26 de octubre de 2015

Canalización del 21 de Octubre de 2015.

21 de Octubre, 2015
Ketta/Aleshia (1).
… como nos han dicho nuestros Maestros, Nuestro Padre: “No te preguntes “¿por qué?” Pregunta “¡para qué!” Para entender ¡qué!” Para reaccionar en que realmente ¡El está! ¡Vive dentro de cada uno de nosotros! y lo que a veces nos sucede, es porque no nos permitimos, nos negamos a escuchar; aunque nuestras palabras, de nuestra boca salgan palabras diciendo, pero no te lo estás creyendo: “¡Sí! Sé que existe y yo le rezo día con día”. Pero si no lo haces de corazón; ¡si esas palabras no salen desde tu interior! -amado hermano, amada hermana- es como si no estuvieras hablando con El, porque Nuestro Padre siempre nos escucha. El nos conoce. ¡El sabe!, ¡sabe lo que te está sucediendo! ¿Y sabes?, cuando te observa y se da cuenta de lo que ¡tanto te está doliendo en ese instante! solo dice: “Si te permitieras -hijo mío, hija mía- escucharme tan sólo por un instante. Si te permitieras realmente sentirme; te darías cuenta que -todo eso que estás viviendo- necesario no sería”.

Y cuando tú -poco a poco- afortunadamente amados hermanos, llegan esos momentos en los cuales dices: “No entiendo; no sé; pero estoy sintiendo esa fuerza, que poco a poco me permite y me dice: “¡Sigue adelante! ¡Tú puedes!” ¿Quién tú crees que es quien te habla? ¿Quién tú crees que te está diciendo?: “Todo lo puedes en mí, porque estoy en ti”. Y así -poco a poco- empiezas a sentir y a vivir, mostrando también toda esa fortaleza y sabiendo: ¡Qué importa lo que hasta ahora me haya tratado ¡con tanta rudeza! y que mi cuerpo -al resentirlo- se haya cimbrado!

¿Acaso era necesario? ¿Tendrías que vivirlo para entender, para reconocer quién eres?, ¿de qué estás hecho? Porque, si recuerdas las palabras de Nuestro Padre: “Estamos hechos a imagen y semejanza divina” y recuerdas esas palabras, ¡pero no las crees! Desde tu interior ¡no las sientes! Y me incluyo en ello; porque si eso fuera -amados hermanos- habrías cosas, situaciones, que ya no tendría por qué vivir. Pero también reconozco que el estar aquí -como ahora- como en éste instante, ¡no me cansaré de repetirlo! Son momentos en los cuales mi Padre me pide ¡y con gran alegría vengo a vivirlo!, a compartirlo, porque no es mío, porque es de El; ¡porque me lo hace sentir! Y desde muy dentro algo me dice: “¡Muéstralo! ¡Compártelo! ¡Déjate llevar!, que las palabras Yo te las daré hoy y siempre ¡y serán tan certeras! que -en ese instante- cuando alguien las necesite de los que estén presentes, lo sé; lo sentirán fuertemente, ¡fehacientemente!, ¡vehementemente!, porque si tú así lo permites -amado hermano- esas palabras -en ti- estarán creando ese cambio ¡tan grande y tan fuerte!

Porque ¡tú se lo pediste! ¡Tú se lo dijiste!, cuando con El hablaste ¡y pensaste que quizás no te estaría escuchando! ¿Cómo pudieras pensar en ello? Así sean ¿cuántos?, ¿cuántos -amados hermanos- somos? ¡Y todos somos sus hijos! ¡Y para todos tiene un momento! Ese gran momento sagrado. Recuerda también que se ha dicho que El está en ti y está en todo lugar ¡y a todos nos escucha! ¡Y a todos nos entrega! ¡A todos nos quiere hablar y lo hace! Es sólo…. que no te permites escuchar. ¡Que con cualquier distracción que te llega de esta ilusión te dejas llevar! ¡Eso ha sido siempre!, pero Nuestro Padre nos dice que ahora, aquél que de verdad, a su lado ¡en esta gran oportunidad! quiera llegar, que hagamos a un lado todo aquello ¡que intenta! -como ya lo había logrado antes- de su lado retirar a aquél hijo tan amado, que El -tan insistentemente ahora- vuelve a llamar.

Ya lo dijo: “¡Y mi voz se alzará! ¡Y todo aquél que esté dispuesto y que desee a mí volver me escuchará!” ¡Date un momento! ¡Pregúntate de qué manera!, que la respuesta en ti está y empezarás esa gran entrega ¡hacia Nuestro Padre! y entonces verás y sentirás ¡la alegría tan grande que El siente y que te da!, porque sabe ¡que es tu momento! Y si es tu intención y esa es insistentemente tu petición; a El lograrás volver. Porque lo único que pide es que te permitas seguir escuchando, porque siempre y eternamente nos está hablando y nos seguirá guiando. Sólo escucha tu corazón, como en éste instante.

No te fijes en la hermana que te está hablando; ella sólo es ese instrumento que -en éste instante- ¡con infinito amor!, mi Padre lo está llevando y así como estoy sintiendo ¡cada vez más fuerte!, que invade mi templo, mi corazón; su vibración, su infinito amor; ahora le pido -como siempre lo he hecho- que no solamente eso haga conmigo; que también con todo aquél que -como ustedes escuchando están- ¡que lo sientan!, ¡que empiecen a vibrar!, pero con esa energía sagrada que está y que desde lo más profundo -ahí en tu interior- empiece a sentir, a escuchar su voz.

Entonces -amado hermano- a todo lo que llamas “milagros” en ti empieza a resurgir. Empiezas a recordar todo eso que te empieza a hacer vibrar. ¡Sabes que ahí está! Y si tú así lo deseas y si permites ¡es tu momento para empezar! Que en el camino que aquí -en esta ilusión- mi Padre lo ha dicho; ¡Nuestro Padre!, ¡porque todos estamos unidos!, en ese sentir, en esa gran vibración que El nos entrega con infinito amor. No te fijes quiénes están y cuántos son. ¡Siente dentro de ti!, si tú así lo quieres. ¡Este es tu gran momento! en el cual empezarás; ¡reiniciarás esa gran conexión con el Infinito! Ahí donde todo recibe y fortalece ese gran sustento, para luego volver a vivir y caminar en lo perfecto; en lo que es de El -de Nuestro Padre- como lo eres tú, y tú y todos ustedes; todos nosotros.

¡Tantos cambios se han dicho que han sucedido! ¡Y déjame decirte! -amado hermano- que aquí, ¡así ha sido! La atmósfera que tú respirabas ya no es la misma. Es sólo que tú -al seguir en tu rutina- ni cuenta te has dado. Pero quiero decirte ¡que aún más de lo que El nos está enviando se aproxima! y vivirás el amor; ese infinito amor. Y no será por una ocasión: Será eterno, porque aquél que ahora se elija -amado hermano- en esta ¡Gran Era Dorada! que ya ha sido iniciada, ¡aquél que empiece! con tan gran recuerdo, eres parte -amado hermano- de aquellos que decidieron, ¡que prometieron!, ¡que juraron volver aquí!, para ayudar a aquél hermano que aún pretende dormir; a salir de ese letargo en el cual sólo han vivido ¡tantas tristezas! y han sentido ¡todo lo amargo! de estar en esta ilusión, la cual ya empezó a vivir su destrucción.

¡Y mira que también, cuando has escuchado que todo esto se estaría derrumbando, pensaste en caos y que a ti te estaría afectando! ¡Date cuenta de que también ha sido eso!, lo que de tiempo en tiempo -al malinterpretarlo- han dejado que el temor -en ustedes- no se aleje ¡y más fuerte han querido abrazarlo! ¡No permitas que eso suceda nuevamente!, porque -todo lo que viene de la Fuente- ¡ya hay hermanos que han empezado a saborearlo! Y yo te pido: Permítete también a ti mismo vivirlo; ¡porque no soy yo!, ¡sino en el “Yo Soy”!, que es quien se hace presente; el que te pide y te dice: “¡Deja que sea tu momento! ¡Ya no quiero que de mí estés ausente!” ¡Ya por tanto tiempo lo has hecho! y El -Nuestro Padre- siente y desea que estés, que nuevamente vivas todo aquello que te pertenece.

¿Cómo no sería?, si a todos nosotros siempre nos ha llamado “sus hijos” y cuando El así se ha expresado, ¡no lo hace como nosotros! -en esta ilusión- que solamente son palabras y que no tienen repercusión. En El ¡sí lo hay! y ahí, en ese gran lugar; ¡en la Morada Celestial! tiene y está, el lugar que a cada uno les pertenece. ¡Hagan el reclamo! ¡Vean en su interior! ¡Sientan como el “Yo Soy” te dice!: “¡Es el momento! ¡Es mi deseo que vuelva mi hijo! ¡Aquél que tanto extraño!”

Que así como es de ¡Omnipotente!, ¡Omnipresente!, aún aquí te lo hace sentir; ¡pero eres tú!, el que insiste en a ello permanecer ausente. ¡Ya no lo hagas! ¡Siéntelo y vívelo!, porque cuenta te darás que -al hacerlo- todo lo que empezarás a sentir y lo que vivirás, viene de lo eterno. Esos que llamas “milagros”; ese que tú dijiste hermana que necesitas; que lo muestre en ti, ahí está: ¡Déjalo fluir! ¡Siéntelo y créelo! ¡Decrétalo y vívelo! y sé ¡testimonio viviente! de que -al hacer la conexión- ¡todo lo que viene de la Fuente en ti!, ¡en ti!, muestra y hace sentir esa gran resurrección en el infinito amor.

Porque si tú te has preguntado: ¿Quién de sus hijos es de su predilección? Uhm. ¡Todos lo somos!, pero te llega tu gran momento cuando ¡tú! decides ¡y le pides nuevamente! volver a El y sentir la eterna unión. ¡Esa que ahí está!, porque esa parte divina que en ti también -amorosamente- quiso depositar; de la cual te separaste al aquí llegar; nuevamente aquí, con todo lo que se está enviando, más y más ¡y no lentamente!, se ha empezado a acercar ¡a ti! amado hermano; ¡a ti!, para que vivas esa plenitud.

No preguntes ¡porque nadie sabe con exactitud!, cuándo, cuándo la vivirás. Sólo Nuestro Padre y tú; porque lo sentirás; porque ese gran momento, ¡cuando esté sucediendo lo sabrás! ¿Y sabes? Todo lo que le esté antecediendo, para ti será como un “himno a la alegría”. ¡Está muy cercano para que vivas ese día! Ni aún tu hermana -que hablándote está- ¡sí!, hay momentos en los cuales ¡con tal lucidez!, cuando me viene a hablar y me dice y me pide; pero sólo tú; tú -en esa gran preparación- cuando hayas decidido ¡o tú, que ya lo has hecho!, al volver a hacer esa gran conexión, pero es -amado hermano- seguir y seguir esa preparación, porque lo que hagas y cómo lo hagas, eso te lo dirá tu corazón. Tu hermana; tu hermana, de lo que te está hablando y de lo que -como ya lo hemos dicho- te estará mostrando, es para que cuenta te des, que de su verdad ¡que es infinita y que es única! es de la que te estoy hablando.

Todo lo que tú hasta hoy has visto y todo lo que estarás viviendo; lo que te estoy compartiendo ¡y mucho más! que estará sucediendo, ten presente que es de mi Padre y que sólo soy un instrumento, que con infinito amor estoy aquí compartiendo; primero con palabras, luego también en acción; porque también cosas verás en el momento en que tu hermana habla y mucho más, que Nuestro Padre preparado tiene ya.

Así como tú; que en éste instante mucho te estás preguntando; también yo hice. ¡Cuántos momentos!, pero ¡hablando con El!, ¡pidiéndolo!, que ya borrara cicatrices; ¡que en mí no dejara resentimientos! ¡Y sabes por qué lo estoy diciendo! Permíteme ¡o permítete tú también hacerlo! ¡Deja todo atrás! ¡Transmuta! ¡Eleva! ¡Y que vuelva a ti tan cristalino! y en esa claridad volverás a vivir ¡el más puro amor! y entonces sabrás que sólo de El vino. ¡Así es! como también estarás recordando que “así como es arriba es abajo”. Y lo que tú estés elevando que sea en amor, porque -al volver a ti- y estarse multiplicando, estará reforzando, revitalizando, todo lo que en ti, lo que tú estés necesitando.

Nuestro Padre cada vez más y más fuertemente ha dicho que no hay vuelta atrás; que todo aquél que ha decidido y que es su deseo volver a la Fuente -amado hermano- empezará a sentir dentro de sí al Dios Vivo. Y esto lo digo porque -de los que están aquí- ha empezado a suceder. La Conciencia Crística cada vez con más fuerza se está mostrando. Pero no pienses que ahí todo estará terminando, porque déjame decirte -amado hermano- que es todo lo contrario; que está iniciando todo aquello que tú te estás permitiendo, ¡que en ti! ahora se esté mostrando. Y no estés dudando. ¡No te preguntes!, porque con ello sólo estás -de alguna manera- “alentando” lo que ya Nuestro Padre -para ti- estuvo preparando.

¿Cuántas veces has escuchado que ya todo ha empezado?, porque es así. Es sólo que no te has dado cuenta; porque en ese ir y venir, y luego entregarte a la rutina, ¡uhm!, permites que -por momentos- algunas cosas que llegan, contaminan toda esa transparencia que ha empezado. Porque -amado hermano- en la esencia que mi Padre -en ti- ya desea estar mostrando; sentirás ¡y mostrarás! su complacencia. Y entonces entenderás cuando aquellas palabras a los que llamamos “Maestros” han estado expresando; que la perfección y el infinito amor que de El han recibido, que no es posible -y esto también yo te lo digo- que se quede aquí, sólo conmigo; porque ¡más y más! -al estarse fortaleciendo- ¡se va multiplicando y sigue creciendo!

Y siento en el corazón compartir; ¡que escuches -también tú- su voz! Y en ese verdadero vivir, adelante seguir y darte cuenta que ya ¡nada de aquí! te preocupa ni interesa. Así es amado hermano y eso empieza a suceder ¡poco a poco! Como tú permitas; ¡como desees! que tenga que crecer, porque hay quienes desean y están sintiendo, que cada vez más fuerte está creciendo y eso -a mi Padre- lo tiene ¡tan regocijado!

Por eso, en ese gran momento en el cual, ya de lo que contigo ha hablado y de lo que volverá a ser, ¡todo! estás permitiendo -amado hermano. En algunos empieza a crecer; en otros ¡tanto a fortalecer! Que como dije hace un instante; están empezando a saborear y están ¡curtiendo su alma como diamante! Y el momento ha llegado. Lo estarán mostrando. Mi Padre tan amado instrucciones ya ha estado dando. Es sólo que tu hermana, el momento está esperando y el momento en recibir la instrucción para empezar la acción; pero la acción de una manera que ni tú -amado hermano- lo estás imaginando.

Esta interpretación viene -has escuchado hablar que hablan de la Antifonía Sagrada- cuando empiezan a consagrar; pues ¡esto es a lo que se refiere tu hermana!, porque Nuestro Padre ya empezará a mostrar que lo que estuvo sucediendo y lo que tú estarás viviendo, importante es que no sólo atestigües, sino que ¡formes parte de él! y así, la gran conexión; porque la Rejilla Sagrada ya está plena y totalmente preparada.



21 de Octubre, 2015
Ángel Ráh.
Y entonces; todo aquello, lo que hasta hoy tú reconoces, se estará moviendo.

Importante es, que todo lo que esté sucediendo grabado en ti esté. Porque te lo digo hermano; que en su mayoría, todos ustedes, lo que han llegado a escuchar, han vivido un día en el cual tienden a olvidar. Y en esta tendencia extrema ¡ya no! para aquél que se ha elegido se permitirá. Eso te lo dice tu hermano.

¡Mira! Lo que estará sucediendo cuando empieces, ¡que comiences a dejar de ser humano!, que tú lo dices: “¡Eso lo estoy trabajando!” Lo que te has permitido hasta hoy, pues muchas cosas con gran rapidez ¡y te lo digo tal como es!, tendremos que retirarlo. Porque si ustedes escucharon que la avanzada gloriosa serían, ¡miren lo que está sucediendo! ¿Quiénes? se preguntaban. ¿Quiénes acompañarían? Si en ese vaivén, cuando se ha elevado la marea y han dicho: “¡Ya todo lo que he escuchado!, pues tan repetitivo ¿y quién quedará que lo crea?”

¡Pronto verán! que aquél que ha permanecido, lo que ha empezado a vivir -que aún no lo ha compartido- pero ya de la instrucción, cuando se indique que empiece la acción ante todo aquél, ¡aún el que no había escuchado!, porque ya se ha dicho que muchos más, ¡qué importa lo que ahora estén viendo! ¡Sucederá!, porque lo que escrito está y es la voluntad del “Yo Soy”, tiene su momento. ¡Y el gran resurgimiento! -aunque no lo crean- ¡está sucediendo! ¡Ya lo estás viviendo! Y el que está; el que ha permanecido y que no sólo ha pedido, ¡sino que ha hablado con El y también conmigo!, ¡porque lo he escuchado hermano! ¡Todo lo que has pedido!, yo te digo que es. ¡Se mostrará!, porque aquél que tiene corazón y espíritu aguerridoque viene y que ha escuchado las palabras del “Yo Soy” en la gran enseñanza de amor, que de tiempo en tiempo -así como hoy- éstas palabras, ¿cuántas más volverás a escuchar?, pero de otra forma será.

Espero que no seas ¡como aquél que se lamentará! Que sigas así; ¡con esa fuerza y firme!, porque entonces, entonces, con eso lo que estás mostrando es que -al decidir- que mira que “Aquél que todo lo puede” ¡eso es lo que ha estado esperando!, ¡y nosotros también! Ya lo dijo al que llaman “Maestro”; ¡con gran expectación! observando hemos estado, que lo que llaman “su libre albedrío” y así ¡a cada uno de ustedes! y cómo y de qué manera se estaban preparando. Porque una gran prueba les hemos de dar. ¡Que así sucedió! Que tan cerca hemos estado ¡y todo lo que en su interior estuvieron sintiendo y hablando!, estuvimos escuchando. Todo; todo lo que empezarán a ver -amados hermanos- ¡viene de El! Que aquél que se haya elegido, en esa gran transmutación vivirán, para luego caminar como un ¡verdadero elegido!

¡Todo lo que estás viendo! Lo que en este templo o como quieras llamarlo “cuerpo” está sucediendo, ¡eso pasará contigo! Nuevamente ¡tengo que mostrarlo!, porque -amado hermano- tu tendencia a olvidarlo. ¡Tú estás viendo cómo se está sacudiendo! Cuando lo vivas sabrás y entenderás lo que en su interior está fluyendo; ¡se está removiendo! ¡y si quieres llamarlo “renaciendo”!, pero es sólo para mostrarte cómo tú lo estarás viviendo. Y les dirás ¡todo lo que estás sintiendo!

Ahora, empiezas a recordar; es que en el gran plenilunio lo que sucederá. ¡Uhm! Lo que les mostrará será, porque lo que de El viene y se expresa, lo que sucede es que en esa ¡gran limpieza! lo cristalino, la transparencia para que haga su entrada esa ¡Gran Energía Diamantina que viene de la Gran Morada!, porque ¡es tanto lo que se aproxima!, que ya lo que llegó y que en aquél que lo permitió ¡se ancló!

Ahora ¡ah! y te preguntas: ¿Quien te está hablando? ¿Quién podría ser? ¡Ángel Ráh!, ¡tu hermano! ¡Que muy claro te lo dije!; que empezarían a verla ¡como si fuera un alebrije! ¡Y mira!, también te has dado cuenta cómo ¡todo ha cambiando! ¡De qué manera ahora te estoy hablando! ¡Recuerda!, que hablé de lo que te estaría mostrando ¡y cómo podría ser! A través de quién y de qué manera. También “cómo, cuándo y por qué”. Mas sigue la gran promesa: Que cuando tú ya estés viviendo en esa claridad, en el Gran Sendero ¡que hasta El te va a llevar!, también sabrías ¡quién es Ángel Ráh!

Toma en cuenta ¡que no importa lo que su templo en este instante sienta¡Es porque quiero mostrarte que necesario es que vivas esa gran limpieza!, ¡por todo lo que en ti vino a acumularse! ¡Por lo que permitiste que por eones y tantas distracciones! Mira, también has escuchado que todo sería erradicado, que el karma ¡del que tanto te habían hablado!, ya no sería más. ¡Pues que te quede muy claro!, que lo que en ti ¡tienes que limpiar para dejar de ser humano!, en esta gran oportunidad -si tú lo haces- será para que ya no vuelva ¡nunca jamás!, porque aquél que -a El- logre volver, todo lo que aquí vivió, ¡todo lo que llamas “cuentas” estarás saldando!

¡Fíjate bien de lo que te estoy hablando!, porque también te dije, que ¡de cada uno de ustedes!, escrito hay, de todo lo que han estado viviendo ¡y más! Ahora, luego de ello ¡ya sin ataduras!, volviendo a lo que “Aquél que todo lo ha creado” tú lo has escuchado y que llama a la cordura, lo que vive y está en su hijo tan amado; entonces, ¡entonces con nosotros estarás caminando! y todo, ¡toda la reacción!, será -amado hermano- ¡ahí, en donde está tu conexión!, entrando ¡toda la información por el chacra corona!, deslizando y llegando, luego de que ¡en gran limpieza al estarse filtrando! ¿Cuántas cosas hay dentro de ti?, que ni aún lo que llaman “la ciencia” han logrado descubrir: ¿Para qué? y ¿por qué? está en tu interior. Aún en lo que llaman “cerebro” ¡la glándula superior! que se ha de iluminar: ¡La pituitaria! Entonces, ¡la gran respuesta dará! y llegando ahí ¿cuántas veces los hemos escuchado decir?: “¡Siento que mi pecho está reventando!” ¡Eso es lo que ahora tú miras! Lo que en este cuerpo está sucediendo, pero es sólo que está reclamando, lo que ya ¡que en ti estará despertando! y en esa gran reacción, entonces escucharás su voz; la voz del “Yo Soy”.

¿Y por qué? ¿Por qué llega a ustedes el temor?, si escuchando están las palabras del “¡Yo Soy!” ¡Que mira que tan cercano estoy! ¡Ángel Ráh!, hablándote de esto continuará.

Ahora; muestra cómo, luego de todo esto -aquél que lo esté viviendo- estará resurgiendo, para escuchar con toda claridad de la Conciencia Cósmica ¡que ya he empezado a hablar! ¿Y cuenta te has dado? ¿De verdad lo has notado?, porque hermano; aquél que lo haya hecho ¡es mucho lo que ya ha avanzado! y lo que te tengo preparado lo estarás entendiendo. Ahora, espero estés preparado para lo que te estaré mostrando.

Que yo soy ¡Ángel Ráh!



21 de Octubre, 2015
Ketta/Aleshia (2).
Y luego de ello, ya no habrá más demostración; ¡no de ésta manera!, porque todo en ti empezará la acción.

Importante es que lo vivas. Lo empezara a sentir -aquél de mis hermanos- que en la Conciencia y en amor, ha empezado a caminar en este sendero.

Todo lo que mi Padre me está pidiendo y lo que estaré hablando; lo que te estaré mostrando, en gran acción -amado hermano- ¡ya será! Viviéndolo estarán.

Sólo te digo; que cuando sientas y vivas ese gran esfuerzo ¡tal cual como lo dijo el Maestro! vivas y te abandones al descanso, porque al sentir esa paz, en gran remanso -en ti- todo se estará reconectando.

Porque lo que estaremos empezando -dice mi Padre que es importante- que no sólo tu Ser, ¡también tu cuerpo se esté preparando!

Ahora, ¡no olvides que es de dentro hacia afuera! y para recibir lo que -de El- en ese gran momento viniera.

Cuenta te darás, que de inicio ¡tu respiración cambiará! ¿Acaso olvidaste que te compartí?, ¡que también el cuerpo físico!, en gran preparación también tendría que estar. ¡Pero no te preocupes!, que la acción mi Padre la dará.

Y que lo que en mi cuerpo he de compartirles ¡así se hará!

Todo eso; lo que tú -amado hermano- en estos días estarás viviendo, será por reacción de lo que ya terminó; ¡esa gran alineación! La conjunción, que ahora sus efectos ¡cada uno de ustedes está recibiendo! ¡Háganlo con infinito amor!

El gran cambio ¡empezó!



21 de Octubre, 2015
Leutón.
Porque aquél que no lo vivió; que no lo esté sintiendo; entonces ¡así de simple, rechazó! lo que de El -tan amorosamente- hasta aquí llegó; que han sido sus palabras: “¡A todos mis hijos sin excepción!” Pero hermano, de la manera como tú estés actuando, ahí estarás mostrando de qué manera y cómo lo estás utilizando. Que nosotros -como verdaderos centinelas- en gran amor, tal cual como El nos lo pidió y nos dijo: “Les entregas”.

Eso es; de esa manera es como Leutón actuó. Y aquél que con gran amor recibió, sabrá que no es ni será una quimera. En la gran verdad caminará ¡y te vuelvo a recordar!, con nosotros hablará.

Amado hermano, de la dimensión que te queremos mostrar; lo que llaman “Madre Terra” ¡escuchaste que había iniciado su ascensión!, ¡pero deseaba hacerlo contigo en unión! Tú estarás escuchando todo lo que sucedió. Lo que ahora está gravitando y que hasta ustedes se está acercando, ¡no sólo energía Gamma!, porque ¡en tal pureza! y todo aquél que a su “Yo Superior” llama, ya lo vivirá en gran unión.

Todo lo que nosotros preparamos y al hacer su reacción; de lo que la “Rejilla Sagrada” llamamos, también ¡hace su atracción! Estará haciendo una gran unión con lo que “Aquél que todo lo puede” ha enviado para ustedes.

¡No tienen idea!, porque entonces, en esa atracción ¡etérea! -para aquél que lo empiece a vivir- se empezará a unir con el gran fotón. ¡El protón en gran acción! y entonces, lo que ha estado reservado para aquél que se ha elegido ¡y que ha escuchado! del Cosmos Sagrado, nosotros -ya te lo dije una vez- como grandes centinelas, pero amorosamente ¡por ti esperando! La unión que se estará logrando; lo que tú llamas tu “Cordón de Plata” ¡mucho más! estará iluminando.

Ya la hermana sabe de qué manera ¡y dónde! la conexión empezará. La información se le estuvo entregando: Para quiénes la vivirán; cuándo y cómo será.

Esto es lo que tu hermano Leutón -con gran amor- te vino a compartir. Mucho de ello va a seguir. Es sólo que aquí, ¡fue poco lo que mostró!, pero lo que está viviendo; eso, será en el nombre y con el “Yo Soy”.

Eso te dice tu hermano Leutón.



21 de Octubre, 2015
Ketta/Aleshia (3).
Y mi Padre lo dijo; que la gravedad empezaría a cambiar ¡en gran sutileza! Pero ya se empezará a mostrar y en cada lugar -de manera especial- aquél que empieza, mi Padre ¡ya indicó cómo será!

Amados hermanos; que en las palmas de las manos, en cada uno de ustedes; aquél que seguirá adelante, ya se está activando lo que el disco solar -al estar emanando- Código Sagrado empezó a enviar.

Y te preguntas: “¿Cómo lo sabrás?” ¡Eso!, se empezará a mostrar tal cual, porque no sólo aquí -amado hermano- sino tal como lo ha dicho mi Padre: “En cada lugar donde lo pedí, ¡ahí!, a quien de esto tendría que hablar”.

Y si esto ya lo habías escuchado y lo habías presenciado, ahora; fractal por fractal, en gran unión se estarán mostrando, porque el Uno -mi Padre ¡tan amado!- luego de ello nos estará hablando.

¡Déjate llevar!, que lo que tú llamas “tu cuerpo”, desde éste instante y para dar testimonio ¡de lo que es Nuestro Padre!, ¡la enfermedad no!, no seguirá mostrando. ¡Eso no existe! No en ustedes, hermanos. No en aquél que sabe y desea caminar hacia El.

Siente cómo su energía ¡tan infinita! y su amor ¡te envuelve!, plena y total. ¡Todos tus cuerpos! Y en ese gran ensamble ¡tan amoroso!, la Alquimia de mi Padre se entrega y se muestra ¡en cada uno de ustedes! y en todo aquél que en éste instante lo sienta, ¡porque no hay distancia!

Con ustedes estoy en el nombre del “Yo Soy”.



21 de Octubre, 2015
Sananda.

Y el gran corazón hasta ti llega y se ancla en tu interior, porque yo -en éste instante de infinito amor- en el nombre de mi Padre ¡tan amado!, te estoy entregando lo que -de El- a todo hermano estoy enviando.

No hay en el infinito, ¡a donde yo te llevo!, nada más: ¡Sólo amor y unidad!

Esta alineación, que mostró -a El y para El- la gran unión, en ti -amado hermano- ¡también se estará mostrando! y en Gran Equilibrio ¡Sagrado!, seguirás tu camino.

¡Toma mi mano!, que a El te llevaré -bendito hermano- ¡y en ti me mostraré!, nuevamente.

Que yo soy ¡Sananda!, tu hermano.

La Llama Trina ¡en ti!, ¡en gran acción!, con todo el amor del “Yo Soy”.

Te dejo ¡todo mi amor! y mi vibración que te acompañará, para que logres nuevamente -con mi Padre- tu unión.

Que yo soy ¡Sananda! y esto lo sentirán todos mis hermanos.



21 de Octubre, 2015
Ketta/Aleshia (4).
Que verán la presencia. ¡Sí! ¡La verán!, aquellos que compartiendo están.

Y no hablo sólo de los que aquí se encuentran; porque ya aquellos hermanos con los que también en unión estaré caminando; también de su instrucción, lo que les están hablando, he de ir a compartir por lo que se estaba mostrando. Ya no será sólo aquí. ¿Cuántas veces lo han escuchado?, pero -en acción- esto ya ha iniciado.

Ahora, en éste instante, en éste momento; siente la energía de mi Padre y del Gran Maestro, que el venir a mostrar con infinito amor ¡todo lo que vino a entregar!, tal cual el momento ya es, para que cada uno empiece a ver, tal cual como lo mencionó: “Esto es lo que tú harás y mucho más”. Y luego de ello, se ha dicho, mucho han insistido que no es cierto; pero aquél que ha empezado a vivir y a caminar en gran acierto, ese es el que… al ver, sentir la verdad, la ha empezado a compartir, sólo con aquél que desea escuchar; aquél que -en el camino- también desea acompañar, a los que -de tiempo en tiempo- mi Padre tan amado ha deseado enviar, ¡uhm!; que sólo los ven y los sienten los que se han querido preparar; porque son ¡los que han sentido en su corazón y que han creído sin ver!

Ese es el principio del Gran Cambio de tu evolución. Y cuenta te darás que -lo que te estoy diciendo- es la verdad y lo hago con infinito amor, ¡porque eso es lo que me está haciendo sentir y me pide!, que también ¡que insista en compartir!, porque el gran momento lo estás empezando a vivir. ¡Que lo sientas! ¡Que te abraces a esa Gran Energía de Amor!, porque cada vez ¡más y más!, tu cuerpo vivirá esa sensación, esa vibración, que solamente lo da -en la verdad multidimensional- el “Yo Soy”. ¡El Gran Cosmos! -tal cual como hemos estado insistiendo- empezará a hablar, ¡pero en ti! amado hermano. ¡Déjalo! ¡Permite que se llegue a anclar en ti!, porque eres parte de ese Gran Universo, que así tal cual, como lo dijeron: ¡De una y mil formas mi Padre quiere hablarte y te lo muestra! Así, ¡así!, porque desea hacerlo a través de ti.

Y ahora… aún, aún mi templo está resintiendo ¡todo de lo que nuestros amados Maestros te han querido hablar! ¡Pero aquí está tu hermana!, que con tanto amor también desea mostrar ¡todo lo que está sintiendo y seguirte compartiendo! ¡Cuántas veces mi Padre lo ha dicho! Sé que algunos ¡aún! no lo han estado creyendo; mas ¡esa es tu decisión, amado hermano!

Lo que mi Padre estará mostrando, ¡llegado el gran momento!, yo sólo le pido que cuando sea su voluntad y a El esté volviendo, me permita llevar a aquél, ¡a aquél que lo esté deseando!, ¡que esté pidiendo desde lo más profundo de su corazón volver al hogar! Ese hogar ¡que tanto añoro! ¡Padre mío!, que lo hagas es tu voluntad, porque tal como lo has dicho; todavía aquí me has de necesitar y aquí estaré ¡firme!, porque sé que eres tú el que mueve ¡hasta la más profunda fibra de este corazón que te ha pertenecido eternamente! y que -al estar en esta ilusión- ¡se ha conmovido grandemente!, al ver ¿por qué mi hermano -volver a ti- tanto ha tardado? ¡Dales la fuerza! ¡Que seas tú el que -dentro de él- hable! y que permanezca ¡en tal firmeza!, para vivir ese gran momento; que tal cual como me lo has dicho: “¡Ahí te necesito! y ¡tienes que estar de una sola pieza!” Así, ¡así!, que ellos también lo sientan; todos mis hermanos que se hacen llamar “humanos”. ¡Dales -en su corazón- el gran recuerdo de la enseñanza del “Yo Soy”!

Y entonces, sabrán que sólo tú, ¡sólo tú, Padre mío!, eres, has sido, estás y estarás -desde la eternidad- ¡con cada uno de ellos! y que ahora sentirán todo resurgido ¡y caminarán! Y -de ti- ¡a todo hermano hablarán! ¡Compartirán, Padre mío! ¡Permite que el Gran Proyecto Shirón! -en tu infinito amor- ¡sea cumplido! Te lo pide tu hija ¡Aleshia de Shirón!, con infinito amor.



21 de Octubre, 2015
Saint Germain.
¡Entonces amados! ¡Amadísimos hermanos! Después de este gran sentir, aún en este cuerpo; en este templo de mi amada hermana ¡uhm!, que sigue aquí; viviendo lo que ya hemos insistido; ¡no más! Ya no mostrará.

¡Miren! Todo esto que sucedió -amados hermanos- ¡lo que cada uno de ustedes sintió!, nosotros ¡en gran unión! no sólo observando, también a cada uno de ustedes ¡tocando! con infinito amor. ¡Verán el gran resultado! ¡Sí amados!, porque mientras ustedes estuvieron escuchando, ya muchas cosas en ustedes estuvimos trabajando, ¡para la gran, gran preparación!

Es que después de todo lo que empiece a suceder; ¡sí, un Gran Llamado!, pero amados hermanos, mientras tanto ¡el cambio!, ¡la gran transmutación! y en éste lugar empezarán a ver ¡uhm! ¡una Gran Acción! ¡La habrá! ¡Duda no tengan! La vivirán. Aún algunos de ustedes que han dicho: “¡No! Algunas cosas aquí no deberían presentarse”. Que miren que lo he escuchado no sólo yo, ¡pero ya empezará a mostrarse!

No olviden que se ha dicho que lo que Nuestro Padre ha deseado y ha decidido, ¡aquí se estaría mostrando! Todo aquello que no sea en su nombre y en su infinito amor, ¡tengan por seguro que no estará! ¡No lo vivirán! ¡Aquí no! (Un teléfono empieza a timbrar).

Amados: ¿Cuántas veces? ¿Cuántas veces les hemos pedido?, que cuando estén aquí entregados ¡nos regalen un instante! ¡Olvídense de todo lo demás!, de esa ilusión. ¿Por qué?, ¿por qué amados hermanos han insistido? ¡No quieren eso cambiar!

¡Pero esa es su decisión! Nosotros ya empezamos la acción. ¡Por eso entonces no se pregunten!, porque algunos siguen insistiendo: “¿Por qué a mí no? ¿Por qué no ha sucedido?” ¡Pregúntate amado hermano!: ¿por qué eso no ha pasado contigo? Pero ¡te estás equivocando!, porque -si estás aquí- sigues escuchando, porque todo en ti está cambiando. ¡Permítete seguir adelante! ¡Abrir! ¡Dejar fluir todo aquello que viene de la Fuente! y que te hará brillar como diamante. ¡Deja que sea ya!, en ésta oportunidad que lo vivas. Que sea para ti ¡tan especial! para que vuelvas, amado hermano.

¡Y mira! ¡Habrá muchas ocasiones que necesario no será que estés de rodillas!, ¡porque es tu corazón! el que nosotros estamos viendo y el que está empezando a hacer esa gran acción, con la motivación, para luego hacer la expansión; ¡compartir con tu hermano! Eso es lo que estarás haciendo. Algunos de ustedes ¡ya empezó! y eso quiere decir que está dejando de ser humano, porque está empezando a vivir esa unión; ¡a pedir!, ¡a decretar! por todos en realidad. Y al hacerlo hermano, ¡ten la plena seguridad que lo estás haciendo también por ti! Porque eso es lo que has empezado a decir: “Todos somos Uno. Yo estoy en ti y tú estás en mí” ¡Y esa es la verdad! que se está empezando a mostrar.

Todo lo que ustedes vieron que se empezó a alinear; aquél que tiempo se dio, ¡aunque lo haya hecho por curiosidad!, pero lo que sintió, lo que vio, amados hermanos; miren, ¡ustedes verán! ¡Lo vivirán! ¡Así!, tal cual, se está empezando a equilibrar -aquí en lo terrenal- todo aquello que está llegando del Cosmos Sagrado y que con el núcleo que se está elevando -amados hermanos- en ustedes, en ustedes ¡gran reacción está detonando! ¡Y está sucediendo!

Sólo les digo: ¡Síganse preparando!, porque el Gran Llamado ¡sí!, yo les diré a dónde. ¿Cuándo? ¡Para nosotros no existe el tiempo!, para ustedes sí y eso es lo que están diciendo: “¿Cuándo será?” Ten por seguro -amado hermano- que si con el corazón lo estás deseando, ¡ahí estarás! Que miren que a todos ustedes -tal cual como lo ha dicho la hermana- porque esa fue la instrucción; los ha estado invitando; pero nosotros sabemos quienes estarán.

Amados; que no te preocupe de lo terrenal; lo que tú estás pensando que limitada estás. ¡No es así! ¡No te equivoques! ¡De nosotros lo tendrás! De Nuestro Padre tan amado les va a llegar. Sólo ¡sigan así!, ¡con corazón abierto!, porque ¡te he de necesitar! ¡Ya te lo dije! Amados hermanos, y así le dije; que con ojos cerrados, para que no se fuera a equivocar.

Miren; ¡todos ustedes!, ¡todos! lo habrán de vivir. ¡Pero que sea en esta oportunidad y aquí! Porque ya lo dijo la hermana y es verdad: Todos en el camino hacia Nuestro Padre, hacia el “Yo Soy” van. ¿Pero quien? ¿Quien de ustedes ha decidido que sea en el aquí? ¡En el ahora! ¡En el tiempo! que están viviendo, del no-tiempo. Amados; lo que les estoy preparando ¡ya está listo! ¡Está dispuesto! Sólo a ustedes los estoy esperando. Y lo vivirán.

¡Asombrosamente dirán!: “Esto es tan maravilloso”. Y yo te digo; te prevengo; ¡eso es lo que Nuestro Padre para ti siempre lo ha dicho, amado hijo tengo! Cuando yo lo escuché; por eso me prometí y me dije: “¡Lo cumpliré! ¡Sí! ¡Lo haré! ¡A El volveré! ¡Sí! ¡Me dedicaré! ¡Compartiré y mostraré a mis hermanos!”, que -cuando dejen de ser humanos- todo de El tal cual.

¿Cuántas cosas se han dicho de tu hermano Saint Germain? ¿Cuántas? Que si ha hecho; que si se mostró; que si les habló; que si ¡la juventud eterna! ¡Uhm! Y aquél que todavía está en vanidad, sobre todo ustedes -mis pequeñas hermanas- han pensado: “¿Cuándo nos dirá?” Amados; ¡amadas! ¡Todo eso tu hermano les compartirá!, porque en aquél que hacia El, hacia Nuestro Padre desea caminar, no hay nada que detenga. Y no hay enfermedad. ¡No existe!, para aquél espíritu que tan transparente y limpio, ¡cristalino! a Él desea regresar; tal cual como llegó. Y para eso traemos para ustedes la enseñanza del “Yo Soy”: En tu corazón y dentro de ti está la Gran Presencia Divina.

Y miren; le pido a mi hermana, porque aparentemente escuchando no está (una hermana nueva, aparentemente dormida, que sufría de cáncer). No se confundan hermanos. ¡Así quería tenerla! (el Maestro camina hasta ella y le habla dulcemente). Y te digo: “El “Yo Soy” está contigo. No hay nada, nada porque en ti está cautivo, que el Padre y tu hermano están contigo. ¡Todo!, todo está andando; mas tú permite que tu corazón también esté sanando. ¡Suelta! Suelta aquello que tanto estuviste, de lo que te estás aferrando; ¡yo me lo llevo! Que sea tu deseo ya en este instante estar soltando y verás como todo en ti estará cambiando. Mira, que quien te habla ¡es tu hermano! ¡Saint Germain! No olvides. ¡Mírate amada hermana! ¡Qué importa que sepa por qué todo esto estuvo en ti! En Misericordia Divina y la Alquimia, volverá todo a revivir. Estarás ¡tan cristalina! ¡Y así es! ¡Así será! Tú sabrás “por qué” y “para qué” El te trajo aquí y tu hermano contigo desea compartir. ¡Me lo llevo!

¡No pasa nada! ¡Todo está bien! Ahora les digo: ¡Esto fue de manera especial!, porque Nuestro Padre y tu hermano ¡contigo vamos a hablar! Esa experiencia de amor no es sólo en ésta ocasión. Te diremos por qué -amada hermana- porque ¡ahora, con gran alegría!, a todos ustedes les diré que el gran día ¡acercándose está!

Todo lo que aquí comience a suceder ¡ustedes lo compartirán! Su hermano Saint Germain también llevará ¡al igual que mi hermano!, para todos ustedes que son humanos. ¡Dejen de serlo! Yo los llevaré; cuando tú decidas que sea tu momento. Que miren; formarán parte de un ¡Gran Regimiento de Amor! ¡La Gran compasión del “Yo Soy” se estará mostrando! ¡Uhm! Y sabrán por qué lo digo; muy pronto, amados hermanos.

Y dejo en ustedes ¡la Llama Violeta!, que en gran transmutación y en elevación, tal cual como en ella -que aún no decreta- pero que en su corazón me lo pidió. ¡Lo estará viviendo! ¡Dará testimonio! de lo que aquí, en ella estuvo sucediendo; amados, por voluntad de Nuestro Padre. ¡Y la Gran Amatista!, que irradiando está ¡para todos ustedes!, en gran amor y unidad.

Que yo soy Saint Germain.



21 de Octubre, 2015
Ketta/Aleshia (5).
Que primero pensarán que serán unos pocos, unos miles; pero luego escucharán cómo cada vez más y más en gran aceleración, el Gran Cambio estarán mostrando.

Pero que tú -amado hermano- que habías estado escuchando ya con antelación; tal cual -para que no lo olvides- se te insiste que en la Gran Avanzada ahí estarás; porque al recibir esa gran miríada, serás ¡no uno más!, sino ¡de gran importancia! Y entonces, verdaderamente entenderás, que lo que mi Padre te entrega es en abundancia; inagotable.

Que cuando tú te dejas llevar, hace que desde lo más profundo de tu Ser, uniendo ¡todos tus cuerpos!, también el físico hable y eso es lo que hará. Cuenta te darás. Tan sencillo te resultará. Pero entonces, en ese instante, también sabrás que es mi Padre el que en ti se empieza a mostrar.

Tanto ha sido ésta -la insistencia- para que no olvides que de El tienes su esencia y que es El, el que a través -siempre en gran inspiración- te irá llevando; guiando; para que -a la vez que cumplas tu misión- vivas amorosamente tu evolución y entonces dejes ésta ilusión. Y ahí es donde también verás que somos eternos, como El.

Amado hermano; dice mi Padre que de verdad, de verdad estés preparado. Que ahora, lo que empiece a suceder, también en el exterior; recuerda que viene de El con mucho amor, porque también aquí se empezará a sentir y empezaremos a vivir la Gran Alineación.

Que hay ¡mucho más por compartir!, pero que esta vez no será. Que todo lo que se te entregó y de lo que se te habló, fue en gran sutileza, porque luego vendrá y sentirás la fuerza; pero que por hoy te permitas descansar, sentir y vibrar, en el amor que El nos da.

Que lo que sientas su presencia, porque siempre ha estado. De El nunca tendrás ausencia, amado hermano y así, ¡así!, como estar conversando; así es como El te estará hablando.

Que no olvides que -en la aparente tranquilidad- siempre estará esa paz, pero luego -al estarte moviendo- ¡en Gran Acción mi Padre -a todos ustedes- los llevará!

Que no olviden esto, porque aquél que recibió, ¡gran sacudida! ¡Uhm! Y aquí está su hermana para acompañar y escuchar ¡atenta!

Eso es lo que me dicen. Créanme, no importa. Tiempo habrá; porque -lo que de El vendrá- a algunos de ustedes ¡sí, un poco los sobresaltará! Por eso dice e insiste, que ahorita se entreguen a esta tranquilidad.

Y les agradezco infinitamente haber acompañado.



El Código Sagrado que se está accionando, no es ni siquiera, ni de la Atlántida, ni viene de la Lemuria; ¡es mucho más! No es ancestral. ¡Es de la eternidad!

Mucho se han equivocado cuando lo han mencionado, pero -de tiempo en tiempo- a aquellos que ya es su momento, les ha quedado muy claro.

Eso son cosas que muchos, ¡su gran mayoría! no lo han escuchado, porque escrito no ha quedado. Pero ahora mi Padre lo pide; dice que tiene que quedar, pero sabemos que para la posteridad, nuevamente sólo tendrá acceso aquél que se elegirá. Mas no importa; es su deseo y yo estoy aquí para cumplir su voluntad. Esto que escucharon ¡y más!, que su hermana les compartirá.

Ha habido muchas palabras que llevan una gran profundidad. Ya lo había dicho; sólo les pido que en ello quieran reflexionar; que realmente en el Gran Legado de la enseñanza del “Yo Soy”, amado hermano, todo siempre te ha sido mostrado. Es sólo que atento no has estado, ni tampoco has escuchado.

Pero ahora, ahora que también -a la par- mi Padre desea que aquél que quiere seguir su caminar también esté mostrando ¡en lo físico!, ¡que eso es lo que a ustedes siempre les ha estado gustando!, en la apariencia que se muestre ¡y la luminosidad! de aquél que en su nombre venga, para que le muestre que no es terrenal, ¡que no es terrestre! ¡Eso lo verán! ¡Claro que lo verán!, pero llegado el gran momento. Algunos de manera individual, pero -en el gran momento- ¡a todos se les mostrará!

Eso es lo que mi Padre está diciendo y estará sucediendo. Estará sucediendo; pero entonces, en la gran demostración. Después de ello, ustedes serán quienes llevarán la enseñanza. Su hermana les hablará, pero de otra manera; ¡porque todo va a cambiar!

Mas ahora -amados hermanos- ¡juntos seguiremos nuestro caminar! Es la voluntad de mi Padre y sé que ustedes están dispuestos ¡y la cumplirán!

Gracias por estar aquí. Gracias por escuchar. Gracias por acompañar. Bendito mi Padre, porque hoy, hoy se hizo presente, y se cumplirá su voluntad. Porque así será, con más fuerza; con todos ustedes.


Y aún desea entregar poco más; es sólo el don de quien lo muestra. Lo que su hermana les dijo es verdad. (Grandes sacudimientos y movimientos en Nelly).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario