20 de agosto de 2016

Canalización del 17 de Agosto de 2016.

Agosto 17, 2016
Ketta/Aleshia (1).

Hay muchas cosas que están sucediendo, amados hermanos, y me refiero también principalmente en nuestro interior, en cada uno de nosotros. Créanme que eso es parte también de todo lo que -tal como nos dijo Nuestro Padre, nuestros Maestros- de lo que se estaría moviendo; de ésta gran limpieza, ¡realmente está sucediendo! ¡Uhm! Algunos en su entorno, en su trabajo; otros de nosotros pues en el hogar, con los Seres cercanos, nuestros Seres amados; ¡con nosotros mismos!

Con nosotros mismos al sentir una serie de sensaciones, ¡de emociones!, altibajos, que realmente ha habido momentos en que nos hemos estado preguntado: “¿Qué es lo que está sucediendo?” Inclusive ¿por qué no?, sentir hasta -no una cierta- sino ¡mucho!, realmente una apatía a hacer las cosas; a preguntarse: “¿Y todo para qué?” Te sientes de alguna manera ¡como desmotivado!, ¡como triste!, y pensar también que estás… ¿por qué no decirlo?: ¡decepcionado! Y muchas veces dices: “¿De qué? ¿De qué?” Sientes que cualquier situación que esté sucediendo no te llena realmente; ¡que hay algo que te está faltando!

¡Amados hermanos! ¡Psh! Es precisamente pues todo lo que de alguna manera ¡si no tú!, nuestros amados Maestros, tú -al permitirlo- estás sacando. ¡No es fácil! permitir que todo aquello con lo que ¡tú creías que era tu vivir!; lo viejo, ¡lo dejes ir! ¡No es fácil!, porque nosotros lo hemos querido así, porque vienen a tu mente lo que llaman “recuerdos” y los apegos; la intención de estar siempre, seguir adelante en infinito amor; pero a la vez también, saber que ese “no sé qué”, te dice: “¡Ya es el momento! ¡Tengo que entrar en acción!... pero ¿de qué?, ¿para qué?” Y algunos, algunos de nuestros hermanos -al sentir todo ello- tienen una reacción. ¡Ahh! Deciden ¡o decidimos!, porque en un principio su hermana también así lo hizo; empiezas a mover; a hacer; ¡pero también! -sin darte cuenta- estás permitiendo que entre la razón.

¡No nos hemos detenido a pensar! No a pensar, sino -en el sentir- reflexionar y saber ¡que en la verdad!, ¡Nuestro Padre tan amado es el que nos va a guiar! ¡Es el que nos lleva! y cuando ya -porque tú en la preparación también lo sigues permitiendo- ha tenido a bien el que tú llegues a reconocer ¡que hay un guía! que te lleva; que te habla; que te inspira; en el nombre de Nuestro Padre.

Y entonces, todavía tenemos esos momentos; esos chispazos tan frecuentes de -como humanos- decir: “¡Esto es lo que voy a hacer!”; sin darnos cuenta que Nuestro Padre ¡ya todo lo tiene preparado para cada uno de ustedes! Lo único que necesita y te pide es que ¡cambies la situación! ¡Que salgas de ese letargo!, y que en el despertar ¡también! -y eso cuenta te vas a dar- que es El, Nuestro Padre, el que -para hacer lo que necesita de ti- ¡te va a guiar!, ¡te lleva!

Cuando empezamos a darnos cuenta de todo ello; ¡entonces!, entonces empiezas a vivir y entender que todo eso que escuchaste; de lo que te hablaron; ¡lo que leíste! y lo que poco a poco vas recordando; es precisamente lo que creías que sólo era una quimera, y todo nuevamente se está mostrando.

Ahora -en estos días- todos y cada uno de nosotros, hemos estado caminando y se nos ha estado llevando en un continuo movimiento. E inclusive ¿por qué no decirlo?, algunos al escuchar lo que nuestros amados Maestros, lo que su hermana en éste instante siente en el corazón y siguiendo esa inspiración, de ello te empieza a hablar: porque tú bien sabes que en cada ocasión -por mi parte- no hay ninguna preparación.

¡Y ahora inclusive!, ¡uniendo esos pensamientos, sentimientos!, a como en un principio -cuando ¡no sabía! qué era lo que en mi cuerpo, en mi templo estaba sucediendo- me preguntaba: “¿Y qué voy a hacer? ¿De qué voy a hablar?” ¡Gran error!, porque tú escuches a tu hermana, pero, ya otras veces se los he repetido: todo esto que comparto contigo -si quieres llamarlo “dictado”- ¡llega! y así, ¡instantáneo!; ni siquiera, ni siquiera -amado hermano- hay la oportunidad de que tú lo pienses. ¡Se da! ¡Así es! como la Esencia de Nuestro Padre -en cada uno de nosotros- se empieza a mostrar.

¡Es por eso que se dice!, porque lo he reflexionado y a mi Padre le he preguntado: “Padre. Realmente, realmente ésta hija que te habla: ¿la necesitas así?, ¿tal cual?, ¿sin otra preparación?”, como aquellos eruditos ¡uhm!, que -si tú quieres hacer comparación- ¡hay tantos y tantos quienes te hablan! y -a la mayoría de nosotros- nos gusta, ¡nos agrada escuchar!; pero como en algún momento lo dijo alguno de nuestros amados Maestros, Nuestro Padre: ¡palabras!, ¡palabras! Pero ¿qué es lo que sientes en tu interior?, en realidad, ¿hay congruencia? ¿Estás permitiendo que hable a través de ti la Esencia? ¿o es la mente?, que -como siempre- es quien te lleva y te dicta; porque el ego, la vanidad, de hacer sentir; de hacer creer a quien está frente a ti, que todo lo sabes.

¿Y sabes? ¡Yo no lo diría así!, porque como siempre he insistido: ¡el volver hacia Nuestro Padre es un continuo! ¡Es ir salvando obstáculos! ¡Aquellos que elevaste y construiste tú mismo! En tanto tú llegues a darte cuenta ¡que es así!, para que después, cuando -en el nombre de Él- escuches y te compartan de su verdad, ¡no lo veas como una afrenta! ¡Al contrario!, ¡agradecida estoy!, porque cada vez ¡y lo reconozco!, que cometo un error; mi Padre, ¡Nuestro Padre!, ¡claro que te habla!, ¡claro que te muestra y te da una señal!: ¡en qué estás recurriendo! y que nuevamente lo estás haciendo mal. Si nuestra intención -a pesar de todo- es querer volver a repetir la lección es -de cada uno de nosotros- la decisión.

¿Pero cuántos momentos? ¿Cuánto tiempo ha estado sucediendo? ¿Se lo han preguntado? A veces -porque así lo he visto- y me he dado cuenta; ¡lo más triste es! que a pesar de ello, de que lo estás viendo -amado hermano- no te importa y dices: “Con pedir perdón ¡está la solución!”

¡No te equivoques! ¡No es así como Nuestro Padre necesita de cada uno de nosotros!, el seguir adelante y empezar a cumplir nuestra misión; porque -si cada uno ha decidido quererse elegir- ¡y paso a paso ya ir caminando en éste verdadero vivir! -ahora ya no quisiera repetir “Nuevo Vivir”- ¡porque siempre ha estado!, por cada uno de nosotros esperando. Se ha mostrado. Es sólo que cuando no nos agrada lo que vemos, ¡la espalda le estamos dando! Es que Nuestro Padre nos muestra ¡tal cual como somos!; como nos vemos en éste instante. Y vuelvo a repetirte: como somos.

¡El quiere mostrarte! ¡y te lo dice e insiste!: “¡Date cuenta quién eres! ¡Quién realmente tú eres! No permitas, ¡ni me digas! que lo que has hecho: ¡Yo lo sé!, ¡ahí he estado! ¡Te he visto! ¡Te he acompañado! y aunque en aquellos momentos tú lo estuvieras negando, si soy ¡tu Padre! y lo que deseo para ti es lo mejor. ¡Ahí he estado!, pero en silencio, ¡porque tú así lo has decidido! en esos momentos. ¡Pero ahora!, ahora que te dices “que te has elegido” y quieres ¡a voz en cuello! hacerte llamar “¡mi hijo tan amado!, ¡tan querido!”, ¡porque lo eres!”

Imagínate hermano lo que Nuestro Padre ¡desde el principio del Todo! nos tiene preparado. Y luego -cuando piensas en nuestros Maestros, ¡lo que son!, y te preguntas: “¿Cómo lo han logrado? ¡Pues de ellos también lo hemos escuchado!, ¡que quieren compartirlo!, ¡para que tú también empieces a vivirlo! ¡Porque ellos no conocen el egoísmo!, como nosotros -los humanos- que cuando algo han logrado, dices: “¡Esto me lo callo! ¡Mi trabajo me costó! Ahora mi hermano que busque -de alguna manera- si quiere lograr ¡lo que yo!”

¡El “Yo”! ¡El ego! No nos damos cuenta que -lo que viene de Él- ¡esa verdad eterna!, siempre, ¡siempre la entrega! ¡y ahí está! ¿Quién ha empezado a tomar? -de verdad- ¡no con esa seriedad!, ¡sino con esa sinceridad!, ¡con esa fuerza!, ¡sin importar cualquier otra cosa!, porque en un principio -amados hermanos- hemos estado y decimos que queremos ir caminando ¡tan entregados! Pero luego, ¿qué sucede? Cuando esa llamarada comienza a bajar el impulso, entonces ¡te olvidas de todo lo que dijiste! ¡y buscas aquí y allá! ¡Y ahí es donde -sin que cuenta te des- tú mismo te comienzas a conflictuar!, porque empiezan a llegar ¡tantas confusiones! ¡y escuchas tantas razones! Te olvidas que en el sentir, ¡ahí es! donde la verdad se te va a decir ¡y sacas tus propias conclusiones! El camino nuevamente -de Él- te comienzas a desviar.

¿Sabes? Si tú te preguntas: “¿Cómo nuestros amados Maestros lo pudieron lograr?” ¡Pues eso también lo vivieron!, ¡pero tuvieron la fuerza de pedir y recibir!, e utilizar la sabiduría, el discernimiento para -en línea correcta- en equilibrio ¡perfecto!, seguir su caminar. Y eso -¡en el proceso!- es el verdadero trabajo que cada uno de  nosotros ¡tiene que comenzar! ¡Algunos ya lo hicieron! y ahí es donde ¡tan atentos y alertas tenemos que estar!, ¡para no permitir! que ésta ilusión nos vuelva a atrapar.

¡Es un continuo! ¡Pero también vas recibiendo tantas señales!, tantas muestras de que ¡ahí está! -contigo y en ti- Nuestro Padre. ¡Cómo se va mostrando!, ¡aunque algunos así no lo crean! Pero si tú lo estás sintiendo, ¡porque también necesitamos y debemos ir cuidando en no caer en algún fanatismo!; ¡sino sentir y saber que Nuestro Padre ya está en tu interior y habita ahí mismo! ¡Ahh! ¡Esa es la lucha!; la continua batalla que cada uno de nosotros tiene que librar.

Pero amado hermano; cuando menos lo sientas; cuando menos lo pienses; mira, Nuestro Padre ¡cuántas cosas te da! ¡Y sí! Al seguir, en algunos momentos ¡porque ha sucedido!, ¡te habrás de resbalar!; pero volverse a levantar ¡y con más fortaleza y firme en esa fe!, en la verdad de Nuestro Padre, ¡abrazarte a Él!, en esa misericordia, en su infinito amor. ¡Ya te lo he dicho!: ahí es donde nos muestra Su Divinidad.

¡Y entonces también!, cuando sientes desde tu interior y cuenta te das, que -poco a poco- también tu hermano lo ve, ¡porque fluye y sale al exterior lo que has permitido! ¡y muestras de Nuestro Padre ese Don! ¡Ahí es donde hermano, yo te pido!, que es todavía ¡más fuerte y amorosa la responsabilidad!, porque lo que El te entrega; lo que El te da y empiezas a mostrar, ¡es porque te está pidiendo que lo comiences a utilizar!, ¡a compartir! ¡Pero El te va a decir cómo!, cuándo, con quién, por qué y para qué, ¡y dónde también!

Ahí es donde cada uno de nosotros ¡más atentos tenemos que seguir! ¡Escuchar a Nuestro Padre!, ¡al Dios Vivo que está en ti! y pedirle Luz, sabiduría, para entender y saber, y poder llevar a la acción ¡todo lo que te pida! Aunque haya momentos -amado hermano- en que otra cosa la ilusión te esté mostrando; porque inclusive, el no permitir que suceda ¡lo va a estar intentando! ¡Vaya que ha sucedido! ¡Vaya que hay ocasiones en las que no es fácil! Pero ya lo dijo nuestro amado Maestro ¡y ha sido repetitivo!: “¿Quién les dijo que fácil sería?”

¡Pero tampoco olviden que -si van a seguir adelante en el nombre de Nuestro Padre- solos no lo harán!  ¡Siempre estaremos con ustedes y habrá quien te acompañará! ¡El mismo Padre tan amado! ¡Por eso insisto tanto!: ¡es quien te estará guiando!, aunque tú puedas pensar o decir: “¡No es verdad! ¿Por qué tanto insiste en ello? A algunos le ha sucedido, pero no a todos. ¡No sucederá!”

¡Ten cuidado hermano!, porque estás negando, ¡te estás negando lo que por derecho te ha entregado Nuestro Padre tan amado! No olvides ¡que la fuerza de la palabra hablada es un decreto que llega hasta Su Morada! Si El ¡al volcarse en ti toda esa Luz y el verdadero vivir!, ha querido ¡al fragmentar! en millonésimas de segundos, ¡ahh!, ¡no sólo éste!, ¡tantos mundos! y quienes lo habitan; aunque aquí tú estés diciendo que -quien ha decidido a Él estar volviendo- es porque resucita! ¡Pero es un Gran Despertar! ¡Y siéntelo!, porque ¡es así! ¡Es verdad! ¿Cuándo?, ¿o quién te ha hablado de la multidimensionalidad? Y cuando ha sido así; ¿qué es lo que hemos escuchado?: “¡Locos están!”

¡Y mira!, que has dicho que en la tecnología ¡cuánto han avanzado! ¡y aún más amado hermano! Nuestro Padre va a permitir que lo que han llamado “el final de los tiempos”, ¡ahora!, en ésta Era de Amor, liberación, perdón, para caminar en unidad; ¡una gran fuerza!, ¡que “no motriz!” la llamarán; ¡que impulsará en Energía Divina! a todo aquél que amorosamente ¡quiere volver a Él! Y todo ello -lo que no contamina- ¡no importa lo que aquí esté sucediendo!, ustedes lo estarán viendo; ¡lo estarán sintiendo!; cómo ¡cada vez más esa fuerza! los va llevando, los irá impulsando. Una gran propuesta hará mi Padre tan amado, ¡para todos ustedes!, hermanos humanos.

Aquél que de verdad no sólo con brazos, sino con corazón abierto lo va a escuchar, será quien -en ésta Ascensión- que está sucediendo, sentirá y caminará -¡no en ésta Nueva Dimensión!- sino ¡mucho más! ¿Recuerdan que se les estuvo repitiendo?: ¿Cuántas dimensiones crees tú que hay? Si te han hablado de la tercera, que es en la que estás, ¡eso te dijeron! Aunque lo que sí es verdad, es que estás tan acostumbrado a caminar en ésta densidad, que también difícil de creer para ti es que -algunos de nuestro Maestros tan amados y los Emisarios- ¡no es posible que estén aquí encarnados!

¿Y por qué sí crees en aquellos que te han visitado? ¡Te entusiasmas! y quieres saber y estar frente a aquellos que a visitarlos han llegado y dices: “¡Quiero ser un contactado!” Amado hermano: ¿y estás preparado?, ¡no sólo para ello! Que mira, que lo que nuestros amados Maestros han insistido y de todo lo que ¡tanto te han hablado!, es ¡de lo más profundo! Es con ese deseo ¡total de que tú llegues! -no a otro mundo- ¡sino hacia Nuestro Padre!, quien es ¡quien todo lo mueve! Pero cada quien elige cómo seguir adelante; de qué manera llegar a Nuestro Padre y cómo lo quiere.

¿Recuerdas que te dije hace tiempo?, ¡que para mí es solamente un instante!; que ninguno de ustedes, de aquellos hermanos que en la preparación han estado, para seguir ¡y vivir en la enseñanza del “Yo Soy”! ninguno viviría, ni le sucedería una abducción. ¡No lo olvides hermano! Y pronto escucharás por qué lo estoy -a cada uno de ustedes- recordando. Llegará el momento en que todo eso para ustedes será ¡tan natural!

¿Y saben? ¡Ahí es donde siguen con esa tendencia a volverse a equivocar! Cuando en un principio les dije con el infinito amor de Nuestro Padre ¡y que de todo esto les empecé a hablar!: que iba a llegar ese instante que algunos de ustedes -¡muchos están viviendo ya!- que cómo iban a empezar a transmutar; en esa transición y empezarían a mostrar, algunos uno, otros ¿por qué no decirlo?, ¡más de un don! ¿Pero qué ha sucedido? hermano tan querido; ¿qué ha sucedido contigo?; no sólo aquél, aquélla que lo abrió, sino ¡el que lo atestiguó! ¡Mira! ¿Cuántos son los que dijeron, lo sintieron y lo repitieron?: “¡Esto ya me aburrió! ¡Yo quiero vivir, escuchar y sentir más!, otra cosa”.

¡Ay, amado hermano! Pues como dicen ustedes aquí: “¿Cuándo? ¿En qué momento madurarás? ¿Cuándo entenderás? que todo está ¡en ti! ¡y que así viniera todo un Regimiento!; que si yo te dijera que Nuestro Padre lo ha decidido y lo ha querido así: ¡tú!, de qué manera todo esto lo vas a recibir. Qué es o cuál va a ser tu reacción; ¡siempre buscando!, ¡buscando más allá!, sin detenerte por un instarte -no para pensar- sino para sentir y asimilar, y darte cuenta y preguntarte: “¿Qué es lo que necesito más?: ¿soltar?, ¿recibir? ¿o las dos cosas al mismo tiempo?, pero para ¡hacia mi Padre llegar! y no detenerme. ¡Mucho menos dar marcha atrás!”

¡Ya fue suficiente! ¿Cuánto tiempo más necesitas? ¿Cuánto tiempo más te tomarás? para que se muestre la tan mencionada Raza Bendita. ¡Que éste es el tiempo Padre mío! ¡Eso es lo que yo te pido!; que nada los pierda; que no los distraiga. ¡Uhm! Que mira que tú sabes que ésta tu hija, de lo que te habla; lo que viene y lo que se mostrará. ¡Y sí! Se ha dicho: “Falsos Profetas surgirán”, ¡pero también! -amado hermano- y esto con alegría lo digo: ¡los mismos a los que se desenmascararán! ¡Ya es el momento! Mi Padre desea, ¡quiere!, que cada uno de ustedes recuerde ¡ese gran juramento de volver a Él! ¡Ahh!

¡Y no! Ya cuenta te has dado ¡que no te ha abandonado! ¡Que no te ha dejado a tu suerte! Sólo te pide ¡primero un instante!, para que escuches, sientas ¡y recuerdes! Y luego así -de manera sutil- poco a poco y cada vez más; hasta que ¡con toda la fuerza sepas y sientas que Nuestro Padre siempre ha habitado en ti! ¡y ahí está!: ¡el Dios Vivo en acción!

¿Cuántos? ¡Y mucho se ha hablado!: “144,000 estarían llegando”. Pero otros dicen: “¡No! Son los que se elegirán”. ¿Y tú -de eso- qué piensas?, porque lo has estado razonando: ¿cuál es la verdad? Amado hermano; ¡déjate llevar! por todo lo que Nuestro Padre. ¡Mira! ¿No te has dado cuenta, que también -a través tuyo- quiere mostrar? 

Y entonces -los ojos del espíritu- con ellos nuevamente todo lo verás. Y ahí, ¡tal cual como el Maestro lo dijo!: “¡Nada te engañará! ¡Todo lo sentirás!” ¡No importa!, aunque frente a ti esté y hablándote y palabras tan bellas surgirán; ¡pero como una centella!, tu corazón se sentirá tocado y te dirá: “¡Esto!, ¿es verdad o no?” Y ahí la respuesta la tendrás. ¡La Gracia Divina! -no te voy a decir que se aproxima- porque siempre ha estado; ¡pero con toda la energía!, ¡con toda la vibración!; ¡tal cual como ha sacudido!, ¡ahh!, para la unión del Cosmos con el Núcleo Sagrado.

¡Vuelvo a repetirlo!: ¿quién tú crees que será el que hará la conexión? ¿Quién tú crees que será? al permitir que ¡toda esa energía se mueva y que resurgirá! Todo lo iluminará. ¡Eres tú, amado hermano! ¡Eres tú! Es por eso que -de todo esto- te hablo.

¡Y mira!; cuando todavía se me permite, ¡uhm!, al ocupar los pensamientos, que vienen todos velados, limitados; como hoy; tu hermana se venía preguntando: “¿Y de qué?, ¿de qué estaré hablando? ¡Padre reconozco que no soy yo!; que -en el “Yo Soy”- ¡eres tú! quien me da la inspiración, y te pido que retires de mí ésta sensación de decepción, de desmotivación. ¡Haz de mi, Padre!, todo aquello que en el Plan Divino ya lo tienes; ¡que por eso!, para estar aquí me pediste y lo haré con infinito amor”.

Y mira hermano; esto -a tu hermana- también ¡todo le está reforzando! ¡Y aún más!, porque a fuerza de estar ¡plena y total!, al sentirlo como en éste instante; cómo ¡fortalece todo éste templo! ¡y la unión de todos los cuerpos! ¡Y eso es lo que le pido que haga!, con todos y cada uno de ustedes; para que luego -al retirarnos- ¡esos días en los cuales seguimos! y paso a paso con lo que creemos que nos ayuda y con lo que vivimos; que nos permita tener ¡cada vez más y más momentos de esa gran conexión! y contigo Padre poder hablar ¡y recibir! -¿por qué no?- tu instrucción, porque aunque no lo creas -amado hermano- ¡también a ti te la está dando!

¡Te ha sucedido!, que algunas cosas que has hecho -en el momento de pensarlo- ha sido instantáneo; porque cuando lo razonas, entonces, entonces es cuando -de alguna manera- de su dirección nos estamos alejando; porque entran las dudas; los cuestionamientos y ¡claro que sí! también el condicionarlo.

¡Porque claro que lo hemos hecho! ¡y muchos lo siguen haciendo! ¡Aún a Nuestro Padre!, que es todo amor; que es tan misericordioso y que no conoce la palabra “perdón”; porque no te juzga; porque no te cuestiona; porque no te señala, ¡y tanto te ama! ¡Eso es lo que nosotros tenemos que recordar!, y si quieres decirlo mejor así: “¡lo que tenemos que aprender!, para vivir en la verdad”.

No olvides que estamos inmersos en esa gran limpieza, de la que ya nos dijeron que empezaría y en la que cada uno de nosotros viviría. Que todo esto sea no sólo para bien, ¡sino que salgamos victoriosos! y seguir con gran alegría nuestro camino hacia Él; ¡hacia Nuestro Padre!

¡Y de esto siempre te hablaré!, ¡porque al seguir aquí!, en éste planeta, ¡en ésta bendita estrella!, en ésta gran escuela, amado hermano; es para que en esa purificación luego volvamos; volvamos -en el Gran Proceso de Ascensión- ¡a vivir en lo eterno!



Agosto 17, 2016
Maestro Desconocido.

¡Y así ha sido todo el tiempo! ¡Ahh!

¡Claro que sí! La hermana está en lo correcto.

Te he dicho que para que yo esté aquí, pues tendría que estar ¡una Gran Alineación! y -en esa dirección- la Luz que empezó a llegar; porque si tú has de recordar -en lo que tú llamas “tu tiempo”- ¿cuánto hace -amado hermano- que de esto te hablo?

¡Y todo! -pudieras decir- que ha sido de manera “virtual”; porque algunos no aceptan ni siquiera el escuchar: “Hay hermanos que pueden canalizar”. Miren; esa es la palabra que muchos han querido utilizar; pero en la conexión; cuando está ¡y recibes en franca unión la instrucción!

¡Amado hermano!: ¡tú lo has dicho!, y si quieres seguir viviendo como humano ¡fácil no es! e insistes en decir: “No cualquiera lo hace”. Pero también en esa incongruencia, ustedes de todo eso que escuchan, ¡siguen en la creencia! ¡Es tal la ambivalencia! ¡Esa! de la que “El que todo lo creó” ¡te está pidiendo y necesita!; que miren, que ya está próximo a mostrarse quién ya lo logró.

Y ese Gran Sol que -de tiempo en tiempo- ¡cada Era Dorada iluminó!, ahora aquí, lo podrás decir: ¡tú!, que lo pediste y estás aquí, viviendo toda esta transición. ¡No pierdas la oportunidad! ¡Aprovecha ésta ocasión!, en la que también has escuchado o lo has leído; se te ha dicho que -hermano tan amado- el estar encarnado y reconocer y a Él volver; ¡resurgir!; ¡mucho estarás adelantando! ¿Por qué tú crees que estamos aquí? ¿No te lo has preguntado? ¡Y mira!; yo -en el “Yo Soy”- ¡no me cansaré de insistir!, de hacer esa pregunta. ¡Ahh!

Muy próximo está. ¡Ya! ¡Ya lo empezarán a escuchar! ¡Todo aquello! Mira; sólo te digo, porque la hermana a través de la cual todo esto te comparto, lo escuchaste: “¡El Cosmos hablará!” ¿De qué manera crees tú que lo hará? Y resonará. ¡Claro que sí! Así como tú al escuchar, de lo que has llamado también “tu preparación”; lo que has buscado; que el cuerpo también con lo que ¡ha hecho repercusión!; porque has sentido y has dicho que te ha elevado. ¿Y de qué ha servido?, si en el momento en el cual se te ha pedido y se te ha dicho, has escuchado: “Aquí estamos”; temor has sentido. ¡Uhm!

Mira, ¡ahh!, empezaremos a hablar. Eso ya lo escuchaste. Algunos dicen que es el Gran Ejército de Amor. ¡La Gran Hermandad! y es la unión de lo que en el Universo, porque de planetas ¡está repleto! y aquellos que han logrado caminar en esas dimensiones de las que has escuchado; algunos lo llaman “Confederación Galáctica”; pero ¿quién realmente pudiera hablar, y sentir y saber que en la mano tiene la verdad? Pero yo te digo: ¡todo eso y muchas cosas lo comprobarás! Pero ¿cuándo será? Cuando dejes toda ésta ilusión ¡que tú piensas que es tu realidad!

¡Y no! No hay incongruencia en todo esto que has escuchado. Precisamente ahí está la preparación, ¡y todo lo que vas logrando! Caminar, tal cual como la hermana lo ha dicho: “En la línea media”; ¡pero con firmeza!, en esa fortaleza.

Y mira; aún así, hay momentos como éste, en el cual, todo lo que nosotros les vamos a decir; ¡hay situaciones!; ¡hay instantes! ¡y eso ha sucedido por eones!, que ustedes -con los ojos terrenales- no lo ven ¡y tampoco lo sienten!; pero cuando lo empiecen a hacer, entonces, ¡entonces van a entender! y sabrán que su hermano ¡y todos los que les hablamos! no les mienten: ¡estamos en el nombre de El!, que todo lo puede.

Y aún así, los hay quien se rehusa a creer en el sentir; pero a la hermana ya se le dijo así: “¡Déjalo! ¡Libre es! Libre de elegir. ¡Eso ya a ti no te debe doler! y no te moverá, porque lo que vas  a hacer con aquellos que te acompañarán, es lo que -en infinito amor- todo tu tiempo ocupará”. Y así será.

Si no, ¿de qué manera?, porque no solo esto que están viendo, que están escuchando: su hermano se estará mostrando. Lo que se está preparando y “¡El ojo que todo lo ve!”, en cada uno de ustedes y lo que se está escuchando, ¡sabemos que han hecho ya su elección para seguir adelante! y quién lo dejó ¡para la siguiente ocasión! ¡Y no importa que pudiera estar aquí presente!

Amados hermanos: ¡estén preparados!; porque al finalizar éste año, en el cual ¡muchas cosas! “Aquél que todo lo puede” para a ustedes entregarles, mostrarles y ahora también, ¡tal cual como escucharon!: en Gran Limpieza. Eso es lo que nosotros -no estamos intentando- ¡lo estamos haciendo!, para el hermano que sigue caminando.

Vuelvo a repetir: ¡preparados!, porque a partir del próximo año, todo -no estará cambiando- ¡ya se estará mostrando directamente! Y aquél que siga fiel ¡y fuerte!, ¡valiente!, es quien -al caminar- irá probando la miel y el infinito amor que viene de la Fuente.

Te lo digo yo ¡en el nombre del “Yo Soy”!, porque escucharás a través de mi voz, también la verdad que el Infinito -al abrir a aquél que se ha elegido- le va a mostrar: Conciencia Cósmica, ¡Universal!, tal cual como la hermana -de ello- te ha empezado a hablar.

Y dejo a ustedes ¡toda mi Energía!; ¡que viene de Él!, en éste gran día, para todos ustedes.



Agosto 17, 2016
Leutón.

Hay una fragmentación que está sucediendo, y de esto te viene a hablar tu hermano Leutón.

En la nueva conexión, la rejilla cristalina -al emanar- lo que a continuación, para ustedes -hermana humanidad- mostrará, es y será cada vez más constante.

Algunos dirán -porque de esto van a escuchar hablar- que la atmosfera y en la gravitación está causando en el cuerpo físico una descompensación. ¡No te permitas creer!, porque entonces será un error, al sentir el cambio.

¡No olvides que te dije!, que el protón -al estar ya unido con el electrón- ¡ahora!, ¡ahora sí!, con toda la fuerza empezará a hacer su función.

Todo lo que viviste -que atrás quedó- fue el proceso de transformación. Aquél que ya lo logró, lo siguiente es… ya te lo diré; pero sentirás en tu cuerpo cómo ¡todo está empezando a cambiar!

¡La hermana lo ha notado!, por los que a su encuentro han llegado y sabe la respuesta de aquellos que ¡tal cual como se insistió!, se dijo: se desequilibraron.

Mas hermanos; ¡no olviden que con ustedes estamos! ¡Leutón esa rejilla está haciendo! ¡Ayudando para que todo en la Ley de Atracción!; ¡la Gran Energía Divina en aquél que ya se preparó! haga su función. Y girará ¡a la inversa!

De todo lo que algunos dirán: “¡Esta es una muestra de lo que aquí sucederá!”. Yo les digo: ¡no es verdad!, porque también -al empezar a llegar- ya se ha elegido ¡con quién! y en cuántos estarán; quiénes -para ayudar en el cambio- en el Proceso Ascensional. Nosotros ¡ahh!, vamos a acompañar.

No olviden que Leutón, con infinito amor; símbolos, tal cual como los que se han mostrado; ¡que mensajes para ustedes han entregado! ¡Pero también nosotros! Por eso al -como hoy- de ello hablar, ¡aún habrá mucho más!

Sólo les digo: ¡preparados hermanos!, porque ya entrará en acción, a aquellos como yo, de mis hermanos que tal como lo han dicho: “De las estrellas llegaron”.

¡Que yo soy Leutón!, y he acompañado.

Ustedes verán y vivirán lo que -en el nombre de Él- les hemos preparado. ¡Esa es Su Voluntad!, para mi hermano; aquél que se hace llamar “humano”.

¡Energía pura! Cristalina.

El fotón ya hizo su unión.


Agosto 17, 2016
Saint Germain.

¡Y es así amados!, ¡amadísimos hermanos!

Todo esto que han escuchado, ¡sí!, será un conjunto, la unión de todo lo que verán y se mostrará en todo su esplendor, como en éste instante que la hermana está sintiendo, je, je, -al escucharme- un déjà vu. ¡Ay hermana! ¡Si todo has empezado a recordar! ¡Qué les voy a decir! Ustedes la verán.

¡Y sí!, éste instante de alguna manera se vuelve a repetir. Eso también lo van a escuchar. Y lo harán aquél, aquélla, que entregado a mi Padre y a la enseñanza del “Yo Soy” está. La Gran Enseñanza con infinito amor; ahora, ¡que ya inicia la andanza!

Es que todo se está acomodando. ¿Como dirían ustedes?: “Las piezas del ajedrez ¡ya están quedando!” ¡Pero no saben! Algunos quizá pudieran sentir lo que llegará ¡y que viene de Él!, ¡de Nuestro Padre tan amado!

El plano etérico ¡se estará mostrando! Pero ustedes -amados hermanos- tranquilos y en el proceso cooperando; porque tal como les he pedido, ¿quiénes de los que han dicho “Yo”, nos estarán acompañando?

Han estado -amados hermanos- sujetos a pruebas de lo que -en su debilidad- ha pretendido detener su caminar. Ustedes sabrán de qué manera han estado reaccionando. Nosotros ¡aquí estamos! esperando. Y entonces -cuando eso suceda- ¡el Gran Ceremonial!

De ello les he estado hablando, amados hermanos. ¡Una gran importancia! No tienen idea ¡cuánto la tiene! y aquél, aquélla que lo viva lo entenderá. ¡Claro que sí!; el saber que eternamente estarás tomando del Agua Viva, ¡pero que es eterno!, tal cual ¡como esto que eligieron! La copa que se está mostrando así estará; ¡siempre rebosando!, para aquél, aquélla, que lo hará. Y nosotros ¡con gran alegría! ese instante, ¡claro que sí!, ¡los vamos a acompañar!

Amados hermanos; vaya que el que lo viva, sentirá y verá en qué lugar. ¡No tienen idea de qué manera y dónde será!

¿Por qué ahora hablando su hermano de esto está? Seguimos avanzando. ¡No hay marcha atrás! Pero aquellos que en el camino se están quedando; no sólo su hermano, ¡todos nosotros por ellos volverán! ¡Claro que sí! Espero, ¡deseo!, que no sea esa tu intención; también a medio camino quedar, amado hermano.

¡Que tú sabes que ya del destino no se te va a hablar! ¡Tal cual como la hermana lo ha dicho!: “Es el Plan Divino el que ¡para ti! se empezará o ha empezado a mostrar”. ¿Tú qué sabes de ello? ¿Lo has sentido? ¿Ya lo has vivido?

¡Y qué importa hermano, hermana querida! Ahí estaremos. ¡Estamos acompañando!, aún ¡y mucho más en esos momentos en los cuales, quizá por alguna razón!, de lo que pienses y de lo que haces estás dudando; porque sabemos que de Nuestro Padre ¡no!, y de nosotros -de todo esto que estás escuchando- ¡tampoco! Ya el que lo haga, ¡qué te digo amado hermano!, es porque así lo ha decidido. ¡Ahh!

¡Hay tantas cosas por hablar! ¡Tantas y tantas!, que también nuestra hermana lo hará. ¡Es por eso que mi Padre ya le pidió que más tiempo de ella va a necesitar! ¡Sí, amados hermanos! Y ustedes lo verán; de qué manera y cómo, lo que va a mostrar y de lo que va a hablar.

Amada hermana: ¡ya deja de eso pensar!, que porqué eres tú la que esto lo está motivando. ¡No! ¡A todos ustedes se les va a mostrar! realmente que -lo que viene de Nuestro Padre y quien viene en su nombre- ¡siempre!, siempre, la inspiración la tiene de la Fuente.

¡Y sí es cierto lo que han dicho!; que de alguna manera nosotros elegimos. ¿Pero sabes porqué amado hermano? No es eso realmente; que hagamos elección a través de quién, para que nos escuchen; que alguno de nosotros se presente. ¡Es cuando estás abierto plena y totalmente y existe esa conexión!, esa gran preparación, que -del infinito amor de Nuestro Padre- ¡permites que tu hermano haga su aparición!

Y podrás decir que ¿por qué en aquél tiempo lo hice así? ¿Tú qué sabes? ¿Que ante tu hermano me presenté? ¿Tú qué sabes?, que ahora también lo esté haciendo; con quién y por qué. ¿Lo quieres estar viviendo? ¡Suelta ya todo lo que te está deteniendo! ¡Sí!, porque has pensado -y lo digo por ti hermano- ¡que tanto les dije! y les insistimos, en que -ante ustedes- nos estaríamos presentando. ¡Pues lo hicimos! ¡Ay de aquél que no lo haya creído!

¡Ahh! ¿Que me quieren ver tal cual como piensan que soy? ¿Así?, ¿frente a cada uno?, ¿de éste o de aquél? ¡Amado hermano!; estamos viviendo el tiempo en el cual todo se estará mostrando. ¡De ustedes depende que así suceda!

No olviden que se les ha pedido y se les ha dicho ¡que dejen de ser humanos!. ¡No lo son! El infinito amor de Nuestro Padre, aquél que de verdad se esté permitiendo sentir y vivirlo; ¡la Gran Vibración lo que hará! Ya lo dijo ese hermanito; lo que moverá ¡aún más! y con más fuerza en cada uno de ustedes. Por eso no crean en esa quimera de que: “ya nada importa”, “ya nada quiero”, “aunque he seguido en éste camino, nada ha sucedido”. No te dejes llevar por esa trampa de la ilusión, que todavía intenta, ¡no te quiere soltar!

Aquél que logre -de verdad- todo eso dejar atrás, ¡amados hermanos!: ¡lo que vivirán! ¡Sigamos adelante! ¡Siéntanlo en el corazón! y así de vibrantes, y no se preocupen por lo que les muestra esa ilusión; que si es demasiado el tiempo que les roba lo que llaman “su trabajo”, ustedes verán ¡cómo todo para cada uno estará cambiando!; para bien, ¡para seguir adelante! ¡y llegar a Nuestro Padre!

¡Y qué del sentimiento del amor!, ¡sentirlo y vivirlo! ¡Ay, amados hermanos! ¡Ya la hermana lo ha dicho!: “El verdadero, el universal, ¡el incondicional!; ¡aquél que Nuestro Padre te entrega y que te da!, ¡ese lo vas a vivir plena y totalmente!” Y a todos tus hermanos -lo vas a recordar- ¡los amarás!, ¡los abrazarás!, tal cual como ¡te vuelvas a amar a ti mismo! ¡Así será! Y entonces, eso -amada hermana, amado hermano- ¡te llenará totalmente!

¡Y sí! ¡La hermana lo ha dicho!: “Si tú -antes de estar aquí- has pedido que alguien te acompañe, ¡sea pues! Pero que sea alguien ¡que vaya de la mano contigo! ¡Que camine hacia Nuestro Padre! ¡Que los dos -en esa lucha- se ayuden y sigan adelante! y con la misma vibración vivan -que no finalmente- sino el principio de su liberación”.

¡Claro que ha sucedido! ¡Cada uno de ustedes tiene su Llama Gemela! ¿Quién de ustedes puede saber si ya te está esperando a que tú te liberes?, así como el o como ella, y aún sigues aquí viviendo, experimentando esas enseñanzas.

¡Ustedes no saben hermanos!, ¡porque no quieren recordar!; pero cuando se permitan ¡de verdad!, primero ustedes aprender, recordar ¡y amarse totalmente! y hacer expansión total, ¡entonces!, entonces también recordarán y sabrán que Nuestro Padre ¡todo les entregó!

Pero cuando tú comienzas a vivir tu misión; ese amor ¡todo lo entiende! y se permite en esa libertad y en el caminar ¡para gloria de Nuestro Padre!, ¡también a tu hermano ayudar a su liberación total! Pronto sabrán porqué lo digo.

Algunos -de los que se han elegido- escucharán, ¡se les mostrará! y entonces entenderán ¡amada hermana!, ¡amado hermano!, sabrás que es verdad ¡que Nuestro Padre y nosotros, con ustedes estamos! ¡Y así ha sido y será, por toda la eternidad!

Sólo les pido: ¡mantenerse en esa fuerza!, ¡en esa fortaleza! ¡y utilizar mi Llama Violeta!, ¡para todo transmutar! ¡Que su corazón se libere! ¡Que su mente y sus pensamientos, todo aquello que los daña lo suelten! ¡No sólo ustedes amados hermanos! ¡A todos! ¡Todos!, los que en ésta bendita estrella están caminando.

Y les seguiré regalando en ese tono ¡tan liberador!, la Gran Transmutación, amados hermanos. El bendito color del Rayo Violeta para todos ustedes, ¡en el nombre del Padre! Y se unirá -porque mi hermano también con ustedes está- ¡el del amor!, ¡en una gran fusión!

¡Ya verán!, como antaño Nuestro Padre lo mostró. ¡Hoy nuevamente! ¡Ja! Y escucharán cómo sus hermanos dirán: “¡Ya todo cambió! ¡Qué está sucediendo!, porque ya ¡hasta el cielo tiene otro color!”

Amados; ustedes lo sabrán, intensamente, ¡amorosamente lo vivirán!, porque aquellos que con nosotros caminarán en la Gran Enseñanza, ¡la andanza!; la enseñanza del “Yo Soy”.

Que yo soy ¡Saint Germain! y con ustedes estoy.



Agosto 17, 2016
Ketta/Aleshia (2).

Y es que es cierto; tal como lo dijo el amado Maestro; de tiempo en tiempo, en los cambios que se estuvieron mostrando, también ¡para todos y ante todos!, los colores porque los Andes empezaron precisamente, multiplicando la energía ¡de los cuarzos!

Nuevamente -al hacer contacto con la Luz Divina- empezaronEs que ellos -y eso es lo que tu hermana ¡te mostrará!- ¡de lo que te hablará!; ¡cómo cada uno de ellos y de qué manera ayudará!

El Ciclo Divino -para erradicar lo que llaman “enfermedad”- ha empezado ya. Primero será en aquellos que al elegirse y entregados a Nuestro Padre están.

El resurgimiento; lo que también, lo que en diferentes momentos se vino a sembrar en éste planeta; el Disco Solar ya empezó a girar. ¡Cada vez irá emanando!, aumentando aún más, ¡y entonces es cuando totalmente se activará!, provocando, precipitando, de la transmutación del hermano humano; porque la Gran Raza Raíz ¡ya ha estado llegando! De ello se estará hablando.

En el despertar de Conciencia -amados hermanos- Nuestro Padre pide, ¡desea!, que ya se muestre Su Esencia. Que 144,000; aquél que sea gentil, en infinito amor, los que -lo que llaman “sus culpas”- de todo eso se quiera redimir, el momento es. Y todo lo que va a hacer, claramente verán; sabrán lo que será y se mostrará, en el nombre de Él, ¡de mi Padre tan amado!

¡Gracias hermanos por escuchar! ¡Gracias por estar aquí!

¡Ya acompañarán los que la Voluntad de Nuestro Padre y a Él deseen servir! ¡Así será! Se acerca el gran momento. ¡Ya todo está dispuesto!

¡Benditos sean hermanos! ¡Gracias!


Agosto 17, 2016
Padre.

¡Y así lo voy a decir! ¡Tal cual!

Primero escucharán ¡todos los que se encuentran aquí!: por esa puerta entrarán aquellos ¡que a mi niña acompañarán!; como ustedes amados hermanos. Y miren que así se hacen llamar. Ya todo, ¡todo empezará!

¡Y sí! Todo lo que Yo le he pedido, ¡a ustedes les va a mostrar!, ¡ya no sólo en el hablar! También, también lo que ustedes quieren llamar ¡si “Plano Multidimensional”!, pero Yo les diré: ¡todo vendrá de la Eternidad!; del “Yo Soy”, ¡porque “Yo Soy” el que hablando de todo esto estoy!

¡Es el gran momento!, como se les dijo; que porque es año bisiesto. Miren; tal cual como alguien lo dijo: “¡El Gran Portal está abierto!” y a mi niña le he pedido y así es como les hablará: ¡todo vendrá de mí y será directo! ¡No necesitará nada más!

Y aquél, aquélla que desee ¡no sólo su cuerpo sanar!, mi niña les mostrará ¡de qué manera y cómo!, al volverse a activar lo que el “Yo Soy” les va a entregar ¡aquí!, porque es Mi Voluntad, ¡“Casa de Oyamel” lo empezará a mostrar!, para todo aquél en éste que llaman “planeta” ¡y mucho más!

¡Que “Yo Soy el que Yo Soy”!


Agosto 17, 2016
Ketta/Aleshia (3).

…todavía con menos intensidad lo estarás resintiendo, porque la Voluntad de mi Padre es que todo lo que estarán escuchando y aquellos que estarán viendo, simplemente -al llegar la Energía- los envolverá, como en éste momento… porque El vendrá. Y es Su Voluntad.

Esto solamente es el principio del cambio, de lo que se empieza a mostrar.

De mi Padre es Su Voluntad.

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