3 de marzo de 2017

Canalización del 22 de Febrero de 2017.

Febrero 22, 2017
Aleshia/Enriqueta (1).
 
… porque de Nuestro Padre esa es la intención; de que en algún momento -de lo que he ido leyendo- hay quien dice: “¡No!, no te aferres ni pretendas utilizar muletas”. Date cuenta; cuando tú empiezas a vivir ese despertar, eres tú y esa Guía Divina, que en tu interior te empieza a adorar.
 
Entonces, hay algunos compañeros -y esto es una reflexión de su hermana- que inclusive han dicho: “Nadie, que en un principio intenta llamarlo a uno Maestro, algunos”. También es importante que no, no permitamos que entonces llegue el ego e infle todo aquello ¡y eche a perder lo poco que has ido entendiendo! Que el camino es delicado y en un principio es muy estrecho.
 
Tú eres el que... tú mismo eres el que lo va haciendo y todo eso va abriendo. Y cuanto más lo hagas, también esa línea delgada, tienes que seguirla o equilibrarla.
 
No hay guía, no hay Maestro, que tú mismo; pero cuando estás en éste despertar, entendiendo y en tu camino abriendo, ¡sí hay quien llega! Y para que tú empieces a entenderlo, Nuestro Padre de ésta manera te lo dice: ¡es quien te guiará!
 
Pero cuando ya todo, todo esto lo vas transcendiendo, también entiendes que es quien viene a ayudarte, a compartirte; que empiezas a redescubrirte y que nos demos cuenta ¡que claro que todos somos iguales! y hay que trabajar duro para ir saliendo -en un principio- de toda ésta densidad.
 
Ya lo dijo el Maestro Saint Germain: “Nadie dijo que fácil sería; pero llegará ese Gran Momento en el cual -al todo perfeccionar- ¡ya verás todo lo que vivirás!”
 
Y estamos -algunos decimos “intentando”- pero si ustedes supieran que de qué manera, gracias a la intercesión de nuestros amados Maestros y el deseo de Nuestro Padre, ¡esa Gran Dispensa!, que está sucediendo y que ha estado llegando. ¡No tienen idea!
 
Sólo por un momento hagan un breve repaso; ¿qué fue lo que vivió nuestro amado Maestro Jesús?, sin tener ninguna necesidad; por el simple hecho ¡de amar tanto a la Hermana Humanidad! Y aún hoy en día, no nos cansamos de repetir que sí lo entendemos, ¡pero no es cierto! ¡Nuestras acciones es otra cosa lo que van diciendo! pero también nuestras palabras.
 
Y luego ¡todavía más fuerte!, cuando Nuestro Padre lo dijo: “¡Nunca te dejaré solo, ni a tu suerte!, porque estoy Yo -en “El Yo Soy”- en tu interior. ¡Y mientras tú eso lo entiendas! y permitas que fluya, y escuches mi voz, aquí -en ésta ilusión- en tu exterior, ¡ya he enviado a quienes te estará hablando de mi verdad! ¡Así como tú has dicho que fue en el pasado, siempre ha sido, es y será!
 
Porque hoy aquí estamos viviendo lo que nosotros llamamos “presente”, pero lo que tú entiendes como “futuro”, ¿te has preguntado hasta dónde has llegado? ¿Qué es lo que esa Parte Divina? -que es tuya y que no se contamina- ¿qué es lo que está haciendo? ¿De qué manera está trabajando? ¿Qué tan amorosamente?, para que tú ¡ahora!, en éste -lo que tú llamas “presente”- ya pueda unirse, y así tan vehemente, ¡permitas que esas amorosas Profecías en ti empiecen a cumplirse!
 
Todo lo que se ha dicho, ¡ahh!, realmente para Nuestro Padre ¡no hay secretos de ninguno de ustedes! Y todo lo que en algún instante escuchas, y cuando tú ves que en ésta ilusión no se te presenta, llegas a pensar: “¡Y no es cierto!” También debemos entender que para que se cumpla ¡todo lo que nos dice El!, es a su tiempo.
 
Si eso lo pudiéramos -de verdad- siempre, que no en la mente, sino también en nuestro corazón, ya no estaríamos sufriendo. Ahí es donde podríamos aplicar también la paciencia infinita, ¡la paz que te da el saber con tal certeza que todo lo que te dice El se cumplirá!, aunque en ese instante lo escuches como una promesa, pero que -a su debido tiempo- llegará.
 
¡Y la Gracia vivirás!, tal cual, como de aquellos hermanos que has escuchado que -estando aquí también como Humanos- de Él te han hablado. Y dices: “¡Son elegidos!” ¿Y te has preguntado qué es lo que sucede contigo? ¿Por qué aún -el serlo también- no te lo has permitido?
 
Hay tantas cosas de las que adolecemos. ¡Eso creemos! ¡Y mientras tengamos ese pensamiento tan presente en nuestra mente, enturbiamos el poder ver con claridad!, que en ésta Aurora; en éste día, que recién ha iniciado ya; es tan grande, ¡porque todo lo que ha prometido Nuestro Padre, es el tiempo en el que se cumplirá!, para todos y cada uno de nosotros. Es por eso ¡que aquí estamos!
 
Si yo les dijera que entiendo ¡que no es tan fácil!, porque también el seguir y el estar aquí ¡cada día! y en muchos momentos ¡está ese intento de vencer todo lo que hay aquí! ¡De hacer creer que si tanto hablas de Nuestro Padre y de su poder!, tiene que haber esa congruencia; que al hablarlo, sentirlo realmente para poder vivirlo y hacerlo ya eternamente, ¡plena y total!
 
¿Y por qué digo todo esto? Tal cual como se les había hablado, no tiene mucho que -en una de éstas reuniones- ¡tanto se insistió que les estaría sacudiendo!, ¡que se estarían cimbrando! con todo lo que estaría llegando. ¡Pero no se confundan hermanos!, llegando a ustedes directamente, a la par que esa Gran Energía que Nuestro Padre bendito, cada vez más fuertemente te envía.
 
¡Pero pretenden distraer!, ¡para que no lo sientas!, ¡para que no lo vivas!, ¡porque no quieren permitir que vivas ese Gran Momento!, en que todo -en ti- lo dejes fluir; que esa Esencia ¡que es eterna!, ¡que te hace vivir Su Presencia!, ahora -porque escrito está- que todo aquél que lo vivirá, a la par lo sentirá; lo verá, en éste plano terrenal.
 
Y es maravilloso, ¡pero en ésta Gran Lucha! -ustedes que escuchan y que lo están sintiendo- saldrán airosos, victoriosos. En el Plan Divino, el propósito que Nuestro Padre para ustedes ha tenido, ya en éste Gran Momento lo que está sucediendo.
 
Algunos pensando están: “Y todo lo que nos han venido diciendo; pues algunas cosas sí, pero otras tantas -en su mayoría- ¿dónde están? No las veo todavía. ¡No las siento! ¿Cuánto más tendremos que esperar? ¿Cuánto tiempo?”
 
¡La paciencia!, el sentimiento tan maravilloso. Al abandonarte a Nuestro Padre, verás cómo luego -lo que tú verás- ¡lo harás tan gozoso!, y con esa certeza de haber comprobado, ¡de haber vivido todo lo que has escuchado! ¡Eso es lo que tú también le hablarás a tu hermano!
 
No permitamos que el temor, que el dolor, ¡que la duda!, ¡y todo aquello que pretende mantenerte en ese sinsabor, te distraiga!, porque ahora -tal cual como lo ha dicho Nuestro Padre- ¡todo! lo habremos de vivir en compañía de aquellos hermanos que amorosamente han querido venir.
 
¡Y miren!; si algunos te dicen y te hablan de todo aquello que -en apariencia- está tan lejano. Algunos -al momento de escucharlo- están pensando: “Han perdido la cordura. ¿De dónde saca tantas cosas?” De verdad, habrá ¡tantas y tantas! que -aún viéndolas algunos- sentirán que no creerán todo aquello, porque será tan bello.
 
Es ¡olvidar todo! ¡Que en la mente ya no haya ningún otro pensamiento! Dejar que todo se lo lleve, así como el viento; pero un Gran Instante que será eterno. ¡Es promesa de mi Padre! que aquél, aquélla que empiece a vivirlo, sobretodo -hermanos tan queridos- ya no sigamos intentando estar tan distraídos; ir aquí, ir allá. Ahora ¿de qué esto que me van a hablar y lo que me van a mostrar?
 
Respeto ¡de verdad!, porque es la manera que en tu interior te llama y te dice: “¡Busca!, ¡Busca esa verdad que estás a punto de vivir!, ya que Nuestro Padre también lo dijo: “Los talentos que te doy, llegará el momento -algunos lo llamaron así- ¡cuentas te pedirá “El Yo Soy”!”
 
Pero es sólo -amados hermanos- que para que tú empieces a caminar en ésta inmensidad; aquello que tiene principio, y no, nunca verás, ni encontrarás el final. ¡Es tan grande!, ¡tan maravilloso!, que olvidarás todo lo que tuviste que pasar, ¡aunque el camino estuviera tan escabroso!, porque tú mismo al pensarlo, al dudarlo, propiciabas el aquí vivirlo.
 
¿Cuántos hermanos han llegado a pensar?: “¿Por qué hay algunos que se han podido contactar? ¿Por qué hay otros que están viviendo esto? ¿Por qué ella? ¿Por qué él?” ¡Tú qué sabes!, la preparación que cada uno -al vivirla ya aquí- la viene a traer. ¡No puedes hablar de algo que no conoces! Pero lo que sí es muy cierto, es que ¡lo que no tiene igual!, mi Padre desea que también ¡tú lo goces!
 
Y que solamente sea tu deseo ¡seguir en esa preparación! Que quien te guie en el camino, Nuestro Padre ¡ya lo tiene bien definido!: quién está contigo y quién está en tu interior; porque tanto se les ha repetido que es el tiempo en el cual sentirán el Dios Vivo.
 
¿Y en quienes así ha sido? Hay momentos, ¡hay días! de éste tiempo y etapas en las que hermanos, hermanas, ¡se entregan con tanta fuerza! ¡Porque ya claman y desean dejar la forma humana! Pero luego -si esto se tarda- o si ¡de tanto vivir algunas cosas!, pierden esa intención, para ellos ya no hay motivación.
 
Quiero decirles que eso también ¡es parte de en ésta preparación!; que tenemos que estar atentos y alertas, para darnos cuenta que eso pretende ser una fuerte distracción, de aquellos que no desean que vivas ya tu liberación; ¡que eleves tu vibración!
 
Pero ya, de todo lo que está sucediendo, ¡bendito mi Padre!, se ha hablado de la recolección; lo que estará cada uno de ustedes viviendo en el reacomodo, en la limpieza, en la purificación, ¡también de nuestra Madre Tierra.
 
Al no estar preparados y no poder entender, ¡porque aún al hacerlo! hay cosas que querrán hacer llegar a tu mente ¡el temer! ¡Ese temor de qué es lo que va a suceder! ¡O a lo desconocido!, ¡que es todavía peor!
 
Porque si yo pudiera decirles -de los que aquí se encuentran- ¡quiénes aún!, al estar ya en ese Gran Momento en el cual pudieran abrir un don, simplemente por permitir que en ese instante el temor llegue a él, a ella; de algo que “dice” que desconoce y a su cuerpo llegó; limita, aleja, vivir la gracia que Nuestro Padre ¡en cada uno de ustedes deja!
 
¡Qué ilógico y qué incongruencia! Algunos al escuchar pudieran decir: “¡No! ¡Si eso es lo que yo estoy deseando! Ya sentir y caminar ¡y compartir esa Esencia!, que mi Padre cada vez más -dentro de mí- viva Su Presencia”.
 
Cuando tú -de verdad- esto lo entiendes, entonces hermano, cuenta te darías ¡todo lo que trasciendes! ¡Hay algunos que ya lo han ido logrando!, porque lo que están proyectando hacia toda la Hermana Humanidad, muchas veces sin sentirlo y sin saberlo, es ¡que aún más sean los que van despertando!, porque van dejando esa semilla que -a su tiempo- va a germinar.
 
¡Y no les estoy hablando de hoy!, que -al estar aquí- vinieron a encarnar. ¡No, hermanos! En algunos sí sucederá, pero en otros ¡qué bueno fuera!, porque entonces ¡hoy por hoy!, ya se hubiese completado ¡la total Ascensión! de mi Hermana Humanidad.
 
Aún habrá un poco más que -al aquí llegar- hemos de trabajar; pero cada vez en el deseo de mi Padre que esto -para ustedes- ¡ya no sea de tanta dificultad! Mas ¿saben qué es lo que los detiene? El que se niegan ¡a sentir! desde lo más profundo, ¡y esa eterna incredulidad!, ¡aún! pudiendo escuchar la enseñanza, que Nuestro Padre nos ha pedido entregar en ésta andanza.
 
Y entonces llega esa lucha, y hay ocasiones en que nosotros permitimos que sea más fuerte, ¡tan enconadamente!; de si sigues adelante, o buscas -en otra fuente- aquello que en un principio dices: “Esto me llena”; pero luego -al pasar de los días del tiempo- vuelves a dejarlo.
 
Alguna vez escuché y la palabra me gustó: “¡Ah bueno! Aquellos que lo hacen así es que son turistas espirituales” ¡Turistas! ¡Cómo tenemos! -porque también ese don Nuestro Padre nos dio- de reaccionar y al instante encontrar la palabra que acomode, a aquél que ya se alejó.
 
¿Pero saben? Nuestro Padre es tan amoroso, y nos dice: “¡No juzguen! Si en esa libertad que les he entregado ellos sienten ese deseo de todavía buscar, ¡sea pues! Por eso -el que vuelvan a mi lado- eternamente aquí los estaré esperando”. ¡Y es cierto hermanos! ¡Es cierto! Por eso siempre se habla de un Legado.
 
En lo que han llamado Lemuria, Atlántida, ¡siempre se ha encontrado!, aquellos escritos en los cuales de lo que han hablado, ¡de qué manera nuestros hermanos se prepararon! ¿Pero saben? ¡Los han ocultado!, ¡porque no quieren!, ¡no permiten! que así como mi Padre tanto insistió: ¡es tanto el valor de lo que nos entregó!, que nada, ¡ninguno!, ¡con nada podría pagar la verdad eterna! Y esa, en cada uno de ustedes está.
 
¡Pero ello ya!, ¡ya no lo podrán seguir haciendo!, porque todo lo que está sucediendo; se ha estado insistiendo que a la Luz saldría ¡y miren que ya empezó! Ahora lo importante es que -cada uno de ustedes- al escuchar, ¡lo sienta realmente en el corazón!
 
Hay muchas formas en las cuales Nuestro Padre nos ha pedido que estemos aquí para hablarles, con ustedes aquí, y de todo lo más importante, ¡porque todos hemos de enarbolarles esa Llave Maestra, que es el infinito amor! ¡y que abre todas las puertas!, pero tienes que empezar por la de tu corazón; porque si no, entonces no podrías entender la finalidad de todo lo que nos entrega El, ¡Nuestro Padre tan amado! Y es lo primero que -para poder seguir caminando- cada uno de nosotros no sólo tenemos que estar entendiendo, ¡tenemos que tener presente!
 
¡No tienen idea! de lo que Nuestro Padre está a punto de mostrarles, de entregarles. ¡No es la primera vez que se los repito!, pero inclusive por ello hay algunos que han pensado: “Son solo palabras y -lo que dices- un mito”.
 
Pero aquellos que permanecen fieles, entregados, ¡fuertes!, a todo lo que están escuchando, ¡no porque lo diga Enriqueta!, sino porque de Nuestro Padre ¡y de la enviada!, que es ¡Aleshia!, que en su nombre pronto estará manifestada de tal forma que bendito aquél que lo pueda ver; porque estarán trasponiendo el umbral de ese ¡Gran Portal!, en el cual -desde ahí- ¡todo lo que mi Padre para ustedes va a manifestar! y todas las Huestes de Luz que al llegar, aquellos que con nosotros van a caminar, ¡porque arduamente vamos a trabajar!; pero amorosamente, sabiendo que ¡a cada paso!, su Luz, su Energía Divina va a fortalecerte, y no habrá nada que detenga a la Avanzada.
 
Porque ustedes estarán viviendo, ¡estarán viendo!, ¡estarán tocando!, ¡estarán compartiendo! lo que El -para que la Avanzada comparta con la Hermana Humanidad entrega. ¡Ustedes mismos!, amados hermanos.
 
Tal cual como lo dijo el amado Maestro: “Todo lo que ustedes harán ¡y lo que estarán compartiendo! será ¡en el nombre de “El Yo Soy”!, porque inclusive yo -en su nombre- los estaré acompañando. Mas -primero para ustedes- lo estaré mostrando”.
 
Y en ese Fortalecimiento Sagrado, ¡todo lo que estará manifestado! ¡Lo que tú tanto has deseado, has pedido!, pero que no has puesto como condición para ¡ya vivir totalmente entregado! Ahí es donde Nuestro Padre, al ver todo ello ¡y eso es lo que también nos ha estado diciendo!: ¡de quién y cuándo es el momento! ¡No importa que ésa ilusión otras cosas te esté diciendo!, porque también ahí, ¡es una prueba de fe!, de seguir en la certeza de que -al estar entregado a Él- ¡ya a nada le puedes temer!
 
Y tenemos grandes momentos en los cuales -al hacerlo- llegamos ¡a crear!, todo lo que Nuestro Padre nos ha querido entregar. Y en ésta ilusión ¡primero para ti se viene a mostrar! ¿Y luego qué sucede? Son momentos; llegan esos altibajos; que entonces ¡en muchos esa fe que ya había empezado a crecer la hace pedazos! ¡Y eso no es lo que quiere El! ¡Desea que permanezcas fortalecido en la fe! ¡Entregado a Él! No permitir que haya ¡ningún momento de duda!, ¡porque estás en esa preparación!, en esa transición, en que ¡tu alma vuelve a ser completamente pura!
 
Y entonces -aún estando aquí- empiezas a vivir, a mostrar, a interactuar con esa otra Dimensión, en la que -con el pensamiento- el sentimiento del amor, ¡todo lo puedes crear! Y entonces cuenta nos damos que ¡no hay nada más! Ni enfermedad, ni temor, ni dolor, ni tristeza, ni rencor. Que eso pertenece a ésta densidad, que estás dejando.
 
¡Así es como Nuestro Padre desea que sigamos avanzando! Y ustedes verán lo que nos estará entregando, que ¡nos vendrá a ayudar!, ¡para fortalecer ese templo!, ¡al que llamas “tu cuerpo”!, que viniste a ocupar, ¡que quisiste traer! al aquí encarnar.
 
Cuando solamente lo anima el pensamiento y el sentimiento del amor, ¡todo lo puedes!, porque te lo da El, a quien llamas “¡Dios!” La Gran Energía que es eterna, y que cada vez ¡más y más fuertemente te envía!
 
Verás cómo tu cuerpo se va transformando. Ahí es donde ustedes llaman a sus hermanos “Iluminados”. ¡Pero el verdadero Iluminado!, no como hoy, que hay algunos ¡y hay tantos! que se hacen llamar.
 
Pero ya Nuestro Padre dispuesto todo lo tiene. Y ya lo dijo mi amado Maestro Saint Germain: “¡Y las mascaras caerán!” ¡Y eso es lo que está sucediendo! Para cada uno ya está llegando el tiempo.
 
¡Tiene tantas formas Nuestro Padre! No tienen idea. Y algunos que piensan que ya nada les asombra, verán cómo no es así. Mi Padre siempre tiene ¡tanto que decir! ¡Y no se imaginan a través de quién!, de qué manera. ¡Porque no creen que ésta hermana de la que todo esto están escuchando!, ¡eso ya lo saben y lo están comprobando!: ¡que no es la única!
 
Mi Padre tan amado, verán ¡a quiénes más está enviando! ¡Pero nosotros tenemos que tener esa certeza!; que en éste círculo, en éste grupo en el cual ¡a cada uno de nosotros nos ha hecho un Llamado!, hemos de estar dispuestos a empezar éste amoroso trabajo; porque eslabón por eslabón, el círculo ya se estará cerrando. Y yo les pido que con ustedes -amados hermanos- en ese Gran Momento ¡más fuertemente estemos contando!
 
El Cosmos cada vez ¡más y más! movimientos está generando; alineaciones, eventos, y ustedes saben a lo que me refiero. Está próximo a suceder uno más, y mi Padre pide que por esa ¡Gran Energía! que estará emanando nos dejemos llevar. ¡Porque no es necesario que en ésta ilusión lo estés observando!
 
¡Ese es el Gran Error que muchos de mis hermanos han tenido! Por eso no han creído; porque: “No lo creo si no lo miro”. ¿Y el sentir? ¡No olvides!, que desde que nos hemos reunido -ahora que tú estás aquí- se ha hablado de la Gran Importancia de ¡que dejes a un lado la razón!, ¡y que sientas en tu corazón! Eso es lo que te llevará a la Gran Apertura y que seas ¡uno más!, ese eslabón. Que esté unido tan fuertemente ¡que no permita ninguna ruptura!, porque eso también lo sentirás desde tu interior.
 
Permanezcan así: ¡firmes!, como una roca. ¡Fuertes!, y tal cual como dicen mis amados Maestros: “¡Tan valientes!” Que ya lo son, desde el momento en que están aquí, en ésta ilusión presentes.
 
Se ha escuchado de tantas cosas que nuestros hermanos han vivido ¡y más! que vendrán. Pero ya Nuestro Padre lo ha dicho: “A mis hijos -aquellos que se han elegido- ¡nada de lo que suceda!, ¡ni un pelo les tocará! Por el contrario; he enviado, para que les compartan y les digan de qué manera -amorosamente- puedan seguir caminando, para que vuelvan a mí, y el hacerlo ¡ya lo estén acelerando!”
 
El Gran Libro de la victoria infinita, ya está cercano que se les esté mostrando. En él, muchas de las cosas que se llaman o que ustedes llaman “misterios”, verán ¡que siempre!, para aquél que con el corazón siga adelante, hará un Gran Eco y esa repercusión, ahí donde Nuestro Padre los necesita y les pide a estar, nos moverá a compartir, ¡a de Él hablar!, desde lo más profundo del corazón.
 
Todo esto que les digo hermanos, ¡ténganlo presente!, ¡no lo olviden!, porque llegará el Gran Momento en que ¡ustedes Humanos!, seguirán adelante; enarbolando el Gran Estandarte de la enseñanza de “El Yo Soy”. ¡Esa!, ¡que directamente ha entregado Nuestro Padre! ¡Que la ha traído el amado Maestro!, a quien has llamado “Jesús!
 
¡Y que ahora también el Maestro Saint Germain te insiste y te dice; que esa verdad ¡la tienes tú!, ¡ahí muy dentro! ¿De qué manera se puede abrir? ¡Ya verán! ¡Ya verán!, porque aunado a todo ese sentimiento, también lo que se les ha entregado ¡y más!, ¡lo que ya está preparado! y que en el transcurso de éste año lo vivirán, amados hermanos.
 
¡Síganse preparando! Lo que su corazón les esté indicando y lo que también mi Padre, que tiene a bien darnos instrucción. ¡Siéntanlo -de verdad- fuertemente!, cuando les comparta, ¡tal cual!, ¡letra por letra!, ¡palabra por palabra!, todo lo que llegue de la Fuente; porque ésta hermana que les habla, lo hace en el infinito amor y en la inspiración que me pide y me entrega mi Padre.
 
 
 
Febrero 22, 2017
Maestro Desconocido.
 
Y es así; sin dobleces, porque todo lo que es en su palabra y aquél que la escucha, de quien lo haga se fortalece.
 
¡Siempre!, tal cual como esa verdad, nosotros que venimos a compartirte y entregar, siempre -de tiempo en tiempo- es ¡el Gran Momento!, ¡porque de moda nunca vamos a pasar!
 
Todo lo que en tu interior se atesora y en infinito amor -al crearte- El te dio, sólo espera éste Gran Momento, y en muchos de ustedes ¡ya se activó!
 
La hermana les ha hablado del Gran Chakra Sagrado. ¿Qué nombre algunos le han dado? Pero para que tú lo entiendas hermano, precisamente todos estos movimientos, ¡las alineaciones!, ¡y cuantos más eventos!, porque es necesario que -con sus emanaciones- lleguen hasta tu cuerpo y -al tocarlo- vaya purificando y revitalizando a la par; porque tal como lo dijo “El que todo lo creó”: “¡Ya no hay marcha atrás!”
 
Y es -de verdad- importante que en aquellos que de verdad lo sienten, ¡porque es muy relevante lo que sucederá! En ésta Gran Batalla que se está librando, ¡cada uno de ustedes vencerá!
 
¡El amor!, ¡siempre el amor!, ¡y no como condición!, sino al estar abriendo tu intuición; ¡que mira que también es un Gran Don!, porque después de ello, se empezará a abrir todo aquello que también has escuchado, y nuevamente te lo repetiré: ¡la telepatía!, ¡la levitación! y algunos dicen que no tiene importancia: ¡la canalización!, ¡porque no lo cree! ¡Pero lo podemos entender!, porque hay tantos que les hacen creer ¡y que sí!, ¡es verdad que los están engañando!
 
¡Pero hermano!, es el Gran Momento en el cual ¡la verdad pura!, ¡transparente!, ha venido a cristalizar en el sentir, para hacer a un lado la mente ¡y que ya no quieras razonar!, sino vivir en el presente; ¡hoy!, ¡aquí!, ¡paso a paso!, ¡cada instante!, tal cual como El -en su infinito amor- ¡y empezará a hablarte!
 
Cuando llegue ese momento; que mira que será sorpresivo, pero ¡muy directo! De ahí en adelante el camino será cada vez más cercano a lo perfecto. ¿Y quién lo estará viviendo?, de aquí, ¡con ustedes! Sólo pregúntense ¿por qué todo esto les estamos compartiendo?
 
Y algunos piensan: “¡Sí!, pero ya quiero escuchar de aquello que está oculto. ¡De qué manera me puedo liberar!” En la paciencia radica el que sientas Su Esencia, que será eterna; porque ahí, donde está y se muestra “El Todo”, ¡no hay principio ni final!; sólo es un instante a la Eternidad.
 
Y eso es lo que más continuo para ustedes será; situaciones, movimientos. ¡Uhm! Verán lo que estará sucediendo.
 
Y hemos de compartirles algo muy importante: en estos días el hermano, ahí donde ha ido a preparar; lo que la hermana va a hablarle será, porque todo más rápidamente va a empezar. Así que ya no se sigan cuestionando: “¿Para cuándo? ¿Qué estará sucediendo? ¿Qué estaremos viviendo?” Si han escuchado que la Avanzada serán, recuerden que el deseo de Él es ¡que no sean unos cuantos!
 
Entonces, sientan todo lo que van a escuchar; porque ya no será como antes; que para llegar al lugar elegido, ¡a ese Lugar Sagrado que se les había ofrecido!, tanto tiempo llevó. Que de algunos de los que se encuentran aquí,  sus ancestros, su Padre no lo conoció. Eso es lo que piensan. ¡Pero si se les ha dicho que tienen la vida eterna!, ¿quién te dice -hermano- que realmente eres tú el que todo eso ha estado viviendo?
 
Para que algunas cosas ya no las estés repitiendo, se te estará despertando -en esa Gran Membrana- lo que desde la Eternidad te ha unido a Él. El recuerdo, la vivencia, ya no estará tan lejana.
 
Y en éste instante, le estoy entregando a la hermana lo que -al estar aquí en ésta forma humana- ¡tanto estuvo pidiendo!
 
¡Y sí!, frente a ustedes. ¡Vean lo que sucede!, porque sabemos que también es necesario mostrarles. ¡Que vean la fuerza!, que no importa cómo estén; cómo se sientan. Cuando están entregados, ¡esa Parte Divina!, ¡que ya está con Él!, ¡a su lado!, ¡nada tiene que ver con la que aquí se encuentra y que todavía se está preparando!
                                                                                  
¡Y vean!, porque ¡eso es lo que en ustedes también sucede!, cuando se dejan llevar ¡por toda ésta densidad! ¡Ella sabe a lo que me refiero!, ¡pero mostrárselos es lo que quiero!
 
¡No más emociones!, ¡que les ha retrasado llegar al hogar tantos eones! Mas ella al aceptar, ¡al aquí llegar y estar!; ¡sí!, ha dicho ¡qué tan difícil es vivirlo! ¡Que ahora ya puede entender el porqué!, ¡tantos de ustedes! han retrasado el volver a su lado; ¡al lado de Él!, ¡que te ha creado!
 
¡Vean!, ¡vean cómo el remover todo lo que aquí se ha guardado! Pero ¡lo estamos retirando!; ¡lo estamos sacando! Ahora hermanos, ¡eso es lo que sucederá con todos ustedes!
 
¡Ahora vean!, ¡vean! como en la transmutación, ¡en el cambio!, cuando llega la acción de “Aquél que te estuvo creando”, ¡la fuerza!, ¡la entereza!, ¡la valentía!, ¡el amor! que sientes y que llevas, te acompañará en tu día con día. ¡Y así es como te verán!: ¡que nada te mueva!
 
¿Cómo es posible? -pudieras decir- que de un momento a otro, de una emoción a otra ir. ¡Pues así es como vives aquí! ¡Eso es lo que has hecho!, no sólo en ésta vida. Y entonces -cuando sucede- ¡haces más angosto ese trecho! y no te permites ya -de una vez por todas- ser libre. ¡Pero mira!: ¡es el Gran Momento!, ¡la verdadera vida!
 
También al estar aquí -en el nombre de “El Yo Soy”- ¡te entrego!, ¡esa en la cual nada te va a limitar!, ¡en la que vivirás y caminarás por ese Sendero del Amor y de la Libertad!, es de lo que hablándote estoy.
 
El decreto tan fuerte y tan grande, ¡que para ninguno de ustedes ya será secreto!, hemos de darles, ¡y lo haremos! ¡Claro que sí! Se los entregaremos, con infinito amor.
 
Y ahí estaremos con ustedes, ¡en ese Círculo Sagrado!; porque en el centro estará ¡elevando su voz!, “El Yo Soy”.
 
Y todo esto que has escuchado -hermano tan amado- está pronto a suceder, ¡en ese Gran Llamado! ¿Quién acudirá? Nosotros -en infinito amor- esperando por ustedes vamos a estar. Y entonces será; empezarán  a sentir y a vivir ¡aquí! -en ésta ilusión- lo que viene de Él.
 
Y yo les digo que para esos días -ustedes que escuchando están- nos acompañarán. ¡No hay enfermedad! ¡No hay nada que los vaya a limitar! Con sólo el deseo, ¡que venga desde lo más profundo de su corazón!, es lo único que nosotros necesitamos, para empezar a -en ésta ilusión- a hablarles y mostrarles ¡todo lo sagrado!, que resurgirá una vez más. El Gran Momento de la verdad ya se mostrará.
 
Y entonces, ¡aquello que les he prometido!, ¡de lo que les he hablado!: ¡el Símbolo les será entregado!, en Gran Amor, ¡y estará detonando todo lo demás!; lo que en el Proyecto Shirón está preparado.
 
¡Que yo soy su hermano!; que ahora con más fuerza con ustedes -Hermanos Humanos- y otro nombre, en el deseo de “El que todo lo ha creado”, tendrán. ¡Así es como se les estará llamando!
 
Que yo soy su hermano, y dejo la Gran Energía que envuelva ¡todos sus cuerpos!, en ésta Gran Estrella.
 
Y ese día, en el cual el Cosmos mostrará para ustedes, ¡les pido que lo sientan!, porque algo muy grande también se les entregará; ¡necesario para su cuerpo fortalecer y revitalizar!
 
¡Hermanos!: sentirán nuestra presencia.
 
Que yo soy su hermano.
 
 
Febrero 22, 2017
Saint Germain.
 
¡Y luego de todo esto! ¡Oh, amado Maestro! Todas las palabras que llevan ¡esa Gran Vibración!, esa Energía que viene ¡desde el Gran Corazón! He de decirles, advertirles, que -lo que hemos de entregarles- de manera personal ¡voy a prepararles!
 
El Foco Tonal ya empezará a mostrar, todo lo que mi Padre -en infinito amor- porque en el nombre de “El Yo Soy” a quienes reuniremos; quienes estaremos -amados hermanos- inspirando, ¡para que todo!, aquí -en éste plano- se esté acelerando, ¡en el lugar elegido! ¡En los lugares elegidos!
 
¡Miren!, hoy ¡aquí estoy!, porque pedí que ¡fuera aquí!, ya que mi hermano -de alguna manera cercanamente- me está ayudando. Y ustedes verán ¡la gran sorpresa que se les está preparando! Y quisimos expresarlo ¡aquí!, amados hermanos.
 
Deseamos empezar a unir -en infinito amor y en Gran Conexión- ¡ya!, lo que en estos días era parte de su preparación y que a muchos de ustedes, ¡bueno!, ¡hasta a la hermana la sacudió!, he de decirles. ¡Ya ven que tenemos esa confianza!, de poder expresar lo que también ella guarda en su interior; ¡porque la amo!, ¡la amo como a ustedes!, y ella también les va a mostrar ¡cuánto es lo que siente!, ¡por cada uno! ¿De qué manera no será?, que decidió venirse a encarnar. ¡Ya lo verán!, ¡amados hermanos!
 
¡El Corazón de Corazones! -tal como lo dijo mi amado Maestro- ¡lo que tiene preparado!, porque lo que nos ha dejado el año bisiesto; ¡se los dije!, ¡se los prometí!, que aún al empezar éste año, muchas cosas estarían viviendo. ¡Yo sé que sí!
 
Algunos han estado diciendo: “¿Cómo es posible? ¡Y apenas está empezando! ¿Qué más va a suceder?, ¡Padre tan amado!” Pues quiero decirles que ¡lo mejor de lo mejor! para ustedes; porque -como la Gran Avanzada que son- ¡seguiremos la preparación!, ¡pero de otra manera!, en otra Dimensión, ¡amados hermanos!
 
¿Quiénes de ustedes ya están preparados? ¡Sí!, no solamente nosotros les estaremos hablando; mi amadísimo hermano -que presente está y que me está acompañando- y todos a quien ustedes llaman “Maestros!, ¡y Nuestro Padre tan amado! ¡Ja! O como le dicen: “El Gran Arquitecto”; “El hacedor y dador de vida”. ¡Ahh! ¡Verán de qué manera esa Gracia Divina -a ustedes- todo les entrega!
 
Y yo te digo, amado hermano: tienes que estar listo, porque de lo que mi hermana y yo te estaremos contigo hablando, ya estará empezando.
 
¡Mis amados custodios!, que se han estado preguntando: ¡respuestas ya les estaremos dando! ¡No tienen nada de qué estarse preocupando! Cuando Nuestro Padre dice: “¡Es!”, aunque ustedes aquí -en ésta ilusión- digan: “Perdido está”, ¡no es así! ¿Dónde está la fe? ¿Dónde está el -por El- dejarse llevar? Vamos a mostrarles ¡de qué manera tiene que ser!, para poder lograr la Gran Perfección ¡y estar a su lado! y mostrar ¡todo de Él! ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!
 
Viviendo ésta Gran Ascensión; toda la Vibración que estará emanando en estos días. ¡Hermana prepárate!: te haremos una visita.
 
¡Miren!; lo que Nuestro Padre -al mover todo esto- en sus corazones incita, es en el Gran Despertar; cada vez ¡más y más recordar! ¡La Gran Jerarquía Sagrada! ¡La simiente!, que nuevamente está encarnada. ¡Ya entenderán de qué les hablo!, ¡amados!, ¡amadísimos hermanos!
 
Esto que se está propiciando; el Gran Puente Sagrado ya se estará mostrando ¡para todos ustedes! Mas el momento que todo esto lo esté detonando, les voy a regalar esa Gran Señal, en la cual la Llama Violeta ¡se empezará a elevar!, cada vez ¡más y más!, ¡con toda su fuerza!, y envolverá a todo aquél que ahí se va a encontrar, ¡y la Gran Amatista! Es por eso -amada hermana- esa Gran Tonalidad se vista. No es un trabalenguas. Ya verán de qué -su hermano- les vino a hablar.
 
Y también cuando dicen “que tienen el don de lenguas”; ¡ya la hermana les dijo! que cuando les habla en el Idioma Universal, ¡lo entenderán! ¡Claro que sí! Lo sentirán en su corazón. Es una de las cosas que empezará a darse en ese bendito lugar de -¡Padre mío!- tu elección.
 
Y aquí estoy, ¡en el nombre de “El Yo Soy”!, para entregarles, ¡compartirles!, de ello hablar. Es por eso que quisimos hacerlo, ¡ahh!, de ésta manera.
 
Entonces, ¡no olviden!: se acerca el día del Gran Llamado. ¡Ese en el que ahora hablarles hemos empezado! ¡Muy importante!, porque la Energía estará ¡tan resonante!, ¡amados hermanos!
 
Y mi hermano -al acompañarme- también ¡desea hablarte! ¡Amados! ¡Amadísimos!
 
Que aquí estoy, ¡con gran regocijo y emoción!, en el nombre de mi Padre tan amado: “El Yo Soy”. ¡Y verán! ¡Les haremos una petición!, a aquellos que “dicen” que están entregados y dispuestos. Entonces se verá ¡qué tanto!, aunque nosotros ya lo sabemos. ¡Amados! ¡Amadísimos hermanos!
 
Sean ustedes nuevamente ¡nuestros aliados! en éste amor; en éste Proyecto que Nuestro Padre ha hecho ¡para ustedes!, en infinito amor.
 
Que yo soy ¡Saint Germain! Y en éste instante les pido -por la insistencia- porque ¡sí te escuché!, hermano, hermana. ¡Hagan su petición!, que -en el nombre de “El Yo Soy”- ¡hecho está! Así sea y será… si fue hecha ¡en infinito amor!
 
Que yo soy ¡Saint Germain!, y dejo para ustedes ¡mi Llama Violeta!, de manera especial. Que los envuelva ¡y a toda ésta Estrella!, en Gran Amor: ¡Universal!
 
 
 
Febrero 22, 2017
Sananda.
 
Y al decidir de qué manera ¡en éste verdadero vivir!, mis hermanos, para seguir adelante caminando.
 
Estaremos acompañando ¡a cada uno de ustedes! El hablarles ¡más constantemente!
 
El momento se está acercando; ¡aquí!, ¡en el hogar de mi Padre!, y en donde al hablarte, deseo pedirte: ¡sigas adelante!, porque nosotros ¡tal cual como te fue prometido!, ya se te entregará esa señal ¡que tanto has pedido!, hermano.
 
Que yo soy ¡Sananda!, y de esto te estoy hablando.
 
La misericordia infinita de mi Padre y la Llama Trina, en éste instante ¡de mí para ti!, quiero entregarte.
 
¡Seguiremos compartiendo!, y a cada paso comprenderás, cuando te dije que “Yo Soy” es el camino, la verdad ¡y la vida!
 
¡Y tu hermano contigo está! Y he aquí ¡el agua viva! A ustedes entregará.
 
Yo soy ¡Sananda!, tu hermano.
 
 
Febrero 22, 2017
Aleshia.
 
¡Y en la Gloria infinita de mi Padre!, aquí está tu hija; que eternamente ¡tu nombre ha de alabar!
 
En compañía de mis hermanos, ¡Padre mío!; aquellos que en éste Proyecto ¡me habrán de acompañar!
 
Será amorosamente directo como ¡tú nos guiarás!
 
Y al hablar de tu verdad, para que ¡cada uno de ellos! -al seguir su caminar- ¡la Gran Avanzada!, que en ésta Estrella bendita, logrará ¡que se vea iluminada!, porque ¡su Ascensión! para que cada uno la viva, ¡no será a la Quinta! ¡Esa no es la Dimensión!, la que cada uno vivirá en tu nombre, ¡Padre mío!
 
Es por eso que con ellos se encuentra ¡Aleshia! ¡Aleshia de Shirón!
 
¡Y así será! ¡Se cumplirá Tu Voluntad!
 
 
 
 
Febrero 22, 2017
Aleshia/Enriqueta (2).
 
Dice mi Padre que uno de ustedes trae una gran inquietud; que tal cual como de la virtud, el sentir de cada uno; sentirlo ¡aquí!
 
Eso es lo realmente necesario para que se cumpla -en cada uno de ustedes- lo que han pedido, y que su plegaria ha sido escuchada.
 
¡Hecho está!, en el nombre de mi Padre tan amado; para que en cada uno de mis hermanos, que ya no sigas inquieto; que no sea la pesadumbre la que tu camino dirija.
 
Verás cómo el cambio ¡total!, porque la Luz va a iluminar ¡no sólo a tu hogar!, ni a los seres que amas; también en tu interior. ¡Por ahí es donde mi Padre todo lo habrá de iniciar!
 
¡Hecho está!, hermano, hermana.
 
¡Esa es Su Voluntad! Cada uno de ustedes; aquél que así lo sintió; aquella que lo pidió; así, ¡directamente con Nuestro Padre!, en ese coloquio amoroso, ¡y ésta es la respuesta que El te dio!
 
¡Gracias!,  a cada uno de ustedes, por estar; porque no importa lo que suceda en ese lugar (pavimentación de la calle donde está Casa de Oyamel, Toluca), que El ha elegido.
 
¡Todo tiene un por qué! Fue su deseo que ahora fuese aquí (Casa de Lupita y Luis). ¿Para qué? ¡Ya lo vamos a ver!
 
¡Y gracias por estar aquí!

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