La promesa infinita se verá cumplida en cada alma bendita, que de “El Creador” había emprendido la partida, en la separación que buscó para experimentar el amor, de la manera como cada uno lo entendía.
Más llego el momento en el que al estar entendiendo las sabias palabras de quien también es un Gran Maestro: "Por sus frutos los conoceréis", sientes el deseo inmenso de irte uniendo con aquella, aquel, que también están escuchando dentro, muy dentro en su corazón, el llamado del amor, el verdadero, el que no te impone ninguna condición.
Entonces está sucediendo y estás entendiendo que en amor,
el más puro y cristalino de los sentimientos, cada uno somos todos y todos
somos Uno con “El Yo Soy”.
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