No hay dolor ni tristeza; es sólo lo que la ilusión te presenta cuando de tus emociones eres tan fácil presa.
Te digo hermano: pide y decreta. Que irradiando su Luz con toda la fuerza se haga presente hasta ti la poderosa Llama Violeta, reconfortando, purificando y transmutando tu cuerpo y todo en tu interior.
Visualizándola con mucho amor irradiará la Luz de más de mil soles y te entregará la Energía Divina, para que seas tú quien la controles.
Del amado Maestro Saint Germain es un gran regalo.
Con eterna gratitud, haciendo en ello una virtud, un hábito diario, te invito. ¡Utilicémosla hermano!
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