Abril 20, 2016
Ketta/Aleshia (1).
Sucede que algunos, algunos -o muchos
de nuestros hermanos- no lo saben; no lo ven así; no lo entienden. Pero todos, ¡todos sin excepción! estamos recibiendo ¡ésta
Gran Carga de Energía! que viene de otra dimensión; de la verdadera, la de Nuestro
Padre.
Ustedes han visto y se
han dado cuenta, cómo -en nuestro planeta- muchas cosas se están moviendo. Pero
no solamente eso; no solamente en el exterior. También en nuestro interior, ¡todo
está haciendo una gran ebullición!
Algunos, el resultado es -la mayoría
dicen que- ¡decimos! que “estamos
enfermando”. Pero -en éste cambio- ya nos lo habían anunciado nuestros
amados Maestros. Nuestro Padre mismo nos insistió; el cambio de la atmosfera
estaba sucediendo y que en ello ya estábamos viviendo.
Ahora, que muchos piensan y dicen: “Ya
todo pasó”, en el cambio tan anunciado, que muchos pensaron que todo estaría
terminando. Hermanos; todo viene paso a
paso, conforme a lo que cada uno de nosotros hemos hecho, nos hemos preparado y
ha sido nuestro -digámoslo así- “nuestro adelanto”.
¡Pero todos!, invariablemente ¡bendito
Nuestro Padre! afortunadamente ¡todos vamos hacia Él! Es sólo que tú eliges
cómo quieres hacerlo; si paso a paso o en ésta gran oportunidad que se nos
presenta. Porque nosotros así lo deseamos; estar y vivir. ¡Percibir! ¡Apreciar!
¡Sentir éste cambio! Este gran cambio
que muchos pensaron que sería un gran caos; ¡tantas catástrofes que algunos
anunciaron!
Pero déjame decirte hermano, que -viviendo
todo esto- cuenta te estás dando ¡la
fuerza que tiene tu pensamiento!, ¡tu sentimiento!, ¡la vibración!, ¡la Energía
Divina que en ti está! Esa que te entregó Nuestro Padre cuando te creó.
¡Muchos! -y así has escuchado- han
comentado: “Tenemos que seguir adelante.
¡Tenemos que vibrar en amor!, para que -en esa unidad- ¡no sólo en nosotros,
sino en nuestros hermanos!, en todo Ser vivo, todo cambie”.
Y realmente no es que “cambie”, ¡sino
que se muestre como es!, verdaderamente como somos cada uno de nosotros; dejando atrás, ¡apartando de nuestro
interior todo pensamiento¡, ¡toda aquella emoción!, que -en su carga- hace
tanta afectación.
Porque, ¡ahora que está llegando con
tanta fuerza! y no voy a decir que triplicada, porque está multiplicada; tú, cada
uno de nosotros -al recibir- no sabemos
qué hacer con tan gran andanada, ¡pero de amor!, que te está pidiendo que te
despojes ya de todo aquello que te ha estado afectando; ¡lo que has venido
cargando! y que a cada paso, que a cada paso -amado hermano- de Nuestro Padre
en muchas ocasiones te ha estado alejando.
El sumergirte en lo que llamas, lo que
es “tu vida”, pero permitiendo que la controle todo aquello que en tanta
distracción, lo único que hace es retardar tu evolución. ¡El resurgir! ¡El romper de una vez por todas esas
cadenas!, para que finalices con lo que tú llamas “que llevas a cuestas tantas
penas”, tanto dolor.
Y que -a la vez- nos vayamos dando cuenta que el infinito amor, aquél que Nuestro Padre
nos entregó ¡desde el principio del todo! está aquí; sigue presente. Nunca ha
estado ausente. ¡Está en ti! Nos pide amorosamente ¡dejarlo fluir! ¡Permitir
ver ya -en toda esa esplendorosa verdad- lo que es!
A cada paso te muestra que es así
como -día con día- nos alimenta desde el
Sol que te baña. ¡Que déjame decirte!, que cuando envía hasta ti todos esos
rayos, ¡que mira!; aquellos que saben lo
que están pretendiendo abrir en cada uno de ustedes, ahora les dicen: “Te están
haciendo daño. ¡Aléjate de ello! No permitas que en tu cuerpo ni siquiera
llegue hasta ti un destello”. Yo quiero decirte que eso no es cierto.
Cuando tú permites -¡sólo te pongo un
ejemplo!- todo Ser maravilloso que llega
hasta aquí… ¿por qué es que te piden y te sugieren?, que mientras llega a él ¡toda
esa fuerza!, que le des todo lo que
le alimenta ¡y que le des esos baños de Sol que tanto necesita!, ¡para que se
refuerce su cuerpo! y siga viviendo en ésta creación, que Nuestro Padre -a
todos nosotros- al llegar aquí nos dio.
¡Ah!, de tiempo en tiempo siempre hay, siempre ha habido, quien cree
esa confusión. ¡Pero aquellos que de
ella han salido!, yo te digo -amado hermano- no sólo han logrado lo que llaman “la
evolución”, ¡sino llegar libremente hasta la Fuente! ¡Hacia Nuestro Padre
tan amado! Y ahora viven en esa gran libertad, ¡ilimitadamente!, eternamente ese
despertar ¡que tú has buscado tan afanosamente!
Y te acercas y buscas en cada
religión, tratando de obtener, de sentir y de vivir ¡esa visión!, que solo te
la da Nuestro Padre. ¡Porque de Él es la verdad infinita!, que siempre está. Y
en ese amor propicia todo y ha habido y habrá, de aquél, aquélla, ¡aquéllos!,
que tengan el valor ¡de soltar! Soltar
todo lo que aquí -desde que empezaron lo que llaman “el vivir”- los ha querido
encadenar.
Cuando empiezas a
hacerlo, en esa crisis, ¡el impacto que cuando empiezas a sentir, a escuchar, a
vivir!, para ti es ¡tan fuerte!, ¡es tanto! Primero te niegas, porque el temor
en ti se presenta. ¡Lo “desconocido”! -así lo llamas- te atemoriza y prefieres
permanecer ¡cautivo de lo que piensas y crees!, porque eso es lo que ves ¡también
en todos los demás! Esa es tu verdad.
Pero desde ahí -amados hermanos- ¡es
cuando nos empezamos a equivocar! ¿Por qué hablas de “tu verdad”? Cuando tú ¡esto!,
en aquél que de ello contigo quiera hablar, sólo lo que hace es confrontar; ¡porque cada quién defiende lo que llama “su
verdad”! y lo que mi Padre te entrega es ¡una sola! ¡La única! ¡La verdadera! ¡La
que es eterna! y a todos, ¡a todos
nos entrega! Es por eso que nos pide caminar en unidad; enarbolando -que no
la bandera- sino el corazón, que está vibrando en ese infinito amor.
Es por eso amado hermano, que cuando
tú sientes -de Él- su Llamado y al
empezar a enfrentar todo aquello que por tanto tiempo te quiso encadenar, ¡sí!,
¡una gran lucha!, ¡una gran batalla vas a empezar! pero contigo mismo. Porque
cuando empiezas a mirar con toda claridad, ¡con los ojos del corazón!, todo lo
que Nuestro Padre te ha querido entregar; ¡lo que tú eres!, ¡lo que siempre has
sido!, ¡lo que volverás a ser!, cuando
permitas que se una -a tu cuerpo físico- ¡todo tu Ser!
Eso, siempre es, ha sido y será. Y de
Nuestro Padre ¡que tanto te ama es su voluntad! La gran oportunidad en éste Gran
Día Glorioso que recién -¡tanto se nos dijo!- habría de empezar. ¡Eso es lo que
vendría, después de lo que tanto hablaron que sería “el final”! ¡Y sucedió!: ¡Todo terminó! La Gran Noche en la que ustedes
estuvieron viviendo. ¡Tantas cosas!, amados hermanos, porque ahora, la Luz que cada vez más fuertemente ¡hasta
cada uno de ustedes está llegando! y a todos sin excepción nos está tocando.
Ese día ya ha empezado. Y -déjame
decirte- que muchos de mis hermanos, ¡aquellos
que se han preparado!, ya se estarán iluminando. ¡Y no te estoy mintiendo!
Tampoco preguntes ¿cuándo?, porque ¡tú lo estarás viendo! Lo estarás sintiendo.
Cuenta te darás. Eso, ya no lo podrán callar.
La misma Madre Gaia ha
estado sacudiendo todo aquello y en determinados, distintos lugares, había
acumulado tanta inarmonía. Ya empezó ese día en el cual la Gran Limpieza, la
purificación, también en tu interior ¡ha empezado ya!
¡Pero esto no es para que sientas
temor!, porque aquél que -a Nuestro Padre- se está entregando y lo está
haciendo con infinito amor, ¡sabe que su
protección lo está acompañando! y que aquí logrará vivir y hacer -en el sentir-
lo que mi Padre a cada uno le pidió.
Mas -si ni aún éstas palabras resuenan en tu corazón- ¡no importa hermano! Es
que -si aún no es tu momento- ¡psh!, ¡uhm!, ¡ya lo vivirás! ¡Y para ti será un
gran acontecimiento! Para nosotros también. Y entonces -recordando estas
palabras- ¡sabrás que no miento!
Para Nuestro Padre ¡no
existe el tiempo! Todo es ¡justo en el instante que tiene que ser! Cuando tú
estás preparado para todo esto entender, al escuchar ¡sentir tu corazón
acelerado! y querer recordar por qué estás aquí. ¡Que resuene todo dentro de ti!
y que sientas esa voz en tu interior que te diga: “¡Esto es lo que has buscado!
¡Siempre ha estado aquí!, muy dentro”. Sucede que no te habías escuchado, por
estar tan inmerso en esa rutina que la ilusión te ha presentado.
¡Cuántas cosas te ha creado! y te ha
dicho: “Todo tiene un principio y un final. Y eso tú lo vivirás”. Pero entonces
¿qué de aquello que has leído y que resuena en tus oídos?, porque muchos de
ustedes se han preguntado: “Si tú me
ofreces -Padre mío- ¡la vida eterna!, ¿qué debo hacer para lograr ese resultado?”
¡Sólo sentir y vivir el infinito amor!
que El te ha entregado.
En esa respuesta -amado hermano,
hermana- irás reencontrando toda la belleza y la pureza de la Esencia que El -en
ti- ha depositado, en ese cuerpo que te ha abrazado, ¡que necesitas para aquí
seguir caminando!, pero unificarlo. ¡Escucharte! Que haya congruencia ¡en lo que sientes!, con lo que piensas y lo que a
la acción llevas.
Hay tantos hermanos -como algunos que
aquí han venido- se han presentado, ¡sé!, ya lo había dicho mi Padre y así
sucederá: “¡Claman insistentemente por
escuchar!, porque les hable y les muestre de mi verdad. Y cuando mis emisarios
con ellos vuelven a llegar ¿qué sucede? ¡La espalda vuelven! ¡No quieren
escuchar! Es que necesitan y piden que haya -no sólo en las palabras- sino
también en las acciones, tantas explosiones. Situaciones, que su sorpresa -en
ese instante- al escuchar y al ver ¡para poder creer! Y nuevamente todo empieza”.
Porque ha sucedido. En un principio
muchos han querido e inclusive ¡también vivir!, ¡compartir!, porque en un
principio -y si tú lo recuerdas- lo escuchaste también de mí, de tu hermana,
mis amados Maestros en ello insistieron: “¡Todos ustedes pueden hacerlo!”
¿Y qué sucedió? Caímos
en una gran confusión:
“Ya nos dijeron; ¡todos podemos hacerlo!
¡y yo quiero!” Pero al no entenderlo; el no sentir que primero es en ti, que
tienes ¡que separarte de todo aquello!, que no sólo no te ha permitido ¡a Nuestro
Padre acercarte! y sólo escuchar el ego. Grandes divisiones se han creado. Es por
eso que surgieron religiones, y en ellas ha habido y siempre habrá… ¡ahh!,
quienes lo único que hacen es querer mostrar el poder.
El poder ¡sólo es de Él!
¡De Nuestro Padre! Pero en ese infinito poder, lo que El desea es compartir con
éste y con aquél; no sólo en amor, sino también en humildad ¡y que caminemos en
unidad! En esa gran armonía que ¡ya se tuvo un día! ¡y que se vivió!, ¡resurgió!
Porque tú también, alguno de ustedes
ya alguna vez lo leyó: ¡Grandes Eras
Doradas! en las cuales sólo el amor de Nuestro Padre se mostró; ¡donde no había
enfermedades!, ¡ni siquiera sabían!, ni escuchaban hablar de calamidad. Sólo
era ¡todos por igual! ¡En cada Era lo han logrado! ¡Ahh!
Tú te preguntarás: “Y todo ello ¿cuánto
ha durado? El tiempo, el tiempo que tú has permitido, porque luego -por todos
ustedes es sabido- empieza a surgir ese
gran enemigo: ¡El ego!, que todo lo ha destruido; empezando por ti mismo. Empieza
a permitir que las emociones, ¡que la discordia!, ¡las tentaciones, hagan presa
con tanta fuerza! y entonces tantas distracciones. Es por eso que algunos
aún siguen intentando, ir logrando llegar hasta Nuestro Padre tan amado.
¡Pero sí ha sucedido! ¡Yo te lo digo,
hermano querido! ¡Aquéllos que lo han
logrado y que permanecen firmes, no sólo en la fe, sino en el amor! ¡Que
solamente un pensamiento tienen dentro: El volver a Él! ¡A Nuestro Padre! A
ese lugar que El -para ti- tiene designado. ¡El que siempre te ha pertenecido!,
que sólo espera que vuelvas a su lado.
Y nunca te ha dejado
solo. Eso, tú
pensarás es tan repetitivo ¡y lo seguiré diciendo!, ¡hasta que lo mantengas
vivo!, ¡no sólo en tu mente, sino en tu corazón! Que todo lo que viene de la Fuente
¡es para ti! y te lo envía, te lo hace llegar con infinito amor.
Ahora, -en éste Gran Cambio-
¡esa es la batalla que Nuestro Padre te dijo que estarías enfrentando! Que
surgirían muchas cosas. Que te hablarían e insistirían en decirte que todo eso
es porque ¡tú! así lo has querido. ¡Que no existe quien te ha creado! Pero hoy
es el momento en que el Dios Vivo en ti, ¡en ti!, ¡desde tu interior!,
nuevamente te esté hablando. ¡Te esté guiando! Te siga llevando de regreso al
hogar; a aquél que ha de tiempo quisiste dejar, para hacer éste viaje, que
muchos de ustedes están deseando ya finalizar. ¡Y así será!
Algunos ¡preparándose
están para el abordaje!, de vivir todas esas sensaciones; de estar; de ver; de
compartir en esas dimensiones, en donde sólo existe el amor, que es el que -por
Consecuencia Divina- te muestra -de Él- no sólo lo mejor, ¡sino lo eterno! ¡Eso que tiene todo el valor! y que
no encuentras aquí, en éste que tú llamas “tu vivir”, ¡pero que aquí está enviando,
para que lo vuelvas a sentir! Para que vivas ¡de la Esencia! y sientas su prEsencia,
aún estar caminando en ésta ilusión.
¿Por qué crees tú?, que
aquellos de nuestros hermanos que empezaron a sentir y a resurgir, sufrieron de
gran persecución. Ahora
-con lo que tú llamas “esos adelantos” no es así. Sin embargo, ¡ahh!, los dogmas de los que llaman “religiones” ¡te
atrapan tanto!
¡Nuestro Padre te da la
libertad! y -en esa libertad- para que tú sigas tu caminar y elijas si en ésta
oportunidad es tu deseo volver a Él, tal cual como cuando llegaste; ¡con esa
pureza!; con esa cristalización, que nuevamente en éste planeta está haciendo
toda la purificación: La Rejilla Cristalina. Esa, que a nuestros hermanos -¡sus hermanos mayores!- al
remover lo que ¡ya no podía seguir!, ¡porque tú -al resurgir- necesitarías
mucho más de Él!, de Nuestro Padre tan amado.
Ahora que éste planeta
ha llegado ¡exactamente al lugar!, donde -en ti- ¡todo se estará anclando!,
porque viene directo: La Luz ¡tan divina!, ¡tan clara y cristalina! Los Fotones
Sagrados ya empezarán y estarán iluminando a aquél que desee -de todo esto-
estarse liberando.
¿Ves? como la verdad de Nuestro Padre ¡siempre ha sido! ¡y será! y se
seguirá presentando! a pesar, a pesar de
los pesares de aquellos que siguen intentando que tú no escuches, ¡ni mucho
menos sientas lo que en ti -en tu interior- ya está gritando!
¡Te han hablado del Dios
Vivo! ¡Pues eso es! Eso es -amado hermano- lo que hará que en ti ¡ya nada siga
cautivo! ¡El Gran Regreso del amado Maestro!, que en ti hará
resurgir -tal como lo oíste decir- y nuevamente: “Yo Soy el camino, la verdad y
la vida, para que todo aquél hermano que vuelva a la Fuente ¡eternamente lo
viva! ¡Siempre! ¡Siempre estará presente!”
Ahora -porque tú así lo has deseado-
estarás escuchando ¡y no sólo eso! Lo
estarás sintiendo ¡en ti!, ¡a borbotones!, desde tu interior hacia el exterior,
en infinito amor; para que éste cambio no sólo tú lo vivas, sino ¡todo aquél
hermano que quiera y desee ya romper con ésta ilusión!
¡Y ha de aquellos!, que al escuchar
todo esto, aún así, dicen: “¡Qué aburrimiento! Sólo palabras ¡y nada siento!” No
te equivoques hermano, hermana; porque la
semilla ¡ya en ti está quedando!
¡Y ésta hermana que te
habla, tal vez en físico no estará para ver en ti el cambio! ¡Pero desde donde
me encuentre!, ¡desde donde vengo, me estaré regocijando!, al ver cómo -cada
uno de ustedes- ya empiezan a vivir “¡el Gran Cambio!”, si
así lo quieren llamar. Yo diría: Es ¡romper con todo! y permitir que la Esencia
se muestre, en la verdad que “Él, que todo lo puede” nos quiso entregar. ¡Mi Padre
tan amado!
En la enseñanza del “Yo Soy”, todo
esto de lo que has escuchado, es lo que vengo -a ustedes- a entregarlo.
Abril 20, 2016
Leutón.
También he pedido hablar con ustedes,
porque -hermanos queridos- todo lo que está sucediendo en éste cambio ¡que por
ustedes fue pedido!
Yo soy su hermano. ¿Recuerdan?, que a
tanto insistir, los que escucharon cuando ¡tu hermano Leutón!, empezó de ello a
hablarlo: ¡El cambio de dirección!, cuando
los polos hicieran su unión. Todo esto ya sucedió. Ahora lo que ustedes están
viviendo es -tal como lo dijo la hermana- la cristalización ¡de toda la raza
humana! ¡Porque eso es lo que está sucediendo!
Ustedes -en éste cambio-
¡su cuerpo lo está resintiendo! Les dije que al unirse el protón con el
electrón, ¡claro que habría una reacción! ¡Uhm! Una gran -ustedes
quieren llamarlo “electricidad”- yo diría de qué está hecho la inmensidad. Los
fotones que empezarán a llegar, ¡ya lo están!, pero en un principio lo han
hecho en mínima cantidad ¡y aún así! ustedes hermanos, lo están resintiendo.
He pedido con ustedes hablar, porque
cada vez con más fuerza estarán recibiendo y sobretodo aquello, aquellos que se
están preparando, porque en la Gran Alineación
que en su cuerpo están logrando, ya lo dijo la hermana; tienes que vivir ¡en el
equilibrio total! Y algunos dicen: “¡Alinear tus chakras!” Los vórtices que
también en tu interior están, tan directamente cuando la Luz empieza a cruzar ¡y
por el chakra corona en tu cuerpo empieza a penetrar!
Si tú estás alineado, esa unión -ella
te habló de un Gran Fractal- ¡sí amado hermano! Y tú te preguntarás: “¿Por qué
Leutón también de esto me viene a hablar?” Es muy claro. ¡Todo tiene un “por
qué”! Cuando se ha logrado esa unión, en ésta ilusión se empieza a mostrar ¡aquello
de lo que tú no querías creer! Ella te ha insistido y también los Maestros que
han venido, te han dicho: “Es igual
arriba como abajo” y “lo que es adentro es afuera”.
Al unirse ese Fractal,
en la gran fusión que logra el protón con el electrón, ¡el fotón comienza a
activar! “Y eso
quiero verlo. De qué manera -ustedes dicen- estoy escuchando, pero no puedo
creerlo. O no sabría qué respuesta a ello darlo”. ¡Ya lo empezarán a ver!, todo
lo que está sucediendo. ¡Ahh!
Muchos de ustedes se están
preocupando, porque dicen que en la atmosfera ahora lo que están respirando,
pues hermanos, es lo que ustedes estuvieron provocando. Pero nosotros -y eso lo
verán ¡muy claramente en estos días!- nosotros
sus hermanos ¡por voluntad de Él!, todo ello estaremos limpiando. Purificaremos
lo que ustedes seguirán respirando, ¡porque las oraciones que muchos han estado
elevando!, nos ha puesto en acción.
¡Nosotros les estaremos ayudando!,
pero es necesario que ¡ustedes en unión!, corazón con corazón, en esa Gran Conciencia
¡que en muchos ya despertó!, vivan y lleven ¡a la acción!, todo aquello que
haga que -en éste amado planeta- todo resurja para la Nueva Era. ¡Y así será! Su
hermano Leutón de eso les viene a hablar.
Mientras tanto, he de decirles que hemos preparado para el Gran Portal que
será utilizado. Ahí también estaremos esperando. ¡No debe de haber en ustedes temor!
Que sólo los lleve y escuchen ¡con todo el valor! lo que -al seguir adelante-
podrán compartir ¡que no sólo ver! -en el sentir- de lo que El, “¡Aquél que nos
creó!”, ha preparado para ustedes en gran amor.
En la estratósfera -para
que llegue a la atmosfera- falta muy poco. Ya no hay ¡ahh!, tri-dimensión. ¡Es
mucho más! y lo verán en acción. Es por eso que el planeta ha tenido ésta
reacción ¡al reajustar! Y han dicho: “Movimiento ¿telúrico?” ¡Las placas
tectónicas se están revistiendo de la Gran Energía!, aquella que están
sintiendo. ¡Háganlo ustedes también! ¡Recíbanlo en su cuerpo! ¡Suelten todo
aquello que ya es viejo!, ¡que no necesitan!
A eso -y para ello-
todos los Maestros ¡y tus hermanos! los invitan; a que vivan el Gran
Resurgimiento en amor. Que sólo sea ¡ese sentimiento! Que en ustedes siempre
permanezca vivo. ¡Que vaya con cada uno! y que ¡comparta con todo Ser vivo!
Porque ya se les dijo ¡que
en unidad iban a caminar!, amados hermanos. ¡Y así será! Y entonces ya no nos
llamarán “sus hermanos mayores”, porque en Gran Unión estaremos con ustedes.
Tal como muchos lo han dicho: “Para ustedes vienen ¡tiempos mejores! en
el amor y en la unión”. Porque muchos volverán a ver -en el resurgir- ¡todo
aquello que no han querido creer y que está vivo en ti!, ¡en cada uno de
ustedes!
Yo soy su hermano Leutón y todo esto
les comparto ¡en infinito amor! y les vuelvo a insistir: Que en ustedes no haya temor, porque ustedes que se están entregando y
que con El continuamente están hablando ¡y se dejan llevar! -de Él- si así lo
quieres llamar, toda la protección y la Gracia Divina, lo verán en acción.
Que yo soy ¡Leutón!
Abril 20, 2016
Maestro Desconocido.
Se ha permitido que el
hermano hable contigo porque tú, que todavía en tu pensamiento y en tu acción
eres ¡tan humano! y has tenido una reacción a todo lo que está sucediendo; lo
que han creado en estos días. ¡Esa gran confusión y sobretodo el temor! ¿A qué
viene todo ello?, si nosotros -al estar con ustedes- les hemos hablado ¡de todo
lo bello!, que cada uno está acercando para vivirlo, para sentirlo y conocerlo.
Ya algunos han pensado: “¿Y que
sucederá? De todo esto, el resultado ¿cuál será?, si nos estamos preparando
para un gran reencuentro”. ¡Pues síguelo haciendo hermano! ¡Que nada de ello te esté moviendo! ¡Se te ha dicho que no escuches las
voces del exterior! ¡Sí! Pudiera resultar tan difícil para ti, pero no olvides
y en ese instante con más fuerza ¡decreta! ¡Tu oración eleva a “Aquél que todo
lo puede”!, para que te des cuenta y sientas que está contigo.
Y si así permites ¡que tu fe cada vez
más y más crezca!, cuenta te darás ¡que nada -que no venga de Él- te moverá! ¡Es
ahí donde la fe!, ¡la fe que cada uno de
ustedes permita y quiera tener!, ¡aunado con el amor!, ¡son la llave maestra
que abrirá todo para ti y sin ningún temor!
Te has preguntado que cómo -en
aquellos tiempos- cuando a Moisés,
cuando a Noé y a todos aquellos con los que el Padre ha hablado y los ha guiado,
y dices: “¿Y en éste tiempo también se podrá ver? Hermano querido; si tú lo
permites, ¡claro que sí!
Y no sólo que lo puedas
ver; ¡lo podrás tener! ¡Será en tu diario acontecer! si tú te abandonas a Él, ¡a
sus manos!, ¡a que se ejecute el Plan Divino en ti!, porque de ¡todos ustedes!,
¡de cada uno!, ya todo está escrito, en lo que tú llamas “éste vivir”. Pero
cuando prefieres y hacerlo todo ¡por ti!, e insistes en lo que ¡tú crees que es
por tu bien!, ahí es donde ¡te resistes!, a que “El que todo lo puede” se
muestre ¡en ti! ¡Primero para ti! ¡y luego para todo aquél! Mira lo que ha
sucedido; cómo ¡y de qué manera ha movido! ¡y todo lo que ha mostrado!, cuando
aquellos de tus hermanos ¡han permitido que se muestre en ellos “El Dios Vivo”!
¡Y puede hacerlo contigo!
¡Es por eso que estoy aquí, hablándote de ello! ¡La Gran Enseñanza! que han
escuchado; que de tiempo en tiempo se les ha traído; ¡de todo esto de lo que se
les ha hablado!, ha permanecido ¡y seguirá!
¡Y mira! ¡Muy importante! ¡En ti
está!, ¡que al escucharlo sientas! ¡Que de verdad tu corazón te dé la respuesta!,
para que comiences ¡y paso a paso no sólo lo intentes!, sino que ¡para ti! se
realice -ya no ese cambio- ¡sino el
resurgimiento a la verdad!, al amor infinito y verlo todo con claridad ¡y
caminar en la sabiduría que El te entrega y que vas a utilizar día a día!, para
que el discernimiento al elegir -no lo que es mejor para ti- sino ¡eso que El
desea que vivas ahora que estás aquí!, para que en ti ¡y para ti! sólo haya y
sientas ese amor y seguir en esa unión, compartiendo con cada hermano ¡todo lo
que a ti te entregó!
Esa instrucción ¡a todos y cada uno
de ustedes! ¡El la hizo!, cuando venir aquí te pidió. Y tú -al querer separarte-
y El aceptarlo con amor, te dijo: “Amado
hijo, sé que a mí volverás cuando sea tu deseo, ¡porque sé que lo elegirás! y
ya basta de experimento y a mí quieres regresar. Entonces -lo único que tienes
que hacer- ¡es elegirte! para a mí volver. Porque entonces estarás permitiendo
y estarás sintiendo todo lo que Yo -en el “Yo Soy”- aún estando aquí -en ésta
ilusión- al estarte hablando, te he insistido ¡que ya lo estés utilizando! Que
vivas y camines en el Sendero Divino. Y entonces, también cuenta te darás ¡que
solo no estás! Que hay -y a tu lado caminan- a quienes he querido enviar; ¡que
de mí te han venido a hablar y a mostrar!, cómo puedes volver, ¡porque en ti
está! ¡Tú! -al tomar esa decisión- entonces ¡saldrás de tu confusión! y te
permitirás abrir las alas, para volver al hogar. Ese que esperando por ti está”.
¡Y mira que es verdad! ¡Todos los que
aquí te han venido a hablar!, muchos de ellos te han dicho: “¡No es fácil que
contigo esté!, pero escuchándome estás ¡porque tú lo has permitido!” Yo te digo,
amado hermano: ¡Es verdad!
Sólo de tiempo en tiempo, algunos de
los que aquí has escuchado ¡y no es que quiera decir “se han presentado”! Es
que ¡tú has permitido! y al seguir
adelante ¡te estamos acompañando!, porque -en éste Proyecto- lo que es de Él su
deseo ¡es que llegues triunfante! ¡Que ya nada te detenga! ¡Y así será!
¿Para quienes? Aquellos que -algunos al escuchar- han de decir: “Ya me
he elegido”. ¡Pues permite que la fuerza siga contigo! ¡Que ya nada te mueva!,
que no sea solamente el amor del Padre que te ha creado ¡y sigue y vive en tu
equilibrio!, amado hermano.
De todo esto -el movimiento que se
está dando- ya te hablaremos de ello. Conforme sigas, muchas cosas que se están
moviendo, ¡tú bien sabes que te hemos
dado la respuesta!, ¡porque esa es la voluntad de Él y de nosotros también!, ¡para
aquél que se ha querido elegir y que siga adelante! ¡Que no se permita sucumbir!
con todas esas cosas que pretenden detener tu camino. ¡No lo permitiremos!
Pero también te pedimos
que tú quieras escucharnos; ¡que no sólo oírnos!, ¡también sentirnos! Que todo esto que te decimos ¡es
verdad! Porque has ido comprobando que todo -palabra por palabra- y en gran
fidelidad viene de Él, porque es su voluntad. Para ti amado hermano. Para ti. ¡Tú!
que te estás preparando. ¡Tú que deseas
volver a su lado!
Es por eso que nosotros te estamos
hablando.
Abril 20, 2016
Ketta/Aleshia (2).
Ahora, todo lo que en estos días
muchos de mis hermanos han visto, que han sentido de qué manera no sólo a
ustedes, a su hermana, ¡a tantos!, los
ha movido.
A algunos los ha
sacudido una gran tristeza, una gran confusión. A otros, lo que en el exterior
que ha movido con tanta fuerza; lo que ha mostrado la Madre Gaia en su corteza ¡y
aún seguirá!
¡Pero no piensen que porque es de Nuestro
Padre su voluntad! Necesario es, por
todo lo que ¡ya se había logrado acumular en ésta densidad!
Al romper con todo ello, por ustedes
es bien sabido, la Gran Catarsis que inclusive cada uno en algunos momentos de lo
que ha vivido. Nuestra Madre Gaia nos está acompañando ¡o la estamos
acompañando! en éste suceso, porque ¡con ella hemos ido caminando! ¡Nos ha
abrazado! ¡Nos ha dotado de tantas cosas!, porque ha sido la voluntad de Nuestro
Padre tan amado.
Ya se nos ha dicho que
empezaríamos a vivir y a caminar en unidad; lo que es la hermana Humanidad con
el Reino Animal ¡y con el Elemental! Y empezará a suceder. Ya todo lo que se
está moviendo lo está mostrando, aunque muchos no lo han querido creer.
Hay muchas cosas de las
que aún no se les ha dicho. No lo han hecho público porque no les ha convenido. Y
tú te habrás de preguntar: “¿Por qué está diciendo todo ello?” Porque ya
empezará al descubierto a estar. ¡Muchas de las cosas de las que ni siquiera
puedes imaginar!
¡Tal como hace tiempo!, no es que me
haya atrevido a expresar. Es que mi Padre ha indicado que es el momento en que
ustedes ya lo puedan escuchar; los
nuevos vórtices que se han -en ésta Madre Tierra- querido formar. Pero ha
sido precisamente por aquellos ¡y para aquellos! que en gran preparación están.
¿De qué manera si no?, pudieran
atestiguar ¡y sentir y vivir que es verdad!, todo de lo que ¡no sólo yo! les he
venido a hablar. Porque así como ahora
estoy compartiendo con ustedes en ésta reunión, esto que están escuchando,
también en diferentes puntos del planeta, tal como Nuestro Padre lo ha estado deseando
¡y sucederá! ¡y nos reunirá!, porque esa es la finalidad ¡para todo lo que va a
empezar!: Que caminemos y estemos todos en unidad.
Pero no creas que
porque esto te estoy diciendo, tu hermana será ¡la única que empezará! Mira;
para mostrar, mi Padre ya todo lo tiene dispuesto y ha determinado el momento, ¡pero
para aquellos que ya es su tiempo!, que ya están preparados para vivirlo, no sólo
para creerlo, ¡sino para sentirlo!
Si ha resonado en ti todo esto de lo
que llamas “El Nuevo Vivir”, ¡que no es “el Nuevo”!, ha sido siempre el mismo. ¡Es
el único! ¡Lo que sucede es que ustedes
han creado un abismo! que no han querido ¡cruzar!, por el temor a lo que dicen “que
no conocen”, pero que en ustedes está. Siempre ha estado ¡y que resurgirá!
Te pongo un ejemplo tan
simple hermano: Cuando vez aquella puerta que nunca has cruzado y que -si te
permites pensar- ¡el temor te asalta!, cuestionando: “¿Qué me puede esperar? ¿Y
si es algo que me va a afectar? ¿Y si me arrepiento luego de haberlo hecho? Será
mejor no cruzar”. ¡Pero estás permitiendo que la razón te siga manipulando!
Yo te pregunto: ¿Cuándo has dejado que el corazón -en el sentir- te de la respuesta de
lo que tú te estás cuestionando? ¿Qué te dice? Porque si con sólo ver sientes
esa gran paz, ese infinito amor y hay
algo dentro de ti y tú lo llamas “intuición”, ¡pero es -de Nuestro Padre- ese
gran don que te entregó! y que te dice: “¡Hazlo!, porque aquí estoy. Te estoy
esperando. No tengas temor. ¡Ha de tiempo! amado hijo que te estoy -no sólo hablando-
¡tantas señales te he estado enviando! Dime por qué -para volver a mí- ¡tanto
te has estado tardando!”
Y hablo del tiempo; ese tiempo que a
ti tanto te ha afectado, porque cuando le hablas, le dices: “¡Padre! ¿Por qué has permitido que sufra tanto?, ¡que me
suceda todo esto!” Sin darte cuenta que eres tú, amado hermano, ¡eres tú!, por
no querer -esa puerta- ¡de una vez por todas estar cruzando!
¡Y si tú puedes decir
para estarte justificando! “Es que ¡cerrada está!” La llave te la entregó y no la
has querido utilizar.
En ese infinito amor, mi Padre siempre -por cada uno de ustedes- esperando está
¡y seguirá! Mas ahora ¡está esa gran oportunidad! El tiempo cada vez ¡más y más!
se acerca. Ustedes cuenta se darán ¡por todo lo que sucederá!
Mi Padre tan amado ¡de
una y mil formas se ha mostrado!
Ahora es el tiempo en que ¡aún más! y
directamente, con cada uno de ustedes ¡lo hará! Antes de ello, que enviará de la Fuente toda esa energía ¡que te
fortalecerá! y será tu guía y tu inspiración, para que tú -lo que sigas- lo que
empieces a hacer, sea en infinito amor.
Sabemos que lo harás,
porque de todos esos milagros que te han hablado, de lo que tú has leído, lo
que has escuchado, hermano querido ¿quién tú crees que lo hará? ¡Serás tú! ¡Tú!,
cuando ya vivas en esa libertad;
cuando abras las alas que mi Padre -cuando
te creó- te quiso entregar y permitas ¡que la Esencia! -al sentir su presencia-
la Chispa Divina vuelva a encender y la Llama Trina ¡en ti!, en ti, ¡todos tus
hermanos no sólo la vuelvan a sentir!, sino que la puedan ver.
Ahí es donde surge esa
Raza Elegida, que -en cada Era Dorada- camina ya no dormida; sino en ese despertar tan infinito,
en el amor ¡eterno! que El nos da.
No sólo guarden estas palabras. ¡Que
resuene en su corazón!, porque el tiempo
-cuando llegue- y que ya no escuchen a su hermana, sabrán ¡que verdad son! y querrán muchos de ustedes
el tiempo regresar, ¡no sólo a ésta ocasión! ¡No sólo a ésta reunión!, sino
a tantas en las cuales ¡otros hermanos estuvieron!, escucharon ¡y se alejaron!,
porque dicen “que nada sintieron”.
¡Ha de aquellos que han estado
volviendo! de tiempo en tiempo. Pero mi Padre
siempre, ¡siempre! ha estado no sólo contigo, también con ellos. ¡Y nosotros
también!, porque es Su voluntad que de ello ¡y de Él!, de su infinito amor
estemos aquí. Los venimos a acompañar para de ello hablar.
Poco has leído, en Tesalonicenses,
a partir de esto ¡han compartido!, pero muchos no lo han creído.
Hay muchas cosas -hermano querido- de
las que todavía te seguiré hablando. De mi Padre Su voluntad que te siga
compartiendo y te estaré mostrando. ¡Pero
lo que tú puedes hacer!, ¡lo que tú vas a hacer! en la Gran Avanzada, en éste
florecer de ¡tan grande Era Dorada!, porque ahora serán ¡muchos más! los que -a
mi Padre- van a volver.
¡Hecho está! ¡Escrito está y sucederá!,
aunque en éste instante no lo creas.
¿Será necesario que lo veas? ¡Así
será!
Abril 20, 2016
Sananda.
Y así es. En ese lugar que llaman
“Tierra Santa”, donde mi Padre -en aquél tiempo- permitió y que su hermano a
ustedes acompañó. Sólo quiero decirte -hermano querido- lo que habrán de vivir ¡es necesario ya una Gran Unificación!
Empezarán a escuchar de -en quiénes-
habrá una reacción. Ahí, lo que se creará, porque de aquí, de aquí, tal cual
como -de Él- es Su voluntad, sentirán
que ahora “Tierra Sagrada” cambió de lugar.
No te preguntes el “por qué” de éstas
palabras. Que mira que mi Padre ¡con voz atronadora! -¡tú lo has escuchado
cuando habla!- ahora ha llegado la hora
de que todo se empiece a mostrar: El Dios Vivo ¡en cada corazón!
Así, esto que está sucediendo, para
la Gran Purificación. Pero que en
ustedes hermanos no haya temor; que también yo los acompaño, en infinito amor.
Y así -con ustedes- habremos de compartir.
Muy pronto sabrán ¡mucho
más de mí! Aquello que no habías escuchado, pero que desde el corazón de mi Padre
tan amado y para ti ¡y en ti estoy!
Que yo soy ¡Sananda!, tu hermano.
Abril 20, 2016
Saint Germain.
¡Y así es -amados!, ¡amadísimos
hermanos!- como nosotros con ustedes, con infinito amor nos presentamos. Con tantas ¡ustedes les llaman “sacudidas”!,
pero necesario era.
Porque mira; hay muchas
cosas que todavía trataban de permanecerlas escondidas. Ya ustedes escucharán. ¡Ya
sabrán qué es lo que -a la Luz de Nuestro Padre y para ustedes- han empezado ya
a hablar! A hablar con su sola presencia. A mostrarse y hacer sentir ¡toda la Esencia
que viene de Él!
¿Recuerdan que también
les hablamos de las que ustedes llaman “piedras”? Miren hermanos, les hemos de
hacer ¡una gran entrega!
Ya preparado todo está. ¡Por eso mi hermano les hablo! ¡Por eso estamos todos
en ésta reunión, en éste círculo amoroso! Y yo lo hago con tanto gozo.
No sientan temor -amados hermanos-
que para ustedes aquí ¡y no sólo para los que están reunidos!, para todos aquellos que a Nuestro Padre
hablan, ¡quieren!, ¡le piden una respuesta! ¡Será muy clara y tan directa! Mientras
tanto ¡amados!, sigamos en la preparación y hay que hacerlo con infinito amor.
Todos aquellos que han
sentido que dentro -en su interior- ha habido una Gran Revolución ¡saquen!,
hermanos queridos. ¡Suelten! ¡Dejen! ¡Sólo sientan el amor! ¡Y no se pregunten
tanto!, que la respuesta de mi Padre ¡para cada uno de ustedes estará llegando!
El te va a mostrar -en infinito amor- qué es lo que para ti está preparando. ¡Qué
es lo que desea! ¡De qué manera te pide que te estés entregando!
¡Mira! Tampoco pienses -como
algunos, en gran error- que necesitas en soledad caminar. ¡No es cierto! De
ello ¿quién te habló? Tú puedes hacerlo, pero con aquél hermano, con aquélla
hermana que también esté, ¡sí!, en esa misma vibración, ¡en ese infinito amor! ¡Que
no pretenda ni quiera detener tu camino para llegar al “Yo Soy”.!
¡Además! -ya la hermana
les ha hablado- el verdadero amor que Nuestro Padre -a ustedes- ha entregado ¡es
infinito! ¡Es eterno! Amados hermanos: ¡Es universal! Que por todos y cada uno
lo sientes. Y cuando eso lo entiendes ¡no hay soledad! ¡No la hay! ¡Esa no
existe! ¡Esa tú la has creado!, porque cuando te empeñas en tergiversar el amor
que El te ha entregado; darle a uno de tus hermanos ¡el poder! de que en ti
haga sentir la felicidad, la alegría o la tristeza, ¡no hermano! ¡No es así! ¡Eso
es tuyo! ¡Mi Padre te lo entregó! y eso ¡tú! lo harás crecer o lo destruyes,
según como lo entiendes.
¡Pero no es para eso
que El aquí te pidió que estuvieras!, que vinieras. ¡No! ¡Es para que sintieras!,
para que compartas y muestres el infinito amor y la vida, ¡la verdadera! ¡y claro
que puedes hacerlo también!, con alguien que camine a tu lado, lo que tú llamas
“tu pareja”, pero ¡los dos tienen que entender!, que no haya imposición; que vivan
ese amor, el verdadero; el cual permite que el otro crezca y florezca,
sintiendo y viviendo también. ¡Realizando lo que mi Padre le está pidiendo!
¡Pueden hacerlo! ¡Ya se los ha dicho
la hermana! ¡Entiéndanlo así! ¡Ya dejen esa forma humana de vivir!, ¡de creer!
y de lo que llaman “sentir”. Porque el
sentir, el verdadero, ¡es aquél en el cual tú te permites fluir!, ¡confrontarte
a ti mismo y entender! Resurgir, para vivir todo lo que está en ti, ¡lo que El
te entregó! ¡Nuestro Padre tan amado!
Y si sigues adelante,
mira; ¡no es el fin! ¡Es la vida eterna!, porque se comienza a pulir y entonces
se ilumina, en ese brillo tan grande resurge
el diamante ¡que eres tú! ¡Sólo tú! -amado hermano- así como mi Padre te ha
creado.
Y mientras tanto, para que tú -al
empezar a entenderlo- empiezas a prepararte, para eso te ofrezco ¡mi Llama Violeta! Tú bien sabes que es necesaria para que
tú transmutes ¡todo aquello que te afecta! ¡Que lo sueltes! ¡Que eleves hacia Nuestro
Padre! ¡Le entregues!, a sabiendas de que -en ésta densidad- aquello que
quieres soltar; que te está haciendo ¡llorar!, ¡que te está trayendo
sentimientos de dualidad!, con la Llama Violeta ¡todo lo comienzas a purificar
en ti y para ti!
Y mira hermano; cuando
tú lo elevas -en esa purificación- mi Padre luego te lo regresa, en infinito
amor y multiplicado. ¡Porque nada se destruye! ¡Porque todo se multiplica! ¡Limpio,
cristalino vuelve a tu lado!, para que tú lo compartas con tu hermano. ¡Es así
como funciona en el infinito, en el Cosmos, en el Universo que no tiene fin!
Amado hermano; ¡recuerda!,
¡entiende! que es ¡así! como tú tienes que volver -en éste verdadero vivir- a
hacerlo. Es por eso que te dicen que ¡el Dios Vivo en ti se mostrará!, porque
es cierto. ¡Nada en ti morirá ni ha muerto! La Esencia con la cual El te quiso
crear ¡siempre está! Lo único que se queda; lo que dejas ¡es el cuerpo! que te acompaña;
que te abraza, para poder caminar en ésta densidad. Pero lo que lo mueve; lo
que le da -lo que tú llamas “¡vida!”- es tu Esencia. Es esto, donde sientes -de
Él- su presencia. Les daremos una prueba fehaciente de que es así.
Nuestro Padre que ¡todo
lo puede! y que es ¡Omnipresente!, ¡Omnisciente!, ¡Omnipotente! ¡El Todo y la
Nada! ¡El principio y el fin! -que no lo hay- ahí es donde ¡en ese Gran Vacío!,
amado hermano, ¡tú te vas a cristalizar!, cuando te permitas sentir el infinito
amor que El nos da.
Y en esa gran y eterna dimensión ¿quién tendrá el valor? de permitirse
sentir, de todo esto que ya la hermana y mi hermano les habló. Por eso ¡recordándotelo
estoy!, amado hermano. ¡Y no se
preocupen! ¡Sigan adelante! ¡Decreten! ¡Pidan! ¡Sientan! ¡Compartan con sus
hermanos! ¡Eso es lo que mi Padre desea de cada uno de ustedes! y nosotros
también.
¡Hazlo, amado hermano! ¡Hazlo!, que no tienes idea de cuánto ayudas a tus
hermanos, aquellos ¡que todavía dormidos siguen caminando!, ¡que insisten en no
aceptar!, en decir que “no hay nada más que lo que aquí la tecnología les pueda
mostrar”. Ya está muy cercano ese día en el cual ¡cuenta se darán cuánto se han
podido equivocar! Algunos ¡ya cuenta se están dando!
¡Y tú, mi querido hermano!: ¿Preparado?
¿Preparado para esa gran reunión? ¡Los estamos esperando! ¡Sigan adelante! en
esa preparación. ¡Y vuelvo a insistir!: Nosotros -si hay algo que tengan que hacer o cómo se deban preparar- ya de ello
les vamos a hablar.
¡No tengan duda que
tienen de Nuestro Padre toda su protección! y de nosotros la guía amorosa y la
inspiración en su nombre ¡para
ustedes! mis amados estudiantes, en la Luz de la enseñanza del “Yo Soy”, porque
el “Yo Soy” les mostrará ¡todo! en infinito amor.
Que yo soy ¡Saint Germain!
¡y dejo para ustedes mi Llama Violeta! Que en esa gran Alquimia amorosa, en cada
uno de ustedes -en su interior- ¡libere!, para que todo lo que está llegando -amado
hermano- se ancle ¡y se siga empoderando!, para que lo único que estén
mostrando sea de Él y para Él. Y que la Gran Amatista -a todos ustedes- de esa
gran fuerza los revista, ¡amados hermanos!
Que la Luz infinita del Padre a todos
ustedes los siga abrazando, y éste planeta en gran amor, en la Nueva Era, la
marcha triunfal se escuche fuerte e infinitamente.
Ahí estaremos con ustedes, ¡amados
hermanos!
Seguiremos caminando; que lo etérico… los está esperando.
Abril 20, 2016
Ketta/Aleshia (3).
Ya no hay, no hay otra forma, cuando de
esto se empiece a hablar. También será -ya se les había anunciado de manera
coloquial- cuando con cada uno, de acuerdo a la voluntad de mi Padre, empezar a
hablar.
Mas todo esto se ha ido llenando de
tantos cambios; pero no porque sean intempestivos, sino porque -a fuerza de ser
necesarios- de acuerdo a como tú -hermano querido- aquél que no ha querido soltar, en seguir caminando en la dualidad: Hoy
estás tan entregado y mañana empiezas a dudar. ¡Eres tú! el que acercas o
comienzas a alejar lo que mi Padre ya ¡tanto! te quiere entregar.
Entonces, después de
haber escuchado, no es que insista y te diga: “Ten mucho cuidado”. Sino “permanece
firme”. ¡Firme en esa fe!, en ese amor, que tú has dicho que a Él quieres entregarte;
que de todo quieres liberarte. ¡No te preguntes ni tengas duda, que El siempre
va a guiarte! Sólo espera. Toma momentos en los cuales ¡no haya en ti ni un sólo
pensamiento! Permite que sea la voz de tu interior. Que sea tu corazón el que
te indique, porque ten presente y ten la seguridad de que llegará la
inspiración. ¡Siempre ha sido así! Siempre será.
¡Mira! El que ha sido
el más devoto seguidor, he de decirte que -cuando se ha permitido un momento de
debilidad- pero al reaccionar y ¡a mi Padre llamar!, ¡implorar!, ¡pedir! que le
den una señal; yo te digo que no sólo una, ¡sino muchas hasta él, hasta ella
han llegado! Es por eso que también se te pide estar tan alerta y entregado. ¡En
ti está la decisión! ¡Tú la estarás tomando!
Esto es lo que me pide mi Padre que
te diga. ¡Por eso de ello te hablo! y cuando vivas esos momentos de esto te
estarás acordando. No pienses que estás
solo; es cuando con más fuerza ¡El se estará presentando!, en ti, dentro de ti.
Y de toda y cada pregunta, respuesta te estará dando. ¡Lo ha hecho siempre!
Lo seguirá haciendo; contigo; con todo aquél que desee ya -las distracciones de
ésta ilusión- estar venciendo.
Ahora -amado hermano- yo te agradezco
el haber compartido; el haber escuchado; el haber estado aquí conmigo. Porque todo esto que llega: ¡La Gran Inspiración!
no es para que me lo quede, ¡es para compartirla contigo!, para que cuando
llegue hasta ti lo que tú llamas “una prueba”, recuerdes y sepas ¡que solo no
estás! ¡Que la Gran Batalla la vencerás! Que mi Padre te entrega las armas con
las que tú lucharás.
¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por
compartir y escuchar y seguir adelante!
Verás como te fortalecerá a cada
instante. ¡Siéntelo siempre así! Es Nuestro
Padre tan amado. Porque -así como es Omnipresente- está conmigo, ¡pero está
contigo! ¡Siempre te está acompañando! y es así desde el principio del tiempo;
siempre que han habitado aquí mis amados hermanos.
Y a esto que llaman “vivir”, cuando
dejen de ser humanos, sabrán, entenderán de lo que les hablo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario