28 de junio de 2016

Canalización del 20 de Abril de 2016.

Abril 20, 2016

Ketta/Aleshia (1).

Sucede que algunos, algunos -o muchos de nuestros hermanos- no lo saben; no lo ven así; no lo entienden. Pero todos, ¡todos sin excepción! estamos recibiendo ¡ésta Gran Carga de Energía! que viene de otra dimensión; de la verdadera, la de Nuestro Padre.

Ustedes han visto y se han dado cuenta, cómo -en nuestro planeta- muchas cosas se están moviendo. Pero no solamente eso; no solamente en el exterior. También en nuestro interior, ¡todo está haciendo una gran ebullición!

Algunos, el resultado es -la mayoría dicen que- ¡decimos! que “estamos enfermando”. Pero -en éste cambio- ya nos lo habían anunciado nuestros amados Maestros. Nuestro Padre mismo nos insistió; el cambio de la atmosfera estaba sucediendo y que en ello ya estábamos viviendo.

Ahora, que muchos piensan y dicen: “Ya todo pasó”, en el cambio tan anunciado, que muchos pensaron que todo estaría terminando. Hermanos; todo viene paso a paso, conforme a lo que cada uno de nosotros hemos hecho, nos hemos preparado y ha sido nuestro -digámoslo así- “nuestro adelanto”.

¡Pero todos!, invariablemente ¡bendito Nuestro Padre! afortunadamente ¡todos vamos hacia Él! Es sólo que tú eliges cómo quieres hacerlo; si paso a paso o en ésta gran oportunidad que se nos presenta. Porque nosotros así lo deseamos; estar y vivir. ¡Percibir! ¡Apreciar! ¡Sentir éste cambio! Este gran cambio que muchos pensaron que sería un gran caos; ¡tantas catástrofes que algunos anunciaron!

Pero déjame decirte hermano, que -viviendo todo esto- cuenta te estás dando ¡la fuerza que tiene tu pensamiento!, ¡tu sentimiento!, ¡la vibración!, ¡la Energía Divina que en ti está! Esa que te entregó Nuestro Padre cuando te creó.

¡Muchos! -y así has escuchado- han comentado: “Tenemos que seguir adelante. ¡Tenemos que vibrar en amor!, para que -en esa unidad- ¡no sólo en nosotros, sino en nuestros hermanos!, en todo Ser vivo, todo cambie”.

Y realmente no es que “cambie”, ¡sino que se muestre como es!, verdaderamente como somos cada uno de nosotros; dejando atrás, ¡apartando de nuestro interior todo pensamiento¡, ¡toda aquella emoción!, que -en su carga- hace tanta afectación.

Porque, ¡ahora que está llegando con tanta fuerza! y no voy a decir que triplicada, porque está multiplicada; tú, cada uno de nosotros -al recibir- no sabemos qué hacer con tan gran andanada, ¡pero de amor!, que te está pidiendo que te despojes ya de todo aquello que te ha estado afectando; ¡lo que has venido cargando! y que a cada paso, que a cada paso -amado hermano- de Nuestro Padre en muchas ocasiones te ha estado alejando.

El sumergirte en lo que llamas, lo que es “tu vida”, pero permitiendo que la controle todo aquello que en tanta distracción, lo único que hace es retardar tu evolución. ¡El resurgir! ¡El romper de una vez por todas esas cadenas!, para que finalices con lo que tú llamas “que llevas a cuestas tantas penas”, tanto dolor.

Y que -a la vez- nos vayamos dando cuenta que el infinito amor, aquél que Nuestro Padre nos entregó ¡desde el principio del todo! está aquí; sigue presente. Nunca ha estado ausente. ¡Está en ti! Nos pide amorosamente ¡dejarlo fluir! ¡Permitir ver ya -en toda esa esplendorosa verdad- lo que es!

A cada paso te muestra que es así como -día con día- nos alimenta desde el Sol que te baña. ¡Que déjame decirte!, que cuando envía hasta ti todos esos rayos, ¡que mira!; aquellos que saben lo que están pretendiendo abrir en cada uno de ustedes, ahora les dicen: “Te están haciendo daño. ¡Aléjate de ello! No permitas que en tu cuerpo ni siquiera llegue hasta ti un destello”. Yo quiero decirte que eso no es cierto.

Cuando tú permites -¡sólo te pongo un ejemplo!- todo Ser maravilloso que llega hasta aquí… ¿por qué es que te piden y te sugieren?, que mientras llega a él ¡toda esa fuerza!, que le des todo lo que le alimenta ¡y que le des esos baños de Sol que tanto necesita!, ¡para que se refuerce su cuerpo! y siga viviendo en ésta creación, que Nuestro Padre -a todos nosotros- al llegar aquí nos dio.

¡Ah!, de tiempo en tiempo siempre hay, siempre ha habido, quien cree esa confusión. ¡Pero aquellos que de ella han salido!, yo te digo -amado hermano- no sólo han logrado lo que llaman “la evolución”, ¡sino llegar libremente hasta la Fuente! ¡Hacia Nuestro Padre tan amado! Y ahora viven en esa gran libertad, ¡ilimitadamente!, eternamente ese despertar ¡que tú has buscado tan afanosamente!

Y te acercas y buscas en cada religión, tratando de obtener, de sentir y de vivir ¡esa visión!, que solo te la da Nuestro Padre. ¡Porque de Él es la verdad infinita!, que siempre está. Y en ese amor propicia todo y ha habido y habrá, de aquél, aquélla, ¡aquéllos!, que tengan el valor ¡de soltar! Soltar todo lo que aquí -desde que empezaron lo que llaman “el vivir”- los ha querido encadenar.

Cuando empiezas a hacerlo, en esa crisis, ¡el impacto que cuando empiezas a sentir, a escuchar, a vivir!, para ti es ¡tan fuerte!, ¡es tanto! Primero te niegas, porque el temor en ti se presenta. ¡Lo “desconocido”! -así lo llamas- te atemoriza y prefieres permanecer ¡cautivo de lo que piensas y crees!, porque eso es lo que ves ¡también en todos los demás! Esa es tu verdad.

Pero desde ahí -amados hermanos- ¡es cuando nos empezamos a equivocar! ¿Por qué hablas de “tu verdad”? Cuando tú ¡esto!, en aquél que de ello contigo quiera hablar, sólo lo que hace es confrontar; ¡porque cada quién defiende lo que llama “su verdad”! y lo que mi Padre te entrega es ¡una sola! ¡La única! ¡La verdadera! ¡La que es eterna! y a todos, ¡a todos nos entrega! Es por eso que nos pide caminar en unidad; enarbolando -que no la bandera- sino el corazón, que está vibrando en ese infinito amor.

Es por eso amado hermano, que cuando tú sientes -de Él- su Llamado y al empezar a enfrentar todo aquello que por tanto tiempo te quiso encadenar, ¡sí!, ¡una gran lucha!, ¡una gran batalla vas a empezar! pero contigo mismo. Porque cuando empiezas a mirar con toda claridad, ¡con los ojos del corazón!, todo lo que Nuestro Padre te ha querido entregar; ¡lo que tú eres!, ¡lo que siempre has sido!, ¡lo que volverás a ser!, cuando permitas que se una -a tu cuerpo físico- ¡todo tu Ser!

Eso, siempre es, ha sido y será. Y de Nuestro Padre ¡que tanto te ama es su voluntad! La gran oportunidad en éste Gran Día Glorioso que recién -¡tanto se nos dijo!- habría de empezar. ¡Eso es lo que vendría, después de lo que tanto hablaron que sería “el final”! ¡Y sucedió!: ¡Todo terminó! La Gran Noche en la que ustedes estuvieron viviendo. ¡Tantas cosas!, amados hermanos, porque ahora, la Luz que cada vez más fuertemente ¡hasta cada uno de ustedes está llegando! y a todos sin excepción nos está tocando.

Ese día ya ha empezado. Y -déjame decirte- que muchos de mis hermanos, ¡aquellos que se han preparado!, ya se estarán iluminando. ¡Y no te estoy mintiendo! Tampoco preguntes ¿cuándo?, porque ¡tú lo estarás viendo! Lo estarás sintiendo. Cuenta te darás. Eso, ya no lo podrán callar.

La misma Madre Gaia ha estado sacudiendo todo aquello y en determinados, distintos lugares, había acumulado tanta inarmonía. Ya empezó ese día en el cual la Gran Limpieza, la purificación, también en tu interior ¡ha empezado ya!

¡Pero esto no es para que sientas temor!, porque aquél que -a Nuestro Padre- se está entregando y lo está haciendo con infinito amor, ¡sabe que su protección lo está acompañando! y que aquí logrará vivir y hacer -en el sentir- lo que mi Padre a cada uno le pidió.

Mas -si ni aún éstas palabras resuenan en tu corazón- ¡no importa hermano! Es que -si aún no es tu momento- ¡psh!, ¡uhm!, ¡ya lo vivirás! ¡Y para ti será un gran acontecimiento! Para nosotros también. Y entonces -recordando estas palabras- ¡sabrás que no miento!

Para Nuestro Padre ¡no existe el tiempo! Todo es ¡justo en el instante que tiene que ser! Cuando tú estás preparado para todo esto entender, al escuchar ¡sentir tu corazón acelerado! y querer recordar por qué estás aquí. ¡Que resuene todo dentro de ti! y que sientas esa voz en tu interior que te diga: “¡Esto es lo que has buscado! ¡Siempre ha estado aquí!, muy dentro”. Sucede que no te habías escuchado, por estar tan inmerso en esa rutina que la ilusión te ha presentado.

¡Cuántas cosas te ha creado! y te ha dicho: “Todo tiene un principio y un final. Y eso tú lo vivirás”. Pero entonces ¿qué de aquello que has leído y que resuena en tus oídos?, porque muchos de ustedes se han preguntado: “Si tú me ofreces -Padre mío- ¡la vida eterna!, ¿qué debo hacer para lograr ese resultado?”  ¡Sólo sentir y vivir el infinito amor! que El te ha entregado.

En esa respuesta -amado hermano, hermana- irás reencontrando toda la belleza y la pureza de la Esencia que El -en ti- ha depositado, en ese cuerpo que te ha abrazado, ¡que necesitas para aquí seguir caminando!, pero unificarlo. ¡Escucharte! Que haya congruencia ¡en lo que sientes!, con lo que piensas y lo que a la acción llevas.

Hay tantos hermanos -como algunos que aquí han venido- se han presentado, ¡sé!, ya lo había dicho mi Padre y así sucederá: “¡Claman insistentemente por escuchar!, porque les hable y les muestre de mi verdad. Y cuando mis emisarios con ellos vuelven a llegar ¿qué sucede? ¡La espalda vuelven! ¡No quieren escuchar! Es que necesitan y piden que haya -no sólo en las palabras- sino también en las acciones, tantas explosiones. Situaciones, que su sorpresa -en ese instante- al escuchar y al ver ¡para poder creer! Y nuevamente todo empieza”.

Porque ha sucedido. En un principio muchos han querido e inclusive ¡también vivir!, ¡compartir!, porque en un principio -y si tú lo recuerdas- lo escuchaste también de mí, de tu hermana, mis amados Maestros en ello insistieron: “¡Todos ustedes pueden hacerlo!”

¿Y qué sucedió? Caímos en una gran confusión: “Ya nos dijeron; ¡todos podemos hacerlo! ¡y yo quiero!” Pero al no entenderlo; el no sentir que primero es en ti, que tienes ¡que separarte de todo aquello!, que no sólo no te ha permitido ¡a Nuestro Padre acercarte! y sólo escuchar el ego. Grandes divisiones se han creado. Es por eso que surgieron religiones, y en ellas ha habido y siempre habrá… ¡ahh!, quienes lo único que hacen es querer mostrar el poder.

El poder ¡sólo es de Él! ¡De Nuestro Padre! Pero en ese infinito poder, lo que El desea es compartir con éste y con aquél; no sólo en amor, sino también en humildad ¡y que caminemos en unidad! En esa gran armonía que ¡ya se tuvo un día! ¡y que se vivió!, ¡resurgió!

Porque tú también, alguno de ustedes ya alguna vez lo leyó: ¡Grandes Eras Doradas! en las cuales sólo el amor de Nuestro Padre se mostró; ¡donde no había enfermedades!, ¡ni siquiera sabían!, ni escuchaban hablar de calamidad. Sólo era ¡todos por igual! ¡En cada Era lo han logrado! ¡Ahh!

Tú te preguntarás: “Y todo ello ¿cuánto ha durado? El tiempo, el tiempo que tú has permitido, porque luego -por todos ustedes es sabido- empieza a surgir ese gran enemigo: ¡El ego!, que todo lo ha destruido; empezando por ti mismo. Empieza a permitir que las emociones, ¡que la discordia!, ¡las tentaciones, hagan presa con tanta fuerza! y entonces tantas distracciones. Es por eso que algunos aún siguen intentando, ir logrando llegar hasta Nuestro Padre tan amado.

¡Pero sí ha sucedido! ¡Yo te lo digo, hermano querido! ¡Aquéllos que lo han logrado y que permanecen firmes, no sólo en la fe, sino en el amor! ¡Que solamente un pensamiento tienen dentro: El volver a Él! ¡A Nuestro Padre! A ese lugar que El -para ti- tiene designado. ¡El que siempre te ha pertenecido!, que sólo espera que vuelvas a su lado.

Y nunca te ha dejado solo. Eso, tú pensarás es tan repetitivo ¡y lo seguiré diciendo!, ¡hasta que lo mantengas vivo!, ¡no sólo en tu mente, sino en tu corazón! Que todo lo que viene de la Fuente ¡es para ti! y te lo envía, te lo hace llegar con infinito amor.

Ahora, -en éste Gran Cambio- ¡esa es la batalla que Nuestro Padre te dijo que estarías enfrentando! Que surgirían muchas cosas. Que te hablarían e insistirían en decirte que todo eso es porque ¡tú! así lo has querido. ¡Que no existe quien te ha creado! Pero hoy es el momento en que el Dios Vivo en ti, ¡en ti!, ¡desde tu interior!, nuevamente te esté hablando. ¡Te esté guiando! Te siga llevando de regreso al hogar; a aquél que ha de tiempo quisiste dejar, para hacer éste viaje, que muchos de ustedes están deseando ya finalizar. ¡Y así será!

Algunos ¡preparándose están para el abordaje!, de vivir todas esas sensaciones; de estar; de ver; de compartir en esas dimensiones, en donde sólo existe el amor, que es el que -por Consecuencia Divina- te muestra -de Él- no sólo lo mejor, ¡sino lo eterno! ¡Eso que tiene todo el valor! y que no encuentras aquí, en éste que tú llamas “tu vivir”, ¡pero que aquí está enviando, para que lo vuelvas a sentir! Para que vivas ¡de la Esencia! y sientas su prEsencia, aún estar caminando en ésta ilusión.

¿Por qué crees tú?, que aquellos de nuestros hermanos que empezaron a sentir y a resurgir, sufrieron de gran persecución. Ahora -con lo que tú llamas “esos adelantos” no es así. Sin embargo, ¡ahh!, los dogmas de los que llaman “religiones” ¡te atrapan tanto!

¡Nuestro Padre te da la libertad! y -en esa libertad- para que tú sigas tu caminar y elijas si en ésta oportunidad es tu deseo volver a Él, tal cual como cuando llegaste; ¡con esa pureza!; con esa cristalización, que nuevamente en éste planeta está haciendo toda la purificación: La Rejilla Cristalina. Esa, que a nuestros hermanos -¡sus hermanos mayores!- al remover lo que ¡ya no podía seguir!, ¡porque tú -al resurgir- necesitarías mucho más de Él!, de Nuestro Padre tan amado.

Ahora que éste planeta ha llegado ¡exactamente al lugar!, donde -en ti- ¡todo se estará anclando!, porque viene directo: La Luz ¡tan divina!, ¡tan clara y cristalina! Los Fotones Sagrados ya empezarán y estarán iluminando a aquél que desee -de todo esto- estarse liberando.

¿Ves? como la verdad de  Nuestro Padre ¡siempre ha sido! ¡y será! y se seguirá presentando! a pesar, a pesar de los pesares de aquellos que siguen intentando que tú no escuches, ¡ni mucho menos sientas lo que en ti -en tu interior- ya está gritando!

¡Te han hablado del Dios Vivo! ¡Pues eso es! Eso es -amado hermano- lo que hará que en ti ¡ya nada siga cautivo! ¡El Gran Regreso del amado Maestro!, que en ti hará resurgir -tal como lo oíste decir- y nuevamente: “Yo Soy el camino, la verdad y la vida, para que todo aquél hermano que vuelva a la Fuente ¡eternamente lo viva! ¡Siempre! ¡Siempre estará presente!”

Ahora -porque tú así lo has deseado- estarás escuchando ¡y no sólo eso! Lo estarás sintiendo ¡en ti!, ¡a borbotones!, desde tu interior hacia el exterior, en infinito amor; para que éste cambio no sólo tú lo vivas, sino ¡todo aquél hermano que quiera y desee ya romper con ésta ilusión!

¡Y ha de aquellos!, que al escuchar todo esto, aún así, dicen: “¡Qué aburrimiento! Sólo palabras ¡y nada siento!” No te equivoques hermano, hermana; porque la semilla ¡ya en ti está quedando!

¡Y ésta hermana que te habla, tal vez en físico no estará para ver en ti el cambio! ¡Pero desde donde me encuentre!, ¡desde donde vengo, me estaré regocijando!, al ver cómo -cada uno de ustedes- ya empiezan a vivir “¡el Gran Cambio!”, si así lo quieren llamar. Yo diría: Es ¡romper con todo! y permitir que la Esencia se muestre, en la verdad que “Él, que todo lo puede” nos quiso entregar. ¡Mi Padre tan amado!

En la enseñanza del “Yo Soy”, todo esto de lo que has escuchado, es lo que vengo -a ustedes- a entregarlo.



Abril 20, 2016

Leutón.

También he pedido hablar con ustedes, porque -hermanos queridos- todo lo que está sucediendo en éste cambio ¡que por ustedes fue pedido!

Yo soy su hermano. ¿Recuerdan?, que a tanto insistir, los que escucharon cuando ¡tu hermano Leutón!, empezó de ello a hablarlo: ¡El cambio de dirección!, cuando los polos hicieran su unión. Todo esto ya sucedió. Ahora lo que ustedes están viviendo es -tal como lo dijo la hermana- la cristalización ¡de toda la raza humana! ¡Porque eso es lo que está sucediendo!

Ustedes -en éste cambio- ¡su cuerpo lo está resintiendo! Les dije que al unirse el protón con el electrón, ¡claro que habría una reacción! ¡Uhm! Una gran -ustedes quieren llamarlo “electricidad”- yo diría de qué está hecho la inmensidad. Los fotones que empezarán a llegar, ¡ya lo están!, pero en un principio lo han hecho en mínima cantidad ¡y aún así! ustedes hermanos, lo están resintiendo.

He pedido con ustedes hablar, porque cada vez con más fuerza estarán recibiendo y sobretodo aquello, aquellos que se están preparando, porque en la Gran Alineación que en su cuerpo están logrando, ya lo dijo la hermana; tienes que vivir ¡en el equilibrio total! Y algunos dicen: “¡Alinear tus chakras!” Los vórtices que también en tu interior están, tan directamente cuando la Luz empieza a cruzar ¡y por el chakra corona en tu cuerpo empieza a penetrar!

Si tú estás alineado, esa unión -ella te habló de un Gran Fractal- ¡sí amado hermano! Y tú te preguntarás: “¿Por qué Leutón también de esto me viene a hablar?” Es muy claro. ¡Todo tiene un “por qué”! Cuando se ha logrado esa unión, en ésta ilusión se empieza a mostrar ¡aquello de lo que tú no querías creer! Ella te ha insistido y también los Maestros que han venido, te han dicho: “Es igual arriba como abajo” y “lo que es adentro es afuera”.

Al unirse ese Fractal, en la gran fusión que logra el protón con el electrón, ¡el fotón comienza a activar! “Y eso quiero verlo. De qué manera -ustedes dicen- estoy escuchando, pero no puedo creerlo. O no sabría qué respuesta a ello darlo”. ¡Ya lo empezarán a ver!, todo lo que está sucediendo. ¡Ahh!

Muchos de ustedes se están preocupando, porque dicen que en la atmosfera ahora lo que están respirando, pues hermanos, es lo que ustedes estuvieron provocando. Pero nosotros -y eso lo verán ¡muy claramente en estos días!- nosotros sus hermanos ¡por voluntad de Él!, todo ello estaremos limpiando. Purificaremos lo que ustedes seguirán respirando, ¡porque las oraciones que muchos han estado elevando!, nos ha puesto en acción.

¡Nosotros les estaremos ayudando!, pero es necesario que ¡ustedes en unión!, corazón con corazón, en esa Gran Conciencia ¡que en muchos ya despertó!, vivan y lleven ¡a la acción!, todo aquello que haga que -en éste amado planeta- todo resurja para la Nueva Era. ¡Y así será! Su hermano Leutón de eso les viene a hablar.

Mientras tanto, he de decirles que hemos preparado para el Gran Portal que será utilizado. Ahí también estaremos esperando. ¡No debe de haber en ustedes temor! Que sólo los lleve y escuchen ¡con todo el valor! lo que -al seguir adelante- podrán compartir ¡que no sólo ver! -en el sentir- de lo que El, “¡Aquél que nos creó!”, ha preparado para ustedes en gran amor.

En la estratósfera -para que llegue a la atmosfera- falta muy poco. Ya no hay ¡ahh!, tri-dimensión. ¡Es mucho más! y lo verán en acción. Es por eso que el planeta ha tenido ésta reacción ¡al reajustar! Y han dicho: “Movimiento ¿telúrico?” ¡Las placas tectónicas se están revistiendo de la Gran Energía!, aquella que están sintiendo. ¡Háganlo ustedes también! ¡Recíbanlo en su cuerpo! ¡Suelten todo aquello que ya es viejo!, ¡que no necesitan!

A eso -y para ello- todos los Maestros ¡y tus hermanos! los invitan; a que vivan el Gran Resurgimiento en amor. Que sólo sea ¡ese sentimiento! Que en ustedes siempre permanezca vivo. ¡Que vaya con cada uno! y que ¡comparta con todo Ser vivo!

Porque ya se les dijo ¡que en unidad iban a caminar!, amados hermanos. ¡Y así será! Y entonces ya no nos llamarán “sus hermanos mayores”, porque en Gran Unión estaremos con ustedes.

Tal como muchos lo han dicho: “Para ustedes vienen ¡tiempos mejores! en el amor y en la unión”. Porque muchos volverán a ver -en el resurgir- ¡todo aquello que no han querido creer y que está vivo en ti!, ¡en cada uno de ustedes!

Yo soy su hermano Leutón y todo esto les comparto ¡en infinito amor! y les vuelvo a insistir: Que en ustedes no haya temor, porque ustedes que se están entregando y que con El continuamente están hablando ¡y se dejan llevar! -de Él- si así lo quieres llamar, toda la protección y la Gracia Divina, lo verán en acción.

Que yo soy ¡Leutón!



Abril 20, 2016

Maestro Desconocido.

Se ha permitido que el hermano hable contigo porque tú, que todavía en tu pensamiento y en tu acción eres ¡tan humano! y has tenido una reacción a todo lo que está sucediendo; lo que han creado en estos días. ¡Esa gran confusión y sobretodo el temor! ¿A qué viene todo ello?, si nosotros -al estar con ustedes- les hemos hablado ¡de todo lo bello!, que cada uno está acercando para vivirlo, para sentirlo y conocerlo.

Ya algunos han pensado: “¿Y que sucederá? De todo esto, el resultado ¿cuál será?, si nos estamos preparando para un gran reencuentro”. ¡Pues síguelo haciendo hermano! ¡Que nada de ello te esté moviendo! ¡Se te ha dicho que no escuches las voces del exterior! ¡Sí! Pudiera resultar tan difícil para ti, pero no olvides y en ese instante con más fuerza ¡decreta! ¡Tu oración eleva a “Aquél que todo lo puede”!, para que te des cuenta y sientas que está contigo.

Y si así permites ¡que tu fe cada vez más y más crezca!, cuenta te darás ¡que nada -que no venga de Él- te moverá! ¡Es ahí donde la fe!, ¡la fe que cada uno de ustedes permita y quiera tener!, ¡aunado con el amor!, ¡son la llave maestra que abrirá todo para ti y sin ningún temor!

Te has preguntado que cómo -en aquellos tiempos- cuando a Moisés, cuando a Noé y a todos aquellos con los que el Padre ha hablado y los ha guiado, y dices: “¿Y en éste tiempo también se podrá ver? Hermano querido; si tú lo permites, ¡claro que sí!

Y no sólo que lo puedas ver; ¡lo podrás tener! ¡Será en tu diario acontecer! si tú te abandonas a Él, ¡a sus manos!, ¡a que se ejecute el Plan Divino en ti!, porque de ¡todos ustedes!, ¡de cada uno!, ya todo está escrito, en lo que tú llamas “éste vivir”. Pero cuando prefieres y hacerlo todo ¡por ti!, e insistes en lo que ¡tú crees que es por tu bien!, ahí es donde ¡te resistes!, a que “El que todo lo puede” se muestre ¡en ti! ¡Primero para ti! ¡y luego para todo aquél! Mira lo que ha sucedido; cómo ¡y de qué manera ha movido! ¡y todo lo que ha mostrado!, cuando aquellos de tus hermanos ¡han permitido que se muestre en ellos “El Dios Vivo”!

¡Y puede hacerlo contigo! ¡Es por eso que estoy aquí, hablándote de ello! ¡La Gran Enseñanza! que han escuchado; que de tiempo en tiempo se les ha traído; ¡de todo esto de lo que se les ha hablado!, ha permanecido ¡y seguirá!

¡Y mira! ¡Muy importante! ¡En ti está!, ¡que al escucharlo sientas! ¡Que de verdad tu corazón te dé la respuesta!, para que comiences ¡y paso a paso no sólo lo intentes!, sino que ¡para ti! se realice -ya no ese cambio- ¡sino el resurgimiento a la verdad!, al amor infinito y verlo todo con claridad ¡y caminar en la sabiduría que El te entrega y que vas a utilizar día a día!, para que el discernimiento al elegir -no lo que es mejor para ti- sino ¡eso que El desea que vivas ahora que estás aquí!, para que en ti ¡y para ti! sólo haya y sientas ese amor y seguir en esa unión, compartiendo con cada hermano ¡todo lo que a ti te entregó!

Esa instrucción ¡a todos y cada uno de ustedes! ¡El la hizo!, cuando venir aquí te pidió. Y tú -al querer separarte- y El aceptarlo con amor, te dijo: “Amado hijo, sé que a mí volverás cuando sea tu deseo, ¡porque sé que lo elegirás! y ya basta de experimento y a mí quieres regresar. Entonces -lo único que tienes que hacer- ¡es elegirte! para a mí volver. Porque entonces estarás permitiendo y estarás sintiendo todo lo que Yo -en el “Yo Soy”- aún estando aquí -en ésta ilusión- al estarte hablando, te he insistido ¡que ya lo estés utilizando! Que vivas y camines en el Sendero Divino. Y entonces, también cuenta te darás ¡que solo no estás! Que hay -y a tu lado caminan- a quienes he querido enviar; ¡que de mí te han venido a hablar y a mostrar!, cómo puedes volver, ¡porque en ti está! ¡Tú! -al tomar esa decisión- entonces ¡saldrás de tu confusión! y te permitirás abrir las alas, para volver al hogar. Ese que esperando por ti está”.

¡Y mira que es verdad! ¡Todos los que aquí te han venido a hablar!, muchos de ellos te han dicho: “¡No es fácil que contigo esté!, pero escuchándome estás ¡porque tú lo has permitido!” Yo te digo, amado hermano: ¡Es verdad!

Sólo de tiempo en tiempo, algunos de los que aquí has escuchado ¡y no es que quiera decir “se han presentado”! Es que ¡tú has permitido! y al seguir adelante ¡te estamos acompañando!, porque -en éste Proyecto- lo que es de Él su deseo ¡es que llegues triunfante! ¡Que ya nada te detenga! ¡Y así será!

¿Para quienes? Aquellos que -algunos al escuchar- han de decir: “Ya me he elegido”. ¡Pues permite que la fuerza siga contigo! ¡Que ya nada te mueva!, que no sea solamente el amor del Padre que te ha creado ¡y sigue y vive en tu equilibrio!, amado hermano.

De todo esto -el movimiento que se está dando- ya te hablaremos de ello. Conforme sigas, muchas cosas que se están moviendo, ¡tú bien sabes que te hemos dado la respuesta!, ¡porque esa es la voluntad de Él y de nosotros también!, ¡para aquél que se ha querido elegir y que siga adelante! ¡Que no se permita sucumbir! con todas esas cosas que pretenden detener tu camino. ¡No lo permitiremos!

Pero también te pedimos que tú quieras escucharnos; ¡que no sólo oírnos!, ¡también sentirnos! Que todo esto que te decimos ¡es verdad! Porque has ido comprobando que todo -palabra por palabra- y en gran fidelidad viene de Él, porque es su voluntad. Para ti amado hermano. Para ti. ¡Tú! que te estás preparando. ¡Tú que deseas volver a su lado!

Es por eso que nosotros te estamos hablando.


Abril 20, 2016

Ketta/Aleshia (2).

Ahora, todo lo que en estos días muchos de mis hermanos han visto, que han sentido de qué manera no sólo a ustedes, a su hermana, ¡a tantos!,  los ha movido.

A algunos los ha sacudido una gran tristeza, una gran confusión. A otros, lo que en el exterior que ha movido con tanta fuerza; lo que ha mostrado la Madre Gaia en su corteza ¡y aún seguirá!

¡Pero no piensen que porque es de Nuestro Padre su voluntad! Necesario es, por todo lo que ¡ya se había logrado acumular en ésta densidad!

Al romper con todo ello, por ustedes es bien sabido, la Gran Catarsis que inclusive cada uno en algunos momentos de lo que ha vivido. Nuestra Madre Gaia nos está acompañando ¡o la estamos acompañando! en éste suceso, porque ¡con ella hemos ido caminando! ¡Nos ha abrazado! ¡Nos ha dotado de tantas cosas!, porque ha sido la voluntad de Nuestro Padre tan amado.

Ya se nos ha dicho que empezaríamos a vivir y a caminar en unidad; lo que es la hermana Humanidad con el Reino Animal ¡y con el Elemental! Y empezará a suceder. Ya todo lo que se está moviendo lo está mostrando, aunque muchos no lo han querido creer.

Hay muchas cosas de las que aún no se les ha dicho. No lo han hecho público porque no les ha convenido. Y tú te habrás de preguntar: “¿Por qué está diciendo todo ello?” Porque ya empezará al descubierto a estar. ¡Muchas de las cosas de las que ni siquiera puedes imaginar!

¡Tal como hace tiempo!, no es que me haya atrevido a expresar. Es que mi Padre ha indicado que es el momento en que ustedes ya lo puedan escuchar; los nuevos vórtices que se han -en ésta Madre Tierra- querido formar. Pero ha sido precisamente por aquellos ¡y para aquellos! que en gran preparación están.

¿De qué manera si no?, pudieran atestiguar ¡y sentir y vivir que es verdad!, todo de lo que ¡no sólo yo! les he venido a hablar. Porque así como ahora estoy compartiendo con ustedes en ésta reunión, esto que están escuchando, también en diferentes puntos del planeta, tal como Nuestro Padre lo ha estado deseando ¡y sucederá! ¡y nos reunirá!, porque esa es la finalidad ¡para todo lo que va a empezar!: Que caminemos y estemos todos en unidad.

Pero no creas que porque esto te estoy diciendo, tu hermana será ¡la única que empezará! Mira; para mostrar, mi Padre ya todo lo tiene dispuesto y ha determinado el momento, ¡pero para aquellos que ya es su tiempo!, que ya están preparados para vivirlo, no sólo para creerlo, ¡sino para sentirlo!

Si ha resonado en ti todo esto de lo que llamas “El Nuevo Vivir”, ¡que no es “el Nuevo”!, ha sido siempre el mismo. ¡Es el único! ¡Lo que sucede es que ustedes han creado un abismo! que no han querido ¡cruzar!, por el temor a lo que dicen “que no conocen”, pero que en ustedes está. Siempre ha estado ¡y que resurgirá!

Te pongo un ejemplo tan simple hermano: Cuando vez aquella puerta que nunca has cruzado y que -si te permites pensar- ¡el temor te asalta!, cuestionando: “¿Qué me puede esperar? ¿Y si es algo que me va a afectar? ¿Y si me arrepiento luego de haberlo hecho? Será mejor no cruzar”. ¡Pero estás permitiendo que la razón te siga manipulando!

Yo te pregunto: ¿Cuándo has dejado que el corazón -en el sentir- te de la respuesta de lo que tú te estás cuestionando? ¿Qué te dice? Porque si con sólo ver sientes esa gran paz, ese infinito amor y hay algo dentro de ti y tú lo llamas “intuición”, ¡pero es -de Nuestro Padre- ese gran don que te entregó! y que te dice: “¡Hazlo!, porque aquí estoy. Te estoy esperando. No tengas temor. ¡Ha de tiempo! amado hijo que te estoy -no sólo hablando- ¡tantas señales te he estado enviando! Dime por qué -para volver a mí- ¡tanto te has estado tardando!”

Y hablo del tiempo; ese tiempo que a ti tanto te ha afectado, porque cuando le hablas, le dices: “¡Padre! ¿Por qué has permitido que sufra tanto?, ¡que me suceda todo esto!” Sin darte cuenta que eres tú, amado hermano, ¡eres tú!, por no querer -esa puerta- ¡de una vez por todas estar cruzando!

¡Y si tú puedes decir para estarte justificando! “Es que ¡cerrada está!” La llave te la entregó y no la has querido utilizar. En ese infinito amor, mi Padre siempre -por cada uno de ustedes- esperando está ¡y seguirá! Mas ahora ¡está esa gran oportunidad! El tiempo cada vez ¡más y más! se acerca. Ustedes cuenta se darán ¡por todo lo que sucederá!

Mi Padre tan amado ¡de una y mil formas se ha mostrado! Ahora es el tiempo en que ¡aún más! y directamente, con cada uno de ustedes ¡lo hará! Antes de ello, que enviará de la Fuente toda esa energía ¡que te fortalecerá! y será tu guía y tu inspiración, para que tú -lo que sigas- lo que empieces a hacer, sea en infinito amor.

Muchos de ustedes han dicho: “No necesito un guía. Puedo hacerlo yo”. Mas no te olvidesque -en el “Yo Soy” es necesario primero escuchar; que te lo puedan mostrar, para que ¡tú comiences a recordar! y efectivamente -¡lo vuelvo a repetir!- ¡en ti está!

Sabemos que lo harás, porque de todos esos milagros que te han hablado, de lo que tú has leído, lo que has escuchado, hermano querido ¿quién tú crees que lo hará? ¡Serás tú! ¡Tú!, cuando ya vivas en esa libertad; cuando abras las alas que mi Padre -cuando te creó- te quiso entregar y permitas ¡que la Esencia! -al sentir su presencia- la Chispa Divina vuelva a encender y la Llama Trina ¡en ti!, en ti, ¡todos tus hermanos no sólo la vuelvan a sentir!, sino que la puedan ver.

Ahí es donde surge esa Raza Elegida, que -en cada Era Dorada- camina ya no dormida; sino en ese despertar tan infinito, en el amor ¡eterno! que El nos da.

No sólo guarden estas palabras. ¡Que resuene en su corazón!, porque el tiempo -cuando llegue- y que ya no escuchen a su hermana, sabrán  ¡que verdad son! y querrán muchos de ustedes el tiempo regresar, ¡no sólo a ésta ocasión! ¡No sólo a ésta reunión!, sino a tantas en las cuales ¡otros hermanos estuvieron!, escucharon ¡y se alejaron!, porque dicen “que nada sintieron”.

¡Ha de aquellos que han estado volviendo! de tiempo en tiempo. Pero mi Padre siempre, ¡siempre! ha estado no sólo contigo, también con ellos. ¡Y nosotros también!, porque es Su voluntad que de ello ¡y de Él!, de su infinito amor estemos aquí. Los venimos a acompañar para de ello hablar.

Poco has leído, en Tesalonicenses, a partir de esto ¡han compartido!, pero muchos no lo han creído.

Hay muchas cosas -hermano querido- de las que todavía te seguiré hablando. De mi Padre Su voluntad que te siga compartiendo y te estaré mostrando. ¡Pero lo que tú puedes hacer!, ¡lo que tú vas a hacer! en la Gran Avanzada, en éste florecer de ¡tan grande Era Dorada!, porque ahora serán ¡muchos más! los que -a mi Padre- van a volver.

¡Hecho está! ¡Escrito está y sucederá!, aunque en éste instante no lo creas.

¿Será necesario que lo veas? ¡Así será!



Abril 20, 2016

Sananda.

Y así es. En ese lugar que llaman “Tierra Santa”, donde mi Padre -en aquél tiempo- permitió y que su hermano a ustedes acompañó. Sólo quiero decirte -hermano querido- lo que habrán de vivir ¡es necesario ya una Gran Unificación!

Empezarán a escuchar de -en quiénes- habrá una reacción. Ahí, lo que se creará, porque de aquí, de aquí, tal cual como -de Él- es Su voluntad, sentirán que ahora “Tierra Sagrada” cambió de lugar.

No te preguntes el “por qué” de éstas palabras. Que mira que mi Padre ¡con voz atronadora! -¡tú lo has escuchado cuando habla!- ahora ha llegado la hora de que todo se empiece a mostrar: El Dios Vivo ¡en cada corazón!

Así, esto que está sucediendo, para la Gran Purificación. Pero que en ustedes hermanos no haya temor; que también yo los acompaño, en infinito amor. Y así -con ustedes- habremos de compartir.

Muy pronto sabrán ¡mucho más de mí! Aquello que no habías escuchado, pero que desde el corazón de mi Padre tan amado y para ti ¡y en ti estoy!

Que yo soy ¡Sananda!, tu hermano.



Abril 20, 2016

Saint Germain.

¡Y así es -amados!, ¡amadísimos hermanos!- como nosotros con ustedes, con infinito amor nos presentamos. Con tantas ¡ustedes les llaman “sacudidas”!, pero necesario era.

Porque mira; hay muchas cosas que todavía trataban de permanecerlas escondidas. Ya ustedes escucharán. ¡Ya sabrán qué es lo que -a la Luz de Nuestro Padre y para ustedes- han empezado ya a hablar! A hablar con su sola presencia. A mostrarse y hacer sentir ¡toda la Esencia que viene de Él!

¿Recuerdan que también les hablamos de las que ustedes llaman “piedras”? Miren hermanos, les hemos de hacer ¡una gran entrega! Ya preparado todo está. ¡Por eso mi hermano les hablo! ¡Por eso estamos todos en ésta reunión, en éste círculo amoroso! Y yo lo hago con tanto gozo.

No sientan temor -amados hermanos- que para ustedes aquí ¡y no sólo para los que están reunidos!, para todos aquellos que a Nuestro Padre hablan, ¡quieren!, ¡le piden una respuesta! ¡Será muy clara y tan directa! Mientras tanto ¡amados!, sigamos en la preparación y hay que hacerlo con infinito amor.

Todos aquellos que han sentido que dentro -en su interior- ha habido una Gran Revolución ¡saquen!, hermanos queridos. ¡Suelten! ¡Dejen! ¡Sólo sientan el amor! ¡Y no se pregunten tanto!, que la respuesta de mi Padre ¡para cada uno de ustedes estará llegando! El te va a mostrar -en infinito amor- qué es lo que para ti está preparando. ¡Qué es lo que desea! ¡De qué manera te pide que te estés entregando!

¡Mira! Tampoco pienses -como algunos, en gran error- que necesitas en soledad caminar. ¡No es cierto! De ello ¿quién te habló? Tú puedes hacerlo, pero con aquél hermano, con aquélla hermana que también esté, ¡sí!, en esa misma vibración, ¡en ese infinito amor! ¡Que no pretenda ni quiera detener tu camino para llegar al “Yo Soy”.!

¡Además! -ya la hermana les ha hablado- el verdadero amor que Nuestro Padre -a ustedes- ha entregado ¡es infinito! ¡Es eterno! Amados hermanos: ¡Es universal! Que por todos y cada uno lo sientes. Y cuando eso lo entiendes ¡no hay soledad! ¡No la hay! ¡Esa no existe! ¡Esa tú la has creado!, porque cuando te empeñas en tergiversar el amor que El te ha entregado; darle a uno de tus hermanos ¡el poder! de que en ti haga sentir la felicidad, la alegría o la tristeza, ¡no hermano! ¡No es así! ¡Eso es tuyo! ¡Mi Padre te lo entregó! y eso ¡tú! lo harás crecer o lo destruyes, según como lo entiendes.

¡Pero no es para eso que El aquí te pidió que estuvieras!, que vinieras. ¡No! ¡Es para que sintieras!, para que compartas y muestres el infinito amor y la vida, ¡la verdadera! ¡y claro que puedes hacerlo también!, con alguien que camine a tu lado, lo que tú llamas “tu pareja”, pero ¡los dos tienen que entender!, que no haya imposición; que vivan ese amor, el verdadero; el cual permite que el otro crezca y florezca, sintiendo y viviendo también. ¡Realizando lo que mi Padre le está pidiendo!

¡Pueden hacerlo! ¡Ya se los ha dicho la hermana! ¡Entiéndanlo así! ¡Ya dejen esa forma humana de vivir!, ¡de creer! y de lo que llaman “sentir”. Porque el sentir, el verdadero, ¡es aquél en el cual tú te permites fluir!, ¡confrontarte a ti mismo y entender! Resurgir, para vivir todo lo que está en ti, ¡lo que El te entregó! ¡Nuestro Padre tan amado!

Y si sigues adelante, mira; ¡no es el fin! ¡Es la vida eterna!, porque se comienza a pulir y entonces se ilumina,  en ese brillo tan grande resurge el diamante ¡que eres tú! ¡Sólo tú! -amado hermano- así como mi Padre te ha creado.

Y mientras tanto, para que tú -al empezar a entenderlo- empiezas a prepararte, para eso te ofrezco ¡mi Llama Violeta! Tú bien sabes que es necesaria para que tú transmutes ¡todo aquello que te afecta! ¡Que lo sueltes! ¡Que eleves hacia Nuestro Padre! ¡Le entregues!, a sabiendas de que -en ésta densidad- aquello que quieres soltar; que te está haciendo ¡llorar!, ¡que te está trayendo sentimientos de dualidad!, con la Llama Violeta ¡todo lo comienzas a purificar en ti y para ti!

Y mira hermano; cuando tú lo elevas -en esa purificación- mi Padre luego te lo regresa, en infinito amor y multiplicado. ¡Porque nada se destruye! ¡Porque todo se multiplica! ¡Limpio, cristalino vuelve a tu lado!, para que tú lo compartas con tu hermano. ¡Es así como funciona en el infinito, en el Cosmos, en el Universo que no tiene fin!

Amado hermano; ¡recuerda!, ¡entiende! que es ¡así! como tú tienes que volver -en éste verdadero vivir- a hacerlo. Es por eso que te dicen que ¡el Dios Vivo en ti se mostrará!, porque es cierto. ¡Nada en ti morirá ni ha muerto! La Esencia con la cual El te quiso crear ¡siempre está! Lo único que se queda; lo que dejas ¡es el cuerpo! que te acompaña; que te abraza, para poder caminar en ésta densidad. Pero lo que lo mueve; lo que le da -lo que tú llamas “¡vida!”- es tu Esencia. Es esto, donde sientes -de Él- su presencia. Les daremos una prueba fehaciente de que es así.

Nuestro Padre que ¡todo lo puede! y que es ¡Omnipresente!, ¡Omnisciente!, ¡Omnipotente! ¡El Todo y la Nada! ¡El principio y el fin! -que no lo hay- ahí es donde ¡en ese Gran Vacío!, amado hermano, ¡tú te vas a cristalizar!, cuando te permitas sentir el infinito amor que El nos da.

Y en esa gran y eterna dimensión ¿quién tendrá el valor? de permitirse sentir, de todo esto que ya la hermana y mi hermano les habló. Por eso ¡recordándotelo estoy!, amado hermano. ¡Y no se preocupen! ¡Sigan adelante! ¡Decreten! ¡Pidan! ¡Sientan! ¡Compartan con sus hermanos! ¡Eso es lo que mi Padre desea de cada uno de ustedes! y nosotros también.

¡Hazlo, amado hermano! ¡Hazlo!, que no tienes idea de cuánto ayudas a tus hermanos, aquellos ¡que todavía dormidos siguen caminando!, ¡que insisten en no aceptar!, en decir que “no hay nada más que lo que aquí la tecnología les pueda mostrar”. Ya está muy cercano ese día en el cual ¡cuenta se darán cuánto se han podido equivocar! Algunos ¡ya cuenta se están dando!

¡Y tú, mi querido hermano!: ¿Preparado? ¿Preparado para esa gran reunión? ¡Los estamos esperando! ¡Sigan adelante! en esa preparación. ¡Y vuelvo a insistir!: Nosotros -si hay algo que tengan que hacer o cómo se deban preparar- ya de ello les vamos a hablar.

¡No tengan duda que tienen de Nuestro Padre toda su protección! y de nosotros la guía amorosa y la inspiración en su nombre ¡para ustedes! mis amados estudiantes, en la Luz de la enseñanza del “Yo Soy”, porque el “Yo Soy” les mostrará ¡todo! en infinito amor.

Que yo soy ¡Saint Germain! ¡y dejo para ustedes mi Llama Violeta! Que en esa gran Alquimia amorosa, en cada uno de ustedes -en su interior- ¡libere!, para que todo lo que está llegando -amado hermano- se ancle ¡y se siga empoderando!, para que lo único que estén mostrando sea de Él y para Él. Y que la Gran Amatista -a todos ustedes- de esa gran fuerza los revista, ¡amados hermanos!

Que la Luz infinita del Padre a todos ustedes los siga abrazando, y éste planeta en gran amor, en la Nueva Era, la marcha triunfal se escuche fuerte e infinitamente.

Ahí estaremos con ustedes, ¡amados hermanos!

Seguiremos caminando; que lo etérico… los está esperando.



Abril 20, 2016

Ketta/Aleshia (3).

Ya no hay, no hay otra forma, cuando de esto se empiece a hablar. También será -ya se les había anunciado de manera coloquial- cuando con cada uno, de acuerdo a la voluntad de mi Padre, empezar a hablar.

Mas todo esto se ha ido llenando de tantos cambios; pero no porque sean intempestivos, sino porque -a fuerza de ser necesarios- de acuerdo a como tú -hermano querido- aquél que no ha querido soltar, en seguir caminando en la dualidad: Hoy estás tan entregado y mañana empiezas a dudar. ¡Eres tú! el que acercas o comienzas a alejar lo que mi Padre ya ¡tanto! te quiere entregar.

Entonces, después de haber escuchado, no es que insista y te diga: “Ten mucho cuidado”. Sino “permanece firme”. ¡Firme en esa fe!, en ese amor, que tú has dicho que a Él quieres entregarte; que de todo quieres liberarte. ¡No te preguntes ni tengas duda, que El siempre va a guiarte! Sólo espera. Toma momentos en los cuales ¡no haya en ti ni un sólo pensamiento! Permite que sea la voz de tu interior. Que sea tu corazón el que te indique, porque ten presente y ten la seguridad de que llegará la inspiración. ¡Siempre ha sido así! Siempre será.

¡Mira! El que ha sido el más devoto seguidor, he de decirte que -cuando se ha permitido un momento de debilidad- pero al reaccionar y ¡a mi Padre llamar!, ¡implorar!, ¡pedir! que le den una señal; yo te digo que no sólo una, ¡sino muchas hasta él, hasta ella han llegado! Es por eso que también se te pide estar tan alerta y entregado. ¡En ti está la decisión! ¡Tú la estarás tomando!

Esto es lo que me pide mi Padre que te diga. ¡Por eso de ello te hablo! y cuando vivas esos momentos de esto te estarás acordando. No pienses que estás solo; es cuando con más fuerza ¡El se estará presentando!, en ti, dentro de ti. Y de toda y cada pregunta, respuesta te estará dando. ¡Lo ha hecho siempre! Lo seguirá haciendo; contigo; con todo aquél que desee ya -las distracciones de ésta ilusión- estar venciendo.

Ahora -amado hermano- yo te agradezco el haber compartido; el haber escuchado; el haber estado aquí conmigo. Porque todo esto que llega: ¡La Gran Inspiración! no es para que me lo quede, ¡es para compartirla contigo!, para que cuando llegue hasta ti lo que tú llamas “una prueba”, recuerdes y sepas ¡que solo no estás! ¡Que la Gran Batalla la vencerás! Que mi Padre te entrega las armas con las que tú lucharás.

¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por compartir y escuchar y seguir adelante!

Verás como te fortalecerá a cada instante. ¡Siéntelo siempre así! Es Nuestro Padre tan amado. Porque -así como es Omnipresente- está conmigo, ¡pero está contigo! ¡Siempre te está acompañando! y es así desde el principio del tiempo; siempre que han habitado aquí mis amados hermanos.

Y a esto que llaman “vivir”, cuando dejen de ser humanos, sabrán, entenderán de lo que les hablo.

¡Gracias hermanos! Que su amor los acompañe siempre. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario