6 de octubre de 2019

Canalización del 2 de Octubre de 2019.

Octubre 2, 2019.
Enriqueta/Alexa.

… Nuestro Padre nos dio ¡la libertad de ser y de estar! Eso tampoco quiere decir que si tú en este momento te sientes, estás mal, hubieras dicho: “No me importa”. ¡No! Es el poder ver la situación y decir: “Hermano adéntrate en ti, reflexiona por qué estás así”.

Cada uno de nosotros tenemos algo que nos aqueja. Tenemos que hurgar hasta lo profundo: ¿por qué?, ¿en qué momento?, ¿cuándo empezó a darse?, que inconscientemente lo estuve alimentando, y ahora es algo que empezó a resquebrajarse”.

¡No olviden! -de verdad hermanos- Nuestro Padre lo dijo, ahora que estuvimos en donde nos citó: “Y uniré los fragmentos de cada uno de ustedes”. ¿Ustedes creen que eso sería fácil? O sea que: “¡Ay sí, qué padre!, ya todo lo que hice y lo que estuve fragmentando ya -al unirlo- pues no voy a sentir”. ¡Claro que sí! Volver a unir y resurgir, fortalecer, pues cuando está sucediendo nos viene a recordar: “Mira lo que provocaste. Entiende. No lo vuelvas a atraer”. Es una Gran Enseñanza.

Con esto mi sentir es -hermanos- que siempre, por cuanto pudiéramos pensar o ver más oscuros los momentos, siempre hay alguna enseñanza que trae algo positivo ¡que agradecer!, para decir: “Esto que estoy viviendo o esto que viví, ¡no más!, ¡no lo quiero volver a repetir!”, y dejarlo y tenerlo presente y decir: “Así no”, cuando quiera volver a intentar presentarse; porque luego a veces pensamos que ya depuramos, que ya sacamos, pero por ahí, muy en lo profundo, queda algo que cualquier situación de repente lo quiere atraer y hacerlo más grande nuevamente. No hay que permitirlo. ¡Esa es la lucha! que continuamente llevamos con nosotros mismos.

Y siempre estar conscientes que hasta dónde he llegado y todo lo que me ha afectado; pues pedirle a Nuestro Padre que nos guíe y que nos ayude a purificarlo, y a nuestros amados Maestros; nuestro amado Maestro Saint Germain, con el Séptimo Rayo, la Llama Violeta; la amadísima Madre Alexa que también nos entrega la Llama Violeta. Luego -al hacer la limpieza en el perdón- pues la Antorcha de la Libertad, para que luego el Rayo Dorado, el Rayo Rosa del Amor que nuestro amadísimo Maestro Jesús nos entregó, vuelva a resurgir con más fuerza; nos fortalezca, nos envuelva para seguir adelante y seguir en esta transición, atender todo ello, multiplicar todo lo bello, porque en este tiempo es el tiempo del cual tanto se nos habló, que tendríamos esa gran oportunidad de resurgir, de recordar quiénes somos.

No olviden que también se nos dijo que la Akasha llegaría para cada uno de nosotros, pero ese recuerdo maravilloso de todo lo que has estado viviendo, cuánto tiempo, verlo luego en lo positivo, con lo que has llegado a ir logrando seguir adelante, ir traspasando las barreras ¡que tú mismo levantaste!, y luego cuando menos lo pienses -hermano, hermana- llegará el Gran Momento en el cual ese Gran Momentum que vivirás, porque éste es el tiempo. Aquellos de ustedes que se han elegido llegará ese Gran Momento en el cual ¡todo!, ¡todo! en este Plano, en esta Dimensión se les estará mostrando y los estará acompañando.

¡Qué importa lo que digan los demás! Inclusive van a entender que también no tiene caso tratar de convencer; que no se trata de eso; que se acerque un hermano y te diga: “Oye, pero mira, mejor acá”. Tú en tu corazón, tú en tu interior vas a saber que no se trata de aquí o allá, ¡sino aquí!, en mi interior, quién soy, mi Gran Reencuentro con mi “Yo Superior”, con mi Parte Divina.

¿Quiénes de ustedes han leído? y se han dado cuenta que dicen que hay otras Dimensiones ¡donde estamos viviendo! Nuestra propia Parte Sagrada viene a nuestro encuentro para ¡irnos guiando! ¿Por qué no?

Se los he dicho en varias ocasiones: ¿quién de ustedes se ha dado cuenta? o ¿quién -la verdad- ha tenido la curiosidad de pensar?: “¿Quién es mi Guía? ¿Quién me habla?” Porque no, no me van a dejar mentir y no lo van a negar: la mayoría de ustedes -somos pocos, pero estamos los que tenemos que estar- han llegado a escuchar en algunos momentos en que dicen que “están en soledad”, que los llaman por su nombre; escuchan que les hablan, y no es algo que les infunda temor, sino que dicen: “¡Ah caray, ¿quién me habló? Lo escuché claramente”.

¿Quién realmente se ha puesto a reflexionar?: “Soy yo mismo, que ya me está urgiendo, me estoy urgiendo a unirme, ya no vivir en la dualidad, sino estar en esa unidad, ¡pero primero conmigo!, luego con los demás”.

Siempre insistiré y he insistido en esto: ¡esa Unidad maravillosa que Nuestro Padre nos da! Todos somos Uno ¡y el Uno con nosotros somos todos!, pero para poder entenderlo y vivirlo nuevamente, tenemos que comprender que tenemos precisamente lo que Nuestro Padre dijo: “Unir cada pedazo, cada fragmento que hemos ido dejando, que nos ha ido separando; que de alguna manera, etéricamente nos ha estado mutilando”. Por eso luego a veces lo que mostramos, no somos realmente lo que somos.

Cuando eso suceda, cuando estemos completamente unidos, entonces sabremos que no importa lo que nos digan, con lo que nos entendemos ¡no habrá nada que nos agreda! Sabremos que estamos muy por encima, ¡y no porque nos sintamos superiores!, sino que vamos a estar, ¡ese es parte del “Proyecto Shirón”!, ¡que entendamos que estamos por encima de cualquier agresión, de cualquier emoción que pudiéramos sentir, para que vuelva a retirarse cada fracción!

¡Ya no más! Tenemos que estar completamente unidos en nuestra totalidad, para poder entonces sentir y empezar a hacer para lo que estamos aquí. ¿Cuántos y cuántos han dicho?: “Es que yo deseo ayudar. Es que yo quiero ayudar”. Sí hermano, pero primero ayúdate tú mismo. ¡Libérate!, ¡entiende!, ¡purifícate! ¿Cómo puedo yo querer entregar lo que no hay?

Pudiera analizar muchas cosas, llegar a conclusiones y decir: “Esto que dijo mi hermano lo tomo, porque me suena así; pero esto de acá, también parte. Acá no entiendo. ¡No! ¡No va conmigo!” Pero ¿cómo podemos nosotros estar llegando a esas conclusiones?, porque lo hacemos solamente en el exterior, y en el interior ¿qué es lo que hay?, ¿qué es lo que hemos podido purificar?, ¿qué es lo que ya hemos hecho?, no el intento, sino de verdad hemos hecho y estamos con el deseo de unir nuevamente.

Eso es lo que Nuestro Padre nos dijo: “Y uniré los fragmentos de cada uno de ustedes”. Entonces -hermanos- no hay que asustarse, no hay que pensar: “¡Ahh! Es que está resultando, si ya me dijeron que todo iba a estar bien, ¿cómo es posible que esto me esté pasando?, ¿por qué estoy viviendo esta tristeza?” Porque no, no, tenemos que analizar. Esta es una oportunidad para retomar y entonces retirar, ¡dejar atrás lo que ya no debe estar!

Y bien lo dijeron, y bien lo dijo Nuestro Padre: “Al regreso verán cómo todo lo que empezarán a vivir y lo que estará sucediendo”. Hermanos, vuelvo a repetir: estamos a prueba y en nosotros está de verdad entenderlo, y saber que solos no estamos; que tenemos la fuerza, el amor de Nuestro Padre, y en nosotros está en esta evaluación salir con muy buena calificación.

Se los dejo de tarea, porque yo también tengo mucho.

Y por esos hermanos, cerrar para ayudar. Vamos a agradecer a Nuestro Padre que tenemos esta ¡gran oportunidad!, vivir todas estas cosas, y entonces saber vivirlo, palparlo, sentirlo, darnos cuenta que solos no estamos; que está Nuestro Padre siempre dándonoshaciéndonos sentir que ahí está; dándonos ¡esa fortaleza!, con todo ese amor con el que nos envuelve, ¡y que nos acerca! Seres maravillosos -como ustedes- para hacernos saber que solos no estamos en la lucha; que está El, y luego de Él ¡están nuestros hermanos!, están ustedes; que cada palabra, cada uno de ustedes cuando se acerca y dice: “Aquí estoy”, ese “apoyo moral” que decimos, es tal, de verdad, tiene tanto valor, porque muchas veces lo único que necesitas es eso, para saber entender y decir: “¡Sí puedo!, y lo voy a hacer, porque está mi Padre, y porque está mi hermano; está él, está ella, con sus palabras, con escucharme”. En sí que he hecho decir: “¡Tengo el deseo de desahogarme!, de que me escuche”.

Ahí es donde vas a ir entendiendo el valor tan grande que tiene el sentir esa compañía, esa unión con todos los demás, y cada fracción se unirá, la Luz en cada reflejo, no habrá retracción. Cada vez es más abundante.

¿Cuál es nuestro trabajo? ¡Liberarte!, y con ello también ¡hacer!, al entender que eres ese Pilar de Luz que te pidió Nuestro Padre y que lo que estás recibiendo viene de Él. Ser precisamente ello. Llevarlo a cabo donde estés, con quien estés, en el lugar donde tú compartes. Adonde te lleve, con el simple hecho -hermano- que estés ahí, pero no ese mal pensamiento; ¡ese amor!, ¡ese sentimiento!, ¡la compasión!, ¡la misericordia!, ¡no necesitas llegar! y tratar de… mira, ni siquiera hablar: “Como yo -no hay duda- ¡yo te voy a sanar!”, porque -para empezar- ya estamos mal al decir “¡yo!”, porque no somos nosotros, es Nuestro Padre. Pero si en ese instante El te está haciendo sentir ¡acercarte a mí!, con una palmadita, con un “aquí estoy”, créanme, ya estamos tan intuitivamente abiertos todos, ¡todos!, que en ese momento sin palabras, con que tú te acerques, me des una palmada, me abraces o simplemente con esa mirada ¡que dice tanto!; dicen que “una mirada habla más que mil palabras” y es verdad, también ¡de muchas formas Nuestro Padre hace sentir! y entonces entenderás: ¡solo no estás! ¡Ahh!

Es así como nos pide ir, pero también seguir en esa constante de nosotros retroalimentarnos, fortalecerte, ¡hacer esa Conexión maravillosa con Él! Por eso nos pidió: “Bueno, si no entienden, o quieren saber de qué manera pudieran hacer, ¡ahí está!, háganlo de esta forma”. Se nos acercó con el hermano Alberto para que nos hablara de todo ello, pero también se nos dijo: “Mas no necesariamente tendrías que hacerlo tal cual como un ritual”. Esto es una forma de que tú sientas y sepas ¡cómo! lo puedes hacer para conectar. Pero en ese instante, cuando lo estás haciendo con el corazón, de verdad, con ese infinito amor, automáticamente Nuestro Padre te lleva, te guía, te hace sentir de qué manera. Aunque tú lo hagas así, verás hermano: hay respuestas mil, y entonces tú misma empezarás a estar sana.

Sanemos a nosotros mismos, sabiendo que es Nuestro Padre el que nos está llevando, nos está indicando de qué manera hacerlo, para luego -como lo hizo nuestro amadísimo Maestro Jesús, Gran Hermano- con esa entrega maravillosa que tuvo, cada vez que le decían: “Tú ya has sanado”, dijo: “No. ¡No soy yo! ¡Es mi Padre! Si no fuera por Él esto no hubiese sucedido”.

Por eso también ¡es importante agradecer!, ¡saber y tener la certeza de que en ese momento es Él! -Nuestro Padre- el que está actuando a través mío, a través tuyo, a través de cada uno, que nos hemos elegido y que amorosamente queremos estar compartiendo y estar interactuando.



Octubre 2, 2019.
Alexa (1).

…precisamente al hablarles de la Gran Akasha Sagrada, ¿tú crees -hermano- que es necesario que te acerques a alguien, que te dice que para ti por él será mostrada?, ¡si todo lo tienes de Nuestro Padre!, ¡si El te lo ha dado!, es sólo que al seguir en este proceso, propiciar que llegue hasta ti ese momento tan sagrado del Gran Resurgimiento; recordar, vivir y sentir a cada momento quién eres y por qué estás aquí.

De verdad, determinar y decir: “¡Hasta aquí! ¡Ya no más! Ya el experimentar ya lo viví, ya lo entendí. Quiero ver todo ya de manera tan distinta, ¡todo en amor!, y entonces compartir con mis hermanos, para empezar a hacerlo todo en unidad”.

Vuelvo a insistir lo que Nuestro Padre nos dijo: “¡Y uniré los fragmentos!” ¿Qué es lo que tenemos que entender?, que estamos viviendo en el Gran Resurgimiento; primero estar unidos, que no falte ninguna pequeña parte de lo que tú eres. ¡Es importante! para que pueda entonces unirse ya completa y totalmente lo sagrado; que todos tus cuerpos estén unidos en uno solo y así seguir caminando, y no sólo aquí hermano, hermana. Créeme que al lograrlo, al hacer todo eso sabrás, ¡sabrás!, ¡todas las respuestas en ti estarán!, porque están, pero no nos damos oportunidad de sentirlas, de verlas, de escucharlas, para vivirlas.

Y tú me vas a preguntar: “Insistes en decir “sabrás”, pero ¿qué es lo que voy a saber?” Que todo en ti está, ¡que no hay más!, ¡pero tienes que buscar! ¿Cuántas veces has escuchado que en tu interior todo está? En el mismo instante en que fuiste creado, mi Padre en ti todo lo hizo, ¡y todo lo sagrado!, ¡todo lo infinito!, ¡todo el Cosmos en tu interior! ¡Ahh! ¡Paso a paso!, ¡célula tras célula!, tiene la información, y en lo que llamas “corazón”, ¡ahí! está guardado todo aquello que dices “necesito descubrirlo”, y yo te digo; ¡será redescubrirlo!, porque ya lo habías vivido.

Date la oportunidad ¡y pídele a Nuestro Padre que llegue hasta ti ese Gran Recuerdo de quién eres y el porqué y para qué aquí estás! Agradecerle que así sea y que lo estás viviendo y que estás ocupando el cuerpo que habías elegido para vivir estos grandes momentos, en el que vas a lograr verte unido completa y totalmente. ¡Ya no habrá más fragmentos! Todo estará en uno sólo, para que tú -hermano, hermana- con nosotros también sigas tu caminar. Es maravilloso todo lo que sucederá, ¡lo que sucediendo está!

También les hablé de la Célula Sagrada, aquella que -hermano- yo te pido que por ti sea alimentada en amor, en unión, en misericordia, en el deseo infinito de que tú -en tu interior- estés plena y totalmente unido, para luego hacerlo ¡conmigo!, ¡con todos nosotros! Ustedes mismos hermanos, verán cómo -al estarnos uniendo- todo se irá conformando. ¡Está sucediendo! y ustedes están eligiendo.

Esto es de lo que su hermana les viene a hablar, y cada vez con más claridad, de la forma como se habla a alguien ¡que tanto se ama!; ese Ser, esa alma ¡que está tan cercana!, más de lo que tú pudieras imaginarte.

En este proceso es necesario que cada vez más tengas ¡el deseo de soltarte!, de ya no abrazar nada de lo que se había mostrado ¡como una coraza!, ¡que nada podía atravesarlo!, y decías que era una forma de defenderte de todo lo que en esta ilusión había. Pero hermano, también en ese impulso te estabas negando a recibir lo que está llegando, ¡que amorosamente te está despertando!, y escucharlo hoy aquí con ustedes, cómo su hermana de todo esto les viene a hablar. ¡Ahh!  

¡Tanto!, con el corazón elevando cada vez más la melodía, en este deseo -en Gran Amor- el Tono Sagrado cada vez ¡más y más!, como en aquél tiempo que se elevó. Hoy está sucediendo, y el Gran Llamado que el Padre me ha entregado, porque me ha pedido y lo ha dicho: “¡Habrá otro Llamado!” ¿Cómo será? Yo te pido atento estar, porque esto que estás viviendo, lo que está sucediendo, ¡no te permitas que influya en ti! y que te absorba de tal manera que no sientas ni escuches ¡ni vivas! lo que Nuestro Padre tiene para ti.

Permanece consciente ¡y en el deseo ferviente! de que sea Él -Nuestro Padre- ¡y nosotros! que estamos con ustedes, para escucharlos, escucharle y escucharnos, permitiendo que la Llama Trina, el Fuego Sagrado cada vez más y más en ustedes se esté elevando. ¡Es tan importante!, porque esa será la señal con la cual ustedes que todo lo que tiene y de lo que Nuestro Padre está preparando, será la señal de que están aceptando vivir, recibir, para volver ¡con toda la fuerza! a vivir la Eternidad. ¡Y es eso! ¡Es por lo que estoy aquí!

Tú pudieras pensar: “¿Y lo que estás viviendo? y lo que también tú ¿lo que te está sucediendo?” ¡Y qué!, ¡si Nuestro Padre es! el que todo eso lo estará corrigiendo, lo estará cambiando, y tú y yo ¡estaremos atentos! para saber qué es lo que aquí tengo que hacer en su nombre, con la certeza, con la seguridad ¡de que todo está bien!

Todas las cosas suceden porque hay algo ¡no que aprender!, sino que recordar, para no repetir y en amor ¡ya no tan celosamente guardar!, sino dejar fluir para compartir, que -en el nombre de Nuestro Padre- donde tú te encuentres, donde tú llegues, donde estés, que se haga sentir ¡la Presencia de Él!, ¡amorosa!, ¡virtuosa!, ¡misericordiosa!, abrazando a cada uno de nuestros hermanos.

Ha llegado el momento de que aquellos Legados que estaban preparados para este tiempo se estarán abriendo, y se empezarán a escribir aquellos que quedarán para la posteridad, para nuestros amados hermanos que llegarán, aquellos que tendrán la vitalidad, ¡el amor a flor de piel!

Hay mucho que nosotros en este proceso al querer entender, ellos ¡ya lo traerán completamente abierto! ¿Y tú qué crees? ¿Por qué piensas que será? Para algunos ¡es! porque serán ustedes mismos los que aquí estarán. Para otros al haber cruzado los abismos, entendiendo que ya están unidos con aquellos que al llegar y que se dice que vienen a ayudar. Hermanos; en su mayoría ¡ustedes mismos son! los que se unirán en esta Dimensión, para luego fluir, seguir adelante y llegar allá, donde sólo el amor de Nuestro Padre es lo que hace latir lo que tú llamas “tu corazón”, pero que sólo es fortalecer la Gran Energía Sagrada que siempre está viva, y que mi amado hermano ¡Saint Germain! en este tiempo con más fuerza ¿qué es lo que estará haciendo?, ¡ahh!, con todo lo que Nuestro Padre, mi Padre le entregó, en la Alquimia tan llena de amor en ese Gran Corazón, para esta Era que ya empezó, está haciendo ¡tal transmutación! para revertir en esta Dimensión precisamente todo aquello que se oscureció, que la Luz del Nuevo Sol vuelva a iluminar a todos ustedes.

¡Qué importa cuántos son! Ustedes saben que Nuestro Padre en el poder que mostró y lo que entregó a cada quien; a mis hermanos, a mí misma ¡en ese Gran Momentum Sagrado que vivimos!, deseamos ¡que ustedes también! -al estar ya preparados- ¡vivan lo mismo!

Es verdad lo que ha dicho mi hermano Saint Germain, en esta gran preparación para vivir ¡la Gran Maestría! en el amor, y crear y multiplicar y compartir ¡y mostrar! todo lo que viene de Él, de Nuestro Padre, que no tiene igual. Todo ello es lo que ustedes al entender volverán a hacer y a mostrar.

¡Sí hermano!, tú podrás decir: “Tanto lo has anunciado y cómo, de qué manera. ¡Mira! que aquellos, tantos de los que habían llegado, quiénes se retiraron”. ¡Qué importa hermano!, todos estamos en esa Gran Preparación. Es por eso que les hablamos.

El tiempo no existe y habrá un Gran Reencuentro en amor, ¡y ustedes lo estarán viviendo! Cuenta se darán que aquellos que se acercaron y que se volvieron a retirar regresarán en Gran Amor, y unidos con nosotros -como ustedes- caminarán en el nombre de “El Yo Soy”, la Gran Enseñanza Sagrada que viene de Nuestro Padre y que te habla de que tu “Yo Superior” es tu Parte Divina, y como dice mi Padre que tanto amo: “Aquí está, y “Yo Soy” el que al hablarte y tú al acercarte atraes ese Gran Recuerdo”.

Este es el tiempo, y entonces -hermano- te pido tener presente, al iniciar en estos días, ¡retomar! Muchos -por lo que pasaron- empezaron a buscar una salida. Yo te digo: al fortalecerte, al seguir, al estar, al escuchar lo que viene de Nuestro Padre, con ello -hermano- cualquier cosa que haya intentado o que pretenda seguir haciendo el que tú no vivas lo que aquí será mostrado, con sólo que tú al entender y elegirte, y agradecer a Nuestro Padre y decirle: “¡Aquí estoy! Seguiré adelante en Gran Amor. ¡Es mi deseo cumplir mi misión!” ¡No necesitas más! Verás que por Nuestro Padre ¡todo hecho está!, dejando atrás no solamente la dualidad, ¡tantas cosas que se disolverán!, en la Alquimia Sagrada que mi hermano a ti, a ustedes, ¡a todos! por él les está siendo entregada.

Agradezcan, invoquen la Esencia y la Presencia ¡primero de Nuestro Padre! y luego de mis hermanos, ¡de tu hermana que te habla!, ¡que tanto te ama! Permítenos acompañarte. Permítenos recordarte quién eres, amado hermano, amada hermana.

Que te permitas ver y sentir en todo esto que está sucediendo; que sea el gran presagio amoroso de lo que ¡tú! estarás viviendo en el nombre de Nuestro Padre y será tan grandioso, ¡tan hermoso! ¡Deja que se dé! ¡Decreta, para que esté! ¡Agradece! haciendo sentir que ya lo tienes, para que también la Gran Energía del Cosmos -al llegar y escuchar tu agradecimiento- decir: “¡Es verdad!, es porque aquí está. Eso es lo que pidió y entregándoselo estoy, en el nombre de “Aquél que todo lo puede”, de “El Yo Soy”.

Amados hermanos; todo lo que sea para el bien, el amor, la unión, ¡ahh!, viniendo de Nuestro Padre, de “El Yo Soy”, alimentará en todos y cada uno de ustedes en Gran Amor, la verdad, la verdad de la verdad.

Y todo ha empezado ya.


Octubre 2, 2019.
Ángel Ráh.

Y entonces se empezará a mostrar ya aquí, en ésta lo que ustedes llaman “su realidad”, lo que El tiene preparado. No habrá deidad, solamente el amor infinito ¡que cada uno de ustedes a Él le ha entregado!, y quien desee hacerse acompañar por cada uno de mis hermanos, aquellos que les llaman “Maestros”, este es el tiempo en el cual ellos para ustedes se estarán mostrando.

El momento está llegando, ¡y será sorpresivo!, porque ustedes al sentir ya en su interior el “Dios Vivo”, abrirán la puerta, precisamente esa Puerta Sagrada, para permitir la entrada de todos mis hermanos y el Gran Sol Central se estará iluminando desde lo más alto, y llegará hasta las profundidades en las cuales sólo la oscuridad estaba reinando. ¡Ya no más!

Todo lo que viene de Él en cada uno de ustedes se estará mostrando. ¡Acéptenlo y vívanlo!, porque entonces ¡ya basta también de hablar de que habrá una total oscuridad! La oscuridad, esa es la que se está alejando, porque la Luz inmensa de “El Creador” ¡es! la que al llegar estará nuevamente reinando, está despertando ¡en la Gran Matrix Sagrada!, que todo al estar reconectando, al estar despertando, porque ha llegado el Gran Momento en el cual todo esto está pasando. Lo estarán viviendo. ¡Está sucediendo!

Sólo se les pide: ¡no insistan tanto en hablar del tiempo!: “¿Y cuándo? ¿Cuándo será? ¡Ya tanto tiempo ha pasado!” Para nosotros ¡no entendemos! la manera como ustedes de que de esto están hablando. Yo podría en este instante que me estás escuchando hacerte sentir y por un instante que pudiera ser ¡un Gran Vivir!, momentos que están en tu recuerdo, en los cuales al iniciar o al llegar, cuando “El que todo lo puede” te dijo: “Y voy a cerrar temporalmente, el velo del olvido en ti está; es importante y necesario”. Pero entonces, llegado el Gran Momento en el cual tú al elegirte y ser ese gran y amoroso voluntario, será desprendido de cada hilo, en lo más sagrado en ti y para ti, ¡ahh!, como tú lo quieras vivir; poco a poco o también ¡se puede acelerarlo!

Tú has escuchando cuando mi hermano de esto te ha hablado, ¡y podemos acelerarlo! por la voluntad de “El que todo lo puede”, y el proceso en el cual tú estás involucrado, eres quien está propiciando ese Gran Momento.

Créeme hermano; ¡lo estás haciendo! ¡Entrégate a ello!, que sea uno solo tu pensamiento, ¡y la entrega total! del cuerpo, en esa unidad que es tan necesaria para nosotros, para que entonces se haga de Él en ti ¡Su Voluntad!, que no es mas que tú vivas en alegría, ¡en felicidad! Que tu día a día sea siempre así, como fue en un principio del tiempo cuando El te quiso crear; ¡cuando todo lo tenías en gran abastecimiento!, ¡y no necesitabas de lo que ahora llamas “trabajar”!, ¡porque de Él todo lo recibías!, y tu corazón ¡estaba entregado completa y totalmente!, sabiendo ¡que de Él! todo te había llegado, y la Gran Promesa que se te había dado; que así sería eternamente.

Y ahora preguntas: “¿Qué sucedió? ¿Por qué todo esto?” ¡Lo sabes hermano!, ¡quién fue el que se equivocó! Pero es un gran experimento, y lo has hecho en Gran Amor; experimento que en este tiempo ¡muchos ya están confundiendo! Es por eso que estamos aquí, tal como lo dijo mi hermana, que no es fácil estar aquí y hacerse sentir; que nos escuchen. Solamente es de tiempo en tiempo, y éste aquí ¡lo estás viviendo!

Te vuelvo a repetirlo: ¡está sucediendo! Vive esta Gran Oportunidad. Purifica tu interior. Trabaja y vive en ese proceso en el cual tu alma ¡vuelve a estar en unidad! Que hayas unido todos esos fragmentos que habías repartido. Ya no te preguntes cómo o de qué manera sucedió.

Todo esto ahora es en Gran Amor; amor para todos aquellos, aquellos hermanos que aún esto no lo están entendiendo, pero inconscientemente están escuchando y están sintiendo. (Gran ruido hecho por los propietarios de “Casa de Colibries”). ¡Su Gran Momento llegará!, porque así será. Tengan por seguro que lo vivirán.

Y esto precisamente es lo que nosotros agradecemos a “Quien todo lo puede”, ¡a Él!, esa Gran Libertad ha dado para que elijan, para que vivan en esa Gran Esperanza que culminará en la bonanza que aquí se mostrará para aquellos que -como ustedes- están entendiendo, están sintiendo y lo estarán viendo en esa consciencia amorosa, y la gloria de Nuestro Padre se hará sentir en cada uno de ustedes, amados hermanos.

Retomando en estos días, es una Gran Oportunidad para que vivan en Gran Alegría. ¡Es una Purga Sagrada de tu interior!, desechando aquello que te afectaba, porque lo que está llegando es el infinito amor ¡que El a ustedes está entregando!, de lo que nosotros estamos hablando, ¡pero ya estamos en acción! y ustedes lo verán, lo vivirán, porque así será.

Hermanos; se les habló de una gran, Gran Alineación cósmicamente sucediendo, y ya no dirán “virtualmente sintiendo”, porque será a la par: ¡sentir, ver!, ¡recibir, ser! Eso es lo que será.

Ha llegado el Gran Momento ¡y ustedes lo vivirán!, por eso tal como El lo dijo; era tan importante unir los fragmentos, porque ¡tanto ama a su hijo!, que ustedes -hermanos- son ese hijo que tanto ha esperado y que a Él volvió. Es por ello que aquí estamos y seguiremos acompañando.

Y entrego a ustedes la Gran Luz que de Él viene, tal cual como todos mis hermanos al sentir y escuchar están agradeciendo al recibir, (Perros aullando como lobos), porque es la Flama del Amor y la Libertad. Es así como ellos se comunicarán y ustedes entenderán, amados hermanos. Y he aquí que más de todo esto con ustedes voy a hablar.

Que yo soy su hermano, con gran alegría anunciando que lo que se prometió para este tiempo hasta ustedes está llegando.

¡Bendito el Padre! ¡Loor a su grandeza! Volverán a resurgir y a vivir en la pureza aquellos, cada uno de ustedes que se han elegido. Y es así, y lugares maravillosos entregados por Él serán compartidos por todo Ser vivo, unidos todos ustedes con nosotros. Y es así.



Octubre 2, 2019.
Saint Germain.

Y el Gran Resurgimiento -¡amados!, ¡amadísimos hermanos!- está sucediendo. Pudieran pensar que en ustedes y a través de la hermana nada está sucediendo, y quizá puedan dudar que se puede mostrar, ¡no lo hagan!, porque entonces ¡eso es lo que atraerán! ¡Todo lo que se les ha dicho!, todo estará sucediendo ¡paso a paso!

Así como les dije y les repito, que Nuestro Padre de ustedes todo lo conoce, y todo lo que han hecho, jota y tilde está escrito. También les digo -amados hermanos- que lo que se les ha prometido ¡van a vivirlo! ¡Hecho está! Es por eso que nosotros, cada uno de nosotros con ustedes está.

Hoy más que nunca estamos trabajando, y también de manera individual ¡acompañando! Y lo digo con gran alegría, porque cada vez son más los que desean y sienten, ¡nos están escuchando!, ¡nos están aceptando nuevamente!, ¡voluntariamente!, como Nuestro Padre lo había pedido, ¡lo han decidido!

¿Y saben por qué? Porque de manera directa o indirecta ¡ustedes!, ¡ustedes hermanos! lo están logrando, porque ahí donde están, con quienes están, a donde van, con el simple hecho al hablar de Nuestro Padre ¡y de todo esto! que están sintiendo y que están viviendo; al escuchar sus hermanos, ¡nuestros hermanos!, ¡que tanto amamos!, están bajando la guardia para abrir el corazón y sentir y escuchar, y vivir ¡todo en amor!

¡Es maravilloso! -de verdad hermanos- y eso que Nuestro Padre ha dicho; iniciarán amorosamente el trabajo. ¡Dense cuenta!, si hoy por hoy lo que está sucediendo, lo que se está viviendo, con el simple hecho de traer el corazón ¡tan llenito de amor!, ¡rebosando!, ¡expresando!, ¡entregando! ¡Amados!, ¡así es como los necesitamos!, y aún más.

¡Esto! tan sólo es… ¿cómo podría decirles?... el inicio, ¡uhm!, aviso de lo que llegará, y ustedes serán los que lo harán. ¡Ustedes! quienes al entregarse, al sentirlo, al querer compartirlo, y tal como dice mi hermana, también es importante que ustedes hagan esa gran depuración. Por eso lo que está sucediendo -en infinito amor- en ustedes y para ustedes.

¡Que no haya temor! ¡Al contrario!, ¡fortalezcan su corazón! y digan: “Padre aquí estoy. Todo lo que venga de ti lo acepto y lo vivo en amor, y lo que pudiera afectar, no voy a permitir que en duda se vuelva. No voy a cuestionar. ¡Te lo entrego Padre! ¡Sé que tú todo lo vas a arreglar! ¡Sé que lo vas a mostrar!, y también al estar aquí tu hijo, tu hija -en Gran Amor- pidiendo ser tu instrumento, el Gran Instrumento de “El Yo Soy”.

Porque hermanos, hay muchas formas en las cuales Nuestro Padre a cada uno de ustedes los estará utilizando, y no serán virtuales. ¡Claro que no! Todo se hará y se mostrará tal cual; aquí, hoy, cada día, para ti y para todo aquel, aquella, de nuestros hermanos que desea acercarse ¡y quiera vivirlo y constatarlo!, ¡confirmarlo! Verán hermanos.

Y también les hemos dicho: “¡No existe enfermedad!” Mi Padre al entregarme la Alquimia Sagrada -es verdad lo que dijo mi hermana- hoy por hoy más fuertemente la estoy en cada uno de ustedes que no empezando, continuamente, amorosamente utilizando. Verán de qué manera y lo que estará sucediendo, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!

Por eso insisto y entrego en cada uno de ustedes, y aquellos hermanos que he llamado, que están aquí; que en Espíritu y en amor mis hermanas, mis hermanos, también, ¡uhm!, la Llama Violeta ¡para la Gran Transmutación! de todo aquello que les afectó: pensamientos, emociones, situaciones, acciones. ¿Por qué no?, todo eso ¡hacia Nuestro Padre!, para que purifique y multiplique, y así cristalino vuelva ¡a ellos!, ¡a ustedes!, amorosamente. Invoquen el Amor, la Presencia, la Esencia de Nuestro Padre, de “El Yo Soy”.

En la Gran Enseñanza Divina hay una Cláusula Sagrada que habla precisamente, y cuando lleguen los momentos ¡que no haya duda en tu mente!, de que todo, todo lo tienes y ahí está, pidiendo y deseando ¡que lo vuelvas a utilizar! ¡Amados!, es el Gran Momento ¡y sé que por algunos de ustedes ya empezó a ser utilizado!

Hay quien clama angustiosamente, vehementemente por una respuesta. Quiero decirles: ya está manifiesta -en amor- para ustedes, pero para que también quienes en ese entendido ¡y vean claramente que todo viene de Nuestro Padre!, y que con tan sólo que sientan dentro de sí el Dios Vivo, todo empieza a cambiar y se empieza a abrir, a ser más sencillo, a fortalecer y a multiplicar, y entonces verán en ti no sólo en tu cuerpo, en tus ojos ¡ese nuevo brillo!, que sólo el amor, ¡la fe! y la verdad te dan. ¡Amados!, ¡es tan importante!, por eso fueron llamados.

Yo les pido; no se abandonen al pensar, al querer -aunque sea inconscientemente- comparar. No hay comparación de lo que pudieras ver o sentir en algún momento, en algún lugar con otro de nuestros hermanos. A cada uno Nuestro Padre les dio, como a ustedes. Mejor observa y siente en tu corazón quién lo hace y lo utiliza realmente así, en esa humildad, en ese Gran Amor, entendiendo y sabiendo ¡que eres su instrumento de amor!, ¡para ayudar!, para compartir. ¡Ese es el Gran Legado y se quedará!, ¡y claro que sí!, y entonces sabrán y verán por quiénes será utilizando.

¡Amados!, ¡claro que sí!, ha llegado el Gran Momento en el cual ¡mi amado hermano! se estará mostrando, porque tu hermano también. En esta ilusión ¡todo para ustedes!, aquellos que se han elegido y en Gran Amor están sintiendo ¡al Dios Vivo!

¡Será sorpresivo lo que empezará a suceder! ¡Claro que sí! Por eso Nuestro Padre lo dijo: “Un Llamado”. ¿Y a dónde a mi hermana llevaré? Hermanos; ¡todo está bien! en ella, en ustedes. Y hablo de mi hermana, la que aún está aquí terrenal.

Que también les voy a recordar; Nuestro Padre lo dijo, que es importante ¡y claro que sucederá!, porque alguien empezó a preguntar: “¿Y entonces lo que se dijo, que Enriqueta ya no más? ¿Y eso que está viviendo y lo que yo vivo?, ¿cuándo -Padre- esto cambiará?”

El todo lo escucha y nosotros también, y vuelvo a repetir: ¡todo en su momento! ¡No antes ni después! ¡Amados!, pero en estos grandes momentos -tal como ella los ha invitado y de corazón lo dijo- su hermano, yo, Saint Germain lo repito: permanezcamos, permanezcan ¡fuertes en el amor!, ¡firmes en la fe!, que la Llama Violeta y Saint Germain, con ustedes estoy.

Nada, como dijo Nuestro Padre: “Aquél que a mí se entregó, podrá desmoronarse todo a su alrededor, pero mi hijo, mi hija permanecerá firme y fuerte, erguido, sabiendo que por mí, por “El Yo Soy” está protegido”. ¡Eso es lo que se verá!, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!

¡Qué importa lo que digan!, si estando aquí hay quienes todavía no intentan dejar de ser humanos; se apegan al conocimiento, pero aún -porque no están despiertos- aún no entienden que todo eso tiene que estar en Gran Amor y unido en humildad al Gran Corazón en el sentir lo que viene de Nuestro Padre ¡y que está ahí!, ¡para todos ustedes!

¡Oh, hermanos!, para lograr la perfección ¡hay tantas cosas!, pero derivado de que en el Gran Amor cuando tú estás caminando y lo sientes y lo vives y lo estás entregando, ¡eso es lo importante!, eso es lo que va a mostrarse.

¡Amados!, que de algo muy grande, ¡muy grande!, ¡muy amoroso!, y mi Padre nos pide ¡preparar! para la Gran Preparación, aún. Sí, hermanos; aún. ¡No se llevará mucho tiempo! Será en Gran Amor. Estén atentos, ¡amados!, ¡amadísimos!, porque ha empezado y se estará sintiendo la Gran Presencia de mi hermano tan amado.

Hay muchas cosas en las cuales ustedes con nosotros estarán amorosamente involucrados. Ya lo verán. No se sorprendan cuando de momento la hermana haga un Llamado y diga: “¡Es urgente!, ¡amoroso! ¡Nuestro Padre pide que estén presentes!” Ya entendemos que no es ella, que no es -mucho menos eso- que no es capricho que cuando ella quiera. ¡No! Está amorosamente entregada a la voluntad de Nuestro Padre, y verán -porque ustedes también lo harán- que cuando eso sucede, muchas maravillas a través de cada templo, Nuestro Padre mostrará el Gran Advenimiento.

Amados hermanos, en el nombre de Nuestro Padre, porque la Era Dorada se está construyendo y está quedando ¡muy bien afianzada!, ¡fortalecida!, ¡que nada!, ¡nada derribará! lo que Nuestro Padre desea que aquí, hoy por hoy en este Plano terrenal se construya, se erija.

Amados hermanos, ¡eso es lo que sucederá! Y como no hace mucho se dijo, que fue un parpadeo de Nuestro Padre y nosotros: “Antes de que finalice el año tendrán que estar preparados los materiales para la construcción de lo que Nuestro Padre está pidiendo”. Ahora les digo: “Antes de que finalice el año empezarán, se retomará, para erigir lo que Nuestro Padre ha tenido a bien amorosamente pedir”.

¿De qué tratará el Llamado? Amados hermanos, yo les digo: será una gran sorpresa ¡de aniversario! ¿De quién? Ya lo escucharán.

¡Amados!, sigan fortalecidos y entregados. ¡Invoquen el nombre de su hermano que tanto los ama!, que créanme, estoy con ustedes, estoy acompañando ¡y de qué manera! Ya estarán de todo esto que estoy hablando entendiendo ¡y escuchando!

¡Amados!, para la gloria infinita de Nuestro Padre ¡tan amado!, Saint Germain -su hermano- reuniendo a mis hermanos que amorosamente prometieron que en este tiempo estaríamos ¡consagrados! para que se cumpla lo que Nuestro Padre precisamente para hoy, aquí, con ustedes y para ustedes preparó.

Que la Llama Violeta los envuelva ¡y la Alquimia Sagrada! la cual me fue entregada y que con Gran Amor ahora estoy utilizando para compartir con ustedes -mis hermanos- con aquellos que dicen que “enfermaron”.

¡Todo está bien!, en la salud, en el amor, en el infinito amor, camino a la perfección, Saint Germain reuniendo a quienes estuvieron prometiendo estar aquí en tu nombre, Padre mío.

En el nombre de “El Yo Soy”. ¡Sientan y reciban! Con gran alegría hago entrega ¡para ustedes!, hermanos.

Su hermano, ¡Saint Germain!



Octubre 2, 2019.
Guardiana Silenciosa.

Y así, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!, todo esto está sucediendo. Nos estamos moviendo amorosamente, que no lentamente, para que los Templos que se estuvieron erigiendo en ustedes y para ustedes, al estarse presentando los estén sintiendo.

Yo, que soy la Guardiana de uno de ellos, al haber estado en la forma humana y ahora comparecer ante Nuestro Padre, presentar; ustedes podrán ver que realmente es lo que fue, pero que hoy aquí vuelve a suceder, ¡tal como El lo ha pedido!

También para ti hermano mío, la Luz Sagrada al hacer su llegada en forma amorosa, ¡tan fuerte!, segura, esplendorosa, e indicar: ¡no habrá gravedad! La verán y sabrán de qué es de lo que les vine a hablar.

¡Es muy importante!, porque también la amada Madre Cósmica hará su llegada nuevamente, y será entregada ¡amorosa y exitosamente!, todo lo que viene desde el mismo centro de lo que ustedes llaman “Universo”, pero que está unido, que hay ¡tanta Luz! ¡Ahh! Por eso lo que han visto, lo que se ha movido.

¿Por qué ahora soy yo -en “El Yo Soy”- quien de esto hablándoles estoy? Porque es el Gran Momento, Estelarmente hablando, más que Interplanetariamente actuando; lo que al estarse uniendo, ustedes llaman “Flama Divina”, lo que en su interior al fluir y elevar, trascender, ¡salir de la vestimenta que han venido a utilizar!

Nosotros amorosamente estamos siempre dispuestos y esperando para recibir y llevar hacia Él, para que -aunque lo intenten- tu camino ¡no lo puedan desviar! Eso es lo que sucederá.

Una de las Guardianas Silenciosas, amorosas, ¡esa soy yo!, y de ello a ustedes con gran alegría les vengo a hablar.

Está hecha la unión, y lo que sucederá, ¡ustedes!, ¡ustedes lo propiciarán!, con pensamientos y sentimientos de amor. ¡Que miren!, también aquí estoy.

Agradezco que se me permitió hablar de esto, es muy importante porque lo que ha dicho mi hermana; el Puente Sagrado que une lo celestial con lo humano ¡está firme! La unión se ha sellado.

Hermanos; la Guardiana Silenciosa de esto les ha hablado, en el nombre del Padre tan amado.



Octubre 2, 2019.
Alexa (2).

Y así, amados hermanos, con esta participación tan amorosa y en Gran Amor de ella, de mi hermana para ustedes.

Esto es solamente -para la preparación- el gran aviso de la unión que sucederá, para lo que llegará: el Privilegio Sagrado de sentir y vivir, escuchar la Gran Llegada ¡de mi amado hermano!

Hermanos: ¡benditos sean!, ¡benditos sean!, ¡tan amados por mi Padre!, por Nuestro Padre, por mis hermanos, por todos nosotros.

Grandes Acontecimientos Sagrados. Escrito está, y ustedes -como lo dijo- estarán también amorosamente involucrados, ¡acompañándonos!, viviéndo, compartiendo lo que Nuestro Padre desea, por lo que aquí en esta bendita Estrella estará sucediendo.

Y entrego a ustedes la Llama Violeta en Gran Amor. Que ella los envuelva eternamente, purifique ¡y planifique! para su preparación, y en Gran Amor, en perdón y también dejo en ustedes la Antorcha de la Libertad, porque con ella en esa libertad ¡han elegido seguir el camino para volver al hogar! ¡Es por eso que aquí estoy! -amados hermanos- su hermana, ¡Alexa! en infinito amor.

Y hago entrega de la Gran Energía Sagrada que mi hermano me permite envolver a ustedes, a cada uno; el Rayo Verde de la Sanación para aquellos, aquellas de mis hermanos que están en total recuperación, en el nombre de mi Padre ¡tan amado!

¡Benditos sean, hermanos! ¡Benditos sean!, e invoquen el nombre de Nuestro Padre. ¡Pidan la Presencia de su hermana! y ahí estaré, haciéndoles sentir ¡cuánto los amo!

Y estoy aquí para acompañarlos y hablarles del Gran Despertar, ¡ese! que han empezado ya.

¡Benditos sean hermanos! ¡Y gracias!, ¡gracias por acompañar!

Que yo soy ¡Alexa!, su hermana.



Octubre 2, 2019.
Alexa (3).

Y si se ha dicho, está previsto que a través de Luz, el Rayo que llegará, haciendo sentir en Gran Expansión, para que el despertar de todos aquellos de mis hermanos que se eligió ya sea total. Es en verdad motivo de un gran agradecimiento por esta su hermana que aquí está.

En apariencia pensarán que nada está sucediendo ¡pero todo se está moviendo!, el discernimiento que están utilizando aquellos que en el proceso han decidido y se están sanando, invocando el nombre de Nuestro Padre tan amado y aquellos que al vivir la gran sacudida que están recibiendo sus cuerpos, pero que han decidido aceptar y vivir la gran oportunidad, recibir ¡toda esa Luz! que llega impregnada de amor ¡y salud!, para modificar, purificar, ¡ya no permitir que siga lacerando el cuerpo!, en ustedes, en ellos, en aquellos que sorpresivamente lo sintieron. Nuestro Padre dice: “Todo está bien. ¡Todo está bien!, porque aún es tiempo y se eligieron”.

Hermanos, hay que seguir en esa Gran Reflexión para vivir en la unión. Si El ha dicho que eso es lo que hará de los fragmentos, es nuestra oportunidad para que nosotros también nos unamos con nuestros hermanos. Que ya nuestros pasos no sean lentos, que aceleremos, agilicemos al seguir adelante y caminar despiertos, conscientemente recibir y mostrar de Nuestro Padre. ¡Eso es lo que El quiere! ¡Eso es lo que se vivirá!

Lo que llaman “el próximo año”, será muy fuerte lo que mostrará, en cada uno de ustedes en Gran Amor, en ese Despertar.

¡Oh Padre! Que estén realmente listos y preparados por lo que sentirán en ese Gran Despertar. Que no haya temor. Que tampoco en cada reacción se alejen de ti, Padre mío. Que sepan y te abracen con más fuerza, sabiendo ¡que eres tú! quien los está guiando, quien les está indicando.

¡Danos la sabiduría!, el Gran Discernimiento, porque ya está a punto, empezamos a caminar en ese Gran Día, por lo que nos pediste aquí estar, ¡para no solamente de esto con ellos hablar!, también mostrar, compartir; que sepan quiénes son y por qué están aquí; lo que son, ¡pero que viene de ti!, sólo de ti. Y es así, Padre mío.

Permítenos y guíanos para acompañar al hermano en estos grandes momentos en los que ellos plena y totalmente vivirán el dejar de ser humanos. Escrito está. Es por eso que tus hijos aquí estamos.

¡Hecho está, Padre mío! Que se haga Tu Voluntad.

Hoy aquí, viviendo el presente en amor, en unión, tu hija que tanto te ama agradece porque escuchaste su petición. ¡Bendito seas, amado “Yo Soy”!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario