7 de junio de 2017

Canalización del 31 de Mayo de 2017.

Mayo 31, 2017
Aleshia/Enriqueta (1).

… cuántos y cuántos hermanos han buscado tanto; lo que dije hace un instante: van a un lugar, van a otro. ¡Se vale! ¡No pasa nada! El problema es -hermanos- en que al estar tanto en la búsqueda y no entres en esa confusión de tanta información; porque luego en un lugar te dicen una cosa, en otro lugar escuchas otra. La verdad de Nuestro Padre es única, es verdadera, y esa yo no te voy a decir que la vas a encontrar aquí nada más; porque lo que nuestros Maestros nos comparten ¡viene de Él!

Yo siempre le he pedido que sea de Él y nada más de Él; lo que en un momento dado empiezo a sentir y empiezo a compartirles, ¡pero también la pueden escuchar en algún otro lugar! Eres tú el que se va a dar cuenta, porque las palabras pueden no ser las mismas, pero lo que conlleva; el fin, a lo que nosotros deseamos que cada uno de nosotros entienda, ¡es el mismo!

Es por eso que nos dicen: no religiones, pero respetando todavía más eso; nuestros amados Maestros al irse encarnando tanto en el Oriente como en el Occidente, ¡ellos lo hacen para cada uno de nosotros!, para cada religión, porque ellos lo que desean ¡es que lo sientas en tu corazón!; que sientas esa Energía tan grande; ¡que sientas a Nuestro Padre!; ¡que empieces a elevarla!, para que empieces a vivir todo ello, de lo que nos hablan.

¡Y bueno!, en cada uno está la decisión de qué manera quiere buscar; porque finalmente llega el instante en que la venda se cae de los ojos, y entonces nos damos cuenta ¡en qué hemos estado equivocados!; ¡a qué es a lo que nos hemos estado aferrando!, que no debe de ser.

Y hoy por hoy, ¡hay tantas oportunidades!; han surgido tantas, hay tantos hermanos que su deseo de compartir, ¡pero hay que tener cuidado!, por aquellos que han empezado a ¡comercializar!, a llevarlo a cabo de una manera… como si a Nuestro Padre se le pudiera evaluar. El ¡lo es todo! El ¡es único!, y todo lo que nos entrega y todo lo que nos da, ¡no tiene precio! ¡No lo podemos pagar!

¡Claro que sí es importante! que nos podamos compartir, ayudar; que el lugar que en un momento El ha elegido sea nuestro sentir; que esté presentable; ¡que se sienta su Presencia!, ¡su Energía!, ¡su Amor!; ¡pero el templo!, ¡el más importante!, ¡el que hay que cuidar!, ¡el que día con día hay que limpiar! ¡y hay que purificar!, ¡es nuestro cuerpo!, ¡es nuestro interior!, ¡porque ahí es donde habita Nuestro Padre!; ¡ahí es donde se encuentra!, y si nosotros lo ensuciamos por dentro con esos pensamientos, con esas emociones ¡que no soltamos!, ¡a las que nos aferramos!, ¿cómo entonces pretendemos? y decimos ¡que mucho! del amor que nos ofrece y de lo que nos pide que hagamos, ya hacerlo, de verdad es lo que queremos, pero sin antes empezar por nosotros mismos.

Bien nos han dicho nuestros Maestros, Nuestro Padre mismo: “¿Cómo pretendes ayudar a tu hermano, sin antes ayudarte a ti mismo?” Si no has empezado por ¡purificar y por limpiar!, porque por cuanto tú insistas en ello y lo hagas, cuando menos lo sientas va a llegar el instante, ese Momento Divino, maravilloso, en el cual todo se va a expandir.

Va a ser ¡una Gran Explosión de Amor! ¡Y date cuenta!, ¡que los mismos hermanos que están a tu alrededor te lo empiezan a decir!: “Estás tan distinto. Te noto diferente, ¡pero con más Luz!” ¡Sí! Es una expresión, ¡pero es verdad!, porque empiezas a permitir que toda esa Energía, ¡esa Luz!, primero para ti se empiece a mostrar, ¡y viene desde dentro! hacia afuera, y cuando tú estás ¡firme!, ¡fuerte!, en esa intención, ¡no habrá nada que te detenga!

Porque Nuestro Padre eso es lo que de cada uno de nosotros desea, y nuestros amados Maestros -que son sus Enviados- ¡vienen a compartirlo! ¡Éste es el tiempo! en el cual nos han, en repetidas ocasiones nos lo han dicho: ¡vienen a mostrarnos!, ¡a decirnos! de qué manera lograrlo.

Aquí, en ésta ilusión, porque estamos viviendo en la grandeza de un Nuevo Día. Ese día que ¡ya ha hecho a un lado toda la oscuridad!, toda la densidad ¡que aún patalea!; ¡que aún ha hecho intentos!, y tal como lo ha dicho nuestro Maestro: “Esos traviesos ¡bien que nos han venido a atacar!”

¡Pero en nosotros está! ¡Ese es el Gran Trabajo que nos han pedido! ¡Esa es la batalla de la que tanto nos hablaron que íbamos a librar!, con nosotros mismos, amados hermanos. Y luego, cuando ya estás consciente de ello; ¡cuando ya estés firme y decidido!, entonces, entonces, compartir con tus hermanos; ¡hablarles de todo ello!, ¡hacerles sentir!

Que mira que cuando tú ya estés ¡completamente entregado!, donde quiera que vayas, al lugar donde tú te encuentres, será el momento en que no será necesario ni siquiera que alguna palabra externes; ¡con la sola presencia se hará sentir esa Energía de Amor!, de unidad, del perdón, para seguir caminando en esa libertad. Esa, la verdadera, la que Nuestro Padre nos entregó.

Y hoy, ¡éste es el tiempo!, ¡éste es el día!, donde ¡claro!, de cada uno de nosotros depende encontrarlo; llegar en el camino, en el correcto; el que vaya hacia Él directo; porque -como les decía hace un instante- ¡hay tantos y tantos, ¡bendito mi Padre!, oportunidades para elegir de qué manera para llegar a su lado quieres seguir; pero que sea realmente, ¡que venga de Él!

Y es verdad; te lo empieza a mostrar; te entrega; te acerca lo que tú tengas que leer ¡para que empieces a recordar!; para que ese conocimiento nuevamente en ti empiece a mover todas esas fibras internas; pero hacerlo siempre siguiendo su Voluntad; siguiendo su guía; su inspiración.

Y también ha enviado ¿por qué no?, hermanos que han venido a compartirnos. Hay algunos que han dicho que en su nombre aquí están. ¡Todos los que aquí estamos somos sus hijos! A algunos les ha pedido -porque esa es su Voluntad- que lo que ya han entendido, que lo que ya han abierto, ¡vengan a compartirlo! Y ahí es donde también -amado hermano- radica tu trabajo: ¡sentirlo!; sentir lo que es verdadero.

No olvides que tal como lo dijo el Maestro Sananda: “Y surgirán falsos Profetas”. Y ahí es donde entra la confusión, porque nos volvemos a preguntar: “¿En dónde está la verdad?, ¡no dejarme llevar por la razón!; ¡que sea la intuición la que me indique!; ¡que escuche la voz de mi corazón!, qué es lo que realmente viene de Él, de Nuestro Padre tan amado”.

¡Ese es! -amado hermano- tu trabajo. Eso es lo que tienes tú que entender. ¿Y cómo darte cuenta si vas por la línea correcta? ¡Empezarás a sentir!, además de que te lo empezarán a decir, de toda esa Luz, de toda esa Energía de Amor ¡que empiezas a emanar!; ¡porque nunca engaña el corazón! El siempre, ¡siempre! está hecho y te habla precisamente en amor y en la verdad. Y cada uno de nosotros elegirá si realmente queremos que sea éste nuestro momento, o seguiremos buscando… una nueva oportunidad.

Así ha sido de tiempo en tiempo. Aquellos que todo eso han vencido, ¡ahí están nuestros amados Maestros!, que con infinito amor nos hablan de todo ello, ¡de qué manera cada uno lo logró! ¡Cómo se han presentado y a través de cuántos hermanos benditos!, ¡mensajes nos han dejado!; en los que nos indican de qué manera ¡y cómo ellos también estuvieron buscando! ¡Pero cómo Nuestro Padre les fue dando señales! Y ahora también los envía, para que compartan con nosotros y que llegue el Gran Momento en que ¡nos veamos iguales! ¡Que lo somos!, pero no nos lo creemos. Todavía pensamos que hay limitación.

Es por eso que permitirnos que hasta las enfermedades nos ataquen a nuestro cuerpo, por esas mismas emociones en las cuales cargamos tristeza, dolor, confusión, ¡resentimiento!... y buscamos alguien que nos ayude; cuando ahora es el tiempo -que nos dice Nuestro Padre: “Y ya contigo puedes hacerlo”.

Y hermanos; no se pregunten: “¿Y cómo?, ¿de qué manera?”, aquellos que han sentido ¡tanto! la emoción y el deseo de seguir buscando, ¡también Nuestro Padre les ha acercado!, que si le quieres llamar “información”, la forma en la cual podemos ayudarnos ¡e irnos liberando!

Digo todo esto porque en todos estos días; todo lo que se ha estado moviendo, ¡de cómo nos hemos estado sintiendo!; ¡cuántas preguntas!, a las que muchas de ellas respuestas no las hemos tenido aún, ¡pero llegarán!; ¡las tendrán!; ¡las tendremos!

Cada día es una nueva oportunidad; una nueva oportunidad ¡para agradecer!, agradecerle a Nuestro Padre ¡todo lo que ha hecho por nosotros!; ¡todo lo que nos ha entregado! y que tal como nos han dicho, también ¡nos dejaran un Gran Legado! Como aquél al que también mucho nos hemos aferrado; ¡a esas profecías!; ¡a esos mensajes!, que aunque no lo crean, también llegan y nos comparten en estos días, pero de los cuales también surge tanta confusión; porque para compartirlo somos tantos, ¡más de dos! Tú bien lo sabes, por qué lo digo.

Habrá quienes se acerquen y te digan: “La verdad ¡la traigo yo!” Pero cuando tú escuches ello, date cuenta -hermano- que te están mintiendo, ¡porque yo no me atrevería a decirte!: “La verdad está conmigo”. ¡La verdad la tiene Nuestro Padre y es la que me entrega y nos entrega a todos por igual! ¡A todos!, sin excepción.

Cada vez que escucho: “Defiende tu verdad”. ¿Mi verdad? Puedo tener una versión de lo que me han entregado; de lo que he escuchado; ¡de lo que estoy pensando que es mi misión!; ¡pero la verdad!, ¡la verdad mi Padre la estará mostrando!, y no sólo a mí, a cada uno de ustedes, conforme sea el momento, y para seguir adelante, por todo lo que estará llegando.

Y quizá pudieras pensar que de tanto que he dicho, no he dicho nada en concreto; pero realmente hermano, todo lo que Nuestro Padre ha enviado, ¡toda causa tiene un efecto!, y el efecto ya lo estamos viviendo. Tenemos, querremos dar cuenta, con uno querramos entender, es distinto, pero éste es el tiempo, el Gran Tiempo en el que nuevamente ¡toda la verdad! se estará mostrando. ¡Ha empezado ya! y aquél que así lo sienta ¡se estará liberando!, ¡se estará iluminando!

¡Nuestro Padre es tan grande y tan amoroso! Yo siempre habré de mencionarlo, ¡porque siento desde lo más profundo de mi corazón!, ¡aquí en mi interior!, que en su nombre aquí estoy; que es Él el que me dirige; que es Él que me lleva, y cometo mis errores, ¡me caigo!, ¡me vuelvo a levantar!, porque El es el que me da la fuerza para seguir en mi caminar, y ha enviado a mis amados Maestros, ¡para que no solamente a mí!, ¡sino a todos nosotros!, ¡nos guíen!, ¡nos hablen!, ¡nos compartan!

Lo único que tenemos que hacer es abrir nuestro entendimiento, nuestro corazón, nuestros oídos, y entonces todo, todo en cada uno lo empezarás a sentir. Algunos ¡han empezado ya!, pero aún seguimos errando, resbalando, pero que sea la fortaleza; que sea la fuerza ¡y esa fe tan grande!, que no termine, para seguir adelante. Dejar que sea El el que nos guíe; que sea Nuestro Padre, y el guía que haya enviado; porque en cada uno de ustedes -así de misericordioso es- para no permitir que solo estés.

No sólo El, sino también algunos -de pequeños- nos hablaban de “Nuestro Ángel de la Guarda”, de nuestro ahora nuestro guía que nos acompañe. ¿Sabías que eres tú mismo? ¿Sabías que es tu Consciencia elevada? ¿Sabías que tu Ser ¡en otras Dimensiones! están llevando a cabo ese trabajo maravilloso? Y cuando ven que aquí en ésta Dimensión -al estar caminando tan desfasados- empezamos paso a paso el camino a acelerarlo, nos empezamos a acercar para volvernos a unir.

¡Es por eso que te hablan de tu “Yo Superior”! Y Nuestro Padre con infinito amor, ¡ahh!, ¡todo!, que en esa información ¡es la verdad absoluta! ¡Pero cuando no queremos escuchar!; ¡cuando estamos tan distraídos!, pues ni eso empezamos a recordar; pero cuando empiezas a vivir en ese infinito amor -aún estando aquí- empieza a suceder ese Gran Milagro: ¡resurges!, ¡te elevas!, y si tú supieras que tu Ser, esa Esencia, esa Energía maravillosa; ese “Yo Superior” está ¡tan cercano!, ¡que podemos tocarlo!

Pero si sigues pensando: “¿Cómo es eso? ¡Es imposible! ¡No puede ser!” Con esos pensamientos sigues en esa tendencia de todo ello alejarlo; de detenerlo; ¡de que permanezca ahí suspendido!, y no permitirte empezar a vivir todo, todo eso tan bello. Pero ya es el tiempo; es el Gran Tiempo.

¿Y sabes?, te han dicho: “Tienes que meditar. Tienes que hacer tantas cosas”, pero ¿sabes qué es tan importante?: que permitas que en tu corazón solamente haya amor. ¡Amor primero para ti mismo!, ¡y luego para los demás! Que cada día, ¡cada cosa que tú hagas sea en amor!; cada pensamiento que llegue hasta ti sea ¡por amor!; cada acción que lleves a cabo ¡sea en tan bendito amor!, alejando cualquier otra emoción.

Y ello te trae por consecuencia esa Luz en la Esencia, y entonces te empieza a pedir, empiezas a sentir ¡qué es lo que es necesario para ti!, porque el cuerpo comienza a ser cada vez ¡más y más sutil!, en esa entrega amorosa.

Y también se abren los dones; aquellos que alejamos por tantas distracciones; porque empezamos a pensar que no teníamos derecho, y en nuestro cuerpo, en nuestro interior lo empezamos a limitar, de todo ello, que Nuestro Padre nos entregó.

Ahora con tantas alineaciones, con tantos movimientos, tanta Energía, tanta Luz que nos llega, en algunos hermanos ya ha empezado a tener esa Consecuencia Divina; inclusive en aquellos que ni siquiera están entendiendo qué es lo que les está sucediendo; ¡pero hay otros que están buscando desesperadamente!, y que ello que escuchan, dicen: “¡Ya no más! ¡Quiero escuchar más! ¡Quiero abrir! ¡Quiero saber! ¡Quiero que me den una respuesta literal!”, sin preguntarte primero: “¿Para ello preparado ya estás, realmente?”

Si tienes el corazón tan valiente y si eres ¡tan osado!, entonces ¿te has preguntado?: ¿cómo tu cuerpo prepararlo? ¿Cómo tu interior?, para que empiece a fluir ¡hacia afuera todo eso que viene de Él! y que te dio.

Todo lleva una preparación. Tú no pienses -amado hermano- al ver a algún hermano que esté mostrando algún don: “¿Qué es así nada más porque sí?” ¡No! ¡Ya llevó su preparación!, y ahora aquí, en éste tiempo, es una nueva oportunidad para que lo que esté viviendo lo empiece a compartir; a mostrar; pero todo en infinito amor.

¡Y ahí también conlleva una Gran Responsabilidad!, porque como lo dijo el Maestro Saint Germain: “No pienses, cuando tú veas y sientas toda esa Energía maravillosa. ¡Sí! ¡Agradecerle a Nuestro Padre!, pero también pídele que te guíe; ¡que te de esa fuerza!, ¡para que nada! para llegar hasta Él te desvíe; porque cuanto más sigas abriendo, siempre habrá algo”.

Siempre es necesario que sigas luchando, ¡hasta que logres tu completa liberación! ¡Hasta que sepas y sientas que estás muy por encima ya de todas estas emociones!, de toda ésta densidad; ¡que ya lograste el Equilibrio Sagrado!; ¡esa Gran Maestría! que ellos lograron.

Porque también corremos el riesgo de creer y pensar “¡que somos distintos!, ¡que en nosotros hay más!” ¡No te confíes!, porque entonces ahí ¡el ego es el que te está hablando! ¿Y dónde quedó la humildad? Esa humildad ¡que tiene que ir acompañando al Gran Amor!; que al sentirlo -día a día- hemos de mostrar; de compartir. Y si vas descubriendo la forma, la manera de cómo seguir abriendo, ¡bendito Nuestro Padre!, pero más y más ¡abrázate a Él!; ¡a ese guía que está contigo!; ¡porque también corres el riesgo de pensar!, de decidir y decir: “¡Ya no necesito a nadie más!”

¡Sí!, ¡es un trabajo constante!, ¡es individual!, pero es en el sentir, en el interior, porque Nuestro Padre ¡más y más te va de ello a hablar!, y nuestros amados Maestros ¡también! Aquél con el que ¡más te sientas en conexión!, ¡con el que más te vas a identificar!; ¡que bendito El!, que siempre hay un Maestro que está dispuesto a cada uno de nosotros ayudar, ¡y más de uno!

En nosotros está sentirlo, saberlo, ¡tomarlo!, ¡aceptarlo!, y solicitar cada vez más; ¡decretar toda la Luz de Nuestro Padre!; que venga de Él, y de nuestros guías; esos Seres tan amorosos ¡que con nosotros caminan!

Es por eso que te pido -amado hermano, amada hermana- ¡no te confundas!; ¡déjate llevar!; ¡abandónate a Nuestro Padre!, que El te va a indicar. Y aquél amado Maestro con el cual ya habías empezado a trabajar; que te seguirá hablando; que te seguirá guiando; que te seguirá llevando, amorosamente.

Ahí es donde tú te vas a dar cuenta; porque cuanto más lo permitas, irá fluyendo, sentirás su cercanía, ¡escucharás sus palabras que te guían literalmente! ¿Cuántas veces no te ha sucedido?, que de momento escuchas que te llaman; cuando estás en tu soledad, de momento escuchas tu nombre, y sientes esa prisa amorosa, porque sé que a la gran mayoría le ha sucedido. ¡Que si no lo sabré!, amados hermanos; ¡es porque están contigo!

Y cuando eso suceda; acepta, agradece a Nuestro Padre y nuevamente sólo pídele que venga de Él; que sea aquél guía que te instruirá; que te guiará en ese camino bendito, y que cuando vivas momentos difíciles -porque han pasado ¡y pasarán!- lo sientas ahí; ¡con esa fuerza!, ¡esa Gran Fortaleza para seguir adelante y no sucumbir!

No sucumbir a cualquier situación; porque las trampas que nos pone tanto el ego, como esos Seres traviesos, siempre han sucedido, y aún más cuando ven y saben que estás ¡tan decidido a seguir adelante en el amor de Nuestro Padre!, no importando ¡nada más!; cuando se dan cuenta que para ti ¡ya eso es una prioridad!, el dejarte guiar.

Y ahí es cuando también te digo: si estás atento a su voz, El ¡no permitirá que te dejes engañar! Y mas si tú quieres experimentar, ¡puedes hacerlo! Nuestro Padre dijo que hoy es el tiempo y lo será, y que conforme a lo que tú habías avanzado encontrarías tu lugar, y aquellos que ya estuvieran en ese momento decisivo, son los que estarán frente a mi Padre bendito, y viviendo ¡psh!, ¡todo de Él en el Infinito!

¿Qué más puedo decirles?, aunque haya días en que la batalla sea tan dura ¡contigo mismo!, ¡psh!, por tantas conjeturas, por tantas situaciones; por una y mil confusiones; pero si tú sabes y sigues firme en el amor de Nuestro Padre, siempre te estará hablando, y te da una señal, aún aquí -en ésta ilusión- y eso tú lo sentirás, ¡tú lo sabrás! Está sucediendo.

De los que aquí nos encontramos, sé que más de dos lo han estado viviendo, y ahí es donde empiezas a vivir todas esas causalidades, ¡todas esas sincronicidades!, y es maravilloso, porque ya lo dijo Nuestro Padre: “Para vivir todo ello, ¡ya no hay marcha atrás!” Es el Gran Momento en el que aquí viviremos en su infinita verdad; la única y total.

Y cualquier situación que intentara intervenir o detener, Nuestro Padre ¡no lo va a permitir! Siempre va a anteponer lo que tú llamas “su protección”, que sólo es su infinito amor; porque ya lo dijo: “No permitirá que nadie arrebate de Él a su hijo; aquél que es su momento, su Gran Momento de que viva el resurgimiento, su liberación”.

Hay muchas formas de hablarles ¡y muchas cosas más!, maneras de mostrarles; pero cada uno de nosotros trae una instrucción firme y total, de acuerdo a tu preparación, como tú lo has querido llevar; ahí donde te has querido acercar.

Algunos se han preguntado: “¿Qué tan importante pudiera ser de los Maestros que nos han hablado, y entonces, qué de los hermanos, aquellos que con nosotros se han contactado?” Mira hermano; es por eso que te digo, al inicio de ésta charla amorosa: ¡todo es importante!, ¡y muy relevante!, pero para cada uno de ustedes, tal como la preparación quiere llevar, así es como Nuestro Padre te mostrará.

Y nosotros, ¡todos nosotros estamos aquí!, para de lo que hay en nuestro corazón; del entendimiento, a su total y profundo amor que traemos para ti; lo que han avanzado aquellos a quienes “Hermanos Mayores” has llamado. Ellos también están compartiendo. Ellos también se han acercado con aquellos que para vivirlo se habían preparado; aquellos que decidieron de esa manera compartir con su hermano.

Si tú quieres que en esa forma sentirlo, ¡mostrarlo!; el avance de la Tecnología, yo te diría: lo que yo te traigo -del infinito amor de mi Padre- es el perdón y la libertad ¡y la Alquimia!, la Alquimia para lograr; ¡lograr separar!, ¡despojar a tu cuerpo de todo aquello que no le estaba permitiendo lograr lo perfecto!

Ahí también están las respuestas; porque al ir separando, ¡al ir sacando todo aquello que traes a cuestas!, empiezas a permitir que tu cuerpo sea más sutil; empiezas a conectar ¡con la Inmensidad!, ¡y con nosotros mismos!, que de ello te venimos a hablar.

Cuando eso sucede, entonces, entonces -amado hermano- todo esto de lo que te hablamos lo estarás logrando: tu cuerpo elevarlo; a comunicarte con tu hermano ¡sin hablar!; a mirar y observar todo lo que sucede ¡no sólo en ti!, también en tus hermanos, ¡y mucho más!, ¡mucho más! ¡Pero en todos y cada uno empezará a suceder por igual!

Es por eso que les pedimos seguir en esa preparación; pero sobretodo ¡sintiendo el infinito amor! Amor, amor es la respuesta; ¡amor es la clave secreta! Amor ¡por entero! Amor por todos ¡y cada uno!, y entonces se irá abriendo -paso a paso- esas puertas que se habían cerrado. ¡Verás cómo estará sucediendo!

Y aquí estoy, ¡con el más grande amor!, acompañando a todos ustedes, amados hermanos. Verán, ¡verán lo que sucederá!; ¡todo lo que aquí se logrará!

El Gran Portal que ha sido abierto, estará permitiendo que de toda la Energía que Nuestro Padre envía, aquí se concentre, y también en aquél lugar; porque cuando El ¡todo lo muestre!, entonces comprobarán de qué les vino a hablar ¡Aleshia de Shirón!, en infinito amor, y todo en su nombre.

Está muy cercano el momento en que todo el cambio para ustedes y aquellos que se acerquen, se estará mostrando, y lo vivirán en el nombre de mi Padre tan amado.



Mayo 31, 2017
Maestro Desconocido.

Y cuando eso suceda, estaremos concluyendo que de la preparación que a ustedes se les entrega, quien lo haya entendido estará mostrando dentro de sí el Dios Vivo. De verdad compartiendo ¡y todo de Él viviendo!

Porque ¡sí!, les hemos dicho que es el tiempo en el que nosotros al venirles a hablar ¡y de forma tan directa se los vamos a mostrar!, y eso sucederá cuando ustedes ¡menos lo piensen! ¡Será una gran sorpresa!, pero la Gran Entrega Amorosa ya está dispuesta y decidida.

Es sólo que ustedes aún no la pueden mirar; aún no han entendido. Están a poco de hacerlo, ¡y será su corazón el que lo estará sintiendo! Y entonces estarán convencidos ¡por ustedes mismos!, de que todo lo que les hemos traído, ha sido en el nombre de “El Yo Soy”, amados hermanos.

Es por eso que los observamos, y al verlo, sabemos quiénes son los que ya están preparados; quiénes son los que -llegado el ¡tan esperado momento y tan ansiado!- ese cambio, esa transmutación, al llevarla a cabo seguirán adelante, compartiendo con sus hermanos en infinito amor. ¡Y así será!

Están deseando, están pidiendo una preparación, y esa es -amados hermanos- la que les estaremos mostrando; porque se preguntan y se han dicho: “¡Si sólo esto!” ¡Sabemos que han buscado!, ¡y está bien!, porque también algunas dudas han aclarado, y para que todo en ustedes ¡sea totalmente cierto!, ¡ya es el tiempo! y lo estarán viviendo.

Es por eso que hemos traído para ustedes -en ésta ilusión- ¡cómo seguir adelante en la preparación! ¡Ya lo verán! Y así será; a la par de toda la Energía que sigue llegando y que nosotros -al estarles hablando- indicarles ¡de todo eso! que han estado escuchando, ¡qué es lo que viene de Él!, y qué es lo que te está engañando.

Que no te sorprenda de qué manera lo haremos -amados hermanos- porque amorosamente los guiaremos. Y así será. ¡Ya lo verán!

Está por romperse -de la preparación- aquello ¡que había detenido! el llevar a la acción. ¡Ya es el Gran Momento!, y aquél que ha seguido firme para escuchar y para estar, lo estará viviendo, hermanos tan amados.

Y he aquí ¡que aún de lo que éste cuerpo esté sintiendo!, por permitir lo ¡que llaman “enfermedad”! estarlo viviendo. ¡Eso es lo primero que en ustedes vamos a atacar! ¡Ya no más! Pero los necesitamos completamente entregados; ¡firmes!, para poder llevarlo a cabo, en tanto se termina la preparación, de lo que en ustedes y para ustedes llevaremos a la acción. ¡He aquí hermanos!, que ya es necesario ¡y seguiremos avanzando!

A la hermana ¡se le entregó un glosario!, y se le ha pedido que de ello ya esté hablando, ¡hermanos! Es por eso que les digo que toda pregunta tendrá su respuesta; porque al estar las puertas abiertas, que no sólo el conocimiento: ¡la Sabiduría Sagrada del Padre será mostrada!

¡Y he aquí que eso es lo que sucederá! Aquél que en ésta fuerza y en ésta lealtad ha permanecido, escuchará y a la par se le mostrará, de lo que es el Paraíso.

¡Tengan presente estas palabras!, porque no habrá nada ausente en lo que viene de Él, y entonces -para irlo entendiendo- tus hermanos verán ¡todo lo que irradias!, en la enseñanza de “El Yo Soy”.

Y dejo en ustedes ¡la Gran Energía!; que sigue siendo para cada uno ¡la guía! y reencontrarse a sí mismo.

Que yo soy su hermano, y de todo ello les seguiré hablando.

¡Es tan importante!, porque ¿cómo iniciarías tú?, en la apertura que de amor, ¡para poder entender lo demás!, ¡y ser ese crisol! ¡Hay que empezar por el principio!

Es por eso que al inicio de éste Nuevo Ciclo, tú escuchaste a quien llamas “tu Maestro”, de todo lo que en la lección anterior te habló y te mostró. Ahora, ¡sabes el verdadero valor de recibir la Enseñanza! y entonces -como lo dijo la hermana- luego de todo ello vendrá el tiempo de bonanza, ¡de la cosecha!, porque tu preparación para ello ya fue hecha.

¡Prepárate! ¡Libérate! ¡Es muy importante que lo hagas!, por todo lo que luego hemos de hablarte ¡y mostrarte! ¡Hazlo hermano!, que no te arrepentirás; porque todo lo que vivirás será en otra Dimensión.

¡Sí! Recuerda que se te ha dicho, que al ir sorteando ¡todas las cosas que vas a ir soltando!, al elevar tu vibración, ¡vivirás el cambio de Dimensión! La Multidimensión estará presente ¡y en ninguno que se haya preparado estará ausente!; por todo lo que verás; por todo lo que escucharás, y por lo que a la acción llevarás. ¡No olvides esto que te digo!

Que yo soy ¡tu hermano!, y te sigo entregando ¡la Gran Energía de Amor!, para que eleves tu vibración. Y así es.


 Mayo 31, 2017
Aleshia/Enriqueta (2).

Y mi cuerpo ha entrado en una especie de sopor; ¡un inmenso calor!

He pedido a mi Padre que me permita compartir ¡todo!, todo lo que tiene a bien dictar y que llega hasta mí; aunque haya momentos en los que pudiera intentar -que no desconectar- sino por la incomodidad.

¡Pero se me dice!: “¡Tú lo permites! ¡Tú eres la que deja! eso que a tu cuerpo ¡afecta!, ¡por las emociones!, ¡por las sensaciones! ¡Eso es lo que te pedimos que a tus hermanos les hables! ¡Que por qué siempre están tan abiertos a esas señales! y a nosotros que estamos aquí; ¡que queremos mostrarles de qué manera seguir y dejar atrás tanto enfermedad como todo aquello que los ha venido a limitar!, ¡no se permiten sentir! ¡No abren el corazón!, aunque dicen que sí, como tú en éste instante”.

¡Hay tanto para entregarte!, y así es lo que hacemos, ¡cuando hay momentos maravillosos! en los cuales ¡todo lo vencemos! ¡y logramos esa fusión!, ¡esa conexión en tan infinito amor! ¿Por qué permitimos que sean tan fugaces?, pero cuando sucede ¡es tan maravilloso!, ¡es tan grande!

¡Y ahora!, con toda ésta Energía, podríamos ya haber elevado ¡no sólo nuestro cuerpo!; ¡ya estaríamos unidos con todo lo sagrado! ¿Qué es lo que estamos esperando? Eso es lo que dice Nuestro Padre tan amado.

Y entonces permitimos que nos detenga, que se haga una pausa, que a veces la sentimos tan eterna, ¡y no aceptamos que somos nosotros lo que eso provocamos!, cuando podemos ¡y con más fuerza! hacerlo; pedirle a Nuestro Padre que nos fortalezca; que nos lleve adelante; que nuestro paso sea constante.

¿Por qué nos permitimos esos altibajos que vivimos?, ¡si nos han dado tanto!, ¡y más que nos están enviando!, ¡y nos imploran y nos piden que también abramos lo que ya está también tan dentro! ¡Que la Gran Manifestación ya está sucediendo!; que no nos quedemos atrás. ¡Ahh! Que sigamos nuestro caminar.

Eso es lo que recibo de mi Padre y lo comparto con infinito amor; pero si para algunos ¡es tan poco y es tan pobre lo que están escuchando!, mi Padre siempre te ofrece caminos para que sigas luchando. Mas yo, yo compartiré con todo aquél que desee escuchar lo que El me hace sentir ¡y todo de lo que me viene a hablar!

¡Es por eso que estoy aquí! Es por eso que -aunque sencillo- ¡pero esto es lo que me viene a inspirar!, y lo hago ¡con todo el corazón!, y le pido que nos permita, ¡que nos muestre!, que nos guíe, ¡cómo elevar cada vez más y más nuestra vibración! Si ha dicho ¡y lo creo y lo siento!, que en éste tiempo todo esto es para volver a Él; que no nos deje perder; que nos lleve; que logremos volver a Él.

Que mira, que qué importa lo que pudiera suceder, si sé que siempre está; que siempre cuando ¡más perdido te sientes!, ¡de su Presencia nos da una señal! ¿Y por qué no?, también te viene a hablar, y todavía -a lo mejor- que la promesa que nos fue hecha, de estar ante su Presencia, se cumplirá. Sé que así será.

Y amados hermanos; si es su deseo y si nos corresponde estar juntos caminando, ¡vamos a hacerlo en unidad! Vamos a seguir adelante y compartir todo aquello que nos ayudará para seguir.

¿Qué más te puedo decir? Todo lo que yo -en el sentir- te he de compartir, lo siento en el corazón y viene de “El Yo Soy”, porque al llegar tan directo, ¡ni siquiera el pensarlo!; es sólo sentirlo y hablarlo.

¡El!, en su grandeza es ¡tan perfecto!, que ya nos mostrará -en la verdad de la verdad- el “porqué” y “para qué”, y por qué así Enriqueta con ustedes está.



Mayo 31, 2017
Saint Germain.

Y no, ¡no se confundan!, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!, que porqué de ésta manera lo está haciendo. Estamos en ella ¡todo reviviendo!, ¡en esa tranquilidad!, en esa pausa, ¡pero certeza!, ¡con la seguridad de que al hablarles con claridad!, ustedes entenderán de la manera ¡tan natural! lo que les hemos traído ¡Y no para que lo juzguen!, ni para que digan: “¡Es lo mismo!”

A cada grupo conformado, todo de lo que les hemos hablado y lo que les hemos mostrado, tiene un “porqué” en el Proyecto de Amor ¡que Nuestro Padre preparó! Y dense cuenta que insistimos: “Proyecto ¡de Amor!”, que de otras cosas ya se les ha hablado en otra ocasión, y a cada hermano, hermana que se le ha pedido, viene y cumple su cometido ¡tal cual!, de la manera como tendría que hacerlo, ¡y con quienes tendrían que escucharlo!: ustedes ¡tan amados!, hermanos míos.

Cada vez estamos más cercanos, ¡tan presentes! Es por eso que de ésta manera y ustedes verán y sabrán, y algunos dicen: “Cuando los Maestros se presentan, ¡que no lo hacen con cualquiera!” Ahí, lo que cada uno debe de entender, es que en la preparación y en la Gran Conexión que llega a hacer, permite y atrae, y de acuerdo, ¡sí!, como lo dijo mi amada hermana: de acuerdo a la preparación que ya has tenido, ¿con cuál de los Rayos has trabajado?, ¿con cuál de ellos lo has querido?, ¿lo has sentido?, esa cercanía, más fuerte la pureza.

¡Todos venimos a ofrecerte lo mismo!: el amor de Nuestro Padre, ¡tu liberación!, ¡pero cada Rayo cumple una función!, ¡y tú lo sabes!, ¡y todos son importantes! ¡Muy importantes! Es por eso que ¡el Gran Arcoíris de Amor! que trae y contiene ¡todos los Rayos!; aquél que lo logre y en él ya esté trabajando, ¡amados!: ¡eso es lo que su hermano estaba esperando!

¡Te ofrezco la Llama Violeta y la Gran Amatista!, porque con ello transmutas; pero todo lo que luego trae por consecuencia y lo que cada cuerpo revista -amados hermanos- en el amor de Nuestro Padre y en su protección; ¡en la sanación de los cuerpos del Ser!, ¡en la purificación!, ¡en la elevación!, ¡cada Rayo representa! el trabajo que en ustedes se encuentra.

Ahora así: ¿recuerdan que se les había dicho que cada vez más y más se iría cambiando? ¡Y aquí estamos! Y así como su hermano les está hablando, ¡ahh!, estamos ¡a un paso! para lograr ese equilibrio en el cual -al podernos presentar- ustedes ¡amados! lo puedan vivir aquí, ¡aquí!, en ésta ilusión.

No por nada -e insisto- que mi Padre tan amado ha permitido que ya se prepare y esté para ustedes ¡un lugar! en el cual estaré. ¡No pasaré inadvertido!, para ustedes y para aquellos que tengan a bien acercarse ¡y deseen liberarse! ¡Que lo deseen de corazón! ¡Que deseen hacer ese trabajo interior!, primero, antes de buscar cualquier otra situación.

Es por eso que ahora yo lo repito: ¡éste lugar está bendito! y será utilizado como hasta hoy: ¡sólo para las cosas de Nuestro Padre!, y para que vivan y sientan y se liberen aquellos hermanos que ¡sea eso lo que estén buscando!; ¡rencontrarse con ellos mismos! ¡y lograr su liberación!

Y cuando El indica un lugar ¡y da la señal!, ¡qué importa lo que hagan!; sólo para eso, por ello y para ello se va a utilizar. Y tal como lo ha dicho la hermana: nosotros vamos a guiar. Nosotros vamos a decir de qué manera, cómo y por qué, ¡y para qué! ¡Sí!, y ustedes lo verán, amados hermanos.

¡Y no sólo éste lugar!, también el que hemos tenido a bien preparar -que está por terminar- para seguir el paso siguiente: ¡toda la Simiente! -Padre querido- se habrá reunido, ¡invocando tu nombre!, para que entonces ¡sientan fuertemente!, utilizando la Gran Alquimia Sagrada, porque estaremos ¡unidos! con nuestra hermana, para que todo eso se viva. ¡Ya lo verán!

¡Y que ninguna alma permanezca cautiva! ¡Claro!, de todos aquellos que lo tengan a bien; que lo sientan en su corazón y que se acerquen ¡y que deseen vivir su liberación! Estaremos guiando; ¡estaremos indicando!, ¡cómo y de qué manera! Ya lo verán. ¡Así será! ¡Uhm!

¡Qué importa lo que la ilusión pretenda y quiera mostrar!, que algunos lo ven tan inminente. Para el Padre ¡no hay imposibles! y para nosotros, que estamos con ustedes, ¡ahí! -en los lugares que El señaló- haremos todo visible. ¡Que iniciemos con el sentir!, y es por eso que están aquí. ¡Tan importante empezar con el corazón!, en la Gran Apertura Sagrada y divina, por todo lo que guarda en su interior; que de ello les estaremos hablando.

Hermana: ¡todo está bien! El estar aquí en la forma humana, para compartir y sentir, y ver de qué manera actúa y piensa cada quién. ¡Sí, amados hermanos! ¡Eso es lo que está sucediendo! ¡Eso es lo que nosotros también! -que estamos del otro lado del velo- en ustedes hemos estado siguiendo; ¡en aquellos que prometieron que nuevamente aquí nos estaríamos reuniendo!

¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no reencontrarme con mis hermanos? Siempre, ¡todas las promesas que les hacemos! las cumplimos; algunos aquí encarnados, y algunos lo han dicho: “¡Sí! Hay tantos Maestros y que ya están encarnados”. ¡Es verdad! y ustedes lo escucharán. Ustedes lo vivirán. Ustedes lo verán.

Cuando se ha decidido y se han indicado lugares donde mi Padre ha favorecido, el deseo ¡tan fuerte!, de que ahí esté firme y presente la conexión del Infinito, de la Fuente con lo terrenal; cuando El ya lo decidió, ¡nada ni nadie lo va a cambiar! ¡Ya lo verán!

¡Y eso es lo que sucederá!, a pesar de que ahora haya tanta confusión; haya tantos pensamientos y que hagan alusión de que: “Quizá ya nada se hará”. ¿Y qué de la voluntad de Nuestro Padre? Y nosotros también hemos de insistir y de decir: “Es, ¡será!, ¡hecho está! Y ahí, toda la Hueste Sagrada con ustedes compartirá, y con aquellos que se acerquen”. ¡Ya lo verán!

¡Gran sorpresa les tengo preparada! ¡Ya se los había dicho! ¡Ahora se los repito!, ¡pero no pregunten: “¿Cuándo?”! Será en su momento, pero eso ¡ya está hecho! ¡No olviden! Ustedes mismos lo han repetido: “Todo será en el tiempo de “El Señor”; ni antes ni después. Todo por voluntad de “El Yo Soy”. ¡Y así es!

Hermanos: ¡está sucediendo!; ¡lo estarán viviendo!, y entonces comprobarán ¡que es verdad!; que aquí ha estado y como en éste instante que con ustedes está hablando ¡su hermano!, su hermano ¡Saint Germain! Ya habrá un momento en que les hablaré de lo que fue lo que llaman ustedes “mi vida”, ¡aquí!, cuando he venido a compartir, porque sé que tienen preguntas, que tendrán su respuesta. ¡Claro que he estado!, ¡y claro que estaré!, ¡y por supuesto que estoy!, por voluntad de “El Yo Soy” -hermanos- ¡con ustedes compartiendo!

Recuerden que les dije: luego de que lleve a mi hermana; después de ello, muchas cosas -al hablar con ustedes- de ello hablaremos.

¡Hermanos!: ¡sigan adelante!, ¡sean constantes! Ustedes son tan valientes; son ¡la Gran Simiente de Amor!, de perfección, porque eso es lo que tienen que lograr para volver a Nuestro Padre. Pero antes de ello ¡compartir!, ¡y toda la Hermandad de Luz estaremos con ustedes!, como hoy, como aquí, ¡los acompañamos! ¿Acaso no lo han sentido?, amados hermanos.

Mas ya terminó también el tiempo en el cual aquí -éste lugar que mi Padre tuvo a bien señalar- estancado esté. ¡Ya no más!, porque tal como lo dijo: “Matizado estará”. ¡Eso es lo que sucederá! Verán de qué manera, amados hermanos.

Y algunos de los que se encuentran aquí, estarán compartiendo amorosamente ¡de todo lo que estaremos viviendo!, ¡para recibir a los hermanos que se acerquen!; aquí y allá. Las “Casas de Oyamel” serán por voluntad de Nuestro Padre ¡tan amado!, y el Símbolo Sagrado ya será encontrado. ¡No lo olviden! ¡Grandes momentos estaremos viviendo!

Y yo les pido que sigan adelante, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos! ¡Decreten! ¡Invóquenos! ¡Llámenos!, que vendremos a ustedes para compartirles ¡y entregarles toda la Luz de Nuestro Padre! ¡Que lo hacemos!, pero a distancia. Permítanos acercarnos, para que lo vivan ¡con toda la fuerza! y en toda su fragancia.

Somos ¡sus hermanos!, y con ustedes estamos. ¡Ustedes! que han tenido a bien quererse elegir, ¡sigan así!

Y yo les entrego ¡la Llama Violeta!, para que transmute ¡todo aquello! que en ustedes ha limitado; que no ha dejado que fluya la Luz, ¡y la Gran Amatista! -amados hermanos- para toda ésta bendita Estrella de Amor y nuestra gratitud por estar, por seguir; por querer con nosotros caminar. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!

Fluirá ¡una Gran Energía que llegará!, envolviendo toda ésta amada Estrella y hará sentir a todos ustedes ¡tan grande e infinito amor!, que buscarán concretar ya ¡su liberación! y es cuando les pido que nos llamen. Con ustedes estaremos, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!

Que yo soy ¡Saint Germain!



Mayo 31, 2017
Aleshia/Enriqueta (3).

Y comparando lo que la naturaleza, ¡la Madre Naturaleza! ofrece y está entregando en todos estos cambios, hemos de apresurarnos a invocar -en el nombre de Nuestro Padre- ¡a cada Elemental!, para decirles y pedirles que hemos de caminar con ellos en hermandad. ¡No agredirlos más!, porque en la respuesta ¡tan firme y abierta de lo que está sucediendo!, es solamente -lo dice mi Padre- por las emociones ¡y la violencia! que algunos van cargando.

¡Ellos son el reflejo de lo que hay dentro de ti!, ¡porque somos un libro abierto!, y en ese sentir ellos se unen y se apasionan; pero si nuestras inestabilidades los aprisionan, entonces, entonces surge lo que estamos viviendo.

Es importante que al seguir adelante no dejemos ya que eso nos llegue a afectar; porque no sólo sucede con nosotros mismos; está ese Gran Reflejo. Es por eso que nos dijeron que nos veríamos en el espejo. Entonces -al entenderlo- ¿cómo lamentarse de lo que estamos viviendo?

¡Es mejor aplicarse a vivir en amor!, ¡a sentir en amor!, ¡a accionar en amor!, ¡y unir nuestros corazones!, ¡ya sin distracciones!, para que con gran alegría veamos el gran resultado -hermanos tan amados- de que lo que dijo el amado Maestro: “Que caminaríamos mano con mano con los Elementales”, ya, ya se esté mostrando. Y entonces, ¡ahí también cuenta nos daremos!, que amorosamente vamos avanzando.

Hacer un ritual; ¡agradecer a cada Elemental!, ¡a nuestra Madre que nos cobija!, ¡la amorosa Madre Gaia!; porque todo, ¡todo Ser vivo está contigo! y se une a ti en ésta danza amorosa, en el Nuevo Vivir.

¡Hemos de hacerlo! Es lo que nos pide Nuestro Padre, amados hermanos. Ya nos estarán indicando cómo y de qué manera, ¡y vamos a lograrlo! ¡Sé que lo haremos!

¡Hecho está! ¡Benditos sean!, y gracias, ¡gracias por escuchar!, ¡gracias por compartir!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario