20 de enero de 2017

Canalización del 18 de Enero de 2017

Enero 18, 2017
Aleshia/Enriqueta (1).

… muchas cosas están sucediendo, y de todo lo que se está moviendo, tal como nuestra amadísima hermana Aleshia nos compartió; nuestro amado Maestro y nuestro hermano, ¡en lo que insistió!, en cuanto a que estaríamos en estos días -cada uno de nosotros- de alguna forma sintiendo y viviendo esas grandes sacudidas; porque toda la Energía que está llegando, que no hay límite, amados hermanos, para que al mismo tiempo que en ti, todo lo que está activando, del mismo modo o quizá más fuertemente, ¡no forzar!, sino amorosamente, tu cuerpo también decida y quiera soltar ¡todo aquello!, que lo único que ha hecho es, venirte -de una forma u otra- a afectar. Reconocerlo.

Porque no solamente ese infinito amor que Nuestro Padre nos da; también ¡esa sabiduría inmensa!, ¡única!, ¡que no tiene final!, para guiarnos en el camino ¡y permitirnos ver todo con claridad! Y entonces discernir y elegir ¡lo correcto!; porque todo lo que está por venir es de Nuestro Padre, ¡ahh!, y lo vivirá; lo sentirá; lo compartirá en esa congruencia, aquél que ya esté deseando precisamente recibir de Él y entender que podemos llegar a ser como El: ¡perfectos! Porque es. Pero precisamente eso es lo que estamos viviendo: ¡una gran batalla! en ésta ilusión.

Que miren hermanos, ¡uhm!; hay tantas cosas que pretenden distraer. Ahí es donde tenemos que ¡utilizar esos dones que Nuestro Padre y nuestros amados Maestros tanto han insistido!, que tuvo a bien entregarnos cuando nos quiso crear. ¡Todo lo tenemos! ¡Eso es lo que somos! y estamos en un gran proceso; de ir despertando; ¡estar recordando! y volver a utilizarlos.

¡Éste es el Gran Tiempo!, la Era Dorada, tal como nuestro amado Maestro y por todos ellos, que es mencionada. Amados hermanos, simple y sencillamente es así. Ustedes saben que desde el primer instante en que mi Padre me pidió -como hoy- estar aquí ¡y compartir con cada uno de ustedes!; aquellos que deseen escuchar; igual que su hermana, que cuando empieza a sentir, también ¡muy atentamente!, al hacerse a un lado. Dicen que recordar es vivir, y eso es lo que deseamos; nuevamente volver ¡a vivir!, ¡tal cual como somos!; como nos creó Nuestro Padre amado.

Había ¡tantas cosas!, ¡que siendo tan hermosas!, muchos de mis hermanos que se hacen llamar “Humanos”, ¡el porqué decretar tan insistentemente algo que tienen que soltar! ¡Sabes que no eres así! Que tal cual como Nuestro Padre, cuando tú te permites escuchar su voz en tu interior, te repite incesantemente: “Fuiste hecho ¡por mí! ¡Te he creado a mi imagen y semejanza! ¡No pretendas seguir inclinando esa balanza! Recuerda -hijo tan amado- que estás aquí, para llegar a lograr unir todos tus cuerpos y seguir tu caminar ¡tan equilibrado! Tal cual. ¡Así!, como -desde el principio de los tiempos- fuiste creado”.

Grandes sensaciones, que a cada uno de nosotros -en nuestro día con día- nos presenta señal tras señal, para irte desprendiendo ¡de todas estas ilusiones! ¿Pero saben? Seguimos ¡en ese letargo!, que muchos -cuando elevan su oración a mi Padre tan amado- y le dicen: “¡Esto no tiene final! ¿Cuándo -Padre mío- me escucharás?, porque mi deseo es ¡volver a tu lado!”

Si realmente permitiéramos que un instante, ¡un momento!, en éste gran silencio en el cual ¡podemos y debemos estar inmersos!, para escuchar la voz de Nuestro Padre, que eternamente ¡es su deseo querernos guiar! Y lo hace de muchas maneras. Siempre, como les decía hace un instante: ¡nada es casual! Nos da oportunidad ¡de escuchar! Pero realmente -si nosotros queremos estar atentos- sentir si acelera ese latir cuando escuchas ¡su palabra! ¡y la verdad!, que es eterna; que de tiempo en tiempo -por mucho que han tratado desvirtuar- lo que El para nosotros ha traído; ¡lo que aquellos a los que llamamos “Profetas” nos han dejado!; pero siempre, ¡siempre sintiendo y sabiendo! que -lo que en ti resuena- viene ¡de Él!, de Nuestro Padre tan amado.

¡Y aquí es donde tantas veces lo repitió! y mis amados Maestros, ¡cada uno de ustedes lo escuchó! ¡Aquí es donde su hermana se transforma! ¡Su hermana Enriqueta se quita esa careta con la que sigue caminando!, porque así ha sido necesario. ¡Es importante darse cuenta!, ¡observar y escuchar a tu hermano!, para reconfirmar que lo único que los ha detenido, para seguir en ese camino de volver al hogar, es ¡que seguimos manteniendo!, ¡seguimos alimentando ese gran adversario!: ¡el ego!, que siempre, ¡siempre te está hablando!

Hemos vuelto ¡tan difícil! el eliminar, ¡el desaparecer!, ¡el disipar todo aquello que en nosotros está! ¡Lo que hemos venido acumulando conforme -en el camino- lo que has vivido!; ¡lo que has estado experimentando!, ¡y que sabes que no te ayuda!, ¡y que detiene esa transición!, ¡que ya es importante!, para que dejes ésta ilusión.

Nunca, cada vez que mi Padre me ha dado la oportunidad de con ustedes compartir, ¡todo esto que me hace sentir!; ¡lo que me da!; ¡de lo que me alimenta día con día!; que solamente espero ¡éste instante! en el cual el sólo sentirlo; ¡toda esa Energía! y cómo mi cuerpo empieza a sacudirse, ¡tan vibrante!; compartirlo con ustedes y entregarles en esa Energía, ¡en esa pureza!, todo lo que viene de Él. ¡Eso que nos entrega!


Ahora, ahora que estoy aquí, ¡amados hermanos!, ¡bendito mi Padre!, porque -al reunirnos- me hace sentir que -aún el estar aquí- ¡estoy con El! y todo lo que viene, con ustedes compartiré. La gran apariencia; aquella en la cual ¡no mueve a aquellos! que no les interesa seguir su caminar en la Apertura de Consciencia.

¡Amados! Tal cual como mi Padre, todo aquello que -de tiempo en tiempo- a través de tu hermana, ¡ésta que te habla!; como hoy, así. Pudiera hacerles ¡y darles una semblanza!, ¡de todo lo que ha sido!, en ésta ¡tan amorosa!, pero ferviente en la entrega; la andanza.

Ahora, en nuestros amados, ¡amadísimos Maestros! al acompañarnos, ¡al guiarnos!, tal cual como mi amado Maestro -al hablarnos- lo dijo, ¡y Nuestro Padre también! ¿Qué es lo que se puede hacer, si no viene de Él? ¡Y más! en un lugar como éste, que tuvo a bien señalar e indicar: “¡Aquí es! Aquí es donde ¡todo! -para ustedes- habrá de empezar”.

Puede haber ¡tantos lugares! Puede haber ¡cuántos hermanos!, que están deseando ¡seguir y caminar entregados! ¡Para eso! ¡Para eso estoy aquí! Para -a ustedes- ¡todo esto compartir!; viniendo y escuchando, ¡recibiendo todo! -Padre mío- ¡lo que viene de ti!, en ese amor. ¡Que sea esa la única intención!

Está muy cercana la Gran Reunión; ¡aquella de la que se les habló!, amados hermanos. ¡Todo -Nuestro Padre- lo tiene preparado! Si ustedes ¡realmente supieran! Pero es preciso iniciar, ¡tal cual! como -de tiempo en tiempo- al venirles a hablar; en el sentir; en el sentir, para que luego ¡de todo eso!, tú, al empezar a redescubrir que eres ¡ese Gran Ser!, ¡tan maravilloso!, que viene de Él, de Nuestro Padre. ¡Como tu hermana!, que al ocupar éste templo, éste cuerpo; que mira, te he de aclarar: no es ésta la única ocasión que tu hermana -para venirte a hablar- éste cuerpo se ofreció.

Aquél, ¡aquél que esté dispuesto a seguir!, a sentir, a caminar por el sendero; aquél que mi Padre ¡a cada uno de ustedes! ha tenido a bien señalar. ¡Porque así ha sido! Y tú -al dejarte guiar- amado hermano, ¡amada hermana!, El -mi Padre- ¡tan enternecido! Ahora tal cual, ¡así como a cada uno de ustedes se lo había prometido!: aquí está ¡no sólo tu hermana!, sino todos nosotros: ¡la Gran Hermandad!

Y todo aquél que tenga a bien; que sienta en el corazón no sólo sentir; no sólo escuchar; sino en esa congruencia; en ese equilibrio ¡tan sagrado!, ¡que sea tu Esencia!, para que cuando tú -al estar ya totalmente unido- vivas ¡todo lo sagrado! -hermano- con nosotros. ¡Tan querido!, porque es así.

Mira; ¡es tan grande!, en éste instante ¡contigo compartir! Entregarte ¡todo esto!, que mi Padre para todos ustedes tiene a bien -amorosamente- no sólo de tiempo en tiempo; ¡a todos ustedes abrazarles!

¡Hoy más que nunca!, en ésta andanza, todo aquél que ha elevado ¡no sólo el decreto!, sino a cada instante -a mi Padre tan amado- una alabanza, en esa gran resonancia; la misma de aquellos hermanos que lo han logrado; que han vuelto, así como tú.

¡Éste es tu tiempo! Mira: ¡siente! ¡Te entrego!, dando la bienvenida a todo aquél que desee sentir; al mismo tiempo que escuchar, ¡también vivir!; porque todo en unión. Así mi Padre ¡lo hizo para ti!; del mismo modo que te creó. Y entonces, en esa conexión, que en esa Gran Unidad es como hemos iniciado ¡y cada vez será más continuamente!, ¡a ustedes mostrado!; que es posible que puedas seguir ¡paso a paso!; conviviendo, ¡compartiendo! con nuestros hermanos: ¡todo Ser vivo! Aquellos que están contigo: ¡los Elementales! Que mira que aquél que se ha preparado, tú verás que no te miento. Es muy corto el tiempo en el cual estarás con ellos interactuando.

¡Es por eso que estoy aquí!; para que al compartir, de la misma manera estés recordando y ya no digas; ya no piense; ¡ya no pidas!, en lo que pudo haber sido, ¡en lo que fuera!; porque estarás y seguirás en el sendero en éste tiempo; el hoy, el aquí. ¡Y todo lo que tú estés viviendo! sabrás que viene de Él, ¡y que lo estás compartiendo! con todo aquél que desee escuchar su voz, amado hermano.

Es por eso que tu hermana aquí está encarnada; ¡tal cual! como aquella Promesa Divina de mi Padre, para todo aquél que aceptó, ¡que decidió! y que eligió que éste fuera su tiempo; ¡su Gran Momentum! de infinito amor, y retomar, y reconectar, y vivir la unión ¡eterna! ¡Ustedes dicen que con el “Yo Superior”!

Yo te digo -amado hermano- que eres un Ser ¡tan hermoso! y cuando te unas a todo lo sagrado, ¡tal cual!, ¡así como -por Él- fuiste creado!, entonces ¡recordarás!, y al seguir tu caminar, todos esos dones que mi Padre te quiso entregar, los volverás a utilizar.

¡Es el Gran Momento! ¡Escuchar todo esto!, que nuestros amados, ¡amadísimos Maestros!, ¡todo aquello que trajeron!; ¡de lo que te hablaron!, que es la única y eterna verdad, ¡de todo lo sagrado!, que “El Uno” a todos nosotros nos da. ¡Y no solamente a ti!, que te haces llamar “Humano”, porque de los que están aquí, vuelvo a recordarles: no todos, no todos ustedes realmente están en el proceso para evolucionar.

Hay quienes -amorosamente- aceptaron aquí llegar, ¡para ayudar a todos estos hermanos!, ¡que en ésta bendita Estrella siguen su caminar! ¡Para eliminar toda ésta densidad!, a la que tan acostumbrados están. ¡Que vivan ya ese Gran Despertar! ¡Éste es el Gran Momento!, amados.

No olviden ¡que es por eso! que nuestros amados Maestros con nosotros, ¡con ustedes están compartiendo!; con aquellos que -como tú en éste instante- estás deseoso ¡no sólo de escucharles!, ¡sino de vivir en la verdad!, ¡en el infinito amor que Nuestro Padre nos da!; no importando que aún sigas aquí como humano.

¡Aquí es donde estarás entendiendo todo aquello que tu hermana ya te ha venido diciendo! ¡Aquí es donde has empezado!, porque algunos ¡ya lo han hecho!: entender lo que es “estar y no estar”. ¡Seguir tu caminar!, sin que ¡nada! de lo que el exterior te quiera presentar, permitas vivirlo y sentirlo como una ofensa; ¡ni mucho menos!, ¡creer esa gran mentira de que “limitado” tienes que seguir caminando! ¡Que tú no puedes! ¡Que quiénes lo han logrado!

Mira; es por eso que aquí estamos. ¿Que quiénes? ¡Mira lo que mi Padre tan amado ha hecho de tu hermana! Y con infinito amor quiero compartir con cada uno de ustedes; porque el Proyecto Shirón, cuando mi Padre, ¡Nuestro Padre!, al hablarnos de él, e indicarnos ¡cómo y de qué manera!, para que todo aquél que al seguir caminando en esa noche tan oscura -que ya terminó- ¡y que siempre repitió que nada de lo que quisieran mostrarles lo creyera!

Ahora hermanos, estás viviendo ¡éste Gran Día! El Día Galáctico, en el cual Nuestro Padre ¡más fuertemente! -a cada uno de ustedes- ¡los está abrazando! Porque todo aquello de lo que te hablaron; lo que leíste; ¡lo que pensaste! que sólo era un mito- ahora, ahora, yo te invito a que todo esto que te digo, ¡no sólo lo guardes en tu corazón!; que quede grabado, porque -con ello- está activando -ya te lo dije, amado hermano- no sólo es tu corazón. Ahí es donde ¡todo lo que tú eres!; ¡ese Ser Sagrado!, ¡está gritando por fluir! ¡Déjalo ir! Deja que se expanda. ¡Que primero contigo quiere compartir!, para que recuerdes quién eres.

Permite que tus alas nuevamente se extiendan. Abraza ¡todo aquello que mi Padre te envía y te entrega!, ¡para que reviertas todo lo que te afecta!; para que lo sueltes ¡de una vez por todas! ¡Ya no pienses en aquello que te hizo sufrir! ¡Ya no le preguntes! el “porqué”; ¿por qué tú y no aquél? ¡Entiende que era necesario!; ¡que tú lo aceptaste!; ¡que quisiste experimentarlo!, para luego ¡mira!, recordar y entender que la Llave Maestra que abre todas las puertas ¡es el amor!; ¡el infinito amor! Seguir adelante, que sea tu elección, ¡Gran Mutante!

Que mira; ¡no es mentira!, cuando te he dicho -Hermano Atlante- que tú aceptaste estar aquí, en éste tiempo, en el cual ¡grandes dispensas hay para todos ustedes! Además, recuerda que nuestro amado Maestro lo ha dicho de ésta manera ¡y es cierto!; que si lo haces así: ¡encarnado!, agilizarás ¡ese gran proceso!, ¡de todo en ti liberarlo!, ¡soltarlo!, para luego seguir entregado hacia Nuestro Padre ¡tan amado!, en infinito amor, libertad y perdón.

¡Porque éste es el momento! Ahora que nuestro amado, ¡amadísimo Maestro!, a él Nuestro Padre ¡le ha entregado!, ¡ha confiado!; ¡porque creemos en ustedes!; ¡porque sabemos! que así como tú, que hoy, en éste instante estás escuchando; también ¡en los cuatro puntos cardinales!, hay más hermanos a los que se les ha agrupado ¡y que lo han sentido!, hermano tan querido;

Ya está el momento en el cual todo esto ¡en acción contigo!, ¡vamos a compartirlo!; tal cual como mi Padre al indicar que aquí -con ustedes- se iniciaría el Proyecto Shirón. Es por eso que tu hermana hablándote ¡de todo esto!, ha estado y seguirá. ¡Y no sólo yo!: mis amados Maestros.

¿Quién realmente está dispuesto? ¿Quién de ustedes? -que están escuchando- ¡de verdad!, ¡desean seguir así!, ¡entregados a mi Padre! ¡A Nuestro Padre!, ¡tan amado! Esa Gran Energía, que día con día ¡hasta ti está llegando!; que te ha hecho sentir -en momentos- ¡tan disperso! En otros como si no estuvieras anclado; “¡a la deriva!” dijo mi cuerpo. ¡Ja!

Amados hermanos; es porque en ustedes ¡ya está activa! -recuerden que se los dije- ¡ahh!, ¡el Gran Chakra Divino! ¡Ese!, que te irá llevando; que todo tu cuerpo lo irá transmutando con esa sutileza, pero a la vez ¡con toda la fuerza! que mi Padre entrega. Porque al unirte a tu Ser, ¡ese que tanto ha estado esperando por ti!, amado hermano; esa parte ¡tan importante!, ¡tan sagrada!, que por ti y tú ¡tanto esperabas!, ¡ha llegado ya! ¡Éste es el tiempo!

Permítete unirte a ti mismo; que la Consciencia Crística ¡haga lo suyo!; que tu Ser ¡hable contigo!; para que ya sea definitivo; que unas ¡todos tus cuerpos! y que seas ¡tú mismo! “Uno sólo”, en éste amor que mi Padre te entrega. 

Entonces escucharás, que incesantemente te repite: “¡Nunca te abandono! ¡En mí estás! Ahora permite, ¡permite que esté en ti! ¡Permítete escuchar!, para poder seguir, y entonces esa batalla ¡que tanto has luchado!, finalmente saldrás victorioso”. ¡Lo habrás logrado!, ¡venciendo!, ¡ahh! -amado hermano- a todo aquello que habías acumulado. No olvides que el más grande rival que tendrás que vencer eres ¡tú mismo!, y en esa batalla ¡tú vencerás!

Todo aquél que desee escuchar lo que nosotros hemos venido a compartir, ¡pero también a entregar!, todo lo que viene de mi Padre tan amado. ¡Y es para ti!, amado hermano.

¡Mira!, ¡siente!, cómo en éste instante -en el nombre de Él- ¡te abrazo!; ¡te entrego! toda esa Gran, Gran Energía Amorosa; esa vibración que sacude tu cuerpo. No sólo viene de Alción, sino ¡más allá! Recuerda que te había dicho: “Y cada vez con más fuerza, no sólo Aleshia te lo va a entregar. ¡Es para ti! y viene ¡de mi Padre tan amado!”

¡Siéntelo! ¡Todo esto te estoy entregando! ¡Que invada tu cuerpo!, porque con ello estarás purificando, sin la Gran Transmutación que la Llama Violeta de mi amado Maestro en ti, ¡en todo tu cuerpo!, envuelto ¡en el Tubo Sagrado! ¡Ahí está siendo elevado! hacia mi Padre tan amado.

Con Gran Alegría te entrego ¡todo esto y más!, ¡amado hermano!, en infinito amor y unidad.

¡Aleshia contigo!, no sólo en éste instante. ¡También encarnada está!, ¡para ti!, ¡Hermano Mutante!



Enero 18, 2017
Maestro Desconocido.

¡Y así! como en éste momento -a todos ustedes- la Gran Vibración ¡a cada uno lo elevo! El cuadrante eterno está ¡para ustedes fluyendo! La Gracia Divina, ¡porque todo lo que se aproxima!, en lo sagrado; lo estará sintiendo y viviendo ¡todo aquél hermano! que ha escuchado.

¡Que no sólo aquí! Éste instante, en Gran Círculo Amoroso, pero con la Luz ¡que ilumina como un diamante!, cortado cuidadosamente para liberar ¡de cada uno de ustedes!, todo aquello que trae en la mente; que no permite seguir ¡y que sean libres!

Pero el que estén aquí -ya lo he repetido- ¡hermanos queridos!; ahora ¡más que nunca!, la Gran Fuerza que fluya, el Gran Portal para aquél que ha tenido a bien y que se ha querido preparar, no disminuya. Será cada vez más fuertemente, ¡no importa dónde estés!

¿Y que cómo lo sabrás? ¡Tú lo sabes!; que “Aquél que te ha querido crear”, ¡tiene muchas formas de mostrarte! cuando realmente, como en éste instante, que he venido a hablarte. Ninguna duda te quedará, que somos nosotros; como hoy, ¡que hablándote estoy!, en el nombre de “¡El Yo Soy!”

Y precisamente, agradeciendo a la hermana, que en éste templo -al ocuparlo- ¡cosas he tenido que mostrarlo!, para ustedes. Porque sabes hermano, que ha habido ocasiones en las cuales -aún a pesar de estarlo escuchando- ¡no lo has creído!; porque tal cual como la hermana lo ha dicho: “¡Te dejas llevar por la filosofía de Santo Tomás!”  ¡Así lo has dicho!

Pero también te recuerdo, que ¡de la Gran Enseñanza!, que les trajo aquél al que llaman “Maestro”; de lo que les habló, les dijo: “¡Bendito aquél que crea sin ver!, porque de él será el Reino de mi Padre”. ¡Y quiero decirte que también es tu Padre! ¡Que El los ha creado a imagen y semejanza! ¡Y eso es lo que ahora te pide!; ¡que vuelvas a recordarlo!, ¡y que al seguir en ésta andanza!, todos esos dones que te entregó, ¡vuelvas a utilizarlos!

¡Pero todo en ese infinito amor! ¡Y sobretodo!, no me cansaré de repetirte: ¡con gran humildad! ¡En esa entrega total!, permitiendo que sea “¡El Yo Soy!” el que te quiera guiar. ¡Y en esa Gran Inspiración romperás el velo!, ¡total y plenamente de ésta ilusión! ¡Que si lo sabré yo! ¡De tiempo en tiempo he estado! ¡Y mira! Te vuelvo a repetir ¡que puedes hacerlo! ¡Vas a lograrlo!

¡Gran Instrucción hay para ustedes! Pero será; lo han empezado a vivir; mas a cada paso que tú -al decidir ya entregarte completamente- sabrás que tal cual como la hermana te lo ha repetido: ¡es tan fácil, hermano tan querido!; porque solamente te dejarás llevar por lo que -en tu interior- el Gran Creador te pida y de lo que te vengan a hablar; ¡así!, en esa guía amorosa. ¿Por qué crees que estamos aquí? ¡Y claro!, para aquél que desee escuchar; ¡que quiera dejarse llevar!

Mas también te insistiré: ¡a nadie! -amados hermanos- ¡a nadie! vamos a forzar. ¡Eres tú y sólo tú! el que lo decidirá; porque “El, quien ¡todo lo creó!”, muy claro lo ha dejado: que en el libre albedrio que te dio; ¡eso! y el infinito amor, ¡hemos de respetarlo!

Y claro, ¡claro que lo hemos hecho! ¿Cuántas veces?, ¡porque para nosotros -de cada uno de ustedes- no hay secretos!; que los hemos visto y como lo han dicho: ¡tristes!, ¡agobiados y maltrechos! ¡Pero ahí estamos!, ¡esperando! tan solo de ustedes ¡una palabra!

¡Que recuerden que solos no están caminando! Que no sólo a Él la petición, la oración eleven; ¡porque somos sus Emisarios! ¡y con ustedes estamos! Y más en éste tiempo en el cual ya se empezará a dar ¡la Gran Recolección!

¡Que no es fácil! -te vuelvo a repetir- que yo esté aquí. ¡Sólo de tiempo en tiempo!, y hoy ¡es el momento!, el Gran Momento. ¡Tú lo has escuchado! y eso es verdad; mas lo que nosotros te estamos compartiendo, cuenta te darás que no te miento. ¡Y sabrás! ¡Sabrás quién yo soy!, que en infinito amor te he venido a hablar, ¡con la Gran Energía que “El Creador” a todos y cada uno entrega!

Cuando tú logres, porque esa es -aparte de la Instrucción- ¡el Propósito Divino que nos lleva!, que a ustedes, cada uno, ¡sí!, la preparación es de manera individual, pero para que ustedes -al recordar- ¡empiecen a caminar en esa Gran Unidad!, tal cual como El tuvo a bien y amorosamente los quiso crear, ¡amados hermanos!

Unidos no solamente mano con mano: ¡la Esencia Divina!, ¡esa que es eterna!, ¡que nunca termina! Ahí, ahí es donde cada uno de ustedes -al fundirse en uno sólo- sabrán, ¡sabrán cómo “El Yo Soy” tanto los ama!, y los necesita de vuelta al hogar.

Su atmosfera -a la par que está cambiando- lo que ha ido creando, ¡ahh!, en todo lo que ésta Estrella -al seguir en Gran Movimiento- porque hoy más que nunca, nada es estático; todo en Gran Vibración. Y así, tú lo sabrás y lo verás, porque dirás: “¡Sí! ¡Esto que siento no es normal!”

¿Y a qué le llamas tú “normal”?, porque lo que ahora nuevamente estás viviendo ¡es tan natural! ¡Eso es lo que El te había entregado! y ahora nuevamente. Es por eso que se te pide que estés preparado; ¡porque eres parte de esa Gran Simiente!

En la Jerarquía Sagrada, ¡la Raza que fue entregada!, precisamente, precisamente creada por El, ¡a imagen y semejanza!, tienen ¡y van nuevamente a proseguir esa andanza! ¡Mostrar que es verdad! lo que en la Gran Profecía, ¡aquella de la que pocos han querido hablar! ¡Este es el tiempo en el cual todo se mostrará! Es por eso que todas estas cosas están viviendo.

¡Claro!, que al estar en ésta densidad siempre hay intentos; ¡mira!, si no lo será (tos en Ketta), ¡que pretenden hacer callar esa verdad!, que es ¡única y eterna!, y que ha venido ¡totalmente a iluminar! ¡Oh Humanidad!, empezarás a vivir lo que es esa ¡unión fraterna!, para luego… ¡volver al hogar! ¡Escrito está! Y nuestro deseo es que seas ¡tú y tú!, ¡todos ustedes!, ¡que tomen esa gran decisión!, ¡y que vivan esa transición!; deseando y permitiendo que -como hoy- sigas escuchando ¡todo lo que viene de lo eterno!

Porque con ello, en esa Gran Resonancia hará eco en ti, activando todo aquello que ¿por cuánto tiempo?, ¡eones!, te hizo vivir éste letargo. Pero ahora, ¡ahora!, hermano querido, ¡empezarás a sentir dentro de ti el Dios Vivo!, que te habrá de llevar de vuelta al hogar. Y por ello -también aquí- tu hermano está.

He de decirles y agradecerles, pero también pedirles, ¡que sigan elevando sus decretos!, para que sobretodo aquí, en ésta América ¡tan querida! por aquél al que ustedes llaman “Maestro”, ¡no vean ni sientan el futuro incierto! ¡Sigan en esa fuerza!, ¡en la fe! de saber, de desear que no sólo para ustedes, sino que ¡para todos sus hermanos!, todo ¡no sólo vaya a mejorar! ¡Ya verán!

No olviden que aún se tiene que separar la cizaña del trigo, para que puedan seguir en amor y unidad su caminar. Mas todo será -precisamente- en esa paz, en ese amor, para que logren plena y totalmente, ¡la libertad!

Amados hermanos: ¡con ustedes estamos! ¡Está muy cercano el momento! de que les hemos de mostrar que así es; porque tal cual -como ha sido de tiempo en tiempo- ahora en ésta Era Dorada, ¡ahh!, se les mostrará ¡aquí!, en su plano terrenal.

Es por eso que con Gran Alegría ¡esto les comparto! ¡Tengan a bien seguir adelante!, y permitan ¡que ese corazón vibrante sea su guía!, ¡su inspiración!, porque -si algo es cierto- ¡que necesitamos que todos ustedes estén en esa Gran Unión! ¡y que elevando toda su Vibración verán! ¡Verán! ¡Les mostraremos todo lo que están logrando!, hermanos tan amados.

Entonces -tal cual como ha sido mi promesa- les seguiré hablando; ¡que no solamente de la Consciencia Cósmica! Infinito, ¡Universal!, ¡tal cual como fue escrito! Su hermano -¡de lo que pocos han escuchado!- les hablará. ¡Recuerden! Recuerden que les he dicho que ¡algo muy importante! les estaré entregando, amados hermanos.

Y desde el corazón; ¡el Gran Corazón de Corazones!, para ustedes: ¡la Gran Vibración!, desde la Octava desde donde éste hermano les habla.



Enero 18, 2017
Aleshia/Enriqueta (2).

Que no les den importancia, a todo lo que pretende e insisten, para distraer su atención de lo que está sucediendo, porque vendrá ¡una Gran Resonancia! en la actividad de la Energía, que no Galáctica.

Alguno al estar pensando aquello, porque de lo que se está mostrando, ¡bien lo dijo mi Padre!: “¡Mucho más!, no sólo ello verán, de lo que al crear para ustedes, ¡oh Humanidad!”

¿Quién realmente desea seguir adelante y vivir su despertar?, porque ni aún escuchando que no solamente profecías serán. ¿Vaticinios? Lo que son los misteriosos designios de mi Padre, para aquél que se ha preparado y quiere liberarse ¡no lo serán! Todo lo irá viendo; lo irá sintiendo ¡y compartiendo con aquellos que también deseen ya vivir ese Gran Despertar!

¿Por qué es así? Tan simple, ¡tan natural! Esto que estás viendo ¡también está en ti! ¿Por qué no lo has querido utilizar? ¿Por qué no te has permitido ver en la verdad?, no con los ojos físicos, sino con los ojos del Ser; porque entonces ahí ¡ya empezarías a caminar en esa Gran Unidad! ¡Esa!, que Nuestro Padre a cada uno ha querido entregar.

¿Por qué?, ¡si tanto no te habías cansado de lamentar!, ¡y pedirle escuchar de Él!, ¡alguien que te viniera a hablar! ¿Por qué entonces -cuando así ha sucedido- la espalda le has vuelto?, hermano querido. ¿Por qué como en aquél tiempo?, ¿como sucedió con el Gran Maestro?; aquellos que le conocían veían solamente ¡al hijo del carpintero!

¿Quién -de verdad- deseó sentir y escuchar?, ¡aquella Energía Divina que el llevaba! ¡y le impelía a hablar!, ¡como en éste instante! ¡Que tú bien sabes que tu hermana nada necesita prepararte!, ¡porque todo llega!, y lo único que hace en ésta entrega ¡es hablarte!, a todo aquél que quiera escucharme.

Y es tan grande; ¡es tan maravilloso!, que llena de un gran gozo, saber ¡que ahí es!, ¡ahh!, donde se da ¡la Gran Sabiduría que de Él viene y en cada uno de ustedes está! Y compartes, ¡y solamente de eso deseas hablarle! a aquél hermano, a aquélla hermana que desee escucharte, y todo lo que de Él viene; lo que emana. Date cuenta, tal cual como lo ha dicho nuestro Maestro: “Y la copa siempre está rebosando”.

¡Es maravilloso! ¡Ahí es donde sientes y sabes que ya te estás equilibrando!, ¡y deseas seguir con esos decretos que te están ayudando!, ¡para seguir firme!, ¡puesto que en éste plano terrenal, en esta ilusión estás caminando! ¡y a cada momento, a cada paso, siempre hay algo que pretende estarte atacando!

Ahí es donde está en ti ¡el no permitir!, ¡no permitirte escuchar todo aquello!, que sabes que -aunque de manera placentera lo reviste- tu corazón ¡te dice! si es verdad o no, y cuándo es que te están mintiendo; ¡que te están engañando!

¡Es maravilloso!, tal cual como paso a paso nos lo han dicho: ¡ya nada ni nadie te puede engañar! ¡En el preciso instante en que frente a ti está!, aquél hermano, aquélla hermana; de lo que pretenda quererte hablar, ¡tú sabes y te das cuenta si existe y si hay esa congruencia!; de en el sentir, en el pensar y lo que quiere externar.

Porque también ¡no sólo basta la elocuencia!, ¡sino que sientas y sepas que viene de lo que tú eres! Que esa Esencia es la que te está dictando; la que te está inspirando y que viene de “El Yo Soy”, Nuestro Padre tan amado.

¡Es tan maravilloso!, porque entonces sabes que estás -de verdad- ¡protegido!, ¡con esa Gran Armadura Divina!, que El, de lo que te ha revestido y que es Nuestro Padre; porque entonces, ese paso te lleva al otro: a sentir y a vivir ¡el Dios Vivo!

¡Esa es esa segunda venida de la que tanto te habló nuestro Maestro tan amado! Eso y mucho más, que en éste tiempo ya te estarán mostrando. ¡Y no porque lo digo yo!, sino porque en éste instante mi Padre -el decírtelo- me lo está dictando; ¡me está inspirando!

¡Verás!, hermana, hermano, que así será; que así ha sido y es desde el tiempo en el cual ¡tú también lo estarás viviendo!, si te has elegido. ¡Claro que estás incluido!, pero de ti depende.

Sólo tú; sólo tú sabrás si así lo quieres.



Enero 18, 2017
Leutón.

¡El campo lumínico!, que al empezarse a presentar; lo que para ustedes pudiera parecer la aparición de una deidad.

Hermano; yo te digo ¡que no olvides que el protón y el electrón están unidos!, y que eso eleva la Gran Energía que en tu interior está.

¡Y claro!; lo mostrará aquél, aquélla, que ha tenido a bien empezar a recordar.

Lo digo por lo que en ti; lo que viste y lo que viviste, hermano.

También te estaré recordando que los que -en el nombre de Él- aquí estamos, no sólo hemos venido a observar cómo la Humanidad trascenderá en Gran Ascensión; hemos venido a compartir y a ayudar.

Entonces, al hablarles de lo que en su cuerpo -al dejar de ser humano- va a transformarles, es y será tan natural.

El nuevo periodo al cual ustedes en el campo vibracional traspasarán en esa Nueva Dimensión, ¡más sutil serán!

Y en ese cambio -tal cual como la hermana lo ha dicho- verán; se les va a mostrar, precisamente qué es lo que algunos harán.

Que ya han empezado; pero sólo se les ha mostrado a quienes -para verlo y vivirlo- están preparados.

Con infinito amor les habla su hermano ¡Leutón!; que estamos aquí, precisamente éste lugar adonde se les ha traído y donde se les mostrará cómo lo unidad entre la Naturaleza y la Humanidad pueden interactuar. ¡Y claro!, ¡con nosotros!

¡Ahí estaremos hermanos!, hermanos que dejarán de ser humanos.

¡En el nombre de Él!, su hermano Leutón, aquí estoy.



Enero 18, 2017
Saint Germain.

¡Y todo esto!, ¡todo amados hermanos!, nos lleva a una sabia decisión; a ustedes ¡entiendan! que están -de verdad- ¡en una Gran Protección!: ¡la Gran Hermandad y nosotros!, que amorosamente ¡de esto les hemos venido a hablar!

¡Y aquí estoy! Ya lo saben. ¡Nuevamente!, ¡como siempre! Así es ¡amados!, ¡amadísimos hermanos! Ustedes que están viviendo ¡la Gran Transformación!, pero por ello -en esa transmutación- he de entregarles: ¡tomen y vivan! día con día; utilicen ¡la Llama Violeta! que su hermano les entrega. Todo esto ¡por el Gran Advenimiento!

¡Y sí!, tal cual como alguien lo ha dicho: “Todo esto que yo siento -amado hermano- ¡voy a platicar con todo aquél que está con el deseo de dejar de ser humano!, pero que dice que todavía hay cosas que tiene ¡no que soltarlo!, sino ¡recordar! que hay situaciones, hay emociones, que tenemos que dejar”. ¡Pero no equivocarnos! ¡No! ¡En ustedes ya no debe estar el volver a errar! ¡Repetir aquello!, que de tanto vivirlo -amados hermanos- algunos dicen: “Me siento como que ya ¡nada! pudiera herirme, nada me interesa”.

¡No te equivoques! Te voy a dar una pequeña muestra, de que sí es importante, tener siempre presente, y ahí, para sentirlo y vivirlo; todo ese infinito amor que el Padre quiere entregarte.

Ahora -en ustedes y para ustedes- tenemos ¡no es una sorpresa!; ¡es parte de lo que tú ya has estado viviendo! Y tal como dije: les daré una pequeña, pero gran muestra, ¡de que somos nosotros!, ¡de que estoy aquí!, con ustedes, porque los necesito. ¡Los necesito tanto! ¡Así como ustedes! -al hablar con Nuestro Padre- le han dicho: “¡Hazme sentir que no estoy solo! ¡Que estás aquí!, para poder seguir adelante ¡con toda esa fuerza que tú me entregaste!”

¿Y entonces? ¿No has reflexionado el porqué nos has estado escuchando? ¡De todo esto que te hemos estado hablando!, amado hermano. Y todo lo que ya se ha venido diseñando ¡para ti! Ya ¡pronto se los estaremos mostrando!

¡Pero vuelvo a repetir!: ¡estarán!, ¡compartirán!, para recibir y si ustedes quieren decirlo así: “ayudar” a aquellos hermanos, hermanas ¡que se acerquen!, buscando no solamente la salud en el cuerpo, sino ¡paz!, ¡tranquilidad! en el Ser, en el interior; porque ¡tal como ha dicho la hermana!: ¡eso es lo importante!

Mientras tú permanezcas en tu equilibrio, ¡nada puede! -de verdad- distraerte, amado hermano; ¡ni mucho menos enfermarte! ¡Eso!, ¡eres tú el que lo creó! La enfermedad ¡no viene de “El Yo Soy”!, porque El solamente te entrega su infinito amor.

Así es como ahora te necesita, y antes de que a Él vuelvas, volverás a vivirlo; porque la misma pureza en la que aquí llegaste, así es como habrás de volver; ¡así es como estarás frente a Él!, si es que quieres acompañar ¡y escuchar a tus hermanos!, como yo; que hablándote de todo esto está.

¡Sí! ¡Amados! Vuelvo a recordarles: ¡soy yo! y le dije a mi hermana: “¡A ojos abiertos!” ¡Ahora así!, para que se den cuenta y sepan que ¡son predilectos!, ¡porque están sintiendo en su corazón!; ¡están escuchando!, y con esa misma devoción, deseamos que sigan adelante ¡en esa Gran Unión!, por todo lo que su hermano va a compartirles, ¡va a mostrarles!

¿Quién desea?, ¡de verdad!, ¡tal como les dije en un principio!; cuando todo esto -para ustedes- pensaron que iba a empezar; pero se los dije claramente: “¡Nos volvemos a encontrar! No es la primera vez, ¡ni será la ultima!” El deseo de su hermano ¡es! que sea ¡su momento! ¡Ese Gran Momento que tanto han pedido!; ¡que tanto han buscado!, hermanos ¡tan queridos!

Y nosotros sabemos; ¡pudiera decirlo!, que -de los que aquí se encuentran- quiénes están verdaderamente entregados en el camino. ¡Pero he de decirles que es el Gran Momento en el cual todos vivirán esa Gran Ascensión!, de la manera como la han buscado; ¡como a Él se lo han pedido!

Y nosotros lo que les ofrecemos -hermanos ¡tan queridos!- es que nos permitan caminar a su lado; mano con mano, compartir éste verdadero vivir; ahora que mi Padre ha tenido a bien ¡confiar!, ¡porque se lo he dicho!: que la Hermana Humanidad ¡es maravillosa!; ¡que son valerosos!; ¡que los admiro!; ¡que los amo!, ¡y que deseo con todo el corazón que vivan ya -en ese infinito amor- su libertad y el perdón! ¡Perdón que cada uno de ustedes -a ustedes mismos, para empezar- se quieran entregar! ¡Muy importante!

Y lo demás ¡déjenlo en mis manos!, ¡amados hermanos!; porque al acompañarlos también, de toda la Luz que el Padre me ha entregado, y en esa Alquimia Sagrada de lo que he logrado, a ustedes, ¡a ustedes!, ¡amados hermanos!, deseo ¡y entrego!; que en esa transmutación logren ¡totalmente! su liberación, ¡de todo aquello! que no solamente en éste tiempo.

¡Ah de aquellos, de lo que han venido viviendo! ¡Permíteme! -hermano, hermana- ¡arrancarlo!, ¡transmutarlo!, ¡elevarlo! hacia mi Padre ¡tan amado! y entregarlo, para que esa Gran Energía vuelva hacia ustedes multiplicada; en esa pureza; en esa ¡transparencia!, que a toda esta Estrella ¡tan amada! ¡Porque mi América! ya empezará a mostrar, todo lo que mi Padre ha tenido a bien: ¡la Nueva Jerusalén se mostrará! ¡Tierra Sagrada! Y la Compañía Divina ¡para ustedes!, ¡amados! Aquellos que realmente lo sientan en su corazón ¡y estén entregados!

Que realmente soy yo, ¡en “El Yo Soy”! ¡Su hermano!: ¡Saint Germain!

Y hago entrega ¡de la Llama Violeta!, que todo transmuta, ¡y la Gran Amatista!; que envuelva y revista ¡a todos mis Hermanos Humanos!, en infinito amor; porque lograremos ¡en ésta Nueva Era! que ese color que tu hermano te entrega, en ustedes ¡siempre!, ¡siempre ilumine desde el corazón!



Enero 18, 2017
Enriqueta.

Parte de todo lo que en todos estos días se está viviendo, es precisamente ésta sensación ¡de una gran desmotivación!

No debemos permitirQue esto en nosotros pueda fluir. Tenemos que tener siempre presente ¡y más en esos instantes!: que es Nuestro Padre y son nuestros Maestros quienes ¡han de acompañarnos y van a guiarnos!

No olvides hermano: ¡esa es la fuerza! Hay que ¡fortalecernos! ¡Hay que invocar la Presencia de Nuestro Padre! ¡y de cada uno de los Rayos!, que todo lo que emanan; ¡lo que nos entregan!; es precisamente para gran ayuda de los Humanos. No tienen idea ¡toda la fuerza que tienen! ¡El Gran Escudo con el que nos envuelven!

Y también, la Energía de los cuarzos. No olviden que una de las cosas de la que nos ha hablado la hermana Aleshia, es que precisamente, volveremos a vivir el tiempo en el cual ellos nos van a acompañar; nos van a ayudar; ¡nos van a fortalecer! y -aunque les parezca muy osado lo que voy a decir- también nos van a alimentar. ¡Y mucho! Eso es lo más importante de todo esto. Pronto entenderán por qué lo digo.

Es que tenemos que quitarnos esas cadenas que en la mente hemos creado y que nos ha detenido; que nos ha hecho permanecer así: limitados. ¡Pero porque nosotros lo hemos permitido! ¡Ya no más! ¡Ya no más hermanos!

Si todo esto de lo que nos han hablado, tenemos que ¡no sólo tenerlo siempre presente!: ¡el empezar a utilizarlo! ¡A recordar! ¡A soltar aquello que tanto temor nos ha creado! ¡Somos realmente lo que nos dicen que somos!: esos Seres ¡tan grandes!, ¡tan luminosos!, ¡como ellos!, volvieron ¡y lograron mostrarnos!

El propósito tan fuerte del Proyecto Shirón es precisamente: ¡la liberación! Que logremos cada uno de nosotros liberarnos. Y la gran propuesta -que alguien en algún momento me comentó- es cierto; porque la intención, el Propósito Divino es que recordemos quiénes somos y que logremos caminar con ellos.

Nada más que no han terminado la oración; porque algunos -inclusive al escucharlo en éste instante- pudieran no creerlo: caminar unidos, ¡mano con mano!; pero también ¡como Maestros! ¡Como ellos!, ¡los Maestros Ascendidos!

Hermanos: ¡podemos lograrlo! ¡Créetelo firmemente! ¡Invoca a Nuestro Padre! Que sea El que te guíe, en el sentir, en el corazón, ¡que no en la mente! y que El siempre guíe tus pasos. ¡Que te proteja!, ¡no sólo a ti!, ¡sino a todos tus Seres amados! Que cada día sepamos y recordemos ¡el agradecer estar aquí!, para lograr totalmente vencer ¡aquello! que no nos había querido permitir vivir, ¡ahh!, lo que ahora -al escuchar- estamos deseando con más fuerza: ¡la libertad!

Amados hermanos; la Consciencia Crística, ¡la Consciencia Cósmica!, ¡el Gran Despertar! de lo que nos hemos querido hacer llamar “la Humanidad”. ¡Porque no lo somos! ¡Porque estamos viviendo ya ese paso para el cambio! ¡Esa transición!, la Evolución en ésta Nueva Dimensión, que no es la única.

¡Ya escucharán de todo lo que nos van a hablar!, tal cual como nos lo prometieron; que no será ya ni siquiera la sexta, la séptima, la octava, la novena. ¡Ahh hermanos! ¡Si es Nuestro Padre y la Consciencia Suprema la que nos habla!

Pues entonces, ¡brazos abiertos!, completamente despierto, y en esa Gran Indefensión permitir ¡que Nuestro Padre nos guíe!, para también entender y saber, hoy aquí, ¡cuál es nuestra misión!

¡Gracias a ustedes! ¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por escuchar! ¡Gracias por permitirme compartir!, todo esto que mi Padre me hace sentir en estos momentos, y que es para ustedes.

¡Esto de lo que siento! ¡Gracias!


Enero 18, 2017
Padre.

¡Y no sólo eso! ¡No sólo en tu cuerpo!, hijo tan amado. ¡En ti! lo que he creado, ha sido ¡que te reflejes en mí!

Ahora que ya ha aparecido la Nueva Aurora para ti, ¡que no boreal!, ¡sino aquella que no tiene final! ¡Es la que te voy a entregar!, porque tú ¡al elegirte!, al decirme que quieres ¡ya eternamente sentirme!, ¡te abrazo!

Y así, ¡al tú dar ese Gran Paso!, mira; ¡aquí!, ¡en ésta ilusión!, he de mostrarte ¡cómo es que se vive la Gran Transfiguración!, a aquellos ¡que como tú!, ya no quieren vivir sólo destellos, sino ¡toda la magnificencia!, cuando tienen en sí ¡Mi Esencia!

¡Que “Yo Soy el que Yo Soy”! Hijos ¡tan amados!: ¡con ustedes estoy!

Ahora, sólo esperen ¡el Gran Momento!, porque tengo preparado ¡un Gran Evento!, ¡que por todos será escuchado!, ¡y visto!

Mas insisto: aquél de mis hijos que desee volver, con brazos abiertos, Yo te digo: que aquél lugar ¡que solo dejaste!; ¡esperándote está!, amado hijo.



Enero 18, 2017
Aleshia/Enriqueta (3).

Aún en estos momentos -Padre mío- que me llenas de tu Presencia; no importa, no importa lo que pudieron pensar ¡o cual sea la creencia!

Toda la Energía que tú entregas ¡y que aquí queda!, ¡en cada uno de mis hermanos está!

¡Gracias Padre mío! ¡Gracias!, porque fue tu deseo quererte mostrar.




Que todo lo que hasta hoy ha sido manipulado, ya nada -aunque pretendan- será o se mantendrá oculto; porque todo lo sagrado que como hoy, como en éste instante, lo que está inspirando, ¡hablará de esa verdad!

¡Y la resultante es!, ya lo dijo el Gran Maestro: “Que fácil no sería”, pero lograremos caminar ¡ahí!, ¡ahí!, en ese sendero, y que tal cual como lo dijo mi Padre: “Lo que Yo quiero”.

Eso es lo que -quien en éste instante les comparte- ¡es lo que hará! ¡No más! ¡Ni antes ni después! ¡Ni ahora, en éste momento, en éste tiempo!, porque solamente en su inspiración y en su guía caminaré.

¡No necesito de textos ni argumentos!, porque todo lo que está llegando ¡es de Él!, ¡aunque algunos no lo estén creyendo!

Esto que están escuchando ¡tiene un porqué! ¡Ya lo verán! ¡Ya lo escucharán!

Y aquél que desee y sea su voluntad acompañar, tal cual como lo ha dicho mi Padre: ¡con brazos abiertos! Aquí siempre la compañía ¡y la guía! de Él escucharán.

Pero tal cual como lo dijo Isaías, al hablar ¡que muchas cosas en éste tiempo también se hablarían!, pero cuando El se empezara a mostrar, ¡muchos no lo creerían! Mas aquellos que en su corazón lo sintieran, serían los que caminarían; ya que los 144,000, ¡aquellos de los que tanto se habló!, ahora, ¡en ésta Luz del Nuevo Sol!, entonces verían -en la verdad- ¡el porqué se les mencionó!

Porque muchas cosas han salido a relucir, y algunos se contradicen. Aún aquellos que hablan y dicen que “son los dueños del buen decir”.

Mas como ya lo dijo en algún momento; no es solamente sólo eso, sino lo que en el corazón y en su Gran Inspiración; lo que viene de Él. ¡No sólo palabras!, porque también les mostraré ¡que en acción!, ¡en acción al unísono!, ¡en esa sincronicidad!, es como el Padre tan amado les va a mostrar.

Dicho todo esto, también les quedará muy claro el porqué; el porqué esto me quiso inspirar.




Cada uno de ustedes va a tener -si aquí así le quieren llamar- “una prueba”, y ustedes sabrán si están y se mantienen firmes, en todo lo que mi Padre les quiere entregar y mostrar.

Cuando lo empiecen a vivir; en ese instante -de esto que les digo- se van a acordar.

No me mueve ningún otro interés. Es sólo compartir lo que viene de Él, porque sé que todo lo que me inspira y lo que nuestros amados Maestros nos dicen es para nuestro bien, y para lograr vivir en ésta Evolución; ¡acelerar! y volver a Él, a Nuestro Padre ¡y al hogar!; aquél que -en el principio de “El Todo”- decidiste ¡y dejaste!, hermano.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario