Destrucción del Popocatépetl 2015.

9 de Enero de 2015

Amón.

Mucho se ha dicho, que aquí -donde ustedes están- el gran hermano se detonará.

Yo te digo, lo que sucederá -por eso nosotros aquí estamos- un llamado de alerta será, para aquél que no ha querido escuchar. Para aquél que aún pretende seguir en la densidad. Y en esa tonalidad, lo que ha querido vivir, crear, ¡eso es lo que mostrará!

Mas aquellos que como tú y a los que ya en incontables ocasiones se les ha pedido y al convocar han acudido, verán que lo que se les ha dicho... eso será.

Sentirán la fortaleza y su templo -al sentir tal fuerza- en el amor, en la verdad, el gran portal a sus ojos se abrirá. Y estoy hablando de los terrenales, porque entonces ahí, empezarán a compartir con nosotros -sus hermanos-.

Es por eso que también, empezarán a sentir esos cambios neuronales. Y les pido que no piensen que en la locura tal vez estén, por lo que empezará el templo a sentir y lo que va a suceder.

¡No será así! Al llegar al límite de lo que creen que es la resistencia, será lo que detonará en que sigan su caminar, sintiendo y mostrando la verdadera esencia.

Entonces, inmediatamente, el cambio se dará ¡y sabrán!, porque el recuerdo ¡total! en cada uno estará, de la forma debida; la verdadera, que está volviendo y que a cada uno de ustedes -al abrazar- yo les digo: ¡no hagan resistencia a ello!, porque, aquél que empiece a hacerlo, entonces es  cuando -como han dicho- ¡sufrirá!

Qué importa que pienses hermano, que eso es desconocido para ti. En ese instante te pido que empieces a sentir, que todo viene de Él, que te ha dicho: “Mi alma de diamante, en cristal te verás; transparente”. Porque todo lo que viene de la Fuente, hace al hermano -mírame a mí- ¡mucho más resistente! y entonces, empezarás a vivir el estar y no estar aquí.

Nosotros estamos esperando en total atención. Por eso nos han indicando a quienes les estemos hablando.

Sé que habrá tal reacción. Que estén en plena y total atención.