Noviembre 11, 2020.

 

¡¡¡Oh Padre!!!!, despierta en éste corazón el recuerdo glorioso de quién soy.

Es tanto el amor que está llegando, que como lluvia diamantina la Gran Energía que en nuestros cuerpos está penetrando, provoca repetir la Gran Invocación, oraciones y decretos, y en cada afirmación estar agradeciendo que -al seguir mi caminar- mis pasos ya no serán tan inciertos, porque es el amor que al hacerme vibrar en la frecuencia que se eleva, hasta ti me lleva.

Entonces, uniendo mi voz con cada hermano que se eligió, te digo: aquí está mi corazón; de él te hago entrega.

Que la Llama Violeta haga en mí la Gran Transmutación, para vivir y compartir -en amor- este cambio de Dimensión y la gran entrada a la Nueva Era, en la que el Gran Maestro Saint Germain por nosotros amorosamente espera.