha sido utilizada.
¡Es tan importante como todos los
Rayos que cada uno de ustedes -al llegar- amorosamente han venido a tocarles! y
cada uno de ustedes se conecta, ¡se identifica! en especial con alguno. ¡Pero
qué importa!, mientras sea en el amor que mi Padre -para ustedes- tiene.
Y miren; en estos días ¡tantas
cosas han sucedido! Muchas de ellas ustedes ¡ni siquiera se han enterado!, ¡ni
lo han sabido! Sólo se han sentido diferentes: Algunos ¡desesperados! Otros
¿por qué no decirlo?, así lo han dicho: ¡Desmotivados! ¡Uhm! Su templo ¡tan
agotado!
¿Y cuál será la causa? ¿Se lo han
preguntado? Algunos sí, pero dicen: “Si
viene de mi Padre ¡me dejo llevar! Si es para liberarme, ¡Padre! ¡Aquí estoy! ¡Guíame!
¡Llévame!, ¡porque todo lo de mi interior lo quiero limpiar!”
Pues sí -amado hermano-
¡eso es lo que está sucediendo! y conforme ¡tú! lo que habías acumulado de
alguna manera, por eso mismo te has estado agrediendo. ¡Pero lo importante es
que lo estés soltando!
¡Sí amado hermano!, porque eso es lo
que nosotros también -con infinito amor- de ustedes deseamos. Es lo que pedimos,
por todo lo que -en el nombre de Nuestro Padre- a cada momento, llegado tal
cual el instante ¡tan esperado!, les mostramos.
Y ya se los hemos dicho: Eso es lo
que estará sucediendo. ¡Está sucediendo! ¡Mira! Si cuenta no te has dado, es
por eso que también te insistimos: ¡Atento
y alerta!, porque -mientras tú sigas paso a paso- te estaremos mostrando.
¡Pero
mira! Hay ocasiones que -aún a pesar de ello- lo volvemos a ver; de escuchar ¡te estás cansando! ¡Qué
tristeza!, pero cada uno de ustedes ya lo ha ido eligiendo. Y ahí nosotros, ¡ya
te lo dijimos! ¡No podemos forzarte! ¡No hemos de hacerlo! Ya llegará tu
momento en el cual ¡de todo puedas liberarte!
Y nosotros aquí seguiremos, tal como
lo dijo la hermana, ¡uhm! y como lo has escuchado de tu hermano: Volveremos a vernos. ¡Volveremos a escucharnos!
¡Claro que sí! Nosotros -de hacerlo- ¡no nos cansamos! En la Esencia que Nuestro
Padre nos entregó, tenemos toda la eternidad, para que sientas y vivas la Presencia, cuando ¡tú! decidas y quieras empezar -de
verdad- con el corazón, tu despertar. Despertar del que ¡no te arrepentirás!
¡Créelo amado hermano!
Y si todo esto en algún
momento -porque así lo has pensado- se ha ido retrasando, ¡es porque tú lo has
provocado!, con las insistencias de seguir errando; a pesar de lo que te hemos
dicho; a pesar de lo
que ¿por qué no?, tienes que reconocerlo; ¡sabes que no te estamos mintiendo!,
de lo que te hemos mostrado. ¡Pero mira!, todavía -hasta en esos momentos-
quieres encontrarle una explicación ¡tan terrenal!
Pero el momento ¡ya
llegó!, en el cual ¡no habrá nada!, que viviéndolo, sintiéndolo y viéndolo
frente a ti, ¡uhm!, una explicación terrenal ¡no encontrarás!
Te lo digo ¡con gran alegría!: ¡Ya
llegó ese día! ¡Amado! ¡Amadísimo hermano!, ¡hermana! ¡De verdad!, tu hermano
¡Saint Germain! ¡te lo va a comprobar!
¡No olvides que soy tu anfitrión!, en
compañía de mi amado hermano; aquél ¡que tanto te entregó!, en el nombre de Nuestro
Padre tan amado. ¡Por eso te hemos
traído la enseñanza del “Yo Soy”! Esa enseñanza que va ¡mucho más!, más allá de
lo que tú pudieras pensar. ¡Sí! No viene de alguna Galaxia tan lejana. ¡No! ¡Viene
de la Eternidad! ¡Del Cosmos Divino! Ese que para ti ¡se empezará a mostrar!
¡Ya lo dijo Nuestro Padre! y tu
hermano -con gran alegría- ¡contigo también compartirá! Amados hermanos: ¡Benditos
sean!, ustedes que todavía se hacen llamar “humanos”, vivirán su Gran Transformación; ¡el Gran Resurgimiento de la Raza Divina!
¡Habrá un Gran Alineamiento!
Esperando están por él. Por eso a ustedes les hemos pedido -para vivir esos
eventos- el lugar elegido y con ustedes compartiremos. ¡Amados! ¡Amadísimos
hermanos!
Que yo soy ¡Saint Germain!, que con
ustedes está.
Y les entrego
nuevamente ¡con más fuerza!, ¡la Llama Violeta!, para que con ella -amado
hermano- ¡logres la pureza que mi Padre necesita! y te pide, para que vivas
todo lo que El tiene para ti.
A ello, tu hermano te invita.
Que yo soy ¡Saint Germain!
Mayo 18, 2016
Leutón.
Sólo pido a mi Padre y en infinito amor
-por un instante- lo consigo.
¡Ya he hablado con ustedes! Que yo
soy su hermano Leutón. Y sólo para
compartir; que realmente -al hacer la conjunción- ¡sí se hará una Gran Revelación!
Todo se está preparando y no solamente su hermano -ante ustedes- se estará
presentando.
Ya todo -en su nombre-
para aquellos que en la firmeza y en el equilibrio, para -al haber unido el
protón con el electrón- la ¡Gran Electricidad! ¡La energía!, que es lo correcto
y lo que yo diría que cada uno de sus cuerpos estará emitiendo, son los que en
verdad -antes de estar en ese lugar- estará acelerando todo, todo lo que viene
de Él; ¡del Gran Padre!, lo que estará mostrando.
Eurípides estará
cercano; que en esos tiempos en los cuales dicen que mucho ha mostrado el Gran Arcano,
porque en la Luz, aquella que al derramar y en toda la virtud, Razas -también
lejanas- pudo acercar. Ahora ante ustedes; “las humanas”, nuevamente nos
mirarán.
Que yo soy Leutón, su hermano.
No será solamente una
fracción, en el tiempo que es eterno, cuando el haz de Luz se empiece a mostrar.
Entonces -no por cantidad- sino por intensidad, cuando empiece a tocar a aquél
que sabemos que resistirá, ¡entonces!, entonces vivirán lo que ningún humano “normal”
-así se hacen llamar- podrá.
No olviden lo que Leutón -su hermano-
les vino a compartir, porque es parte de la preparación.
En el nombre de “Aquél ¡que todo lo
puede!” aquí estoy.
Mayo 18, 2016
Ketta/Aleshia (3).
Dijo que traía ésta vibración un poco
más fuerte, porque iba a hacer unificación con algo que ya se había hablado con
antelación.
Éste fue el momento. De ello ya se
había hablado, así lo dijeron. Mas el propósito, es porque ya se vivirá la
reunión.
Están llamando a todos aquellos
hermanos para que sigan viviendo -así lo dijeron- más fuertemente, más directamente, lo que viene de la Fuente. Porque esto ¡es más que una simple reunión!
Lo que sucederá es la verdadera alianza que la Raza Pura, la que ha logrado y
que continúa en una Gran Andanza, ahora -ante el humano- también viene a prepararlo.
Y eso, todo esto que escucharon, es
por voluntad de Nuestro Padre; porque cuando empieza ante ti a acercarse ¡hay
muchas formas!, diferentes situaciones, porque -en el sistema- lo que conforma,
¡que no el humano!, ¡que no el terrenal!, sino en la unión de lo que -de mi Padre- ¡el universo!, cuando empieza a
hablar, ¡es tan vasto!, ¡tan intenso! que cuando tú ya estás dispuesto y
quieres estar en él inmerso, entonces te empieza a mostrar ¡de qué manera y
dónde!, ¡dónde estarás!
¡Sí, amado hermano!, amada hermana;
porque eso es lo que sucederá, cuando tú
-llegado el momento- sueltes y dejes lo que aquí ¡tanto te quiso encadenar!
Mi Padre, ¡Nuestro Padre! te llevará ¡sí!
al hogar; pero -luego de ahí- tú lo has repetido, tú lo has dicho que de Él
escuchaste: “Donde tú me quieras pedir,
ahí es donde estarás”. ¡Será así! Pero antes de ello, todo lo que aquí te
inculcó ¡tantos miedos!, ¡tienes que soltar de una vez por todas!
Sabemos que así será. ¡Mi Padre te
mostrará! ¡Hay muchas formas!, pero el importante,
la principal; ¡que lo hagas todo con amor! En amor y en unidad.
Eso es lo que mi Padre a cada uno de
ustedes pidió.
¡Gracias hermanos! ¡Gracias por hoy escuchar!
¡Hay mucho más! ¡Mucho más!, que tu hermana
les compartirá, si es su deseo seguir escuchando; porque también, ¡también! lo
hará de manera individual. Ya lo habíamos dicho y así sucederá.
Si quieres escuchar
directamente ¡cosas que te han llegado a inquietar!, mi Padre ya tiene el momento
y el lugar ¡tan dispuesto! Tu hermana, sólo por Él se dejará llevar. Lo único
que pide es que ¡tú! desees hacerlo. ¡Y será!
¡Gracias a todos ustedes! ¡Benditos
sean!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario