7 de agosto de 2016

Canalización del 27 de Julio de 2016.

Julio 27, 2016
Ketta/Aleshia (1).

… y que ahora ¡que nos estamos permitiendo! sentir el Amor, la Esencia, la Presencia de Nuestro Padre en nuestro interior; el “Yo Soy” cada vez ¡más y más!, ¡primero para ti! -amado hermano- primero para ti se estará mostrando. Con toda su fuerza lo estarás sintiendo. Y entonces eso es algo ¡tan maravilloso!, porque sabes que todo lo podemos en Nuestro Padre; que El nos lleva; que El nos guía; que El nos inspira.

Y entonces: ¿qué puede hacer el mundo exterior contra todo eso?, porque sabemos que es una mera ilusión; ilusión que la fuerza de la Energía que El nos entregó cuando nos creó, nosotros sin saberlo le hemos dado -no a materializado- porque vida, la vida nos la da Nuestro Padre; ¡la verdadera! Entonces, tenemos que ir recordando, para nuevamente vivir lo que en un inicio del Todo -ya lo hemos dicho- y en esa libertad ¡sin limitación!, tal cual como Nuestro Padre nos pide que lo sintamos y que así lo vivamos.

Este es nuevamente el tiempo en el cual ¡unidos! habremos de lograr. ¡Y cada vez seremos más! Pero depende de cada uno de nosotros, el sentir ¡ese abrazo! de Nuestro Padre; el -a cada instante, a cada momento- ¡platicar con El!

Miren hermanos; cuando estamos muy entregados a seguir en ésta rutina, en lo que creemos que es “nuestra vida”, son tantas las distracciones, sobretodo las preocupaciones; ¡esas también son distracciones!; que si porque tienes que tener un buen trabajo; que porque tienes que proveer a los Seres que amas. Y cuando hay también enfermedades; enfermedades que ya nos han insistido: ¡no existen!

Pero nosotros lo tenemos ¡tan arraigado!, porque ha venido ¡desde nuestros ancestros! Se nos ha hecho creer que así como nacemos vamos a morir. Es simplemente una transición, porque somos eternos, tal cual dijo Nuestro Padre, nos ha insistido; como nuestro amado Maestro cuando estuvo encarnado y nos habló “de la vida eterna” y nos dijo, nos insistió tanto, en la enseñanza del “Yo Soy”. ¡Ahh!

Ahora -obviamente- la enseñanza ¡tiene que ser más abierta!, porque se supone que nosotros estamos más preparados que hace tiempo. Sin embargo, precisamente en aras de esa “información” que tanto hemos acumulado, ¡somos más escépticos! y siempre mencionamos: “Yo como Santo Tomás: ¡ver para creer!”

Pero amado hermano; si Nuestro Padre, nuestro amado Maestro, ¡nuestros amados Maestros!, nos han insistido: “Es la Era del sentir, no de razonar; para poder vivir en lo que es de Él -de Nuestro Padre- la infinita y eterna verdad; ¡que es única!; que ha estado; que ha existido; que es; que fue y que será”.

¡No importa los adelantos que pudiera haber! Cuando tú te dejas llevar y estás inmerso en toda esa enseñanza de Nuestro Padre ¡y escuchas a quien de ello te viene a hablar!, entonces, entonces -amado hermano- cuenta te das que hay ¡tantas cosas!, que ninguna religión te va a entregar; porque lo que viene de Nuestro Padre ¡que es directo!, en su infinito amor; aquí, en tu interior, para que tú sigas adelante y encuentres y nuevamente vivas -de Él- lo perfecto.

Eso es, eso es lo que empiezas a ¡redescubrir!,  porque no es nuevo; porque siempre ha estado en ti. ¡Ahí vive y está esperando el momento en que tú te permitas quererlo sentir! Nuestro Padre, que siempre te está hablando; que siempre y a cada instante ¡y más en tus momentos en los cuales por El estás clamando! y te dice: “Si permitieras por un instante acallar tu corazón; dejarte llevar en ésta entrega; entonces -amado hijo- escucharías  mi voz. Mi voz que siempre ha estado”.

Cuando tú te permites escuchar… eso ¡nunca!, ¡nunca! -amados hermanos- me voy a cansar de repetir; a Nuestro Padre que insistentemente te ha querido hablar ¡de manera individual! ¡Ahí está!, siempre, diciéndote que recuerdes ¡que no existe el destino! Que para ti creó, para cada uno, el Plan Divino ¡y todo! lo que tú tendrías que vivir -pero que viene de Él- y para ti ya está escrito.

¿Saben? Cuando nos decimos que -por alguna situación- empezamos a sufrir, es porque nosotros, ¡nosotros nos lo permitimos! ¡Nadie es dueño de tu vida! ¡Ni siquiera Nuestro Padre!, que te ha permitido y en gran libertad ¡eso nos ha dicho!: “Deben a mis amados hijos dejarle. Cada uno habrá de volver. ¡Claro que sí! A mí habrán de llegar. Eso es tan seguro.” ¡Mi Padre lo ha mostrado y lo sé! Pero ¿cuándo? Amados hermanos: eso, ¡eso es lo que ustedes elegirán!

Y nuevamente insisto: ahora empezamos a vivir ¡grandes momentos! de que su Energía, su Vibración, ¡su infinito Amor!, ¡no solamente más fuertemente se está sintiendo!, sino que ¡ya lo ha empezado a mostrar!

Pero sucede lo que les comenté hace un instante: cada vez -amados hermanos- son tan escépticos y -de Nuestro Padre- por decisión, algunos están cada vez más distantes. Y aún así, ¡no deja de amarles! y a cada momento abrazarle; aún cuando en algunos hay reclamo ¡y cuestionan lo que viven!, porque ¡mucho razonan! y dicen: “¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Por qué me haces esto?”

Si supieran mis hermanos, que la Gran Energía ¡que emanamos!, ¡cada uno de ustedes atrae lo que vive! ¡Si con esa fuerza! -que la inarmonía y la negatividad en su día con día permiten que sea su rutina- intentarán, ¡yo les invito a que lo hagan! y empezarán a pensar y a decretar en amor; ¡en infinito amor! y pedirle a Nuestro Padre ¡que primero en cada uno de ustedes!, con la ayuda de nuestro amado Maestro Saint Germain y su Llama Violeta, hacer ¡una Gran Transmutación de todo lo que hemos estado atrayendo! ¡Elevarlo hacia Nuestro Padre!, para que en esa Gran Purificación y Cristalización, nuevamente nos lo envíe; porque toda esa Energía; todo se mueve. ¡Es eterno! ¡Eso es lo que Nuestro Padre desea que entendamos y que vivamos!

Ustedes lo han dicho; lo han comentado; aquél, cuando todavía la Conciencia Crística no has abierto y todo eso para ti está cerrado, dices: “¿De qué manera aquél que se ha convertido en Santo?… ¿Cómo se ilumina?”

Amado hermano; es la misma Luz que tú siempre has tenido y que no has permitido; ¡no te has permitido que empiece a fluir! ¡Ahí está!, por ti esperando ¡esa Parte Divina que mi Padre te entregó! ¡A cada uno lo hizo! Y hoy, ¡hoy, que nos ilumina ese Nuevo Sol!, que a cada instante envía una Gran Emanación, ¡sí!, y todo aquél que la recibe ¡sin excepción!

Amado hermano; es por eso que nos piden, nos invitan, ¡nos suplican!, estar en esa constante preparación, para poder entender y liberar esa vibración, en el infinito amor que Nuestro Padre a cada uno nos entregó.

Miren lo que se puede lograr: la Gran Enseñanza que el Maestro Jesús trajo y muchos dicen: “¿Quién como el?” ¡Mas no recuerdan sus palabras! Y si las escuchan ¡no las creen!: “Esto, que ustedes ven que he hecho; ¡eso y más ustedes harán!, el día que se permitan ¡y quieran! a mi Padre quererse entregar.” A Nuestro Padre tan amado, ¡que es el Todo!, porque después de Él, ¡no hay nada!, nada más: es el vacío, ¡ese Gran Vacío!,  donde -si tú te visualizas- ahí estás, inmerso; ¡tan ligero!, pero con ese infinito amor; ¡sintiendo! y entregando; compartiendo a todos tus hermanos. ¡Verlos así!, en esa transparencia, sin juzgar, sin cuestionar, sin condicionar. Sólo permitiéndote ¡a cada uno de ellos! -de la forma como Nuestro Padre ¡nos ama a nosotros!- a ellos amar.

Éste es el tiempo; el tiempo en el cual nuevamente -amado hermano- cuenta te estarás dando, que de todo eso que te hemos venido a hablar; lo que has estado escuchando, es -de Nuestro Padre- su total e infinita verdad.

Aquél que se permita en el sentir, para luego en todo ello verdaderamente vivir ¡y morir! ¡Morir en todo lo viejo! ¡En todas esas emociones que nos han encadenado! ¡Cuántas veces lo estaré repitiendo, hermano tan amado! Con cuánta fuerza, ¡cuánto nos han detenido!, ¡cómo nos han limitado! las emociones, los apegos y sobretodo ¡el ego! El ego que siempre te está hablando y te muestra ¡lo que sabe que te está gustando! y te dejas arrastrar cuando tú sigues ahí.

Es por eso -amado hermano- que vuelves aquí a reencarnar; ¡porque tienes que seguir viviendo la Gran Enseñanza!, hasta que no permitas -de tu gran equilibrio- que se incline la balanza; que entiendas que el seguir caminando por éste sendero, en el cual Nuestro Padre nos pide que sólo la enseñanza del “Yo Soy”.

Nuestro Padre tan amado, en el principio del Todo, lo dijo: “¡Esto es para que vuelvas a mí! ¡Tú que separarte -amado hijo- has decidido! Irás recordando para que a mí vuelvas y esa chispa de amor cada vez ¡más y más!, en gran expansión y en unidad, todos mis hijos a mí volverán; unidos; sin división”.

Tú estarás pensando: “¿Y qué es lo que está sucediendo? ¡Todo lo contrario!” Amado hermano: la Luz de Nuestro Padre que cada vez ¡más fuertemente está llegando! y a cada rincón está iluminando; ¡la densidad la está terminando! ¡Y claro! que algunos están viviendo una gran catarsis, para que tú te sacudas, te separes, te alejes, transmutes y que ¡por toda la Eternidad todo eso dejes! Entonces te eleves y vivas en la Luz.

¡El impacto es fuerte! ¡Claro que sí! Lo empiezas a vivir; pero lo haces cuando ¡tú te permites todo ello sentir! ¡Qué importa!, ¡qué importa qué digan los demás!, ¡si sabes que Nuestro Padre está en tu interior! ¡y fuertemente te ha empezado a hablar! ¡Cada vez más y más! y no dejas de escuchar cómo te guía; ¡cómo te lleva! y en gran inspiración.

Y aquél que abre su corazón ¡tan fuertemente!; ¿por qué no, amado hermano?, si lo has atestiguado… También en ti puede suceder; ¡que te abra un Don! No te olvides: Corintios 12 lo ha mencionado y ahora es el tiempo ¡en que más fuertemente se estará mostrando!

Ustedes -la mayoría- que esto están escuchando ¡lo saben!, porque lo han visto. ¡Tienen a Nuestro Padre!, sólo de Él, tengan siempre presente, que éste lugar que Nuestro Padre eligió y que a tu hermana le permitió de ello venirles a hablar, cada vez más ¡y más!, su infinito amor, su Energía, la sentirán.

Pero tú -amado hermano- haz de tomar la decisión: si te permites vivirlo; ¡si quieres que ya sea tu momento! Y si no, yo te digo: ¡no es casualidad que aquí estás! La semilla, cuando Nuestro Padre ya lo tiene dispuesto, empezará a germinar. ¡No importa que no sea aquí! Eso, ¡muy claro tu hermana lo tiene ya!

En el verdadero vivir, el buen sembrador viene ¡y arroja la semilla con infinito amor!, aquí y allá; y deja en manos de Nuestro Padre el resultado. Cuando sea el momento en que haga eco ¡todo lo aquí hablado!; recuerda también ¡que siempre hay otra oportunidad! y la recolección, la cosecha -hoy por hoy- con aquél que ya se entregó, ¡ha empezado ya!

Mas también, la semilla nuevamente se empezará a sembrar. ¡Es continuo! ¡Es total! Por eso Nuestro Padre te dice que -para esperarte- tiene toda la Eternidad; Hoy algunos; mañana -en el Nuevo Día Galáctico- ¿cuándo llegará? Amado hermanos, eso en repetidas ocasiones lo has podido escuchar. También sabes que éste Nuevo Día que acaba de iniciar, estamos viviendo el Año 3, de la Nueva Era; ¡todo!, amado hermano, se ha empezado a mostrar.

¡Que no te esté sorprendiendo todo lo que llegará!, porque no solamente tu hermana -para hacerlo- aquí está. No tienes idea, lo que Nuestro Padre con el Cosmos y todos los Seres de Luz, amorosamente han empezado a conspirar, para que ¡ésta estrella bendita en la que tú caminas y que en el cambio ha empezado a gravitar! La atmosfera -aunque algunos no lo han sentido- ¡ya empezó a cambiar!, amado hermano.

Porque tú, aquél que se ha elegido en el sendero del amor para volver al hogar, ya empezó, y aquél, aquélla que se permita escuchar todo esto, pero ¡fuertemente sintiéndolo!, ¡permitiendo que su corazón resuene!,  ¡que haga eco a ésta voz!, porque El no te va a engañar. Nuestro Padre te lo dijo: y que también nuestro amado Maestro volvería: Conciencia Crística. ¡De esa manera lo haría!, ¡en cada uno de nosotros!, mostrándote el camino.

¡No olvides que eso dijo!: “Yo Soy el camino, la verdad y la vida. El “Yo Soy”. Nuestro Padre tan amado”. Y esa Gran Enseñanza es la que te trajo. Ahora la continuación: ¡una gran lección! ¡Una purificación!, para que en esa cristalización vuelvas a vivir una Era Dorada como aquélla, ¡aquéllas!, ¡tan sonada!

Ahora, ¡que seas tú! ¡Estás incluido! ¡Parte muy importante!, porque ¡todo lo vivido!, ahora, que al escucharme -hermano mutante- todo a Nuestro Padre quieres elevarle: tu sentir; tus pensamientos; tus emociones. El te escucha. ¡Siempre lo hace! y te dice: “Mientras sigas aquí; para que triunfes en ésta lucha; ¡para que resultes vencedor de ese gran enemigo!, que eres tú mismo; ¡aquí estoy! y te envío la enseñanza del “Yo Soy”.

En esa verdad es en la que en éste sentir, ¡tu hermana!, de lo que te viene a hablar, para seguir el caminar; pero de ello y por ello ¡dejarnos llevar!; sin condicionar, ¡sin cuestionar la voluntad de Nuestro Padre!, ¡que tanto te ama! y ¡todo te lo da!

Cuando tú de verdad te entregas, ¡grandes señales de ello te da!, amado hermano, amada hermana; que no solamente, no solamente como el Llamado, al lugar al que acudimos, hermanos. ¡Hay mucho más!

Al permitirte sentir, en el cambio de la dimensión y fluir en ella; entonces sentirás que sólo el amor, el amor de Nuestro Padre es el que vivirás; el que compartirás. ¡Siempre el amor!, ¡porque esa es la llave! para que vivas tu evolución; esa transición ¡que todos hemos ido buscando!

¡Y mira!, si sientes que lo estás encontrando, es porque ¡a Nuestro Padre estás escuchando! El te dirá -como hasta hoy lo ha hecho- ¡qué es lo que necesitas soltar! ¡Pero no hagas oídos sordos a ello!, ni digas: “¡Luego pido perdón y ya!”, porque te estás engañando hermano. ¡Te estás engañando! En el proceso, ¡cuando tú ya estás despertando!, sabes que es ¡tan delicado! No podemos llamarlo “pecado”, pero sabemos que son cosas ¡que detienen nuestro caminar! ¡Que debilitan la vibración que a borbotones Nuestro Padre nos ha enviado! y que al recibir -por hacer y por pensar cosas incorrectas- ¡estamos bloqueando!, amados hermanos. ¡Y lo hacemos nosotros!

Reflexionen en ello: ¡Nadie más! ¡No culpen a nadie! ¡Somos nosotros!, los que nos permitimos o detenemos el seguir nuestro camino. Y Nuestro Padre nos pide seguir adelante. ¡El! nos da la fuerza. ¡El nos brinda toda esa fortaleza! Nos da la respuesta de todo lo que nosotros -a Él- preguntamos, amado hermano.

Te da -después de su gran amor- ¡la sabiduría y la claridad para ver y sentir! ¡Darte cuenta en dónde está tu error!; para que corrijas, para que camines cada vez más en esa claridad y poder elegir, discernir, ¡saber!, que en esa línea tan delgada, pero que llega hasta Él; Nuestro Padre en gran equilibrio te va a llevar en ese gran amor, que en ti ¡más y más crecerá!

¡Y aprender a querer, a amar a nuestro hermano!; ¡pero con aquél amor incondicional que El nos entrega! No con el amor humano que hemos tenido; que crea tantos apegos y que nos hace cometer ¡tantos yerros! ¡El verdadero! ¡El que viene de Él!: ¡El Amor Universal!

Ese es -amados hermanos- el que tenemos que recordar: amarnos ¡a nosotros mismos!, para luego ¡perdonarnos! ¡y cruzar todos esos abismos que habíamos creado! Y entonces, en esa gran libertad y perdón, compartirlo con nuestro hermano. Poder entregarle ¡eso que ya vive en tu interior!; que viene de Nuestro Padre, en la Gran Enseñanza del “Yo Soy”.

¡Cuánto sufrimiento se puede evitar!, cuando -en el infinito amor de Nuestro Padre- aprendamos a caminar. Siempre ha sido así. Aquellos que lo han logrado -amado hermano- ¡si están aquí, es porque vienen a de ello hablarte! ¡A compartirlo! ¡A mostrarte cómo vivirlo!

Y entonces, también entenderás que la verdad, la verdad de Nuestro Padre, sólo El te la entrega; sólo El te la da; porque aquellos amados hermanos; Profetas, que de tiempo en tiempo de ello te han hablado; quienes hicieron la transcripción, algunos mucho se equivocaron… y otros -a propósito- la verdadera intención la cambiaron o la ocultaron.

Pero cuando tú sabes y te dices ¡y a Nuestro Padre le hablas!, que es tu deseo ya compartir de su verdad y a Él volver; entonces, entonces amado hermano, algunos dicen: “El cielo se abre y comienzan a llegar Ángeles, que bajarán para -de Él- hablarte”. ¡Y tantos más!, que te dirán ¡cómo prepararte!

Pero siéntelo en tu corazón. ¡Créelo en verdad!, porque así es, ha sido y será. No importa el tiempo que vivas. Siempre ha sucedido y en éste tiempo… la excepción no será. Porque déjame decirte que ¡aún más!; con toda la fuerza, la Séptima Raza Raíz ya se empezó a preparar. Nuestro Padre tan amado lo empezará a mostrar.

¿Cómo?, ¿cómo no entregarse?, ¿cómo no amarlo eternamente?, si siempre, siempre, en el sentir, cuando El -mi Padre- empieza a mostrarse, tu hermana grandes maravillas ha venido a vivir ¡y eso es lo que contigo quiero compartir! Pero libérate hermana, libérate hermano. ¡Háganlo!

Eso es por decisión propia. ¡No podemos!, ¡no queremos!, ¡ni debemos forzarlos!. Algo que Nuestro Padre ¡tanto nos ha dicho! es: “Esa libertad que les entregué; ¡esa!, del infinito amor, han de respetar. Cada uno de mis hijos decidirá”.

Cada vez que haya oportunidad -amado hermano- te lo voy a recordar. Porque tú podrás decir: “¿Y si es cierto?, entonces por un instante ¡y ya! ¡Puedo lograrlo!, si es que tú me vienes a ayudar”. ¡Sí amado hermano! ¡De ello te venimos a hablar!

Pero eso, ¡eres tú el que lo va a lograr!, porque cuenta te tienes que dar ¡quién eres realmente!: ¡Ese Ser maravilloso que aquí vino a experimentar!, a sentir, a vivir ¡tantas cosas! Que tú podrás decir: “Hay muchas que me han hecho sufrir y que no quisiera repetirlas”. Por eso -amado hermano- en esa enseñanza, que la voz dentro de ti, ¡siempre!, ¡que no sea el mismo!, ¡sino que cada vez sea más fuerte!

¡Qué importa lo que hayas vivido! ¡Que el perdón!, ¡la libertad!, ¡el infinito amor sea el que prevalezca!, ¡porque entonces -con ello- estarás venciendo al gran antagonista! que siempre ahí ha estado y que tantas cosas te ha mostrado. ¡Que te ha engañado! no sólo una vida, sino ¡tantas otras! Pero ahora, ¡ahora, es tu gran momento!

Mira; en éste Proyecto que Nuestro Padre ¡con gran e infinito amor lo creó!, ¡si tú quieres llamarlo “para que vivas tu salvación”! ¡Pero abre tu corazón! ¡Vívelo! ¡Siéntelo! Eso es lo que permitirá que hagas ¡de todo! una gran transmutación y que vuelvas nuevamente a vivir en esa pureza; aquella que Nuestro Padre te entregó, cuando la Chispa Divina te dio.

Esto y más, de lo que tanto te he hablado y de lo que te diré, amado hermano: ¡tu hermana Aleshia!, en el nombre de mi Padre.



 Julio 27, 2016
Maestro Desconocido.

Y tal como lo he dicho; se dará en el tiempo preciso y para algunos de ustedes ha empezado a suceder.

¡No pienses hermano!, que lo que viviste ya pasó, no volverá; porque la verdad es que en ti, en tu interior; lo que se ha empezado a formar, ¡a vivir!, ¡a volver a fluir!, ¡verás!

En apariencia todo ha quedado en calma, pero ¿es así realmente? ¿Cómo estás por dentro? Porque en algunos todavía hay tempestad. ¡Y sabes por qué! ¡Y tú tienes la respuesta, para que todos esos vientos comiencen a amainar! Nosotros ¡aquí estamos! ¡y te acompañamos!, cada vez más.

¿Cuándo permitirás? que tu hermano -que de ello te estoy hablando- ¡más clara y transparentemente!, ¡de todo! te pueda hablar. ¡Porque lo has hecho hermano!: te has preguntado: “¿Y ese hermano que nos habla, que nos ha dicho que hay ¡tantas cosas!; que del Infinito nos hablaría?” ¡Claro que sí!

¿Quién -que venga en el nombre de “Aquél que todo lo ha creado”- te ha venido a mentir? ¡Nadie hermano! ¡Nadie!, ¡porque venimos y estamos en su nombre! ¡y toda ésta Energía que te estoy entregando! en tanto te estoy hablando, ¡viene de Él! ¡y es para ti! Con todo el amor ¡te lo vengo a compartir! Pero eres tú, ¡sólo tú!, el que va a decidir ¡si ya no quiere caminar en la esclavitud!

¡Mucho se te entregó! ¡y mucho también se te mostró! en ese lugar en que la Energía de Él, ¡tan fuertemente para ustedes!, ¡comenzó a gravitar! Que no lo hayas sentido -amado hermano- ¡es por demás! Quiere decir que tú decidiste que no sea tu momento… ¡y eso!, lo vamos a respetar.

Porque algunos han dicho: “Deseo volver”. Yo te digo: ¡lo que se abrió! ¡y lo que se te mostrará!, por consecuencia de su infinito amor, ¡ni aquél que tenga la más grande sapiencia!, ¡conocimiento humano!, amado hermano, ¡qué equivocado!; porque lo que viene de lo Alto; de “Aquél que -¡aunque no lo creas!- para ti está ¡tan cercano!”, ya lo estaremos mostrando. ¡Todo! ¡Todo! -para aquél que se ha entregado- está cambiando.

¡Ya empezará en estos días!, porque ¡como se habló del Profeta Elías!; pero en ustedes y para ustedes volverán a escuchar ¡todo lo que de la enseñanza del “Yo Soy” -en el tiempo en que estuvo- les vino a hablar! ¡Y todo lo que mostró en ese tiempo!, hoy estará sucediendo.

Ésta aparente calma es para que cada uno de ustedes decida ¡y en esa firmeza rescate y una su Ser, su alma!, para entonces escuchar con el corazón. Y entonces, ¡ese cordón de plata reforzará la unión!, y en esa conexión infinita ¡y total!... se les hablará.

¿Qué es lo que tu hermano va a esperar? ¡Nada! ¡Tal cual como el “Yo Soy” te conoce!, tu hermano, tu hermano ¡que te está hablando!, ¡reconoce que aquél, aquélla que decida y quiera seguir escuchando! lo hará; porque desea ¡a Él estar regresando! Esa preparación, de aquellos que vivirán su evolución; ¡el cambio de dimensión! ¿Cuántos y cuántos habrán de ser?, de cada uno de ustedes ¡unirán su cuerpo a su Ser! ¡Eso es!

Y en estos días -lo que vivirán,- algunos dicen que son “síntomas”. ¡Yo te digo que el cuerpo cambiando está!, para poder resistir la Gran Vibración. ¡No sólo lo que emana de lo que tú llamas “El Padre Sol”!, porque “¡Aquél que todo lo creó!”, “¡La Fuente del Todo!”, ¡te está enviando! -amado hermano- una Gran Energía.

¡Es por eso que de ello te estamos hablando! Y señales, ¡señales que se siguen presentando! ¡Pero siguen distraídos! ¡Ni cuenta se están dando! Algunos sólo están pensando: “Si no sólo nosotros aquí existimos; ¡pues que vengan aquí los hermanos! y que vean cómo los recibimos.”

No tienen idea -¡de verdad!- la magnitud; lo que en el Infinito vive ¡y es eterno! ¡Y la hermana te ha dicho que quiere compartirlo!: “A que lo sientas y lo veas te invito”. ¿Y tú que has pensado? ¿Hay congruencia? Porque dices que quieres hacerlo, pero ¿cuáles son tus actos?, ¿cuáles son tus pensamientos? ¡Aún! luego de escucharlo y de entenderlo, ¡tienes tantos arrebatos!: ¡el ego!, ¡la soberbia! Y te insistimos: ¡Eso no es tuyo! ¡Suelta! ¡Deja!, para que podamos caminar, tal cual como al que llamas “Maestro”; ¡que de ello también te viene a hablar! y te dice: “¡Mira!; si tú nos permites, ¡si te dejas guiar!, entonces, sentirías y verías cuántos para hacerlo aquí, para hacerte compañía están”.

¡Y mira!, ¡de qué manera tenemos que hacerlo! Y aún así -al escuchar- algunos dicen: “¡No es verdad!” O se entregan al temor, ¡o lo llaman “brujería”! ¿Brujería? Amado hermano, amada hermana: ¡analiza tus actos! ¿Qué es lo que has hecho en el transcurso de tu vida?, que sabes que -en momentos de arrebato- ¡has hecho cosas que no son correctas!, y cuando vienen Emisarios -en el nombre de “El que todo lo creó”- ¡vuelves la espalda! y dices: “Eso no es cierto”.

Pero aquél, ¡aquél que lo siente! y que de verdad ¡todo en amor lo revierte!; a ustedes, ¡a ustedes que permanecen firmes y valientes!, cuenta se darán: ¡lo vivirán!; que no sólo a ustedes, sino los Seres que aman: la fuerza, el amor, ¡la protección! de “¡Aquél que todo lo creó!”, en su día con día la tendrán ¡y entonces “milagros” lo llamarán! ¿Pero no te das cuenta que es tan natural?; que eso es lo que -en la Naturaleza Divina- ¡cuando tú te eliges!, es así ¡y todo eso será lo que mostrarán!

Eso es lo que tu hermano te viene a compartir. ¡Y todo se une!: lo que viene de lo Alto con lo que camina; con lo que respira; ¡con todo Ser vivo que está aquí! Amado hermano: ¡es por eso que te pedimos que sólo amor haya en tu corazón!; porque ¡todo es lo mismo! y lo que tú elevas es lo que -en la Gran Energía- regresa y comienzas a recibirlo. ¡Es el Yo!

Ahora te digo: en poco tiempo, todo esto -tal como se te ha dicho- cambiará. ¡Así será! ¡Y la hermana seguirá! ¡Nosotros seguiremos!; pero ya tú verás de qué manera será. Todo ¡por El está dispuesto! Y por nosotros, tus hermanos; que de todo esto te hablamos.

En esa Gran Reflexión; ¡aquella que se te pidió!, yo te invito a que -en gran amor ¡y mayor humildad!- reconozcas, aceptes y sueltes, ¡en qué! te has vuelto a equivocar.

El “Yo Soy” te necesita transparente, cristalino; porque todo lo que te está entregando ¡y lo que te pedirá!: ¡la manera como seguirás caminando!, ya lo verás. Para ti ¡tal como lo ha dicho tu hermana!: ¡ningún sacrificio debe implicar!; porque sólo el amor, el infinito amor que El te da, ¡eso es lo único!, que en tu interior tendrá lugar. ¡Y sí!; tal como se los ha compartido: ¡es tanto! ¡y cada vez más fuerte!, que es necesario compartir, ¡entregar! y nunca dejará de estar, ¡de crecer! Eso, cuando te hayas unido a tu Ser. ¡Amado hermano!

¡No olviden!, que también vendrá ¡para hablar!, ¡mi Gran Hermano Metatrón! Ahora, ¡con más profundidad les compartirá!

¡Y tu hermano seguirá! Ya deseo que sepas y sientas quién Yo Soy; para llevarte; ¡para guiarte! y que vivas de Él, ¡de “Aquél que todo lo creó”!, su verdad. ¡Amado hermano!



Julio 27, 2016
Ketta/Aleshia (2).

Algunos empezarán a tener recuerdos de algunos momentos que vivieron, y verán, sentirán lo que recibieron: Partícula Sagrada de la Energía Mega-gamma que se integraron en sus cuerpos, en su interior. Ya empezarán a hacer Gran ebullición, ¡pero no en todos será!

Amado hermano, amada hermana; ¡ya tú lo verás! O lo que es mucho mejor: ¡lo sentirás! Ahí es cuando tu hermana -de acuerdo a de mi Padre la instrucción- contigo empezará a hablar, ¡ahh! y la enseñanza más profunda la escucharás. ¡Sí! Lo harán aquellos que empezarán su despertar; ¡el Gran Despertar!

Ya lo dijo Nuestro Padre: “Luego de él, cuando al Llamado tú -con el corazón- vayas a acudir y totalmente entregado; a tu regreso ya nada será igual”. ¡Y así será hermano! ¡Y no pienses que si en ti y para ti -que no sólo en tu interior- sino en el exterior, muchas cosas se están moviendo!; pero, que las ves ¡como inarmónicas!

Yo te digo; recuerda que Nuestro Padre lo dijo: “Que todo lo soltarías; ¡todo de ti lo quitaría!, ¡lo sacaría! ¡Aquello que todavía permitía y quería detener tu caminar!” ¡Porque es cierto! Eso sucederá. ¡Ya no más! ¡Tendrás la fuerza, la decisión y la firmeza para soltar!, ¡dejar! y seguir adelante en el amor de Nuestro Padre ¡tan entregada!, ¡tan entregado!, como pocas veces se ha visto; porque ésta Era Dorada será y mostrará como pocas lo han hecho.

Aquél que lo haga, se le llevará a un lugar en el cual -en el Gran Amor de Nuestro Padre- ¡todos sus cuerpos unidos!, en esa unificación ¡en Luz empezará a elevar! Eso -de Nuestro Padre- ¡es su voluntad! Yo sólo comparto lo que El me indica; ¡lo que me quiere dictar!, para ustedes hermanos, hermanas; porque será.

Se está acercando el momento; y aquél, aquélla ¡que renovó su juramento!, quiero decirles que Nuestro Padre lo escuchó ¡y está observando!, ¡está escuchando a tu corazón! Ya todo se empezará a ver en la acción. Eso es lo que me pidió que comparta con ustedes, amados hermanos.

Tu hermana ¡también se está preparando!, porque infinitamente todo, ¡todo estará cambiando! Aquél que camine hacia Nuestro Padre, ya lo dijo: “¡No hay marcha atrás! Aquél de mis hijos que ha decidido volver al hogar, ¡Yo lo estaré guiando!, ¡Yo lo estaré inspirando! ¡y enviaré a mis Emisarios!, para que con él, con ella, sigan caminando”.

Santiago lo compartió; que aquél que lo escuchó ¡sabía que era la verdad!, ¡por todo lo que ya Nuestro Padre -a través del Mesías y de él- quiso mostrar! Entonces; ahora nuevamente, ¡y tú lo sabes amado hermano!, que Nuestro Padre en ti ¡no está ausente!: permite, ¡siente! -y cada vez estarás ¡más y más fuerte!- que el “Yo Soy” a través tuyo se muestre.

Que yo, ¡sólo soy su instrumento!, y tal cual como mi Padre me ha pedido; ¡así!, es como lo he hecho.

Sucedió antes; sucederá eternamente y hoy aquí también; ustedes lo estarán sintiendo y lo estarán viendo.



Julio 27, 2016
Saint Germain.

¡Y es verdad, amados!, ¡amadísimos hermanos! Todo esto que han escuchado y lo que la hermana -al recibir la instrucción- repitiéndolo con infinito amor ¡para ustedes!; así como yo, ¡en el “Yo Soy”!

¿Ya ven? ¡Tanto se los dije! y han empezado a ver quién en realidad es. ¡Y es poco todavía!, porque lo que Nuestro Padre ha pedido y lo dijo que compartiría, ¡apenas empezó!

¡Sí! amados, ¡amadísimos hermanos! Esto… sólo está iniciando. ¡Y yo! -su hermano- con ustedes estoy caminando; estoy compartiendo ¡todo!, todo lo que Nuestro Padre me ha entregado.

Y ustedes se van a preguntar: “¿Cómo? ¿De qué manera?, si ni siquiera en estos días nos ha hablado. Sólo cuando estamos aquí”. ¡Pues qué equivocados! ¡Sí!, ¡amados, ¡amadísimos hermanos!: cuando ustedes se han entregado al sueño, ¡miren, que a algunos los he despertado!; les he pedido: ¡reflexiona hermano!... ¡y siente!, ¡siente que en ti está tan latente! ¡Y te entrego la Llama Violeta! Necesario es. ¡Nunca! para que tú sigas tu caminar será obsoleta. Cada vez más y más su vibración -en ti- se empezará a elevar.

¿Y sabes por qué? Porque la Luz de Dios, del “Yo Soy” ¡nunca falla! Y lo que nosotros compartimos con ustedes, cuando nos permiten y sentimos que realmente ¡se entregan!, ¡es maravilloso!, porque entonces se dejan moldear como ese diamante que en bruto se empieza a mostrar y luego -poco a poco- te empieza a iluminar. ¡Así es!

¡Y miren!; no piensen: “¡Mira con qué nos ha venido a comparar!” Es que la Gran Energía que hay en cada uno de ustedes; el dador de vida, amados hermanos; ya lo dijo aquél hermano que vino a hablarles del protón: ¡uhm! Ya verán algunos lo que fuertemente en su interior se activó. Implosión, ¡implosión amados hermanos!, porque es necesario que primero ustedes se estén purificando; ¡que se limpien completamente de todo aquello! que no sólo estuvieron pensando, sino accionando.

Y no olviden que la fuerza de la palabra hablada, de verdad, esa Ciencia ¡tan olvidada! ¡Tanto se los ha repetido la hermana!; verán ahora ¡más que nunca! se estará mostrando. ¡Por eso es muy importante que cuiden de lo que están hablando!; de lo que están pensando; lo que están proyectando, amados, ¡amadísimos hermanos! ¡Todo!, ¡todo lo que de Nuestro Padre está llegando! y nosotros que los estamos acompañando.

Ahora mi Padre me pide, que aquellos ¡y recuerden!: se los pedimos; ¡se los pedí!, cuando nuevamente con ustedes me reuní: que empezaran -de verdad- ¡a decretar!, ¡a vivir en el amor!, ¡que se dieran cuenta de todo lo que tenían que soltar!

¡Cuánta insistencia! Pero realmente -amados hermanos- porque ahora verán ¡que aquellos que hicieron resistencia!... lo que van a mostrar; a pesar de que aquí nos vinieron a acompañar. Que para ustedes no sea sorpresa, ¡porque cada uno ya eligió!

¡Y así! como nuestra hermana ya les habló; ¡que sí!, es verdad, ¡je!: Nuestro Padre ¡ya la instruyó! ¡y van a ver todo lo que va a suceder! Entonces verán y cuenta se darán, ¡je!: ¡yo no fui su instructor! ¡Es mi hermana!, que con ustedes quiso venir ¡y estar encarnada!, por todo lo que en el Proyecto Shirón es necesario, y con infinito amor desea que por ustedes ser acompañada. ¿Pero quiénes lo harán?

Y es necesario; porque su hermano ¡empezará a mostrar!, en ésta Era Dorada, lo que mi Padre me ha pedido. Y necesito de ustedes ¡esa gran ayuda!, para empezar a vivir, ¡a mostrar esa gran libertad!: la unión. ¡Uhm!

Recuerden que les dije: “Habrá un Gran Ceremonial”. ¡Pero no piensen que será mañana! Ustedes ¡tranquilos! ¡Y sigan su preparación!amados hermanos; que su hermano ¡Saint Germain! también, ¡para que dejen de ser humanos!, ¡sí!; la hermana humanidad, que se deja llevar por tantos pensamientos, emociones, acciones. ¡Miren!, algunos lo están haciendo con tanta crueldad. Pero las oraciones que ustedes elevan, en unidad, ¡lo que piden a Nuestro Padre! y lo que El les entrega y nosotros: la Llama Violeta, ¡mucho!, ¡mucho está trabajando!

Verán, ¡verán los matices que tendrá! en lo que ustedes llaman “en el cielo tan azul”. ¿De qué color se volverá? Amados hermanos: ¡con la ayuda de ustedes! Ya de ello su hermano Saint Germain les hablará. Por eso es necesario ¡que escuchen atentamente! lo que les estaremos compartiendo y lo que la hermana -con ustedes- hablará. ¡Muy importante! Y lo empezará a hacer con aquél que de verdad esté mostrando, sintiendo -en Gran Libertad- querer seguir su caminar.

Porque su hermano Saint Germain ¡ha empezado el trabajo amoroso! en ésta estrella bendita y con la compañía de los Emisarios, que -en Gran Amor- Nuestro Padre envió. Y con la ayuda de mis hermanos; aquellos que están deseando dejar de ser humanos. ¡Qué maravilloso! ¡Qué grande!

Amados: ¿preparados? ¡No es necesario que me den una respuesta! Ya sabemos quiénes están en la lista y quiénes están pidiendo, ¡están trabajando! y en ese Gran Proceso ¡se están anotando! ¡Y nosotros estamos con gran alegría por ello!, ¡e insistiremos! ¡Les seguiremos hablando! del infinito amor que -Nuestro Padre- ¡a todos y cada uno han estado entregando!

No olviden que les diré; ¡les compartiré!, de qué manera su hermano ¡la Gran Liberación! estuvo logrando. ¡Sigan adelante! con la Gran Enseñanza del “Yo Soy”.

Pronto el hermano les compartirá algo que Nuestro Padre está a punto también de hacerles llegar; con ustedes, ¡para ustedes! con infinito amor. Y también de su hermano ¡Saint Germain!, tengo algo que ha de compartirles; que de ello ¡no han hablado! y en aquellos escritos que he dejado -amados hermanos- no lo hice, porque quedó reservado ¡para ésta Era de Amor! ¡y está llegando el Gran Momento! Aquellos que ¡recordaron y renovaron su juramento!; ¡a ellos! se les estará compartiendo.

¡Amados! Y reciban ¡la Gran Energía!: ¡la Llama Violeta!; que los envuelva ¡a todos y cada uno de ustedes! y en todo éste planeta. ¡Que en Gran Espiral se eleve hacia Nuestro Padre tan amado! ¡Que sea elevado! y en la Gran Alquimia Amorosa, vuelva y se derrame hacia todos ustedes. ¡Amados hermanos!

Que yo soy ¡Saint Germain!


Julio 27, 2016
Sananda.

Y en la verdad de mi Padre tan amado -en compañía de mi hermano- deseo entregar a ustedes ¡el Gran Corazón!, para que en su vibración, ¡en todos ustedes!, eleve ¡el infinito amor que mi Padre a cada uno entregó!

¡Amados hermanos! Hemos de hablarles cómo vivir esta ¡Gran Resurrección!

Que Yo Soy ¡Sananda! ¡Y contigo estoy!, en el nombre tan amado del “¡Yo Soy!”



Julio 27, 2016
Ketta/Aleshia (3).

Que la templanza la vives y la muestras en la andanza; cuando de Él -de Nuestro Padre- es su Energía Divina, permites que en tu cuerpo se ancle y entonces cuenta te das ¡que ya nada te contamina! y en gran equilibrio está.

Eso es lo que ha sucedido en todo aquél Maestro que ha ascendido; porque permitió que -por la eternidad- en él pudiera habitar “el Dios Vivo”.

Y eso es lo que puedes lograr. ¿De qué manera? Nuestros amados Maestros ¡de ello te han venido a hablar! Si tú te dejas guiar, enviados por Nuestro Padre tan amado, que por cada uno de ustedes, ¡de nosotros!, con los brazos abiertos está esperando.

Y nuevamente sabrán escuchar el coro de alabanza de aquellos Ángeles Divinos que dirán: “Nuestros hermanos vienen en camino. ¡Pronto hasta el Padre llegarán!” Y la melodía cada vez ¡más y más! se elevará. ¡Tú la escucharás!

Y entonces, entonces se te empezará a hablar, de cada uno de los cielos por los cuales seguirás tu caminar. Cómo la vibración y la Energía ¡más y más fuerte será! ¡Pero tú sentirás que todo tu Ser eso y más resistirá!, porque será Nuestro Padre el que te guiará -a través del Emisario- que de ello ¡no sólo te hablará!, sino también te mostrará.

¡Muchas son las moradas de mi Padre!, pero ten presente hermano que tú -a Él- lograrás llegar ¡y frente a Él estarás! Ese momento lo vivirás. ¡Promesa infinita, eterna, que se cumplirá!

Por lo pronto amados hermanos: ¡gracias por acompañar!, ¡gracias por escuchar!, ¡gracias por seguir!

Que todo esto que nuestros amados Maestros han compartido, ¡de verdad siga presente!; en su corazón haga eco y les ayude a seguir adelante.

No olviden que ¡con cada uno de nosotros! está Nuestro Padre. ¡No estamos solos! Nunca lo hemos estado. ¡Menos ahora!, que por decisión propia ¡a Él! con gran amor nos estamos acercando.

Está ¡tan regocijado!, ¡tan contento! ¡Verán! ¡Lo vivirán!, pero hagamos cada vez las cosas mejor, para ir logrando primero ¡muy sutilmente! y luego ¡caminar en ello!: a lo perfecto.

¡Verán todo lo que abrirán!; ¡todo lo que Nuestro Padre les mostrará!, como a su hermana lo ha hecho. Y dirán como yo: “¡Padre!, no tengo con qué pagar ¡todo lo que de mí has hecho!; ¡lo que me has entregado!; ¡lo que me haces sentir! y el deseo de todo esto compartir; porque no es mío: ¡es tuyo! Yo… solamente soy -en infinito amor- ¡tu instrumento!”

Por eso con ustedes estoy, amados hermanos. ¡Gracias!, ¡gracias por estar aquí!, ¡gracias por compartir! y sigamos adelante.

¡Verán! Ya estoy con gran alegría, sintiendo y adelantándome a lo que empezarán a vivir, cada uno de ustedes hermanos. ¡Gracias por sentirlo! ¡Gracias por vivirlo! ¡Gracias por creerlo!, porque todo esto es de Nuestro Padre, y ahora ¡aquí!, nuevamente es el momento de que cada uno de ustedes va a mostrarlo.

Ya les dirán: “¿Por qué ese cambio?” ¡Pero lo harán sus Seres amados cercanos! ¡y con gran alegría!, porque dirán: “¡De verdad esto es amor! El amor que Nuestro Padre nos entregó”.

Y entonces veremos; ¡es tan sencillo!, ¡de verdad es tan natural!, ¡porque lo estás sintiendo! Entonces, ¡es espontáneo el compartirlo! y Nuestro Padre te inspira y te da las palabras para que compartas con aquél hermano, hermana, que frente a ti está.

¡El todo lo inspira! Nuestro Padre es y nos da “¡el agua viva!”

¡Gracias! ¡Gracias hermanitos por estar! ¡Gracias por permitirme sentir todo esto que Nuestro Padre nos entrega! Para mí es maravillo y sé que también ustedes, de nuestros Maestros y más.

¡Y aquí estoy!, también con ustedes, de aparecer cuando lo sientan. Cuando así lo quieran… ¡aquí está su hermana! ¡Para eso estoy aquí!

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