15 de octubre de 2016

Canalización del 12 de Octubre de 2016.

Octubre 12, 2016
Aleshia/Enriqueta (1).

… estamos aquí y estamos con ese deseo tan grande e inmenso de vivir ya en la verdad; esa verdad que solamente El nos entrega, la que El nos da; que es única y que de una y mil maneras siempre nos está mostrando.

¡Cuántas señales!, verdaderamente Nuestro Padre, a través también de nuestros Maestros, de nuestros guías; aquellos con los cuales cada uno de ustedes llega un instante maravilloso en el que se logra esa ¡total y plena conexión! y llega esa inspiración; tal cual como El nos necesita. Y debemos entender que de esa manera es como -paso a paso- nos invita ¡a ir recordando!, mientras seguimos caminando: quiénes somos realmente y que -a su lado- ¡siempre hemos estado!

Que ahora aquí, en estos momentos, que son realmente cuando también -en esa Gran Conciencia Universal- seguimos entender que el tiempo no existe; que el tiempo es hoy; es aquí. ¡Eso es lo real!, lo que El nos entrega. ¡No ésta ilusión! en la cual venimos para estar a prueba; pero nosotros mismos; con nosotros mismos. Con todas esas emociones; con todas esas ¡razones! a las que siempre nos entregamos.

Y cuando llega el momento y reaccionamos, entonces es cuando ¡el paraíso!, ¡ese del que tanto hemos escuchado hablar! ¡Ese del que Nuestro Padre desde el inicio del Todo -cuando nos quiso crear- nos entregó! ¡Y lo hizo para todos nosotros! ¡Para que lo compartiéramos! ¡Para que en esa unidad viviéramos! nuestro caminar, ¡sin tomar en cuenta!, ¡sin que existiera división!; así, no importando cuál fuera la Dimensión.

Ahora resulta que ¿en cuál es en la que nosotros estamos caminando?, porque al retroceder, ¡al caer! y muchos dicen: “olvidar lo que fuimos; ¡lo que somos!, porque volveremos a co-crear”.

Yo pudiera decirles; realmente -al estar recordando- es cuando de todo esto que nos ha encadenado, nos estaremos soltando. Y el Paraíso aquí, en ésta ilusión, ¡tal cual como mi Padre!, ¡Nuestro Padre, nos ha prometido!, lo empezaremos nuevamente a vivir, al ver cómo -desde tu interior- ¡todo ha resurgido!

Es por eso que se habla de la “resurrección”. Metafóricamente, el Gran Maestro -porque así es como se le conoce- la enseñanza que vino, que mostró y entregó, la cual casi nadie entendió. ¡Aún hoy!, que decimos “que podemos y que ya lo hacemos”, por todo lo que hemos visto; la información que hemos recibido, ¡que hemos buscado!, ¡que hemos tenido!

¿Sabes hermano? Independientemente de todo ello; cuando realmente dejas que esa pureza -que es lo que tú eres- se muestre ¡para ti mismo!, entonces es cuando salvas ese abismo. ¡Y oh sorpresa! ¡Todo llega! ¡Todo lo recuerdas!: quién eres; lo que puedes hacer; porque vives nuevamente en la gracia de “El, que todo lo es”; ¡tan Omnipotente!, ¡tan Omnisciente! ¡y Omnipresente!, cómo -de verdad- cuando tú utilizas solamente la mente, eres tú mismo quien la espalda le das.

Pero ahora; ¡aquí!, ¡hoy!, ¡éste instante que es eterno!, ¡que puedes seguirlo viviendo!, ¡con El, por El y para El! -al abandonarte- recibes y empiezas a acordarte de todo ello. Y no existe ni el tiempo; no hay lugar; es sólo un momento, que para muchos pudiera extenderse por toda la Eternidad. Pero tú empiezas a sentir, ¡a vivir!, realmente ¡a entender esa palabra tan fuerte!, que -después del amor- ¡el vivir!; porque ¡nuevamente estás escuchando y viviendo la enseñanza del “Yo Soy”!, Nuestro Padre “El Creador”, y todo lo que El ha hecho ¡y todo lo que te ha mostrado!, y todos los amados hermanos que hasta a ti ha enviado, de tiempo en tiempo.

¡Nuevamente es el gran momento! y tal como muchos de ustedes han escuchado: ¡ya no hay marcha atrás! ¡Ya es el tiempo de la verdad!; ¡para que se muestre!; ¡para que por encima de todo aquello que pretendió seguir engañando!, ¡uhm!, a todos mis hermanos.

Ahora, aquellos que están dispuestos; aquellos que se eligieron; ¡aquellos que con El -con mi Padre tan amado- siguen hablando!, ¡momento a momento!; su oración; ¡sus decretos están elevando! ¡Es tan importante y tan natural!, ¡tan sencillo como el respirar! ¿Y tú sabes de dónde llega? ¿Cómo es posible; que no lo toques? ¡Pero lo sientes y te da vida! ¡Esa vida! ¡La única! ¡La verdadera!, que -de Él- todos hemos recibido. ¡Ahh!

Y cada hermano que -como antes- hoy se ha elegido; no tengas duda, que Nuestro Padre ¡te está mostrando y te mostrará!, cuál es el camino por el que El desea ¡que lleves tu caminar!; para vivir y concluir el gran inicio de estar con El en la Eternidad, ¡nuevamente! ¡Y eso es eterno! ¡Qué importa que luego!, al saber que -si El te hace una petición- ¡sabes que todo lo puedes hacer!, porque es Nuestro Padre quien -a través tuyo- siempre lo ha hecho así.

Muchos han dicho que “cuando ha elegido”; ¡pero yo quiero corregir!, hermano tan querido: ¡eres tú!, que -al prepararte- ¡eres tú! que al siempre, en ese deseo de purificarte; de hablar con El; ¡de pedirle que te de una señal! ¡y te da tantas y tantas a cada instante!, para que tú nuevamente -al todo tu interior purificar- ¡que es la Esencia!, donde El habita en cada uno ¡y ahí eternamente está!

¿Qué pudiera hacer dudar? Mas ¡ha sucedido! Yo te lo digo, amado hermano: el que permitas y desees escuchar otras voces, que del exterior ¡hay tantas! que te dicen ¡uhm!: “¡Qué locura has empezado a hacer!”. El porqué; si mira, lo que está sucediendo, ¡todo lo que empieza!, cuando tú -a Nuestro Padre- deseas entregarte, ¡y que se está moviendo!, es ¡para que vuelvas a esa pureza!; para que luego, no necesites tan sólo escuchar, ¡porque nada más vas a necesitar!; escuchar en tu interior cómo El -a cada paso- te va a guiar. Ahí, a lo que tú llamas “tu corazón”, cada vez ¡más y más!, “El Creador” elevará su voz, a cada momento.

¡Y entonces es cuando tú empezarás a sentir qué es lo que necesita de ti! ¡Porque todo tiene un Propósito Divino! ¡y no me cansaré de repetirte! que -cuando tú eso lo entiendes- ¡no existe el destino!; ¡porque tienes muy claro que te has abandonado!, ¡para que se cumpla -en ti- su Plan Divino! ¡Lo que ya tiene previsto para cada uno de ustedes! Siempre ha sucedido.

Y aquellos Maestros, de los que tú te has preguntado: “¿Y de qué manera? ¿Cómo se han preparado?” ¡Tú puedes preguntarle! Hay tantos hermanos que ahora han surgido y que de Nuestro Padre te han estado hablando. ¡Es maravilloso cuando lo hacen con el corazón!; cuando no hay otra ¡más que esa!; la verdadera ¡y única intención! de compartir lo que ellos -al sentir- les está ayudando, para lo que tú llamas “ya lograr tu evolución”. ¡Pero es la liberación de todo! y eso sólo lo da ¡el que tú! -en tu camino- vivas en el infinito amor ¡que sólo El! -Nuestro Padre tan amado- nos ha querido entregar; ¡porque no hay más!

¡Y mira! Tú te puedes preguntar, ¡porque eso lo he escuchado!: “¿Pero cómo saber? ¿Cómo saber quién me habla con la verdad y quién lo hace con falsedad?” Siente en tu interior, el infinito amor de Nuestro Padre. Ten presente, porque tu hermana a cada momento ¡he sido insistente!: tu corazón no te va a engañar. ¡Te hará sentir quién viene en su nombre!, para compartirte ¡toda su verdad!; aquella que es única.

Y no importa lo que has podido y lo que has tenido que avanzar; ¡siempre estará vigente! ¡Siempre está presente!, porque ni aún con los adelantos que aquellos hermanos que se hacen llamar “científicamente” y que han estudiado inclusive la Física Cuántica.

¡Miren!, ¡todo está viniendo en declive!; porque en la Ciencia única; la verdadera; la que El nos entrega; la única explicación es que la Gran Energía Vibratoria ¡que te entregó en el inicio del Todo, aquél día!, ¡ahí!, ¡ahí guardó!, para que tú -al elegir el momento- volvieses a vivir -de Él- todo lo que era: lo grande, lo infinito.

Pero también es verdad que -llegado el tiempo- al estar aquí en ésta ilusión; que como hoy, estamos caminando en el día glorioso en que la Luz ¡y todo lo hermoso! se está empezando a mostrar. ¡Ah de aquél que no lo quiera mirar!, que pretenda no quererse enterar, porque su misericordia es tan infinita que dice: “Para todos mis hijos por igual”. Mas ¡cada uno de ustedes!; ¡cada uno de nosotros! elegiremos de qué manera ese gran regalo lo tomaremos.

¡Sí hermanos! Y si tú te preguntas: “¿Y si en ésta oportunidad es mi deseo poderlo lograr? ¿Y si no fuera así? ¿Que será de mí?” ¡Uhm! De los que están aquí, pudiera decirles cuántos se han hecho esa misma pregunta ¡más de una vez! Porque ¿qué crees?, que cuando tú vuelves, ¡ahh!, amorosamente, “el olvido aparente” está en ti; y empezar, ¡recomenzar otra vez ese caminar!, ¡para que no te vuelvas a equivocar!, y seguir de una manera ¡tan firme!, ¡tan fuerte!; como algunos de los que aquí se encuentran ya lo han estado haciendo.

¿Que porqué lo sé? Todos aquellos que -de corazón- han decidido y se están eligiendo, en infinito amor mi Padre tan amado ¡tal como lo prometió!: solos nunca los ha dejado. Ahora ¡menos que nunca!; ahora, en la gran oportunidad.

Y tú has dicho: “Se ha abierto portal tras portal… ¿Y qué ha sucedido? Yo sigo viviendo lo mismo”. Algunos así lo han sentido. Pero -amado hermano- yo te pregunto: cuando Nuestro Padre tuvo a bien permitir re-encontrarnos; ¡de todo lo que has escuchado!, ¿qué es? -pregúntate- ¿Qué es lo que has sentido? ¿Qué es lo que has logrado? ¿Qué es lo que en ti -no que haya cambiado- sino que has recordado? y te has dado cuenta, en la inteligencia, pero espiritual, ¡la que El nos da!; ¡en esa sabiduría tan grande! que todos tenemos.

¿Quién puede decir que ya la ha empezado a utilizar? ¿Quién? -de verdad- en algún momento, para ¡discernir y poder elegir! lo que realmente ¡te ayudará a acelerar! éste proceso en el cual estás. ¡Todos lo deseamos! ¡y de alguna manera lo buscamos! Pero también ahí, es muy importante que abras los oídos. ¡No tanto los terrenales!, los del físico; ¡sino los del Ser!; que él es quien está deseando ¡esa Parte Sagrada que es tuya!, ¡que te hace falta!, ¡para que al hacer la unión!, ¡al lograrla y vivir en esa comunión! -amado hermano- todo lo verás ¡no en ésta Dimensión!, sino en la del amor y la verdad. Esa que El nos pide; la que ya amorosamente querramos caminar. ¡Es tan grande! ¡Es tan maravilloso!

Algunos de ustedes han escuchado ¡y han leído! ¡Ahh!, porque sí; lo que Nuestro Padre así lo ha dispuesto y lo ha querido; ha dejado cada hermano que lo ha vivido, para todos aquellos, para todos nosotros ¡que es nuestro momento! ¡y queremos ya caminar con los ojos abiertos! ¡Los ojos del corazón! ¡Los ojos del Ser! y hacerlo ya en unión; que los dos hemisferios ¡en esa unidad! salgan del cautiverio de todo lo terrenal. Y ahí, ¡ahí!, es cuando tú sientes elevar; cuando abandonas todo pensamiento; dejas que solamente sientas -como en éste instante- cómo es Nuestro Padre quien nos lleva, ¡quien te habla!, ¡quien te muestra!

Hermanos; ¡a cada uno de ustedes se les ha entregado! momentos en los cuales han tenido éstas vivencias, estos “¡chispazos!” -si así les quieres llamar- de esa unión tan firme, que es la verdadera; ¡que es la que tanto has querido buscar!

Y te hablan y se te ha dicho: “¡Busca la unión con tu Yo Superior!” Pero al lograrla, al hacerlo, entonces, ¡todo el recuerdo de la enseñanza del “Yo Soy”!, verás ¡que no necesitas más!, porque El te llevará y todos nuestros Maestros que han logrado ¡y están en esa perfección!

Y que miren hermanos: han pedido; ¡se han negado! ir y estar ya viviendo!, porque eso es lo que han merecido al lograr estar ya con esa libertad. Sin embargo, desean y quieren y están con nosotros, ¡entre nosotros!, para hablarnos de todo ello; ¡para guiarnos!; para decirnos de qué manera, cómo hacerlo.

Pregúntate; cuando has tenido esa oportunidad: ¿Lo has sentido? ¿Lo has hecho? ¿Has seguido ese camino? o -como tantos hermanos que aún siguen dormidos- dicen: “Esto ¡es de locos! ¿Cuál es el fundamento de lo que estoy escuchando para que digan todo eso?”

La respuesta es: Nuestro Padre ¡a todas tus preguntas!, ¡a todos tus cuestionamientos!, siempre te dará las respuestas. Y créelo hermano; no será totalmente y eternamente a través de tu hermana. ¡Bendito mi Padre! ¡Somos tantos! ¡Tantos que estamos con ustedes! ¡Tantos a los que nos ha pedido!, porque ahora sí; ¡en esa multitud!, esas han sido sus palabras: “¡Deseo que vuelvan conmigo!” Sus hijos tan amados; aquellos que se han ido, ¡pero en esa promesa de volver! Y tal como también les dije: ¡siempre te acompañaré! Cuando tú tomes la decisión ¡ahí estaré!, y todas las señales y todas las respuestas que siempre te he entregado, las estarás viendo a cada momento; ahí, en esa ilusión.

Lo que sucede -amados hermanos- es que seguimos ¡tan terrenales! ¡Elevamos nuestra oración!; le pedimos que nos muestre, y sobretodo -en alguna especial ocasión- en la que sabemos que el resultado que estamos deseando no está en nuestras manos, es cuando ¡más -a Él- nos estamos acercando!

¡Qué tristeza que sea así!, porque si también en tu alegría -que son más los momentos- y que día con día ¡al despertar!, ¡en el primer instante!, ¡tendríamos que agradecer todo lo que nos da!: ¡el poder respirar!, ¡porque ese es un gran milagro!

¿Te has preguntado?, que estás viviendo aquí como humano, y ¿quién no desea escuchar alguna respuesta?, de que ¡uhm!, al crearse la humanidad, la creación del hombre; son diferentes las teorías que se han -hasta hoy- podido escuchar. ¿Sabes hermano? Cuando tú en el camino sigas, realmente ya liberado; todo, ¡todo lo tendrás y lo verás muy claro!

La Esencia de Nuestro Padre ¡y su presencia!, ¡es lo que te irá llevando! y ya nada te estarás preguntando; ¡porque todas las respuestas te están acompañando!, y tu deseo es -después de todo ello- ¡compartir y mostrarle al hermano el camino!, en el cual empezaste a ver -¡de su inmensa Luz!- ¡todos los destellos! Eso es lo que -hoy por hoy- está empezando a suceder con cada hermano.

Y no con esto es la intención convencer. ¡No! El que tú -fiel y totalmente- quieras creer, ¡eres tú! el que tomará la decisión. ¡Eres tú! que -al sentir cómo mueve tu corazón- ¡haciéndote recordar todo lo que eres en realidad!; lo que volverás a ser ¡una vez más! en ésta gran oportunidad.

Y entonces, es tan sencillo ¡psh!: toda esa Luz; todo ese brillo está en ti. Permite que vuelva a resurgir; que fluya; para que esa mariposa remonte el vuelo, dejando a la oruga. Amado hermano; el gran momento, ¡ese tan esperado! ¡Ahh!

¿Qué puede hacer tu hermana?, hasta hoy y aún el tiempo que sigamos compartiendo, sino solamente hacer lo que mi Padre tan amado -al estarlo sintiendo- me pida compartir ¡con todo aquél hermano que desea escuchar! ¡Sentirlo en el corazón!, ¡ahh!, porque El y sólo El, y nuestros Maestros, que nos han hablado de la Gran Enseñanza; son quienes -en esa gran ayuda- ¡y miren que nos han insistido!, cuál es la intención, y luego -el camino- tomados de la mano ¡con ellos!, ¡aún estando en éste plano!, compartir y escucharlos.

Algunos todavía han dicho: “¡Sí! Nos lo ha prometido; pero yo nada he visto, nada he sentido”. Pregúntate hermano: ¿por qué no ha sucedido? Eres tú y sólo tú el que ha de liberar -en tu interior- lo que aún te mantiene cautivo.

Nosotros lo único que podemos hacer -hasta ese momento- es hablarte como hoy; con el corazón en la mano y decirte que -de la enseñanza del “Yo Soy”- que es eterna; la llave para abrir ¡todo!, ¡todo lo que hay en tu interior!, ¡es el amor! ¡El hacerlo todo con amor! ¡El sentirlo todo en amor! ¡El vivirlo todo en amor!, y pensarlo todo en amor.

Si permites que la razón aún gobierne en ti; mas… he de decir que el tiempo de que eso lo vivieras ¡ya pasó! ¡Ya quedó atrás! ¡Esa noche que tanto duró!, en la cual en tantas tinieblas, viviendo tanta crueldad -amados hermanos- ha quedado atrás. Ahora, el Gran Día que recién inicia, ¡tienes la primicia de estar aquí!; de que -si es tu deseo quererte elegir- ¡sentirlo y vivirlo!; ¡que mi Padre te va a acercar todo lo que tú necesites para recordar!

¡Créanme hermanos!, ¡que no solamente en tu interior te va a hablar! ¡También en el exterior! Recuerda que cuando el alumno está listo, el Maestro aparece. ¡Y claro! ¡Y llega tan firme!, ¡tan fuerte! ¡Pero de ti depende! ¡Sólo de ti!, ¡el que todo ello en ti lo refuerces! ¡Ahh! Que así -como sin sentir- a todo lo que ésta ilusión te presentó le echaste raíz; ¡la arranques de un sólo tajo!

¡Que mira!, que también de eso Nuestro Padre ha hablado: “He de separar, ¡ja!, la cizaña del trigo”. Y miren que todo eso es cierto; porque ahora es el tiempo en el cual es el inicio ¡y vamos a recolectar!

¿Quién?, de todos aquellos que con el corazón han querido escuchar ¡y que lo han sentido! y que se han abandonado a Nuestro Padre; que se han dejado llevar, ¡aún también en el proceso trabajando! con la paciencia, con la tolerancia. Porque -amado hermano- ¡muy importante es! que sepas que todo lo que estarás viviendo -sabiendo con certeza que viene de Él- será ¡en su tiempo!; ¡cuando para ti! ya lo tenga dispuesto.

¡Y no te preguntes!: “¿Por qué?” ¡Porque aún no estás preparado para saber! Se te pudiera mostrar el “por qué” de lo que has llegado a escuchar. Muchas veces dices: “Nada ha sucedido. ¡No lo he visto en ésta realidad!” ¿Y a qué le llamas realidad? ¿A la ilusión en la que cada vez más y más estás?

Se te pudieran mostrar ¡tantas cosas!, que a cada paso te estarían manejando ¡más y más! de lo que Nuestro Padre te estuvo entregando. ¿Y para qué?, si -aún escuchando- ¡en tantas confusiones has caído!, y te cuestionas todo lo vivido. Y te preguntas: “Si ya elegí éste camino, pero sigue sucediendo lo mismo. ¡O lo que es peor!; tal parece que todo a mi alrededor se está cimbrando”.

¡Claro que sí, amados hermanos! ¡Porque lo que tú habías construido en ésta ilusión!, ¡primero se tiene que estar desmoronando!, para que en esa limpieza y en esa purificación, ¡vivas! y camines en la grandeza que El te entregó. Y ahí también te darás cuenta que no necesitas nada más; que si tú aquí has de seguir, ¡tienes su providencia! ¡Nada te faltará! Lo que necesites tal cual. Y al seguirte entregando toda esa grandeza -¡que muy pocos han querido valorar!, ¡está contigo y la estás empezando a utilizar!

Es por eso que al que llamas “el Gran Maestro” lo dijo: “¡Mi Reino no es de aquí!” Y esa es ¡una gran verdad! El Reino de Nuestro Padre, ¡ese que nos entregó!, no pertenece a ésta ilusión. El espejismo en el cual se ha vivido, ya ha empezado a ser destruido. Ustedes lo han estado escuchando; lo estarán viviendo.

¿Pero saben? Al estar aquí y todo esto compartir, también ¡ten presente!; ¡nunca lo olvides!: que Nuestro Padre -al estar en ti y contigo- mientras tú comprendas, en tanto tú no entiendas que realmente El ¡está en ti! ¡y todo lo puedes en su poder!, y al co-crear ¡no necesitas más! Tienes su protección. A cada paso que das ¡nada!; ya en algún momento el amado Maestro Saint Germain lo dijo: “Así a tu alrededor ¡todo se esté cayendo! y esté en destrucción, ¡al mantener firme tu fe! y saber, como ustedes gustan decir aquí: “Mi Dios es mi salvador”, ¡nada!, ¡nada te sucederá! ¡Nada te afectará!, porque El ¡y de Él! -al estar contigo- ¡tendrás su protección! en infinito amor. Eso ha sucedido y volverá a suceder.

Y no amado hermano. No pienses que esto es el querer compararse con Él. ¡No! ¡Es el saber y entender que eres su hijo tan amado! ¡y que fuiste hecho a su imagen y semejanza! ¡y todo te lo ha entregado! y mientras tú así lo veas -en amor- y al caminar sientas ese deseo, esa intención de a tu hermano también ayudar. No olvides que también se te ha dicho: “Que todo lo habrás logrado cuando veas -en cada hermano- la imagen divina de Nuestro Padre tan amado”.

Esto ¡es lo que puedo compartirles! Esto, y con el corazón insistentemente ¡claro que sí!, repetirles: la Gran Energía que comienza a fluir cuando tú -al entender- y día tras día, ¡en cada decreto!, ¡en coloquio amoroso hablas con El! -amado hermano- sin que tú lo sientas, ¡cuando menos lo esperes!, habrás logrado: ¡estarás liberado! y entonces -en ti- sentirás ¡esa Gran Expansión!

¿Y porqué no? Cuenta te darás que ni siquiera éste cuerpo que hoy aquí te abraza con infinito amor, vas a necesitar, porque lo que lo mueve: la Esencia tan grande; esa Chispa Divina; ¡esa Flama! que día con día -y mira que se te ha dicho- que la Llama Trina está en ti, y que cada vez sea más grande, más fuerte. ¡Ahh!

El Gran Secreto sigue vigente, porque no lo es: estás ante Él -frente a frente- ¡pero no lo ves! Y no lo ves ¿sabes por qué?, ¡porque no lo sientes! Al sentirlo, ¡de verdad!, ¡ahí en lo profundo!, ¡con toda la inmensidad!, es cuando cuenta te darás que es tan fuerte y tan grande ¡que no cabe en lo que tú llamas “tu pecho”!, del cuerpo ¡que para ti fue hecho!

Y es tan necesario compartirlo ¡a cada instante!, ¡a cada momento! ¡A diario! ¡Inclusive contigo mismo! Hablar con tu Ser, para que él -llegado ese gran momentum- ¡se una a ti! Y así, así amado hermano, puedas volver en esa pureza; viviendo y gozando de la grandeza de “Quien todo lo creó”, en infinito amor; ¡mi Padre tan amado!

¡Empiezas a sentir realmente dentro de ti esa necesidad!, ¡esa nostalgia de volver al hogar! Sientes que aquí ¡nada te llena!; ¡que no encajas en ningún lugar!, pero que aún así -al ver a tus hermanos- en infinito amor, ¡deseas compartir lo que El te da! y mientras siga sucediendo así, ¡a cada uno abrazar!

Si de ésta manera, en la Alquimia Sagrada que mi amado Maestro ¡por él fue lograda!, ¡y de mi Padre entregada!; poder -a cada uno de ustedes- compartir ¡todo eso y más! que viene de Él. Ya es ese momento. Ya lo estamos viviendo.

Créanme hermanos; aún los que aquí no se encuentran; que no están escuchando; ¡pero que han estado buscando! Porque ¡bendito mi Padre! ¡je! ¡No soy la única!, ¡ni seré la ultima! que comparta con ustedes de toda ésta gracia infinita y que es eterna, cuando El tiene a bien retirar el velo del olvido. Es por eso que ahora que estoy contigo -hermano ¡tan querido!- ya es el momento: Nuestro Padre ¡ha pedido que se echen las campanas a vuelo!

¡Se han hablado de esos ángeles que estarían anunciando! ¡Pero no te creas esas mentiras de que solamente destrucción, caos y el final de lo que El creó! ¡No es verdad! ¡Eso no sucederá! Es mas bien -y te lo voy a decir ¡con toda la claridad!- que de tiempo en tiempo llega el gran momento en el cual se envían Emisarios, para compartir ¡y mostrar! -a ustedes hermanos- el camino de vuelta al hogar; porque es su momento; ¡porque así lo están decidiendo!

Entonces se muestran tantas señales, y aquellos que lo están sintiendo -y por consecuencia todo ello creyendo- son los que viven -que no el cambio- ¡sino la verdad!, que viene de Él ¡y que se estará mostrando!, aún aquí estando. Entonces ¡no se sorprendan de todo lo que estará pasando!

Y he aquí que como poco han escuchado, de aquellos que lo han logrado; mas Nuestro Padre -de tiempo en tiempo- ha dado instrucción ¡y se ha dejado Legado! Ahora -en ésta oportunidad- ¡no será la excepción! ¡Así sucederá! Tengan por seguro, y ustedes lo sabrán; ustedes lo escucharán; porque -de lo que te he hablado- es de la verdad infinita de mi Padre tan amado. ¡Uhm!

Soy tu hermana; que a pesar de seguir aquí encarnada y como humana, ha empezado en el despertar; tal cual como -de mi Padre tan amado- es Su Voluntad. Y tal como me está indicando, estoy compartiendo con cada uno de ustedes, todo esto que están escuchando ¡y aún más que habrá! para ustedes -en infinito amor- antes de a Él regresar; aunque la nostalgia cada vez es ¡más y más! ¡Pero hágase en mi Su Voluntad!, que no la mía; tal cual como el amado Maestro tuvo a bien -en aquél tiempo- de ello hablar. ¡Ahh!

Que yo soy ¡Aleshia! ¡Aleshia de Shirón! y estoy aquí para llevar a cabo el Proyecto; el Gran Proyecto de Amor que El nos encomendó.


Octubre 12, 2016
Maestro Desconocido.

Y permitiendo, que tal cual como la hermana; aunque le hemos estado insistiendo: “¡Ya no te dejes llevar por la emoción!”

Pero ¡entendemos! ¡Claro que entendemos! Así como a ustedes al verlos ¡y sabemos por todo lo que cada uno ha pasado!; lo que ha vivido; lo que ha pensado, por no decir “razonado”. Porque algunos, ¡claro!, que mucho por ello se han -al llevarlo- dejado; que luego ¡ehh!, la misma razón ¡les hace imposición de tantas cosas!, para no permitir ¡o retrasar! -mejor dicho- su evolución. Porque si algo es verdad; si algo es cierto ¡y claro que cada uno de ustedes lo va a lograr! ¡Y lo harán en la verdad!

Pero, insisto: ¡ésta es una gran oportunidad! ¿Que cuándo? ¡Eres tú el que va a decidir si éste es tu momento! Y mira que es tan grande. ¡Es ahora una Era Dorada más!, ¡pero ésta es tan fuerte!, ¡será tan luminosa!, porque muchos volverán, después de lo que tanto has hablado.

¡Y tú que has leído!, que como han caído, ¡sabes y lo has sentido!, que éste es el tiempo en el cual ¡todos deberían sentir y vivir ese gran motivo!, porque si tú te entregas y dejas atrás todo lo que te mantuvo cautivo, nosotros estamos aquí para mostrarte, para guiarte, ¡de qué manera acelerar “tu viaje”!, si así lo quieres llamar.

¿Y de qué hablan? ¡Ahh! Del Vehículo Sagrado que los va a elevar. Todo lo que se ha anunciado y en ustedes está, permitan que nuevamente en ustedes y para ustedes ¡los pueda llevar! en ese viaje que no tiene final. ¡Que es eterno!, como todo lo que El te da; ¡la Fuente Divina!, interminable.

Para aquél que se ha preparado -¡no se aproxima!- ¡ya está aquí! y ustedes -aunque algunos no lo han visto venir- porque aún insisten en querer ver con los ojos del cuerpo, ¡cuando es el Ser!, que al unirse y ser Uno sólo en “El, que todo lo ha creado”, sentirse. Entonces todo el Cosmos Sagrado, tal como la hermana lo ha llamado: “El Gran Fractal” se unirá a lo terrenal.

Y ustedes, al haber escuchado todo eso: ¿Lo han recordado? ¿Han reflexionado? ¿Han pensado?: “¿Irá a suceder?” ¡Está sucediendo! ¡Lo están viviendo!, porque aún aunque no lo estén viendo, aquellos que se están preparando están sintiendo en su interior cómo ¡todo se está removiendo!; porque ¡toda la Energía!; toda esa Ley de Atracción que -en infinito amor- ¡El les entregó!, muy dentro de ti estás sintiendo el Gran Llamado.

¿Atento has estado?, porque hay quienes prefieren seguir buscando: “Ahora aquí ya no me encuentro, no me siento bien, porque eso de lo que están hablando ¡ya lo he escuchado! Ahora aquí, porque éste hermano me está mostrando. ¡Mira lo que está haciendo!”

Amado hermano; lo que nosotros te estamos ofreciendo ¡viene de Él!, porque te estamos hablando de lo que ¡tú! puedes y vas a hacer; ¡porque siempre ha estado en ti! ¿O prefieres verlo en aquél? Aquél que aquí te está mostrando y te dice: “Te puedo ayudar. ¡Yo te puedo sanar!”

Para el “Yo Soy”, ¡que todo lo puede!, cuando tú -al ser su instrumento- permites, y al compartirlo ¡sucede!, ¡es porque viene de Él! Por eso te insisto tanto, que -en el infinito amor- ¡también la humildad tiene que estarte acompañando! ¡Que no sea el ego!, ¡porque ese es el que nuevamente te perderá! ¿Cuántas ocasiones aquí has vuelto?, porque aún al estar en el camino y estar buscando y decir que estás entendiendo; en el gran momento; ¡en ese gran momento es cuando te estás perdiendo!

Pero si tú insistes en la guía, ¡en el amor! de “Aquél que todo te entrega” ¡y que está contigo día con día!, ¡aún cuando tú mismo te pongas a prueba!, ¡al tú pedirle la inspiración!, ¡uhm!, que te de la instrucción; ¡pregúntale a la hermana!, ¡cuántas veces ha insistido! y le ha dicho: “¡Que no sea yo! ¡No quiero equivocarme Padre! Soy tu instrumento ¡y que seas tú! el que -a través mío- cuando tú tengas a bien enviar a alguien, para buscar lo que tú nos has dicho: ¡el consuelo!, ¡la verdad!, ¡la salud!, ¡que no tan sólo del cuerpo!, ¡sino del Alma!, ¡del Ser!, ¡el Espíritu!, el que a través, que al no encontrar -en esa fractura que a veces llega a tener- ¡y es tanto lo que empieza a buscar!, el cuerpo, ¡claro que lo empieza a mostrar!”

¡Pero mira hermano!; tienes que ir ¡más allá!, ¡más a lo profundo!: “¿Por qué? ¿Por qué me he llegado a enfermar?” ¡Tú bien sabes que esa palabra para El no existe! ¿Por qué tú entonces ¡insistes! en tu día con día quererla pronunciar? ¿Qué no te das cuenta?, que lo que estás haciendo ¡es decretar! ¡Decretar que ese cuerpo que te abraza!, al cual cada día, en el cual tienes esa gran oportunidad de seguir tu caminar, ¡agradecido deberías de estar! ¡y abrazarte a ti mismo!, y decir: “¡Gracias! ¡Gracias Padre!, por permitirme vivir en ti y para ti. ¡Que seas tú el que -a través de mí- nuevamente en éste día se quiera mostrar!”

En la Alquimia Sagrada de aquél que llamas “Tu Gran Maestro” también, ¡que mira!, que él se los ha llegado a decir: “¿Quieren saber cómo lograr la perfecta salud y la eterna juventud? ¡Sigan su preparación!, que todo eso ¡claro que sí!, se los compartiré con infinito amor”.

Porque -como él- todos aquellos que lo han logrado ¡están con ustedes!; ¡les han hablado! Y ahora también, aquí está su hermano; que ya se los he repetido infinidad de ocasiones; ahora que están viviendo ya -cada uno- lo que llaman “sus evoluciones”: ¡No es fácil que yo esté aquí! ¡Sólo de tiempo en tiempo! Ahora ¡también es el momento! ¡Sí! ¡Véanme! No vean a la hermana, que amorosamente está permitiendo que su hermano les comparta y les hable de todo esto.

¡Hay tantas cosas que estamos deseosos ya de abiertamente estarles diciendo! Pero ¿qué sucede? Cuando hemos hablado con ustedes; cuando les hablamos de algún suceso, siempre empiezan a hacer conjeturas y a cuestionar. ¡Ahh! Sobretodo hermanos ¡a comparar!

Ya se les ha dicho, que también mi hermana, para vivir todo eso aquí no ha venido. ¡Ella no viene a confrontar! Insistentemente de eso les hemos también querido hablar; porque el momento en el que vean realmente lo que estará sucediendo, entonces dirán: “¿Porqué no lo escuché? ¿Porqué no lo creí?”

Y se les han entregado señales. Y su hermano -¡de verdad!- ¡les he entregado algo tan grande!, ¡que les he pedido que cada uno de ustedes lo lleve consigo!, a partir del tiempo; porque estará unido por una Dimensión más elevada. ¡Ahh!

Y dicen que habrá colisión, por todo lo que se estará mostrando. ¡Hermanos! ¡Sí!, por la Energía y la Ley de Atracción; lo que ha sucedido cuando viven su evolución, ¡el cuerpo se les ha ido preparando! Todo lo que han sentido; ¡aún aquellos que esto no han estado escuchando!, ¡ni están viviendo!; porque es ¡para todos!, todos ustedes, hermanos humanos y para todo Ser vivo, que en ésta estrella está compartiendo.

Y es por eso que todo esto que están escuchando, lo que les estoy diciendo; aún más: ¿Gran Energía? ¡Sí! ¿Que han resentido? ¡También! ¡y seguirá sucediendo! Pero en esa evolución, en la transmutación que en cada uno está sucediendo, ¡está implícito el infinito amor que El les entregó! ¡y esa Chispa!, ¡uhm!, ha venido cada vez ¡más y más elevando!, ¡ardiendo!, ¡iluminando!, en cada uno de ustedes.

Y si quieren seguir escuchando, tal cual como aquél hermano, “hermano mayor”, como luego lo han llamado; que vino y les habló y ha estado ¡y claro!, que cada vez que sea necesario; porque ya se los dijo: “¡Yo también los acompañaré!” ¡Claro que sí!

Todos los que venimos en el nombre de Él, de “Quien todo lo ha creado”, ¡como tú quieras llamarlo!: “El Gran Arquitecto”, “La Mente Maestra”, “Jehová”, “Yahvé”, “El Yo Soy”. ¡Qué importa el nombre que tú le des! Lo importante para todos nosotros es lo que está dentro de ti ¡y lo que sientes por El y para El!

Cuando tú realmente -al estar decidido- hagas esa Gran Unión, ¡esa conexión!; todo esto que te hemos compartido, es nada, con lo que tú vivirás en la verdad.

Que mira que muy pronto sabrás quién soy; quién ¡con gran alegría! y en el infinito amor y por Su Voluntad, con ustedes estoy.

Aquél que me ha aceptado; ¡aquél que ha escuchado!; ¡aquél!, que al pedirle e insistirle, que todo lo que traigo y que les he entregado, amados hermanos, ¡ahh!, ha acelerado el que nuevamente estén con El, ¡a su lado!

¡Eso es!, en el gran propósito de amor, lo que para ustedes -a través de la hermana- le hemos llamado “El Proyecto Shirón”. Y algunos han preguntado: “¡Sí! ¡Y han hablado de muchos Proyectos! ¿Cuál es el que dices que te han entregado a ti?, ¡porque hablas del Proyecto Shirón! ¡y dices que Aleshia es la que habla! ¡Aleshia de Shirón!”

Yo te voy a decir ¡uhm!: el gran momento de la expansión ¡de todo esto!, ¡ya lo estás viviendo! ¿Qué es lo que pretende el Proyecto? Que te quede muy claro que por “El que todo lo creó” ¡ha sido entregado!; para compartir con la hermana humanidad y recibir ¡y abrazar!, a todo aquél que al hogar -en ésta oportunidad- volverá.

Aún pretenderán preguntar: “¿Qué es lo que trae? ¿Qué es lo que ofrece?”, como si estuviéramos hablando del mejor postor. ¡Ah, hermana humanidad! ¿Cuándo entenderás?, que lo que viene de Él ¡tiene tanto valor!, que tal como lo dice tu hermana: ¡con nada lo podrás pagar! Mas es así. ¡Es así como siempre ha sucedido!

Y -amado hermano- no te juzgo, porque El no lo hace. Sabemos, ¡sabemos la valentía de cada uno de ustedes al estar aquí!; al vivir todas esas experiencias; todas esas enseñanzas que era necesario, para que luego al recordar, permitas que fluya ¡toda la Esencia! que El te quiso entregar. ¡Eso es lo que tu hermano -en ésta ocasión- contigo deseaba hablar!

Y eso que estás pidiendo; ¡siéntelo en tu corazón hermana! Que esté en él la certeza de que El te ha escuchado ¡y que nosotros ahí estamos!, en lo que tú estás necesitando. Y tal cual -al decretarlo- por el poder infinito de “¡El que todo quiso crearlo!”, todo se realizará y se logrará ¡en amor!

Porque hay hermanos que aquí están y que apenas iniciarán su despertar. ¡Es por eso! que en esa misión, ¡Aleshia de Shirón está!; para ir entregando; para ir compartiendo y que estén despertando ¡aquellos! de los cuales ya es su momento.

¡Que 144,000! ¡Uhm! Si tú deseas multiplicar, ¡ahh!, en la matemática y en la sincronicidad; en lo eterno, para la Unidad no existe el número que te lleve al final. Nosotros siempre estaremos compartiendo, con aquél hermano que sea su momento, para -a Él- estar volviendo.

Y te dejo mi Energía; te la entrego en el infinito amor de “El que todo lo creó”, para que -en la sabiduría del “Yo Soy”- sientas y vivas la respuesta, en la verdad, al seguir aquí tu caminar.



Octubre 12, 2016
Leutón.

He de decirles hermanos; nuevamente, compartiendo lo que está sucediendo.

En la ecuación que los que se hacen llamar “científicos”, al observar recurrentemente que se está acercando, quien -para ustedes- muchas cosas estará liberando.

Insisto en compartirles que Leutón; ¡que no sólo yo!; también los que estamos aquí con infinito amor, a ustedes entregando y ayudando, lo que en el cambio, por la unión que ya sucedió, de los polos al hacer retracción.

Las placas tectónicas ¡no!, ¡no han terminado su reacomodo!, por lo que aún ¡que no haya en ustedes pensamientos!, porque eso sólo estará reforzando lo que han ido creando: “Que será muy fuerte el sacudimiento que estarán viviendo”. ¡No hermanos! ¡Nosotros aquí estamos para precisamente ayudarlos!

Para algunos nos estaremos mostrando; aquellos a los cuales también estaremos necesitando. ¡Unan!, siéntanlo en su corazón. ¡Somos quienes -con ustedes- viviremos éste gran momento de Cambio de Dimensión!

Y hemos hecho un llamado a hermanos que ¡aquí han encarnado! Verán ustedes de qué manera estaremos compartiendo.

Todo aquél que es necesario; porque el tiempo, el tiempo que se está viviendo, ya no será así como nosotros lo vemos: ¡primario! Será el eterno: ¡el aquí!; ¡el ahora!; ¡el vivir!, y verán ¡todo lo que atesora!

Entonces, si al unirse y hacer atracción, por la Energía que cada uno de ustedes guarda en el cuerpo, con el cual aquí hacen su caminar; ¡yo!, yo les digo: nosotros como hoy, indicaremos -por voluntad de Él- ¡qué es lo que estará sucediendo! y qué es lo que les pediremos -en amor- que ustedes aquí, al compartir con sus hermanos, para el Nuevo Vivir.

¡No temor! ¡En ningún momento permitan que invada en ustedes esa sensación! ¡No olviden que “El que todo lo creó” está con todos ustedes! ¡y nosotros también!

Quizá dirán que se creó en la atmosfera una gran herida que no podrán cerrar. ¡No es verdad! Nosotros estamos con ustedes y la Energía Solar que hasta ustedes está llegando, será solamente para permitir y ayudar a que sigan transmutando el cuerpo en el cambio.

El Gran Comandante -luego de todo esto- querrá hablarles.

Que yo soy ¡Leutón!



Octubre 12, 2016
Saint Germain.

¡Y bien, amados! ¡Amadísimos hermanos!

Ahora, para finalizar todo esto, que con infinito amor ¡cada uno de mis hermanos con ustedes quiso hablar! Yo sólo les digo: sigamos adelante, porque ¡hay un gran pendiente conmigo! No olviden que he de insistirles: ¡los necesito! Los necesito, pero ¡total y plenamente entregados! ¡Sin dudas! ¡Sin confusiones! ¡Liberados!

Sus días siguen avanzando. Recuerden que les dije que al finalizar éste año -al estarlo viviendo- ¡una gran limpieza en ustedes estaría sucediendo! Y no sólo en su interior, también a su alrededor. Aquél que ha decidido y que a Nuestro Padre ya se entregó, nosotros los acompañamos. Y cada uno de nosotros -no olviden- ¡de verdad!, sabemos ¡qué es! lo que podemos compartirles, que han de necesitar.

Ahora, estando en éste lugar, cada vez ¡más y más! estaremos llamando a quienes van a escuchar de la verdad de Nuestro Padre, y de qué manera -al quererse preparar- sigan adelante, porque el tiempo apremia. ¡Y claro que sí!, para nosotros no existe; pero para ustedes -que siguen aquí- ¡amados hermanos!, es por eso que nosotros les estaremos compartiendo; les estaremos diciendo ¡todo de lo que está sucediendo!

Lo más importante es ¡que no sientan temor!; ¡porque están!, ¡van de la mano de nosotros! ¡y de Él tienen su protección! A cada uno de ustedes; aquél que todavía está pensando ¿y porqué no decirlo?, de ello está dudando -amados hermanos- ya se les dijo que se les estaría mostrando. Estén muy atentos, porque algunos se estarán sorprendiendo.

¡Sí amados! ¡Eso es lo que pidieron! ¡Eso es lo que estaremos entregando! ¡Pero!... vuelvo a insistirles: ¡si eso es lo que tú necesitas!; ¡eso es lo que quieres!, para que sientas y te des cuenta ¡que todo lo que has escuchado y lo que estarás compartiendo!; lo que estarás viendo en acción, viene de Él ¡directamente! ¡Sea pues!

Pero que sea que desde ese instante ¡te entregues en completa indefensión! a Nuestro Padre. No lo olvides. Nosotros no exigimos. Nosotros te pedimos ¡y también te decimos cuánto te necesitamos!; cuanto necesita Nuestro Padre de ti.

¡Sabemos! de quién ya es el gran momento y estamos no solamente observando, sino también con ustedes caminando. ¡Siéntanlo así! ¡Sientan nuestra presencia con ustedes!, ¡nuestra compañía!

¡Escuchen! en la gran inspiración ¡todo lo que Nuestro Padre y de qué manera los guía! Tal como su hermano lo sintió, cuando decidí ¡entregarme completamente! y le pedí ¡uhm!, que tuviera a bien mostrarme ¡cómo llegar a su perfección! ¡Se puede, hermano! ¡Se puede!

¡Es por eso!, que -con infinito amor- en éste instante les entrego nuevamente ¡la Llama Violeta!, ¡de la gran transmutación! Que ella los envuelva, ¡amados hermanos! Y no solamente a ustedes, ¡sino a todos!, todos mis hermanos, en ésta gran estrella; porque el momento está tan cercano, ¡en que solamente su infinito amor! en ustedes -amados hermanos- ¡estará fluyendo! y estarán compartiendo. ¡Claro que sí!

¡La Gran Victoria se logrará! y entonces caminaremos en la ¡Gran Marcha triunfal!: el amor, el perdón y la libertad. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

Y ustedes verán de qué manera -a cada uno- les vamos a mostrar que todo viene de Él y que nosotros también -con cada uno de ustedes- está. ¡Amados hermanos!

¡Y más! En éste día especial: toda mi energía, mi amor ¡y la Gran Alquimia!, ¡para la liberación y el perdón!, en ustedes deposito.

Y en infinito amor: ¡¡¡hagan una petición!!!, que mi Padre -a través de tu hermano- dice: “¡Concedido! ¡Sea pues!, a cada uno de ustedes”. ¡Está hecho! y aquí, en ésta ilusión ¡vas a vivirlo!

¡Amados hermanos!: ¡háganlo!, que yo se lo llevo y lo elevo ¡a mi Padre tan amado!

Que yo soy ¡Saint Germain!


Octubre 12, 2016
Aleshia/Enriqueta (2).

Que todo aquello que cada uno de ustedes -al hacer su petición- desde lo más profundo de su corazón; al hablar con mi Padre; El te dice hermano, hermana: ¡que sí te escuchó!

Que tengas por seguro que así como con esa transparencia ¡y esa fe!, hiciste ¡y elevaste tu oración!, ¡no hay, ni te pide ninguna penitencia! Que eres su hijo tan amado; ¡su hija tan amada! y ya ¡todo está hecho! ¡Lo verás! aquí, en ésta ilusión.

Que ¿qué no podrá hacer por ti?; que nunca será suficiente para que tú -al darte cuenta y al sentir- que realmente ¡El está aquí! y que te escucha y que te abraza; que te dicta el consuelo de todo aquello, que en tu mente lo ves y lo sientes como una amenaza. Que todo ello lo habrá disipado; que lo convertirá ¡en infinito amor y en una Gran Energía!, que te irá fortaleciendo ¡día a día! Que sólo te pide ¡que lo escuches!; que lo sientas ¡y que sigas su guía!

Hermana, hermano: ¡pronto verás que es verdad que te ha escuchado! ¡Todo lo que tú le pediste! -si en infinito amor lo hiciste- ¡verás!, será realizado.

¡Eso es lo que te dice mi Padre tan amado! Y que a todos nos abraza con infinito amor. Que hoy más que nunca así lo vivamos; porque se acerca el gran momento en el cual ¡te abrazará por toda la eternidad!

Esto es lo que me ha pedido que comparta contigo.


¡Gracias hermanos! ¡Gracias por escuchar! ¡Gracias por estar aquí!

Y aquél que en lo más profundo del corazón ¡así se permitió y lo quiso sentir!; ¡verán!, ¡verán!, cómo Nuestro Padre con más fuerza guiará cada instante su camino; alejando la tristeza, para que la alegría que El nos entregó ¡vuelva contigo! ¡Amado hermano, amada hermana!

¡Gracias a todos ustedes! ¡Gracias por estar aquí! ¡Gracias por escuchar! ¡Por permitirme compartir esto!, que El me entrega; lo que nos da; porque no pudiera seguir adelante con todo esto aquí guardado.

Cuanto más me pide compartir, ¡más me sigue entregando! ¡Y es tan grande! ¡Es tan maravilloso! Y es lo que le pido: que también ¡cada uno de nosotros así lo sintamos y lo vivamos! Y seguiremos caminando ¡unidos!, para cumplir la misión que nos ha pedido.

Y aquellos que estén dispuestos para acompañar en el Gran Proyecto, aquí estamos; ¡en el lugar que El ha elegido!; porque aquí es donde nos ha pedido ¡empezar! ¿Seguir? ¡Je! Ya nos ha dicho: “Ya les indicaré dónde y por qué ¡y para qué!”

¡Yo no pregunto! ¡Yo sé que la respuesta siempre me da!, en el momento en que tiene que ser y que la puedo entender, para compartir con cada uno de ustedes.

¡Que los siga llenando de bendiciones! ¡Que su amor y su sabiduría los acompañe!, porque ¡mucho se está moviendo!

Y yo le pido ¡que no nos permita seguir cayendo en confusiones! Que veamos todo con claridad, para seguir adelante y en hermandad y unidad, mostrar que -aquél que a Nuestro Padre se ha decidido entregar- lo que vive lo muestra en acción, ¡y lo que siente también!, en unión; en la gran congruencia, no sólo con el hermano humano; también aquél que vive en otra dimensión. ¡Ya lo verán!

Hermanos: ¡muchas gracias! ¡Gracias por estar aquí!


Octubre 12, 2016
Padre.

¡No hay promesa sin cumplimiento! y todo aquél que está esperando ¡el Gran Advenimiento!, ¡Yo se los mostraré!; porque ¡“Yo Soy” el que hablándote estoy! ¡Hijo tan amado!

Que mira; que a quienes te he enviado, ya es el momento. ¡Míralo con claridad! ¡Siéntelo!, porque desde la Eternidad, ¡ahí donde me encuentro!, pero que ya es el momento en el cual ¡también a mí me verás!

Todo esto ¡que mi niña te ha estado compartiendo! ¡y más!, porque es el momento en que ¡en acción! -como se lo he pedido- ¡tú la verás! No solamente para hablar; para hablar del “Yo Soy”; ¡porque “Yo Soy” el que hablándote de todo esto estoy!

¡Verás! ¡Verás de lo que es capaz!, porque de mí ¡todo lo tiene! ¡Ah de aquél que ha dudado y que ha cuestionado!, de todo lo que ¡de mí les ha hablado!

Sólo te digo: ¡prepárate hijo mío!, porque así como te has dicho que el Gran Proyecto que he entregado; ¡es verdad! ¡Aquí es donde todo se va a iniciar!, y el “Yo Soy” -con infinito amor- a aquél que vuelva a mí, ¡lo he de abrazar!

¡Toda la Luz que estoy entregando para ustedes!, no habrá nada, ¡nada que la esté deteniendo! ¡No hay nada que sea imposible!; porque para mi hijo ¡ya todo lo mantendré visible!

¡No hay dimensión en la que no verás mi poder en acción!

¡Que “Yo Soy el que Yo Soy”!

Ahora, ¡ahora!, ¡estás viviendo el momento de tu elección!

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