15 de enero de 2017

Canalización del 11 de Enero de 2017

Enero 11, 2017
Aleshia/Enriqueta (1).

el amor es la llave que mueve todo. Ya así nos lo han dicho nuestros Maestros, nuestra amadísima hermana. ¿Y qué decir de Nuestro Padre?, que es el mayor de todos los dones que nos ha entregado: el amor. El amor ¡tal cual como cada uno de nosotros fuimos creados!: a su imagen y semejanza.

¿Saben? Cuando vamos entendiendo, cuando vamos recordando quiénes somos y por qué aquí vamos caminando ¡y con nosotros mismos contendiendo!, con todas esas emociones, todas esas razones, sinrazones; que si las elimináramos de nuestro pensamiento y permitiéramos que solamente fuera desde lo más profundo del corazón estar sintiendo; realmente, ¡quizá la mayoría seguiríamos aquí!, pero de otra manera hermanos. Estaríamos aquí nuevamente -no contendiendo con nosotros- sino en infinito amor, hablándole a todos nuestros hermanos, para que alejen a aquellos otros, que hemos permitido que nos encadenen.

Hay un gran motivo; porque así como nuestros amados Maestros, Nuestro Padre mismo, tanto insistieron; que desde el principio, desde el primer día, el inicio de éste nuevo año, no solamente sería diferente, como cada uno de nosotros queremos verlo o hacerlo, ¡ahh! Lo será, ¡es! realmente, porque en el plano terrenal, en el cual cada uno de nosotros caminando o cada uno de ustedes caminando va; la promesa de Nuestro Padre ¡fielmente se cumplirá!

¡Es el tiempo!, ¡el tiempo del no-tiempo!, en el cual estamos ¡despertando!; estamos saliendo ¡de ese letargo!, que ¡por tanto tiempo! nos mantuvo esclavizados.

Puedo decirles con certeza que es el Gran Momento en el cual ¡muchos más! habremos de avanzar, ¡paso a paso! ¡Pisando firmemente vamos a llegar! Si lo que Nuestro Padre nos entregó; lo que nos ha ofrecido; lo que tenemos. Empezaremos a visitar ¡cada uno de esos cielos! ¡Éste mismo!, que nosotros hemos llamado “nuestro plano terrenal”.

¡Esta densidad claro que se está apartando! Quizá para algunos está siendo doloroso, porque -al no entenderlo- ven el camino tan escabroso, ¡tan dudoso! ¿Pero saben? ¡La claridad!, la transparencia, ¡la cristalización! que Nuestro Padre ofreció, en éste tiempo hermanos, en éste tiempo veremos, viviremos y sentiremos ¡toda su Esencia! ¡Eso es lo que compartiremos!

Y bendito sea, eternamente; porque todo lo que está llegando, hemos dicho que “de la Fuente”, pero ¿están preparados para escuchar de donde realmente está llegando todo esto? Y aquellos que han escuchando: ¿realmente lo han sentido?, ¿lo han creído?, porque haciendo a un lado todo lo que han vivido, en ese deseo de reencontrarse, de lograr llegar a Nuestro Padre, ¿cuántos y cuántos credos han surgido?

Yo te digo amado hermano: lo que viene de Él, de tiempo en tiempo, ¡siempre ha sido el mismo! ¡Y será! Y en éste tiempo aquí, ¡eso es lo que mostrará!

¿Y qué es lo que a cada uno de nosotros -para poder vivirlo- es lo que tenemos que hacer? ¿Qué es lo que tenemos que llevar a la acción?, para -de verdad- al todo recordar, ¡saber que esto es lo que tiene el verdadero valor! ¡Que nada de lo que ésta ilusión te pueda mostrar!, ¡por mucho que te haya distraído!, ahora, ¡hoy!, es el momento, porque Nuestro Padre está contigo, y todos sus Enviados; todos aquellos Emisarios de los que ¡tanto has escuchado!

¡Sí! ¡He de insistir siempre en lo mismo! ¡Porque no es una mentira! ¡Porque siempre ha sucedido! Porque luego, cuando tú te veas, a lo que pudieran más adelante decir que es “el final de los tiempos”, ¡tú lo sentirás!, porque al vivir todo esto sabrás que es solamente el cambio, la Ascensión, ¡la transición de la densidad a otra Dimensión!, en la que ¡estoy saliendo de toda esta oscuridad!, que no solamente no me permitía mirar, sino me estaba ¡prohibiendo sentir!; me estaba ¡ahogando!, en lo que yo pensaba que era “¡el vivir!”

Pero tú bien sabes que para entenderlo y vivirlo ¡en esa claridad!, a todos y cada uno, de acuerdo a cómo has vivido, y entonces emerger en ese despertar, ¡ahh!, hay crisis que al sentirlas, al vivirlas, llega un momento en que piensas que eso es todo y que de ahí no saldrás.

¿Pero sabes? ¡Esa es la prueba más fuerte que tú mismo tienes que hacer a un lado!, ¡de la que tienes que escapar!, porque ahí es cuando tienes y recuerda ¡que hay que dar ese gran paso!, para seguir adelante en la libertad, en el perdón, en el infinito amor que “El Yo Soy” te da.

¡Ésta enseñanza!, mediante la cual -al seguir inmerso- ¡tú!, ¡tú hermano!, ¡directamente!, puedes empezar a hacer ¡de todo lo que El es!, ¡la alabanza! por la gloria bendita ¡y eterna! Y por consecuencia, se desborda ¡todo lo que a ti te llega de su Divinidad!, de su amor. ¡Primero el perdón! Ese perdón por el que ¡tanto!, por cuánto tiempo -no solamente te hablo de ésta vida- quisiste clamar. El siempre te ha escuchado. ¡Siempre!, amado hermano.

Es por eso que aquellos benditos hermanos que lo han logrado, ¡a quienes llamamos “Maestros”!, ¡que son los que nos motivan! ¡Ese Gran Incentivo Divino!, para llegar, ¡cruzar de una vez por todas ese abismo del que tanto te hablo!, pero que cada uno de nosotros -al caminar dormido- habíamos creado. Y los temores, ¡esos grilletes tan fuertes! ¿Pero sabes? Eres tú y sólo ¡tú!, el que ha de decidir el que -de una vez por todas- ¡todo aquello sueltes!

Que mira que cuando lo has empezado a hacer, ¡has de reconocer! y te lo digo a ti -hermano, hermana que escuchando estás- que esto que estoy repitiendo ¡es una gran verdad!, porque luego al reflexionarlo ¡y darte cuenta que en tu día con día! y en cada  momento, ¡siempre hay ese Enviado!, ¡amoroso!, que está contigo; que Nuestro Padre ha enviado y que le ha dicho: “Te pido que a tu hermano, a ese hijo ¡que tanto amo!, estés ahí presente ¡para guiarlo!, si él dispuesto está ¡a todo lo que viene de mí escucharlo! Que se de cuenta y empiece a vivir”.

¡Que no importa que aún sigas aquí!, en ésta ilusión, al empezar a verlo todo en infinito amor, ¡pero reconocerlo!, y en esa cristalización, en esa transparencia, pedir ¡y vivir! con la sabiduría y el discernimiento para lo correcto elegir. Esa es ¡la gran batalla!, pero siempre habrá, ha habido y está, quien -en el nombre de mi Padre- cuando ¡tú! dispuesto ya estás; de su infinito amor, de su verdad te viene a hablar.

Es sólo que tú lo sientas todo, ahí en tu corazón; en tu interior. ¡Ahora más amado hermano! ¿Cuántas cosas has estado escuchando? ¿Y cuántas más verás? Pero ¿qué compartirás? No tengas duda que Nuestro Padre, el camino, el sendero, nos va a mostrar.

¡Hay muchas formas de lograr la libertad que tanto has añorado!, ¡no sólo para ti!, ¡sino para tu descendencia! Es por eso que ahora se te pide que todo lo escuches, lo veas y lo sientas con gran prudencia. Nuestro Padre tiene muchas formas de enviarnos a la batalla, y a aquellos que -como ustedes- están dispuestos, pero a hacer lo correcto; lo que venga de Él; no tengas duda: ¡así va a ser!

¿Cuántas veces escuchaste que ya no más la oscuridad? ¡Que todo se iluminaría! ¡y desaparecería toda esta densidad! ¡Y en ese sisma que se está provocando!, recuerda ¡todo de lo que nos han estado hablando!: “Se ha de separar la cizaña del trigo”, porque éste es el tiempo en que “¡El Divino!” desea y ha enviado a sus Emisarios, para cosechar a aquellos hijos ¡que tanto ha amado! En gran protección estarán y han estado.

Todo lo que tú en aquél tiempo, al escuchar y leer lo que sucedió; ¡el clamor de aquél que ya pide y necesita su liberación! ¡Pero primero tenerla y vivirla desde tu interior!, ¡porque esa raza elegida es la que seguirá adelante!, en ésta Era Dorada, de Amor, Libertad y Perdón.

¿O acaso piensas que fue mentira?, cuando al reaccionar aquellos que ¡aún pretendían sujetar más fuertemente esos grilletes que te agredían! Ahora, que han de surgir quienes están deseando -como tú- ¡el verdadero vivir!, no tengas duda que Nuestro Padre ¡en gran protección! no sólo a ti; porque tal como tú -al elevar una oración- le has pedido que ya en libertad, en armonía, pero sobretodo ¡en paz!; en esa paz y esa tranquilidad que sólo te da el saber que El contigo está. Y en ese caminar seguir adelante.

Amado hermano: de ustedes depende, ¡y mucho!, que esa Energía Amorosa ¡en unión al Padre quieran elevarle!, que el volverá multiplicado. Y esa esfera de Luz, en la cual ustedes -amorosamente- en gran protección están encerrados, como la armadura ¡más potente!, de protección y de infinito amor.

Es el Gran Tiempo de que ésta bendita Tierra ¡y ya lo está viviendo!, su Ascensión. ¡Claro que eso ya lo ha tenido contemplado! Que en algunos lugares ¡tantos estarán sacudidos!, como ya ha sucedido.

Pero tú bien sabes que al arrancar ¡esa cizaña que tanto se quiso enraizar!, quizá para ti, ahora al ver todo esto, ya no puedas -aunque intentes- sonreír. Pero yo te digo: ¡hazlo!, porque Nuestro Padre -desde el Cosmos Divino- ¡lo que te está enviando es para que tú -de una vez por todas- de todo esto te estés liberando!

Que entiendas y sepas, que todo aquello que tú piensas “es lo que proyectas”, entonces que todo sea en amor; ¡que ya no haya temor!; ¡que sientas toda esa fuerza! que El te entregó, ¡para que permitas que en ti ya se haga esa unificación!, ¡de todos los cuerpos!, que separados ¡y cada uno cómo arremetían!, ¡y en el físico hacían cada atentado! Ahora, ahora, ¡el Gran Equilibrio!, el Divino; así como cada uno de los Maestros lo lograron. ¡Estos son los tiempos! en los que muchos de ustedes hermanos, con nosotros estarán caminando.

Ya no hay duda: la transición, la elevación, para aquél que en el proceso ha deseado, ¡ha pedido la cristalización!, está viviendo esa unificación. Lo que viene; lo que el Universo, el Cosmos Divino está tramando, en infinito amor, ¡por lo que todos nosotros estamos trabajando!, ¡para que ya se muestre en el exterior! Ya no será solamente un destello, ¡sino una Gran Luz!, que irá opacando todo aquello que -de la ilusión- te mantenía ¡en tanta distracción!

¿Qué te puedo decir?, si mi Padre lo dijo claramente, y mis amados Maestros: ¡que todo lo que estaría llegando de la Fuente!, sería aún más ¡y más!, ¡más fuerte! Que cada uno de ustedes se sentiría ¡tan vibrante!, ¡vehemente!, pero en ese Equilibrio Sagrado; sintiendo y sabiendo que ¡todo! lo que está llegando, es y proviene de Nuestro Padre tan amado.

¿Y cómo saberlo? ¡Tan sencillo! ¡Siempre! -tanto El como nuestros Maestros- sólo del amor que nos ha estado prodigando, en todas las facetas que tú has conocido ¡y que has vivido!, pero ya finalmente ¡todo esto unido!, para que el amor infinito, ¡el amor universal!, cada uno de nosotros, ¡ahh! -al vernos- lo podamos sentir y en ello, ¡a cada instante quererte recrear! ¡Ahí es donde inicias a vivir ese paraíso!, que Nuestro Padre lo dijo: “El que Yo te prometí”. ¡Uhm! Y eso sólo será el principio, porque todo lo que te da, ¡lo que te ofrece!, no tiene final.

Ni todas las vidas -que has leído y has escuchado- que aquí vendrías de reencarnar, alcanzarían para que tú -al vivirlo- a Nuestro Padre agradecerías ¡todo lo que te da!; ¡todo lo que El nos ofrece!

¿Y qué es lo que nosotros tenemos que hacer? ¡Sólo estar atentos!, ¡dispuestos!, ¡alertas!, ¡y sentir y saber! cuándo es que -lo que viene de Él- se manifiesta; lo que te ofrece. ¡Tantas señales nos da! -amado hermano- que aún no entiendo ¡cómo hay tantos que aún se niegan a vivir! lo que ustedes llaman “la espiritualidad”, que es sólo caminar en la verdad; la verdad de Nuestro Padre, que a todos nos ofrece por igual ¡y tanto te fortalece!

¡De verdad!, vas entendiendo -a la par de sintiendo- cómo cada vez te sientes y estás ¡más fuerte!, hasta que llega el momentum maravilloso, sagrado; lo que llaman “la transfiguración” que algunos han logrado, porque luego de ello, tan cerca de vivir ¡esa elevación!, esa liberación ¡que tanto has buscado!

San Juan ¡todo lo que escribió!, ¡porque el voluntariamente a su retiro!, el que vivió, ¡a estar tan lleno!, ¡tan pleno!, ¡de todo lo que Nuestro Padre le entregó! Lo único que deseaba era ¡compartir el Gran Legado!, ¡para que tú al estar aquí!, supieras que el verdadero vivir ¡viene de Él! y que aceleres tu Gran Momento de volver.

¡Hay tantas cosas! que al vivirse en ese tiempo, ¡como en estos momentos!, ¡el deseo de mi Padre es que vean y sientan el verdadero valor!, ¡lo que representa!, y que al mirarte al espejo, al reflejarte, ¡te des cuenta de que al estar lo que tú llamas “viviendo”!, cuando has cometido un error, reconocer, corregir ¡y todo eso vencer!, y seguir adelante; escuchando y viviendo la guía de Nuestro Padre.

¡Eso es de lo que te habla la enseñanza de “El Yo Soy”! y siempre escucharás la palabra “¡amor!”. ¡En infinito amor! reconocer; ¡en infinito amor! vivir; ¡en infinito amor! sentir, y en infinito amor llevar a la acción, para mostrar ¡todo lo que viene de Él! Y entonces, cuando te des cuenta ¡ya empezaste a resurgir!, y entenderás que todo lo que viene de ti, es porque Nuestro Padre ¡en su Gran Poder!, se está manifestando a través de ti.

¿A quién no le gustaría ser ese Instrumento Divino? ¡Ese instrumento de amor! El gran ejemplo tuvimos en nuestro amado Maestro; aquél que hace 2000 años ¡a eso vino! Y reconoce: ¡mucho has escuchado de él! Pero también, también ¡hay más Maestros! que están deseando de esa Gran Verdad estarte hablando.

Hoy, ¡hoy es el tiempo! de nuestro amado Maestro Saint Germain. ¡Ya se dio el Gran Momento en el cual el Maestro Jesús la estafeta le entregó!, porque el deseo de Nuestro Padre, y así se lo dijo cuando todo esto en él confió: “Ahora tú también seguirás. ¡Y comparte la enseñanza de “El Yo Soy”!, con esos, mis hijos tan amados”.

Tal cual como él nos dice: “¡Oh Hermana Humanidad: ¿están preparados? ¿Ya están dispuestos? ¿Verdaderamente están entregados?” Porque todo lo que se empiece a mostrar -amados hermanos- ¡en Gran Equilibrio!, cada uno de nosotros tenemos que estar. No por nada también el Gran Maestro -que de ello nos ha venido a hablar- ¡y el Símbolo Sagrado que nos quiso entregar!, para que con ello, cada uno ¡también nos podamos ayudar!

Yo les pido que lo sientan así; que lo vean así, porque ¡esto que nos entregó!, no fue de la hermana que te habla una invención; ¡fue un Gran Momento!, en el cual toda la Energía de mi Padre y de mi amado Maestro, que cuando empezó a hablar, dijo claramente: “Es mi deseo que todo aquél y todo aquélla que lo sientan y lo quieran portar, ¡vivan en esa Gran Energía que el Padre -en infinito amor- les quiere enviar! ¡Y esto les ayudará! a que vivan, sientan el Gran Equilibrio, para seguir su caminar. Equilibrio Divino”.

¡Tú sabes de lo que se trata, amado hermano!, porque lo que hemos venido a hacer aquí, es una Gran Caminata de Amor. ¡Y aquél, aquélla que ha entendido y está consciente que viene a cumplir una misión!, pues sabe también ¡que solo no lo hará!; ¡porque con nosotros camina un Gran Ejército de Amor!

Eso que te dijo, ¡ya se mostrará! Para algunos ya ha sucedido. Mas sucede que quisieran que siempre fuese así, en su día con día. Y yo les pregunto: ¿para que luego digan, “ahora siempre lo mismo”?

Una de las cosas más importantes que he entendido y que he visto que mi hermano tiene que ¡arduamente trabajarle!, ¡es que siempre vivan y sientan esa Gran Motivación!, ¡de la fe y el amor que El nos entregó! Que cuando te des cuenta que empiezas a sentir esa apatía, o tristeza, ¡o temor!, porque sí, habrá y seguirá habiendo esos días. Tienes en tus manos ¡la Gran Arma Secreta que mi Padre te entregó! ¡No debes dejarte llevar por todo ello! ¡Ahí es cuando se te pide que inmediatamente quieras y tengas que reaccionar!

Para eso también ¡esos Legados que dejaron!, a quienes “¡Profetas” han llamado! y que amorosamente te entregaron. ¡Abrazas todos esos decretos! ¡Haz a un lado otro tipo de sentimientos! ¡y refuerza la invocación al Padre tan amado!: que siempre esté contigo, y cuenta te darás ¡que nunca te ha dejado!

Así como aquí en lo terrenal, a fuerza de tanto hacer o repetir una u otra cosa, llega el momento en que lo haces de manera automática, ¡que no sea así!, ¡que sea con amor!, ¡pero repetir desde lo más profundo de tu corazón!, que eres ¡ese Ser tan puro y tan grande!, ¡que vienes de Él! y que -aún estando aquí- lo sientes en ti.

Han surgido muchas cosas, muchas formas en las cuales te han invitado y te han dicho: “¡Te daré el secreto!, para que tú logres ya no seguir en lo mismo”. ¿Sabes? Cuando mi Padre te lo entregó -si tú estás consciente de todo ese valor que tiene- ¡sabes que con nada podrías pagarlo! Pero precisamente por esa simpleza tan natural, como lo que -de Él- diariamente, a cada momento ¡te llega! Ahí es cuando tan distraído estás, que no lo ves; ni siquiera lo sientes, y lo que es peor: no agradeces.

Hay que estar agradecido por todo lo que nos ha entregado; por lo que hemos vivido; ¡por las grandes experiencias que nos han enseñando a no seguir errando!, ¡a no repetir!, para que no sigas reencarnando.

¿Ya lo habías pensado? ¿De verdad lo habías reflexionado? Cuando tú te aferras a esas emociones, ¡a esas razones!, que no te permiten sentir lo verdadero, ¡ahh!, tú mismo estás eligiendo el continuar y continuar, en ésta densidad -hermano- ¡a pesar de todo lo que en el nombre de Nuestro Padre te han estado mostrando!, de lo que te han estado hablando.

Y has dicho: “Cómo deseo -si dicen que éste es uno de los tiempo en los cuales ¡todo de Él!, ¡de mi Padre se mostrará!” ¿De verdad estas atento? ¿Estas alerta, para reconocer y saber que viene de Él y de toda su verdad?

Porque también ¡el mismo amado Maestro lo dijo!: “Y falsos profetas surgirán”, pero en esa Gran Libertad que Nuestro Padre nos quiso entregar; ¡ese libre albedrio!, en el cual ¡cada uno de ustedes sigue su caminar! ¡Bendito mi amado Maestro y aquellos que le pidieron esa Gran Dispensa!, en la cual ¡retuviera esa libertad!, ¡porque cada uno de mis hermanos -en su gran mayoría- la empezaron a mal utilizar!

¡Sí hermanos! Lo que les estoy diciendo es una gran verdad. ¡Ahh! Ahora, en éste tiempo, ¡no olvides que también se ha repetido!, que si tú deseas seguir adelante en el camino y volver a Nuestro Padre; pero así entregado, ¡en esa gran indefensión!, para sentir y vivir sólo su infinito amor, ¡y que se cumpla en ti fielmente su Plan Divino!

¡Porque tú sabes!, también lo has leído, ¡que de cada uno de ustedes!, de cada uno de nosotros, ¡tienen a bien! tener escrito un libro; ¡página que tú mismo!, ¡paso a paso has estado escribiendo! ¡Fielmente todo lo que has pensado!, ¡lo que has estado haciendo! ¡Ahí! está impreso.

¿Quién quisiera -de verdad- volver a ver todo eso? ¡Porque para eso también tenemos que estar preparados! Porque estamos conscientes que ha habido momentos en los cuales quisiéramos retirar tantas cosas de nuestra mente.

El cuerpo mental, que ¿cuántas?, ¿cuántas cosas?, ¿cuántos cambios nos ha jugado?, amados hermanos. ¿Y qué decir del emocional? La mayoría -por no decir que todos- cómo nos hemos dejado llevar y precisamente, de algunas cosas que hemos hecho, con eso nos hemos querido justificar.

¡Pero esto de lo que te estoy hablando no es por el deseo de quererte juzgar! ¡Líbreme mi Padre!, porque ¿quién soy yo para hacerlo?, si El -en su infinito amor- no lo ha hecho, ¡ni lo hará! Lo mismo repiten mis amados Maestros. Entonces, tu hermana ¿quién es?, sólo con ustedes y entre ustedes ¡una más!, que también desea llegar, lograr -en infinito amor- esa libertad. ¡Je!

¿Sabes por qué lo digo? Porque estoy aquí contigo. Porque muchas cosas -nuevamente te lo repito- de todos ustedes ¡he entendido!, y con gran amor los abrazo. ¡Con infinito amor!, pero también repito: todo lo que mi Padre, lo que mis amados Maestros desean entregarles ¡y lo están haciendo! ¡Claro que lo están haciendo!, momento a momento, ¡paso a paso!, ¡porque cada uno de ustedes son ese hijo predilecto! ¡Y más! cuando ha sido su deseo elegirse, para lograr llegar a vivir ya -de Él- todo lo perfecto.

No tengan duda que se nos indicará qué hacer, ¡paso a paso! Cómo seguir adelante, ya que Nuestro Padre y nuestros amados Maestros, quienes de todo esto nos han venido hablando; nuestro amado Maestro Saint Germain; nuestro amado Maestro Jesús y los Maestros que amorosamente dirán quiénes son y por qué con nosotros -hoy por hoy- en estos momentos, en éste tiempo con nosotros están ¡y se hacen escuchar! ¡Y nos han entregado!, cómo parte de ese Legado que también quedará; porque así siempre ha sido, y éste tiempo con más fuerza se hará escuchar.

Ya lo ha dicho mi Padre; cómo nos ha abrazado y cómo lo hará ¡de manera tan especial!, ¡tan cercanamente! ¡No tienes idea cómo es que lo hará!, amado hermano.

Aún más, de las cosas que ya han empezado en éste tiempo, ¡ahh!, más continuamente de ello estaremos hablando.



Enero 11, 2017
Maestro Desconocido.

Y entonces, al continuar con la andanza, todo aquél de mis hermanos que tienen aunque sea -lo han dicho- ¡una mínima esperanza! No has de negar, porque lo he escuchado. ¡Y no sólo yo!, ¡sino “Aquél que te ha creado”! y sonríe con infinito amor y te dice: “Esto que aún no has escuchado -hijo mío- ya vivirás; ya sentirás lo que para ti -con todo mi amor- he preparado”.

Y no, no pienses que esto es parte de algo de ciencia ficción. Todo lo que se mostrará, ¡habrá de rebasar! lo que en cada pensamiento de cada uno de ustedes está. Es por eso que se les ha dicho: “¡No hay palabras para poder expresar!, cuando “Aquél que todo lo puede” -para sus hijos tan amados- aquí en lo terrenal empieza a mostrar”.

Si han vivido y han escuchado de cosas que explicación no les dan; ahora hasta el vuelo de una mariposa, ¡exactamente el “porqué” y “para qué” lo sabrá! Pero tal como lo dijo mi hermana: “¿Preparados están?”, porque ya no queremos verlos, ¡ni que sigan viviendo en ese gran desequilibro!, cuando todo esto hasta ustedes y sus cuerpos -al llegar- ¡es tan grande! que explicación no le pueden encontrar.

Es por eso que te insisto -amado hermano, amada hermana- ¡a ti que aquí te encuentras y que aquí estás! ¡A qué tanto insistir en querer razonar!, ¡si es solamente el sentir!, ¡para vivir lo que “El que todo lo puede” te quiere entregar!

Cuando se abre ese canal y ese bendito don; que no es el único, ¡hay muchos más! que El te entrega con infinito amor. Entonces, ¿dónde está el recibirlo todo en esa gran sumisión? y saber ¡que El te estará guiando!, ¡porque es así como te está necesitando!, para que cumplas tu misión.

Porque si tú estuvieras recordando, cuenta te darías que hubo un día en que le prometiste y decías: “Todo lo que venga de ti ¡Padre!, para poderlo vivir, lo que tú me pidas, yo lo haría”.

¡He ahí la incongruencia! ¡Pero entendemos!, porque hay una gran parte de ustedes que no sabe cómo vivir; cómo reconocer ¡que eres parte muy importante de su Esencia! ¿Por qué? Porque solamente te habían hablado de un Dios que te había creado; pero te hicieron creer ¡que vivías en el pecado! y que tenías que rehabilitar todo eso ¡y limpiarlo! ¿Y lo demás?

Ahora ya entiendes y te ha quedado claro, ¡que El nunca te ha juzgado! Que te dio esa libertad para que vivas. ¡A eso viniste! Ese fue el plan: ¡que estuvieras aquí para experimentar!, pero también sabiendo, porque fue una Gran Promesa: que -a Él- estarías volviendo, y que estarías ¡muy atento!, para ese Gran Momento, en que -en el Gran Despertar- lo pudieras escuchar. 

¡Es por eso que te entregué! ¡Es por eso que ese Símbolo de Amor y de Equilibrio total!, ¡para ustedes!, que en el camino van, escuchando la Gran Enseñanza que “El Yo Soy” -nuevamente en éste tiempo para ustedes- ¡para todo aquél que se preparó! y que sigue en ese proceso de infinito amor. Pero ya es el momento: el resurgimiento.

Y todas esas cosas que han escuchado: que si el Gran Maestro; que si habría de volver; que si ya está reencarnado. Mira hermano; mira hermana: ¿y tú?, ¿te has preparado? Ésta Gran Oportunidad que estás viviendo, de estar aquí, ¡en éste tiempo! Todo este amor que se te ha prodigado, ¿lo has multiplicado? Desde tu interior -al sentirlo- ¿lo estás compartiendo? ¿Es así como estás viviendo?

Y te lo pregunto ¡con todo el amor que siento por ti!, ahora que me puedes escuchar; ¡que me das esa Gran Oportunidad!, porque dices que te quieres levantar; ¡que quieres resurgir y vivir en esa libertad! Hacer esa Gran Transición. Vivir ya en esa Dimensión, en la cual sólo existe el infinito amor. ¡Esa de la que te ha hablado mi hermana!

Y mira; ¡mucho más!, ¡mucho más! Porque todo -como en ese instante- lo que de nosotros para ustedes emana, ¡es esa Gran Energía Divina que El te envía!, ¡y que es para ti! ¡Sólo para ti! Y que te des cuenta ¡que puedes co-crear!; ¡que todo ello lo puedes multiplicar! y en Gran Expansión -a tu hermano- también entregar.

Nosotros -en el nombre de Él- lo hacemos; mas es el tiempo en el cual ¡tú también!, es importante ¡que recuerdes! que puedes hacerlo, en esa unión, Cualquier otra cosa, ¡todo aquello que te esclavizó!, lo venceremos.

¡Eso es el Propósito Divino! De eso se compone también el Proyecto Shirón, del cual te hemos estado hablando con todo nuestro amor; porque no solamente en éste lugar. Ustedes verán, cómo también todo lo que se va a mostrar; lo que viene de Él, ¡ahh!, la hermana ¡tanto que le insiste! y le dice a “Aquél que todo lo ha creado”: “¿Y por cuánto tiempo? ¡Padre!, que ellos siempre se sientan y estén ¡motivados!; pero que realmente -su corazón- lo sientan y lo vivan ¡entregado!, porque entonces tú habrás de mostrar -a través de cada uno de ellos- lo que es ¡realmente!, si sigues aquí; pero seguir tu caminar, para volver al hogar”.

No olvides que cuando tú lo invocas y pides que El se muestre en ti; ¡El es Omnipotente! y su poder ¡siempre se habrá de manifestar!, aún para aquél ¡que -hasta hoy- se ha querido negar! Y es ¡Omnisciente!, porque sí -amados hermanos- tan importante es ¡que tú lo sientas tan fuerte! en tu interior. Saber que aunque aún no hayas abierto ese don de poderlo ver; sentir ¡que está en ti! ¡y en todo aquél de tus hermanos!, con los que habrás de compartir.

Y entonces, ¡entonces lograrás el Gran Momento! en el cual, así como has repetido incesantemente ¡que es Omnipresente!, también ¡claro que sí!, como lo ha dicho la hermana: ¡lo podrás ver!, como algunos ya lo han hecho, ¡aunque nadie les quiera creer!

Esa locura de amor; ¡tan grande!, ¡inagotable!, cuando El te entregó y te dijo: “Ahí, en ese sentimiento tan real, ¡eternamente me sentirás!, contigo y en ti”. Y ahora, de lo que te hablaron: ¡el Dios Vivo dentro de ti! ¡La Conciencia Crística en la que has empezado a vivir! Tú la podrás llamar de muchas formas: que si es mística, ¡ahh, hermano!, pero el sentirlo y ¡emanarlo!, ¡y vivirlo!, ¡compartirlo!

Las acciones, ¡las acciones muestran más que las razones! En el sentir mostraré que -de mi Padre- tengo el verdadero vivir. Y eso ha sido ¡por eones! Que si antes fueron pocos, ahora, ¡ahora!, por la Gran Dispensa que le hemos pedido, queremos ¡que sean tantos!, ¡por montones!, ¡miles! de ustedes liberados, ¡entregados!, amados hermanos.

¡Tú que has leído! y que has dicho: “¿Y por qué? ¿Y por qué ese Maestro sólo a él?” Pronto sabrás que eras ¡tú!, el que no había permitido que te pudiéramos hablar. Y vuelvo a repetirte: ¡que no es fácil que yo esté aquí!, ¡en el nombre de “El Yo Soy”! ¡Cada vez que pueda te lo voy a repetir! Pero hoy ¡estoy aquí! y con gran alegría deseo mostrarte y que escuches de la verdadera vida: la Conciencia Cósmica; ¡Fuente de Agua Viva!, que para ustedes está llegando, que para ustedes -amados hermanos- aunque muchos no lo estén entendiendo, pero es ¡un gran regalo!

Y si están dispuestos a vivirlo, ¡claro que el Padre los llevará a lugares como éste!, en el cual podrán escuchar. Pero en ustedes está decidir, ¡sentir verdaderamente que les hablamos de la verdad!, del infinito amor. ¡Y es directo!, como ha sido de tiempo en tiempo.

Ahora se empezarán a mostrar, ¡ahh! -de lo Etérico- los Templos Sagrados, en los cuales algunos de ustedes aquí nuevamente nos encontramos, amados hermanos. Pero yo les pregunto; ¡que miren que es importante lo que acaban de escuchar!: ¿de verdad lo sentirán? ¿Lo creerán?, esto que les estoy diciendo. Y más aún: cuando ahí estén, ¿lo sentirán? ¡Porque se hará! ¡Vaya que sí! ¡Y con gran alegría lo digo!: que “El Yo Soy” ¡bendito!, que todo lo ha creado, lo ha permitido. ¡Y será!

¡Gran Tiempo! Ésta Era Dorada, ¡como nunca!, de todo lo que se estará mostrando, lo que estarán compartiendo en ese Legado que escrito quedará, estarán recordando. ¡Claro que sí!

Yo sólo les pido: no desechen ésta Gran Oportunidad, que el Dios Vivo ¡con toda la fuerza! se hará escuchar. Y la Gran Energía del Padre bendito y de todos nosotros que hemos venido a acompañar, ¡quedará manifiesta! La vivirán y la compartirán todos aquellos que han logrado subir esa cuesta, amados hermanos.

Ya todo ha empezado. Es poco el tiempo para que podamos mostrarlo. Muchas de las cosas se están acelerando, ¡pero es parte de todo éste cambio!, para el cual ¡tú amorosamente aceptaste y dijiste!: “¡Quiero vivirlo!, porque es una Gran Oportunidad para que en mi purificación y mi liberación, ¡todo pueda acelerarlo!”

Recuerda lo que estás escuchando. ¡Es tu Gran Oportunidad! ¡No la estés desperdiciando!, porque todos nosotros -en Gran Círculo Amoroso- ¡te estamos acompañando!, ¡y con gran gozo! No importa en la etapa en que te encuentres. ¡Todos ustedes! -al estar entregados- vivirán ese Gran Salto; lo llaman “Evolutivo”. Yo te digo: ¡para sentir y vivir, fuerte y eternamente lo sagrado!

Hermano, hermana: con ustedes estamos. Es por eso que de ello les hablamos. ¡Y siempre será así!, con Gran Amor, ¡en unión! Y ten por seguro que si tú así lo sientes y nos lo permites, viniendo de Él y nosotros también, te daremos ¡esa Gran Protección!, hasta que entiendas que tú mismo puedes ¡liberarte! y que todo aquello que pretende afectarte ¡puedes rechazarlo! ¡Nada te lo impide! ¡Al contrario!, ¡estamos contigo! ¡y somos tantos! Permítete sentirlo: el Gran Ejército de Luz; el Ejército de Amor, en todas y cada una Dimensión, en Gran Unión contigo. Vivirás tu liberación.

Luego del Símbolo, algo muy importante deseo entregarles, amados hermanos. Estén muy atentos y dispuestos; ¡amorosos!, tal cual como nosotros. Sólo estamos esperando que en conclusión; cuando ya ustedes sientan -en éste cambio- el estar más equilibrados en ésta Dimensión, pueden estar seguros que lo que escuchen, no se limiten. Algunos pensarán: “¿Estoy en la Cuarta o en la Quinta?” Nosotros les diremos.

No olviden lo que la hermana repitió incesantemente: “Que ni la Sexta, ni la Séptima, ¡ni la Octava!, ¡ni la Novena!” ¡Verán la Dimensión a la que ustedes se habrán de elevar!, ¡para liberarse de ésta condena! en la que ustedes mismos, porque nadie más; ustedes mismos se habían permitido estar, hermanos.

Ya escucharán lo que les hemos preparado; con infinito amor, lo que su hermano desea entregarles, para que aceleren su preparación.

Que yo soy ¡su hermano! Y no olviden que hoy ¡están viviendo también un Gran Momento! en el cual toda la Energía, con esa fuerza ¡tan viva!, en ustedes está moviendo y haciendo una Gran Transición; finalizando la etapa en ese cambio, para que ¡tan sutil!, puedan seguir en éste sendero, ¡que más y más! se está ampliando, porque solo ¡no vas caminando!, amado hermano.

Y con más fuerza, la Gran Energía; hago entrega precisamente hoy, que en el tiempo del no-tiempo, cerrando su ciclo, ¡Padre bendito!, para todos mis hermanos. ¡Ellos que se siguen haciendo llamar “Humanos”!, dejar atrás ese letargo. Resurgir y -en el Gran Despertar- puedan sentir que no sólo la Llama Trina; el Fuego Sagrado ¡Cósmico!, los mantendrá unidos a todos mis hermanos, en ésta Estrella de Amor, ¡bendita!, en la cual mostrarán esa unión ¡total!, para finalizar la Ascensión.

He aquí que todos ellos están. Antes de que finalice éste momento y lo que sentirán; ¡lo que grabado en su interior cada uno de ellos tiene!, ¡se activará!, en tu nombre bendito, ¡por “La Ley del Uno”!

Y aquí estoy, ¡en “El Yo Soy”!



Enero 11, 2017
Aleshia/Enriqueta (2).

En la consolidación; porque el Tratado Divino -al verle vuelta a la hoja- y mostrar todos lo que empiezan a vivir el proceso de Ascensión; no deja nada ni a la imaginación, ni a la casualidad.

Todo fielmente se mostrará ¡y todo es causal! Aunque muchos estén entendiendo. ¡porque así ha ido sucediendo!, que en la preparación ¡tienen que hacerlo!, de manera individual; pero Nuestro Padre llegó el momento en que ¡a cada uno de ustedes! -de manera amorosa- les ha pedido que unidos y de manera grupal, por toda la Energía que se estará moviendo.

¡Vórtices Sagrados!, ¡grandes!, ¡que se estarán elevando!; porque todo tiene un “porqué” y un “para qué”; estarán propiciando que la atmosfera -en su cambio- ¡en Gran Estabilidad!, ¡para que cada molécula del cuerpo!, Átomos Divinos, cierren ya ese ciclo en el cual la metamorfosis de oruga a mariposa, haya logrado su final.

Algunos -o muchos de ustedes- pudieran deseado verlo esto de manera literal. No olvides que -de tiempo en tiempo- todos a los que llamas “Maestros” a través de parábolas te han querido hablar. Luego -en su momento- respuesta le encuentras ¡y lo entiendes!, ¡porque queda manifiesto!

Tienes que entender que para nosotros no existe el tiempo. ¡Para ustedes sí!, porque dicen: “Si esto es el verdadero vivir, ¿por qué antes no lo entendí?” Esas son preguntas, ¡como tantas otras!, que tú mismo has hecho; ¡pero no es tu momento!, porque -al no entenderlo- ¡quieres escucharlas!, y aunque las escuches, puedo decirte, ¡como tantas veces se te ha repetido!: ¡oyes, pero no escuchas! Ves, pero con los ojos del cuerpo, no con los del Ser. ¿Y qué decir si te inclinas mucho por la razón?, que no en el sentir. Ahí es donde ¡cada día!, de lo que ustedes llaman “su vida”, vamos cometiendo error tras error.

¿Pero saben qué es lo importante y lo maravilloso? Que llega el Gran Momento en el cual ¡todo lo entiendes y lo ves!, para tomar el camino correcto. ¡Que sea éste! para ustedes, amados hermanos. ¡Que sea éste! para todos nosotros, que todavía nos hacemos llamar “Humanos”; ¡dejar de serlo! ¡y todo lo que está en nuestro interior fortalecerlo!, ¡porque es donde está la verdad!, ¡infinita!, ¡total!, ¡eterna!, que El nos entrega; que El nos da.

¡Ya no dejarte llevar por chispazos!, ¡por creencias! de aquellos que te dicen -abriendo los brazos- que “vienen en el nombre del Padre tan amado”. Tienes en ti ¡y te pido amorosamente utilizarlo!: ¡el darte cuenta en el sentir!, ¡cuándo están pretendiendo y te están engañando!

Ahora es el tiempo: ¡siéntelo y míralo todo con claridad!, porque la verdad ¡es! y siempre ha sido ¡una! ¡Una nada más! y viene de la Eternidad, y a través del tiempo ha permanecido, ¡es! y seguirá.

¡Qué importa cuánto en éste plano terrenal puedan adelantar? ¡Qué importa lo que la tecnología te pueda mostrar! Lo que viene de Él, de mi Padre tan amado, ¡nunca jamás te lo podrán explicar!, porque eso ¡tú y sólo tú!, ¡lo puedes sentir!, ¡lo vas a vivir! Y eres ¡tú! amado hermano; ¡eres tú amada hermana!; el que la respuesta ¡siempre de Él la tendrás! y quedará manifiesta ¡por toda la Eternidad!

De eso, ¡poco han escrito!, ¡o nada en realidad! Pero siempre -llegado el momento- ¡como hoy!, ¡como es el tiempo! en el que habrá quien te hable de ello; ¡así!, ¡de manera directa, clara y sincera! ¡Ahh!

¿Y qué importa que puedas pensar?: “Quiero que sea así hasta que muera”; porque entonces sabrás ¡que la muerte no existe! Que la vida eterna ¡tal cual como ha sido su promesa, la has tenido! ¡Lo comprobarás!, que eres un Ser ilimitado, ¡tan grande!, ¡tan infinitamente amoroso! ¡Así!, ¡así es como mi Padre -a cada uno de nosotros- nos ha creado!

Entonces te mostraré -tal como es la petición de Él- de mi Padre. Entonces verás todo aquello ¡que tanto le has pedido! ¡Y tu hermana te compartirá! ¡Y sabrás por qué eternamente -a Él- vivo agradecido!; por lo que he sentido; por lo que he vivido; y sobretodo, porque me está permitiendo contigo compartirlo. Eso no tiene precio, porque sé que cuanto más lo haga, ¡es más poderoso e inmenso!, ¡porque viene de Él!, y su grandeza ¡no tiene fin!

¡La fuerza del Padre se hará sentir en éste tiempo!, y aquí.

¡Así será! Tal como ha sido, ¡es! y eternamente volverá a ser.



Enero 11, 2017
Leutón.

Y antes de terminar, y en éste Gran Momento, porque su hermano también aquí está.

De la Gran Metamorfosis de la que les han venido a hablar, ¡ciertamente en los cielos!, en ésta Estrella se mostrará.

Cuadrante que estaba dividido, fue absorbido para que no sacudiera, tal cual ¡que ninguno de nuestros hermanos lo sintiera! ¡No permitiremos que distraiga! lo que en éste cambio, para que ustedes se mostrara.

Al abrirse lo que vieron como un gran destello, ¡se cerró! lo que ustedes habían dado en llamar “un agujero.” (¿La capa de ozono?) ¡Por ahí se estaba filtrando de la inarmonía! y a ustedes les estaba llegando. ¡Ya no más! Pero en éste cambio, lo que han empezado a sentir, por la vibración y la cristalización.

Hermanos: ¡todo estará bien! La activación que -para ustedes- con la Energía se envió, ya en los que tenía que vivirlo ¡se dio!

Ahora sólo les digo, que precisamente: ¡índigo!, ¡cristal!, ¡arcoíris! ¡y más!, porque también otros nombres les darán, se empezarán a mostrar ¡fuertemente!, ¡claramente!, porque la Séptima Raza ha empezado a llegar. Y ustedes -la Avanzada- ¡uhm!, el camino mostrarán. Nosotros compartiremos. ¡De ello también hablaremos!

Cambiante la Biósfera, porque el hermano mutante se habrá de equilibrar. ¡Es por eso que el Maestro de lo que les habló y les va a entregar! Ustedes, quienes estén dispuestos; mas nosotros también hemos -con ustedes- de hablar.

Al ras de éste plano, en momentos nos hemos mostrado, para cambiar con más sutileza, y equilibrar lo que con tanta fuerza “El Gran Arquitecto” les ha estado enviando. Nosotros -en su nombre- y tal cual Su Voluntad, amorosamente con ustedes, más fuerte y claramente vamos a acompañar.

Yo, ¡Leutón!, cuando les dije de la unión del protón con el electrón, ahora, ¡ahh!, verán lo que provoca ¡esa Gran Activación!

Lo que saldrá de mi boca será por voluntad de “El Creador”, tal cual como estén preparados para entender y escuchar, y sobretodo ¡llevar a la acción!

Anillos nebulosos, que formando círculos grandiosos, se irán conformando alrededor de ésta Estrella ¡que se está iluminando!

Que es la voluntad de ¡quien todo! -Galaxia por Galaxia- ¡y el Cosmos Divino!: “La Gran Inteligencia Sagrada”, también la Raza Humana fue creada. Sabrán cómo ¡y de qué manera!, realmente. De eso les hablará “La Gran Mente Divina”.

Ahora, sepan que hoy, ¡una Gran Unión! Nosotros -lo que hemos sembrado- ¡ya está activado!, para que nuestros Hermanos Humanos -aquellos que han despertado- sigan adelante, y vengan a acompañarnos.

Que yo soy ¡Leutón!, ¡su hermano!


Enero 11, 2017
Saint Germain.

¡Y es así! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos! Hemos querido mostrar que cuando alguien que como ustedes, amorosamente y sin ningún temor y en esa gran indefensión ¡se quiere entregar!, permite que todos nosotros ¡con ustedes hagamos ésta interacción!

Ustedes saben, ¡porque lo sienten en su corazón! Así es como ha sido y será nuevamente en ésta Dimensión. En ésta Dimensión a la que han entrado. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

¡No quiero ver rostros tristes o en gran confusión! Ustedes cuenta se darán -con gran alegría- que estaremos en franca comunicación. Ya se lo habíamos advertido, hermanos queridos: ¡el momento llegó! Éste año que inicia, trae ¡una gran primicia!, para aquél que desea seguir, abrazándose a la Gran Enseñanza de “El Yo Soy”; ¡el verdadero vivir!

En ese infinito amor, mi Padre ha permitido -y esto se los digo con el corazón- que en el transcurso del mismo, verán y vivirán lo que es, cuando en esa unidad, en esa unión fraternal, se muestra el Gran Fractal. Eso de lo que ¡tanto la hermana les ha venido a hablar! y pocos han entendido; porque se ha preguntado: “Me gustaría saber ¿qué es un fractal?” ¡Se los voy a mostrar! ¡Pero aquí!, en lo que ustedes llaman “su plano terrenal”. ¡Fuertemente! ¡Vivamente!

Pero eso sí les digo: que -cuando se esté mostrando- solamente estarán, acudirán y compartirán, aquellos que con el corazón, ¡sin ninguna otra intención!, mas que ¡el amor! Con nosotros ¡no solamente compartirán!, sino que ¡claro que nos van a escuchar! ¡Vamos a interactuar! ¡Vamos a hablar con ustedes! -amados hermanos- ¡lo crean o no!

Sólo aquél ¡que con todo el corazón!, eso que llaman “corazón”; que también escucharán no sólo quiénes son, así como les he prometido; que la hermana a través de la cual todo esto les digo, verán realmente cómo se ha mostrado; ¡cómo es al estar allá!, en todo lo que viene de la Fuente. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

Algunos no han creído que cuando nosotros con ustedes hemos compartido, quieren vernos ¡tal cual!, como se han imaginado. Pero ¿qué es “lo real”? ¿Qué es “lo real” para cada uno? Amados: ¡la Esencia!, ¡la pureza de Nuestro Padre! ¡Es sólo eso! En el corazón, la gran sustancia que alimenta ¡no tiene una razón!, pero la sientes: ¡esa Presencia!, amados.

Pero ustedes deseaban ver y tocar. ¡Así es como empezaron a crear! ¡Es por eso que cada uno ocupa un cuerpo!, que también le llamamos “¡templo!”. ¡Ese templo que tienen que amorosamente cuidar!; ¡que permanezca en esa pureza!, en la cual ¡Nuestro Padre! los quiso crear.

Están ¡tan cerca! de entenderlo y vivirlo; de saber, y a consciencia, ¡a voluntad!, ¡el cuerpo lo pueden cambiar!, ¡amados! ¡Y muchas cosas más que queremos decirle a cada uno de ustedes! ¡Y lo van a escuchar!, ¡pero en amor!

Que se den cuenta que cuando existe esa unión, de esa masa crítica, ¡ja!, lo que ustedes llaman “organismo”, “cuerpo”, “físico”, “mente”. ¿Qué es realmente? Mas así, ¡así es como nos quieren ver! Así es como ustedes quisieron vivir, para algunas cosas poder entender.

Si ustedes supieran lo que ¡antes de estar aquí! fueron; lo que vivieron; ¡cómo se mostraron!; amados hermanos: ¡no lo creerían! No lo creerían.

¡Pero estamos aquí!, con ustedes compartiendo, y lo que están escuchando; lo que ya estuvieron viviendo, mucho más, ¡tan real! Así es como en éste tiempo se va a mostrar.

Y cómo aquellas cosas ¡que no han querido valorar!, ¡la gran importancia que tiene!; ¡cómo a ustedes les viene a ayudar! Ya verán de lo que hablo. Ya se les va a mostrar -amados hermanos- y entonces entenderán cómo han estado ¡tan equivocados!, queriendo en ésta ilusión ¡acumular! de lo material.

Cuando ustedes trasciendan todo ello, ¡aquí!, sin sentir ningún otro sentimiento; en gran desapego ¡lo van a dejar! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos! ¡Porque solamente el amor de Nuestro Padre!, ¡es! lo que nos ha mantenido unidos y en éste tiempo es importante, ¡para que ya no sigan cautivos!

Ahora ¡reciban!, ¡sientan!, ¡perciban! toda ésta Energía Divina ¡que el Padre les entrega!, y nosotros también. Y ahora con más fuerza, en el tiempo ¡de ésta Nueva Era!, la Llama Violeta se estará mostrando, tal como te lo dije: ¡en tus amaneceres!, ¡en tus atardeceres! -amado hermano- ¡porque estará de ti todo transmutando!, como en éste momento ¡y de manera especial! a quienes nos están acompañando.

De una vez por todas ¡hemos de purificar todos estos cuerpos!, para luego, hacer la entrada triunfal ¡en el Gran Aposento!, ¡Santuario Divino! del Padre; ¡Templo Etérico!, ¡sagrado!, que nuevamente será mostrado. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

Su hermano ¡Saint Germain!, es lo que va a entregar. ¡Y ahí estaré!, ¡porque me mostraré!; ¡porque con ustedes compartiré!

¡Hemos de acelerar el proceso!, porque -al iniciar éste año- ¡que mucho cambio para ustedes traerá! ¡Pero tengan presente! que la guía amorosa; que la inspiración y el infinito amor del Padre, y nosotros, estaremos con ustedes. ¡Y la antorcha de la libertad con toda la fuerza se va a mostrar! ¡En Gran Amor! ¡En el perdón total! ¡Amados hermanos! ¡Benditos estudiantes que van a graduarse!

Y nosotros con los brazos abiertos hemos de recibir ¡a todos nuestros hermanos que caminarán despiertos!, ¡en el amor! ¡La Gran Avanzada! ¡El Proyecto Shirón! ¡Amados! ¡Amadísimos!

Antes de que finalice éste mes, les daré a conocer un avance de dónde ¡Nuestro Padre y su hermano!, para ustedes, en ésta América gloriosa; ¡en mi México bendito!, ¡que en Gran Libertad estará! Ya mi Padre lo ha dicho. ¡Eso sucederá! Y ustedes en protección y en infinito amor con nosotros caminarán. ¡Amados!

Que yo soy ¡Saint Germain! ¡Y los amo!, infinitamente, ¡eternamente! Los abrazo con amor.

¡Y que la Llama Violeta brille para ustedes fuertemente! ¡y los envuelva la Gran Amatista! ¡y el Nuevo Sol! Hoy. Hoy que el Gran Portal está emanando -del Padre- ¡todo lo sublime!, ¡para la Hermana Humanidad! ¡Amados!: ¡los abrazo!

Que yo soy ¡Saint Germain!


Enero 11, 2017
Aleshia/Enriqueta (3).

Que después de esto, habrá algunos días de un poco de confusión. Quizá pudieran decir que se sienten en descontrol, pero todo tiene una razón, al hacer -en ustedes- esa activación de lo que el hermano les habló.

Lo único que se les pide es dejarse llevar. Cuando se sientan con gran cansancio, descansar; abandonarse a sentir y recibir esa Energía que está aquí y que estará fluyendo, porque está llenando toda la atmosfera que estamos respirando, hasta que cada uno de nosotros -por decirlo así- nos estemos “acostumbrando”.

Todo esto es necesario -dice Nuestro Padre- porque ¡de una vez por todas!, eliminar, ¡desaparecer!, ¡disipar! esa Energía inarmónica que ha intentado y ha insistido en no quererse retirar. ¡Ya no más! La luz de Nuestro Padre ¡nunca!, y más ahora: ¡nunca ha fallado!, ni fallará. ¡Está! ¡Se siente! y se mostrará ¡no como un aliciente!, ¡sino como prueba fehaciente de que El es!, ¡existe!, siempre ha estado y estará.

Nunca como ahora lo sabrás. ¡Nunca como ahora! lo escucharás. Nunca como en éste tiempo, mi Padre tan amado su voz se elevará. Y todo aquel que lo ha negado, ¡de rodillas caerá!, porque eso ¡escrito está! Se vivirá el Gran Momento, amados hermanos. Sigan en su proceso de preparación, en infinito amor; porque la liberación, la liberación para ustedes ¡ya empezó! ¡Ahh!

El Padre ¡tan amado!, te dice que no importa si te has equivocado; que todo eso ha quedado borrado; que para El no existe; que lo único que ve y está escuchando es que desde lo más profundo de tu corazón lo estás llamando, y que quiere que sientas ¡que ahí está!, ¡que siempre te ha acompañado! Que te permitas escuchar cómo y de qué manera te estará guiando; así como a tu hermana: ¡ésta que te habla! ¡Aleshia!, que ha venido a ocupar éste templo, que amorosamente me ha querido abrazar.

Que mira que al hacer la fusión en ésta conexión; el “Yo Superior”; el Ser bendito; ¡ese que también a ti te acompaña!, permite, ¡porque está escrito!, que es el Gran Momento en el cual -al unirte- sabrás ¡y verás! con los ojos de la verdad, quién -en éste instante- te ha venido a hablar; ¡quién te está acompañando!; ¡quién es tu hermana en realidad! En el nombre de mi Padre, ¡quien todo lo puede!, quién es; por qué es; y en tu Ser, ¡ahí en lo más profundo!, la Gran Concepción de Él se va a mostrar.

Y entonces sabrás que es verdad; que su Reino ¡no pertenece a éste mundo! De ahí es de donde viene tu hermana: ¡Aleshia!, la que te habla. ¡Te amo! ¡Te amo infinitamente! Cuerpo, corazón y mente. ¡Mente Sagrada!, porque por Él, ¡por mi Padre tan amado!, ¡he sido enviada!, ¡para hablarte de Él! -de mi Padre- a ti hermana; a ti, que estás ¡en éste Gran Proceso!, de liberación y verdad.

Que yo soy ¡Aleshia! ¡Aleshia de Shirón! ¡Nombre terrenal!, tal cual como lo dijo ¡mi Gran Maestro!, bendito por lo eterno.


Y finalizando con éste Gran Momento, tal unión, que bendito mi Padre, que está en un gran contento, sabiendo que todos ustedes que han venido a escuchar con el corazón, ¡seguirán!, no importa dónde te encuentres; ¡no importa si después aquí no estás! -amado hermano, amada hermana- porque has escuchado y en tu corazón ¡todo esto está grabado! ¡y lo irás recordando cada vez que lo estés necesitando!

Esa es la semilla que Nuestro Padre nos ha pedido ¡venir aquí y estar sembrando! Porque tu hermana no busca reconocimiento terrenal. ¡Eso no es importante!, si aquí no me voy a quedar. ¡Volveré a mi Padre! Pero -al volver- he de entregar ¡todo aquello que prometí! al aquí estar; y es compartir; que todo aquél que sienta en su corazón y desee escuchar de estos mensajes que con infinito amor, ¡directo de mi Padre!, en Gran Inspiración, cada  momento he estado compartiendo.

Ahora también lo verán al unísono en acción; ¡pero no solamente de su hermana! Ya verán. ¡Ya verán lo que Nuestro Padre ha preparado para todos ustedes!, amados hermanos.

Y tengan presente que los amo; que los amo infinitamente. No quieran ver en mí ¡ni en nadie!, sólo esto. Hay quienes ya están reconociendo. Y no quieran tener solamente en su mente algunos errores, ¡tan naturales!, cuando te comparas con la demás gente.

Nuestro Padre dice que ¡no es necesario hacerlo!; ¡que no has de compararte!, porque a cada uno de ustedes los creó con esa Gran Chispa de Amor, ¡que a cada uno entregó! y que los hace ¡tan diferentes!, pero ¡tan iguales! cuando a Él -a mi Padre- lo sientes. ¡Eso es lo que somos!: ¡Uno sólo en Él!, en su amor.

Y no permitirá ¡que nada ni nadie! -en éste recinto de amor- haga intromisión, si no viene de Él. ¡En esa Gran Protección nos ha mantenido y seguiremos!, ¡unidos!, amados hermanos, ahora más que nunca.

Ustedes que se hacen llamar “Humanos”, habrán de compartir con algunos hermanos. Escucharán quiénes son ¡y de dónde han tenido que venir! Y algunos -que no se habían mostrado- para algunos de ustedes ya es el momento y lo estarán haciendo, hermanos. Eso es lo que me ha pedido mi Padre que les comparta.

Por hoy -a todos ustedes- les doy las gracias. ¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por escuchar! ¡Gracias por compartir! ¡Gracias porque en éste inicio! hay muchas cosas -en el nombre de mi Padre- ¡por vivir!, unidos; aquellos que con su hermana quieran seguir. Y los que no, ¡mi Padre los bendice y los guiará! por el sendero del amor, como a todos nosotros.

¡Gracias hermanos!


Enero 11, 2017
Enriqueta.

Está sucediendo más continuamente, que -lo había comentado y lo vuelvo a repetir- hermano: tendrán sueños. ¡Les llamarán “sueños”! que no podrán explicar, pero que ustedes -al despertar- van a tener muy presente. “¡Sueños extraños!” -los llaman así- muy vívidos.

¡Estén muy atentos!, porque sobretodo en sueños se nos van a estar presentando. Pueden llamarse “sueños premonitorios”, de qué es lo que van a vivir; qué es lo que está sucediendo. Y muchos serán para avisarles. ¡Y claro!, las profecías se hicieron -muchas de ellas- ¡para cambiarlas!, porque cuando se basan en algo que no es agradable, ¡podemos nosotros! -en el infinito amor de Nuestro Padre- ¡todo eso cambiar! ¡La Gran Energía que podemos nosotros enviar! y que llega a Él, regresa multiplicada, para todo informarlo en amor ¡y unificarlo!

Acuérdense que también nos han dicho ¡y es cierto!; que muchas de las cosas que dijeron que se estarían viviendo, ¡lo han minimizado nuestros hermanos! Aquellos que han venido a ayudarnos, porque es verdad. ¡Y nosotros también les hemos ayudado!, con todas las -si quieren llamarles- “oraciones”; ¡los decretos que hemos elevado!; siempre positivamente; siempre en amor, ¡unidos! ¡Eso es lo que nuestros amados Maestros desean! ¡Es lo que nos piden!

Si muchas veces queremos adelantarlo: “¡Es que quiero ayudar!, quiero hacer…” ¡Podemos hacerlo!, ¡pero todo tiene un tiempo!, y para cada uno de nosotros Nuestro Padre ¡ya tiene destinado el momento! tan grande en el cual, esos dones que nos entregó ¡se van a mostrar! ¡Porque todos tenemos!, estamos viviendo, están dentro, ¡latentes!, esperando.

¿Pero saben qué es lo importante? ¡Saber!, ¡entender! ¡y desear y dejarse llevar! por la voluntad de Nuestro Padre. ¡Porque a todos nos necesita por igual!, pero cada uno desempeñando de manera distinta todo aquello que ¡unido!, ¡mucho va a mostrar!

Porque no es necesario, ni es tan importante, si -porque uno hace una cosa- yo también quiero hacerla. ¡No! ¡Nosotros no le vamos a decir a Nuestro Padre qué es lo que va a ser de nosotros! ¡El sabe! qué es lo que necesitamos. ¡El sabe! de qué manera ¡aquí!, para poder lograrlo -en Él y por El y para El- vamos a mostrarlo.

Todos y cada uno, ¡nadie es más ni nadie es menos! Aquí lo que su hermana lo único que está haciendo es ¡compartir! lo que en momentos como éste me está indicando; me está inspirando; me va llevando. Pero no es menos importante lo que hace mi hermano; lo que haces tú; lo que hace la hermana. ¡Todos unidos en ese amor!, ¡verán!, ¡verán!, vamos a lograr vivir y estar en esa Dimensión en la cual ¡tanto hemos querido e insistido escuchar! ¡Pero así!, ¡en amor!, ¡sin temor!, sabiendo que estamos compartiendo ¡lo que El nos entregó!, que El nos lleva. ¡Porque será así hermanos! ¡Será así!

¡Y sí! ¡Los Hermanos de las Estrellas!, ¡los Hermanos Intraterrenos!, ¡todos los Hermanos del Reino Animal!, ¡los Elementales!, ¡la Madre Gaia!, por sí sola empezará a hablar. ¡Vaya que nos va a mostrar! Ustedes van a ver de qué manera será. ¡Ya mi Padre lo tiene todo preparado! ¡No les miento. Así será!

¡Y no porque lo diga yo! Verán cómo mi Padre siempre habla con la verdad ¡y cumple lo que promete!; pero en el momento que a cada uno ya tiene que ser, ¡de acuerdo a Su Voluntad!

Ya lo estaremos compartiendo. Y los que no -amados hermanos- ¡lo estarán escuchando! y se acordarán de esto, que su hermana les estuvo hablando. ¡Porque así será!, porque viene de Nuestro Padre. ¡Y benditos todos ustedes! ¡Gracias por estar!

¡Estén muy atentos!, porque en sueños también se les va a indicar. Ya lo dijeron nuestros Maestros ¡y claro que así será!

A mí no me va a sorprender que -llegado el momento- alguno de ustedes se acerque y me diga: “¡Es que me lo pidió El! ¡Es que me envió el Maestro! ¡Es que mi Padre lo pidió!” ¡Yo sé que así va a ser!, amados hermanos. Y estaré esperando, ¡porque para eso estoy aquí! y no sólo para estar escuchando; también compartiendo y juntos estaremos caminando, amados hermanos. ¡Gracias!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario