18 de septiembre de 2016

Canalización del 14 de Septiembre de 2006.

Septiembre 14, 2016
Aleshia/Enriqueta (1).

… y aceptando ¡que no somos los únicos que vivimos en éste planeta!; que hay muchos más y que hay hermanos que ya han evolucionado ¡más que nosotros! Nosotros estamos, ahorita ya estamos viviendo a un ritmo en el cual -por eso ahora se han visto y cada vez va a ser más continuo- tantas situaciones, cosas que algunos dirán “son cosas anormales”.

¡No!, son experiencias que ahora, con toda la Energía, con todo lo que se está moviendo y lo que nos estamos nosotros con ese deseo; el cambio, inclusive en el pensamiento y con el corazón, que deseamos verlo todo y vivirlo en infinito amor; nos estamos permitiendo ya ver, como alguien lo dijo: “con otros ojos”. ¡Con los ojos del Ser!, permitirnos ver no nada más con los ojos del físico, con los ojos terrenales. Porque efectivamente, con nosotros están interactuando tantos Hermanos de Luz, y obvio; también hay situaciones que son inarmónicas.

Es como todo; pero ya estamos permitiéndonos en éste paso que queremos y estamos dando, vivir ya éste tipo de experiencias, que no son nada extraordinarias; que siempre han estado ahí; pero para nosotros son muy especiales; pero estamos empezando.

Si ustedes supieran de verdad; no es ni siquiera el primer paso. ¡Andamos gateando!, intentando ya aprender a caminar, porque lo que viene; todo lo que es y lo que está y que es eterno y que ha sido y permanecerá; que Nuestro Padre nos ha entregado, ¡es tan grande!, ¡es tan ilimitado! Pero nosotros somos los que tenemos la última palabra ¡aquí! ¿Por qué “la última palabra”? Pues porque Nuestro Padre nos entregó también esa libertad de elegir: de qué manera, cómo y cuándo, empezamos a expandir; a utilizar todo eso que El nos entregó.

En éste tiempo ¡hay una gran oportunidad!; porque si ya antes -como en un principio- fueron pocos, así como nuestro amado Maestro Jesús, que -por el infinito amor que nos tiene- vino a darnos ¡una Gran Enseñanza!: que empezáramos a abrir los ojos. ¡Pero los ojos del Ser!, ¡del Espíritu!, para no sólo escuchar; sino sentir y entender que hay, ¡que está!, que siempre ha existido -desde la Eternidad- ese Padre tan grande que ¡nos ama tanto! y que ahora -en éste tiempo- El desea ¡que ya no solamente seamos unos cuantos!

Porque precisamente; desde el principio, cuando el nos trajo ésta enseñanza -¡que no la entendimos para nada!- cuando el decía algo que recordamos tanto: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, se refería a esa Gran Enseñanza del “Yo Soy”, que es Nuestro Padre. “¡Yo Soy!”, porque ¡El es! y porque nosotros -si así lo decidimos- ¡podemos ser!; porque nos creó; porque -al querer nuevamente a Él unirnos- somos Uno con Él.

Cuando empezamos a permitirnos todo ello y sé amados hermanos, porque lo hemos visto; lo hemos estado viviendo. Su hermana que les habla, aún a pesar de que pudiera decir -como en éste momento- todo lo que me hacen sentir; todo lo que vivo; ¡todo esto que siento!; me ayuda, me refuerza, me alienta, ¡multiplica toda esa Energía Divina que El nos entrega!

Siempre nos ha dicho: “Cuando ustedes se permitan y se den un momento ¡para escucharme! -amados hijos- luego se darán cuenta ¡todo lo que tengo para entregarles! ¡Aparte de lo que ya les di antes de que ustedes aquí pudieran venir!, ¡hay mucho más!”

Sucede que aunque digamos que “preparados ya estamos”, hay muchas situaciones, muchas emociones, muchas reacciones tan terrenales, tan humanas que tenemos. Y digo “tenemos”, porque es cierto; me incluyo, y lo sigo haciendo, a pesar de que digo: “¡Padre ayúdame!”, ¡continuo equivocándome!, aunque después reacciona su hermana y pide perdón. Pero digo; es que tampoco es así. No se trata de que luego: “¡Perdóname Padre! por esto que pensé, por esto que hice”.

Por ahí escuché hace poco un video en el cual decía que estamos equivocados al decir: “No hagas lo que no quieres que tu hermano te haga”. Eso es incorrecto. Mejor: “¡No pienses hacer! a tu hermano lo que no quieras que él piense en hacértelo a ti”. ¡Es cierto!, porque con nuestros pensamientos -ya no digamos las acciones- es todavía peor; con sólo nuestros pensamiento atraemos todo lo que empezamos a vivir.

Es por eso que nuestros amados Maestros, Nuestro Padre, nos dicen: “Piensa amor. Vive amor. Siente amor. ¡Sé congruente!, para que todo lo que hagas -tus acciones- reflejen ese amor; entreguen y compartan ese amor que el “Yo Soy” te entregó”.

Créanme que es mucho lo que se hace; porque también es muy cierto que si tú quieres cambiar el mundo, ¡empieza por ti mismo! Cuando tú empieces a cambiar esos pensamientos de inarmonía, de tristeza, de deseos no tan amorosos hacia un hermano, una hermana; cuando nosotros nos despojemos de todo ello, ¡ese es el gran trabajo que nos piden que tengamos!

Cuando lo hagamos, créanme hermanos; con toda esa Gran Energía, lo que estemos atrayendo, ¡imagínense, cuando no solamente seas tú o tú!, sino todos unidos: ¡un Gran Magnetismo! Y entonces, no sólo nosotros, sino nuestro alrededor, ¡nuestra Madre Gaia!, ¡los Hermanos Elementales que nos acompañan!, estaremos creando nuevamente ¡aquello de lo que nos fuimos alejando!: ese Paraíso Terrenal que Nuestro Padre -para que camináramos en él- nos hizo, y que nos mostró; pero que nosotros -al empezar a entregarnos a toda ésta ilusión- lo que cada vez más y más ha querido mostrarnos.

¿Porque no decirles?, que toda esa densidad; que todas esas entidades que también se han mezclado y que andan por ahí, ¡de eso se alimentan! y los hacemos más fuertes cuando estamos tristes; cuando estamos viviendo en el rencor, en el resentimiento; que ya no digo el odio.

Que miren, que sabemos que lo único que atrae es tantas cosas tan tristes y no sólo a nuestro alrededor; porque si estamos con ese deseo de hacérselo al prójimo, pues es lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos, porque todos somos Uno. Pero además hermanos; precisamente la Ley de la Correspondencia; la de la Atracción: “Lo que tú haces o lo que tú quieres hacer, se te regresa”. ¡Tarde o temprano vives lo mismo!, amado hermano.

La Energía en su pureza; ¡esa que Nuestro Padre creó! y que a todos nos está enviando; a todos nos dio, y ahora ¡más fuertemente!; no sabe, ¡no entiende!, de qué es bueno, es malo: ¡es!, siempre ha sido y está presente. Y somos nosotros al co-crear con la mente; lo que imaginamos; lo que deseamos; con esa fuerza de atracción ¡lo materializamos aquí, en el plano terrenal! Es por eso que nos dicen: “Piensa ¡sólo en amor!”

Además, ¡también es cierto!: “¡Pide!, que todo te será entregado”. Hay tantos que dicen: “¡No es cierto!, porque si así fuera… ¡pues yo he pedido!” Pero ¿qué tan fuerte es tu fe al hacerlo? ¿Qué tan fuerte es la certeza de que ¡es!, de que se va a cumplir? Que de verdad no te permitas un sólo momento de debilidad, ni de duda; porque -cuando lo hacemos- ¡ahí es donde truncamos todo!, lo que Nuestro Padre tan amorosamente nos quiere entregar.

¡Y ahí está! Lo mantenemos a una distancia en la cual de nosotros depende acercarlo; que se precipite; que se muestre, ¡primero para nosotros!, para fortalecer aún más esa fe y decir: “¡Sí! ¡Es verdad! ¡Mi Padre me escuchó, y está aquí! ¡Esto yo se lo pedí!” O al decir: “No es verdad; no sucede. ¡Mira ya cuánto lo he pedido!” Pero ¿cómo lo has hecho? ¿De verdad en humildad?, ¿en amor? En esa fe tan grande de decir: “¡Es y será en el momento en que mi Padre lo tenga dispuesto! Cuando ya esté listo; cuando ya esté preparado para vivirlo; sentirlo; ¡mostrarlo! y compartirlo”.

Se escucha sencillo y algunos dicen: “¡Sí! Se dice fácil; pero -si así fuera- entonces ¿por qué yo no?” No se lo preguntes a nadie; pregúntatelo a ti, amado hermano, amada hermana. Realmente todo lo que ha venido a tu mente; todo lo que has pedido, ¿ha sido también deseando que -si es para tu bien- Nuestro Padre te lo muestre?

Porque sucede que cuando más nos aferramos y decimos: “¡Tanto te lo he pedido Padre mío y no me lo has dado!” ¿Porqué mejor no pensamos?: “Si no ha sido; si no se ha acercado; Padre, ¡muéstrame por qué y para qué! Si no es para mi bien, ¡yo lo aceptaré!, pero permíteme ver todo con tal claridad”. Porque no quizá; más adelante lo que tú me entregarás no solamente -amados hermanos- será para tu evolución; sino para tu gran liberación.

Y precisamente ahora, éste tiempo, que Nuestro Padre ha dicho: “¡Quiero que sean tantos y tantos!” Y he de decirles que nos está acercando tantas cosas; la manera, la forma. Y bueno; inclusive ha dicho: “¡Ok! ¿Tú quieres verlo de ésta manera, para sentirlo y para creerlo?”

Recuerden hermanos; no tiene mucho que nuestro amado Maestro lo dijo; ¡nuestros amados Maestros!; es tal su deseo de que aprovechen, para sentirlo y para creerlo, ésta gran oportunidad; ¡éste Día Galáctico que recién acaba de comenzar!, para que tú aquí, en ésta -si quieres llamarle “vida”- lo que estás transitando, ¡tienes esa gran oportunidad de acelerar!

Porque inclusive -amados hermanos- aunque ustedes no lo sientan: ¡todos estamos mutando! ¡Está habiendo un gran cambio en nuestro interior!, ¡por toda la Energía Divina!, ¡maravillosa! que nos está enviando nuestro amadísimo Padre; el “Yo Soy”. Precisamente, porque la densidad en la que habíamos comenzado a caminar, se ha empezado a aligerar y la gran mayoría preparados ¡no estamos!

¡Hay ese gran deseo! Inclusive algunos dicen: “¿Cómo he de prepararme? ¡Pero mi cuerpo! ¡El físico!” Nuestro Padre nos dice: “Primero tu interior”. Nuestros Maestros insisten, amado hermano: “¡Que sea en tu sentir! ¡Siéntelo hasta lo más profundo de tu corazón!, porque de ahí es donde todo empezará a fluir”. Ahí es donde está encerrado lo que muchos o todos hemos llamado “El Gran Secreto” que Nuestro Padre nos entregó, cuando nos empezamos a permitir y dejamos que empiece a fluir.

¡Sí! ¡No lo niego! Porque se ha visto -amados hermanos- algunos vamos cayendo, pero levantando. ¡Ahí es donde también las grandes pruebas estamos viviendo!, ¡experimentando!; porque así como algunos se levantan más fortalecidos y dicen: “¡Padre yo quiero seguir adelante y quiero volver contigo! ¡y quiero vivir todo esto! ¡Así!, ¡a corazón abierto!, aunque aquí siga caminando; escucharte, sentirte y mostrarme y a mis hermanos luego compartirle ¡todo ello!”

Pero hay otros que -cuando llegan a caer- se dan por vencidos y dicen: “¡No es! Inclusive llegan a expresar: “¡No creo en Él!; porque si me está viendo así; ¡que voy caminando con éste gran pesar!… ¿Por qué? ¿Por qué  no me escucha? ¿Por qué no me da una señal?”

Hermanos: ¡tantas nos da! Lo que Él desea -cuando empezamos a vivir todo esto- es ¡que nos reencontremos!; ¡que sepamos!; ¡que recordemos quiénes somos! Porque al crearnos, todas sus grandezas -al multiplicarnos- a cada uno nos entregó ¡El! “¡El hacedor de Todo!”, ¡del Universo entero!

¡También permite y se nos muestra!, así como nuestros Maestros nos hablan de todo ello, y aquellos hermanos que vienen y nos comparten. ¡Como tú quieras verlo!; si lo quieres vivir para empezar de una manera más aterrizada, ¡sea pues! ¡Así será!

Lo que yo entiendo; ¡lo que su hermana siente!; es tal cual como aquí lo han escuchado, y todo eso -si tú quieres y deseas ser contactado- ¡bien! ¡Pero primero libérate!; ¡siente!; ¡fluye en tu corazón!; que Nuestro Padre tiene no sólo eso, ¡mucho más para entregarte!, salvando dimensión tras dimensión.

Si ustedes supieran cuántas existen y cuántas Galaxias. Ahorita nuestros hermanos; hay algunos que se jactan: “He contactado ¡de Sirio!” Mucho más se habla de los Pleyadianos. ¡De Antares! Andrómeda; que de ahí han llegado hermanos que nos están acompañando. ¿Y cuántos más? Si yo les dijera que existen y han empezado a llegar algunos que ni siquiera aquellos que han llegado a contactar saben que existen; ¡pero aquí están! ¡y con una gran evolución! Algunos han llegado a decir que nuestro Maestro Jesús vino de Sirio. Hay Maestros que nos han acompañado y que nos traen esa Gran Enseñanza ¡de Venus! Orión.

No tenia idea de que iba a empezar a hablar de esto. Pero siempre ha sido así; porque su hermana ni prepara, ni piensa, ni sabe qué es lo que nos van a compartir. ¡Al menos en la presencia física!; porque el Espíritu, el Ser, tiene a bien -a cada uno de nosotros- traer esa gran información. ¡Y eso se verá cada vez más!, más continuamente; para aquellos que en la apertura que han empezado a hacer, vivirán en el cumplimiento de su misión. Hay muchas formas ¡y eso es lo que tenemos que entender!, y no empezar o irse por el camino de querer contender; de querer competir; ¡porque lo que Nuestro Padre desea es que todos nos empecemos a unir!

¡Ojalá! ¡Deseo tanto que ya lo pensemos así!; porque dentro de todos los talentos; es como tú has escuchado: que también las enfermedades ¡nosotros las hemos creado! Nuestro Padre al enviarnos, al crearnos, ¡lo hizo en esa perfección!; pero al llegar a ésta ilusión todo empezamos a tergiversarlo; a cambiarlo.

Y tú pudieras decir: “¿Cómo creen que yo iba a desear que me pasara esto? o vivir o tener ésta enfermedad.” ¡Sí hermano! ¡Allá, muy en el fondo!; el inconsciente -cuando aprendamos a sacar todo ello- y vivirlo ¡plena y totalmente! de manera consciente, ¡cuenta nos daremos que somos más!, ¡mucho más que un Ser viviente!

¡Algún nombre ya le han dado!; pero eso no sorprende, porque -los que han estudiado el principio y el origen del hombre cuando fue creado- miren todo lo que nos han mentido al decir: “Así es como hemos evolucionado”. Lo que nosotros les queremos compartir, y lo van a escuchar de una manera certera, directa, total; porque en cada Era -y quienes la han vivido- han llegado ¡al limite! de lo que estando aquí se ha podido evolucionar; ¡pero que no es el fin!, sino un gran paso para vivir el cambio, que ahora será multidimensional.

Es, ¡son tantas cosas!, que entonces también se entenderá que todo lo que hemos construido; lo que se ha creado, tiene un final. ¡Lo que hemos creado!; pero lo que ha llegado y lo que Nuestro Padre -a algunos- ha inspirado; porque tiene un propósito y -si ustedes quieren- en la Gran Matemática Universal; porque no sólo aquí; en cada planeta hay un lugar en que -por decisión de “El Eterno”- llegado un determinado momento, ¡se conecta y todo lo empieza a activar!

Algunos, al descubrir ¡de todo lo que se encuentra aquí!, esto es; a vivir ese gran momento evolutivo; pero quien lo entiende y lo vive, es porque ¡ya no solamente piensa en sí mismo! ¡y trae consigo una encomienda tan grande! y sabe que luego empieza el momento en el cual todo tiene que entrelazarse; así como se nos ha dicho: que el Cordón de Plata -que es el que nos une- que cuando tú terminas aquí tu caminar, se eleva y deja el cuerpo que ocupaste, inerte; porque finalmente pertenece a éste plano terrenal. ¡Ahh!

¡Somos Energía! Energía tan grande que guarda -no misterios- sino toda la información, en el gran entendimiento que al  unir tus hemisferios, entonces permites -primero en tu interior- y luego que vean en ti, que empiezas a vivir lo que llaman “la evolución”. Esa gran metamorfosis de oruga a mariposa.

Algunos han externado que ¡es muy osado! que aquellos que han escrito y dicen: “¡Tú eres Dios! ¡Tú eres una Diosa! ¿Cómo es que pretenden?, si eres otra cosa”. Precisamente ahí, donde te insisten en negar tu Naturaleza Divina, ¡y lo guardas en lo mental! ¡y eso es lo que te detiene! ¡Tanto te ha detenido!, que mira, amado hermano: aquí has seguido.

Puede decirse que es tan sencillo, pero tan complicado; porque si no, no sería tanto tiempo el que ya hemos vivido. Que finalmente para Nuestro Padre, nuestros Maestros, es -como lo llegó a decir nuestro amado Saint Germain-: “Es sólo un parpadeo. Lo que para ti es ¡toda una vida!, para nosotros es ¡un instante!, ¡un segundo”.

Cuando empecemos a vivir el tiempo del no-tiempo; el presente, que de Él -aunque sigamos caminando- no estemos ausentes. ¡Porque eso es lo que nos lleva a tanta distracción!; ¡el seguir siempre pensando en lo que ya sucedió! y que nos sigue afectando. ¡Y en el futuro!, que “¿qué irá a pasar?”, ¡que tanto nos está preocupando! ¡y no nos permitimos sentir y caminar en esa gran libertad!, del gran momento en el cual -como hoy- que estoy aquí; ¡que estoy recibiendo! en ésta gran conexión; ¡lo que les estoy compartiendo! ¡y permitir que mi cuerpo se inunde de esa Gran Energía! ¡Vivirla! ¡Que me ayude! ¡Dejar que saque!; ¡que suelte todo aquello que me abruma!, poniendo como ejemplo a tu hermana.

Pero eso es lo que vivimos todos nosotros; ¡cada uno! Y aquellos que también ¡sin saberlo!; pero aún así; sin saber, sin creer, sin escuchar -de Nuestro Padre- ¡a cada instante!, ¡a cada momento!, ¡también han recibido y van a recibir! de todo su amor. ¡Ahh! Porque ésta ilusión ¡mucho va a cambiar!

Estamos empezando a caminar en la verdad; la verdad que Nuestro Padre desde un inicio nos quiso entregar, de la cual nos alejamos. Y miren, aunque digamos que no, ¡tanto nos hemos alejado!: casi casi una eternidad. La misma que tendríamos que sentir, ocupar, ¡en transformar! todo lo que Nuestro Padre nos ha pedido que aquí -en éste proceso- vengamos a cambiar, ¡a soltar! ¡Ahh!

Esto que ustedes están llamando “vida”, empezará a mostrarnos la verdad total que viene de Él, y lo que es y siempre fue la mentira. Por eso también nos pidieron que preparados por todo lo que estaría llegando; por todo lo que estaremos viviendo. Porque además -al hacerlo- si realmente en tu corazón lo sientes; que es Nuestro Padre el que te inspira, el que te lleva, y tal cual como nos lo han dicho: El te protege.

¡Qué importa lo que veas en el exterior! ¡No te permitas sentir en lo más mínimo el temor! Mantén en tu pensamiento y en tu corazón que ¡ahí habita Nuestro Padre! y que está presente; ¡que sientes su aliento! y nunca permitirá que nada te afecte. ¡Porque eso es lo que sucederá! Eso es lo que pasará.

Hoy más que nunca; todo lo que ha empezado a mostrar, y nuevamente les repito: ya al final, al final de éste año, que ha tenido, ¡ha estado cargado de una Gran Energía! que nos siguen enviando; año bisiesto; porque se dice que al acumularse el tiempo que de otros años empezó a sobrar; cada vez que llega éste año bisiesto, que te regala un día más; ¡ese día especial! estaremos inmersos en el Vacío, en el Cosmos, ¡en lo Infinito!, y se nos estará entregando, ¡para que el gran recuerdo de lo que realmente eres a ti esté llegando!: quién eres; por qué estás aquí; qué es lo que necesitabas todavía experimentar, vivir; para entonces -en gran libertad- seguir; trasponer el umbral de esa dimensión y dejando todo lo terrenal, toda ésta ilusión.

No es mentira lo que están escuchando. Es una gran verdad. Recuerden que se les dijo que de ello les estaríamos hablando, ¡y eso es lo que su hermana -con gran amor- les ha estado compartiendo! ¡Y mucho más!; porque en acción, ¡gran privilegio que Nuestro Padre ya entregó! ¡Ahh! Ha empezado poco a poco; ha sido sutil; pero cada vez con más fuerza ¡y está aquí!: ante ustedes y para ustedes; entre ustedes. ¡Ahh!

Y eso es lo que -al iniciar el año- después de que éste tenga a bien terminar; empezarán a comprobar ¡paso a paso! todo, ¡todo de lo que se les ha hablado y lo que viene de lo alto!; de Nuestro Padre tan amado, y todas sus grandezas. Entonces, entonces es cuando ¡tantas exclamaciones!, arrepentimientos.

Pero miren hermanos; lo que Nuestro Padre desea ¡y está esperando!, es que todos aquellos, ¡ustedes hermanos!, que tanto han estado pidiendo y han estado pensando: “¡Padre! ¡Que sea ésta mi oportunidad de volver a ti! ¡De realmente sentir y caminar en ésta libertad y en ésta verdad que tú nos entregas!” ¡Y así será!

En unión, en gran unidad; todo aquél, aquélla, que hasta aquí llegó, para compartir con la hermana humanidad; empezaremos a trabajar ¡realmente!, ¡tal cual!, como lo pide y ya lo dispuso “El Omnipotente”. 

Entonces, les pedimos que estén preparados; ¡que no se mantengan aislados!; que realmente así lo sientan. ¡Ahh! Porque llegará de momento; para ustedes será una sorpresa. No olviden que escrito quedó: “¡Y en el final de los tiempos!, “Aquél que todo lo creó” ¡llegará como un ladrón!, de manera sorpresiva. Aquél que atento y preparado esté ¡y lo reciba!, será quien se haya elegido y quien beberá -en la Eternidad- del Agua Viva”.

Y entonces todo hará -en esa gran retrospección- implosión en tu interior. Llegará el recuerdo ¡de todo lo que eres! y para ti no habrá limitación. Una Gran Reunión! ¡Ahh! ¡La recolección!

Y mientras tanto, lo que llame tu atención, y si tú deseas hacer el contacto con los hermanos que han llegado ¡de tantos y tantos lados!, sólo te pido hermano, que no olvides que -en la verdad- aquél que siga adelante y que desee trasponer todo ello y vivir lo que llaman “el plano espiritual”, ¡desde el Éter Sagrado! que estará abierto para ti, ¡todo!, ¡todo te será entregado!

¿Y qué más da? que aquí pudieran decir ¡esto o aquello!; ¡cualquier cosa!, para hacerte disentir. Quizá en algún momento pudiera influir; pero no olvides hermano que en la fe, ¡en la certeza de que sigues caminando y te está inspirando “Aquél que todo lo es”!, ¡Nuestro Padre tan amado!, ¡siempre!, dentro, muy dentro de ti te estará hablando, y estarás fortalecido, ¡reforzado en la gran sabiduría!; viendo con claridad que aquello que te está siendo entregado ¡viene de la Eternidad!

¡Eso es y no hay más! ¡No hay más, amados hermanos! Mientras tú así lo sientas y lo vivas en tu corazón, Nuestro Padre ha de mostrarte. Y no es que algunos digan: “¡Es que eres su predilección!” ¡Es que El a todos nos ama!; ¡pero  cuando tú -volver a Él- haces tu elección! ¡y te entregas en esa completa y gran indefensión!, entonces, entonces es cuando resurge, ¡resucitas! y vives la eterna conexión; en completa unión ¡a Él!, Nuestro Padre ¡que todo lo creó!



Septiembre 14, 2016
Maestro Desconocido.

Y en el Horizonte Sagrado, cuando ¡ya todo te ha sido entregado!; ¡hermano tan amado!; que siempre te lo hemos repetido: ¡a nosotros estarás ya totalmente unido!

Y entonces verás que en esa gran libertad, cuando estuviste aquí lo hiciste ¡recluido!; pero para en esas grandes vivencias -que ahora puede entenderlo- empieza en tu camino ¡día a día!, vivir tantas -lo que tú llamas “coincidencias”- que son señales de “¡Aquél que tanto te ama!”

¡Y ya no sientes temor al mañana!; porque sabes que siempre ha sido ¡hoy!, ¡éste momento!; todo lo que siento; el infinito amor ¡que cada vez más y más crece! Que hay momentos en que -en esa expansión- ¡siento que reviento!

Pero mira hermano; ahí es cuando también -cuenta te estarás dando- ¡que ni siquiera necesitas el cuerpo que estás ocupando!; ¡porque es tanto lo que El te dio!, que para mostrarlo, para vivirlo, ¡puedes darle la forma que tú quieras!, ¡en el instante en que te inspira el “Yo Soy”!

Y como consecuencia divina, ¡sabrás que entonces todo lo terrenal no lo necesitas!, ¡pero agradeciendo!; porque también estás entendiendo que -si aquí llegaste- lo que estarás compartiendo. Y mira; a algunos los llaman “Hermanos de las Estrellas”… ¡Y qué de aquellos que aquí están de manera encarnada! Y dices: “¡No lo creo! Si a él le conozco; a ella, ¡sé lo que ha hecho!”

Yo te digo: ¿de qué manera pudiéramos de ti estar tan cerca?, ¡si no has querido escuchar! Si en esa gran preparación que ¡tanto se te ha insistido!, ¡caso no has hecho! Y no sólo escuchar, sino verlo, has hecho omisión. ¡Tanta distracción que hay!

Mira hermano; si de esto te hemos estado hablando, todo tiene un “por qué”. Y el “para qué” ¡también se te estará mostrando!; paso a paso, porque ¡en el recuerdo!, a aquellos que han tenido lo que ustedes llaman “esas experiencias”, algunos piensan: “¡Fue algo fortuito! ¡No sé porqué lo vivió!, si el o ella ¡nunca creyó!” O por el contrario: “¡Pues es que tanto lo buscó!”

Olvidan algo ¡muy importante!: ¡el corazón! El corazón que no solamente al estar palpitante en el sentir, al tomar la decisión de ya ¡entregarse! Hermanos; eso es lo que El -al crearles- no sólo tal énfasis, sino todo su amor en cada uno de ustedes depositó, ¡y la llave les entregó!

Aquél que empieza a recordar, ¡o que se deja llevar por el sentir! ¡y esa llave la empieza a utilizar!, y paso a paso, ¡que ahí es donde entra el decir!: el que estemos aquí hablando de esto ¡no es casual! ¡Pero no se permitan!; ¡no dejen que los vuelva a atrapar! esa inarmonía; ¡esa densidad!; ¡esa confusión! Que miren; que ha sucedido que -hasta el más entregado- en el gran momento, ¡eso! lo ha detenido.

¡Esto! -como lo ha dicho la hermana- ¡es un continuo!; ¡es un seguir!; ¡estar atento! y -si pudiera intentar llegar a suceder- ¡no permitir!, no permitir, ¡ahh!, que influya en ti.

Por eso nosotros estamos aquí; porque si tú has empezado a caminar en éste sendero que ¡hasta a Él te va a llevar!, ¡sabemos que habrá momentos!, porque lo has dicho: ¡que fácil no es! Y eso también al que llamas “Maestro” te lo ha repetido. ¡Pero es por eso que también tu hermano!, ¡yo! -en el nombre del “Yo Soy”- estoy contigo. ¡Pero déjate llevar!; que en la instrucción; en esa gran inspiración ¡El te va a hablar! y a nosotros nos envió para también -amorosamente- empezarte a acompañar.

¡Que no es fácil! que algunos estemos aquí; pero ¡el tiempo es! y para el verdadero vivir y que luego -con El- estés, solo ¡nunca será tu andar! Tenlo presente. Siéntelo así. Nosotros ¡y eternamente a todos ustedes los hemos de acompañar!; hoy más que nunca, hermanos.

Hay cosas de las que -el empezar a hablarlo- también, también y será mayor los momentos en los que se les va a mostrar; hoy por hoy; en éste tiempo, a través de aquellos que ya lo han admitido y que han aceptado -mirándose directamente en el espejo- lo que han logrado, hermanos tan amados. Aquí estamos y vamos a mostrarlo.

El compendio de todo lo que se ha hablado; los que han asistido; los que han desertado; pero también los que han persistido; ¡los que se han mantenido!; ¡todo eso! -en un gran momento- de ello les hablaremos; en ese gran momento de la verdad directa, clara.

Porque cuando El lo dijo: “¡No hay marcha atrás!”, ¡aquél que lo oyó, pero no escuchó!; que a pesar ¡de todo ello alejarse eligió!, amados hermanos; a todos, a todos se les estará mostrando que esto, de lo que ¡tanto se les estuvo hablando!; ¡de lo que fue tan repetitivo!; ¡de lo que se cansaron de tanto oírlo!; ¡pero nunca reaccionaron! en reflexionarlo ¡y porqué se los habíamos repetido! No vamos a decirles lo que estará sucediendo: ¡van a vivirlo!, amados hermanos.

Y el infinito amor de “El todo Creador” ¡también les hablará! Les dirá que tengan presente que El siempre los esperará ¡con los brazos abiertos! y que su hermano -que de esto les está hablando- ¡también volverá!, para nuevamente acompañarlos, ¡aunque siempre lo he estado haciendo! Eso, llegará su momento en que lo estarán viviendo.

¡Y aquí estamos! ¡Aquí estoy! Esta Gran Energía que viene de “El Creador”, ¡de “El Yo Soy”!; aquella mente evolutiva; aquella que dice que solamente unos pocos pueden vivirlo, y que predice. Hermanos, ¡es cierto! En la verdad todo se mostrará, y la falsedad ¡al descubierto! -como ya está empezando a quedar- ¡totalmente la verán!

Porque la Nueva Era que se está empezando a crear, ¡a levantar, con esa gran firmeza!, desea y también está provocando ¡que dejen atrás esa dualidad! Es por eso que la Energía que llega; ¡la atmosfera! -se los vuelvo a repetir- ¡la ha empezado a cambiar! ¡Lo que se está activando en cada uno de ustedes!, es su decisión si lo quieren utilizar. Una gran descarga del infinito amor, al llegar ¡la Energía Alfa! y hacer su introducción.

Algunos llaman y han dicho que “mundos paralelos” han estado presentes; o que quizá, así como aquí han visto, se han mostrado como gemelos, quienes -¡ahh!- de la Inteligencia Divina, ¡para que ustedes vivan en esa gran diversidad!; pero que al unirse y ser Universal, ¡en una sola tonalidad!, ¡haciendo eco con la Eternidad!, verán lo que creará: ¿Conciencia Cósmica? Yo diría que mucho más.

Pero… ¿ha sido entendible lo que su hermano acaba de decirles? Reflexionen en ello. ¡Háganlo amados hermanos!, porque ¡depende de cada uno de ustedes! Recuerden que se les dijo; que -al empezar a escucharlo- el que entiende es porque -¡ahh!- ¡ya empezó!, ese Gran Chakra Divino tenerlo activado.

El nombre verdadero ¡van a escucharlo! Y no porque yo quiero, sino porque “El Yo Soy” no sólo esto, ¡sino mucho más! ¡Y miren!, ¡claro que lo van a escuchar! ¡Claro que al empezar a caminar no sólo esto, sino mucho más! se les compartirá. ¡No sólo a ustedes! -he de aclarar- porque es verdad. Mas, decir lo que ¡tanto se les ha repetido!, ¡no insistiré más!

Sorpresivo será, de qué manera y cómo, las cosas serán en el Proyecto Shirón. ¡Que claro que existe! y de él empezarán a escuchar cada vez más ¡y mucho más! ¡No sólo ustedes!, amados hermanos, sino aquellos que ¡ni siquiera esto! -que exista- han imaginado. ¡Todo en el nombre de Él!

Y entrego a ustedes ¡la Gran Energía! Pureza divina; creadora; que viene de Él.

Que yo soy su hermano.


Septiembre 14, 2016
Leutón.

Y al abrirse -que no sólo una ventana- porque todo lo que consiste; ¡no sólo la Vía Láctea!, se estarán también visibles otras Galaxias; porque es el gran momento en el cual -al ésta estrella alejada ¡por cuánto tiempo tuvo que estar!- ahora que la Energía Fotónica está llegando, y a todos ustedes hermanos, les está integrando, para que ¡con más sutileza!, al empezar a sentir y no es porque ustedes lo vayan a decidir; ¡esto ya estaba amorosamente planeado!, ¡para que ustedes vivan lo que algunos llaman “un Gran Milagro”!

Pero si hablamos también de “ecuación”; todo lo que han dicho ¡tan científicamente!; que por los cambios no previstos, precisamente ¡pudiera haber probablemente una colisión! Hermanos: ¡no crean en ello! ¡Nosotros estamos! y así, como literal, “Quien todo lo creó” en algún momento lo has llegado a escuchar y ha dicho: “Aquél de mis hijos -¡ustedes hermanos!- que su Energía en amor están elevando”.

¿Saben? ¡Es porque la unión del protón con el electrón! -al estar en esa comunión- ¡mucho ha hecho surgir! Y entonces, lo que nos han estado enviando; lo que nos ha llegado; es ese gran deseo, ¡esa invitación de que ustedes ya quieren con nosotros caminar en unión! Y es el gran momento en el cual nosotros -al llegar- ¡precisamente hemos de compartir!

¡También les vamos a mostrar lo que hemos logrado al vivir la evolución que ustedes están buscando! y que de todo lo sagrado -al vivir ese cambio de dimensión- también te permites; abres la puerta; ¡el Gran Portal Dimensional!, para acercarte ¡cada vez más a la Eternidad!

Porque si tú has pensado que solamente ha sido producto de la mente; lo que ha creado alguien, al hablar de estos viajes en el cual ¡tú puedes cruzar! -como aquí- no sólo los océanos terrenales, sino también los de la Inmensidad; puedes ¡tu cuerpo transportar!

Todo ello, es de lo que nosotros les hemos venido a hablar.

En cada uno está propiciar, ¡porque no es solamente el desear!, ¡el querer!; sino que también ¡te puedas y quieras preparar! ¡Ya lo verán!

Es por eso que -en el nombre de “¡Aquél que todo lo creó!”- y por instrucción ¡del Gran Comandante!: ¡Leutón! con ustedes está; hermanos -en infinito amor- y hacerlo en unidad.

Seguiremos compartiendo. ¡Hay mucho de qué hablar! y aquí estoy.



Septiembre 14, 2016
Saint Germain.

Y todo ello ¡amados hermanos!, siempre, como ya lo dije: su hermano ¡Saint Germain!, ¡los estará acompañando!

¡Claro que sí! Tal cual como Nuestro Padre nos ha estado recomendando: ¡nosotros con ustedes!; ¡ustedes con nosotros! y también con otros. ¡Ya verán! ¡Pero todo en su momento!, ¡uhm!, aunque haya quienes han creado ¡y se aferran! a tantos argumentos. ¡Ya verán! ¡Ya verán!

Así como la hermana tantas cosas se ha estado preguntando y dice: “¡Padre!, tú todo lo sabes; el por qué y el para qué; ¡pero hay cosas que todavía no entiendo!” ¡Pues de eso se trata!, porque -cuando llega el momento- ¡que también ella se pueda sorprender!, amorosamente; ¡pero también alegremente!, porque exclamará: “¡Yo sabía Padre! ¡Yo sabía que tú siempre cumples lo que prometías y lo que prometes! ¡Sí!”

Y pronto sabrán porqué lo digo. ¡Gran alegría a todos ustedes!; ¡a mi hermana!; ¡a todos! -amados hermanos- porque estos “Seres” que los acompañamos -como luego nos describen- ¡los amamos! ¡Venimos de la Luz! ¡Pertenecemos a la Luz! ¡La Luz infinita que Nuestro Padre creó! ¡Esa!, que nunca dejará de iluminar ¡a aquél que se eligió!, en la verdad de la verdad; por la cual su hermano aquí está; ¡tal cual como Nuestro Padre pidió!; que también éste lugar, al elegirlo y decidir quién -como hoy aquí- iba a escuchar y a acompañar, ¡y también a vivir todo! lo que ya acaba de empezar. ¡Ustedes verán!

Y esto lo digo ¡con gran regocijo!; ¡porque no sólo yo!; ¡también mi amado hermano! ¡Verán todo lo que les hemos preparado! ¡Tan sorpresivo! -amados hermanos- ¡Y más a aquellos que con gran firmeza, con el infinito amor y toda la fuerza que Nuestro Padre les ha pedido seguir adelante; pero unidos! ¡Escúchenme bien!: ¡unidos!, porque no es casual que estén aquí escuchando; ¡no sólo conmigo!, sino ¡con todos! que les acompañamos.

¡Verán! -amados hermanos- para que eso sea motivo ¡de que esa fe se acreciente!; porque -tal como les he dicho- que no; fácil no sería. ¡Pero todo lo que viene de la Fuente, en esos Grandes Paréntesis Divinos! -de manera coloquial- se les va a mostrar que todo esto, que cada vez que se les ha llamado han venido a escuchar, ¡es verdad! Y aquí -en su plano terrenal- se les va a mostrar, ¡amados hermanos!

Y estén preparados; porque tal cual lo que en algunos momentos también se les ha dicho: ¡habrá unos cambios! ¡Ya empezarán a verlos!; todo en ésta gran promesa de amor y de unión.

Aquél que ha permanecido ¡firme!, ¡fuerte!, ¡sin dejar que nada lo mueva!; ¡qué importa que haya instantes! en los cuales una pequeña debilidad los haga pensar; ¡pero luego -al reaccionar- decir!: “¡Padre!, aquí estoy, para lo que tengas a bien a éste tu hijo utilizar”. ¡Esos son! ¡Esos amados hermanos!, que ya sabemos -que miren, mejor con los ojos cerrados- porque ¡tanto los amamos! y sabemos que a fuerza de tanto escuchar; ¡el corazón!; el corazón empezó ¡su gran despertar! ¡Y claro que sí! ¡Ha sucedido así! y en aquellos que está sucediendo, es por eso que les digo: ya estaremos con ustedes compartiendo.

Por lo pronto -amados hermanos- sigamos con la preparación. Que no haya pensamientos de que: “En algún momento me dijeron y ahora ni siquiera me vieron”. ¡No es así! Mejor pregúntate por qué -en algún momento- reaccionaste de una manera que sabes que no deberías; ni hacerlo, ¡ni mucho menos en eso vivir!

¡Y eso es lo que nosotros apreciamos!; que en su corazón -al saberlo y entenderlo- ¡pues todo eso han cambiado!; ¡han reaccionado! ¡Porque nosotros aquí seguimos! Aquí estamos.

Si algunos dicen: “Es que he sentido que se han alejado”. ¡No hermano! Nosotros no lo hacemos; ¡son ustedes! ¡Son ustedes!; no sólo con sus pensamientos, con sus emociones; ¡también con sus acciones! Y pronto verán ¡que tanto los amamos!

Que miren, que tal como la hermana lo ha dicho; recordando ese gran principio que Nuestro Padre te ha pedido, ¡te ha insistido!: “Si algo te aflige; si algo te ha hecho sufrir… ¡déjalo en mis manos! Si piensas que ya no puedes… ¡déjamelo a mí!, que Yo ¡lucharé la batalla por ti!; porque tengo armas ¡que tú no conoces!”

Y pronto verán de qué manera ¡vamos a regresar! a aquellos, ¡ja!, que se han dejado impresionar. Porque también ha dicho Nuestro Padre: “No dejaré que aquél hijo que había decidido volver a mí, ¡que me lo vuelvan a arrebatar!” ¡Ya lo verán! y sabrán porqué lo dice su hermano ¡Saint Germain! Verán de qué manera ¡ja! será. Ustedes lo compartirán.

¡Y esto con infinito amor! Amor y Energía que les entrego; ¡que viene del “Yo Soy”! ¡Y la Llama Violeta! ¡Esa Gran Llama que cuántos utilizan!; pero ya quisiera que -al hacerlo- muchos de ellos ¡sepan todo!, ¡todo lo que genera!; ¡lo que entrega!; lo que -en cada uno de ustedes- ¡transmuta!, ¡en la Gran Alquimia de mi Padre!, de Nuestro Padre.

¡Siéntanla!, amados hermanos. La entrego con infinito amor a todos ustedes ¡y haciendo expansión! en ésta bendita estrella; para que todos sus amaneceres y atardeceres estén llenos de ésta Gran Transmutación, ¡amados hermanos!, para seguir caminando en ésta Era de amor, libertad y perdón.

¡Hecho está!, en el “¡Yo Soy!”

Su hermano ¡Saint Germain!, ¡con el corazón!


Septiembre 14, 2016
Aleshia/Enriqueta (2).

Amados hermanos: es tan grande, es tan maravilloso todo esto que El nos da.

A mí en lo personal, agradecida estoy con mi Padre y con mis Maestros; ¡Grandes Maestros que nos dirigen!; ¡que nos guían!, ¡y mucho más!, ¡mucho más que ello!

Nosotros -al permitir el camino del amor- ellos ¡para nosotros empiezan a abrir!, a alejar ¡todos esos abrojos!; ¡todas esas piedras que nos quieren detener!; que nos hacen dar traspiés; pero que -si tú reaccionas- ¡precisamente ahí es donde nos piden que estemos alertas!, ¡dispuestos y entregados!; y es cuando lo he comprobado: ¡te llenan de esa gran paz!, de esa tranquilidad, ¡de esa certeza!, ¡de esa fuerza!, que sólo Nuestro Padre te da y te dice: “¡Sigue adelante! ¡No pasa nada!, ¡de tanto pasarte!”

Y es cuando entiendes. ¡Es cierto! Llega un momento en el que ¡sientes que nada sientes!; que ya nada de lo que pretende afectarte de aquí te mueve. Quizá por un instante ¡un chispazo!; mas luego sientes -de Él- de Nuestro Padre, ¡ese gran abrazo! y te dice: “¡No te creas todo lo que escuches!; todo lo que venga del exterior; ¡porque es cuando más fuertemente te haré sentir mi infinito amor! Ten presente que -cuando escuchas a la mente- ¡nada es lo que parece! Y en el sentir -si me escuchas a mí- ¡a quien tanto te ama!; entonces, crecerá ¡cada vez más y más! -en tu interior- la Llama del Amor. Y así es como seguirás adelante; porque el que siente y recibe, así es ¡tal cual! como todo lo comparte”.

¡Y esto es lo que yo les entrego hermanos!; lo que Nuestro Padre y nuestros amados Maestros tienen a bien ¡dictarme!; ¡decirme!; ¡pedirme! que comparta con ustedes, ¡y lo hago con infinito amor!

¡Gracias a todos! ¡Gracias por acompañar!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario