28 de junio de 2016

Canalización del 1° de Junio de 2016.

Junio 1°, 2016

Maestro de la Galaxia.

Yo ¡pido perdón! por lo que ocasiono a la hermana; éste templo que -¡en infinito amor!- al Padre se abandonó.

Pero yo soy su hermano, que ha llegado como respuesta a su llamado. Todo lo que ustedes han estado elevando.

A nosotros -como a mí- que estoy aquí, he de decirles que lo que vengo a compartirles, tal cual como las coordenadas que a ella se le van a indicar. Ya lo ha estado sintiendo.

Todo lo que de nosotros está recibiendo es por voluntad de “El que todo lo creó”.

Para ustedes que me escuchan es primera vez; para ella ¡no!, pero necesario la comunicación.

Todo y cuanto mis hermanos hagan; lo que ustedes -al sentir- ¡se los voy a pedir!, ¡porque será así!

Ya estaré acostumbrando de -en ella- lo que a ustedes compartiré; es por voluntad de Él.

¡Muy importante! Lo que vivirán, cuando ¡cada uno!, al estar.

¡Mi llegada no es casual! Acudí al llamado, como se me quiso indicar.

¡Todo!, ella recibiéndolo está. ¡Los llevará! Entonces, preparados ¡deben estar!

Es ¡mucha! la densidad en la que ustedes caminar.

Yo ¡cumpliendo!, mas fortaleciendo también, a través de quien les hablo.

Que deben tener ¡muy claro!: No es viaje de placer.

Ustedes, quienes desean y le piden -a Él- volver; se empieza a abrir ¡todo! lo que eternamente es.

Yo -su hermano- sabrán mi nombre, porque también acompaño. Y los amo.




Junio 1°, 2016

Ketta/Aleshia (1).

Y viendo amorosamente el hermano que quería, ¡quiere! acompañar a cada uno de ustedes, diciendo que son tan valientes, para desear seguir adelante y al Padre llegar.

El traerá, ¡trae!, para todo aquél que -de donde viene- en algún momento, alguno de ustedes lo hemos comentado, amando seguir. ¡Ahh! (sonido insistente de un celular), que también aquellos a quienes han llamado “Hermanos Mayores” ¡y que nos han visitado!, yo les digo: ¡Eso siempre ha sucedido!, pero ¡quizá no por todos sabido!

¡Ahora!, ahora, que dices que todo va avanzado; mas también te preguntas: “Ellos ¿cuánto?, ¿cuántos pasos me han adelantado?” Todas tus preguntas ¡respuestas tendrán!, ¡pero en su momento! En el tiempo justo, en el cual tú empiezas a vivir tu despertar. Son cosas ¡que siempre han estado!, aunque has pretendido que la dimensión en la que tú has caminado ¡es la única!, porque en ella has vivido y que no hay nada más; ni antes ni después.

Quiero decirte que el Infinito; aquél que Nuestro Padre ¡al crearte! te ha dicho: “Que vuelvas a él te invito”, es ¡tan vasto! ¡Tan grande! ¡Te sorprendería! Si tú pretendes adelantar ¡ese día! en el cual por ello, nuestros amados Maestros y tu hermana que te habla, te decimos ¡todo tal cual!, ¡al paso que tú quieras dar!, a ese  mismo, así es como se te va a hablar y en esa preparación, en la cual tú pretendes y quieres darle al templo que ocupas, para luego vivir tu elevación, ¡está bien! El soplo de vida que mi Padre te dice: “¡Yo te entregué! ¡Es eterno! Es para ti y para que vivas ¡todo de mí!” ¡De Él, amado hermano!

Si yo te dijera… pero mientras ¡tú intentes e insistas en no dejar de ser humano!, ¿de qué manera?, ¿de qué manera? pudiera adelantar a darte -que no la información- ¡sino todo aquello!, que te insisto: ¡En ti está! Siempre ha estado.

Y también es muy importante que sepas y sientas que todo lo que pudieras hacer, ¡escucha a tu Ser! ¡Todo lo que venga de Nuestro Padre es!, porque no hay nada más, ni antes ni después. ¡El lo es todo! Pero también te permite que en esa libertad que tú aquí -en ésta densidad- pretendes llevar y muchas veces ¡mal utilizar!, ¡respeta! y te deja, hasta que tú veas con claridad; para que luego -al elegir vivir tu resurgir y caminar directo a Él- ¡ya sin ninguna duda!, ¡sin nada que te detenga! Porque siempre, ¡siempre!, la inarmonía, la densidad insistirá en nuevamente pretenderte entrampar. Eso es lo que tú no debes permitir.

¡Y todo lo que aquí llegues a escuchar y lo que te llama la atención! Muchas veces -¿crees que no lo sé?- ¿que es por curiosidad? ¡Lo que estoy esperando es que lo sientas en el corazón! ¡Que realmente quieras vivir en la enseñanza del “Yo Soy”! Lo que viene de Nuestro Padre, que es infinitamente y totalmente amor, ¡porque eso es lo único que mueve!

Y cuando ¡tú! lo entiendas de esa manera -ya lo dijo mi Padre- ¡Nuestro Padre!, es cuando te dice: “Lo que te ofrezco y lo que te voy a mostrar ¡no es una quimera! ¡Es la verdad!, sin importar que aún sigas aquí tu caminar, en ésta densidad”.

Porque ya dentro de ti ¡todo lo que se está moviendo!, lo que está fluyendo, es lo que realmente Nuestro Padre te entregó ¡al crearlo todo! Y así, totalmente ¡cuenta te vas a dar!, que cuando tú ya desees caminar en unidad ¡no sólo con tus hermanos, la hermana humanidad!, sino ¡con cada Elemental!, ¡con todo Ser vivo! que en ésta bendita estrella, que abraza ¡la Madre Terra!, para ti secretos no habrá. Porque es así: ¡No lo hay!

Y también porque el verdadero valor que tiene, es lo que viene del “Yo Soy”. Y no desearás nada más, porque ¡todo lo tienes de Él! En el preciso instante, en el momento en que ¡tú lo necesites!, que cuando sigas y digas: “Estoy en ese intento” y resbales o caigas, ¡te levante!, ¡más fortalecido!, ¡más reforzado! ¡A Él entregado!

Y estarás comprobando que todas tus preguntas -Nuestro Padre- las respuestas te las estará dando. Así sucede. ¡Siempre ha sido! De tiempo en tiempo, por mis amados Maestros y por todos aquellos que se han elevado, ¡muy conocido!

Es por eso -amado hermano- que te lo digo. ¿Cómo podría hablar de algo que por mí no fuese conocido?, ¡si mi Ser está gritando!: “Es el tiempo de compartirlo y a la voluntad de mi Padre me he entregado y sólo lo que venga de Él, eso es lo que haré”.

¡Y eso es lo que te está pidiendo!, ¡a cada uno de ustedes!, que empiecen ¡por cada uno estarse reconociendo! ¡Perdonarse! ¡Amarse!, para que luego todo llegue, por Consecuencia Divina.

Cada día será más y más constante que ustedes sientan; aquél que realmente -al ir al encuentro- a Nuestro Padre desea entregarse; cómo todo en su interior se estará moviendo. ¡Permite que sea en infinito amor!, porque no te estarás arrepintiendo.

¡Qué importa!, amado hermano. ¡Qué importa lo que hayas hecho! ¡Qué importa! Eso, Nuestro Padre y tú lo sabe. Si estás en la enseñanza, en el camino y en el deseo de llegar ya a vivir -de Él- todo lo perfecto. ¡Y aquí está tu hermana!, para compartirte, ¡para hablarte! de todo lo que mi Padre me pide, que -como hoy- venga a decirte.

No hay, ni habrá -por más intentos que pudiera hacer la inarmonía, la densidad- que detenga a todo aquél que desee a su hermana acompañar. Ya lo dijo Nuestro Padre: “Ya no hay marcha atrás”. Y créanme; con los brazos abiertos, una y mil señales a cada uno de ustedes les estará entregando. ¡Y no porque lo diga tu hermana! Eso es lo que me indica; que cada uno de ustedes escuche.

¡Mira hermano!, por mucho que pudieras tener o pudiera llegar a ti una duda; ten en cuenta que todo lo que viene de Nuestro Padre, en cada uno se manifiesta en el preciso instante; en el momento en el cual El así lo tiene dispuesto; porque ve tu corazón y ya lo dijo: “No voy a permitir que nada detenga a aquél hijo que ya ¡no busca! -para detener su camino- una justificación; sino que desea llegar; estar conmigo. Y -cuando me habla- ¡lo hace con el corazón!”

¡Ay de aquél que aún -al aquí estar o ¡al aquí haber estado y escuchar!- no lo sintió, porque entonces ¿cuánto tiempo más le llevará volver al “Yo Soy”? ¡A mi Padre tan amado!

Pero has de saber, tal cual como hemos estado insistiendo: ¡El tiempo no existe! ¡Y esa es una de las cosas que también tú estarás viviendo! Todo para ti será ¡en el aquí!, ¡en el ahora!, en el tiempo real; el que viene de Él, de Nuestro Padre. Y en esa tan entregada fe, así es porque ya lo dijo mi Padre: “¡Se los insistirás! ¡Repetidamente se los dirás!, porque es le tiempo ¡para cada uno de ellos! ¡Y cumpliré!”

Si no, ¿de qué manera? ¿Cómo piensas tú?, que ésta hermana, ¿a que se atendría para decirte?: “Si tú me estás viendo en la forma humana, tendría que ser así, para -contigo- todo esto compartir; aún sabiendo y viendo ¡todo lo que has estado haciendo! Si mi Padre no te juzga, ¿qué tendría yo que estar -en alguna situación- a ti insistiendo?”

¡No hermano! Sé que te está quedando muy claro. Y así como he deseado y he permitido y me he ofrecido a ser su instrumento; así es como El desea que cada uno de ustedes ¡y de corazón le digan!: “Eso es lo que quiero, para cumplir y vivir todo lo que me corresponde a mí”.

Y amalgamar, ¡unir!, todas esas amorosas piezas, que ustedes verán, que luego -al caminar en unidad- cómo ésta estrella ¡tanto se va a iluminar! ¡No tienen idea de todo!, ¡todo lo que el Cosmos Divino está confabulando con el núcleo sagrado de la Madre Terra!

¿Y quiénes creen ustedes? que -al estarse eso nuevamente uniendo- ¿quiénes creen que son los que estarán resurgiendo? ¡Los que se empezarán a iluminar!, precisamente con toda esa Luz ¡que en cada uno está!

¡Nadie es menos, ni nadie es más! Todos ¡y a todos! Nuestro Padre nos ama por igual. Y tú me podrás preguntar: “¿Y entonces?, ¿por qué hay hermanos que nos han podido adelantar?” ¡Uhm! ¡Pregúntatelo tú hermano! ¿Por qué has insistido tanto en seguir aquí tu caminar? ¡Por qué!, si nosotros -de tiempo en tiempo- contigo hemos hablado.

¡Y claro que he escuchado! ¡Claro que me han dicho!: “¡Si!, lo entiendo, lo siento. ¡Ya deseo volver al Padre! ¡Estar a su lado!” Mas luego, llega a suceder cualquier situación. ¡Ese ego!, que sólo está esperando la ocasión ¡para estarte coqueteando!, ¡para invitarte -ahí donde tu debilidad- donde no la has querido o no la has podido trabajar!, volverte a entrampar. Si yo te dijera -de los que aquí están- ¿cuántas veces a tu hermana esto la has venido a escuchar? Y no estoy hablando de éste tiempo.

Ahora, ¡ahora! que está ¡ésta gran oportunidad!, que éste día que recién acaba de iniciar; te estoy hablando ¡del Día Galáctico! que hasta ustedes ha llegado; ¡reciente ha iniciado! ¿Cuánto tiempo te gusta -amado hermano- para que todo esto estés reflexionando? ¿Cuánto tiempo te quieres tomar?, para desear y buscar que ésta sea ya ¡tu gran oportunidad! ¡De verdad!

Y te hablo con el corazón, ¡porque aquí no entra la razón! Te hablo ¡de lo que es! ¡De lo que siempre ha estado! ¡De lo que siempre ha sido! ¡Lo que tú has escuchado! ¡Lo que has olvidado!, cuando aquí has regresado.

¡Es por eso que te insisto! No, ¡no vengo a hablarte de nada nuevo! ¡Sólo te pido que sea tu sentir! y digas: “¡Ya!, volver al Padre ¡eso es lo que anhelo! Mi Ser, mi corazón me está pidiendo. ¡Ya no quiero escuchar a la razón! ¡Eso es parte de ésta ilusión! y todo lo que experimenté, ¡ya! -Padre mío- ahora, a ti deseo volver”.

Eso es lo que El desea escuchar de cada uno de ustedes. ¡Y lo ha escuchado! Es por eso que aquí estás nuevamente. ¡Te lo estoy recordando para que no des marcha atrás! ¡Para que sigas adelante! ¡No dejes!, no permitas que esa duda que -en ti- ¡nuevamente insiste y quiere regresar! y nuevamente volverse en ti anclar. ¡No lo permitas!, hermano, hermana. ¡No lo permitas! ¡Nuestro Padre contigo, con cada uno está! ¡Habla con El! ¡Mira!, ya lo habían dicho nuestros amados Maestros: “¡Aquí está la hermana!, habla con ella”.

Pero sé que ahora me ves y te has acostumbrado y dices: “Si está en la forma humana; comete ¡tantos errores como yo!” ¡Está bien! ¡No pasa nada! Si así lo sientes, ¡pero abre tu corazón! ¡Habla con Nuestro Padre! El, El te escucha. ¡Tan atento está! Porque sabes, ¡sabe! que has enfrentado una gran y tan dura lucha. ¡El te conoce! Cuenta se ha dado, inclusive de qué manera y cómo -en algún momento- ¡te han manipulado!, en aras de decirte que “en el nombre de El te han hablado”.

Pero también te digo: ¡Es el gran momento de la verdad! Y es mi Padre quien te lo va a mostrar; ¡todo!, ¡toda esa inquietud!, ¡toda esa duda que en ti sigue insistiendo! y en indecisiones te va llevando. Permítete; ¡deja que el Padre!, ¡Nuestro Padre!, más fuertemente te esté hablando.

Que el momento llegará en que -te vuelvo a repetir- ¡a mí!, a tu hermana le indica, le dice: Cuándo; cómo; con quién; por qué y para qué. Y no cuestiono. Tampoco juzgo. ¡El sabe! Por eso estoy aquí. Y si no lo sientes así ¡no pasa nada!

Ya lo dijo el Padre: “¡Cada uno de ellos es quien va a decidir! Yo sólo te pido que -aquél que decida contigo caminar- la instrucción, la guía, la inspiración, siempre la tendrán, ¡eternamente! del “Yo Soy”.

¡Eso! te lo digo a ciencia cierta y con toda claridad será. Sólo de mi Padre; por El y para El. Entonces, ¿qué podemos temer? ¡A nada! ¡A nada! -amados hermanos- porque todo lo puede; porque todo lo creó y en ese infinito amor nos va llevando.

Es por eso que ya es el tiempo y nos está reuniendo. Y en esa Gran Libertad, aquí cada uno de ustedes está. Y aquél que desea acompañar, ¡bienvenido sea!, porque mi Padre, ¡Nuestro Padre!, es quien nos guiará; como siempre ha sido. ¡Psh!

La Tribu Elegida ya empezará. Pronto estará reunida. El tiempo -a todos y cada uno de ustedes- la respuesta les dará. El tiempo del no-tiempo y todo lo que estarán viviendo, en el nombre de Nuestro Padre. Es por eso que nos está pidiendo; es por eso que todo lo que has estado escuchando, hermano tan amado.

Y en gran alegría; tal cual, ¡qué importa la manera como pudiera darse! Nuestro Padre tiene muchas formas de mostrarse. Todo lo que venga de El ¡es! y tiene un “por qué” y un “para qué”. Ya lo sabrán; el por qué todo esto -de su hermana- acaban de escuchar, amados hermanos. Y seguiremos con gran alegría preparados.

En estos días -tal como lo escucharon- y es verdad lo que el hermano compartió: ¡No es la primera vez! Recién también aquí se manifestó. Mas todo lo que viene en el nombre del Padre y en infinito amor -amados hermanos- tal como cada uno de ustedes lo está sintiendo.

Y cuenta se ha dado cada uno de nosotros y has escuchado claramente que ha dicho: “¡Te necesito! ¡Los necesito!” Todo aquél al que se lo ha dicho, así, así tal cual, como eres y totalmente entregado ¡y en gran unidad estaremos caminando!

Y no te preguntes: “¿Cuándo?, ¿cómo?, ni ¿de qué manera?” Amado hermano; ya cuenta te has dado todo lo que el Padre -a través de nuestros amados Maestros- también nos ha dicho: Ha sucedido. ¡Se ha dado! Y ha sido precisamente en el tiempo en que tiene que ser.

Muchas veces -todas éstas cosas- si alguno ha pensado; porque inclusive lo ha dicho: “¿Por qué -todo esto- tanto ha tardado? Vuelvo a decirles: Eso -amado hermano- ¿no te lo has preguntado? Eres tú el que -vivir todas estas cosas- lo ha ido retrasando. Eres tú el que -de alguna manera- así como tú has querido ir avanzando, las cosas se han dado.

¡Pero!, he de aclararte que ahora -en éste tiempo- ¡y más!, cuanto los días sigan avanzando; lo que tenga que ser se estará acelerando ¡y todos lo sentirán! ¡Nadie excluido quedará! ¡Porque esa es -de Nuestro Padre- su voluntad!, en su infinito amor.

Si en algún momento pensaste que es selectivo; ¡no es así! ¡Eres tú, amado hermano!, el que lo haces ¡contigo mismo!; cuando te excluyes; cuando te detienes; cuando te abstienes. ¿Por qué no? Porque lo han hecho algunos y eso -a tu hermana- déjame decirte, ¡que tanto le ha dolido! ¡Pero también ya he entendido! que así tenían que ser.

Cada quién ha decidido si es su momento o si aún no desea a Él volver. Porque finalmente -que será el principio de todo- ¡lo vas a hacer! ¡Llegarás a Él! ¡Si de Él has venido! ¡A Nuestro Padre vas a volver! Pero tú decidirás cuándo ¡y Nuestro Padre lo sabrá! ¡El lo sabe! Y entonces, el velo del olvido ¡se estará desgarrando!

Por eso ahora, ésta es una de las respuestas. Muchas de las preguntas que te habías hecho, algunas de las cosas dices: “Ya tengo la respuesta. Lo estoy entendiendo”. ¡Es eso, amado hermano!, que te estás redescubriendo.

En Nuestro Padre ¡todo lo puedes! ¡Todo es! Y la gran limitación que te has dado, simplemente… ¡psh!, la limitación en la visión. ¡Hay tantas cosas que en éste mismo instante! y nuestros Maestros que están presentes y con ustedes y en infinito amor ¡emanando! ¡Toda esa vibración entregando! ¡Tocando tu corazón!, para que sientas y te fortalezcas y digas: “Quiero seguir adelante en ésta enseñanza del “Yo Soy”, de Nuestro Padre” Y  conlleva ¡tantas cosas! Y en el Todo, ¡psh!, que también se está empezando a mostrar ¡a su modo! ¡Como es!

¡Y mira! ¿Qué es lo que se ha dicho? Las manifestaciones que Nuestro Padre ha permitido, porque es su deseo y así ha sucedido: ¡Siempre! ¡A todo quieren encontrarles una explicación! y es lamentable que frecuentemente buscan la manera de -a ustedes- asustarles; exacerbando las situaciones que se están dando.

¡Porque es cierto! ¡Es cierto!, que la fuerza que tú tienes en tus sentimientos, en tus emociones, en tus pensamientos. ¡Eso es lo que tú emanas!, ¡elevas! ¡y lo que atraes! ¡Lo que creas! ¡Es por eso que se te pide que todo lo sientas y lo vivas en amor! ¡Que haya congruencia!, porque entonces lo que haces es ¡despertar la Esencia!, que en ti está.

¡Hay tantas cosas hermanos! ¡Tantas cosas! Pero lo que tú has escuchado, ¡sabes! que todo se ha dado. ¡Nuestro Padre desea cada vez más fuertemente -a ustedes- no sólo estarles hablando! ¡Que lo escuchen realmente!, así como lo ha dicho: “¡Cada vez más y más, Mi voz estaré elevando!, ante ustedes y para ustedes”. ¡Ahh!

¿Por qué creen que eso esté sucediendo? Porque ustedes lo están permitiendo. Porque todo lo que están sintiendo, porque con el corazón, ¡con El! -momento a momento- ¡han estado hablando! Le han insistido y le han pedido que ya ¡sólo sea Él!, el que los guíe en el camino.

Es por eso que se les pide que se mantengan ¡firmes!, ¡fuertes! Y no tengan duda que Nuestro Padre cada vez más y más -en ustedes y para ustedes- primero se va a mostrar. ¡Ya lo está haciendo!, en la fuerza de voluntad, para dejar algunas cosas, que algunos ya -al hablar con El- le han dicho: “¡Ayúdame Padre, quiero dejar esto!, porque -al ir a tu encuentro- estar cada vez más limpio”. ¡El lo ha escuchado! ¡El contigo ha estado!

Y podrás preguntarte: “¿Y cómo lo sabe?” Eso es lo único que me ha permitido -de eso- que les hable. No lo hace -amados hermanos- porque también cuando tú -al seguir en el camino- y en esa Gran Inspiración, ¡se abre mucho más!, si tú quieres llamarle “¡la intuición!”

Con sólo verte, ¡psh! Con sólo verte; todos los pensamientos, los sentimientos y si eres o no congruente ¡quedan tan claros! ¡Tan claros! ¡Psh! Es por eso que hay ocasiones en que ves a tu hermana que sólo te observa; que sólo te mira. Aunque a veces ¡sí me gana la emoción! ¡Pero es algo que todos tenemos! ¿Por qué no permiten que fluya? ¡y lo vivan! Sé que estamos en ese camino.

Hermana, ¿qué es lo que deseas?

Nuestro Padre, ¡de verdad!, ¡tiene tanto y tanto!, que a cada uno de ustedes ¡les quiere dar! ¡Y es inagotable! ¿No acaso has dicho que es la Fuente que todo lo da? La Fuente inagotable de amor, de misericordia, de perdón; de poder.

¡Sí, de poder! Pero el poder que se manifiesta ¡en amor!, ¡en divinidad!, ¡en misericordia!, ¡en humildad! Para entonces vivir ¡la unidad! ¡Que no sólo ustedes -hermana humanidad!, El pide que la vivan. ¡Ya otros lo han hecho!

Es por eso que ahora te digo; aquellos hermanos que tú dices que “te han adelantado”, pues eso es lo que entendieron ¡y ahora están allá! Pero ellos también al ver cómo toda esa vibración ¡que ustedes han estado elevando!, ya lo dijo el hermano: “Acudí al llamado”.

En el mismo Libro de la Verdad escrito está, hermana: Cuando esto sucediera, muchos de los hermanos vendrían a observar. Pero algunos no sólo a ello. En el nombre de Nuestro Padre, aquellos que entregados a Él también están, ¡vienen a acompañar! ¡y vienen a mostrar! ¡Y vaya que lo harán!, porque lo van a hacer. ¡Compartirán!, en infinito amor.

Ya Nuestro Padre nos dio toda instrucción, ¡para ustedes hermanos!, ¡para ustedes! Por eso despójense. Estamos a tiempo. Estamos viviendo precisamente ¡el gran momento! ¡Vamos a liberarnos! ¡Vamos a soltarnos! de todo aquello que nos ha encadenado. Empecemos a fluir en éste gran proceso, ¡en el verdadero vivir!

Que nuestros amados Maestros también con nosotros están y entregándonos cada uno de ellos -con infinito amor- ¡lo que saben! que a cada uno nos va ¡mucho a ayudar!

No desoigamos sus palabras; porque en cada una de ellas lo que conlleva, lo que te entrega en esa vibración, no tan sólo es el infinito amor. Hay cada emanación que -si tú cuenta no te has dado- ¡tú!, que quieres ya seguir caminando entregado; te pido que te des un momento y que hagas una -no tan sólo reflexión- sino un recuento de quién eras; cómo te estabas mostrando ¡antes! de escuchar, de vivir, de sentir, de compartir ¡y recibir! lo que nuestros amados Maestros y Nuestro Padre -con infinito amor- han traído para ti.

¿Que aún falta? ¡Sí! Pero que cuenta te has dado que en el camino vas ¡también! Porque una de las premisas de mi Padre es que -cuando haya un atisbo de debilidad- ¡en ese mismo instante! -de alguna forma- si no quieres de tu hermana escucharle, pues entonces ¡directamente!, aquí -en ésta ilusión- te lo va a mostrar, ¡para que lo veas todo con claridad! Para que cuenta te des en qué te estás equivocando ¡y no vuelvas a errar!

Pero ya lo ha dicho: “Aquél de mis hijos que entregado quiere seguir y estar, ¡no voy a permitir que me lo arrebaten! ¡No lo voy a soltar!” Y mi Padre, Nuestro Padre, ¡siempre ha cumplido sus promesas! Y hoy es el tiempo de que “¡la recolección!”, “¡el gran rapto!”, va a empezar.

¡Amados hermanos! Sigamos en infinito amor. ¡Psh! Sigámonos preparando.



Junio 1°, 2016

Maestro Desconocido.

Y después ¡de todo esto! que se les ha hablado; ahora en el “Yo Soy”; su hermano.

La manera como hoy todo ha empezado, también dispuesto por “Quien todo lo ha creado”, porque verán ustedes hermanos ¡cómo y cuántos los estamos acompañando! en todo esto: El Gran Proyecto. “¡Shirón!”, como se le ha llamado. Ahí es donde “¡Aquél que todo lo creó!” y a éste templo, ¡a la hermana la instruyó! ¿Qué puedo decirte?, ¡si también con ella estoy!

E iremos hablando, ¡para ustedes y ante ustedes! Pero, todo de lo que directamente se le está pidiendo, se le está instruyendo, ya ustedes lo estarán ¡no sólo viendo!, también escuchando. ¡Claro que sí! Es por eso ¡el tanto insistir y pedir! que aquél que tan entregado está, ¡siga así! Estás en esa intención y en el verdadero amor ¡a punto de romper todo de ésta ilusión!

Y no te estoy mintiendo. ¡Claro que no! Ya sabrás el “por qué” de todo esto que te estoy hablando; ¡de lo que ya te hablé!, cuando te dije: “En tu despertar, ¡la Conciencia Crística!, la que en ti empezará y a través de ti ¡a hablar! ¡Vívela! ¡Siéntela! ¡Compártela!, porque en esa unidad se fortalecerá”.

Y todo aquél hermano, hermana, que camine en unidad; ¡que eso es lo que se necesita para que ésta estrella se vuelva a iluminar! ¡La “Ascensión” de la que tanto te ha hablado! ¡Qué quieres que te diga!: ¿Que está a punto de pasar? o ¿que ya está pasando? Pero eso ¡tú lo verás! ¡Te lo estaremos mostrando!

Y luego, también se te habló que ¡de la Conciencia Cósmica! Y dices: “¡Eso se nos prometió!” ¿Y tú? En lo que se te pidió: ¿Te has preparado? Porque mira; nociones de ello se te ha dado y cuando lo has -si quieres llamarlo así- “escuchado”, ¿qué ha sucedido?: ¿Realmente lo estás recordando? ¿Realmente cuenta te has dado, la gran importancia que tiene?

Porque aquél que realmente lo ha escuchado, ya ha trascendido ¡todo lo de ésta ilusión! y el velo del olvido ¡a un lado ha quedado! ¡Tú verás por qué te lo digo! ¡Eso es lo que quiero! Eso es -en el Proyecto- lo que de todos ustedes, nosotros deseamos que suceda. ¡Por eso de todo esto te hablamos! ¡Y lo seguiré haciendo! ¡Claro que sí!

¡Y sigo aquí! Y de todas las cosas de las que en diferentes eventos he dicho; ¡nombres he tenido! Pero he insistido: “¡Nombre terrenal!” El verdadero ¡ya lo escucharán! Lo importante es ¡que mira!; todo lo que tú -al escuchar- ¡he venido a entregar! es en el nombre de “¡Aquél que todo lo ha querido crear!” ¡Me regocijo en eternamente de ello hablar!, porque tal como la hermana lo dijo: “Todo lo que viene de Él ¡es! ¡No hay nada!, ni antes ni después”.

Entonces, si tú deseas ya vivir y estar inmerso en esa verdad: ¡Bienvenido hermano!, porque ¡mucho más!, al tú dejar de ser humano, de ello también yo -tu hermano- te voy a hablar.

Palabras ¡tan sencillas! ¡Ya lo dijo la hermana!: “En la simpleza está la grandeza ¡que el Padre les da!” Siempre les ha entregado. ¡Nunca les ha negado! ¡Pregúntate tú!, cuando luego ya no tienes nada en tus manos: “¿Por qué ha sido?”

Mejor ¡no le reclames! Pregúntate mejor: “¿En qué te has equivocado?” ¡Y retomar con más fuerza!, ¡con infinito amor vivir y sentir y caminar en esa grandeza!, tal cual de lo que te habla la enseñanza del “Yo Soy”.

Todos los recovecos, ahí donde les gusta mucho ir y detenerse a los que son “tan intelectos”, también, ¡también la respuesta les daré! ¡Y si quieres a través de la hermana!, que has pensado y dices: “¡Está muy limitada!”

¡Y ella te lo dice!: “Amado hermano; todo lo que viene de mi Padre -si es su deseo- la respuesta te la estaré dando”. ¡Y es verdad! ¡Y así será! Cada vez más ya -quien es realmente- ¡se mostrará! ¡Es el momento! ¡Ya-no- hay- marcha- atrás!

Entonces, yo te digo, hermano ¡tan querido!: ¿Deseas seguir adelante?, porque hay ¡tanto por entregar y mostrarte! ¡Pero en el sentir! ¡Ese! ¡El verdadero! Si lo deseas vivir, te mostraremos el sendero.

Y ya lo dijo aquél que llaman “Maestro”: “Que miren que -lo que les mostraré- ¡je!, no es humano”. Sólo eso les recuerdo.

¡Y sigan en la preparación! ¡Háganlo con infinito amor! ¡Que sea tal y tan fuerte la intención!, porque ¡ya los escuchamos!: “Cuenta regresiva” ¡y! llegará el día. Nos encontramos, amados hermanos.

Mientras tanto ¡Gran Movimiento!: La Luna -al estar en cuarto- ¡fuerte emanación!, ¡con gran fruición!, por todo lo que se está moviendo en el proceso de rotación.

¡Que miren!, que quien se los está diciendo ¡muy conocido lo tiene! Y se los digo con infinito amor: Todo, ¡todo lo que estará llegando! -para ustedes hermanos- ¡los estará cimbrando! Ya la hermana -de qué hacer- tiene la instrucción.

Y dejo a ustedes: La Energía de Amor ¡Cósmica  Divina!

¡Reciban!, amados hermanos. ¡Reciban!



Junio 1°, 2016

Saint Germain.

¡Y así es! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos! ¡Con infinito amor comparto con ustedes!

¡Y con gran alegría! la llegada del hermano ¡que se unió! ¡Ya con ustedes deseaba y pedía hablar! Y en esa manifestación -para que ustedes cuenta se den- que en gran unidad, con nosotros también va a caminar.

¿Qué puedo decirles? Todo lo que nosotros hemos insistido en compartirles, es en el amor que Nuestro Padre a cada uno de ustedes desea, en abundancia les entrega. Y verdaderamente ya, no sólo la hermana lo había escuchado.

Algunas cosas ya les estamos preparando. ¡Se los he dicho! Se los hemos compartido: En el momento en que ustedes inicien el camino, ¡todo va a empezar! ¡Amados! ¡Amadísimo hermanos! ¿Y quién nos acompañará? Nuestro Padre lo sabe, ¡nosotros también! La hermana… ¿qué les diré? Pero sabemos que en infinito amor y todo lo que suceda, les pedimos y necesitamos que estén ¡en completa unión! ¡Unión fraternal! ¡En hermandad!

Efectivamente, algunos han dicho, los hemos escuchado: “Hay muchas cosas que tenemos, que tengo que trabajar”. ¡Efectivamente! Que miren que lo que esté sucediendo ¡no es casual! Ahí es donde -les vuelvo a repetir- cada uno de ustedes, con ustedes mismos se va a confrontar. ¡Sí amados hermanos!; el famoso “espejo”. Y ustedes sabrán; ustedes sabrán -y le llaman “prueba”- si la prueba pasarán.

¡Yo sólo repito lo que ustedes han dicho! ¡Pero nosotros sabemos! ¡Sabemos! Y les digo que con ustedes estamos. ¡Los amamos y los acompañamos! ¡Y claro!, también intentamos hacernos escuchar; pero a veces -en el calor del momento- no se permiten escuchar. Inclusive a un lado nos hacen y dicen ¡je!: “¡Toda la razón que me dice la verdad!” Escuchen, amados hermanos.

A todo esto sólo les puedo repetir ¡que es el corazón!, ¡el sentir!, lo que ustedes -si en éste camino desean seguir- ¡es lo que tienen que escuchar!: ¡La voz del “Yo Soy”, que en cada uno está! ¡Y con todo el corazón!

¡No lo olviden!, que la Gran Enseñanza del “Yo Soy”, su hermano, su hermano, que -cuando nos reencontramos- de ello les empezó a hablar. ¿Ahora entienden por qué les dije?: “Y nos volvemos a encontrar”. Amados hermanos: ¡Esto no es casual!

Para nosotros es sólo un momento, ¡un instante!, ¡un parpadeo! ¡Para ustedes también lo será!, cuando ya se liberen de todo esto que creen que es “su verdad”.

¡Y verdad! -tal como la hermana lo ha repetido- y lo seguirá insistiendo; también repetidamente se los estará diciendo: Verdad ¡sólo hay una!: ¡La de Nuestro Padre! ¡Es la única! ¡Esa es! -cuando tú te permites- empieza a mostrarse ¡para ti y para todos! ¡Claro que sí! ¡Amados!

Pero volviendo a lo que está aconteciendo; efectivamente: Quiero pedirles nuevamente, que -si es posible para ustedes- ¡sí!, vivir un momento en el cual, con Nuestro Padre -y si así desean, también con nosotros- ¡hablar!, ¡estar!, recapitular ¡todo!, todo lo que han hecho; sin recortar ningún trecho.

Que mira; nosotros te conocemos; ¡nosotros sabemos! Nuestro Padre… ¡que te digo! El mejor que nadie. Es por eso que desea que nuevamente -ahora que tú deseas y quieres volver con El- que vivas y recibas esa cristalización, ¡esa transparencia!, en infinito amor. ¡Que dejes a un lado ya la ambivalencia!

La hermana te habló: “Cuando ustedes logren unir sus hemisferios, entonces ya habrán dejado atrás ¡todos los miedos! y resurgirá el Ser verdadero, que en cada uno está. ¡Y todos los sentidos unidos hablarán!” ¡Todos!, amados hermanos.

¿Recuerdan que la hermana les había dicho?: “¿Y cómo cuenta te darás cuando todo eso empieces a vivir? ¡En esa plena libertad que el Padre te ha entregado! ¡Pero la verdadera!, no la que tú has utilizado. ¡Uhm! Y hablas que aquél que ha levitado; que el que la telepatía ha utilizado; ¡que si la clarividencia! ¿quién la ha logrado? ¡Ay hermano! Y eso no es nada, ¡comparado!, cuando tú ya desees ¡dejar de ser humano! Y te lo estaremos mostrando. ¡Claro que sí! El tiempo está llegando, en que palabras no serán. ¡En acción amado hermano! ¡En acción lo verás!

Te lo digo con infinito amor, porque todo lo que en el Proyecto ¡Shirón! se está moviendo, ¡bendito el Padre!, porque El y sólo El, es quien ¡a todos nosotros está dirigiendo! Por eso les he preguntado y repito nuevamente: ¿Quién desea caminar con nosotros? ¡Bienvenidos hermanos! La Gran Avanzada se estará mostrando.

Hoy, dentro de la “sincronicidad” -si así lo quieren llamar- en la Numerología Sagrada hay una gran unión: El número que llega a resultar, es por eso que a la hermana se le pidió y dijo: “No entiendo ¡pero lo haré!” ¿Por qué de éste color? Cuando tú hablas y deseas elevar el nivel, ¡pero lo haces todavía tratando de entender tan humanamente!, cómo abrir y unir tu Ser; no es casual que año bisiesto, éste encuentro se va a dar.

Y hoy precisamente; partiendo de que si “año” le quieres llamar, está la aparente división a la mitad. Línea que al unir mucho traerá. Y tú dirás: “¿A qué se está refiriendo?” ¿Pues no que ya habías adelantado y que todo lo estás entendiendo? Amado hermano: ¡La respuesta te estaremos dando! y cada vez con más profundidad te estaremos hablando. ¡Sé que la suma estás haciendo del día, mes y año por el que estás transitando! ¿Qué te da como resultado?

¡Bendito hermano! ¡Y aquí estamos! Y la hermana, la hermana, ¡así es como deseamos!: ¡Todos entregados! Si se le pide dice: “¡No entiendo, pero lo hago!, porque -si viene de mi Padre- ¡aquí estoy!”. Sin cuestionar; sin decir: “Esto no lo quiero hacer, porque, porque no puedo, porque no quiero”. ¡No!, ¡no se trata de ello! ¡Se es o no se es!

Y si tú dices que quieres entregarte, amado hermano: ¡Bienvenido! Y en éste gran abrazo yo te digo: ¡Así es como Nuestro Padre te necesita! ¡Entregado! ¡Acudir a la cita!, no importando lo que en ese momento pudiera suceder; que porque “pruebas” han tenido ¡y tendrán! -así las quieren llamar- pero es sólo para que -en esa templanza- ¡cada uno sepa qué tan dispuesto está para seguir la andanza! Es sólo eso ¡y nada más!

Yo les recuerdo lo que ya les he repetido: ¡Fácil no será! ¡Pero nosotros aquí estamos para acompañar! ¡Nuestro Padre que todo lo ve!, armas que tiene, ¡ten por seguro que utilizarlas lo hará!, ¡para ti y por ti! ¡En ti!, amado hermano.

Pero ¡todo lo que El desea! y dispuesto tiene, ¡se va a cumplir!, en infinito amor. Y si El -así es como pidió- que en unión se estuviese; cada uno de ustedes, que ahora sí, se les está pidiendo y solicitando: No sólo un poquito de su tiempo; ¡un poco más! ¡Porque ya lo verán!, la respuesta que se les va a dar. ¡El “por qué” y “para qué”!, amados hermanos. Pero no olviden que es ¡por y para El! ¡Para Nuestro Padre tan amado!, si estás buscando lograr esa perfección que El te ha entregado.

¡Pero en ti está, amado hermano!, irlo logrando. ¡Sólo en ti! ¡Tú tienes la decisión! Que nosotros, ¡nosotros todos unidos! y aquellos que han llegado y que están no sólo conmigo, ¡también contigo!, en infinito amor. ¡Benditos hermanos!

Al tiempo, al tiempo cada vez más se está acortando. Nosotros ya estamos preparados. Sorpresas se llevarán, quiénes nos acompañarán. Quiénes también con ustedes estarán, ¡amados hermanos! ¡Pero no olviden que a cada uno los necesitamos entregados!, ¡fuertes!, ¡en esa templanza!, atentos ¡y alertas! ¡Valientes!

Y nosotros ahí. ¿O no esa así, amada hermana?, en infinito amor; ¡desde lo más profundo del corazón de corazones!, que emanando está ¡un sinfín de vibraciones!

No olviden: El día, el momento, ¡el tiempo!, el “por qué” de todo esto; ahí se los estaremos diciendo.

¡Sólo reciban! ¡Reciban y sientan!, que no sólo la Llama Violeta; ¡el Rayo Cristalino del Padre Divino!, ¡para todos ustedes! y todos los hermanos que habitan ¡éste hermoso planeta!

Que yo soy ¡Saint Germain!

En la Alquimia Sagrada, que todo transforma y ha sido entregada a la hermana tan amada.



Junio 1°, 2016

Ketta/Aleshia (2).

Ha finalizado -en ésta rotación- lo que llaman “la vuelta” y le ha empezado -de la Gran Creación- todo lo que proyecta. ¡Psh!

Mi Padre empezará a enviar no sólo en aleación. Algunos dirán que es “una radiación solar”, pero que conlleva ¡y trae! por respuesta Códigos Sagrados que -en aquél que está en preparación- empezará a activar. Necesario es que eso suceda.

¿Y por qué la hermana de esto te habla? Porque -quien con nosotros estará- de ello hablará.

¡Te he insistido! -hermano querido- de que hablaría el Oráculo Sagrado. ¡Y más te digo!, porque -al escuchar- estarás pensando que “profecías”, “premoniciones”.

¡Es tan sencillo! Cuando tú te entregas al Padre, ¡todo lo tienes muy claro! Y así como respuesta a todo te va dando, también te muestra. Y dices que “visiones” son los que está presentando.

¿Pero sabes? Mucho de ello necesario es, para que el hermano -al escuchar- ¡esté reaccionando! Y -por consecuencia- en ese intento, evolucionando.

¡Todos los adelantos que ustedes han vivido! y que dices -hermano querido- porque “una gran mente”, “alguien muy inteligente” lo ha compartido. ¿Y si yo te dijera?, que Nuestro Padre tiene muchas formas de mostrarte que su amor ¡es tan grande!, que ya no quiere verte caminar ¡como si estuvieras al olvido! Que desea ya estar unido ¡en un gran abrazo contigo!

Y que la tecnología -al cada uno de ellos ir descifrando- pero ¿qué sucede? Luego -a su alrededor- hay aquellos ¡que sólo sienten y quieren vivir el poder!, para a los demás seguir manipulando. ¡Y no es eso lo que mi Padre desea! ¡No es eso lo que quiere de ti, hermano!

Y no se trata de aquí conseguir una presea. ¡No es importante! Lo que viene del Padre; ¡lo que El es!; ¡lo que a ti entrega!, ¡es todo! y tiene el valor de su infinito amor.

Espero que lo entiendas; porque si algo necesito y humildemente te lo pido, es que en ustedes no haya confrontación. Que no permitas que esos sentimientos te invadan ¡y que fracturen!, lo que Nuestro Padre está moldeando con infinito amor ¡para que perdure!

¡No lo permitas hermano! ¡No dejes que te ganen esas emociones tan mundanas!, porque muchas armas te está dando, para que ya dejes inclusive de vivir en la forma humana. Y -si tú así lo deseas- de esto seguiremos hablando. ¡Es tanto! ¡No tiene fin! ¡Es inagotable! ¡Es eterno, como El!

Y entonces; si no eres el único Ser que vive y que respira; que siente; entonces entiende -amado hermano- que ¡tenemos que aprender a caminar en unidad! ¡Compartiendo! ¡Sintiendo y viviendo!, porque -¡todo! lo que tú pudieras llegar a tener- ¡el Padre te lo da! ¡Pero que no es solamente para ti! ¡Como esto que estoy sintiendo aquí! ¡y que lucha por salir! ¡y lo estoy externando!, ¡porque mi Padre me lo está inspirando! ¡No es sólo para mí! ¡Es para ti y para ti!, ¡para todos ustedes! ¡Psh!

Y te prometo -porque así es- que no es sólo lo que estoy diciendo; también -porque de mi Padre ya escuché la instrucción- te estaré mostrando, hasta dónde y por qué, ¡todo lo que viene de Él!

¿Cuándo y para qué?... mi Padre lo sabe y en ese preciso instante yo lo haré, en el “Yo Soy”. Es por eso que compartiendo todo esto estoy.

¡Y gracias hermanos por escuchar! ¡Gracias por estar aquí! ¡Vamos a seguir adelante! ¡Vamos en ésta gran unión!, porque eso es lo que hace la fuerza, para elevar -que no sólo el corazón- sino ¡toda nuestra vibración!

Que miren que lo que estamos atrayendo ¡ya lo estarán sintiendo!: ¡Un gran regalo de Nuestro Padre! ¡Muy importante también para ésta preparación! Ir dejando la densidad; primero muy sutil; después con gran fuerza será. ¡Sí! ¡Claro que lo sentirás!

El cuerpo, ¡ustedes los han dicho!: “El templo está diseñando para aquí caminar”. ¡Pero no te equivoques hermano!, porque cuando tú decides -a Nuestro Padre- ¡todo de ti entregar!, ¡entonces!, entonces también el cambio en el templo, ¡se empieza a mostrar! Y así será.

Esto ¡y más! ¡Y mucho más!, se les compartirá.

¡Amados hermanos! ¡Hay muchas cosas más de qué hablar!

Volviendo a lo que ustedes llaman “su plano terrenal”; ahora, con ustedes hablará a quien conocen como Enriqueta; ¡su hermana!, la terrenal.

¡Gracias por escuchar! ¡Gracias por aquí estar!

En el nombre del Padre tan amado: ¡Aleshia! ¡Aleshia! con ustedes ¡mucho más compartirá!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario