Mayo 11, 2016
Ketta/Aleshia (1).
… ¡Y sí!, hay momentos en que nos
llega ¡y nos gana! cierta confusión, pero sabemos, porque -al reaccionar-
cuenta nos damos que Nuestro Padre ¡muy en nuestro interior!, si tú te lo
permites, cada vez ¡más y más! el escuchar cómo, de qué manera, con tanto amor,
cada vez más -de su verdad- nos ha de hablar.
¡Y eso, cada uno de ustedes lo está
permitiendo!, porque no es de hoy. Es de siempre. Viene de lo eterno. Siempre
ha sido así. Pero ahora, aquí, ¡es tu momento amado hermano!, de cada uno de
ustedes. ¡El mío también! y es nuestro deseo, nuestro sentir; sentirlo, vivirlo,
como nos dicen nuestros amados Maestros: ¡Aprovecharlo! y querer aprovecharlo.
¿Por qué no?, si ya te empezaste a
permitir el darte cuenta, querer saber. ¡Han
empezado a llegar las respuestas!: Quién soy y por qué estoy aquí. Qué es Padre mío, porque -lo tengo bien
entendido- ¡que eres tú! en tu infinito amor, el que ¡siempre!, eternamente me
ha movido.
Aunque tiempo atrás -y no hablo de ésta
vida solamente!, es aún más, en apariencia no haya escuchado ¡y siempre luchando y haciendo resistencia!
Pero ahora, ahora, estamos viviendo, ¡vamos a llegar a ese momento tan esperado!,
¡tan anhelado!, por todos y cada uno.
Y por eso también insisto -amados
hermanos- hay que estar ¡tan reforzados!,
¡tan fortalecidos! ¡Hablar siempre con Nuestro Padre! Seguir -desde lo eterno-
con infinito amor, desde lo más profundo del corazón, con todo esto fundidos.
¡Estar! ¡Vivir! ¡Empezar a vibrar nuevamente, para tener el tan esperado
resurgir!
¡Sí, amados hermanos!, porque ya cada uno de ustedes, cada uno de
nosotros, ¡ya lo hemos vivido! Ya lo habíamos sentido. Es por eso que Nuestro
Padre -cuando nos ha insistido- cada uno de nosotros, así lo pensó y a Él se lo dijo: “Ya no quiero seguir caminando dormido. ¡Quiero salir de éste letargo!,
Padre mío. Escucharte. ¡Vivir para ti! ¡Que se cumpla en mí plena y totalmente
el Plan Divino!”
¿A qué tanto insistir? ¿Cuántas veces
esto han escuchado amados hermanos? Pero pronto sabrán, porque lo sentirán; lo
vivirán; lo comprobarán: ¡Es verdad!
Si ya Nuestro Padre, nuestros amados Maestros,
adonde nos han pedido que acudamos; cada cita ha sido algo maravilloso. Ha sido
tan fuera de lo que ustedes llaman “ésta realidad”, pero también sabemos que todo lo que se ha construido en
éste plano terrenal es una mera ilusión. Ilusión en la cual ustedes, ¡cada uno!,
ya decidió: “¡No más! Aquí -al seguir- Padre mío ¡que seas tú!, tú el que me
guíe, el que me inspire, el que me mueva, para entonces saber lo que es caminar
en el plano multidimensional”.
¡Sí!, porque también les vuelvo a
insistir; no es solamente decir -tal como todo lo que se ha estado hablando-
que tal cual como ésta hermosa y brillante
estrella, que cada vez cada vez ¡más y más se estará iluminando! ¡Está
cambiando! ¡Se está moviendo a una cuarta o quinta dimensión! Pero para
aquellos que -como ustedes- han hecho ¡y están en una gran preparación! y haciendo cada vez -de todo lo que saben que
es inarmónico- una continua transmutación.
Saben, sienten. Primero fue muy
sutilmente, ahora algunos ¡porque sé que así ya está sucediendo!, lo que están
viviendo, se están preguntando: “¿Realmente? ¿Realmente está sucediendo? O
solamente es una respuesta, un reflejo, de mi deseo ¡Padre mío!, ¡que me
muestres!, que realmente eres tú -en el “Yo Soy”- el que todo lo está cambiando
desde mi interior, para vivir ¡lo eterno!, que me estuviste entregando en el
momento que todo -y a mí- tu Ser Divino lo creó”.
Cuando todo eso has pensado; cuando
lo has sentido; cuando a ti mismo de ello te has hablado, ¡qué importa lo que escuches en el exterior! ¡Aquellos que se han
acercado!, que cuenta te has dado ¡que muchos no lo hacen de corazón! Pero eso,
ya sabías que sucedería. Ya sabías -amado hermano- que pasaría.
Lo importante; ¡lo que realmente
tiene valor!, es que sabes que eres,
también estás incluido. ¡Eres ese Gran Mutante! O como nuestro amado Maestro lo
ha dicho: “Mi amado hermano: Gran Atlante”. ¡Tú qué sabes lo que has vivido
antes!
Pero déjame decirte, que cuando
empiezas cada vez ¡más y más! a Nuestro Padre nuevamente a acercarte; llega,
empieza ese recuerdo ¡y cada vez más fuerte!, hasta que llegue a estar con esa
gran firmeza, cuando ¡tú! ya estás y estés preparado para saber y sentir, que todo lo que hiciste; que todo lo que viviste, era necesario
experimentarlo, ¡para ahora estar completo y totalmente firme!, en ese Equilibrio
Divino que Nuestro Padre, nuestros amados Maestros, te piden que vivas ¡y que
nada te mueva!
Es como empezar a sentir, ¡a recibir! ese gran alimento: ¡El Agua Viva!,
que es la que empieza a hacer ¡que mueva la Esencia!, para que no sólo tú;
sino todo aquél hermano que a tu alrededor te esté escuchando, sienta y sepa
que es -de Nuestro Padre- Su presencia. ¡De El solamente!
¡Y qué importa!, yo insisto, que hay
algunos que están diciendo: “Realmente ¿qué es lo que me está moviendo, el
asistir?” Tú verás amado hermano, amada hermana, porque también ¡será una gran
sorpresa para ti! Tu Ser te está pidiendo y tú -a tu templo- ¡como quieras
llamarlo!, de la manera como lo estés moviendo. Pero si es el corazón el que a gritos te lo está pidiendo, ¡verás! que
lo lleva -no la razón- sino el querer ya estar total y plenamente en unión, con
lo que es tu Ser Divino. Aquél que Nuestro Padre te entregó. A eso es, después
de tanto experimentar, después de tanto caminar, a lo que cada uno de ustedes -a
éste plano terrenal- ¡vino!
Es el gran momento, ¡porque hasta tu
hermana que aquí vino y se quiso encarnar, ahora lo sabe y lo tiene muy claro! Y
es tan maravilloso ¡saber! realmente que vives y sientes ¡para Él!, para Nuestro
Padre y que no hay más. ¡Todo a tu alrededor
desaparecerá!, pero de una manera amorosa. ¡Qué importa cómo se acerquen, cómo
te hablen!
Y mira; tú habrás escuchado -y
seguirás haciéndolo- que hay ocasiones en esa Gran Inspiración tu hermana te
hable en prosa. Pero -cuando no sea así- cuando no, de todas maneras sentirás y
sabrás ¡que es el corazón!, porque todo lo que viene de Nuestro Padre en esa
Gran Inspiración, ¡es!, siempre ha sido y será, desde la eternidad.
Tal cual como tu hermana -la que se
hace llamar “Enriqueta”- te ha insistido; que en la “Ciencia de la palabra hablada” también, también en el sonido que
cada vez más se eleva, ¡por todo lo que el Cosmos ha movido! y tú sin saberlo. Pero
aquél que quiere seguirse preparando lo ha sentido, en aquellos momentos en los
cuales dices: “¿Qué es lo que me pasa? ¿Qué
es lo que siento?, que desde mi interior hay algo ¡que me abraza!; que fluye;
que se eleva ¡y que empieza a gritarme!”
Es eso, amado hermano. Es eso. Está resurgiendo lo que tú eres realmente: Todo.
¡Todo!, lo que -desde que mi Padre te creó- cuando tanto se ha dicho, que
solamente eras esa Chispa Divina que El -amorosamente- separó. Porque así lo pediste.
Porque así lo quisiste. Pero también le prometiste que volverías; que volverías
para ¡nunca más separarte! ¡Para estar siempre con El y en Él! y permitir que -como
al principio sucedió- volviera ¡a guiarte!, a inspirarte.
Y en ese infinito amor; ¡tú!, ¡tú! -siendo de Nuestro Padre una ¡tan
importante y amorosa parte!- también a tus hermanos ¡y no estoy hablando
solamente de éste planeta!, de ésta estrella. ¡Tú sabrás! ¡Tú cuenta te darás!,
dónde mi Padre te pide ¡y te dirá!, cómo te necesitará.
Alguien dijo, alguien comentó; que nuestros amados Maestros -en su infinito
amor- están deseando, quieren estar ¡creando!, un gran lugar de Maestros Ascendidos.
¿Y sabes que es lo que yo te digo? ¿No
te has dado cuenta, que eres ¡parte tan amorosa! de todo lo divino? ¡Y es el
deseo de Nuestro Padre que lo hagas resurgir!
Pero tiene esa decisión ¡que venir de
ti! De ti. ¡Porque muy claramente a tu hermana le habló! y le dijo: “¡Todo!, de lo que ya les has hablado. ¡Todo!,
lo que -a los que llamas “tus hermanos humanos”- ya han escuchado. ¡Que no
entre en ti la desesperación ni la frustración! ¡Sigue adelante! ¡Escucha y
habla tal como te lo pido Yo!, en el “Yo Soy”. ¡Déjalo así! ¡No olvides que el
libre albedrio a ellos Yo les di! Y cuando llegue el momento en que recuerden ¡y
sepan! ¡y sientan! que -antes de separarse- me hicieron un juramento y ya no
haya ninguna justificación en ellos para volver y empezar en esa preparación ¡y
recibir y vivir nuevamente la Gran Purificación!, que ten por seguro que la
tendrán de mí, porque siempre he estado aquí y estaré esperando ¡por cada uno
de ellos! ¡Además!, además que hay algo que les quisieron ocultar. Así como
aquél Gran Maestro que en aquél tiempo vino, estuvo con mis amados hijos, aquellos
que se hacen llamar “humanos” y les habló de la Gran Enseñanza del “Yo Soy”. No
es que hayan olvidado, sino que -en esa doble intención- lo truncaron, para que
ustedes -amados hermanos- no escucharan, no recordaran, no supieran que cuando ¡tú!
empieces a vivir ¡como hoy, los que están aquí!, que lo están sintiendo
fuertemente. ¡Siempre! -de tiempo en tiempo- habrá emisarios que vendrán; que
estarán a hablarles de mí. ¡Ay de aquél que no lo sienta así! ¡Ay de aquél que
lo único que haga es resumir!: ¿Por qué ella? ¿Por qué él?, ¡si de otra manera
lo conocí!”
¡Pero ve! ¡Ve y siente! ¡No veas el
templo que está frente a ti! ¡Escucha! ¡Recibe! ¡Que vibre tu corazón! Así como
en éste instante que a ésta hermana -¡no es que la cambió!- sino que realmente
permitió y quiso mostrar lo que realmente Nuestro Padre -en ella- quiso mostrar
cuando la creó. Y no solamente a mí: ¡A cada uno de ustedes! Porque esa Luz que
cada vez ¡más y más va a iluminar!, se ha de intensificar. En cada uno está. No
olvides que Nuestro Padre es Omnipresente, Omnisciente, Omnisapiente y que nos
ama eternamente.
Eso es todo lo que tu hermana cada
vez ¡más y más! siente. Que habrá momentos en los cuales -al seguir en éste
plano terrenal- algunas cosas de las que pudiera expresar, no pienses ni creas
que hay incongruencia. Ya Nuestro Padre
nos ha pedido, a cada uno de nosotros -hermanos tan queridos- que dejemos atrás
la dualidad. ¡Que no querramos seguir viviendo en la ambivalencia!
Porque cuando tú todo
eso -de tu interior- esté decidido y lo quieras desterrar, entonces, ¡entonces!,
la cristalización empezará en ti ¡primero para ti!, a mostrar. Y en esa transformación -desde tu
interior- llegará el gran momento tan esperado, que se estará mostrando en el
exterior.
Sabrás lo que es caminar ¡paso a paso!,
sintiendo -de Nuestro Padre tan amado- su infinito amor. Y compartirlo. Y mostrarlo.
Sentirlo. Vivirlo. Hablarlo. Ahí es donde también te darás cuenta que ya estás viviendo en la congruencia; principio
importante, que te estará diciendo que estás viviendo ya en el equilibrio.
Y entonces, entonces también ¡todo tu cuerpo!, porque estará unido a
todos esos cuerpos con los que siempre has caminado, en lo que has vivido. ¡Sabes
que no es uno sólo!, que sólo llega a mostrarlo: El físico, que es con el que
tú has estado interactuando con tus hermanos.
Pero en la unión de
todos ellos, porque ¿qué es lo que más fuerte muchas veces te puede hacer entrar
en confusión?, amado hermano. ¡Ah! El de la emoción. El de la emoción; ¡que
tantas cosas te dicta! cuando permites y deja, se deja escuchar por la razón. Pero
todo eso en ti, ¡sé! que ya está terminado.
Y mucho -con Nuestro Padre- algunos
de ustedes han estado hablando. Y tú te preguntarás: “¿Cómo es que lo sabe?” Amado
hermano: Si pudiera decirte que con sólo
verte, hay muchas cosas que quedan ¡tan claras! Así es como Nuestro Padre te
necesita y te pide: ¡Cristalino! ¡Transparente! ¡Pero en el amor!, porque -al
ofrecerlo- así como das recibes, y multiplicado y cada vez es ¡más y más! la
cascada que hasta ti llegará. Es una andanada de Luz. ¿Por qué no decirlo?: Eso
te llevará al plano multidimensional. Que lo único que pide Nuestro Padre es
que te dejes llevar; que te abandones en esa sensación, en su infinito amor.
Y en conclusión: Cuando menos lo
pienses, verás todo lo que estará sucediendo, ¡ya no tan sólo en tu interior!, porque
no sólo lo estarás sintiendo; también lo
estarás viendo. Y eso, lo estarás logrando, siguiendo la Gran Enseñanza del
“Yo Soy”. Esa que Nuestro Padre a todos entregó, en la que nuestros amados Maestros
¡tanto nos han insistido! ¡Se han aplicado!
A muchos de ustedes ya les ha movido
y es nuestro deseo que así, que así sea siempre, porque luego -cuando llegue ¡el
Gran Momentum!- para todos será. Y verán
que lo que vivieron es y fue como un suspiro. Nada más.
¡Esto que para ti, lo que has estado
viviendo! y lo que has… -¿por qué no
decirlo?- repetido y que lo hiciste por siglos y siglos; amado hermano, llegado
el gran momento en que dejes de ser humano, ¡sabrás que es cierto lo que te
digo!
¡Ya no más! Ya no más,
pensar y sentir y caminar, creyendo que todo tiene un límite y que hasta ahí
vas a llegar; que así como naciste morirás. Yo te digo que sí, ¡pero morirás a
todo lo terrenal! Resurgirás a lo que es de Nuestro Padre: La verdad y entonces,
vivir nuevamente en la eternidad.
Porque sí: Nos dio ¡a
todos! la vida eterna. Esto que mueve tu cuerpo. Esto que le da vida, la
verdadera. Es eso: La Gran Luz que Nuestro Padre -en un milagro- que día con
día en cada uno de ustedes se muestra, pero que -en su gran mayoría- ¡ni
siquiera se han dado cuenta!
Es ese milagro de amor
que El quiso crear, cuando se hizo una total expansión; viviendo, sintiendo,
queriendo verse en cada uno de ustedes, en el tan vasto infinito. ¡No tiene fin! ¡Y para vivirlo y
darse cuenta!, dicen nuestros Maestros que también yo los invito.
Vamos a seguir insistiendo. No
olviden que primero en nosotros. Primero ¡en cada uno!, para seguir fluyendo;
resurgir con todo lo que Nuestro Padre te ha entregado y que está en ti. ¡En ti,
amado hermano!
Mayo 11, 2016
Maestro Desconocido.
Y ya todo, todo lo que ustedes ¡hasta
hoy! han escuchado, ¡no es! -porque sería erróneo aplicarlo- ¡habrá un cambio! ¡No!
En el proceso en el cual cada uno de ustedes -los que están escuchando- han estado
inmersos y tal cual como han ido avanzando, yo les digo amados hermanos: ¡Eso!,
ya se estará mostrando y habrá quienes, pues lo estén atestiguando.
Pero en el entendido, porque es verdad
lo que te digo -hermano mío- si tú al estar aquí escuchando y sentirlo en tu
corazón, ¡toda esa semilla! que en algún momento tú -al compartir- y al hacer
esa exclamación: “Pues yo -lo que voy a
hacer- es hablar de mi Padre; ¡sembrar! y dejarlo ahí”. Eso es lo que -a
quienes tú has llamado “Maestros”- también ¡hicieron en ti!
Y mira, ¡mejor ni preguntes desde cuándo
lo hicieron!, porque te sorprenderías y dirías: “¡No! Si yo empecé a sentir y a
saber. ¡Algo dentro de mí me decía!: Hay todavía mucho más que solamente el
dormir, caminar, trabajar y tratar de algo tener”. A lo que ¡tú! le llamas “vida”.
¡No, amado hermano!
Sólo te digo que en ésta gran oportunidad, la cual tú te has prometido que no la vas a
desperdiciar, ¡pues eso es lo que nosotros estamos observando! ¡Eso es lo
que nosotros en infinito amor!, por eso de ello te estamos hablando. Te
insistimos. ¡Pero así! Primero sutilmente, luego -como aquí- si lo haces en infinito amor y en
apariencia dócilmente, pero porque ¡dentro de ti! estás sintiendo tan vibrante
y es tu deseo seguir adelante. ¡Pues esa es la respuesta! que luego tú
mismo la verás. Quedará ¡totalmente manifiesta! para tu elevación, en ésta gran
oportunidad.
¡Y entonces mira! ¿Por qué crees? y
tú dices: “¡Qué gran suerte he tenido!,
que ahora -como aquí en éste instante- escuche todo lo que viene desde,
directamente de mi Padre”. ¿Crees que es suerte? ¿Realmente así es como tú
lo ves? Amado hermano, siempre ¡desde la octava desde donde nosotros te
hablamos!, pero siempre en esa Gran Misión ¡que la ejecutamos con infinito amor!,
estamos ¡tan cercanos!, pero ¡tan
lejanos! como tú -al decidirlo- quieras verla y vivirlo.
No. No es incongruencia lo que estás
escuchando. Es así, porque cuando tú quieres e insistes en vivir en la
apariencia de lo que la ilusión te presenta, ¡y no crees! -como en éste
instante- ¡de todo lo que la hermana quiso hablarte!, porque empiezas a dejar
que la razón quiera hablarte: “Pero yo la conocí. De tal manera ¡yo lo vi! ¡A
mí nadie me va a engañar!”
¡No! ¡Dios no lo quiera!, que alguno
de nosotros eso quiera intentar. ¡Jamás!, porque nosotros siempre hemos estado
aquí y cuando llega tu momento, ¡ese
gran momento en el cual empezarás a cumplir tu juramento!, entonces ¡todo para
ti se acerca! en esa gran sincronicidad, a través de ¡ni idea tienes de qué
manera y cómo!, “Aquél que todo lo creó” te empieza a hablar.
Mira, ¡ésta es la muestra!, para que
te des cuenta y quieras también ¡vivir en ese infinito amor!, en ésta dimensión
en la cual ¡no hay más! Sólo existe el
lugar para cada uno de ustedes ¡cuando empiecen a vibrar en esa tonalidad! ¡Porque
sí que lo van a lograr! Llegar y traspasar el velo que ¡muchos de ustedes ya
han empezado a rasgar!
Y también -no es que me atreva- ¡es
la verdad! Lograrán vivir ¡y sentir! y
caminar en la octava, desde donde -tu hermano que te habla- ¡también! -en éste
instante a través de la hermana- contigo está. ¿Y por qué tendría que ser
así? Tú lo sabes hermano. Tú lo sabes.
Ésta es la forma como has empezado y
lo has querido permitir. Y aún así, muchos, porque tú lo has escuchado; porque
también algunos hasta lo han pensado. En un principio así lo hicieron: “¿Será
verdad? Me está engañando”. Quiero recordarte que algunos de ustedes -al la
hermana empezar a hablarles- lo dijo tal cual: “Lo que le reconozco es la
memoria que tiene; para aprender, memorizar y luego -ante nosotros- hablar ¡todo
lo que dice!” ¡Ja! Sabes que no miento hermano, porque lo dijiste.
¡Pero mira! Aquí estamos y aquí
estás. Luego -a fuerza de tanto escuchar- lo sentiste, vibraste. Ya te
permitiste. Y ahora yo te digo: ¡Bendito el Padre!, porque -si sigues adelante en éste camino- ¡no vas a arrepentirte! ¡Eres y
serás uno de los que recibirán, vivirán y sentirán!, de Él ¡aún caminando en éste
plano terrenal!, toda su verdad. O como les ha dicho aquél al que llaman “Maestro”:
“Vivirán como si fuera un cuento; ¡las Mil y una noches!” Y a propósito;
prepárense, porque habrá un gran derroche.
Amados hermanos. No tienen idea de lo
que les preparamos. ¡Eso es con el amor!, porque cumpliendo y siguiendo
adelante la voluntad del “Yo Soy”. Y miren, miren; así será, y lo verán
constante, la gran energía amorosa que empieza a sentir el cuerpo al recibir. ¡Ya
se les dijo! y se los voy a repetir: ¡Es
ese calor!, ¡esa intensidad que te llena, pero que no quema!, porque es la
energía cuando todo el que llamas “tu cuerpo”, “tu templo”, ¡al respirar!,
recibe y vibra. Eso es lo que cada uno de ustedes también lo vivirá. ¡Claro!,
porque así será.
¡Se los prometo yo!, en el nombre del
“Yo Soy”. Ya pronto sabrán ¡vuelvo a insistirles! Algunos ya han empezado y
dicen: “Déjame adivinar, quién nos habla y de qué manera. ¡Pero también quiero
preguntar!: ¿En dónde está? ¿Por qué ya no se hace escuchar el Gran Maestro
Ángel Ráh? ¡Uhm! Si el nos prometió, que en la Conciencia Cósmica ¡haría una
gran intervención! Que nos hablaría y -en la Gran Enseñanza del “Yo Soy”- lo
que para otros han sido misterios, nosotros ¡cada uno! escucharía”. Pues -amado
hermano- ¿será que no has puesto realmente gran atención?
¡Es verdad!, que es tu deseo y le has
pedido a “Aquél ¡que todo lo quiso crear!” que ya quieres -todo lo que es
humano- dejar. Y créeme que se te han ido acercando tantas cosas; que las has
tenido a la mano. Algunos de ustedes no lo han visto. Otros lo han oído, pero
no lo han escuchado, en el afán, ¡al
estar tan aferrados a no querer soltar!, lo que todavía ¡el ego! -sabiendo dónde
está su debilidad- les quiere mostrar.
Pero sabemos que lo harán; porque muy
dentro de ti, te insistes en repetir: “¡Padre
aquí estoy! ¡Por ti quiero dejarme llevar!” Y eso con esa fuerza, ese gran
decreto; poco a poco -y si lo haces con insistencia- en Gran Aceleración
empieza a quedar de manifiesto. Tú verás cómo El todo te lo acerca. Por eso
nosotros también aquí estamos y de ello te hablamos.
Algunos dirán: “Pero hay cosas -como otros ya lo han hecho y por eso se han alejado-
que son repetitivas”. ¿Tú qué quieres? ¿Que de erudición se te muestre y se te
hable de tantas otras, que para muchos están escondidas? Y algunos lo han
leído, lo han escuchado ¡y lo han repetido!, pero no lo han sentido. ¡He ahí la
incongruencia!
¡Hay tantos que dicen!
e insisten: “¡Eso de lo que hablan yo lo quiero vivir!” ¡Pero siguen buscando! y
dicen: “Es que ¡aquí ya lo escuché!, ¡pero no hay más!” Quieres que te
muestren. Quieres que también ¡le apliquen un valor terrenal! a lo que -en la
verdad que viene del Padre y en la enseñanza del “Yo Soy- ¡es incalculable! ¡No
lo podrías pagar!
¡Pero tampoco te confundas! y digas: “¿Cómo
es así? ¿Por qué? ¿Por qué tengo que dar?” Eso viene de tu corazón. ¡Eres tú el
que le aplicas y le das el valor!, porque finalmente, todo lo que aquí empiezas a acumular, cuando lo que ustedes llaman y
llega; ¡esa palabra tan hablada: “La muerte”!, ¡no te lo vas a llevar!
Pero he de decirte -amado
hermano- ¡lo que sí ha estado!, ¡es y estará!, ¡es lo que el Padre te entregó!:
¡La vida! ¡La Esencia!, que es la que te mueve; la que hace sentir ¡a cada uno
de ustedes -de Él- su Omnipotencia y su presencia!, no sólo aquí; no sólo en
éste planeta llamado “Tierra”. ¡No tienes idea! ¡No tienes idea todo lo que se
mueve! Por eso se ha aplicado ésta palabra.
Y les diré, que lo que vivan, lo que
venga después, será para ustedes ¡una Gran Panacea! en el recuerdo, ¡pero en el
vivo!, el cual está en ti. Aquél que te pide y te dice: “¡Deseo seguir
adelante! ¡Ya no dormir! ¡Recordar! ¡Estar vibrante!, para seguir y cruzar al
siguiente cuadrante”. ¡Uhm!
Entonces, es cuando cuenta te vas a
dar que no hay límite. Que lo que tú
llamas “el firmamento” ¡uhm!, algunos de los que están aquí en algún momento dijeron:
“Ya más allá, no hay más”. ¿Pues qué crees? Te tengo una noticia: ¡Hay! ¡Y es
maravilloso! ¡Y es tanto! ¡Ahí es donde se muestra -de Él- lo glorioso! ¡Aquello
que no te has permitido todavía vivir y ver, porque te has estado limitando!
Pero yo te digo hermano mío: ¡Éste es
el gran momento! en el cual -por todo lo que se está moviendo- ya el Padre
muestras te ha estado dando. ¡Has escuchado! ¡Has visto!, cómo -todo lo que se
ha movido y lo que ha sucedido- ¡lo que ha sacudido a éste planeta! Y te dicen:
“¡Aún más!, porque más adelante ni siquiera de lo que disfrutas; -la naturaleza-
existirá”.
¿Quién lo dice? ¿Quién quiere darse
el lujo de hablar con esa seguridad? Porque
la firmeza y la certeza en el amor, ¡sólo “El que te ha creado” lo da! ¡Ahí es
donde nosotros te pedimos que estés atento y alerta a sentir! Una de las primeras enseñanzas, en ésta
lección de la que tanto se te habló y se te repitió: “¡Tienes que sentirlo en
el corazón! ¡Ya no habrá nada ni nadie que te pueda engañar! Tu Ser infinito, ¡tú
lo sentirás!, cuando aquél que esté frente a ti y que de esto te quiera hablar,
te dará la respuesta; de si te está engañando o es verdad”.
¿Y qué está sucediendo, hermano mío? ¡Pregúntate!:
¿Qué está sucediendo?, después de que todo eso que escuchaste, aunque también
dijiste: “¡Ah! ¡Cómo lo han estado repitiendo!”. Si yo te dijera: ¡Hay tantas cosas!, aún más ¡y tan
maravillosas que para ustedes tenemos! ¡y que los hará fuertemente vibrar! ¡Que
viene de Él!, de su infinito amor. ¡Y de nosotros!, que esto es lo que queremos
para ustedes.
Por eso ¡de esto te hablamos! Por eso
-en el principio de ésta enseñanza- en éste proceso, de ésta manera nos
presentamos. Pero también se te ha dicho: “Todo
estará cambiando”. ¡Pero de ti depende que lo estés viviendo! ¡Cómo es que
estás vibrando! ¿Estás sintiendo realmente lo que estás escuchando?
Mira; ¡todo!: Las alineaciones; las
conjunciones; los movimientos atmosféricos; la atmosfera; la Biósfera. ¡Todo! Todo amado hermano, está en continuo
movimiento, mientras tú inclusive -cuando
cada día y te quieres abandonar a tu descanso- estás durmiendo y dices: “En
gran calma, todo estático está”. ¡Gran error! Es cuando nosotros -si cada uno
lo permite- aplicándolos estamos -con ustedes- trabajando con infinito amor.
Todo tu Ser, tu Esencia se eleva y estás ¡cada uno de ustedes en esa gran
escuela! ¡Uhm! No todos en un mismo lugar, quiero decirles; porque va
dependiendo de qué manera tú te has permitido y deseas avanzar. Sí, amados
hermanos. También de esto les vengo a hablar.
Es -y aquí- ¡alguien en algún momento
preguntó! Aquí es como se está mostrando el Gran Fractal. ¡Y le preguntaron a
la hermana!: “¡Dame un ejemplo! Nunca había escuchado a qué se refiere un Gran Fractal”.
¡Uhm! Tú -en lo terrenal- si es tu deseo
abrir el conocimiento, aplicado de manera errónea a la razón; empiezas y
asistes a la escuela para empezar tu educación. Así también, porque “es igual
arriba como abajo”. Eso es lo que sucede. Y también “lo que hay en tu interior,
lo que se muestra en el exterior”.
¿Qué es lo que cada uno
de ustedes está mostrando?: Lo que está dentro de sí guardando. Porque aunque
quieras -inclusive a ti mismo- estar engañando, llega el momento en que ¡todo
es!, ¡lo está soltando!
¡Y sí -amado hermano! Sigues en la gran preparación. En el recuento amoroso de
lo que ha sido “tu vida”. No sólo la de ahora, en la que estás aquí escuchando
y que tu hermano atestigua. ¡No! ¡Todo! Me refiero ¡a todo! y eres tú mismo, el que -al verlo y darte
cuenta- y recibiendo y sintiendo ¡del Padre que te ha creado! toda su pureza;
reconoces y ves cuáles son los errores que has cometido.
¡Hermano querido! Déjame decirte, que
en ésta gran oportunidad, cuando tú -al
regresar o lo que llamas “tu despertar”- a un nuevo día, a una mañana en la
cual también “El que te ha creado” te quiera regalar; para que tú, que sea tu
deseo y quieras aprovechar; corregir cada error y que todo en ti lo empieces a
limpiar. ¡Sacar! ¡Cristalizar! nuevamente lo que eres en verdad. Si tú lo
deseas -porque de ello te estoy hablando- pídele a Nuestro Padre. ¡Que mira que
está escuchando!
Te lo dice tu hermano, que de esto te
está hablando; que tú -al iniciar el
nuevo día- ¡recuerdes y entiendas y sepas qué es lo que tienes que corregir! ¡Que
no justificar!, sino prometerte y cumplirte ¡y no volver a errar!, para seguir
adelante. Y yo te digo; que no solamente será para que comiences a evolucionar.
¡No! ¡Mucho más! No por nada escuchando esto estás. Todo tiene un “por qué” y
un “para qué”. Y si la hermana te ha dicho que se mostrará el Gran Fractal, es
porque es, será, lo vivirás y el “por qué” y “para qué” ¡lo presenciarás!
Te lo digo yo, tu hermano; porque en
la enseñanza del “Yo Soy”, ¡tú que estás
deseando ya dejar de ser humano!, de los grandes misterios -aunque algunos de
ustedes aún no lo vean ni lo sientan así- ¡ya te estamos hablando! ¡Reflexiona
profundamente! ¡Date cuenta! y no lo dejes solamente en la mente. ¡Siéntelo! ¡Vibra
en ello!, porque muchas más -eso ¡te lo prometo!- ¡muchas cosas más estarás
redescubriendo! Y en la ayuda que nosotros -al venirte de esto hablar- ¡y
también!, porque así lo ha dicho la hermana y es verdad; que te hemos empezado
a mostrar y lo seguiremos haciendo, ¡la
frecuencia!, algunos ya la vivirán.
¡La Gran Elocuencia! con la que se
les ha hablado y se les hablará, viene ¡por la voluntad del Padre!, que dijo: “A mi hijo tan amado; aquél que desea y
quiere que éste sea su gran momento, ¡todo!, ¡todo!, les digo así, se lo estén
acercando. ¡Pero tiene que ser él también!, el que esté accionando”.
Eso ya lo sabes hermano; porque
primero te estamos hablando. Ahora -al unísono- lo vamos a estar accionando,
pero ¡en compañía tuya! ¡Tú también!, en
esos grandes momentos ¡tan importantes!, serás quien dé ese gran paso, para
plena y totalmente -el velo de la ilusión- cada uno de ustedes ¡quiera y pueda
ya rasgarle! ¡No lo olvides! ¡En ustedes está! Por eso hoy -tu hermano- de
esto te vino a hablar.
Estás en esa gran preparación. ¿Quiénes
lograrán romper el velo de la ilusión? Nosotros esperamos con los brazos
abiertos. ¡Por eso de ello te hablamos!,
para que tus pasos ¡ya no sean tan inciertos!, sino que sean ¡firmes!, ¡fuertes!,
¡valientes! Y en ese Gran Equilibrio, ya vivas el gran momento y no sólo se
muestre ante ti, sino que sientas y compartas lo divino.
¡No lo olvides hermano! ¡Eso es lo
que sucederá!, que cuando dejes de ser humano.
Mayo 11, 2016
Ketta/Aleshia (2).
Y entonces, todo lo que ya se está
moviendo, porque en gran repercusión en muchos, no tengan duda que está
sucediendo; está logrando esa gran conexión
que Nuestro Padre -en ustedes- con ésta alineación; el movimiento que tiene ésta
estrella. Porque si por un breve instante es así, mi Padre le pide y le dice: ¡No
te muevas! Estás ¡directamente! donde la distancia no existe, donde -en esa
unión- les llaman “Portales de Dimensión”.
A cada movimiento, en cada fracción, sucede cuando en los alineamientos, en la
conjunción, en los cambios de estación, porque ¡es necesario que exista y se de
esa sincronicidad!, ¡para que se cumpla la función y llegue el haz de Luz! ¡Muchos
le llaman “electricidad”!, pero habrá quien sienta la gran funcionalidad,
que va ¡más allá de lo terrenal!, ¡porque no tiene explicación! Cualquier
científico que pudiera vivir lo que ya ha sucedido, no encuentra las palabras
para hacer de ello alusión y prefiere dejar trunca. ¡No sabe cómo darle
explicación!
Le llaman “Metafísica”;
porque lo humano es “científica”, pero -en lo divino- es solamente que estás
permitiendo que ese “Cordón de Plata” que te une, ¡que va más allá! de éste
plano terrenal ¡y que te envía y te hace sentir!
Cuando tú todavía aquí querías vivir
como toda la hermana humanidad, había momentos en que te llegaban ¡y esas
pequeñas descargas! que te hacían cimbrar, ¡pero que no te podías explicar!, es
porque continua ¡vivo!, ¡viva!, ¡la Esencia que te mueve!
Cuando tú te permitas y
ya puedas equilibrar; estar completamente y caminar en esa unidad. ¡Ya te lo he
dicho, amado hermano!:
Los hemisferios se estarán uniendo y
entonces, abandonado completamente a Nuestro Padre, todo lo que tú estarás
haciendo será su infinito amor; el que -a través de ti- se mostrará. ¡A tus
hermanos hablará!
¡No será necesario que
busques y en cursos te quieras inscribir para redescubrir lo que en ti está! ¡Fluirá!
¡Abrirá! ¡Porque ahí está!
¡Porque vivo siempre -desde la eternidad-
te ha acompañado! y así seguirá, ¡hasta que tú! decidas y quieras ya estarlo utilizando.
O mejor dicho: ¡Permitir que tu cuerpo, el físico!, se deje llevar por lo que
es la verdad de Nuestro Padre.
Sólo te digo ¡que es tan maravilloso!
-hermano querido- como en estos instantes, tu misma hermana ¡Aleshia!, que se
hace llamar “Enriqueta” lo atestiguo. Y no ha sido solamente en ésta ocasión. ¡Sabes!,
cuando tú has prometido que Nuestro Padre -al dejarte llevar- haga de ti Su
voluntad; porque ¡solamente lo que El te
indique es lo que tiene valor! y en su infinito amor -como en éste instante-
sientes todo tu Ser -desde el interior- ¡tan vibrante! ¡y deseas compartirlo
como en éste instante te lo entrego, hermano querido! ¡Toda ésta Energía Divina
que viene de mi Padre! ¡Siéntela! Siéntela ¡tan viva!, como lo es El. Como te pide
y desea que ya estés: ¡Que el Dios Vivo
dentro de ti hable! Que dejes ¡que
se exprese!, porque -luego de hacerlo- eternamente permanece y está no sólo en
tu corazón.
Pronto escucharás y sabrás el
verdadero significado ¡y todo lo que ahí está amorosamente guardado!, para el
momento en que hagas la expansión total. Tú
le llamas “corazón”. Yo te digo: ¡Es mucho más! ¡Mucho más! Es la dimensión que
en ti has querido guardar, ¡muy fuertemente atesorada!, para cuando se abra
completamente la puerta ¡y vivas la Era Dorada! que mi Padre -para ti- tiene
preparada. Verás ¡todo lo que hay! Lo sentirás. Lo compartirás, como en éste
instante tu hermana lo hace. ¿Y sabes? ¡Es
inagotable! ¡Es la Fuente! de Nuestro Padre, que en ti ha depositado y hasta
hoy, cuenta no te has dado, mi hermano querido.
Y entonces, empezará a
hablar el Dios Vivo. Y la Llama Trina cada vez más fuertemente estará emitiendo
esos ¡halos de Luz! que -de tu templo hacia el exterior- empezarán a ver tus
hermanos en infinito amor. Fuego Sagrado ¡que arde!, pero nunca sentirás que te
estás quemando, porque ¡ese calor en él y con él vibrarás! y estarás
traspasando dimensión tras dimensión.
Espero hayas entendido todo esto que
te digo. Lleva implícito una respuesta a preguntas que te has hecho. Está muy
cercano el día en que ante tus ojos quedará manifiesto. Que es importante,
porque Nuestro Padre, ¡mi Padre!,
siempre -en su infinito amor- ¡no sólo ha insistido en hablarte!, sino también
en guiarte. ¡Y ahora lo hace no sólo en tu interior!; también lo verás en el
exterior. ¡Tan cercano a ti! ¡Lo vas
a vivir!, porque es voluntad de mi Padre: Del “Yo Soy”.
¡Has extrañado el tono y la manera
como tu hermana te ha hablado! ¡Y lo pediste! Pero -amado hermano- ¿no has
olvidado? ¡Te lo dije!: Unida estoy a éste templo y -en el “Yo Soy”- ¡Aleshia!
te seguirá hablando. En la transmutación, en lo que tú llamas “el cambio”. “¡Transformación!”
diría yo. “Transfiguración” mi Maestro así lo habló. Pero todo y en todo te
hablamos de lo mismo.
Cuando tú estés cruzando y uniendo lo
que antes era ese abismo, ahora, ahora, a la Luz de la Aurora, que para ustedes
antecedió, a la que en el transcurrir de éste Nuevo Día, lo que ya han -porque
lo han deseado y lo han pedido así- han podido y han querido vivir; ¡ahora! mi Padre -en su magnificencia- me ha dicho:
“¡Es el momento!” ¡y habrá una Gran Manifestación de su presencia! Es por
eso que de ello hago a ustedes alusión.
Pero hermanos; estoy presente; ¡estoy aquí!, ¡más firme que nunca!, porque -si ustedes quieren llamarlo así- ¡ésta
Gran Aventura Amorosa ya inició! ¡El
Proyecto Shirón caminando está! ¡y ustedes en unión!, porque aquél que se ha
elegido ya, ¡se va a mostrar! Con su hermana caminará. ¡Ya lo hará! Algunos se
sorprenderán, de quién -y quiénes más- se incluirán.
¡Y yo lo digo con gran alegría! Con gran alegría por aquellos que han
deseado y han decidido vivir ¡ya ese Gran Día! ¡Día que será eterno! Porque
así será, amados hermanos. ¡Así será!
Y agradezco a aquellos que ya lo han
sentido y saben que estoy en éste templo. Y a mi Padre -lo que les ha prometido-
para ustedes se verá cumplido, para que no quede una sola duda, de que su
hermana Aleshia está y ha acompañado ¡y acompañará! en éste plano terrenal.
De ésta manera, se ha venido a
encarnar, ¡amados hermanos! ¡Y mucho más de lo que ya les he hablado cumplido
se verá! Todo ha empezado. Tal cual
como mi Padre lo ha expresado: ¡No hay marcha atrás! ¡Bienvenido! ¡Bienvenida!,
les doy a mis hermanos.
Y yo te digo: ¡No tengas duda! Cuando
busques una respuesta -en el nombre de mi Padre- aquí está tu hermana, porque -para
que sigas tu camino- redescubriendo en ese gran resurgimiento, por los intensos
movimientos de las cosas que estarán sucediendo, ten la seguridad que -de tu hermana- clara respuesta -en el nombre de
mi Padre- la tendrás. ¡Sólo te pido!, que eso te mueva, pero para seguir en el
Sendero Divino, tal cual como mi Padre
-a ti- al hablar contigo, también te lo ha pedido.
A partir de hoy, tu
hermana Aleshia -en el nombre del “Yo Soy”- cuando lo hagas con el corazón, ¡cada
pregunta tendrá su respuesta!, en la sabiduría amorosa que mi Padre ha
entregado. Porque tal como le ha dicho a tu hermana: “¡No permitiré! ¡No dejaré!
que aquél de mis hijos que en ésta oportunidad ha decidido y se ha elegido -aunque
pretendan- logren arrancar del camino, donde -con los brazos abiertos- espero
por él. ¡Verá y sentirá el cumplimiento del Plan Divino en él!”
Eso es lo que mi Padre expresó. Te lo
comparto con infinito amor, amado hermano.
Y en la Gran Enseñanza del “Yo Soy”; Aleshia
de Shirón contigo estoy.
Mayo 11, 2016
Saint Germain.
¡Y así es amados! ¡Y así será
siempre! Ustedes “contienen” así… Hermana dirán que no sabes expresar las
palabras: “¡Continúen” entregados!
¡Abrazados! a lo que nosotros -a ustedes- con gran amor ¡no sólo queremos
mostrarles!: Hemos de entregarles.
Y en la Gran Vibración que han
empezado a sentir, amados hermanos, hermanas; si se sienten así, ¡déjenlo fluir!, que aquí estoy yo -en el
“Yo Soy”- con ustedes en infinito amor. ¡No sientan temor!, en la que ustedes
llaman “evolución”; en ese cambio que empiece a sentir todos sus cuerpos,
cuando intenten y empiecen a hacer unión.
¡Claro!, que el gran sacudimiento en
el cual se verán inmersos, ¡pero solos no lo habrán de vivir! ¡Estamos nosotros!
¡Estoy aquí! Su hermano ¡Saint Germain!, que con la Llama Violeta
-amorosamente- al entregarles, ¡al envolverles! y en esa Gran Evolución, ¡en la
Gran Alquimia!, haciendo la
transmutación ¡en cada uno de ustedes!, para que la Fuerza Divina no sólo se
acerque, sino que haga esa Gran Fusión.
¡Amados! ¡Es el gran momento! ¡Es
importante que cada uno de ustedes así lo sientan, lo vivan! ¡Ya se los dijimos!:
Se quedarán sin argumento aquellos que
aún al decir: “¡Aquí estoy. Quiero vivirlo!”, pero que hacen todavía cierta
resistencia, ya ¡todo eso lo dejarán! Amada hermana, ¡pues que eso no sea
pretexto ni te quiera desmotivar! ¡Mira! ¡Se está logrando! ¡Tú verás!, ¡porque
lo sabes!, quiénes nos estarán acompañando.
Y amados, en esa gran e intensa
sensación; deseo infinito de hacer con nosotros el acercamiento en esa reunión,
¡sí!, insistimos, porque ya lo vivirán. Sabrán
y sentirán ¡que lo divino! -ese Gran Fractal- se unirá a lo terrenal. Y el Gran
Puente, que lo hará -amados hermanos- a ustedes ¡les ha estado hablando! ¡Los
ha estado invitando! Nosotros también y el momento ¡se está acercando! Lo que
no es humano. ¡Lo divino! ¡Lo etérico!, aquello de lo que tanto han escuchado. ¡Sea
pues!
Siempre, ustedes lo han dicho: “No
hay día que no llegue, ni fecha que no se cumpla” y yo les digo que -lo que se les entregue- será ¡tan grande!, ¡tan
fuerte! ¡Es!, porque ha existido. ¡Es!, porque ha permanecido. ¡Es!, porque
nunca ha muerto. Tiene principio, ¡no tiene fin! ¡Está! En el tiempo del no-tiempo
se ha manifestado y se volverá a manifestar, porque permanece. Y amados
hermanos; en la verdad; aquél que quiere vivirla, así lo sentirá.
Algunos dicen que ni
vestigios de ello hay. Es que quienes lo han vivido; quienes lo han compartido,
¡amados hermanos!, ¡aquí ya no están! ¡No!, con los que se hacen llamar “humanos”.
Y los que han encarnado es porque traen el Propósito Divino de ¡a ustedes! de
ello hablar. ¡Vienen! ¡Estamos! ¡Los visitamos! ¡Les hablamos!, para aquellos
que -para vivirlo y sentirlo- ya están preparados. ¡Grandes estudiantes!
Amados hermanos: ¡Sigan
fuertes! ¡Valientes!, que la enseñanza del “Yo Soy” aún hay mucho más que les
va a entregar, que les va a mostrar,
pero que ustedes también vivirán y compartirán. ¡Ya lo tienen muy claro!, que
forman parte de esas grandes proezas; que son ustedes las que van a co-crear y
toda la grandeza -de Nuestro Padre- se va a mostrar. Siempre ha sido.
He de decirte que -al menos aquí-
quienes algunas cosas de ello han hablado, es porque es necesario. ¿Acaso no
han escuchado? La hermana les ha dicho: Tiene
que quedar testimonio de lo que Nuestro Padre, hoy aquí, en éste tiempo, como
siempre ha sido, nuevamente ¡ante ustedes y para ustedes!, lo que les ha traído
en su verdad ¡que es eterna! ¡Que es única!, en la Gran Enseñanza que sólo ¡te
la da! y que viene directa de Nuestro Padre. Y tú al seguir tu andanza, será sólo
para -con El- reencontrarte.
¡Amado hermano! Te abrazo ¡con infinito
amor! Hay muchas cosas que ya has
entendido ¡y muchas más que mucho te han movido! Pues quiero decirte que ni
siquiera tan sólo es el principio de lo que habrás de vivir. Hará su
entrada ¡un Nuevo Ciclo!, porque la Era Dorada ya empezará a dejarse sentir ¡y
la Gran Avanzada! -tal cual como Nuestro Padre lo ha decidido- Su voluntad en
ustedes, se verá cumplido. ¡Amados! ¡Amados hermanos!
Y yo los abrazo con infinito amor. ¡No
olviden! No olviden que soy y seré su hermano y ¡su anfitrión! ¡Amadísimos!
Y dejo en ustedes ¡la Llama
Violeta! Que cada vez con ¡más y más fuerza! en ustedes no sólo se proyecta,
sino que inunda todo en su interior, ¡transmutando y elevando!, para que -en la
Gran Alquimia Amorosa y en la Gran Amatista, ante mi Padre ¡en Gran Cristalización!,
la envuelva, la purifique y a ustedes -en infinito amor- devuelva. ¡Sea pues!
Yo soy ¡Saint Germain! Cada vez con
más fuerza -a través de mi hermana- porque pronto
verán cómo estaremos dejando la apariencia humana. ¡Amados! ¡Amadísimos
hermanos!
Mayo 11, 2016
Ketta/Aleshia (3).
Que todo lo que fluye;
que -en apariencia- ante ustedes lo que se presenta y destruye, es porque está
expulsando en la inarmonía, lo que algunos y para algunos está absorbiendo y
sacando.
El Gran Oráculo Sagrado ahora más
continuamente, ¡firme y directamente!, claramente estará hablando, porque es la
voluntad de mi Padre y dice: “¡No! Diles
a mis hijos tan amados ¡que no es que se vaya a hacer y se diga fríamente! Es
el deseo ferviente de que -si es el deseo ¡de mis hijos a mí volver!- entonces,
¡si tanto me han pedido que les hable y les diga!: “¡En qué Padre mío me
equivoqué, para no volverlo a hacer!”. Mi Padre dice: “¡Sea pues! Lo haré”.
Pero que -al escucharlo-
no te sientas aludido hermano mío. Cada palabra, cada oración, será inspirada
por mi Padre tan amado y en infinito amor, ¡no pienses, ni digas, ni creas, que
tu hermana te estará juzgando!
Eso ¡hazlo a un lado! y sólo siente
en tu corazón que -si para confrontarte a ti mismo- no te sientes preparado,
entonces, entonces, ya lo ha dicho mi Padre: “Mas, si mi hijo ha decidido y está dispuesto a cumplirlo, entonces, ¡entonces
le mostraré y le diré qué es lo que tiene que soltar! ¡Qué es lo que tiene que dejar!,
para a mí regresar”. Y en esa pureza, en esa cristalización y en esa
transparencia, tus hermanos verán que se refleja el “Yo Soy”, para ellos en
infinito amor.
Se dice que ahora, con todo lo que se
ha avanzado, para escuchar tantas cosas ya están preparados. Entonces, yo te
digo amado hermano: Has comentado que últimamente tu hermana Aleshia muy fuerte
te ha hablado.¡ No lo veas así!, que lo que me mueve es el gran amor que siento
por ti.
Y ten siempre presente que, si mi Padre
ha dicho que El no te juzga, ¿quién soy yo para hacerlo? Es sólo que deseo
abrazarte fuertemente. Y así, ¡aferrados
a lo que viene de la Fuente! seguir avanzando, escuchando, llevando a la acción
¡y en esa gran congruencia!, cada vez seamos ¡muchos más!, los que caminemos en
esa unión y lograr ¡plena y total! la elevación.
Porque se ha dicho y es
verdad, que -en ésta Nueva Era- eso sucederá: La Nueva Tierra se habrá de
poblar con la Raza ¡Especial!: ¡La Séptima Raza!, que “dicen” que habrá de
llegar. Y yo te digo amado hermano: ¿Y la Avanzada? ¿De qué es de lo que a sus
hermanos les compartirá? ¿De qué es de lo que les hablará? ¿Qué es lo que les
mostrará?
De los misterios de mi Padre
hay muchas cosas que pocos se han atrevido a hablar, porque ¡no lo conocen!, porque
dicen que no tienen testimonio. Pues yo te digo -amado hermano- que lo tendrá. ¿Y
quiénes lo harán?
Los abrazo con amor. Y en esa fusión seguiremos adelante, ¡siempre!, cada vez ¡más
y más vibrantes!, porque Nuestro Padre está con nosotros. Nuestro Padre ¡está
más vivo que nunca! Nuestro Padre se mostrará ¡y alzará su voz!, no sólo aquí. Éste
solamente es el inicio de algo ¡tan grande!, que ya empezará a hacer una ¡Gran
Expansión!
Se los dice su hermana. Mensaje de mi
Padre, del “Yo Soy”.
¡Gracias hermanos por compartir! ¡Gracias
por estar aquí!
Y créanme que llevan
cada uno de ustedes dentro de sí, ¡cada vez más viva y más fuerte!, qué digo la
Llama Trina, ¡todo lo que Nuestro Padre! en ustedes, en ustedes mostrará. No sólo
se aproxima. ¡Ya está!
¡Gracias por acompañar!
Mayo 11, 2016
Padre.
(Después de una agria discusión entre
dos compañeros).
¡Cada vez que he querido hablar con
todos mi hijos, aquellos que han dicho que a mí me van a escuchar! ¿Qué es lo
que sucede? -amados hijos- que siempre, ¡siempre!
-de tiempo en tiempo- ¡se habrán de confrontar!
¿Eso es lo que ustedes desean? ¿Así
es como a “Aquél ¡que tanto los ama!” desean escuchar? ¿De ésta manera?, cuando
tú dices que tu corazón ¡por mí clama! ¡Y mira! ¡De algo tan banal!, de eso quieren hacer como si fuera tan grande, que
los va a separar.
¿Qué es lo que para ti
tiene importancia? ¡Palabras!,
palabras que pudieran alguna situación expresar.
¡Yo te voy a decir!: Lo que aquí sucedió, es porque -en el “Yo Soy”-
porque “Yo Soy” el que hablándote estoy, ¡lo quiso mostrar! ¡He aquí como para
ello, para vivirlo, preparados no están!
Y dices que aquél, mi tan amado hijo
que a ustedes les vino a hablar, ¡nadie!, ¡ni nada! lo pudo callar. ¡Mira cómo -a
través de mi niña tan amada- de qué manera les tengo que hablar! Si te estoy diciendo que lo que de mí
tendrás ya no será una quimera ¡y mira qué es lo que te importa más!
¡Por algo están ustedes
aquí! ¡No es casualidad! Pero si habrán de insistir a vivir en la banalidad ¡¡¡sea
pues!!! ¡Ya no insistiré más!
Lo que de mí habrán de
vivir ¡sólo lo hará aquél que entregado y de corazón a mí, a mi Llamado, quiera
acudir!
¡Ya basta de que
siempre habrá de suceder!
¡Ya basta!, de que aquél
que se hace llamar “mi hijo”, primero me pida ante el interceder y luego ¡mira!;
con tan sólo un atisbo de lo que la densidad, el oportunismo de la inarmonía, ¡qué
es lo que acabas de escuchar!
¡Mi niña te lo preguntó!
¡¡¡Insististe en hacerla callar!!! ¿Así es como actúa quien se quiere hacer
llamar “mi hijo”? ¿Así es como -a mis emisarios- los van a recibir? ¿Así es
como van a escuchar?
Pues yo les digo amados hijos: Entonces no se quejen de lo que Yo les voy
a mostrar.
Porque “¡Yo Soy el que Yo Soy!”
Mayo 11, 2016
Eleathor.
(A través de Edgar Ojeda).
¡Oh Padre! Padre mío perdónanos a
todos.
Padre amado; he aquí a tu hijo; ¡mas
sorprendido estoy de mis hermanos!
Mas tú Padre; no dejes
de mostrar ese amor, como siempre lo has dado.
Amado Padre: ¡Yo estoy aquí! Padre,
frente a éste amor, mi lucha.
¡Oh, Padre amado!
¡Oyamel! ¡Oyamel! ¡Oyamel! Anclada
está aquí.
¡Hermano Arcángel
Miguel! ¡Arcángel Miguel! ¡Arcángel Miguel!
Amado hermano: ¡Pido tu
ayuda!, con el permiso de mi Padre.
Mayo 11, 2016
Ketta/Aleshia (4).
Nunca, ¡nunca! mi Padre
ante ustedes así ha querido mostrarse.
Mas, sabiendo lo que hoy aquí iba a
gestarse, quiso descender, prometiéndoles que Oráculo Sagrado hablaría y diría ¡todo
lo que en ti está anidando!
¿Mas dónde quedaría? ¿Dónde quedaría
lo sagrado que El te está entregando?, porque aún en mí, todo eso ¡no tienes idea cómo me ha estado afectando!
¡Si yo te dijera lo que
cada uno de ustedes!, al llegar; al sentir; ¡lo que absorbo!; ¡lo que sé que
hay en ti! Lo tenía yo que callar y adelante luchar.
¡Tal como lo dijo mi Padre!: “¡Sabías que esto iba a pasar! ¡Tú sabías a
lo que te ibas a enfrentar! ¡Ahora
te quiero firme!, ¡fuerte!, ¡valiente!, porque has de cumplir lo que Yo te he
pedido. ¡Por eso estás aquí!”
Yo te digo hermano mío; mi Padre
tiene razón. Aquí, no es importante lo que diga, lo que sienta, lo que quiera
yo. Lo que verdaderamente tiene valor es
lo que Él me está pidiendo; que ustedes comparte y exprese ésta situación. Que solamente emociones y cuestiones tan
terrenales, ¡tan banales!, ¡eso es lo que tenemos -de nuestro cuerpo y de
nuestro interior- que separarle! ¡Pero mira cuánta importancia le damos!
¿Por qué nos aferramos?
Eso es lo que hace que nos separemos ¡más y más de Nuestro Padre! y que nos
aferremos a ésta ilusión.
¡Que qué incongruencia
tan grande decir!: “¡Ya no quiero esto vivir!”, pero en tu acción demuestras
que no estás preparado para seguir.
¡Y no lo digo por ti! ¡Es
por todos!, porque en una y otra cuestión seguimos, seguimos aferrados a ésta
ilusión. Unos con estas cuestiones. Otros con apegos. ¡Tantas y tantas cosas!
Es por eso que tu hermana lo entiende;
porque lo ha vivido. ¡No me sorprende! Lo
que me entristece es que si hemos estado escuchando; si queremos seguir
adelante; si todo esto queremos estar soltando, entonces ¿qué sucede? ¿Qué
sucede? ¿Por qué no lo hacemos?
Para mí, lo que tendría
¡y que tiene que tener la importancia!, ¡porque la tiene!, es acudir y estar en
ese Llamado. ¡No
bien acababa de decir!: “¡No permitamos! ¡No permitamos que nada separe ni divida!
Si tú estás aquí. Si el y ella están aquí, ¡no es casualidad! Es porque en su
corazón así lo han pedido y lo han deseado. ¿Por qué dificultamos? y caminar en
unidad.
¡Y eso lo he estado viendo en unos y
otros y otros! Hay momentos en que le
digo a mi Padre: “¡No puedo más! ¡Perdóname por no saber cumplir lo que tú me
has pedido!” De escuchar de aquellos que tan cercanos habían estado y ahora ¡todo
lo que dicen!, ¡lo que hablan! Otros que se han estado burlando. ¿Tú crees que
eso no me hace mella? ¿Que éste corazón no siente?
Mas mi Padre también me ha dicho: “¡Tienes
que seguir fuerte y valiente!” ¿Y saben por qué lo digo? ¡Porque no solamente a
mí! ¡A todos ustedes! ¡A todos! -de lo que nos pide- ¿qué es entonces lo que te mueve?, que cualquier situación ya en ti
hace distracción. Entonces ¿dónde está la firmeza? ¿Dónde está el equilibrio?
que nos están pidiendo que tengamos y que en ello trabajemos. ¡Ay hermanos!
¡Qué difícil! ¡Que fuerte seguir siendo humano!
Pero aquí estoy. Yo seguiré adelante
y con ustedes, con aquél que desea hacerlo, con los brazos abiertos y lo digo
de corazón.
Si yo les dijera, que
momentos como el de hace un instante; ¡toda esa sensación! ¡toda esa energía que
despide!… ¡Ah! ¡Qué gran desgaste! Si pudiéramos utilizarle ¡para elevar!, para
pedirle a Nuestro Padre que así seguir adelante, tomados de las manos;
escuchando todo de lo que nos ha venido hablando; sintiendo, ¡esperando y
buscando! que se realicen todas las cosas.
Pero -tal como dijo-
luego ¡no nos quejemos si nada sucede! ¡Porque somos nosotros los que evitamos
y alejamos las grandezas que -de Él- tenemos! Luego ¡no clames! Luego ¡no lo
cuestiones! Luego ¡no le reclames!, ¡porque hasta eso te ha permitido!, hermano,
hermana. En esa libertad que te ha entregado, te permite que inclusive ¡continuamente
le estés reclamando!
¡Qué gran misericordia de mi Padre! ¡Qué
infinito amor! que tiene y ha tenido por ustedes, los humanos; a pesar de no
entender -en el sentir- qué es lo que El desea para que vuelvas a Él. Ahí está.
¡Ahí sigue!, siempre dispuesto; con brazos abiertos, esperando por todos
nosotros.
Así es como tu hermana también
estará, mientras de Él sea esa su voluntad.
No olviden. Tengan presente que los
amo, pero esto no va a evitar, ¡lo juro
por mi Padre!, ¡no va a evitar que vaya a su encuentro! Y que me van a acompañar
aquellos que estén dispuestos; porque escrito está y todo aquél que salve ¡todo
intento!, el resultado ya lo verán. Ya lo vivirán.
Y entonces sabrán que
su hermana no, ¡no les ha mentido!, ¡no les ha engañado!, porque escrito está y
con letras doradas, los nombres de cada uno; de aquél, aquélla, ¡que compartirá
con su hermana!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario