13 de septiembre de 2015

Canalización del 9 de Septiembre de 2015.

 9 de Septiembre, 2015
Oración por el Medio Oriente.
Quiero pedirles, por un instante se pongan de pie.

Vamos ¡con todo el corazón! a elevar una oración. ¡De verdad hermanos! Porque si tú estás pensando: “¿De qué manera puedo ayudar? ¿Qué es lo que puedo hacer?” ¡Orar! ¡Decretar! ¡Sentir! ¡Desear! ¡Atraer! la presencia, la esencia de Nuestro Padre. ¡Entregarle todo este amor!, para elevar esta energía ¡y romper toda la inarmonía!, ¡la densidad!

¡Se puede hermanos! ¡Se puede! ¡Vamos a utilizar! ¡Vamos a crear! No olvidemos que ya nos dijeron que es ¡el gran momento! Vamos -en éste instante- a elevar hasta Nuestro Padre, con todo nuestro amor, la energía que El nos entregó, para que El la devuelva ¡multiplicada!, ¡desbordante!, ¡iluminada!, hacia todos nuestro hermanos que están sufriendo tanto. ¡Y que también la Llama Violeta transmute!, en aquellos que aún caminan con los ojos vendados, ¡creyendo que agrediendo al hermano se están eligiendo!

¡Padre! Padre, en éste instante -los que aquí nos encontramos- nos unimos en una oración que aquí elevamos con infinito amor.
Envuelve a todos nuestros hermanos en tu misericordia.
¡Tórnalos invisibles ante aquél que pretende hacerles desaparecer!
Muéstrales que tú estás con ellos.

Y en éste momento estamos ¡creando!, desde lo más profundo de nuestro corazón. Y elevamos hasta ti toda nuestra vibración de amor, que así, tal como tú lo dijiste una vez; que todo aquél que aquí se encontraría, es, ha sido y sería ese pilar de Luz que elevaría, para que en ésta ascensión divina, todos nuestros hermanos -en amor- sus emociones, sus sentimientos, lo transmutarían. Te ofrezco que en esta unidad, así como todos mis hermanos que aquí están; recibe, ¡recibe!, que no hay distancia. Que sientan nuestros hermanos –de ti- tu presencia, no sólo en éste instante, sino eternamente.

Esto es -Padre mío- el principio de lo que ellos harán.
Mira; ¡siente!, como cada uno de ellos se hace presente ahí, donde ¡tantos hermanos necesitan de ti!
Tú, que todo lo puedes, haz que cada uno de ellos lo sienta, lo viva ¡eternamente!
Y aquí estamos nuevamente.
Que se haga tu voluntad en éste proceso de amor y de unidad.

Te entregamos nuestro corazón y que en la Alquimia amorosa de mi amado Maestro, revierta todo lo que aquél que agrede, en ese lugar donde te mostrarás Padre mío.
¡Que se haga tu voluntad!

Que todo el infinito amor que cada uno de mis hermanos, los que aquí presente están y todos los que unidos estamos, se sienta Padre mío, para elevar ¡y romper toda la densidad!, que cubriendo está ese lugar en el cual tú mostrarás tu infinito amor y tu gloria.

¡Hecho está!




9 de Septiembre, 2015
Aleshia (1).
Y si tú piensas -amado hermano- que eso es lo único que podrías hacer, mi Padre te va a mostrar que estás equivocado. Porque la fuerza -en el amor- te mostrará y te hará ver que no hay distancia y que cuando tú entregas y envías todo aquello, no tan solo en amor, sino en infinita armonía, ¡verás el resultado!, porque brillará un Nuevo Sol, no solo para aquél que ha sido maltratado, que en éste instante viviendo han estado en infinito dolor, cómo también a sus Seres amados -de lo que llaman “su vida”- los han privado. Quiero decirte que ellos unidos están, en esa dimensión en la cual todo esto experimentaron, ya no les mueve y sólo sienten ¡amor! El infinito amor de Nuestro Padre.

Has de recordar, cómo Nuestro Padre en cada instante que te ha hablado y que tú has estado dispuesto a escuchar, cómo te necesita ¡tan fuerte!, ¡tan firme!, ¡como un roble!, como aquél que -en su despertar- dicen “que todo resucita”. Mas es tan sólo recordar, ¡al tiempo que siente cómo su corazón palpita, en amor! ¡La gran victoria que habremos de ver, para su gloria!, de Nuestro Padre, ¡de El! será. ¡Amados hermanos!, al seguir aquí caminando con la ayuda de ustedes; ¡ustedes! que se están entregando, ¡que ahora en acción lo están mostrando! Agradecidos ¡todos nosotros! y nuestros amados, ¡amadísimos! Maestros. Los que aquí nos encontramos, escuchamos, ¡los acompañamos! Todo esto que elevaron hacia Nuestro Padre ¡verán el resultado!, porque no sólo ustedes, sino ¡tantos y tantos!

Amados hermanos; si esto -a algunos- en su corazón, al sentirlo y vivirlo ¡los está colapsando! ¿Por qué? ¿Por qué? Entiendan que ustedes -al seguir viviendo como humanos- propician todo esto. Y dicen: “¡Para mover las consciencias!”. ¡Cómo es posible que tú mismo permitas ser sacudido tan fuertemente! y algunos vivir ¡esa violencia!, para poder comprender y entonces ¡reconocer! -de El- su existencia. Eso, eso es lo que ¡no solo no lo entiendo!, pero no te juzgo, amado hermano. Sólo siente ¡que te amo!

Al aquí transitar, contigo caminar en éste templo y escuchar ¡y ver y sentir! el ego, no sólo mis ojos, sino mi corazón, hasta mi Padre tan amado y le digo: “Sólo tú sabes, pero -en ese infinito amor- ¿es necesario? ¿Es necesario que mis hermanos humanos lleguen a mostrar que -en esa densidad- ellos mismos lo único que están haciendo es acabar, terminar, ¡no permitirse vivir ésta oportunidad? Mas recuerda también, tal cual, como nuestros amados Maestros lo advirtieron, con toda esta energía de amor y ¡toda la fuerza de ésta vibración!, que llega ¡sin hacer distinción!, ¡porque así es como se mueve el amor de Nuestro Padre! Mas, todo aquél que lo recibe, sólo lo externará lo que dentro de él está.

Mas no te debes de preocupar. Esto ¡terminará!  Su voluntad es; que todo aquél que eligiéndose esté; en esa gran protección, ¡en ese infinito amor!, pero entendiendo que ¡en esa gran unidad es como todos tienen que estar viviendo! Aquí, mostrarán -de El- cómo lograr, encontrar y vivir en total armonía, en completa paz. Es por eso que se te ha dicho, que en su fortaleza, en su amor, ¡así es! como en aquél instante, ¡en aquél momento! cuando El te llame… ¿estás dispuesto a seguir adelante?

Este gran Proyecto se estará llevando a todo aquél, ¡no sólo que lo desee estar escuchado!, sino a aquél hermano que lo esté necesitando. ¡Y cuando eso suceda!, serás tú hermano; ¡tú!, que en plena conciencia, en gran amor, le harás sentir a aquél que necesite de consuelo ¡y que necesite mostrarse a él mismo el perdón! Al escucharte, sabrá que ¡todo viene de El! y que te pide que entiendas ¡que no debe haber separación! Que El ¡no impuso lo que tú llamas “religión”! Sólo te está entregando todo su amor.

¡Qué importa cómo tú -al sentirlo- lo estés llamando! ¡Tantos nombres! le han dado ¡y en todos y cada uno te ha escuchado! y te ha mostrado que es El ¡y sólo El!, quien te ha creado y te entregó ¡todas las maravillas, que aún no has utilizado!, porque -si fuese así- no estuviesen viviendo ¡todo lo que está sucediendo! Mas ¡Él se mostrará!, ¡tal como lo ha dicho! ¡y su voz elevará! en esa ¡gran apertura de conciencia!

Por eso te pedimos que en ésta gran preparación -amado hermano- porque ¡esa ha sido tu elección!, te dejes llevar ¡y recibas!, plena y totalmente, todo lo que El ya -en el principio del Todo- te quiso entregar. Que nos sólo te lo digo yo: ¡Tú lo verás! ¡Tú lo compartirás!, porque ya no más -tu hermana Aleshia- ya, en esta conexión infinita ¡y total!, de lo que te hablará y te mostrará, es de lo que Nuestro Padre -para ti- ¡dispuesto tiene ya!



9 de Septiembre, 2015
Ángel Ráh.
Y así es. ¿Cómo puedo yo insistirte? ¡Que ya sea tu decisión! y que te permitas revestirte ¡aquí!, utilizando cada uno de ustedes ese cuerpo que tú elegiste y que El te entregó.

¡No olvides hermano!, que de todo lo que se te habló, al estar aquí caminando como humano, en lo que llaman “esa dimensión” ¡que atrás quedó!, porque era ¡tal su densidad!, que mira; al final ¡todavía lo que quiere mostrar! y luego, todavía algunos dicen: “¡De todo lo que se habló es una utopía!, porque ¿quién la vería? Que yo sepa ¡nadie ha vuelto aquí para hablarnos con tal alegoría!, de lo que es el verdadero vivir”.

¡Mas ya se mostrará!, que todo aquél que eso ha dicho ¡cuán equivocado está!, porque ¡alégrense!: Vivirán el tiempo del no-tiempo ¡y todo esto que ustedes hicieron!, que aún la hermana, al todavía ¡totalmente no ser mostrada!, mas ¡todo lo que unieron!, fue un equivalente en la multidimensión. ¡Todo lo que llegó!, mas “Aquél que te creó” lo que envió. ¡Ustedes verán!

¡Esto te lo digo! porque si tú puedes hacerlo, ¡que en ese sentir, todo el amor camine contigo! y que entiendas, que -lo que aún falta para que sueltes- lo trasciendas, porque ¡no importa la distancia! Y el tiempo…. ¡tú verás, lo que estará sucediendo! Por eso importante es ¡que no veas hacia atrás! ¡Que tampoco te preocupe lo que vendrá! Que mejor te ocupe el ¡en ese inmenso amor!, que todo tu cuerpo, tu corazón, se deje vibrar; porque todo eso habrá de elevar y el Cosmos, ¡el Cosmos! la respuesta te dará.

¿Recuerdas que te dije, que si ya en Conciencia Crística viviendo estás, la Cósmica ¡aún más! a ti te mostrará? ¡Qué digo “te mostrará”! ¡Recordarás que en ella has estado!, pero como no lo habías recordado, ¡ahora!, en este gran momento, no olvides que en ti está la decisión de dejar de llamarte “humano”. ¿Qué estás esperando, amado hermano? ¡Que nosotros estamos con los brazos abiertos!

¡Y mira! Si tú, porque alguno de ustedes está pensando y sintiendo que su cuerpo está enfermo. ¡Eso no es cierto! ¡Deja atrás! ¡Suelta las tristezas!, que tan agobiada por ellas estás. ¡Y sí! ¡Lo digo por ti! Mira ¡que El te abraza con amor! y no es casualidad ¡tal como te dijo la hermana!, que por eso aquí estás.

¡El te necesita tanto!, ¡como a todos ustedes!, ¡a cada uno!, porque en ese sentir; ¡en el infinito amor irán equilibrando! y harán la unión, porque ¡no olviden! que la polaridad ya terminó. Y eso ¡ustedes y sólo ustedes lo mostrarán! ¡Y que decir! Que cada uno de nosotros que aquí estamos, hablándoles ¡todavía más! del Gran Legado. ¡Tal como de tiempo en tiempo hemos estado!

Y también te recuerdo que el tiempo para nosotros no existe: Es el aquí, el ahora; el presente que es ¡eterno!, en el cual ¡nadie que se ha elegido está ausente!, porque así tal cual, como lo has sentido, es quien con nosotros -ahora unidos- siguen adelante en la Gran Escala Gloriosa.

Que mira; tú verás ¡todo lo que se moverá! ¡Y toda esa Luz!, que ya dispuesta está ¡en ustedes!, ¡en ustedes moverá y activará!, para que entonces -al seguir su caminar- ¡cuenta se darán!, empezando porque vean y así lo sientan: ¡No hay enfermedad! Aquél que se ha querido entregar a los brazos amorosos de “¡El que todo lo quiso crear!”, ¡para ti, amado hermano!, ¡para ti!, para que en ello eternamente te quisieras regocijar. ¡Y mira! Mira; eso ¡nuevamente sucederá!

Todo aquél que en ésta transmutación -porque también se les habló de que se viviría una gran transfiguración- ¡y ustedes piensan que solamente palabras han sido!, porque tampoco quien se iluminará, así como se los habían dicho: “No ha habido nadie que se los mostrara”. ¡No olvides -amado hermano- que todo es en el momento de El! ¡En su tiempo!, que es ahora, aquí, pero tú -al seguir en tu caminar- ¡te has olvidado de todo lo que aquí has venido a escuchar! Pero ya te lo habremos de recordar. ¡Claro que sí!

El deseo de El, es que tú -en tu corazón- sigas adelante en toda esa preparación, porque tú eres ¡ese gran Atlante!, que prometió que -al volver aquí- mostraría y a su hermano le hablaría, cuando se diera esa gran alineación. ¡Y hablando también de conjunción!, ¡todo lo que recibirías! y mira, que a punto está. Lo vivirás ¡y entonces sentirás ese deseo infinito de llevarlo todo a la acción! ¡Y lo harás!, no olvidando que de El -así como yo en el “Yo Soy” te estoy hablando- recibirás la instrucción. ¡Claro que sí! Porque has preguntado: “¿Qué puedo hacer yo? ¡Si tanto te amo! y estoy sintiendo en mi corazón, el deseo infinito de ayudar a mi hermano. ¡Indícamelo! ¡Dame la instrucción!”

Pues te diré, que eso es lo que El de ti estaba esperando. ¡Ha llegado el momento hermano!, tal cual como siempre se te insistió en éste gran Proyecto: El Proyecto Shirón, que es para todo aquél que ¡empezará a vivir su gran momento!, de lo que ustedes llaman “su evolución”, pero para nosotros es ¡propiciar ese gran reencuentro con el Padre amoroso que te creó!

¿Te das cuenta?, ¡que no es nada! para que aquí -en esta ilusión- aquél que viene en su nombre, sea aclamado. ¡No, amado hermano!, porque tal cual como lo dijo al que llamas “Maestro”, ¡lo reconoció!, ¡lo repitió incesantemente!, tal como lo dijeron: “El Reino de mi Padre no es de aquí y ese es el que yo -en el “Yo Soy”- quiero vivir”. Pero ¡es infinito! ¡Es inmenso! Rebasa lo que tú -hasta hoy- has pensado que es ¡lo único! Amado hermano; tú veras cómo te has equivocado, al permitirte seguir lo que tú llamas “viviendo” ¡tan limitado! Mas ¡esto lo digo ¡con gran alegría!, porque ¡su Reino!, primero a ti -que has escuchado y has creído sin ver- ¡te será mostrado! ¡Y eso, va a suceder!

Te lo dice tu hermano ¡Ángel Ráh!, que tengo para ti ¡un gran regalo!, como aquél que al llegar, te pedí que empezaras a utilizar¡Eso!, en esa gran dimensión del infinito amor, vibrando ¡fuertemente!, aceleradamente está, en cada uno de ustedes, en lo que es su Ser infinito ¡o lo que tú llamas “tu otra mitad”!, que es lo que realmente ¡a ti se unirá! En alguno ¡a punto está!, amados hermanos y en esa gran sutileza, primero a vibrar -lo que tú llamas “tu templo”- empieza.

¡Preparado has de estar!, para recibir ¡esa gran descarga vibracional!, de amor, de unión. ¡Entonces comprenderás esas palabras que tanto y tanto, cada uno de ustedes ha tenido que escuchar! y tal cual como la hermana lo dijo: “Como es arriba es abajo y como es adentro se mostrará afuera”. Que sea el amor, el infinito amor que ¡El te entregó!

El Cosmos; mensaje divino enviará. Te lo dice ¡Ángel Ráh! ¡Atento hermano! te pido estar; porque ahí, en esa tonalidad, empezarás a escuchar, a ver y a sentir cómo “humano” ya no serás. Y luego de ello, Ángel Ráh, de todo lo que el Cosmos tiene para ti, te hablará.

Que yo soy ¡Ángel Ráh! ¡Nombre terrenal!

Ángel ¡Ráh! Siente la energía. Con ella, cada vez ¡con más fuerza! tu Ser, ¡tu cuerpo! vibra.



9 de Septiembre, 2015
Aleshia (2).
Mas también -amado hermano- se te pide ver, que todos los que aquí con ustedes estamos, en esa gran unión y elevando lo que ustedes llaman “la oración”, que es solo unir nuestros corazones, para que en esa energía, llegue instantáneamente a todo aquél hermano y al que lo necesita urgentemente.

Sabemos que ustedes pueden. ¡Háganlo!, en esos momentos, en esos instantes. Que no sea el desaliento, sino la fuerza ¡del Gran Atlante!, ¡que sabe! que puede elevar; puede multiplicar, ¡puede crear! y luego -en unidad- entregar, ¡tal cual como Nuestro Padre te pide! ¡Y eso es lo que harás!

Todo eso; lo que has escuchado, lo que está sucediendo, está en declive, porque saben que -lo que llegará- éste planeta lo iluminará. Que en todo su esplendor, a todos y ¡cada uno de ustedes!, le despertará nuevamente el infinito amor que de El viene. Siéntelo así. ¡No permitas que la energía de la inarmonía te envuelva!

Recuerda que en esta lucha ¡un gran guerrero tú eres! Que el engaño ¡que por eones a ustedes les ha hecho tanto daño!, no tenga ya ¡el mismo efecto!, porque tú has decidido -al elegirte- ir camino a lo perfecto y volver hacia Nuestro Padre tan amado. ¡Hazlo hermano! ¡Hazlo así!



9 de Septiembre, 2015
Sananda.
Y entonces, sabrás que el sacrificio que habías impuesto y que tú mismo ¡amado hermano!, lo que estás viviendo, muchos de ustedes se han preguntado: “¿Y es así? ¿Tendría que ser así?”

¡Tantas preguntas y una sola respuesta! Cuando el amor, ¡aquél que mi Padre entregó! no te permites sentirlo, ¡tampoco vivirlo! y aún pretendes y dices que -en su nombre- a tu hermano has de advertirlo. ¡No, hermano! No olvides tampoco que se te dijo, que los falsos profetas se mostrarían.

¿Quién ha de pretender -en el nombre de El- ¡maltratar!, ¡martirizar! a su hermano? Eso no es, ¡no viene! de mi Padre tan amado. Por lo tanto ¡habrá de pararlo!, porque así ¡tal cual!, como cada uno de ustedes, que en su nombre y en Conciencia de amor; ¡la Crística!, de la unidad y el perdón, ¿te das cuenta cómo tanto puedes lograr? Eso ¡y mucho más!

Y nuevamente te ofrezco mi mano. ¡Contigo iré caminando y te iré mostrando! Te hablaré de cómo a mi Padre volver. Y tal como te lo prometí; el nombre que me ha entregado, te estaré mostrando.

¡Tanto te has preguntado, si realmente volveré! Acaso ¿cuenta no te has dado que en ti estoy?, amado hermano. Mas dices: “¿Encarnado?” ¡Tú lo escucharás!, porque te hablaré de todo esto ¡y mucho más!

Mi corazón te entrego. Y siente en éste instante, cómo tu cuerpo, en salud, sanación -en el nombre de mi Padre- en éste instante te la entrego. ¡Te la doy!, no solo para ti; para todo aquél hermano que en su corazón ¡quiere sentir!

Que yo soy ¡Sananda!, tu hermano.

Y más fuertemente con ustedes estamos.



9 de Septiembre, 2015
Aleshia (3).
Tan poderosa es la palabra de mi Padre, que aún al Gran Maestro -al que tú conoces desde hace ¡tanto tiempo!, al hacerse sentir, sabe ¡todo lo que tú en éste instante le quisiste pedir! No tengas duda; que hecho está, porque en la estructura de amor, que es -como tú la llamas- “espiritual”; al elevarse rompe tal densidad que no lo detiene ¡nada! y hasta El, con toda la fuerza suele llegar. Por eso amado hermano, en ti se manifiesta cuando así, con esa transparencia, te quieres entregar y le pides también que detenga la violencia que entre hermanos ¡en tantos lugares se da!

Mas ya lo dijo el Gran Maestro; que es de Nuestro Padre su voluntad y eso habrá de acabar. ¡Gran lección será!, para aquél que dijo: “En sus manos la justicia tomar”. ¿La justicia divina? ¡Esa sólo Nuestro Padre es quien nos la puede mostrar! Pero… ¡justicia -por ustedes humanos- mal entendida! ¡Tan incomprendida! Por eso en algunos lugares ¡con fuerza será sacudida! esa energía tan densa, para que abriendo paso a la divina, entonces, veamos que Nuestro Padre es, ha sido ¡y será!, siempre -desde la eternidad- un justo juez.

¡Ah de aquél!, de aquél hermano que aún sigue sin comprender y nos muestra -aunque no lo queramos ver- que aún sigue dormido caminando, porque no ha querido sentir el amor de Nuestro Padre tan amado. Si tan siquiera ¡por un instante! -de verdad- quisiera mirar ¡muy dentro de sí toda la inmensidad! de la que Nuestro Padre nos ha colmado. Cuando tú -al empezar a recordar- sepas que dentro de ti ¡todo está!, verás la vastedad de su gloria, de su misericordia. ¡Y todo ello dentro de ti está!, porque -amado hermano- ¡no estás limitado!

¿Qué no has escuchado? ¿Cuántas veces se te ha dicho que el Cosmos te será mostrado? ¡Pues dentro de ti también, siempre ha estado! ¡Es sólo que no lo has querido ver! ¡Y mucho menos sentir! Mas para aquél que se eligió volverá a ser y tu hermana de ello te hablará. Que aquí Enriqueta se llama, pero Aleshia -que en su nombre y por su voluntad- su infinito amor te compartirá.

Y le digo: “¡Padre ya no más! ¡No es posible que mi hermano así se comporte! Mas a cambio de ello, aquél que -como ustedes- están decididos a vivir y a mostrar, ¡a sentir todo lo bello!, pues de ello tu hermana no sólo te hablará. ¡Te mostrará! ¡Tú verás que todo lo que se te ha dicho es verdad!, porque las promesas de mi Padre, nuevamente ¡aquí! se cumplirán.

Y entonces, ¿cuántos salmos se han cantado? ¿Cuántos de su gloria han hablado? Mas yo te digo hermano, que los principales, los que de su verdad, ¡esos que te habían ocultado!, de ellos, ¡de ellos! no sólo tu hermana te hablará. Mis amados Maestros, ¡todos los hermanos que han llegado!, ¡unidos!, cada uno cumpliendo amorosamente su parte del Proyecto. ¡Tú lo estarás viendo! ¡Lo estarás sintiendo! Lo que es mejor: ¡Lo estarás compartiendo!

El tiempo ya es. ¡Ya empezó!



9 de Septiembre, 2015
Leutón.
Y en la tecnología, el avance que lograron, que piensan que ya se mostró todo desde ese día, en el cual tus hermanos -a ti- de ello te hablaron.

Mira; lo más importante y te lo digo a ti -hermano mutante- por todo lo que está sucediendo en la rejilla sagrada, la que amorosamente ya ha sido reforzada. Porque toda la vibración, toda esa energía diamantina que llegará de Alción -y eso te lo dice tu hermano Leutón- se te previno que lo que sucedería. Pues mira; sucediendo está, mas tal como lo escuchaste; ¡eso ya parará!, porque lo más importante ¡toma en cuenta que para ti, lo que están viviendo es una distracción! ¡Sí!, que caos en alguna parte está sucediendo.

La benevolencia de “Aquél que nos ha creado” ya se estará mostrando, porque sucede que tal como te lo dije; que lo que hay en tu corazón, ¡eso es de lo que tú harías atracción! Y aquellos, que de esa manera están obrando, hermano… ¡es importante que sepas! Tú escucharas de qué manera estarán terminando.

Sólo habremos de decirte y pedirte, que así como lo hiciste, al unir tu corazón en esa amorosa oración, eso es lo que -al haberse unido el protón con el electrón- tú mirarás, tú sabrás y sentirás lo que ustedes han hecho, porque no solamente aquí, sino en diferentes puntos ¡que digo del continente!, en lo que ustedes llaman “su planeta”. Que ¡quiero que sepas a ciencia cierta!, que es ¡más la energía amorosa que se está elevando! También ¡hagan oídos sordos! a lo que insistentemente quieren hacerles creer y que sigan escuchando; porque eso -en el intento- ¡quiere hacer distorsión! de la energía del amor.

¡Sí! ¿Me estoy dando a entender? Eso ustedes ¡no lo deben permitir!, porque todo lo que van a ver, lo que van a sentir, lo que viene de El, que también nos pidió, que con ustedes -en unión- caminando, viviendo, para que ¡dejen de ser humanos!, para que entonces -ya unidos como lo que somos- ¡como hermanos! sigamos en esa dimensión, que ustedes piensan y dicen que para ustedes todo es desconocido, pero cuenta se darán que así no es. ¡Ya no será!

¡Estamos! y algunos ya nos han visto. ¡Han presenciado lo que estamos haciendo!, lo que les hemos mostrado. Pero tal como anteriormente escucharon, aquellos ante los cuales ¡también mis hermanos se mostraron! no estaban preparados. Como lo dijo la hermana; ¡la preparación que ustedes han estado recibiendo!, porque cuando con nosotros ya estén compartiendo, lo harán con el corazón, en esa gran unión; sabiendo que venimos en el nombre de “Aquél que nos creó”, “¡Quien todo lo puede!” Y eso ¡lo verás!

¡Cuenta debes darte!, que todo lo que tú desees ¡va a crearse!, ¡pero en el amor!, en ese infinito amor, que es la llave que abre todo, no sólo de ésta dimensión, ¡sino del infinito!, del Cosmos, que ya está unido a lo que tú llamas “tu plano terrenal”.

¡Cuanto deseamos que tú ya empieces a caminar!, pero ¡en esencia viva! ¡Has escuchado!, ¡se te ha dicho!, que en cada uno de ustedes ¡el Dios Vivo sería mostrado! ¡Que te estarías iluminando! Yo te digo -amado hermano- en el ADN, aquél que tanto se estuvo guardando. ¡El verdadero!, el cual ¡en ti ya está activo! y está transitando por todo lo que tú llamas “tu cuerpo”. ¡La gran electricidad!, que te dará la movilidad y la gran expansión ¡total!, cuando tú -el infinito amor de El- vuelvas a mostrar.

Eso es, lo que no sólo tu hermano Leutón, sino todos los hermanos que conmigo han llegado y que ¡no solamente aquí -con ustedes- hemos estado hablando! Ya se les había dicho, que se les empezaría a reunir ¡y eso se hará! El tiempo ya es ahora y es aquí. Por eso -después de ese gran momento- ¿quiénes de ustedes nos estarán viendo?

Preparado estoy, para compartirles con amor y he empezado a hablar con todo aquél que “El que todo lo puede” me ha indicado.

Hermano; sigue adelante, motivado por eso que está dentro de ti ¡tan latente! y en gran expansión, por lo que llegue de la Fuente. Lo pondrás en acción. Advertencia amorosa. ¡Leutón! para ti.

Y dirán que se formará como si fuera una rosa, que será entregada a la hermana humanidad. Nosotros presentes estaremos y con ustedes hablaremos.

Es sólo una ecuación más y lo que llamas “firmamento” te hablará.

Que yo soy Leutón, ¡tu hermano! Que también te dirá de la Nueva Vibración, cuando dejes de ser humano.


9 de Septiembre, 2015
Saint Germain.
Y así es amados, ¡amadísimos! Que miren que al escucharlos, al ver en su corazón, ¡dejen ya esa tristeza!, que nosotros estamos con aquellos -sus hermanos- que tanto han necesitado. Y ya no se pregunten más; que la energía amorosa y misericordiosa de Nuestro Padre ¡con ellos también está!

Agradeciendo todo lo que ustedes -en ese momento- estuvieron no sólo pidiendo, sino entregando. Amados hermanos: ¡Así es como los necesitamos! ¡Así es como yo los necesito! Su hermano ¡Saint Germain! Por eso los invito a seguir adelante. ¡Es así como -no sólo yo- sino Nuestro Padre les pide!

Que miren; que tal cual como hemos insistido, el momento ya es. Y aquél que en su preparación al lograr ¡tal cual, como se ha revestido! en ese gran despertar; amado hermano ¡nosotros sólo esperando estamos por ustedes!, aquellos que darán ese gran paso, porque entonces ¡todo! empezaremos a mostrarles, a compartirles, ¡a recordarles! No lo olviden.

Y sí amados; hay muchas cosas más que estarán sucediendo. Las estarán -tal como se los dije- ¿lo recuerdan? “Y ustedes escucharán y ustedes ¡verán!”. Pero en esos instantes es cuando necesitamos de aquellos amados Atlantes: ¡La Gran Simiente Sagrada!, que con ese infinito amor y en esa energía de amor será reforzada. ¡Sí! Ustedes pueden. ¡Sean esos pilares!, ¡con esa fortaleza!, porque esto -amados hermanos- apenas empieza.

Tal como se los dije: “Que fácil no sería”. Pero ¿y qué? Si ustedes saben y también les repetí que podrían; porque al dejarse llevar por todo lo que Nuestro Padre les ha querido entregar y sintiendo su amor, su protección y la guía ¡que no sólo les dio!, ¡sino que les sigue entregando! y también les está dando la instrucción. ¿Qué más puedes pedir, amado hermano?

¡También nosotros te acompañamos! Mi amado hermano y todos los hermanos Intergalácticos; ¡la Hermandad Blanca! Todos aquellos Maestros, Seres de Luz, que mira; al estarse cada uno de ustedes eligiendo, ya con algunos -a través de ustedes- se están mostrando, ¡están compartiendo! ¿Qué mas puedes pedir, amado hermano?, si todo mi Padre ¡Nuestro Padre!, te lo ha estado entregando.

¡Es el gran momento en que ésta Gran Avanzada Gloriosa siga adelante!, porque ¡no tengan duda!, saldrá victoriosa. ¡Con ustedes está! Dense cuenta: ¡Sí!, los necesitamos, ¡pero en esa fortaleza!, ¡en esa verdad!, ¡en esa gran fe! que sólo la tiene aquél que a Nuestro Padre se ha querido entregar.

Y eso es en el camino, lo que te lleva -que no a tu destino- sino a la perfección; aquella que Nuestro Padre te entregó. ¡No lo olvides! ¡Así es como tu hermano que te habla también lo logró! No te permitas abatir ni por palabras ni por situaciones, que lo único que quieren es detener ¡y no permitir! que tú logres, que vivas el paraíso que El te prometió aquíamado hermano. Que nosotros te seguiremos guiando; te seguiremos inspirando ¡y de la verdad de Nuestro Padre siempre hablando!

Siéntelo así y tal cual como mi amada hermana y como cada uno de ustedes pidió; ¡que mi Llama Violeta inunde todo éste planeta! y más en aquél lugar que nuestros amados hermanos ¡tanto han de necesitar! Ustedes verán lo que sucederá, con ese infinito amor que quisieron a ellos entregar. ¡Dense cuenta todo lo que pueden crear! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos! y que en ustedes también los envuelva, transmutando en amor, en sanación, en perdón, todo lo que hay en su corazón.

Y que la Gran Amatista a todos y cada uno de ustedes -insistentemente lo repito!- los revista. Desde el corazón de corazones: Saint Germain. ¡Y seguiremos repartiendo los dones! Amados. ¡Entregados! No olviden; que no sólo mi hermana, si nosotros también con ustedes estamos.



9 de Septiembre, 2015
Aleshia (4).
Dice mi Padre que se retomará lo que en pausa amorosa, en paréntesis estaba y alguno de ustedes pensaba que quizá ya no sería más. No olvides que para El no existe el tiempo y todo es y se muestra en su momento, porque también -cuando eso sucede- la respuesta te da; de cómo, el “por qué” y el “para qué”.

Después de toda la energía que llegará y se ha dicho que por lo que llamamos “nuestro planeta” algo chocaría; que también -lo que llegaría- caos y destrucción haría. Dice mi Padre. “¿Acaso no estás viendo lo que tú mismo -amado hijo- estás haciendo?” Ahí es donde tienes que entender, que en el poder de la co-creación, todo lo que llevas a la acción se revierte y multiplicado a ti estará llegando.

Con éstas palabras entenderás lo que después de esto estará pasando. Pero que no es El el que te lo está enviando, porque sólo te entrega su amor. Ese amor que ya Álgebra -la matemática divina- cuando tú haces ecuación y elevas el cero a lo más alto ¿cual es el resultado? Si piensas que nada te ha estado entregando, ¿qué es lo que tú -a Él- le has estado mostrando? Pero por eso mismo, cuando hablas de “raíz al cuadrado” y si no encuentras, no entiendes el resultado, es porque tú mismo -lo que tenías dentro de ti- lo estás anulando.

Mas en el verdadero vivir, aquél que -a pesar de en un principio no entender- ¡pero insistir! y en el amor todo ello intentó cubrir en esa gran preparación, ahora lo que se dice; cuando tú veas el resultado de lo que has hecho y de lo que has logrado, eso es lo que estarás viviendo, amado hermano ¡y todo lo estarás resistiendo!

Mi Padre sólo te dice no que esperes, ¡sino que cristalices todo ese sentimiento!, porque ya no será en tu despertar tan lento, sino en gran aceleración, porque el vehículo de Luz que ya se te entregó y que -en éste despertar- activado ya está, es el que te moverá. Y entonces, ¡ay de aquél que no quiso escuchar!

Mas para ti; que recuerdes que el tiempo ya está y serás uno de los que escuchen, cuando su voz -al elevar- te muestre aquí la grandeza de El, para que empieces a compartir con tu hermano y vivas el paraíso terrenal.

La justicia divina ya va a empezar.



9 de Septiembre, 2015
Aleshia (5).
Pero las profecías también se habló del infinito amor que para todos ustedes derramó y nuevamente estará latente en cada corazón que se ha entregado, porque todo lo que será enviado de la Fuente será y lo recibirá cada hermano que se estará iluminando.

Parte del Legado de eso ha hablado; que ni te fue mostrado, ni de ello habías escuchado. Pero tal cual como mi Padre lo ha dicho: Es el tiempo, es el momento. Hazle saber a tu hermano que aquí estoy y que ¡con muchos de ellos me he mostrado como humano! Ya lo estarán recordando. En momentos, situaciones, en los cuáles he visto sus reacciones y ¡con gran alegría! -también en algunos con tristeza- les recordaré qué es lo que han hecho. Si eso -al no saber que conmigo estaban hablando- ¡qué es lo que han hecho con su hermano! Pero se los estaré mostrando. También, sólo será porque -en esos instantes- nuevamente me habré de regocijar; que aquél hijo que aquí empezó su caminar, nunca olvidó -a pesar de que en ese instante ¡dormido! solía estar- porque escuchó su corazón cuando ante él me quise mostrar.

¡Eso es lo que dice mi Padre! Yo solo repito amado hermano, lo que El -para ti- me está diciendo; de lo que está hablando. Y vas a recordarlo; porque dice que todos los que aquí están, ante ustedes se ha querido mostrar. ¡Con todos y cada uno!, aquí ha venido a hablar. Y esto que escuchando están, sabrán que es verdad, porque -en su momento- se los va a recordar.

¡Y que los ama infinitamente! Y sabe que al seguir adelante ¡todo lo que viene de la Fuente!, al recibirlo lo compartirán y en su nombre saldrán triunfantes, amados hermanos. Que no es falacia lo que han escuchado, ni tampoco es una audacia de la hermana que está hablando. ¡Es la verdad! Ustedes, ¡ustedes lo comprobarán!

Eso es lo que mi Padre tan amado quiso que escucharan hoy. Y en ustedes ¡todo su amor! -que no su esperanza- porque sabe que habrán de cumplir todo lo que les va a pedir, para compartir a su hermano. Que si cada uno al hablarle le pidió y en su oración elevó: ¿De qué manera podría ayudar? Pues el te lo dirá. A mi Padre escucharás. ¡Tú lo sabrás!

Y con esa promesa, que cumplida se verá, yo te agradezco el que hayas estado aquí compartiendo y te abrazo con infinito amor. Porque esto que mi Padre ha estado diciendo, quizá algunos ya están pensando: “¿En qué momento fue? ¿Qué le dije? ¿Cómo lo recibí? ¿Qué hice?” Es por eso que -en nuestro caminar- cada paso que des, ¡cada acto!, que sea -algunos dicen- “en humanidad”. Yo diría ¡en infinito amor!, ¡así como El te lo entrega! Como El te lo da. Que veas en el rostro de cada uno de ellos, el rostro divino de Nuestro Padre. Entonces, ¡entonces vivirás aquí lo eterno!, antecediendo a lo que volverás a sentir cuando con El -con mi Padre- te vuelvas a reunir.

Amado hermano; sé que lo haremos. Con El estaremos. Que todos ustedes ¡tienen un gran corazón! Es sólo que -al estar aquí caminando- a veces entramos en confusión, pero Nuestro Padre y nuestros Maestros todo, ¡todo! nos lo han venido aclarando y en esa transparencia, en esa cristalización, es como seguiremos caminando; unidos en su infinito amor.

¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por escuchar!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario