7 de diciembre de 2021

Diciembre 31, 2020.


Amados hermanos; deseo compartirles mi sentir, desde lo más profundo de mi corazón.
 
Deseo hablarles de amor, de ese sentimiento que todo lo mueve, no importa lo que a tu alrededor suceda.
 
Éste ha sido un año de un gran aprendizaje, en el que todos hemos tenido la oportunidad de entender y hacer resurgir con toda la fuerza el Gran Amor que “El Yo Soy” nos profesa, porque también al mantener la fe de saber que Él está en cada uno de nosotros, abrimos la puerta de nuestro interior y permitimos que se manifieste a través, y entonces tienes experiencias, vivencias maravillosas que algunos llaman “milagros”, pero que son tan normales y naturales, porque siempre para ti y para todos nosotros han estado, solo esperando el momento de que tú y yo, en nuestro libre albedrío, nos permitamos manifestarlo.
 
“El Creador” tanto nos ama que nos da ese gran regalo, de la libertad de elegir cuándo deseamos empezar a vivir la verdad de lo que somos en realidad.
 
Quien de esto les habla lo ha experimentado. He aprendido que con amor todo lo puedes, porque hasta lo que pudiera parecer imposible, si permanece la fe inquebrantable de que se manifieste su poder, te da señal tras señal de que así es.
 
Entonces viene hasta ti esa poderosa afirmación: "Dios conmigo. Yo con Él. ¿Quién contra mí?”
 
Y cómo no mencionar a nuestros amados Maestros, Grandes Guías que nos acompañan en esta travesía.
 
Retomemos en amor en este año que inicie, con fe y decisión, el formar parte de ese cambio que deseamos, para vivir un mundo mejor.
 
Permitamos que se muestre la divinidad que habita en cada uno de nosotros. Te invito -hermano- a que lo vivamos.
 
Es así de simple, pero tan grande, porque el Padre amado nos dice: “Tan sólo pido a mis hijos que tanto amo que tengan para mí un corazón entregado”. Entonces Él, a través tuyo se estará manifestando.
 
Tengo el deseo inmenso de que sea nuestro propósito que a partir del año que comienza caminemos unidos, en una alianza perfecta en amor, agradeciendo cada momento el reencuentro que tendremos con el Gran Maestro que vive en nuestro interior.
 
Seamos ese Pilar de Luz, expandiendo a nuestro alrededor todo ese caudal de amor que nos entrega “El Yo Soy”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario